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Describir las situaciones que generan estrés infantil en el ámbito familiar para establecer
estrategias de prevención es nuestro objetivo. El estrés es una palabra omnipresente,
me duele la cabeza: estrés, no tengo hambre: estrés, no puedo dormir: estrés. Pero nos
hemos preguntado que los más pequeños de la casa podrían estar padeciéndolo y que
la causa principal sea su propio entorno familiar, cuan perjudicial puede resultar para su
desarrollo y cómo podríamos prevenirlo. En este trabajo encontraremos respuesta a
estas interrogantes.
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1. FACTORES FAMILIARES QUE PRODUCEN ESTRÉS INFANTIL
La familia, como institución, para el niño constituye el respaldo para que éste
pueda desarrollarse de la mejor manera en todos los aspectos o áreas. Desde el
primer instante que el niño nace, la familia se convierte en la organización que
brinda el apego que éste necesita, debido a esto cualquier desequilibrio en
alguno(s) de los miembros de la familia, que generan cambios parciales o
totales, no solo afectan a la familia como una totalidad sino también son
proyectadas a los miembros más pequeños de esta, los niños.
Dentro de la familia las personas que influyen en gran medida en los niños son
los padres. Los padres como personajes modelos, siempre son muestra a seguir
de sus hijos y más cuando estos se encuentran en la etapa de la niñez, es decir,
los niños son la reproducción en miniatura de todo lo que hagan los padres.
Debido a esta situación cualquier ambiente de tensión o clima problemático
dentro de la relación de los padres debe ser considerada como uno de los
principales agentes estresores para el niño generadas en el ámbito familiar.
Según Paredes (2004): “si nos preguntamos: ¿Qué experiencias en mi diario vivir
han sido estresantes? Tendríamos un sinnúmero de respuestas”. En primer
lugar, el proceso de divorcio o ya concluido este, debe ser considerado como
uno de los tantos estresores en los niños. Un trabajo de investigación realizado
por Barton y Zeanah (en Trianes 2002) dieron como resultado que las
consecuencias que genera en el niño y su afrontamiento varían con respecto a la
edad y al sexo. Según estos estudios los niños más jóvenes en una primera
instancia son los más afectados a comparación de los más grandes; sin embargo
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los más jóvenes, son los que logran recuperarse más rápido y no muestran
secuelas del divorcio.
Con respecto al sexo encontramos que es difícil optar por escoger entre uno de
los géneros debido a que los efectos del divorcio también son consecuencia de
otros estresores, debido a que tanto el niño como la niña reaccionarán de
distintas maneras, por lo tanto no es preciso establecer una edad o genero
favorable frente a esta situación. Arnold y Carnahan (como se citó en Trianes,
2002) señalan tres grupos de estresores más comunes los cuales son: Pérdida
del acceso a los padres o a uno de ellos; cambios en el entorno y condiciones
de vida y hostilidades entre los padres e intrusión del sistema legal en la familia.
Los niños reaccionan frente al estrés como se les ha enseñado en la casa afirma
el Psiquiatra Oscar Sánchez. Existen dos opciones que frecuentemente ocurren;
una es que el niño espera con ansias que llegue el día de poder volver a ver a
sus padres juntos y la otra es que adquiera un mecanismo de defensa el cual
sería la negación. En la primera, el niño puede verse ansioso en el transcurso de
la espera y en el momento que no ve logrado su propósito entrar en una
frustración que traería consigo problemas futuros; en la segunda opción el niño
reconstruye la realidad para volver a formar el momento en el cual sus padres
estaban juntos.
Así nos afirma los informes públicos de los estados y del congreso de Estados
Unidos donde se reconoce que los niños involucrados en estas situaciones están
expuestos a ambientes peligrosos y viven conductas negativas y deprimentes.
(Toomey y Cristie, 1990). Otro estudio de Anderson (en Trianes 2002)
manifiesta que: “se encontró una alta incidencia de problemas de conducta y
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trastornos emocionales en niños de edad preescolar de familias en desventaja
económica semejante a la pobreza”.
El niño acelera una sensibilidad para percibir las diferencias con otros, lo
con relación a los hermanos, por lo tanto, esta distinción con sus
hermanos recién nacidos que los niños asimilaran de una forma más
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padres, sino también de otros familiares o amigos, el tiempo en que la madre
requiere estar en el hospital y el niño debe ir a dormir a casa de abuelos o
familiares es una de las situaciones que pueden ser traumáticos para los niños,
ya que desatan el temor a la separación de la madre, así como explica
Fernández (2007) sobre todo, si estos cambios afectan a niños de 2 a 4 años,
que son más sensibles y dependientes de los lazos de afecto y apego con sus
cuidadores, pueden percibir como muy estresante la separación temporal de la
madre. Pueden incluso pensar que esta separación va a ser duradera o que
tienen responsabilidad o culpa en ella.
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correspondientes por actuar y sentirse identificado con su posición de hermano
mayor.
Las peleas entre hermanos es causado por características típicas de los niños.
En esta etapa es común observar que los niños son egocéntricos e impulsivos en
la interacción con otros niños, intentando que cada hermano intente controlar la
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conducta del otro, pero como aún no es capaz de manejar habilidades para
negociar teniendo en cuenta el punto de vista del otro, sus deseos y
necesidades, cada uno intenta dominar al otro, obligándole y exigiéndole
mediante peleas, es por esto que también se entiende el sentido que tienen
muchos comportamientos de molestar y pelear tan frecuentes en la infancia y
edad escolar.
Este factor estresor es considerado como uno de las situaciones que provoca
mayor estrés en el niño, en torno a esto Trianes (2002) sostiene que el temor y
enfado debido a la conducta agresiva de uno de los hermanos resulta muy
estresante a estas edades.
2. ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN
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Como señala Trianes (2003):
Es sabido que las peleas entre hermanos puede ser muy recurrente en este caso
la estrategia de prevención radica en la equidad de trato hacia los hermanos por
parte de los padres , respetar sus individualidades y procurar eventos familiares
agradables que implique el compartir entre hermano , dándoles la oportunidad de
relacionarse a través de la cooperación y sin peleas.
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En primer lugar, frente al divorcio de los padres, estos deberían adoptar o
realizar actuaciones saludables con lo cual evitarían que los hijos sufran de
estrés. Antes de mencionar las diversas situaciones que uno puede adoptar,
señalaremos que en este punto se considerará a la madre como el progenitor
que ha obtenido la custodia de un hijo; debido a que mayoritariamente se dan
estos casos, esto se explica debido a que esta es la que puede en gran parte
cumplir con las necesidades e intereses del menor.
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escuchar hablar mal en este caso de su padre adjunta esos sentimientos a él y
empiece a sentir desagrado y ganas de no pasar tiempo con sus padres. Otra
situación que podría darse es que al ver que hablan mal, critican al padre se
sienta solo puesto que él tiene una opinión diferente, el no cree que su padre es
así y lo defiende. Por último puede sentirse que el culpable tanto del divorcio
como de las continuas hostilidades es nada menos que el, lo cual traería consigo
un grave problema en el presente y en el futuro de la autoestima del niño.
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El nuevo hermano ya estando en la casa, lo preferible es que no cambie las
actitudes con el niño pues este es el principal problema por el cual empiezan a
rechazar al nuevo bebe. Brindarle la misma o si se puede más atención que
antes tanto de los padres como de personas visitantes, pues se sentiría excluido
si ahora toman atención al recién nacido y no a él, darle su espacio y
comprender además las nuevas actitudes buenas o no que pueda tener el niño.
También asignarle al niño el papel del hermano mayor, esa responsabilidad lo
haría sentir que cumple un papel importante y comprender que no es malo el
tener un nuevo hermano.
Para esta situación Trianes (2002) propone un cuadro donde se pueda registrar
las actividades negativas que generen peleas entre los hermanos, sostiene
además, que este cuadro sea público. A continuación observaremos el cuadro
que propone:
Fuente: Tomado de Trianes (2002). Niños con estrés. Cómo evitarlo, cómo tratarlo. 12
3. TRABAJO DE APLICACIÓN
3.1 Descripción y resultados de la aplicación
En modo de reconocer la importancia de tocar este tema, hemos decidido
realizar una pequeña encuesta a un grupo de trabajadores que tratan con niños
en mayor número, con la finalidad de percibir la cantidad de información que
poseen acerca del estrés Infantil.
El lugar donde acudimos lleva por nombre CDSP 258, forma parte de una iglesia
cristiana llamada “Semilla de Cristo”, este programa integra parte de una red,
que al hacer una unidad forman una ONG. Trabajan específicamente con niños y
adolescentes, en los cuales buscan un desarrollo físico, cognitivo y espiritual, a
la vez también optan por tener un contacto permanente con los padres ya que
son pieza importante de la visión que se han establecido.
NO SABE 29
NO 10 Respuestas
SI 21
0 5 10 15 20 25 30 35
12
12
10 9
8
6
4
2
0
DIVORCIO PROBLEMAS ECONOMICOS
NÚMERO DE RESPUESTAS
16
16
14
12
10
8
6 5
4
2
0
PELEA ENTRE HERMANOS NACIMIENTO DE UN HERMANO
NÚMERO DE RESPUESTAS
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4. CONCLUSIONES
El factor más importante que genera estrés infantil en el ámbito familiar, con
respecto a los padres, es el divorcio, debido a que el niño enfrenta una separación
parcial o total de uno de los padres lo que genera sobrecarga en el progenitor a
cargo, que a su vez genera estrés en el niño.
El factor más importante que genera estrés infantil en el ámbito familiar, con
respecto a los hermanos, es la pelea entre ellos, específicamente la conducta
agresiva de un hermano produce permanentemente temor y enfado que resulta
muy estresante para el niño.
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REFERENCIAS
Oros, Laura. & Vogel, G. (2005). Eventos que generan estrés en la infancia: diferencias por
sexo y edad. Enfoques, vol. XVII, núm. 1, pp. 85-101.
Trianes, V. (2002). Niños con estrés, cómo evitarlo, cómo tratarlo. DF: Alfaomega.
Quintana, A. & Sotil, A. (2000). Influencia del clima familiar y estrés del padre de familia en la
salud mental de los niños. Revista de investigación en Psicología (Lima), 2, 29-45.
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