La crisis social y política de Honduras

Hablar de la situación en la que se encuentra el país, es uno de los temas muy complejos,
cabe agregar que Honduras ha sido tradicionalmente uno de los países más pobres de
américa latina, con una economía de base agrícola, muy vulnerable a los cambios de la
demanda internacional y hoy en día a los fenómenos climáticos, es muy penoso mencionar
que muchos de nuestros compatriotas se ven obligados a comprar productos agrícolas de
los países vecinos, esto se debe a los problemas antes mencionados agregando el poco
apoyo del gobierno hacia los agricultores nacionales, ya que existe el desvió de fondos que
nunca llegan a las manos de las personas que realmente lo necesitan

Y la falta de educación nos abre a una variedad de problemas que enfrenta la población de
Honduras. Por ejemplo, el desempleo. Actualmente, en el país se encuentra con una gran
tasa de desempleo y sabemos que una de las principales causas es la falta de preparación
académica. En la Empresa Privada como requisito mínimo debe de ser que tenga ya su
ingeniería o su licenciatura para optar a un empleo y con salarios que son dignos para la
tarea que se desempeñan. También, muchas empresas han optado al progreso tecnológico.
Es decir a automatizar ciertos procesos que una sola maquina puede realizar en cambio de
dos o más personas, que en si no ha venido a ser del todo una desventaja, de hecho hace la
vida más Llevadera sí, pero tenemos que tomar en cuenta que el avance es muy rápido, y se
podría decir que cada año se pueden producir la misma o más cantidad bienes pero con
menos personas. Y esto lo que ha traído como consecuencia que muchas personas estén sin
trabajo no tienen ingreso alguno y por eso disminuye la demanda en bienes. Al haber
menos ventas, se produce menos y esto tiene consecuencia que muchas personas estén sin
trabajo no tienen ingreso alguno y por eso disminuye la demanda de bienes. Y esto termina
siendo un ciclo que acelera el desempleo e incita al crimen, porque algunos al ver que no
tienen de donde obtener ingresos, se dedicaran al crimen para obtener ingresos. Llevando
al país a una consecuencia difícil y dolorosa de terminar, la violencia.

La manera de que se puede eliminar poco a poco estos problemas a nivel nacional, es que el
estado garantice todos los derechos de las personas, por ejemplo, los más primordiales:
salud, educación, alimentos, hogar, etc.

No avanzamos en proporción a las demandas y necesidades de población trabajadora

formal e informal porque nos encontramos sumergidos y secuestrados por una clase
política que vela más allá de sus propios intereses.

La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres

que temen seguir el camino del progreso humano.
En Honduras, la mayoría de la población vive en situación de pobreza. De tal manera que
de acuerdo con algunos estudios económicos un 45 por cierto se ubica bajo el umbral de
la miseria. Situación que significa que extensos núcleos familiares subsisten con un dólar
al día. Lo que representa que una diversidad de grupos carecen de una alimentación
regular en los llamados tres tiempos reglamentarios.
Esta situación hace contraste con el hecho de que únicamente un cinco por ciento de su
población se ubique en los sectores más privilegiados. Estructura social que muestra que
la mayor parte de los recursos económicos y sociales se concentren en unas pocas manos.
Asimismo estos grupos sociales con mejores privilegios, cuentan comparativamente frente
al sector de menos ingresos, con una gran capacidad económica y son materialmente los
propietarios del territorio nacional, detentando el poder político, a través de su “clase
política gobernante”.
Amplios sectores populares del país centroamericano se encontraban desgastados por el
proyecto neoliberal que ha hecho de Honduras, esencialmente una economía
extractivita, donde el crecimiento de la pobreza, la marginación y la violencia, han
colmado a la mayoría de la población (un detonante de esta misma crisis, fue el homicidio
de la dirigente indígena y ambiental Bertha Cáceres, que sigue tras tres años sin
plenamente resolverse).
Junto a ello, el desgaste económico y social de amplias capas de la población en los
sectores populares, medios e incluso privilegiados, mostraban y siguen evidenciando, su
disposición a hacer un giro hacia el espectro progresista del escenario político hondureño.
De esa manera se visualizaba que amplias capas de la población, ubicarían al centro de su
proyecto, un freno al capitalismo depredador, saqueador y marginador de la derecha
hondureña.
Es decir, al proyecto de los llamados “cachurecos” (nombre peyorativo a los miembros del
Partido Nacional).