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LITIGACION ORAL, TEORÍA DEL CASO, ACTIVIDAD PROBATORIA,

REGLAS DE CONDUCTA PROCESAL, FORMAS DE CONCLUSIÓN DEL


PROCESO: LA SENTENCIA, FORMAS ESPECIALES DE CONCLUSION DEL
PROCESO Y MEDIOS IMPUGNATORIOS

1. LA LITIGACION ORAL.

“En los procesos laborales por audiencia las exposiciones orales de las
partes y sus abogados prevalecen sobre las escritas sobre la base de las
cuales el juez dirige las actuaciones procesales y pronuncia sentencia.
Las audiencias son sustancialmente un debate oral de posiciones
presididas por el juez, quien puede interrogar a las partes, sus
abogados y terceros participantes en cualquier momento. Las
actuaciones realizadas en audiencia, salvo la etapa de conciliación, son
registradas en audio y video utilizando cualquier medio apto que
permita garantizar fidelidad, conservación y reproducción de su
contenido. Las partes tienen derecho a la obtención de las respectivas
copias en soporte electrónico, a su costo” (art. 12º.1 NLPT).

El principio de oralidad, se ha constituido ahora, con la Nueva Ley Procesal del


Trabajo en el paradigma del Proceso Laboral, al extremo que se cifran todas las
esperanzas en él para una justicia laboral más predecible, justa y célere. Sin
embargo, a despecho, de lo que pudiera pensarse, el principio en mención no es
nuevo, estuvo siempre presente, no solamente en el proceso laboral, sino también en
el proceso civil y con mayor agresividad en el proceso penal.

En la Ley Orgánica del Poder Judicial, el principio aparece proclamado en el


artículo 6º, junto con los principios de legalidad, inmediación, concentración,
celeridad, preclusión, igualdad de las partes y economía procesal. Se trata de un
principio que debe aplicarse al proceso sea éste civil o laboral. Conforme se dijo al
aludir al tema de los principios del Derecho Procesal del Trabajo, el de oralidad es
un principio rector del cual se desgajan otros principios, que Enrique Véscovi
denomina sub principios.
Una de las características esenciales del proceso laboral, es la presencia del
principio inquisitivo que al lado del principio dispositivo, permite al Juez, como
director del proceso, buscar la verdad de los hechos en tutela de los derechos
laborales que en el se discuten. El principio de oralidad, al que se suma el principio
de publicidad, en el nuevo proceso, ya no responde al principio dispositivo, sino al
principio inquisitivo, dentro del proceso de socialización del proceso, reconocido
como fundamento, por la nueva Ley Procesal, al declarar que: “En todo proceso
laboral los jueces deben evitar que la desigualdad entre las partes afecte el
desarrollo o resultado del proceso, para cuyo efecto procuran alcanzar la igualdad
real de las partes” (art. III T. P. NLPT).

No está demás reiterar lo manifestado al aludir al principio de oralidad, respecto a lo


que Véscovi, Enrique, en su conocida obra “Teoría General del Proceso”, 2da. Ed.
Editorial Temis S. A., 1999, pág.51, manifiesta al aludir a los principios dispositivo
e inquisitivo, desde una perspectiva de la oralidad, que el problema podía plantearse,
desde la distinción de dos tipos de procesos: uno el que utiliza la oralidad y otro que
se utiliza la escritura. El primero será una respuesta al principio inquisitivo y el
segundo al principio dispositivo. No obstante, tratándose del Proceso Laboral, no
puede apostarse por un proceso eminentemente dispositivo ni inquisitivo, sino de
una mixtura de ambos, en el que el principio inquisitivo cumple una eficaz función
en la búsqueda de la verdad, a través de la oralidad, publicidad, inmediación,
celeridad y concentración. Situación totalmente distinta, se da en los procesos en
que predomina la escritura, como una consecuencia del principio dispositivo.

En puridad no existen procesos exclusivamente orales, ni eminentemente escritos,


sino mixtos. Los procesos que hasta hoy se han considerado como orales, presentan
varias fases escritas, como por ejemplo, la demanda, su contestación, sentencia y
medios impugnatorios y una y que otra fase oral, como por ejemplo, las audiencias
en que se produce la actividad probatoria y consecuentemente el verdadero debate,
de donde proviene la prevalencia de la oralidad en los procesos por audiencia, como
lo precisa nuestra Ley Procesal del Trabajo, en su artículo 12º.1. La frase
“prevalencia de la oralidad”, no importa exclusión total de la escritura. Sin
embargo, sobre la base de las exposiciones orales, “el juez dirige las actuaciones
procesales y pronuncia sentencia”.
Sobre el rol fundamental que cumple la oralidad en el proceso, Millar, citado por
Paredes Palacios1, ha dicho: “En sentido amplio, oralidad significa inmediación,
concentración, publicidad, unidad de instancia, libre valoración de la prueba,
celeridad y simplificación de las formas. En sentido literal el término oralidad y
escritura – que es su término contrapuesto, “significan simplemente que la palabra,
en el primer caso, y la letra, en el segundo, constituyen un medio de comunicación
entre las partes y el Tribunal”.

La sustitución de la Ley Nº 26636, por la Ley Nº 29497 y el paradigma de la


oralidad, tiene sustento en dos hechos, afirma Mario Pasco Cosmópolis: El
desarrollo velocísimo de la moderna tecnología y la reacción doctrinaria y
legislativa del proceso oral en varios de los países más cercanos, tales como
Colombia, Chile, Ecuador y Venezuela, que han adoptado el sistema oral con
resultados ampliamente satisfactorios y exitosos2.

Para la flamante ley, “Las audiencias son sustancialmente un debate oral de


posiciones presididas por el juez, quien puede interrogar a las partes, sus abogados
y terceros participantes en cualquier momento” (art. 12º.1 NLPT). El juez, asume
así “un rol protagónico en el desarrollo e impulso del proceso”, según el
fundamento del proceso laboral (art. III T. P. NLPT). Podría afirmarse que la
oralidad materializa el principio de inmediación, porque supone un contacto directo
del juez con las partes en las audiencias, quien participa activamente como director,
conciliador y excepcionalmente como asesor, dejando de lado la posición de árbitro
como un ente divorciado totalmente de las partes, posición superada por su
condición de director del proceso. La relación entre uno y otro principio, se
encuentra en que la oralidad, está referido a la forma de exteriorizar las actuaciones
procesales, en tanto la inmediación, está referido ante quien tienen lugar tales
actuaciones procesales.

Habrá inmediación, según Rodríguez – Piñero “cuando el órgano que ha de decidir


toma contacto directo y personal con el material de la causa, con las partes y conoce
directamente la formulación de las alegaciones y la realización de la prueba”3. Así
mismo Isidoro Eissner, citado también por Paredes Palacios, precisa, refiriéndose al
principio de inmediación materializado a través de la oralidad: “Cuando el juez está

1
“Pruebas y Presunciones en el Proceso Laboral”, Biblioteca de Derechos del Trabajo ARA EDITORES,
primera edición, 1997, Lima – Perú, pág. 68,
2
Pasco Cosmópolis, Mario, “Oralidad el Nuevo Paradigma”, Soluciones Laborales Nº 25, Enero 2010
3
cita de Paredes Palacios, pág. 109
en relación directa, personal, inmediata, con los justiciables, escucha sus
alegaciones, recibe y pide sus explicaciones, aclara sus dudas, oye a los testigos y ve
y ausculta sus reacciones y semblantes, sus oscilaciones y reticencias, pide
aclaraciones a los peritos, ve los lugares y las cosas sobre las que versa el litigio,
recibe, entonces, una fuente de convencimiento y evidencia muy superior a la que le
brinda cualquier otro medio de conocimiento”4. Dentro de esta lógica, la Nueva Ley
Procesal del Trabajo, ubica la oralidad, como cuestión fundamental en el nuevo
proceso laboral.

Finalmente, la oralidad estará presente desde la audiencia de conciliación, hasta los


alegatos finales, pasando por la audiencia de juzgamiento, etapa de confrontación de
posiciones y actuación probatoria. Esta es la gran novedad de la Nueva Ley Procesal
del Trabajo, que esperamos cumpla el objetivo de una justicia laboral más
predecible, justa y oportuna.

Para Fumero Pugliess, Félix5, es un conjunto de habilidades, que permiten a las


partes en el juzgamiento convencer y probar lo alegado, ante los ojos del juzgador.
La litigación oral comprende lo siguiente: elaboración de la teoría del caso y saber
cómo realizar un efectivo examen directo, contra examen, presentar la prueba
material, realizar un buen alegato de apertura y alegado de clausura”.

La utilización de las técnicas de litigación, “se traduce en los siguientes aspectos: 1)


La exposición de una “teoría del caso” que se ha tenido que ir construyendo desde
que se tomó conocimiento de los hechos, y 2) El manejo de las técnicas del
interrogatorio, en vista de que el desahogo probatorio va a producirse en forma oral
fundamentalmente y a través de él se van a incorporar al proceso los medios de
prueba. 3) Realizar un buen alegato de apertura y 4) Efectuar un buen alegato de
clausura o cierre”6.

En la litigación oral debe considerarse que la preparación del caso exige suma
seriedad y responsabilidad, pues de ello dependerá el éxito o fracaso del proceso. En
términos generales, ha de seguirse los mismos lineamientos de una de las más

4
Paredes Palacios, Paúl, pág. 109, 110
5
Guía para capacitadores. Taller de Capacitación de capacitadores. Módulo “Técnicas de oralidad
y derecho probatorio”, Iris – USAID, Lima, Agosto 2004, citado por Marín Morón, José Luis:
“La Litigación Oral con la Nueva Ley Procesal del Trabajo”, Revista Jurídica del Perú,Tomo
117: Noviembre 2010, pág. 323
6
Rodríguez Chávez, Diana, “La Teoría del Caso en el Nuevo Proceso Laboral”, en Soluciones
Laborales Nº 38, Febrero 2011, pág. 75
importantes etapas del proceso: la de juzgamiento, en la que se concentran las etapas
de confrontación de posiciones (alegato de apertura), actuación probatoria (técnicas
del interrogatorio y contrainterrogatorio), alegatos (alegato de clausura) y sentencia
(art. 44º NLPT).

Se recomienda, entonces, antes de iniciar un proceso e ir a la audiencia, estar


totalmente seguro de que el patrocinado ha dicho toda la verdad, caso contrario se
podría incurrir en inconducta procesal, susceptible de ser sancionada por el juez (ver
art. 15º NLPT).

2.- TEORÍA DEL CASO.

Marín Morón, José Luis, indica que Baytelman y Duce, precisan que la teoría del
caso “es siempre un punto de vista, el ángulo desde el cual se ve toda la prueba, la
posición que ofrecemos al juzgador para que valore la información que el juicio
arroja, de manera tal que si la adopta o asume llegará a las mismas conclusiones
que le ofrecemos. Se trata de proveer al juez de un punto de vista convincente, pues
si no lo hacemos o nos entrampamos en algo ininteligible, nuestro contrario lo hará
y ocupará ese terreno baldío.

También se dice por ello que es la estrategia, plan o visión que tiene cada parte
sobre los hechos que van a probar”.

“La teoría del caso es la versión que tiene y expresa cada una de las partes acerca
de la forja en que ocurrieron los hechos relevantes, las pruebas que los sustentan y
los fundamentos que lo apoyan”7.

“La teoría del caso es la herramienta imprescindible sin la cual no podemos afrontar
eficiente y eficazmente un proceso, nace con la determinación de nuestra versión de
los hechos y contiene el planteamiento estratégico del litigante”8.

2.1. Como Elaborar La Teoría Del Caso.

Se elabora en forma de relato en base a proposiciones, para cuyo efecto ha de


tenerse en cuenta: los hechos, el derecho aplicable y las pruebas. A su modo,

7
Rodríguez Chávez, Diana, ob.cit.
8
Oré Guardia Arsenio y Loza Ávalos, Giulliana, “Teoría del Caso”, en Alerta Informativa, cita de
Rodríguez Chávez, Diana, ob. cit.
Mario Pasco Cosmópolis, recomienda “seguir el orden de lo jurídico, fáctico y
lo probatorio, culminando con la fórmula de una historia con sentido”9.

La preparación o elaboración de la teoría del caso, constituye “…un trabajo


agotador, laborioso y, a veces, decepcionante, pero es una obligación sagrada
que un abogado procesalista contrae con su cliente”, nos dicen Sagástegui
Urteaga, Pedro y Alfaro Pinillos, Roberto, en su Manual Práctico del Abogado
Procesalista. A diferencia de lo que ocurría en el pasado, en que el mejor
orador ganaba los pleitos, ahora, se precisa de una buena preparación del caso;
exigencia ésta que se encuentra mucho más presente en la Nueva Ley Procesal
del Trabajo

La teoría del caso, en mi concepto, empieza por determinar cuándo un caso es


susceptible de llevarlo a los estrados judiciales solicitando tutela jurisdiccional.
Es decir, determinar si el caso es un hecho justiciable o no. Para ello, hay que
analizar los hechos, ubicar el derecho o las normas aplicable y finalmente
seleccionar el material probatorio o los llamados medios probatorios. Ello
importa una buena investigación de los hechos, que incluye determinar si el
caso ha sido afectado por la prescripción o caducidad. Es importante recabar
toda la información que fuera posible, avanzando mucho más allá de lo que el
interesado ha relatado, porque no siempre nos dice toda la verdad, o en todo
caso, está cargado de mucho subjetivismo. La ubicación del derecho, incluye el
análisis del derecho objetivo y el procesal, la doctrina y la jurisprudencia.

La lectura del artículo 44º de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, nos indica
que la audiencia de juzgamiento, constituye un verdadero juicio oral, que se
realiza en un solo acto y consta de cuatro etapas: De confrontación de
posiciones, actuación probatoria, alegato de clausura y sentencia. “La etapa de
confrontación de posiciones, se inicia con una breve exposición oral de las
pretensiones demandadas y de los fundamentos de hecho que las sustenta.
Luego, el demandado hace una breve exposición oral de los hechos que, por
razones procesales o de fondo, contradicen la demanda” (art. 44º NLPT).

La teoría del caso debe tener las siguientes características:

9
Pasco Cosmópolis, Mario: Oralidad, el nuevo paradigma”. En Soluciones Laborales Nº 25,
Gaceta Jurídica, Lima, enero 2010. P. 55
Debe ser amena y Realista: Basada en los hechos que no fatigue ni canse en
su exposición.

Sencilla: Evitar en lo posible los términos rebuscados que puedan confundir y


hacer difícil su comprensión.

Lógica: Debe existir coherencia entre los hechos que se denuncian y el derecho
invocado.

Creíble: Presentar el caso como un hecho real que se ha producido, evitando la


fantasía, procurando persuadir al juzgador.

2.2. Alegato De Apertura.

Se trata de la exposición de la teoría del caso que debe ser breve o resumida. El
alegato de apertura, no se da en la Audiencia de Conciliación, porqué el
propósito es uno: Conciliar a las partes. Se produce, en la etapa de
confrontación de posiciones, que forma parte de la Audiencia de Juzgamiento.
Es el artículo 45º, de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, el que prescribe que
esta etapa se inicia con una breve exposición oral de las pretensiones
demandadas y de los fundamentos de hecho en que se sustenten, en clara
referencia al alegato de apertura. A su turno, el demandado, igualmente hará
una breve exposición de los hechos y de derecho que contradicen la demanda.

Debe tenerse en cuenta que el Juez ya ha tomado conocimiento de los hechos,


tanto por el contenido de la demanda, que ha dado lugar a la iniciación del
proceso, como por el desarrollo de la Audiencia de Conciliación. Sin embargo,
en esta oportunidad el alegato de apertura constituirá la presentación oficial del
caso o mejor la información oral de este.

Se trata de un resumen objetivo de los hechos y de las pruebas, así como del
derecho que amparan la demanda, “presentando el caso que se va a conocer,
señalando lo que se va a demostrar y desde que punto de vista debe ser
apreciada la prueba presentada. En el alegato de apertura se hará una
“promesa” de lo que se presentará en el juicio”10.

10
Marín Morón, José Luis, “La Litigación Oral con la Nueva Ley Procesal del Trabajo”, en
Soluciones Laborales de noviembre de 2010 T. 117, pág. 324, citando a Baytelman, Andrés y
Duce, Mauricio
Neyra Flores, José Antonio, recomienda tener en cuenta dos cuestiones en el
alegato de apertura: No argumentar, ni emitir opiniones personales11. Sobre
lo primero, debe tenerse en cuenta que se trata de un alegato de apertura, no de
clausura o alegato final, en el que han de presentarse conclusiones. En esta
etapa sólo ha de prometerse lo que se cumplirá o probará oportunamente.
Respecto a lo segundo, considerar que tampoco es el momento de apelar a los
sentimientos del juzgador.

2.3. Interrogatorio Directo.

“El interrogatorio a las partes, testigos, peritos y otros es realizado


por el Juez de manera libre, concreta y clara, sin seguir ningún
ritualismo o fórmula preconstituida. Para su actuación no se requiere
de la presentación de pliegos de preguntas. No se permite leer las
respuestas, pero si consultar documentos de apoyo. Los abogados de
las partes también pueden preguntar o solicitar aclaraciones, bajo las
mismas reglas de apertura y libertad. El juez guía la actuación
probatoria con vista a los principios de oralidad, inmediación,
concentración, celeridad y economía procesal. Impiden que esta se
desnaturalice sancionando las conductas temerarias, dilatorias,
obstructivas o contrarias al deber de veracidad” (art. 24º NLPT).

El artículo 24º de la Ley, se refiere al interrogatorio que el juez hace a los


testigos, peritos y otras personas. Sin embargo, por el momento nos interesa el
interrogatorio que se hace al testigo que una de las partes presente. Se trata del
interrogatorio que se hace al testigo ofrecido por uno de los litigantes, por
quien lo ofreció, siendo esta “la mejor oportunidad que los litigantes tienen
para establecer su caso y probarlo, brindándole al Tribunal la versión del
testigo” (Marín Morón, José Luis, obra citada, pág. 324), que ha de ser
escuchado atentamente en una materialización del principio de oralidad y por
tanto de la inmediación.

11
Neyra Flores, José Antonio: Material para el módulo de juzgamiento, prueba y litigio oral.
Diplomado de formación especializada en el Nuevo Modelo Proceso Penal. Academia de la
Magistratura, agosto de 2006
Héctor Quiñonez Vargas12 afirma, Marín Morón que “el interrogatorio directo
es comparable con una película. La persona que se sienta a observarla, al
principio no sabe nada de su trama, pero mientras esta transcurre se va
formando un cuadro claro de toda la situación. Si la película se presenta en
forma clara, entendible y convincente, el espectador saldrá convencido de una
postura. Si por el contrario, se presenta una película confusa y desorganizada,
así quedará el oyente confuso y aturdido (…).

Sobre el objetivo del interrogatorio directo, el mismo Héctor Quiñonez dice


que el propósito principal “es convencer y persuadir al juzgador de la verdad
de lo que se afirma, con el fin de que lo afirmado prevalezca sobre lo que ha
señalado el adversario”13.

a) Como preparar el testigo: Tener en cuenta dos cuestiones: La primera, es


que generalmente, se han ofrecido testigos con la finalidad de apoyar
mentiras o falsedades que fueron objeto de afirmación en la demanda o en
la contestación de demanda. En el nuevo proceso laboral, mediante la
oralidad y la inmediación, se busca identificar la verdad, sancionando las
conductas temerarias para lo cual, el juez cuenta con los instrumentos
jurídicos necesarios. La segunda cuestión, está referida al temor que
generalmente sienten las personas cuando deben declarar ante el juez
unipersonal o colegiado. En este caso, si sólo se va a declarar sobre hechos
que efectivamente se han producido, deberá dárseles la suficiente
confianza de que con su testimonio van a colaborar con la administración
de justicia para encontrar la verdad de los hechos y se haga justicia.

Sobre ello, Marín Morón aconseja que: “El litigante debe hacer entender al
testigo el rol que desempeña en el proceso, que su declaración debe ser
recibida por el juzgador de manera clara, lógica, sin titubear”14.

b) Estructura del examen directo: El mismo Marín Morón, nos presenta el


siguiente esquema: La acreditación del testigo: El testigo debe ser creído
por el juzgador, por lo que debe tratarse de un testigo dispuesto a declarar
con la verdad, no dejando margen para la duda o falta de credibilidad, de

12
Héctor Quiñonez Vargas, “Las Técnicas de Litigación oral en el proceso salvadoreño. Consejo
Nacional de la Judicatura, San Salvador, 2003, p. 161, citado por Marín Morón
13
cita de Marín Morón, ob.cit.
14
Ob.cit. p.325
modo que el juez crea en lo que declara. Las preguntas que se sugieren
para la acreditación serían las siguientes: ¿cuál es su nombre completo?. ¿a
qué actividad se dedica?, ¿el demandado, tiene alguna relación familiar o
de amistad, con Ud.?, ¿desde cuándo conoce al demandado?, etc. etc. Tipo
de preguntas: No olvidar que quien conoce la historia es el testigo y por
tanto, es quien tiene que atestiguar sobre lo que conoce, de manera que el
juez conozca los hechos por información de aquél y pueda emitir un fallo
justo y arreglado a ley. Las preguntas pueden ser abiertas o cerradas: Por
las primeras, el testigo declara sobre cuestiones de carácter general, lo que
permitirá que el testigo evalúe sus conocimientos sobre los hechos,
haciéndolo más creíble, para ello, el testigo debe encontrarse lo
suficientemente preparado para afrontar un severo interrogatorio en el
juicio oral. Las preguntas que se sugieren son las siguientes: ¿Conoce lo
que sucedió el día….(indicar el día y la hora)?, ¿Qué sucedió cuando se
produjo el despido?, ¿en qué circunstancias fue despedido el demandante?,
¿cómo tomó conocimiento del despido?. Por las preguntas cerradas se
obtienen repuestas específicas, pues no son aquellas que sugieren respuesta
alguna, sino que inducen al testigo a adoptar una de las opciones que se le
presentan ante el interrogatorio, disminuyendo la credibilidad del testigo.
Como ejemplo de este tipo de preguntas se presentan las siguientes: ¿Qué
nombre de empresa aparecia en las boletas de pago?, ¿cuál era la empresa
para la que laboraba?, ¿a qué actividad te dedicabas en la empresa?15.

c) Prohibiciones en el examen directo: Sería mejor calificarlas como


perjudiciales antes que prohibidas. Este es el caso de las preguntas
sugestivas que llevan implícita una respuesta, porque a través de ellas se
hace una afirmación a la que el testigo debe responder afirmando o
negando la aseveración que formula el preguntante. Este tipo de preguntas
nos permiten conocer la falta de preparación por parte del abogado al
sugerir las respuestas que en nada ayudan al proceso y menos aún a su
defendido. “La pregunta sugestiva puede ser identificada, ya que sólo
puede ser contestada de manera afirmativa o negativa. La mejor manera de
combatir estas preguntas es haciendo preguntas abiertas, las que propician
que el testigo sea el protagonista del interrogatorio”16.

15
Marín Morón, José Luis, ob. Cit.
16
Marín Moron, José Luis: ob. cit. p,326
Romero Coloma, Aurelia María, en cita que hace, igualmente, Marín
Morón, José Luis, respecto a las preguntas sugestivas, afirma: “La
sugestividad de la pregunta depende no solamente de la forma en que se
haya hecho la pregunta, sino también del tono y la autoridad del
interrogador y del ambiente en que tiene lugar”17.

2.4. El Contrainterrogatorio.

Es el que formula la parte contraria, luego del interrogatorio directo, con la


finalidad de poner en cuestión lo afirmado al responder el interrogatorio
directo. Constituye la mejor oportunidad para la confrontación de la prueba del
adversario y presenta más dificultades que el interrogatorio directo. Ha de
tenerse en cuenta que no siempre es posible lograr que el testigo admita que
está mintiendo, si se considera que el testigo declarará según las instrucciones
del abogado oferente de la testimonial.

Con el contrainterrogatorio se busca, “a) tachar la credibilidad, hacer que el


testigo de la parte contraria sea desacreditado, desacreditando el testimonio o la
persona, b) rescatar aspectos positivos de nuestro caso, obtener del testigo
información favorable para nuestro caso y así probar nuestras alegaciones; y c)
procurar que el testigo destaque las partes negativas del caso de la parte
contraria” 18.

Cuestión fundamental es contrainterrogar sólo cuando sea útil y necesario.


Fontanet Maldonado Julio, dice que “en ocasiones el mejor
contrainterrogatorio es no hacer ninguna pregunta o a veces la mejor pregunta,
es aquella que no se hace”19.

Tener en cuenta que la investigación concluyó con el interrogatorio directo y lo


que se pretende con el interrogatorio es deslegitimar al testigo y lo que se dijo,
por lo que sólo ha de contrainterrogarse cuando sea necesario y sin esperar
cooperación alguna del interrogado, por lo que no se debe arriesgar
pretendiendo introducir información adicional que en nada favorecería.

17
Problemática de la Prueba Testifical en el Proceso Penal. Civitas, Madrid, 2000, p. 55, citado por
Marín Morón, José Luis, ob. ci.
18
Neyra Flores, José Antonio, ob. cit.
19
Principio y Técnicas de la Práctica Forense. 2da edición, Jurídica Editores, Chicago, 2000, p. 5,
cita de Marín Morón, ob. cit. p. 325
Se recomienda que el contrainterrogatorio sea rápido, tratando de crear un
clima de tensión en contra del testigo, en el entendido de que el testigo que
miente precisa de tiempo para preparar su coartada, por lo que hay que
escucharlo atentamente para saber si ha respondido respecto a lo preguntado.
Por ello, las preguntas deben ser sugestivas, de modo que el testigo no tenga
tiempo de preparar la respuesta, al tener que responder con un “si” o con un
“no”.

Las preguntas que se sugieren se formulen, son las siguientes: ¿Es cierto que
usted dejaba salir a sus trabajadores después de cumplidas las ocho horas?,
¿dígame si es cierto o no que usted cerraba y dejaba salir a sus trabajadores
pasado las 10 p.m.?, ¿Ud. hacía trabajar en sobretiempo?, ¿eso es correcto?,
¿es cierto que el trabajador no contaba con el uniforme de protección al
momento del accidente de trabajo?, etc. etc. etc20.

Se cuestiona la credibilidad del testigo a través del contraexamen, cuestionando


su capacidad de percepción, sus inconsistentes versiones o cuando omitió actos
importantes.

2.5. Examen Y Contra Examen A Peritos.

Los peritos a diferencia de los testigos que tienen un conocimiento general de


los hechos investigados, el perito sólo conocerá de lo que es materia del
peritaje, por lo que debe tenerse en cuenta que es una persona con
conocimientos especializados, a fin de preparar las preguntas que han de
hacerse. El examen del perito se realiza en la audiencia correspondiente y
frente al juez, siendo necesario preparar tanto el examen, como el contra
examen.

Al igual que el testigo, al perito es necesario darle credibilidad ante el juez. “Es
decir, darle motivos al juzgador para que crea en nuestro perito. Por otro lado,
cuando se trata de peritos de la otra parte debemos saber cuál es el
conocimiento en concreto que tiene; es decir, debemos saber en dónde trabaja,
que cargo desempeña, lo que él ha escrito sobre el tema en cuestión, ponencias
o discursos, lugar, las ocasiones anteriores en los que él ha testificado, etc. Así

20
Marín Morón, José Luis, ob. cit.
mismo, cuando el perito utilice términos científicos propios de su área de
conocimiento, se le debe pedir que explique en términos comunes. Por último,
el objetivo del interrogatorio será tachar su credibilidad”21.

2.6. La Prueba Material.

A decir del profesor Roger Perrot,22, la prueba material “es al alma del
proceso” (VII Congreso Internacional de Derecho Procesal celebrado en
Wurzburg (Alemania Federal), en 1983).Las partes tienen derecho a exigir al
juzgador una debida y explicitada valoración de la prueba ofrecida, admitida y
actuada.

El artículo 21º de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, referido a la oportunidad


en que pueden ser ofrecidos los medios probatorios, establece que: “Las partes
concurren a la audiencia en la que se actúan las pruebas con todos sus
testigos, peritos y documentos que, en dicho momento, corresponda ofrecer,
exhibir o se pretenda hacer con relación a las cuestiones probatorias. Esta
actividad de las partes se desarrolla bajo su responsabilidad y costo, sin
necesidad de citación del juzgado y sin perjuicio de que él juez los admita o
rechace en el momento” (parte pertinente). Constituye un imperativo tomar las
precauciones necesarias en la preparación del acervo probatorio,
independientemente que algunos medios probatorios, no sean admitidos,
constituyendo responsabilidad de las partes y sin esperar que se produzca
citación del juez, facultado por la ley, a dictar sentencia sin la asistencia de los
testigos o peritos o la no presentación de documentos.

La regla es que los medios probatorios deben ofrecerse con la demanda o su


contestación. La excepción a esta regla, permite que puedan “ser ofrecidos
hasta el momento de la actuación probatoria”, en los siguientes casos: a) estén
referidos a hechos nuevos; y b) hubiesen sido conocidos u obtenidos con
posterioridad.

En el caso del trabajador, “Acreditada la prestación personal de servicios, se


presume la existencia de vínculo laboral a plazo indeterminado” (art. 23º.2
NLPT). No obstante, se recuerda que la regla general, es que: “La carga de la

21
Marín Morón, José Luis, ob.cit. p. 328
22
Cita de Marin Morón, José Luis, ob. cit.
prueba corresponde a quien afirma hechos que configuran su pretensión, o a
quien los contradice alegando nuevos hechos…” (art. 23º.1 NLPT).

2.7. Las Objeciones

Constituyen parte de la defensa y ha de procurarse que éstas se realicen sólo


cuando es necesario, de manera oportuna y con la debida diligencia, a fin de
que ayuden a la defensa y no la entorpezcan.

“Objetar significa poner reparo a algún elemento o material de prueba que se


pretenda introducir en el proceso por alguna de las partes litigantes o por el
juez. La objeción va dirigida al aspecto sustantivo de la prueba, no a la parte
que pretenda hacerlo. Se pueden objetar las actuaciones del juez”23.

2.8. Oportunidad Para Objetar.

La mejor oportunidad es aquella que se da, cuando se presenta la situación que


da lugar a la objeción. Así, por ejemplo, de conformidad con el artículo 24º de
la Nueva Ley Procesal del Trabajo, “No se permite leer las respuestas, pero si
consultar documentos de apoyo”. Si un testigo, al ser interrogado, lee las
respuestas, el abogado podrá objetar este hecho, solicitando al juez que le
indique la prohibición legal.

Una pésima objeción podría ser aquella que formula el abogado de una de las
partes, cuando el testigo al responder el interrogatorio, se apoya consultando
los documentos que ha previsto para absolver las preguntas, porque el artículo
24º de la Ley Procesal del Trabajo, prescribe que si pueden “consultar
documentos de apoyo”.

2.9. Forma De Objetar.

Si bien no encontramos en la ley, una formalidad para objetar, también lo es


que nuestro sentido común, nos indica que ésta debe realizarse con sumo
respeto tanto del magistrado que dirige la audiencia de conciliación o de
juzgamiento, como a las partes que intervienen en el proceso. El secreto podría
estar, en saber, qué es lo que debe objetarse y la oportunidad, no objetar por

23
Marín Morón, José Luis, ob. cit.
objetar, sino hacerlo con fundamento24. Quiñones Vargas, indica que las
objeciones tienen tres requisitos básicos: Deben ser oportunas, específicas y
con el fundamento correcto.

Finalmente se dirá que aun cuando haya algo que objetar, si no causa perjuicio
a nuestros intereses, sencillamente, no será necesario hacer la objeción.

2.10. Preguntas Que Pueden Ser Objetadas:

Se señalan las siguientes: Cuando se trata de preguntas sugestivas, capciosas,


repetitivas, compuestas, impertinentes, ambiguas, especulativa o supone
hechos que no se han producido.

2.11. Alegato De Clausura

“Es el “último piso del edificio” que se fue construyendo durante todo el
proceso. Constituye la pieza final del “rompecabezas”25. En esencia el alegato
de clausura es un ejercicio argumentativo que responde a las preguntas: ¿Por
qué se debe declarar fundada mi demanda?. ¿Por qué debe prevalecer mi caso.
El abogado sugiere que conclusiones se deben extraer de lo que ocurrió durante
el debate”.

El alegato final, nos dice Goldberg H. Steven26, debe ser acorde con la teoría
del caso, dado que es la última oportunidad del litigante para persuadir al
juzgador”, sin embargo debe tenerse claro que el juez evaluará todo nuestra
actuación y no solo el alegato final.

Como debe hacerse el alegato: Se señalan tres características: La primera:


Debe ser claro: De acuerdo con las conclusiones acerca de las pruebas
actuadas en la audiencia única o de juzgamiento, de acuerdo con el caso. La
segunda: Debe tener coherencia lógica: resaltando lo probado por nuestra
parte y no lo probado por la otra parte. La tercera: Debe captar la atención
del juzgador: Se sugiere empezar la argumentación, con una pregunta o

24
Quiñones Vargas, citado por Marín Morón, José Luis, ob. cit.
25
Quiñones Vargas, cita de Marín Morón, José Luis, ob. cit.
26
Goldberg H. Steven, “Mi primer juicio oral ¿dónde me siento? ¿y que diré? p. 71, citado por
Marín Morón, José Luis, ob. cit.
premisa impactante. Así mismo se sugiere que los alegatos deben ser cortos y
breves, no explayándose.

3. RECOMENDACIONES PARA LA ELABORACIÓN DE UNA DEMANDA.

Analizados los hechos, ubicadas las normas jurídicas aplicables al caso y con la
convicción de que el hecho o los hechos sometidos a análisis son justiciables, por
no haber prescrito ni caducado, debe redactarse la demanda. Para ello, en línea con
Pedro Sagástegui Urteaga y Roberto Alfaro Pinillos27, daremos algunas pautas para
su redacción.

3.1. Análisis de los hechos, investigación preliminar y redacción:

 Se procederá previamente a hacer un borrador de los hechos y del


Derecho, siendo pertinente revisar los hechos narrados por el interesado,
en consideración a que no siempre dice la verdad y sobre todo, porque se
encuentra cargado de emociones por los hechos ocurridos. Está molesto y
su relato tiene mucho de subjetivo.
 Al redactar los fundamentos de hecho, debe cubrirse todos los aspectos
de la historia. Procurar que no queden vacíos, redactando la historia con
la mayor objetividad, de manera secuencial, completa y lógica.
 Se recomienda ser superanalítico, cuidando que la historia quede
completa, para cuyo efecto debe preguntar varias veces si falta algo.
 Las interrogantes que pueden hacerse, podrían ser las siguientes: ¿Están
todos los datos?. ¿Aparecen situaciones fácticas que no se relacionan con
los hechos anteriores?. Se ha puesto algo que no debe estar en su lugar o
que no sea lógico, incongruente o contradictorio?.
 Redactar en orden cronológico los hechos. En un primer momento no
importa que muchos datos sobren, aun cuando se les consideren inútiles
o superfluos. Al iniciar la redacción deben incluirse todos los hechos,
luego se ira puliendo el relato y se irán excluyendo los hechos que no es
necesario anotar.
 En la redacción debe tenerse en cuenta que se cumplan con todos los
requisitos de forma y de fondo de la demanda, incluyendo los anexos,
debidamente identificados, según los artículos 424º y 425º del Código

27
Obra citada.
Procesal Civil, de conformidad con lo establecido por el artículo 16º de
la Nueva Ley Procesal del Trabajo.
 La redacción debe ser sobria, breve, con orden y claridad28.
 Los hechos deben narrarse en forma afirmativa, teniendo en cuenta que
las pruebas y la sentencia han de versar sobre las afirmaciones efectuadas
por las partes.
 La línea argumental debe ser ininterrumpida y sólida, siguiendo
preferentemente un esquema cronológico y no intercalando distintas
épocas o momentos que puedan crear confusión tanto al que escribe
como al que lee.
 La descripción debe ser completa, no abundar en detalles superfluos,
presentando sólo aquellos que hagan posible asentar la narración en un
lugar determinado.

3.2. Análisis del Derecho.

Una vez que tenemos los hechos, conforme se ha señalado, debe comprenderse
el alcance de ellos a través del Derecho, lo que importa un perfecto
conocimiento y dominio de este. Para el análisis se recomienda seguir el
siguiente esquema:

 Buscar la norma legal aplicable al caso, consultando la doctrina para un


mayor alcance y real comprensión del tema. Para ello es preciso
preguntarse si existen normas jurídicas aplicables al caso y ubicarlas.
 Determinar si el caso planteado, puede dar lugar a más de una acción
(acumulación de pretensiones).
 De producirse varios casos subsidiarios, deberán ordenarse las causas o
pretensiones de acuerdo con la importancia de cada una de ellas, tratando
que no sean contradictorias entre si.
 Considerar que el relato que de los hechos se tiene, todavía se encuentra
teñido por la subjetividad del interesado y la totalidad de los hechos que
ha narrado. Sólo después de superada la subjetividad y la “totalidad”,
puede procederse a la redacción final de la demanda. Circunscritos los
hechos, generalizamos la conducta que ellos implican y se irán
comparando con las normas del ordenamiento jurídico que han de
aplicarse o invocarse. La superposición exacta entre los hechos y la
28
Ver artículo 424º, numeral 6) y demás pertinentes del Código Procesal Civil.
norma debe ser lo más exactamente posible, teniendo en cuenta que
siempre habrá una ligera desviación, cuya corrección corresponde a la
interpretación de la Ley29.

3.3. Ubicación los medios probatorios que van ofrecerse con la demanda.

Analizados los hechos y ubicada la normatividad jurídico laboral que debe


aplicarse, se determinarán los medios probatorios que han de ofrecerse para
probar los hechos antes narrados. Debe tenerse en cuenta lo establecido por los
artículos 21º, 23º, de la Ley Procesal del Trabajo.

Resulta conveniente considerar que “La carga de la prueba corresponde a


quien afirma hechos que configuran su pretensión, o a quien los contradice
alegando nuevos hechos…” (art. 23º.1 NLPT). Recordar que en el caso del
trabajador: “Acreditada la prestación personal de servicios, se presume la
existencia de vínculo laboral a plazo indeterminado, salvo prueba en
contrario” art. 23º.2 NLPT).
Se dará seguridad al justiciable, respecto a los resultados del proceso, si se
cuenta con las pruebas necesarias.

Las interrogantes que podemos formular al momento de ofrecer los medios


probatorios pueden ser las siguientes:

¿Cuáles hechos debemos probar?.


¿ Cuáles hechos conviene probar?.
¿Cuáles hechos están exentos de prueba?30.

Las interrogantes que anteceden encuentran su fundamento en el Código


Procesal Civil, que se aplica supletoriamente, respecto a la impertinencia e
improcedencia de las pruebas y a la prueba necesaria o innecesaria31.

3.4. Ubicar correctamente la pretensión:

29
SagásteguiUrteaga y Alfaro Pinillos: Obra citada. Pág. 352.
30
SagásteguiUrteaga, Pedro y Alfaro Pinillos, Roberto: Obra citada, pág. 353.
31
Respecto a la impertinencia e improcedencia, es preciso tener en cuenta también el artículo 190º
del C. P. C.
Es lo que se propone obtener el accionante, a través del proceso, interponiendo
la demanda. El accionante al demandar lo hace con “una finalidad concreta
para sí y no tan solo para obtener un fallo abstracto y declarativo respecto del
tratamiento legal de su asunto”32. Se trata de una finalidad distinta a la que
persigue la acción. La dicha finalidad concreta que se espera alcanzar puede
apreciarse al analizar la demanda en conjunto y puede ubicársele en el petitorio
de la demanda que “Es una manifestación de su interés y a la vez una
declaración de voluntad”33.

32
HinostrozaMinguez, Alberto: Manual de Consulta Rápida del Proceso Civil, obra citada.
33
HinostrozaMinguez, Alberto: Obra citada.

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