La cultura de la información: reflexiones sobre retos y posibilidades.

Por: Erick López Cruz

Miles de años atrás, un mamífero de la especie homo se comunicó y se hizo

consciente de su presente, lo que le permitió apropiarse del mundo .Al principio por
sobrevivir, después por recreación, y a veces por el poder. Por medio de la
capacidad de procesar lenguaje hemos evitado nuestra extinción, quizás no somos
la especie más fuerte, más grande o más rápida; pero lo que nos hace únicos es el
actuar colectivo para reflexionar y buscar lo justo.

Con el lenguaje dimos el paso para crear la sociedad, y gracias a las historias
primero orales, después escritas, dimos sentido a las prácticas humanas a lo largo
del tiempo. Es por ello que conservamos expresiones del pasado como las pinturas,
la mitología o el pensamiento filosófico con lo que nuestro tiempo adquiere la
memoria de lo que fuimos y pensamos lo que seremos.

Muchas de nuestras actividades cotidianas están influidas por esa carga histórica y
a veces no somos conscientes de que las ideas, sentimientos o percepciones han
sido condicionados previamente en distintos momentos y latitudes; claro que
nuestra capacidad creativa está presente, pues a diario reinventamos las formas de
vivir y quizás la síntesis de nuestro pasado y el presente es lo que llamamos cultura.

Actualmente la cultura de la información se ha difundido en diversas partes del

mundo pues existen prácticas cotidianas que van desde postear una foto en
imstagram, hasta elegir por un software nuestro medio de transporte que se han
vuelto globales. La difusión de esta cultura ha sido facilitada gracias a los medios
de comunicación, pero principalmente por el internet.

El sociólogo Manuel Castells explica que en todas las sociedades ha sido primordial
la información pero que actualmente es la incluida en la microelectrónica la que
ocupa un puesto titular en nuestra cultura y que esta tiene un alcance global. Este
cambio de paradigma ocurrió tan rápido que ha nuestros padres y abuelos aún les
cuesta trabajo adaptarse.
Gracias a las nuevas tecnologías de procesamiento de lenguaje es que tenemos
acceso a contenido ilimitado en cuestiones productivas y de ocio, por ejemplo:
podemos programar una fiesta, comprar los boletos de nuestro grupo favorito o ver
una película. Ya no es raro pensar que podríamos comunicarnos con alguien de
cualquier parte del mundo en cuestión de segundos, adquirir un CD desde casa o
trabajar en proyectos comunitarios vinculados por internet, estas son ventajas que
sin duda nos enriquecen.

Los espacios virtuales han logrado que podamos compartir experiencias, creencias
y metas pues con la ventana global informática hemos colaborado en diversos
ámbitos como el conocimiento o la salud y por si fuera poco, recordemos el
terremoto del pasado 19 de septiembre, en el cual, gracias a la comunicación en
red, se dio una respuesta inmediata por parte de los mexicanos y del mundo ante
una tragedia que enfrentamos con valor, y demostrando que un uso adecuado para
dar a la tecnología es la solidaridad.

Por otro lado hay que ser conscientes que el gran avance lleva consigo una
responsabilidad. Nos hemos dado cuenta de que no estamos exentos del riesgo
que conllevan las nuevas tecnologías, la serie “Black Mirror” nos invita a reflexionar
sobre las cuestiones éticas y morales del uso de las herramientas de información
pues como toda creación humana puede tener la capacidad de hacer daño ya sea
simbólica o físicamente.

Es por esta razón que invito al lector o lectora que forma parte de un mundo
interconectado a disfrutar de los beneficios y alcances que tenemos en las manos
con la tecnología, y al mismo tiempo a ser incluyentes con quienes no compartan
nuestra opinión o tengan una cultura distinta a la nuestra, pues hemos abierto una
brecha en la que nos podemos llegar a conocernos mejor, respetarnos, y actuar
éticamente, sin precedentes.