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CURIOSIDADES Y NOVEDADES

Máquinas de movimiento
perpetuo
El móvil perpetuo es una máquina hipotética que supuestamente sería capaz de continuar
funcionando eternamente -después de un impulso inicial- sin necesidad de energía externa.

El móvil perpetuo es una máquina hipotética que supuestamente sería capaz


de continuar funcionando eternamente -después de un impulso inicial- sin
necesidad de energía externa adicional. Se basa en la idea de la conservación
de la energía. Desafortunadamente su existencia violaría la segunda ley de la
termodinámica, por lo que se considera imposible de realizar. El hecho de
impulsar un móvil, sin energía externa, es imposible, debido a que la energía se
disipa en muchos medios, principalmente en calor, que produciría la máquina al
estar en movimiento.

Una de las grandes virtudes de las leyes de la física es que son tan generales y
tan estables, que dejan poca duda a eventos que aparentemente las
contradigan. De hecho, estas leyes siempre están poniéndose a prueba y a la
fecha no se ha hallado que fallen. Por ello, cuando alguien habla de estos
aparatos de movimiento perpetuo, ya podemos saber que las cosas no van a
funcionar y que estamos ante un fraude elaborado (a veces), o a fenómenos
que a la larga se pueden demostrar como buenos intentos aunque ninguno
funcional, como el del pato de Jottabich.

Físicos ‘resucitan’ el ‘demonio de


Maxwell’
Un equipo de físicos de Francia y Reino Unido ha recreado con circuitos
superconductores el ‘demonio de Maxwell’, un experimento diseñado
para ilustrar la segunda ley de la termodinámica. Se considera un paso
importante para el desarrollo de una teoría para los procesos
termodinámicos a escala nanométrica.

Un nuevo estudio publicado en la revista ‘Proceedings of the National


Academy of Sciences’ ha permitido observar directamente por primera
vez la energía que obtiene el ‘demonio’.

Asimismo, echar un vistazo a cómo se almacena la información en su


memoria.
El ‘demonio’ o paradoja de Maxwell
En 1867, el físico escocés James Clerk Maxwell desafió la segunda ley de
la termodinámica, según la cual entre dos cuerpos de diferente
temperatura no se puede transmitir el calor del cuerpo frío al cuerpo
caliente sin un trabajo que genere este flujo.

Además, aumentando siempre la entropía en un sistema cerrado. Para


ello concibió un experimento teórico conocido como la paradoja de
Maxwell.

Científicos chinos realizan una teleportación cuántica a una distancia de


1.200 kilómetros
En el marco del experimento, Maxwell tomó un recipiente de gas
herméticamente sellado.

Además, dividido en dos partes con una pared interior que contaba con
una trampilla. Lo anterior, sería manipulada por un ‘demonio’ capaz de
separar las partículas calientes de las frías. También, creando así una
diferencia de temperatura, lo que contravendría las leyes de la
termodinámica.

Leyendo la mente del ‘demonio’


En la recreación del experimento realizada ahora, los científicos
eleboraron el ‘demonio de Maxwell’ en forma de una cavidad resonante
que extraía información y energía de un cúbit superconductor.

Gracias a un alto control de los circuitos superconductores, los físicos


han podido estudiar en detalle la memoria del ‘demonio’ después del
procedimiento. Y la información guardada por este sobre el cúbit.

Una de las autoras del estudio, Janet Anders, de la Universidad de


Exeter (Reino Unido), ha indicado que “la información sobre las
propiedades de las partículas permanece almacenada en la memoria del
demonio”.

Y conlleva un coste energético que “reduce la ganancia de energía del


demonio. Lo anterior, hasta convertirla en nula, resolviendo así la
paradoja”.

“El hecho de que el sistema se comporte según la mecánica cuántica


significa que la partícula puede tener una energía alta y baja al mismo
tiempo. Y no solo una sola de estas opciones, como consideró Maxwell”,
señala Anders. Asimismo, los científicos han conseguido prácticamente
leer la mente del ‘demonio’. Además, observar cómo la información
cuántica interactúa con la termodinámica.

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