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"Historia del conocimiento y de la naturaleza –

Valoración paradigmatológica del pensamiento
histórico d....

Article in Folia humanistica · January 1987

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Mathias Schüz
Zurich University of Applied Sciences
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fDlll HUIANISTICA
CIE.N CIAS ·• ARTE.S • LETRAS
Consejeros
J. Aleksandrowicz, Krakow - R. Alvarado, Madrid · P. Amat, Salamanca - M. Artigas, Pamplona -
T. Ballauff, Mainz - M. T. Bertelloni, Mayagüez - L. Brian, Genova - M. Broggl, Barcelona - M. Cruz
Hernändez, Barcelona - J. A. Doerig, St. Gallen - J. M. Freeman, San Jose (California) - H. Frank,
Paderbon - L. Gabriel, Viena - F. Garcia Valdeoasas, Barcelona - L. Glori, Roma - J. Goldbrunner,
Regensburg - B. Hamann, Munich - K. Holzamer, Mainz - B. Kanitscheider, Neustift - G. Koch, Erlan-
gen - W. Kretschmer, Tübingen - H. Laborit, Paris - J. J. L6pez-lbor, Madrid - B. Luban·Plozza, Lo-
carno - J. Majem, Barcelona - M. J. Meyer, Soest - S. Palafox, Madrid - G. Pende, Genova - J. A. Pe-
rez-Bustamante, Cadiz · E. Pessa, Roma · J. Pieper, Münster • A. Prevosti, Barcelona - C. M.' Romeo,
Zaragoza · H. Saner, Basel - A. Sauvy, Paris - K. Schefold, Basel · H. Schipperges, 'Heidelberg -
V. Shinoda, Tokyo - H. Skolimowski, Ann Arbor (Michigan) - D. Sodi Pallares, Mexico. - G. J. Stack,
New York - B. Staehelin, Zürich - K. Steinbuck, Karlsruhe - J. Stroder, Würzburg • L. Talamonti,
Roma · H. Urban, Leipzig - J. Uscatescu, Madrid - H. Vogt, Dormund
Comlte de redacciön
F. ARASA, Barcelona - G. ARCIDIACONO, Perugia - J. GANTNER, Basel - L. GEDDA,
Roma - L. PAULING, Stanford (California) - J. ROCHE, Paris - L. J. SHEIN, Hamilton -
R. WISSER, Mainz
Secretarios de redaccl6n: M . Arasa, F. Asensl, A. Bosch y J. M. Valderas

Tomo XXV - Niim. 298 FUNDACION LETAMENDl-FORNS Noviembre 1987

Contenido XI SYMPOSIUM INTERNACIONAL

DE LA CIENCIA DEL HOMBRE
Tema de estudio:
«La ciencia y la tecnica ante la etica y el derecho»
(Conclusi6n)
C. M.• Romeo Casabona
La reforma penal ante las nuevas tecnologfas de la informaci6n . 649
(The Computer Crime)

B. Staehelin * *
La fe. 6rgano de conocimiento (Faith and Knowledge) 659
B. Luban-Plozza
Vinculaci6n al paciente: diagn6stico y terapia de la relaci6n 663
(Doctor and Patient: an interrelation)
M. Schüz
Historin dcl conocimiento y de la naturaleza 675
(V. WPiLsiickcr's Physics)
B. Dobort
FllO'.ofi,1 do In rnnrcha crecta (Bloch's Philosophy) 693

profesor Josef Strödcr . 701

n dol c~ l111H1 torr:1q11co 707

11t1-i rnru:lonnlt 711
 ·1,r
:111
,i
Comite de redacci6n
:l
F. ARASA, Presidente de la Socledad lnternacional de Medlclna Humanlstlca y Neo-
hipocratica. Presidente de leis Simposios lnterriacionales de la Clencla
del Hombre.
G. ARCIDIACONO, Catedratico de Maternaticas de la Universidad de Perugia.
1. GANTNER, Catedratico Ern. de Historia del Arte de la Universidad de Basilea, v
ex Rector.
L. GEDDA, Director del lstituto dl Genetica Medica e Gemellologia de la Universidad
de Rorna.
L. PAULING, Premio Nobel de Ouirnica y de la Paz. Profesor de Ouirnica de la Univer- 11
sidad de Stanford.
J. ROCHE, Ex Rector de la Universidad de Paris.
Prof. de Literatura y Filosoffa Rusa. Univ. McMaster, Hamilton. Dr. MATHIAS SCHüZ
L. J. SHEIN,
Profesor de Filosofia de la Universidad de Mainz.
R. WISSER, 11'1
(Nackenheim, Alemania)
Secretarios: M. Arasa, F. Asensi, A. Bosch, J. M. Valderas

Consejeros 1
HISTORIA DEL CONOCIMIENTO Y DE LA NATURALEZA
J. ALEKSANOROWICZ, Director de la 3.• Clfnica Medica Universitaria, Krakow. Valoraci6n paradigmato16gica del pensamiento hist6rico
R. ALVARAOO, Catedrätico de Zoologia (invertebrados). Facultad de Biologia de la Uni·
versidad Cornplutense de Madrid. 1 de Carl Fdedrich von Weizsäcker

{l
P. AMAT, Rector de la Universidad de Salamanca.
M. ARTIGAS, Facultad de Teologia. Universidad de Navarra. Pamplona.
T. BALLAUFF, Director del lnstituto Pedag6gico de la Universidad de Mainz. V. W eizsäcker's Physics
M. T. BERTELLONI, Catedratico de Filosofia y Literatura, Universidad de Mayagüez. 'i'
L. BRIAN, Catedratico de Antropologia. Universidad de Genova. ii 1
M. BROGGI, Presidente de la Real Academia de Medicina de Barcelona.
M. CRUZ HERNANDEZ, Catedratico de Pediatria de la Facultad de Medicina de la Unlversldad
Central, Barcelona.
t!
\11; Este articulo es una reelaboraci6n de la conferencia pronunciada en
J. A. DOERIG, Director Ern. del lnstituto Latino-Americano de la Univ. de St. Gallen.
1'1· : el marco de un symposium sobre el tema ''.Historia e historicidad como
Profesor de Antropologia de la. Universidad de San Jose, California.
J. M. FREEMAN,
HELMAR FRANK, Director del Inst. de Cibernetica. Universidad de Paderborn. r1 problema filos6fico" celebrado en el International University-Centre de
L. GABRIEL, Catedrätico de Filosofia de la Universidad de Viena. 1/,' 1
Dubrovnik del 16 al 28 de marzo de 1987. Pretende ser un modesto ho-
Catedratico de Farmacologia y Rector Ern. de la Universidad de Barcelona. ')i1
F. GARCIA VALDECASAS.
L. GLORI, Director del lnstituto Scientlfico Neohistorico lnternazionale, Rorna. !: menaje al fisico y fil6sofo Carl Friedrich von Weizsäcker, cuyo 75 cum-
Catedratico de Teologia Pastoral de la Universidad de Regensburg

l!
JOSEP GOLDBRUNNER,
B. HAMANN, Catedrätico de Pedagogia de la Universidad de Munich. pleaiios se celebr6 el pasado 28 de junio de 1987.
KARL HOLZAMER, Catedrätico de Filosoffa de la Universidad de Mainz. lntendente de la
2.• Televisi6n Alemana.
'l 1

Il
B. KANITSCHEIOER, Prof. de Filosoffa de la Unlv. de Giessen.
G. KOCH, Director del lnstituto de Genetica Humana y Antropologia de la Unlversidad 1. Introducci6n
de Erlangen. I

K. KRETSCHMER, Profesor de Psiquiatria de la Universidad de Tübingen. •. 1

HENRI LABORIT, Director del lnstituto de Eutonologia de Paris. ,, i La mayor parte de las consideraciones que se hacen acerca de la his-
J. J .. L6PEZ·IBOR,
B. LUBAN·PLOZZA,
Catedrätico de Psiquiatria y Psicologia de la Univ. de Madrid.
Profesor honorario de la Universidad de Heidelberg. l' j toria y de la historicidad se centran en las relaciones existentes entre la
J. MAJEM, Profesor de Derecho Mercantil de la Universidad de Barcelona. experiencia y la actuaci6n human,a. Solo rara v.e~. se saca a relucir el hecho
HERMANN J. MEYER, Director Escuela Altos Estudios de Soest. de que -como hoy sabemos- la experiencia hist6rica del hombre no lrn-
S. PALAFOX, Catedratico Nurnerario de Psicologia Fisiol6glca, Unlversldad Cornplutense.
G. PENDE, Catedrätico de Patologia Medica de la Universidad de Genova. biera sido posible sin la historia de la naturaleza. Y, sin embargo, i.'.mica-
J. A. PEREZ·BUSTAMANTE, Catedrätico de Ouirnica Anal itica, Universidad de Cadiz.
E. PESSA, Catedratico del lstituto de Maternatica de la Universidad de Rorna. mente sobre la base de esta historia puede situarse racionalmente el cono-
JOSEP PIEPER, Catedratico de Filosofia de la Universidad de Müntser. cimiento y la actuaci6n humana dentro del marco general de la realidad.
A. PREVOSTI, Facultad de Biologia (Genetica). Universidad de Barcelona.
C. M.• ROMEO, Profesor de Derecho Penal de la Universidad de Zaragoza. Para una visi6n global del fen6meno de la historicidad, no limitada
H. SANER Doctor en Filosofia. Basilea. a la esfera de lo humano, resulta decisiva una valoraci6n conjunta de los
A. SAUVV, College de France. Paris.
KARL SCHEFOLO, Dlrector del lnstituto Arqueol6gico de la Unlv. de Basllea. elementos estructurales de la historia del hombre y de la naturaleza. Po-
H. SCHIPPERGES, Director del lnstituto de Historia de la Medlclna de Ja Unlversldad de
Heidelberg.
siblemente se pongan asi de manifiesto puentes de uni6n entre las expe-
V. SHINOOA, Prof. del Inst. Socio-Econ6mico de la Univ. Sofia de Tokyo. riencias de la realidad aportadas por las ciencias de la naturaleza y las
HENRYK SKOLIMOWSKI, Director Depto. Hurnanidades, Facultad de lngenlerfa Unlv. Mlchlgan
Ann Arbor. ciencias del espiritu. Precisamente en nuestros dias, en un mundo domi-
D. SODI PALLARES, Jete en el lnstituto Nacional de Cardlologfa, Mexlco. nado por la ciencia y la tecnica, es necesario y fundamental un esfuerzo
G. J. STACK, Catedratico de Filosofia Unlv. Brokport, New York.
B. STAEHELIN, Prof. de Psiquiatria. Zürich.
KARL STEINBUCH, Director de la Esc. de Altos Estudlos Tecnlcos de Karlsruhe.
JOSEF STRODER, Catedratlco de Pediatria de la Unlversldad de Würzburg.
L. TALAMONTI, Psic61ogo, Rorna.
HÜBERT URBAN, Profesor del lnstltuto para lnvestlgacldn cerebral. Leipzig.
J. USCATESCU, Catedrlltlco de la Unlveraldad de Madrid.
HARTMUT VOGT, Dlrector del ln1t. de Clenol1 Comp1r1d1 Educ1tlv1 d1 11 Unlv1rald1d
d• Dcrmund.
676 M. SCHOZ
interdisciplinar que delimite la responsabilidad del hombre, segun se des-
prende de la ingente obra de Carl Friedrich von Weizsäcker. Es indudable
que entre las aportaciones mas importantes de su filosofia figura su demos-
traci6n de que tanto las ciencias del espiritu como las ciencias de la natu-
raleza desempefian un papel decisivo en la historicidad de la realidad glo-
bal. El objetivo de los apartados siguientes es presentar a grandes rasgos
esta historicidad tal como la ve Von Weizsäcker. Al final se presentaran
resumidas algunas tesis sobre el problema de la historia del conocimiento
y de la naturaleza.
II. H istoricidad de la experiencia fisica de la naturaleza
Uno de los descubrimientos mas importantes de Carl Friedrich von
\V eizsäcker consiste en demostrar que el desarrollo de las teorias de las
ciencias modernas supone la previa existencia de un importante fenöme-
no: la historicidad de los fenomenos de la naturaleza. Por historicidad en-
tiendo, con Carl Friedrich von Weizsäcker, el hecho de que todos los pro-
cesos esten sometidos a las modalidades del tiempo, es decir, que en el
pasado estos procesos se han convertido necesariamente en hechos para
conformar la realidad presente pero manteniendo abiertas las posibilida-
des para el futuro. De esta forma el fen6meno de la historicidad no se
limita a las actuaciones humanas y a sus metodos de conocimiento sino
que se extiende a todos los objetos de la experiencia. 1
Esta afirmaci6n puede aplicarse de forma especial a la experiencia cien-
tifico-natural. En este sentido quiero entresacar <los hechos de la historia
de la ciencia natural en los que la contribuci6n de Von \Veizsäcker ha
sido decisiva:
1) Los intentos para obtener una explicaci6n fisica a la irreversibili-
dad de los procesos naturales en la termodinamica.
2) La explicacion de las limitaciones a la objetividad de los procesos
naturales en la teoria cuantica.
Vamos a explicar estos dos hechos de la historia de la ciencia a la luz
de la afirmaci6n anterior sobre el caracter hist6rico de la realidad.
1. Vease: Carl Friedrich von Weizsäcker: Die Geschichte der Natur - Zwölf Vor-
lesungen. Göttingen, 1948, (8.• ed.) 1979, p. 9.
HISTORIA DEL CONOCIMIENTO DE LA NATURALEZA 677
1. El fen6meno de la historicidad, base para la comprensi6n de los pro-
cesos termodinamicos
La introducci6n de la 'entropia' como una magnitud de la realidad
fisica para describir los procesos irreversibles en la naturaleza plante6 a
finales del siglo pasado grandes problemas de interpretaci6n . .:C6mo se
lleg6 a esta situaci6n?
Las leyes fundamentales de la fisica presentan los fen6menos de la
N aturaleza como cronol6gicamente simetricos en forma de ecuaciones que
describen los procesos naturales como reversibles. Para ilustrarlo se toma,
por ejemplo, una pelicula en la que en cada una de las imagenes se ve
un hombre. De acuerdo con las ecuaciones del movimiento de la med-
nica clasica, no se puede tomar ningun punto de referencia que determine
si el hombre se mueve hacia delante o hacia atras, es decir, en que sentido
se ha de hacer rodar la pelicula para que reproduzca la realidad. EI for-
malismo fisico-matematico no describe ningun sentido concreto del tiempo.
Ahora bien, como ha expuesto Arnold Sommerfeld, los procesos rever-
sibles "no son en realidad tales procesos sino cadenas de estados de equi-
librio que se suceden correlativamente"; es decir, son procesos "infinita-
mente lentos, cuasi-estaticos" en los que no hay consumo de energia. Es-
tos procesos estan idealizados y no suelen presentarse en la naturaleza.
"Lo que experimentamos son siempre procesos irreversibles." 2 Sin embar-
go, las leyes de la fisica no formulan procesos cineticos que vayan crono-
16gicamente en una sola direcci6n, es decir, no son capaces de diferenciar
un proceso temporal de otro igual que vaya cronol6gicamente en sentido
contrario. Estas leyes, en su formulaci6n matematica, no prohiben, por
ejemplo, que una teja que caiga del tejado pueda volver sin mas y por si
misma a su procedencia. 3
Asi pues, un problema fundamental de la fisica te6rica, que sigue plan-
teado en nuestros dias, es c6mo deducir a partir de las ecuaciones funda-
mentales reversibles de la fisica la conducta irreversible que, en definiti-
va, presentan todos los procesos naturales. 4
La irreversibilidad del tiempo, tal y como se deja ver sobre todo en
2. Arnold Sommerfeld: Vorlesungen über theoretische Physik, Tomo V: Thermodina-
mik und Statistik, Frankfurt a. M„ 1977, p. 16.
3. Vease C. F. v. Weizsäcker: Aufbau der Physik. München, 1985, pp. 125 y ss.
4. Vease Georg Süssmann: "Zeitliche Umkehrinvarians und Irreversibilität", en: Jahrb.
d. ]oh. Wolfg. Goethe-Universität, Frankfurt a. M„ 1967, en especial pp. 55 y ss. Dei
mismo, "Zur Problematik der Irreversibilität angesichts der Unkehrinvarianz", en Grundla-
gen der modernen Physik - Festschr. f. P. Mittelstaedt z. 50. Geb. (editado bajo Ja di-
recci6n de J. Nitsch y otros). Mannheim, 1980, pp. 307 y ss.
678 M. SCHüZ HISTORIA DEL CONOCIMIENTO DE LA NATURALEZA 679

los fen6menos termicos, es un problema fundamental de la Hsica clasica
y se fo:.-mul6 por vez primera en la "Segunda Ley" de la termodinamica.
En su formulaci6n original de Sadi Carnot (1824) esta ley prohibe que
en un sistema termico cerrado pueda funcionar peri6dicamente una ma-
quina, es decir, que puedan darse procesos reversibles. Ahondando en esta
definici6n, Rudolf Clausius precis6 en 1850 que no puede pasar nada de
calor desde un cuerpo frio a otro caliente, sucediendo siempre lo con-
trario. Estos hechos llevaron a este autor a definir la entropia como una
magnitud que permite describir la direcci6n en que se dan los procesos
naturales y medir su irreversibilidad. Un aumento de esta magnitud de-
termina la direcci6n irreversible del flujo termico desde lo caliente a lo
frio, es decir, determina, segun la interpretaci6n generalizada que hizo
Ludwig Boltzmann en 1877, la direcci6n de los procesos naturales desde
las situaciones improbables a las probables. Asi pues, formulandolo en
terminos de la Segunda Ley Fundamental, en los procesos irreversibles la
magnitud de la entropia solo puede aumentar. 5
El conjunto de problemas que todo esto plantea puede ilustrarse con
dos ejemplos.
En el primer ejemplo (figura l) imaginemonos un recipiente cerrado
en el que se contienen dos gases diferentes (simbolizados por pequefios
circulos blancos y negros) separados por un tabique divisorio. La mezcla
de los dos gases que tiene lugar al eliminar el tabique resulta irreversible.
El estado original de separaci6n de los gases no puede volver a presen-
tarse. El problema consiste ahora en la dificultad de encontrar una formu-
laci6n matematica que pueda describir esta irreversibilidad.
Corno ya se ha dicho, esto es lo que intent6 Ludwig Boltzmann cuan-
do defini6 la entropia como una medida de la probabilidad de un siste-
ma, introduciendo asi una valoraci6n estadistica. En consecuencia la figu-
ra l representa una situaci6n improbable a la izquierda y una situaci6n
probable a la derecha. La entropia, como medida de la probabilidad, tie-
ne en el primer caso un minimo y en el segundo un maximo. Al intro-
ducir la mecanica estadistica en la termodinamica, Boltzmann crey6 haber
resuelto en un principio el problema de la irreversibilidad. 6
Ahora bien, el siguiente ejemplo, el "juego de las urnas'', tomado libre-
mente de Tatjana y Paul Ehrenfest (figura 2) 7 demuestra hasta que punto
resulta insuficiente la explicaci6n estadistica para resolver el dilema entre
la ideologizacion matematica y la realidad fisica.
Tenemos dos urnas, una con diez bolas negras y. la ·otra con diez bolas
blancas. Con los ojos cerrados tomamos simultaneamente una bola de cada
urna y las intercambiamos. Despues de hecho esto por primera vez que-
dan las bolas blancas y negras en proporci6n de 9 a l y de l a 9 respecti-
vamente en cada urna. De acuerdo con la mecanica estadistica existe un
90 % de probabilidades de que despues del segundo intercambio las rela-
ciones sean de 8 a 2 y de 2 a 8, es decir, se observe un aumento de entro-
pia. Pero existe tambien la posibilidad de que despues del segundo inter-

oi>AOUOOO~O e•••••
o0 e oo• o••o o• cambio vuelva a presentarse la improbable situaci6n original, es decir, se
OVQP.J:lf"OOO
o~oo
• • • ••e•
o
•••
•••• • eO·· ooO•O• llegue al minimo de entropia. El mismo razonamiento puede seguir apli-
0 00000000 • • • ••••
0°oo00oo •••• •e ..........._ • o .oo:o
• 0. 0 • 0 0. 0 .
oOOo
o. candose para los sucesivos intercambios, confirmando asi lo que dice la
Segunda Ley Fundamental segun la cual un aumento de entropia es siem-
0 o0 00000 •. • •••••
00°000000 • • • •• ••
000000000 ••• • • • • •
0 0 goo 00og :•• • •••
--- o•o•o•o
eoeeo 1 •
oo•. 0 1
0• • 0
oooe
o• o 0. •0oe o1
•o pre mas probable que una disminuci6n.
En este punto llegamos a los decisivos planteamientos que hizo Carl
Friedrich von Weizsäcker en el afio 1939. La explicaci6n estadistica de
Ooooo~ 0 oo • •:••••• . 0
Boltzmann de la Segunda Ley Fundamental seria correcta siempre y cuan-

(a) (b)
Figura 1
Dos gases separados entre si dentro de un sistema cerrado (a). Dos gases mezclados (b).
EI proceso de (a) a (b) es irreversible.
5. Vease Edgar Lüscher: Experimentalphysik I - Mechanik, geometrische Optik,
Wärme, 2.• parte, Mannheim/Wien/~rich, 1967, pp. 412 y ss.; Mathias Schüz: Die Einheit
des Wirklichen - Carl Friedrich von Weizsäcker Denkweg. Pfullingen, 1986, pp. 149 y ss.
6. Vease Hartmut Wehrt: "Ober Irreversibilität, Naturprozesse und Zeitstruktur - Die
fundamentale Bedeutung der Asymmetrie", en: Offene Systeme I - Beiträge zur Zeitstruk-
tur von Information, Entropie und Evolution (editado bajo la direcci6n de Ernst von Weiz-
säcker). Stuttgart, 1974, en especial pp. 176-190.
7. Von Weizsäcker: Aufbau der Physik, obra citada, p. 129. Dei mismo autor: Das
Problem der Zeit als philosophisches Problem. Würzburg, 1963, pp. 20 y ss. Vease Tatja-
na u. Paul Ehrenfest, Mathemat.-Naturwss. Blätter 3. (1906), tambien en: Collected Scien-
tific Papers (editados bajo la direcci6n de M. J. Klein), Amsterdam/Nueva York, 1959.
680 M. SCHüZ HISTORIA DEL CONOCIMIENTO DE LA NATURALEZA 681

hay que aceptar la situaci6n mas probable, a pesar de que ello contradice

•••
(a)
la Segunda Ley Fundamental cuando afirma que los procesos naturales
0000
000
00 0 •••
•••
exigen un determinado sentido cronol6gico. Ni el modelo de la mecanica
estadistica ni las clasicas ecuaciones del movimiento explican el fen6meno
de la irreversibilidad.8
Ante esta situaci6n Carl Friedrich von Weizsäcker afirma que la con-
10:0 0: 10 tradicci6n entre las exigencias de la Segunda Ley Fundamental y las invet>-
tigaciones estadisticas sobre procesos preteritos se puede evitar si las con·
sideraciones probabilisticas se aplican exclusivamente al futuro y nunca
al pasado. Es decir, presenta la diferencia cualitativa entre pasado y futuro

oo•j
0000
(b)

~·
••
como "fenomenol6gica", o sea extrafisica, que escapa al campo de las
"premisas" de la Segunda Ley Fundamental tomadas de la experiencia

••
hist6rica. 9 a Puesto que las leyes matematicas de las probabilidades no
000 muestran diferencia alguna en sentido cronol6gico, su aplicaci6n a los

.,. ~·
fen6menos fisicos ha de restringirse dado el caracter irreversible de los
procesos naturales. Carl Freidrich von Weizsäcker hace esta restricci6n al
reconocer el caracter predictivo que se deduce de las probabiliclades, limi-
tando su validez solo a los procesos futuros.
901 De esta forma la estructuraci6n cualitativa del tiempo "real" (EN 172),
101
es decir, "hist6rico" (GN 14, EN 145), en un 'futuro' abierto y un 'pasaclo'

~oo~•••
(c)
oo•
oo•0 0 0 ••••
000 00 •••
Figura 2
Juego de las urnas seglin T. y P. Ehrenfest. Punto de partida: <los urnas con bolas
blancas y negras (a). Situaci6n actual (b). Las situaciones pasada y futura (c) no pueden
diferenciarse a partir de la visi6n de (b) aplicando la teoria de las probabilidades.
Asi pues, la formulaci6n estadistica no muestra ninglin tipo de direcci6n temporal. No
esta en consonancia con las exigencias de Ja Segunda Ley Fundamental.
do se aplique hacia el futuro, pero llevaria a contradicciones si se qms1era
trasladar al pasado. Asi, si en el juego de las urnas se considera una situa-
ci6n actual de 9 a 1 y a partir de ella se quiere inquirir la situaci6n an-
terior resulta sorprendentemente mas probable que, en contra de nuestra
capacidad memoristica, tal situaci6n fuera la de 8 a 2 y no la de l 0 a 0,
es decir, tendria que darse tambien aqui un maximo de entropia. Asi
pues, con la estadistica no podemos explicar c6mo, partiendo del pasado
y yendo hacia el futuro, tiene lugar siempre un desarrollo desde un mini-
mo a un maximo de entropia. Tanto para el pasado como para el futuro
factico se convierte en premisa necesaria para poder deducir la Segunda
Ley Fundamental -que segun Von Weizsäcker es la "Ley de la historici-
dad de la naturaleza" 9 b - a partir de unas leyes naturales que presentan
fundamental simetria cronol6gica. ünicamente la estructura que se pos-
tula para el tiempo permite incluir el genuino sentido de la probabilidad,
es decir, las esperanzas de acontecimientos futuros, en la teoria de los pro-
cesos irreversibles de la naturaleza.11
Esto puede considerarse la aportaci6n mas importante y tal vez de ma-
yor trascendencia de Von Weizsäcker dentro de su analisis de la realidacl
fisica. La mencionada estructura del tiempo hace posible que, con auxilio
de las matematicas, podamos aborclar 16gicamente la fisica, es decir, abor-
darla teniendo en cuenta el caracter irreversible de la naturaleza. 12
8. Von Weizsäcker: Das Problem der Zeit, lugar citado, p. 22.
9a. Von Weizsäcker: Der zweite Hauptsatz und der Unterschied von Vergangenheit und
Zukunft, en: 36. Jg. (1939), pp. 280 y ss.
9b. Von Weizsäcker: Die Geschichte der Natur, lugar citado, p. 10, veanse pp. 35,
63 y 109.
10. Vease Gernot Böhme: über die Zeitmodi. Göttingen, 1966, pp. 68 y ss.
11. Von Weizsäcker: Aufbau der Physik, lugar citado p. 149. Vease Hartmut Wehrt:
"Offene Systeme und Zeitstruktur II", en: Offenheit, Zeitlichkeit, Komplexität - Zur Theo-
rie der offenen Systeme (editado bajo la direcci6n de Klaus Kornwachs). Frankfurt a. M„
1984, pp. 442 y ss.
12. Schüz~ Die Einheit des Wirklichen, lugar citado, p. 155.

3.
r,
682 M. SCHüZ
En definitiva, esta aportacion de Von Weizsäcker resulta trascendente
ya que incluye el tiempo como una de las condiciones mas importantes
para hacer posible el estudio de la fisica. Se trata del 'tiempo' tomado del
mundo vivencial historico extra-fisico cuyos modos experimenta existen-
cialmente el hombre en la vida cotidiana como algo constitutivo de su
quehacer. En efecto, los hechos de su pasado son incontrovertibles, mientras
que unicamente el presente le posibilita prever el horizonte de actuacio-
nes futuras.
De todo lo que llevamos dicho hasta ahora podemos deducir: ünica-
mente pueden entenderse las teorias cientificas en su importancia para la
naturaleza si la historicidad se refiere no solo al mundo humano, sino
tambien a todos los procesos naturales extra-humanos. Las teorias son de-
masiado abstractas para adecuarse a toda la complejidad de lo real.
2. Las fronteras de la objetividad en la ffsica moderna
Por primera vez en la historia de las ciencias naturales la fisica mo-
derna ha elevado a la categoria de principio las fronteras de la objeti-
vidad de los procesos naturales.
A finales del siglo pasado la fisica se encontraba ante una alternativa
respecto a sus objetivos: o bien era una ciencia que se ocupaba de la na-
turaleza tal como es, o bien describia la naturaleza tal como-se manifiesta
cuando se la investiga con medidas y relojes. Mientras las observaciones
experimentales estuvieron en consonancia con los objetivos trazados segun
la primera postura, es decir, los objetivos onticos de la fisica, las dos posi-
bilidades marcharon al unisono. Sin embargo, con la llegada de la teoria
de la relatividad no tardaron en hacerse incompatibles ya que esta teoria
se desarrolla a partir de la necesidad de describir los resultatlos experi-
mentales eliminando de la teoria todas las magnitudes no observables (por
ejemplo, el concepto del "eter"): "Desde Einstein la fisica es una ciencia
epistemica que se entiende a si misma como teoria que describe la na-
turaleza tal como se presenta cuando se la investiga con las medidas y
relojes reales".13 Dicho en la terminologia de Von Weizsäcker: desde Eins-
tein la fisica es una ciencia epistemica que describe nuestro conocimiento
factico y posible, adquirido mediante experimentos, y nada mas. En rela-
cion a la mecanica clasica, la teoria de la relatividad tiene una estructura
completamente nueva ya que no solo considera los medios con los cuales
13. Peter Mittelstaedt: Philosophische PTobleme deT modemen Physik. Mannheim,
(5.• ed„ reelaborada) 1976, pp. 33 y ss„ vease pp. 16 y 45.
HISTORIA DEL CONOCIMIENTO DE LA NATURALEZA 683
se da a conocer la naturaleza como parte integrante de la propia natura-
leza, sino que considera al mismo tiempo que sus leyes son tambien las
leyes de los aparatos de medida, que, de esta forma, representan las uni-
cas condiciones fisicas bajo las cuales pueden obtenerse resultatlos experi-
mentales.
Lo que se deja entrever ya en la teoria de la relatividad se pone ple-
namente de manifiesto en la teoria cuantica.
Normalmente, el proceder objetivador de la fisica clama por una ima-
gen de la naturaleza causalmente determinada en el espacio y en el tiem-
po, que reproduce una imagen irrefutable de los hechos naturales, siempre
y cuando no se trate del campo microfisico. Sin embargo, en este ultimo
caso la objetivizacion de los procesos naturales se encuentra, por princi-
pio, ante unas fronteras infranqueables. Asi, si con distintos aparatos de
medida se estudia un objeto supuestamente unico, por ejemplo, un objeto
atomico, se obtienen resultatlos contradictorios desde el punto de vista
logico. Los fenomenos atomicos, segun se plantee su estudio y expresado
de forma simplificada, se presentan unas veces como ondas y otras como
corpusculos. La imagen de la particula en la que todo se concentra en
un punto, sin embargo, excluye la imagen de la onda en cuyo caso hay
que aceptarla como algo que se extiende en un amplio espacio. La com-
plementaridad de ambas imagenes fisicas procede del aparataje espedfico
de medida utilizado por los experimentadores. Las imagenes fisicas repro-
ducen en cierto modo la situacion historica del cientifico que las in-
vestiga.
Los acontecimientos filosoficamente relevantes de la teoria cuantica
pueden resumirses en las tres aseveraciones siguientes:
1. La fisica es una ciencia que describe el resultado de la confron-
cion del hombre con la naturaleza. Es una ciencia del conocimiento
de las reacciones de la naturaleza ante la intervencion experi-
mental.
2. Que manifestaciones fisicas entre las diversas posibles pueden ser
observadas es algo que depende del planteamiento especifico del
experimento. Las respuestas de la naturaleza dependen y son com-
plementarias de la pregunta que se formula.
3. La fusion de la observacion con el fenomeno observado, entre el
conocedor y lo que se conoce, entre el sujeto y el objeto, resulta
por principio inseparable.
Estas tres afirmaciones suponen el nucleo fundamental de la llamada
'lntterpretacion de Copenhague' de la teoria cuantica elaborada por Werner
r1:
684 M. SCHOZ
Heisenberg y Niels Bohr y en la que profundiz6 Von Weizsäcker. El pro-
pio Bohr insiste siempre en la interrelaci6n entre el objeto a observar y
el instrumento de medida utilizado para observarlo, llegando a la conclu-
si6n de que existe una Intima asociacion entre la naturaleza y el hombre.
En consecuencia, hemos de darnos cuenta -como el mismo deja bien cla-
ro- de que no somos simples espectadores, sino que en todo momento
actuamos como actores "sobre el escenario de la vida". 14 En el mismo sen-
tido dice Von Weiszäcker: "El hombre intenta penetrar en la realidad obje-
tiva de la naturaleza, pero alla en su ultimo e inaccesible trasfondo se
encuentra sorprendentemente a si mismo, como reflejado en un espejo". 10
3. Conclusiones finales
cQue podemos aprender de los hechos de la historia de la ciencia que
acabamos de esbozar?
1. Los conocimientos de los fenomenos fisicos pueden obtenerse cier-
tamente en el aislado 'espacio de trabajo' del quehacer cientifico, pero su
interpretaci6n con vistas al conocimiento de los autenticos procesos natu-
rales requiere siempre la reflexi6n sobre las premisas fundamentales, en
las que se basa el logro del conocimiento cientifico; 16 y esto se sale de la
propia ciencia. S6lo asi el formalismo fisico adquiere una semantica acorde
con la realidad.17
2. Para la valoraci6n de estos conocimientos se necesitan conceptos
extra-fisicos que ponen de manifiesto la historicidad de los objetos fisicos
y del propio conocimiento cientifico: en el primer caso, en la estructura
modal del tiempo que establece una diferencia esencial entre el pasado
fäctico y el futuro abierto; en el segundo, en la fusion sujet<>-ohjeto, unica-
mente merced a la cual puede producirse un hecho fisico en una deter-
minada .situaci6n hist6rica.
De forma casi provocadora, podria deducirse de todo ello que el me-
todo aplicado para la obtenci6n del conocimiento determina la forma
en que se manifiesta el objeto que se estudia. El 'conocimiento' y la 'na-
14. Niels ohr: Atomphysik und menschliche Erkenntnis. Braunschweig, 1958, pp. 1, 7,
20,25 y ss., 30, 69, 73, 82 y 84.
15. Von Weizsäcker: Die Geschichte der Natur, lugar citado, p. 45.
16: Ahora bien, de esto no es consciente el cientifico ocupado en el trabajo normal
de sus investigaciones. Por ello Martin Heidegger llega a afirmar que Ia ciencia no piensa.
(Martin Heidegger: Was heisst Denken?. Tübingen, 3.• ed., 1971, pp. 4 y 154.
17. Ver Von Weizsäcker: Wahrnemung der Neuzeit. München, 1983, p. 159; ver
Heidegger: "Die Zeit des Weltbildes", en: Holiwege, 1950, 4.• ed. 1963, pp. 73 y ss.,
79, 87 y ss.
HISTORIA DEL CONOCIMIENTO DE LA NATURALEZA 685
turaleza', por principio, no se pueden considerar por separado. Son tan
s6lo momentos de un proceso hist6rico. El conocimiento de la naturaleza
y la naturaleza del conocimiento se condicionan mutuamente.1s
III. El condicionamiento paradigmatico del conocimiento y de la natu-
raleza y sus posibles consecuencias
En su mutuo condicionamiento, el conocimiento y la naturaleza estan
dando lugar constantemente a nuevas formas de conocimiento y con ello
tambien a nuevas formas de la naturaleza. Las ciencias naturales son una
mera estacion intermedia en este proceso historico. Suponen un producto
cultural altamente especializado de la humanidad, como insiste y desarro-
lla una y otra vez Von Weizsäcker.19 En consecuencia, la 'verdad' de estas
nuevas formas hay que entenderla en sentido restrictivo frente a las ver-
dades de otras formas de realidad, conocimiento y consciencia. Asi Von
Weizsäcker, siguiendo a Thomas S. Kuhn, habla tambien del "paradigma
de la fisica" como modelo de una concret<rmanera de conocer el mundo.20
Para destacar el caracter aspectual y el condicionamiento hist6rico de
esta manera de conocer el mundo, caracterizaremos la estructura paradig-
matica de las ciencias modernas.
18. Mas detalles sobre Ia uni6n de naturaleza y conocimiento, objeto y metodo, en:
Schüz, lugar citado, pp. 135-144 y 145. EI concepto de naturaleza que aqui se utiliza ha
de entenderse en su sentido mas amplio. S6Io hay interpretaciones paradigmaticas .de Io
que se conoce con el concepto abstracto de 'naturaleza', por ello las diferentes formas de
manifestarse estan determinadas en cada caso por una estructura especifica del conocimiento.
En el pensamiento de Von Weizsäcker Ja idea de una naturaleza existente en si misma ha
dejado de jugar papel aJguno, como en general sucede en Ia ontologia clasica, donde el ser
asume Ja preponderancia. En Ia ontoJogia de Von Weizsäcker el ser y el conocimiento estan
unidos en un plano de igualdad por lo que la denomino tambien "Onto-Epistemologia".
(Vease Schüz: Die Einheit des Wirklichen, en el lugar citado, pp. 143, 145 y 157.)
19. Von Weizsäcker: Der Garten des Menschlichen - Beiträge zur geschichtlichen
Anthropologie. Mlünchen/Wien, 1977, 5.• ed. 1978, pp. 97 y ss. Dei mismo autor: Wahr-
nehmung der Neuzeit, lugar citado, pp. 85, 3ß4 y ss.
20. Von Weizsäcker: Wahrnehmung der Neuzeit, lugar citado, p. 385; Schuz, lugar
citado, p. 89. A diferencia de Khn, que s6Io toma en consideraci6n la estructura paradig-
matol6gica de algunas teorlas fisicas y describe su "inconmensurabilidad", hay que consi-
derar a Ja propia fisica moderna como un paradigma que engloba los elementos comunes
de los paradigmas de Kuhn y, de esa forma, lo hace paradigmatol6gicamente comparables.
(Vease Schüz, Jugar citado, pp. 87-90.)
686 M. SCHüZ
1. El paradigma de la fisica de la Edad Moderna
Corno se ha dicho, es un producto historico de la cultura humana.
Su verdad no es una verdad exenta de premisas. Las ciencias naturales
son posibles porque existen los hombres. Y los hombres son posibles
porque hay una naturaleza. En opinion de Von Weizsäcker, ambas rela-
ciones forman parte de la manifestacion capital de la teoria de la evo-
lucion. La fusion entre naturaleza, hombre y ciencia ha sido formulada
por Carl Friedrich von Weizsäcker en esta sencilla frase: "La naturaleza
es mas vieja que el hombre y el hombre es mas viejo que las ciencias na-
turales".21 La frase deja claro que el hombre, en cuanto producto de la
evolucion biologica, unicamente puede sobrevivir gracias a las adaptacio-
nes culturales a las exigencias de la naturaleza. Algunas de estas adapta-
ciones consisten en descubrimientos culturales, tales como los que dispo-
nemos hoy merced a las ciencias naturales. Estos, como toda la cultura
humana en general, tienen su proceso historico, y continuan estando so-
metidos a los cambios historicos.
El cambio historico de la naturaleza, lo mismo que el de la cultura
humana, se presenta para Von Weizsäcker como una consecuencia del
terreno inestable sobre el que determinados procesos se estabilizan provi-
sionalmente, pero luego "mediante crisis pasan de un plano a otro". 22 El
desigual ritmo de los cambios historicos es la razon de que podamos des-
preciar los cambios de la naturaleza, frente a los de la cultura, por la
misma razon que para una vida humana individual el trasfondo cultural
permanece relativamente estable.
La fisica de la Edad Moderna ha seguido un curso hist6rico que al
mismo tiempo ha supuesto un cambio de la naturaleza con importantes
consecuencias. La historia de las ciencias naturales ha transformado nues-
tro acceso y nuestro trato con la naturaleza de forma tal como no lo ha
hecho ninguna otra creacion de la cultura humana. ~C6mo se ha llegado
a este cambio tan importante en la conducta humana frente a la natura-
leza y en que consiste su diferencia respecto a otros conocimientos obte-
nidos de la misma naturaleza? ~Que caracteriza la estructura del paradig-
ma de la fisica de la Edad Moderna? ~Que resultado se obtiene de un
analisis paradigmatologico de esta fisica? Intentemos responder a estas
preguntas.
El metodo paradigmatico en la fisica moderna fue practicado por pri-
21. Von Weizsäcker y otros: Der Garten der Menschlichen, lugar citado, pp. 91 y 194,
22. Id., p. 91.
HISTORIA DEL CONOCIMIENTO DE LA NATURALEZA 687
mera vez por Galileo Galilei cuando entresac6 fenomenos individuales
de la naturaleza a partir de un conjunto de fenomenos observables por
los sentidos. Su metodo cientifico-natural consiste en comprobar mediante
experimentos las leyes que rigen los fen6menos naturales. Solo en la na-
turaleza preparada para el experimento le fue posible formular leyes na-
turales susceptibles de ser expresadas matematicamente. A partir de ahi,
estas leyes naturales se obtienen por abstracci6n hecha a partir de los
datos empiricos.
Con toda raz6n Von \Veizsäcker insiste en que el gran paso de Galileo
consistio en describir el mundo de una forma que precisamente no es
como lo experimentamos en nuestra vida cotidiana. Asi pues, es un "mito"
el que las ciencias naturales modernas hayan conseguido sus exitos me-
diante un particular metodo "empirico".
Por el contrario, mucho mas empiricamente que nadie, Aristoteles
capto en su fisica la realidad perceptible por los sentidos. Para llegar a
una formulacion matematica de sus observaciones procedio de una ma-
nera "demasiado empirica". A diferencia de ello, la caracteristica esencial
de la ciencia de la Edad Moderna, desde Galileo, consiste precisamente
en abstraer leyes a partir de las observaciones sensoriales, es decir, separar-
las de la realidad perceptible por los sentidos. El analisis matematico
llevado a cabo en esas leyes desintegra "en elementos individuales la com-
plejidad de los fen6menos autenticos".
El analisis que hace Von Weizsäcker del paradigma de las ciencias mo-
dernas le lleva en definitiva a afirmar que el punto de partida de la inves-
tigaci6n cientifica, el experimento, se diferencia de la experiencia coti-
diana en que "va dirigido por una teoria matematica'', transformando la
'"naturaleza' dada en una 'realidad' manipulable". 23
Asi pues, la fisica de la Edad Moderna es un quehacer del hombre que
consiste en elaborar una serie de leyes generalizables, reproducibles e
intersubjetivamente comprobables a partir de una situacion concreta crea-
da en el experimento. Se comprende que esto unicamente se consigue alli
donde los fenomenos naturales son de tal indole que pueden llevarse a
un comun denominador, alli donde son patentes las relaciones matema-
ticas; es decir, se trata de relaciones cuantitativamente contables.
Un ejemplo sencillo de todo esto son las leyes de la caida de los cuer-
pos formuladas por Galileo. Galileo descubri6 estas leyes considerando
objetos que caen en un vado que no se presenta jamas en la naturaleza
y hallando unos movimientos faciles de describir cuantitativamente. Si
23. Von Weizsäcker: Tragweite der Wissenschaft, tomo 1. 0 , "Schöpfung und Wel-
tentstehung". Stuttgart, 1964, 5.• ed. inalterada 1976, pp. 107 y ss.
688 M. SCHüZ
hubiera tomado al pie de la letra los fen6menos tal y como se presentan
por si mismos, nunca hubiera podido afirmar que todos los objetos experi-
mentan la misma aceleraci6n al caer: la madera igual que el papel, una
pluma igual que el hierro. Es decir, para que los fen6menos de la natura-
leza puedan convertirse en objetos susceptibles de ser descrito fisicamente,
es decir, matematicamente, hau de ser preparados de forma determinada,
En el caso de las leyes de la caida de los cuerpos esto se dio con poste-
rioridad cuando un disdpulo de Galileo, Torricelli, descubri6 una bomba
neumatica para la creaci6n de un vado como no se presenta nunca en la
naturaleza.
Vemos, pues, que unicamente con experimentos artificialmente prepa-
rados pueden encontrarse leyes con cuyo auxilio pueden ser descritos fen6-
menos aislados de los procesos naturales y aprovecharse de ellos en la
tecnica. De forma exagerada podria decirse que el metodo de la fisica
moderna crea sus objetos para hacerlos manipulables. En la fisica clasica
sucede que el experimentador y el observador se toma a si mismo como
sujeto de los procesos objetivos y describe cuantitativamente el mundo de
los objetos fisicos, es decir, de los objetos previamente preparados en el
experimento. La naturaleza ya no se ve, como todavia se hada en la Edad
Media, como un conjunto de 6rdenes cualitativamente escalonadas con
una determinaci6n formal, cada vez mas elevada, en el que tambien el
hombre tenia su lugar fijo; antes bien se entiende segun el modelo de una
relaci6n de efectos cuya causalidad puede explicarse.24
Immanuel Kant caracteriz6 ya de forma plastica y en cierto modo para-
digmatol6gica el proceder met6dico de las ciencias modernas: "La raz6n
ha de afrontar la naturaleza llevando en una mano sus principios, segun
los cuales unicamente los fen6menos coherentes pueden aprovechar para
establecer leyes, y en la otra el experimento apropiado en cada caso; todo
ello, para aprender de la misma pero no en calidad de alumno que se
deja decir todo lo que el maestro quiere, sino en calidad de juez compe-
tente_ que insta a los testigos a responder a las preguntas que les formu-
la" .25 Asi pues, el objeto de la experimentaci6n cientifica es creado a partir
del esbozo de un concepto racional. Para Kant las circunstancias de lugar
y tiempo en que se presentan los fen6menos, asi como las categorias de
'subtancia' y 'casualidad', forman parte de este concepto. 26
24. Vease Karl Pohl: "Methodische Prinzipien und Voraussetzungen des naturwissen-
schaftlichen Denkens - Die Frage nach ihrer Tragweite und Verbindlichkeit'', en: Evan-
gelium und Wissenschaft - Beiträge zum interdisziplinären Gespräch (editado bajo la di-
recci6n de la Karl-Heim-Gesellschaft), julio 1986, p. 25.
25. Immanuel Kant: Kritik der reinen Vernunft, B XIV.
26. En lineas generales los testigos (respecto a la naturaleza) solo pueden responder
si o no, de modo que, por la propia naturaleza de la forma especifica de preguntar, no
HISTORIA DEL CONOCIMIENTO DE LA NATURALEZA 689
Esta nueva visi6n de la Naturaleza presupone la tajan.te separacion en-
tre sujeto y objeto, en la que subyace la preponderancia del sujeto ante
cualquier cosa. Aqui se ve realizado el programa de Rene Descartes, se-
gun el cual el hombre, con ayuda de la raz6n matematica y experimental,
es elevado a la categoria de "sefior y duefio de la naturaleza", aseguran-
dosele un "numero infinito de descubrimientos". De esta forma, "sin nin-
gun esfuerzo" puede conseguir "disfrutar de los frutos de la tierra y apro-
vecharse de todas las comodidades". 2 7
Despues de haber visto, tomando el ejemplo el paradigma de la fisica
moderna, hasta que punto la naturaleza y el conocimiento se condicionan
mutuamente, e incluso el conocimiento puede apoderarse de la natura-
leza ('saber es poder'), vamos a exponer finalmente unas ideas funda-
mentales que demuestran la necesidad de lo que quiera llamar 'conciencia
paradigmatol6gica' capaz de dar un giro, o al menos atenuar, las fatales
consecuencias del dominio de la naturaleza por parte de las ciencias mo-
dernas.28
2. C onciencia paradigmatol6gica
Resulta superßuo insistir hoy en las fatales consecuencias que tiene la
realizaci6n del programa de Descartes que acabamos de mencionar, po-
niendo en peligro la supervivencia de la Humanidad: ansia de poder, su-
persticiones cientificas, destrucci6n del medio ambiente, super-armamento
at6mico, manipulaci6n genetica, etc. Las ciencias modernas no encuen-
tran sus barreras insuperables solo en los limites de la objetivizaci6n de
los procesos naturales sino tambien en los limites de la factivilidad. ~No
es esto motivo suficiente para asegurarse de nuevo otras verdades, otras
escalas de valores y de conocimiento o, dicho en una palabra, otros para-
digmas? EI condicionamiento hist6rico del conocimiento cientifico, ~no de-
muestra precisamente que tal conocimiento no puede suponer una verdad
absoluta, como todavia hoy muchos creen? El poder de las ciencias mo-
pueden darse respuestas cualitativas. Esto es asumido por el propio juez. En lugar de ello
se ven sometidos a un proceso cuantificante. Por esta raz6n Ilya Prigogine dice que la
naturaleza, mediante el metodo experimental, es sometida a una tortura similar a la de las
tablas de extensi6n para descuartizar a los reos. (Ilya Progogine/Isabelle Stengers: Dialog
mit der Natur - Neue Wege naturwissenschaftlichen Denkens. Miünchen/Zürich, 4.• ed.,
1983, p. 49.)
27. Rene Descartes: Von der Methode des richtigen Vernunftgebrauchs und der wissen-
schaftlichen Forschung (traducido por Lüder Gäbe). Hamburio, 1960, p. 50
28. Para mas dctalles sobre el problema de la responsabilidad basada en reflexiones
purudigmatol6gicas, vease Schüz, lugar citado, pp. 239-250.
r

690 M. SCHOZ HISTORIA DEL CONOCIMIENTO DE LA NATURALEZA 691

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dernas puede caer en la tentacion de apropiarse del contenido (tan exis- quiero acabar con una serie de tesis sobre el problema de la historia de
tencialmente importante, de otras formas de la realidad: la Religion, el la naturaleza y del conocimiento:
Arte y la Etica (rechazandolas, por ejemplo, como "meramente subjeti-
vas" o bien valorarlas con categorias cientificas). 1. La historia se encuentra en todos los ambitos en los que se mani-
Para contrarrestar esto importa pensar tambien en otros paradigmas fieste la realidad.
no cientificos, esclareciendo sus diferencias y similitudes. La reftexion so- 2. La historia representa todo lo que ha sucedido, sucede y puede
bre la dependencia entre unos paradigmas que en principio parecian mu- suceder.
tuamente independientes sirve para superar el condicionamiento para- 3. EI "impulso" de la historia se basa en la estructura del tiempo y
digmatico y la estrechez de miras del conocimiento propio, propugnando lleva siempre a una complejidad cada vez mas elevada.
al mismo tiempo una conciencia paradigmatologica.29 Su intencion seria 4. La historia de la naturaleza y del conocimiento se presenta como
ocuparse de otros paradigmas que se han presentado a lo largo de la his- un proceso unico.
toria de la humanidad, investigando comparativamente su estructura, con 5. La historia del 'saber' humano es una 'continuacion' de la historia
vistas, por ejemplo, a aclarar las condiciones que las hicieron posibles. de la 'naturaleza'.
Una conciencia asi llevaria a planteamientos filosoficos sucesivos que in- 6. La separacion conceptual entre 'conocimiento' y 'naturaleza' tiene
tentarian poner de manifiesto a los hombres la ilimitada multiplicidad de una base exclusivamente metodologica, pero no ontologica.
posibilidades de acceso al conocimiento del mundo. En consecuencia, hay 7. Por principio no hay nada en el proceso historico que pueda obje-
que hacer una llamada para no quedarse atrapados en el propio condi- tivarse completamente.
cionamiento paradigmatico. Por el contrario, hay que preocuparse tam- 8. La historia del conocimiento se presenta como un desarrollo de
bien por las verdades de otros paradigmas. Este es un camino por las paradigmas.
verdades de otros paradigmas. Este es un camino para romper las cadenas 9. La conciencia hist6rica puede encontrar su expresi6n en una para-
que nos mantienen prisioneros de nosotros mismos, con la limitacion men- digmatologia.
tal, intolerancia y temerosa auto-protecci6n que ello lleva consigo, y abrir- 10. La conciencia paradigmatol6gica supone una posible premisa para
nos a un estado de tolerancia, responsabilidad y paz. un futuro responsable.
Carl Friedrich von Weizsäcker formulo en una ocasi6n un principio
hermeneutico para comprender los textos filos6ficos que puede tomarse Direcci6n del autor:
como ejemplo de conciencia paradigmatol6gica: "EI fil6sofo tiene raz6n. Dr. MATHIAs ScHÜZ
An der Lehnsweide 43
Si he de contradecirle es que todavia no le he entendido, y si no le he D - 6506 NACKENHEIM
entendido es que todavia no he visto la verdad. Antes de ver la verdad
que el ha visto no tengo la mas minima esperanza de ver una verdad que
supere o relativice su verdad" _so Asi pues, en la conciencia paradigmatol6-
gica el pensamiento hist6rico puede prestar una contribuci6n esencial y
ofrecer una perspectiva sobre la totalidad del acontecer real del mundo,
siempre que se aprenda a entender al otro en lo que le es genuino y
propio, permaneciendo abierto a la multiplicidad de manifestaciones de
la realidad.
En lugar de hacer un resumen y de trazar una perspectiva de futuro

29. Sobre la motivaci6n y consideraciones mas precisas acerca de la 'Paradigmatolo-

gla', vease Schüz, lugar citado, pp. 14, 19-25, 88 y ss. Vease Ja discusi6n teoretico-cien-
tifica sostenida al respecto entre Karl Popper y Thomas S. Kuhn, lugar citado, pp. 84-87.
30. Von Weizsäcker: Die Einheit der Natur. München, 1971, 3.• ed. 1982, p. 473,
veanse pp. 440, 448. Dei mismo autor: Wahrnehmung der Neuzeit, lugar citado, p. 92.