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SOBRE EL
PROTESTANTISMO.
Edición de la ‘ Voz, de México.’
IN D IC E .
AL LfrCTOR............................................. 5
Lección I —Del nombre y origen del protes
tantismo............i ............... ..................... 9
Lección I I —De la naturaleza del protes
tantismo................................................... 13
Leceion III —De las doctrinas del protes
tantismo . ...................................... . 19
Lección IV.—De los autores y primeros
propagadores del protestantismo.......... . 25
Lección V.—Del modo con que se estable
ció el protestantismo............................... 31
Lección VI—De la tolerancia del protes
tantismo ................................................... 39
Lección V II—De los fautores del protes
tantismo ................................................... 45
Lección V III—Del fin que se proponen los
propagadores del protestantismo............ 51
Lección 1 5 —De los indicios por los cuales
se pueden conocer los fautores y propa-
dores del protestantismo............. ............. 59
Lección 5 —De las astucias de que se va
len los propagadores del protestantismo., 71
Lección 5 1 —De los que abrazan el protes
tantismo................................................... 79
Lección X II—Del delito de que se hacen
reos los que abrazan el protestantismo.. 87
Lección 5 I I I — De la agitación de con
ciencia en que necesariamente viven los
católicos que se hacen protestantes........ 97
Lección 5 IV —De la muerte de un católico
apóstata.................................................... 105
Lección 5 V —De la condenación cierta de
los católicos apóstatas............................. 113
Lección 5 V I —Del horror con que debe
mirarse el protestantismo y sus fautores. 123
Apéndice I —Sentencia del tribunal ecle
siástico contra los apóstatas Gracida,
Aguas y P a la cio s....................................... I
Apéndice I I —Los apóstatas.— El padre Pao-
lo Grassi de R o m a .................... .............. 5 V
A L LECTOR
u n a n e r a ¿ có m o p o d r ía n h a c e r c r e e r tí lo s rom a*
n o s q u e s e q u e m a á lo s h e r e j e s e n R oían ., n i á
l o s n a p o lit a n o s y f lo r e n t in o s q u e s e q u e m a n e n
Ñ a p ó l e s ó e n F lo r e n c ia ? E n c u a n to á la In q u isi*
e io n q u e s e p r a c t ic a e n v a r io s p a ís e s p r o t e s t a n
te s , d e e sta sí n o d ic e n lia d a ; g u a r d a n c o m p le t o
s i l e n c i o s o b r e e l e n c a r c e la m ie n t o d e lo s O b is p o s
y d e lo s sa c er d o tes, sob re su d e s t ie r r o , s o b r e
la s in ju r ia s y a t r o c e s c a lu m n ia s , c o n q u e s ie m
p re se le s e stá r e g a la n d o , y s o b r e la s m n lta 3
e x o r b i t a n t e s y c o n f is c a c ió n d e s u s b ie n e s , q u e á
m en ud o se l e s im p o n e . En I n g la t e r r a , hace
p o c o tie m p o q u e l le g ó á m a n if e s ta r s e e l d e s e o d e
r e p e t ir c o n lo s c a t ó lic o s , ia s c a r n ic e r ía s q u é
t u v ie r o n lu g a r h a c e tr e 3 s i g l o s ,
P . ¡O h! E s to es in a u d it o . ¡Q u é d escaro!
¡Q u é d e s v e r g ü u e n z a !' ¿ P e r o á lo m é n o s s e d e t ie ■
n e n e n esto?
R De n in g u n a m anera. E sta m o s t o d a v ía
m u y a l p r in c ip io . T ie n e n o tr o m e d io d e s e d n e *
c» o n , q u e ta m b ié n e s m u y com an , y c o n s is t e e n
e s p a r c ir B ib lia s p o r to d a s p a r t e s ; p e r o B i b li a s
fa ls ific a d a s y m u tila d a s , c o m o p o r e j e m p lo e n
I t a lia la B ib lia de D ía d o j j p r o h ib id a p o r la
I g le s ia , p o r q u e a q u e l a u to r k h iz o d e c ir ío q u e
no d ic e , c o m o s o n a lg u n o s e r r o r e s q u e - c o n t i e
n e n la h e r e j ía d e C al v in o , A e sta r e p a r t ic ió n
—7 5 -
de Biblias agregan la de «na multitud inconta
ble dedíbritos, en que se ataca con la falsedad
más descarádas/ladoctrina de la Iglesia yal ele*
*ro católico, iodos ellos impresos en su mayor
parte d expensas de la sociedad bíblica de Lón-
■dres que consume eu ello sumas fabulosas,
• P . ¿Y qué contestan estos hombres á los tes
timonios tan concluyentes, que exiten contra
ellos en la historia?
B. Uno de sus principales cuidados os falsi
ficar la hisb-ría, haciéndola que díga loque ó
ellos se les antoja, tienen para esto sus historia
dores, que con el mayor cinismo alteran los he
chos, dando siempre la rason á los sectarios y
condenando á los católicos. Estos aparecen
siempre como culpables y los herejes como víc
timas del faiivtisíiio religioso; y para poder se
ducir -mas fácilmente á los incautos, tienen cui-
-dado de decir algunas verdades para ocultar
por este medio el veneno de su protestan tismo-
Estos escritos también los infunden los propa
gadores del Evangelio pura, con el fin de pre-
parar el camino entre la juventud inexperta y
conducirlos fácilmente tí sus perversas miras,
P. jQué conciencias tan criminales! ¿Y de
qué otros medios se valen?
Jt. Se valep también de las escuelas- En
—70—
muchas partes, estos favorecedores del protes
tan tisono, hacen que se apoderen mañosamente
de Ja enseñanza, ^algunos maestros hipócritas y
propagandistas enmascarados, que al principio
aparentan ser los mejores maestros; pero des
pués van poco á poco inculcando en el ánimo de
aquellos inocentes niños, sus máximas heréticas
y depravadas. Los premian con libros que con»
tienen el veneno de sus perversas doctrinas, y
de esta manera corrompen el corazón de la ju
ventud desde sus primeros años, y lo que digo
de maestros lo digo también de las maestras:
ya se han encontrado señoras inglesas y france
sas ocupadas en este diabólico ejercicio en di
versas partes, aun en las poblaciones del campo-
En las universidades hacen entrar también con
astucia algunos profesores, para que enseñen ¡f
los jóvenes las doctrinas perversas del protes
tantismo
P. ¿De qué industrias se valen para con ia
gente pobre?
B. De los medios más indignos y más crueles?
porque abusando inicuamente de la miseria en
que yacen tantos infelices agobiados por el tra
bajo y por el hambre, les ofrecen algunas mone*
das en cambio de su apoetasía. Por este medió-
tan reprobado, los protestantes, tanto en Tngla-
-7 7 —
térra como en irlanda, tanto en Holanda como
en Ginebra y en el Fiamonte, han comprado el
¿alma y la conciencia de muchos miserables y
la siguen comprando todavía. Saben también
«que no faltan hombres viles y despreciables que
están dispuestos ií vender á Jesucristo por
treinta monedas, y de ellos se sirven igualmente
para haeer prosélitos y para perder á muchas
almas.
P. ¿Pero cómo son capaces de tanta osadía
estos hombres que se dicen honrados?
R. Entre los ministros y propagadores del
protestantismo no hay que buscar honra dea.
Los hombres honrados no hacen el papel de
ministros, ni compran almas, ni falsifican la Bi
blia. Basta,
LECCION S I.
De la agitación de conciencia
en que necesariamente viven los coftfíia»
que se hacen protestantes.
T’zisr.
APENDICE I.
Previsorato de México.
LOS APÓSTATAS.
Para que se vea cnán cierto es que los sacerdotes católicos que
tienen la desgracia de apostatar no reniegan de sus creenoias por
esce.ío de virtud ni por convicción íntima, sino á impulso de senti
mientos bastardos, copamos en seguida el artículo que el domingo
25 de Enero ultimo publicó la Idea Católica de está ciudad, á pti»
pósito de la apoetasía, en Boma, del padre Grasa!.
AL LfrCTOR............................................. 5
Lección I —Del nombre y origen del protes
tantismo............i ............... ..................... 9
Lección I I —De la naturaleza del protes
tantismo................................................... 13
Leceion III —De las doctrinas del protes
tantismo . ...................................... . 19
Lección IV.—De los autores y primeros
propagadores del protestantismo.......... . 25
Lección V.—Del modo con que se estable
ció el protestantismo............................... 31
Lección VI—De la tolerancia del protes
tantismo ................................................... 39
Lección V II—De los fautores del protes
tantismo ................................................... 45
Lección V III—Del fin que se proponen los
propagadores del protestantismo............ 51
Lección 1 5 —De los indicios por los cuales
se pueden conocer los fautores y propa-
dores del protestantismo............. ............. 59
Lección 5 —De las astucias de que se va
len los propagadores del protestantismo., 71
Lección 5 1 —De los que abrazan el protes
tantismo................................................... 79
Lección X II—Del delito de que se hacen
reos los que abrazan el protestantismo.. 87
Lección 5 I I I — De la agitación de con
ciencia en que necesariamente viven los
católicos que se hacen protestantes........ 97
Lección 5 IV —De la muerte de un católico
apóstata.................................................... 105
Lección 5 V —De la condenación cierta de
los católicos apóstatas............................. 113
Lección 5 V I —Del horror con que debe
mirarse el protestantismo y sus fautores. 123
Apéndice I —Sentencia del tribunal ecle
siástico contra los apóstatas Gracida,
Aguas y P a la cio s....................................... I
Apéndice I I —Los apóstatas.— El padre Pao-
lo Grassi de R o m a .................... .............. 5 V