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1.5.

INTRODUCCIÓN HISTÓRICA

Desde tiempos remotos el hombre conocía el azúcar bajo la forma de


miel o del contenido en la fruta.
El azúcar cristalizado era conocido en Persia en la época de la conquista
de Alejandro Magno, en el año 332 a.C.; seguramente procedía de la India,
donde se extraía de una caña dulce que era la caña de azúcar, aunque en
estado salvaje. Durante mucho tiempo, se utilizó exclusivamente como
producto farmacéutico.
Aunque el azúcar de caña ha sido considerado como originario de la
India, algunos historiadores han trazado su ruta hacia Occidente desde
Nueva Guinea a las islas de Indonesia, Filipinas, la Península Malaya,
Indochina y el arco del golfo de Bengala, lugar antes supuesto como punto
de origen.
La caña de azúcar fue transportada desde la India hasta China, Arabia,
Túnez, Marruecos, Madeira, Las Azores y las Islas de Cabo Verde. Las
Cruzadas, a su regreso por los países de Oriente, extendieron en Europa la
costumbre de consumir azúcar. Durante mucho tiempo fue un artículo de
gran lujo que sólo los más ricos podían consumir.
Fueron los árabes quienes aclimataron la caña de azúcar en el litoral
mediterráneo español. Tras el descubrimiento de América, en el segundo
viaje de Colón (1.493), los españoles llevaron la caña de azúcar al nuevo
continente, difundiéndose rápidamente el cultivo por las Indias
Occidentales, América central y la parte septentrional de América del Sur.
Durante los siglos XVI, XVII, XVIII, las Antillas, Brasil y las Indias
holandesas abastecieron el mercado europeo y americano.
En 1.747 el químico alemán Andreas Marggraff descubrió la existencia
de azúcar en la remolacha forrajera. Lo obtuvo al secar y pulverizar la
remolacha cortada, haciendo hervir este polvo con alcohol. Después de
varias semanas de espera, aparecieron los cristales en el líquido filtrado. El
proceso distaba mucho de ser económico, hecho que no es extraño si
observamos la pobre riqueza de la remolacha utilizada por Marggraff (0,5 –
0,6 % de azúcar), y la simplicidad del procedimiento de fabricación.
El descubrimiento por Marggraff quedó abandonado hasta 1.799 cuando
Acharel obtuvo algunos kilos de azúcar q partir de remolachas procedentes
de lo que hoy llamamos un “campo de ensayos”.
El soberano Guillermo III de Prusia se interesó por el tema y puso en
funcionamiento en 1.803 la primera fábrica de azúcar de remolacha en
Cunern (Silesia). Los resultados fueron parcialmente satisfactorios, pero la
industria naciente no hubiera resistido la competencia del azúcar de caña, a
no ser por las guerras de Napoleón y el bloqueo continental por parte de
Inglaterra, que privó a Europa de los productos coloniales y entre ellos del
azúcar de caña, siendo forzoso hallar otra fuente de azúcar.
Los primeros ensayos con raíces resultaron infructuosos, pero en 1.811,
Benjamín Delessert pudo presentar al emperador el primer pan de azúcar de
remolacha, producido en una pequeña fábrica en Passay. Decidido,
Napoleón crea cinco escuelas de química azucarera, subvenciona el cultivo
y favorece la construcción de fábricas. Un año más tarde había ya 40
fábricas en Francia y la producción alcanzó 1.400 Tm.
Tras la derrota de Waterloo, la industria fue menos, solamente siguió
funcionando una fábrica. Tan pronto como se mejoró el cultivo de la
remolacha y el proceso de obtención, la industria se recuperó. El
rendimiento pasó de 2 kilos de azúcar por 100 kilos de remolacha a los 5
kilos. En 1.830 había en Francia 100 azucareras que producían 2.600 Tm de
azúcar. La industria recibió un nuevo impulso debido al cambio de la
situación económica producido por la emancipación de esclavos en las
indias occidentales.
El proceso de obtención del azúcar, cuyos costes eran en sus inicios muy
superiores a los correspondientes a la elaboración del azúcar de caña, pronto
obtuvo precios que empezaron a ser competitivos, y como consecuencia, se
extendió a todo el continente europeo. En 1.850 la producción de azúcar de
remolacha representaba el 14 % de la producción mundial, porcentaje que
aumentó a más del 50 % en 1.885 con tendencia creciente a la expansión.
A principios del siglo actual, la tendencia se invierte y el azúcar de caña
recobra su supremacía, acentuándose aún más con las dos guerras mundiales
que dejaron a Europa convertida en un aterrador solar.
Hoy día la producción mundial de azúcar está cercana a los 50 millones
de toneladas, correspondiendo un 40 % del total al azúcar de remolacha.
Granada fue la primera provincia española que inició a gran escala el
cultivo e industrialización de la remolacha azucarera. En 1.878 la Sociedad
Económica de Amigos del País repartió gratuitamente semilla entre los
labradores, levantándose cuatro años después la primera fábrica. La ley del
16 de Junio de 1.889 impuso una fuerte protección a la naciente industria,
creándose a su amparo 52 fábricas en toda España. La pérdida de las
colonias españolas en 1.898 fue también un factor decisivo para el auge del
nuevo proceso.
En 1.968 se alcanzó a producir en España de 450.000 a 550.000
toneladas anuales de azúcar a partir de remolacha.
Con el transcurso de los años han ido desapareciendo muchísimas
azucareras en todo el país.
Esto ha sido debido, en gran parte, a las peculiares características de este
tipo de industria, condicionadas generalmente por falta de capitalización,
mentalidad industrial, simplicidad del proceso con escasa automatización y
abundante empleo de mano de obra, inmovilismo en la búsqueda de nuevas
tecnologías, etc. Todo ello llevaba consigo la realización de plantas de
pequeña inversión.
Estas plantas no pudieron soportar las exigencias del mercado ni el
abandono progresivo del cultivo de la remolacha originado por la
decreciente rentabilidad de este, ya que es de difícil mecanización.
Hoy en día se está produciendo un cambio debido a la importancia que ha
adquirido la industria alimenticia. Hay un gran interés por parte de la
grandes empresas internacionales por introducirse en este campo.
Se impone la necesidad de proyectar grandes plantas que permitan una
competitividad económica, lo cual obliga a la elección de una elevada
tecnología, aprovechamiento integral de subproductos y máxima
automatización a fin de disminuir la mano de obra.
El fin principal de la azucarera es obtener azúcar, pero hay algunos
imperativos que han de cumplirse para que una fábrica sea viable. De la
remolacha que se recibe es preciso:
• Producir la mayor cantidad posible de azúcar.
• Que este azúcar tenga una calidad aceptable. Este criterio evoluciona de año en año
y las condiciones son cada vez más severas.
• Producir lo más barato posible.

Para que estos objetivos sean concordantes, aunque son difícilmente


conciliables, es preciso que cada uno de los procesos de fabricación alcance
un grado de perfección elevado, y que la cohesión entre los distintos
procesos de fabricación sea perfecta.
La evolución de la tecnolgía azucarera está íntimamente ligada a todas y
cada una de las operaciones que se realizan en el proceso y
consecuentemente en contínua evolución.
En la siguiente tabla aparecen los datos relativos a la ubicación,
capacidad nominal y propietario de las fábricas azucareras del país.

CAPACIDAD DE MOLTURACIÓN DIARIA DE LAS FÁBRICAS


AZUCARERAS

(Toneladas de remolacha/día)

Fábrica Empresa Provincia


Capacidad total

ZONA DUERO

Toro Ebro Zamora 6.800


Benavente Ebro Zamora 6.000
Olmedo Acor Valladolid 5.000
La Bañeza C.I.A. León 4.000
Salamanca C.I.A. Salamanca 4.000
Santa Elvira Ebro León 3.500
Veguellina S.G.A. León 3.300
Venta de Baños Ebro Palencia 2.800
Peñafiel Ebro Valladolid 2.500
Aranda de Duero C.I.A. Burgos 2.500
Valladolid Acor Valladolid 2.500
Carrión S.G.A. Palencia 2.500
Santa Victoria Ebro Valladolid 2.400

Total zona 47.800

ZONA EBRO
Alavesa S.G.A. Álava 3.000
Miranda de Ebro Ebro Burgos 2.400

Total zona 5.400

ZONA CENTRO

Linares* A.R.J. Jaén 6.700


Ciudad Real Azuc.C.R. Ciudad Real 3.000

Total zona 9.700

ZONA SUR

Linares A.R.J. Jaén 6.700


Guadalete S.G.A. Cádiz 5.700
Guadalcacín Ebro Cádiz 5.500
Jédula C.I.A. Cádiz 5.000
Rinconada C.I.A. Sevilla 5.000
Villarrubia Ebro Córdoba 3.300
Rosales Ebro Sevilla 3.000
Garrolvilla Ebro Badajoz 3.000
El Carpio El Carpio Córdoba 3.000

Total zona 40.200

TONAL NACIONAL 103.100

Por lo que respecta a la capacidad instalada, y comparando con la


capacidad media de las fábricas de la C.E.E. (Tabla II), cabe esperar la
desaparición de cierto número de fábricas y el aumento de capacidad de las
que permanezcan en operación.
RENDIMIENTOS DE ALGUNOS PAISES DE LA C.E.E.

País Tm. Remolacha Kg. azúcar Kg. azúcar


(por Ha) (por Ha) (por Tm.
Remolacha)

Alemania 53 77 145
Bélgica 65 85 130
Dinamarca 48 71 146
Francia 58 83 143
Gran Bretaña 50 71 142
Grecia 62 72 115
Irlanda 48 64 134
Italia 43 46 106
Países Bajos 60 83 136
España 35 43 124

Tanto la producción como el consumo del mercado español supera


ligeramente el millón de toneladas de azúcar por año, por lo que la
incidencia global del sector se sitúa en el orden de los 10.000 millones de
pesetas anuales.

El principal impacto ambiental del sector se sitúa en la contaminación


hídrica, que puede estimarse en el orden de 25.000 toneladas de DQO
anuales; teniendo en cuenta la duración de la campña azucarera, este
impacto puede compararse con el producido por una ciudad de casi 3
millones de habitantes.

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