Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
TRABAJO DE INFORMÁTICA I
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................... 1
GLOBALIZACIÓN .................................................................................................... 2
CONCEPTOS ....................................................................................................... 2
¿DE QUÉ TRATA LA GLOBALIZACIÓN? ............................................................... 6
LOS RITMOS HISTÓRICOS DE LA GLOBALIZACIÓN .......................................... 7
COLOMBIA EN EL GLOBO .................................................................................. 8
GLOBALIZACIÓN Y LIBERALISMO ECONÓMICO ............................................. 9
LA APERTURA COLOMBIANA .......................................................................... 10
¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS Y CONTRADICCIONES
DE LA GLOBALIZACIÓN? ..................................................................................... 13
CARACTERISTICAS .......................................................................................... 13
ASPECTOS ........................................................................................................... 14
GLOBALIZACIÓN FINANCIERA Y EMPRESARIAL .......................................... 14
GLOBALIZACIÓN PRODUCTIVA ...................................................................... 15
GLOBALIZACIÓN COMERCIAL ........................................................................ 16
GLOBALIZACIÓN DESREGULADORA ............................................................. 17
GLOBALIZACIÓN CULTURAL ........................................................................... 17
REPERCUSIONES ................................................................................................ 17
PRINCIPALES LÍDERES DE LA GLOBALIZACIÓN .............................................. 18
LA GLOBALIZACIÓN PRODUCTIVA O EL PODER DE LAS MULTINACIONALES
............................................................................................................................... 20
CONCLUSIÓN ....................................................................................................... 22
BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................... 23
INTRODUCCIÓN
1
GLOBALIZACIÓN
CONCEPTOS
Imagen 1
2
“la globalización es un proceso dialéctico, contradictorio, desigual, heterogéneo,
discontinuo, asincrónico de naturaleza estructural de largo plazo que se desarrolla
bajo el papel catalizador del(os) país(es) eje-centro de gravedad del sistema en su
conjunto y se reproduce (sic) en las diferentes esferas de acción, expresión,
reflexión y comportamiento de las sociedades internacionales: la económica, la
política y la cultural”. (Garay, 10).
James H. Mittelman, profesor de relaciones internacionales e investigador en
economía política internacional, considera que “La globalización es una fusión de
procesos transnacionales y estructuras domésticas que permiten que la economía,
la política, la cultura y la ideología de un país penetre en otro. La globalización es
inducida por el mercado, no es un proceso guiado por la política” (1996:3).
De acuerdo con Mittelman (1996:231), la globalización se puede entender como una
fase en la historia del capital cuyo linaje ha unido a distintas sociedades en un mismo
sistema; se puede ver como una dialéctica de continuidades y discontinuidades; y
se puede conceptuar como una utopía de mercado en el sentido de que representa
condiciones ideales que nunca han existido.
Rodolfo Cerdas, profesor en ciencias políticas, se refiere a la globalización como “el
acelerado proceso de cambio que, a nivel mundial, se ha venido desarrollando en
todos los ámbitos del quehacer humano, pero muy particularmente en lo referente
a lo militar, lo económico, el comercio, las finanzas, la información, la ciencia, la
tecnología, el arte y la cultura”. (1997:27).
De acuerdo con Cerdas, este cambio ha conectado a todas las regiones del planeta
entre sí y ha proyectado los efectos del acontecer en esos diversos campos a lo
largo y ancho de la geografía planetaria. Además, considera que este proceso no
tiene un carácter unívoco o igual, es decir, sus formas de expresión, así como su
significado, se ven matizados por condicionamientos que colocan, en una nueva
dimensión, las diferenciaciones sociales y culturales al interior de cada sociedad y
entre las sociedades mismas.
Carlos Moneta (1996:5354), Secretario Permanente del Sistema Económico
Latinoamericano (SELA), considera que cuando se habla de globalización se tiende
a identificarla con el proceso de globalización económica, olvidando las
dimensiones política, cultural y social. Sostiene que en el campo cultural podría
entenderse la globalización como el pasaje de identidades culturales tradicionales
y modernas, de base territorial, a otras modernas y postmodernas, de carácter
transterritorial. Además, manifiesta que las identidades culturales de la globalización
no se estructuran desde la lógica de los Estados-naciones, sino de los mercados,
es decir, no se basan sólo en comunicaciones orales y escritas, sino que operan
mediante la producción industrial de la cultura, su comunicación tecnológica y el
consumo diferido y segmentado de los bienes.
Klaus Bodemer, investigador en economía política internacional, considera que
existen dos vertientes de interpretación del fenómeno de la globalización, una
versión pesimista y una optimista. Para los pesimistas, la globalización es la
encarnación del mal, es la constatación de las profecías de Marx y de Hilferding, es
3
decir, del predominio del capital, el imperialismo y el poder de una minoría sobre
las mayorías. Por lo tanto, esta perspectiva percibe a la globalización como la
causante de la competencia de localización, la desocupación creciente y la
incapacidad de la acción estatal para proveer seguridad ante los riesgos sociales.
(1998:54-55).
La versión optimista ve en los procesos de globalización el surgimiento de una
nueva era de riqueza y de crecimiento con oportunidades para nuevos actores. De
acuerdo con esta perspectiva, la globalización de la producción y los mercados
mejora las oportunidades de acrecentar las ganancias a nivel mundial, aunque
reconoce que agudiza las luchas distributivas a nivel nacional. (1998:55)
Debido a que el término globalización es utilizado en diferentes sentidos e
interpretado de distintas maneras, Bodemer (1998:59-60) establece, entre otros, los
siguientes elementos comunes al fenómeno de la globalización:
Primero, la globalización no es un fenómeno nuevo, sino la continuación e
intensificación de las transacciones transversales que hasta ahora habían sido
consideradas dentro de la categoría de internacionalización.
Segundo, existe acuerdo en que el núcleo de la globalización es tecnológico y
económico. Es decir, la globalización es en primer lugar la de las finanzas, el
comercio, la producción, los servicios y la información.
Tercero, existe la convicción de que cualquier intento de desacoplarse o liberarse
del proceso de globalización está condenado al fracaso.
Imagen 2
5
¿DE QUÉ TRATA LA GLOBALIZACIÓN?
Con el fin de ir más allá de los conceptos acerca de la globalización, en este
apartado, se trata de buscar respuestas a la pregunta ¿De qué trata la
globalización? Por lo tanto, se utilizan las referencias de aquellos especialistas en
Ciencias Sociales que han reflexionado acerca del tema y que intentan distinguir lo
aparente de lo esencial.
Para Mittelman (1996:237), la globalización trata acerca de oportunidades que
nacen de la reorganización del gobierno, de la economía, y de la cultura alrededor
del mundo; versa acerca de los desafíos que emergen de la pérdida de control sobre
los flujos económicos y tecnológicos y escapan a los marcos reguladores; en
resumen, la globalización consiste en tratar de resolver un sinnúmero de problemas
relacionados tanto con una economía cada vez más libre de límites territoriales,
como con una sociedad que demanda una mayor democratización a nivel nacional.
Aldo Ferrer (1998:161) considera que los contenidos más espectaculares de la
globalización se registran en la difusión de información e imágenes a escala
planetaria y en los mercados financieros. Por una parte, el plano virtual de la
globalización penetra en todas partes y promueve la visión de una aldea global. Por
la otra, en el plano de la economía, la globalización se manifiesta en un crecimiento
del comercio internacional a tasas mayores que las de la producción.
En este sentido, Ferrer afirma que la globalización virtual y la real interactúan para
reforzar la visión de un mundo sin fronteras. Además, sostiene que la globalización
es selectiva y la selección se refleja en los marcos regulatorios del orden mundial
establecidos por la influencia de los países céntricos, es decir, se promueven reglas
en las áreas que benefician a los países desarrollados, como en el caso de la
propiedad intelectual, el tratamiento a las inversiones privadas directas y la
desregulación de los mercados financieros. En cambio, se limita la globalización a
través de restricciones a las migraciones de personas o al comercio de bienes
provenientes de los países en desarrollo. (1998:162)
Para Bouzas y FfrenchDavis (1998:126) la globalización es intensa pero parcial,
heterogénea y desequilibrada. Consideran que el fenómeno de la globalización
hace referencia a la expansión de la actividad económica más allá de las fronteras
nacionales a través del movimiento de bienes, servicios y factores. Como fenómeno
de mercado, la globalización encuentra su impulso en el progreso técnico y en la
capacidad de éste para reducir el costo de mover bienes, servicios, dinero, personas
e información.
Wim Dierckxsens, demógrafo e investigador, se refiere a la globalización como la
“génesis de los Estados privados sin fronteras y sin ciudadanía”. (1998:77,105)
Dierckxsens (1998:77) distingue dos grandes períodos que caracterizan el proceso
de globalización. El primero es de crecimiento sostenido debido al gran impulso que
recibieron los sectores productivos con una clara intervención del Estado. En el
segundo, las inversiones tienden a abandonar la esfera productiva, al tiempo que
adquieren carácter transnacional.
6
En este sentido, Dierckxsens (1998:80) considera que el proceso de globalización
es una guerra económica por el mercado mundial, que se realiza entre las empresas
transnacionales de la tríada: América del Norte, La Unión Europea y Japón.
Dierckxsens (1998:105) sostiene que la lucha por la competencia y la persecución
de la ganancia saltan más que nunca a la vista como el verdadero motor de la
economía; por lo tanto, la exclusión económica y la pobreza acompañan a la
globalización.
Además, Dierckxsens (1998:133) considera que a partir del proceso de
globalización se desarrollan relaciones, procesos y estructuras de apropiación
económica en el ámbito planetario, atravesando territorios y fronteras, naciones y
nacionalidades, que hacen subordinar el Estado-Nación a nuevos poderes
económicos.
Imagen 3
COLOMBIA EN EL GLOBO
Hay que recordar que Colombia tuvo problemas para participar en la globalización
del siglo XIX, que esa participación fue una de las razones de las guerras civiles
entre liberales que querían entrar a la globalización y conservadores que pretendían
mantener su identidad hispánica sin contaminar y a quienes la riqueza les parecía
un valor degradante. Frente a los problemas del transporte creados por la compleja
topografía y de los precios del mercado mundial que hacían, según Ocampo, que la
producción colombiana fuera marginal, Thomas Fischer ha propuesto otra hipótesis
más sensata: “tan responsable como las dificultades geográficas y los precios del
mercado mundial fue la continua incapacidad de las élites colombianas para vencer
estos obstáculos a través de inversiones para modernizar el transporte y mejorar la
productividad de las empresas nacionales. La incapacidad de las oligarquías para
coordinar sus intereses, y así crear condiciones favorables para inversiones
productivas, se manifestó sobre todo en los frecuentes conflictos internos que
afectaron el país”. (Fischer, 3).
Sólo hasta el siglo XX pudo Colombia insertarse en el mundo exportando café desde
regiones bastante conservadoras. La clase política estaba liderada por intelectuales
formados en el latín y el griego, especializados en filología castellana, lo que era
expresión de su apego a la herencia hispánica y de sus posturas anti-capitalistas.
8
El autismo gramatical le impidió a esta clase política entender la necesidad de
insertarnos en los caminos internacionales de comercio y capital e importar la
tecnología de Occidente para fortalecer a la Nación. En eso nos parecemos a la
China continental que, por el mismo tiempo, tenía una clase política de intelectuales
formados en el chino clásico que era ininteligible para el pueblo. Por contraste, como
lo relata Patek Lal, en el Japón bajo la restauración Mejí, una burocracia que era
más militar que política decidió absorber todo sobre la ciencia y las tecnologías
occidentales, dedicándose a devorarlas sin tener que renunciar a su identidad
nacional. Mientras el Japón logró industrializarse y llegó a ser una gran potencia
mundial, la China y Colombia permanecimos aislados y atrasados. China despertó
recientemente y se ha decidido por la globalización, mientras nosotros continuamos
recelosos de la misma.
Cincuenta años de protección industrial y agrícola en Colombia en este siglo
debilitaron la capacidad tecnológica de sus industrias que, gracias al alto arancel
defensivo, podían utilizar bienes de capital de segunda mano, no tener en cuenta la
calidad de sus productos y despreocuparse por exportar. La protección a la
agricultura significó precios más altos de las subsistencias, salarios más caros para
los empresarios, pero con menos poder adquisitivo para los trabajadores, una
política que en el siglo XIX le sirvió a David Ricardo para deducir su teoría de la
renta del suelo y prohijar una alianza entre burgueses y trabajadores a favor del
librecambio que derrotara los intereses de los protegidos terratenientes ingleses.
Ese mismo arancel contribuyó a que la moneda se revaluara al deprimir la demanda
por importaciones, desincentivando exportaciones distintas a las cafeteras, al
petróleo, al carbón y a la coca. Los gremios favorecidos vociferaron que se trataba
de la protección del trabajo nacional y confundieron a la opinión pública hasta
nuestros días sobre la equivalencia del interés público con sus intereses
particulares.
Hubo otras formas de intervencionismo estatal más productivas y que beneficiaron
en mayor medida al interés nacional. Nuevamente en el caso japonés y repetido por
los tigres asiáticos, el Estado les ofreció mucho apoyo a las empresas, incluso
protección arancelaria, pero estrictamente a cambio de que se modernizaran y
exportaran. Es importante despertar esa misma actitud devoradora entre nosotros
sobre la cultura y la ciencia, como nos lo sugería el filósofo político brasileño
Melquior, que circulan incesantes en una economía globalizada y para eso debemos
desplegar las capacidades básicas para hacer esto posible, entre otros enseñar
otras lenguas en nuestro sistema educativo. Es claro entonces que una política de
apertura comercial no es capaz por sí misma de lograr el efecto de dinamizar las
exportaciones nuevas de un país.
GLOBALIZACIÓN Y LIBERALISMO ECONÓMICO
En ninguno de los periodos de la globalización ha sido posible la libre circulación de
trabajadores, con la excepción de espacios multinacionales como el desarrollado
por la Comunidad Económica Europea, de tal modo que la integración económica
internacional se queda corta en relación con el factor trabajo y frena una igualación
de sus remuneraciones entre países. Esto es contrarrestado en alguna medida por
los flujos de capital que buscan trabajo más barato que el que tienen disponible en
9
otros espacios, pero este no es el rubro más importante de la inversión de capital
en el mundo. Como lo plantea Ocampo, la globalización avanza primero en
asociaciones regionales de libre comercio como la comunidad europea, la
comunidad asiática de naciones, MERCOSUR, Nafta y el Pacto Andino, donde se
practican políticas de arancel cero que permiten un aumento de la especialización
y con ello de la productividad de cada país. Se profundiza en la medida en que se
alcance la libre movilidad del trabajo y de los capitales, lo cual es facilitado por la
renuncia a las monedas nacionales y el compartir una nueva moneda regional, como
es el caso europeo.
Davidson hace un inventario de países que no han adoptado medidas liberales
profundas en el que incluye a Alemania, Bélgica, Suiza y Japón y entre los menos
desarrollados a Brasil, Egipto, India y Rusia. Destaca además que aún en aquellos
que se han liberalizado, grandes áreas de la vida social como la educación, la salud
y los servicios sociales siguen a cargo del Estado. Anota además que, en términos
de las políticas agrícolas de los países de la OECD, exceptuando Australia y Nueva
Zelanda, ha habido un retorno a niveles de protección picos, similares a los que se
daban en el periodo de 1986-1988. Más aún, se han dado nuevas regulaciones
ambientales que antes no existían, de tal modo que la economía de mercado está
mucho más regulada en este sentido en el año 2000 que antes de la liberalización
contemplada en los últimos 25 años. Aunque la expansión del comercio
internacional ha sido notable, no se puede encontrar un solo país que no exhiba
restricciones arancelarias y para-arancelarias de su comercio y solo en el caso de
agrupaciones regionales puede hablarse de una verdadera liberalización comercial.
Por último, no es fácil hablar de una hegemonía neoliberal porque los gobiernos que
han liberalizado no lo han hecho en seguimiento de principios liberales, sino
inspirados por razones pragmáticas, donde medidas liberalizantes son combinadas
con políticas muy antiliberales, basadas en principios social-demócratas,
corporativos o de favoritismo de intereses particulares.
Davidson anota además que aún en los países que más se destacaron con sus
programas de reducción radical del Estado, como la Señora Tatcher en Inglaterra,
tuvieron políticas comerciales proteccionistas y mercantilistas, de protección a sus
capitales nacionales sin tratar de implementar reglas generales de libertad
económica. Se puede agregar finalmente que ni Estados Unidos ni Inglaterra,
portaestandartes del neoliberalismo, redujeron apreciablemente su gasto social más
no el tamaño de sus respectivos estados que era la bandera fundamental de sus
plataformas políticas.
LA APERTURA COLOMBIANA
La apertura colombiana en los años noventa fue evidente en su comercio
internacional, pero fue menos profunda de lo que piensan y dicen sus críticos.
Según una investigación de Juan José Echavarría, el comercio de bienes y servicios
de la economía en el PIB subió de 30% del PIB en 1970 a 37% en 1998, y entre
1990 y 1998 aumentó 2% del PIB. América Latina presentó un índice de comercio
10
5 puntos por encima de Colombia y los dragones asiáticos muestran un comercio
sobre PIB de 78%, más del doble del promedio colombiano. Mientras las
importaciones aumentaron de 16% del PIB en 1990 19% en 1998, las exportaciones
se redujeron del 20% al 14.2%, explicando buena parte de un déficit en cuenta
corriente que era difícilmente sostenible aún en tiempos normales. Echavarría
adscribe el deterioro exportador, primero que todo a la revaluación que propició la
entrada de capital, a lo cual se le añadieron los ingresos por petróleo y por las
exportaciones de droga; segundo, a un aumento considerable de todos los salarios
reales de la economía durante la década, en la medida que caía paulatina y
sistemáticamente la inflación. Según Echavarría, “la economía colombiana continúa
siendo sumamente cerrada y, a diferencia de otras experiencias..., no es más
abierta hoy que hace 30 años”. (Echavarría, 130)
La entrada de capital contribuyó a modernizar el acervo de capital de la industria
colombiana pero también abarató demasiado la tasa de interés y llevó a una sobre-
inversión en ramas tradicionales, de los servicios públicos y en la de la construcción.
Se combinó con una expansión estructural sin precedentes del tamaño del Estado,
primero con base en mayores impuestos y cotizaciones para el seguro social, pero
después con financiamiento externo e interno de déficit explosivos. El gobierno
central pasó de gastar el 10% del PIB en 1990 al 18.5% en 1999 y el déficit de este
nivel alcanzó el 7.7% del PIB en este año.
Entró un enorme flujo de capital durante la década, entre ellos un importante
volumen de inversión extranjera atendiendo la privatización de los servicios de
energía, telecomunicaciones, gas y puertos, con un pico que alcanzó 5.2% del PIB
en 1995. Así las cosas, la expansión inusitada del sector privado por el
financiamiento externo y la llegada de capital extranjero fue acompañada de la
máxima expansión que ha experimentado el sector público colombiano en toda su
historia republicana. Los resultados fueron un exceso de gasto, aumento del déficit
en cuenta corriente de la balanza de pagos hasta sobrepasar el 7% del PIB en 1997,
al tiempo que la economía colombiana se volvió especialmente vulnerable a una
crisis internacional, como la que se precipitó en el continente en agosto de 1998. El
sector privado quedó duramente castigado cuando el ajuste del desequilibrio pasó
por reducir bruscamente el déficit en cuenta corriente e imponerle una fuerte
reducción de su producto y de su empleo, mientras que el ajuste del sector público
comenzó a darse mucho más tardíamente, durante el año 2000. Lo que afirma
Ocampo del ajuste colombiano es muy complicado porque él fue actor importante
del desajuste y, sin embargo, afirma lo siguiente:
“el haber terminado la década con una inflación en torno al 10% es, por lo tanto, un
logro importante, pero los costos de alcanzar este objetivo fueron, sin duda,
elevados”. (Ocampo)
Ocampo comete una confusión lamentable entre lo que fue la política monetaria
objetivo del banco central colombiano y la que resultó de contener la fuga de capital,
propiciada por el desequilibrio fiscal, que obligó a ajustar duramente al sector
privado mediante una recesión. Lo que no debe tener dudas es que una mayor
disciplina macroeconómica y particularmente fiscal hubiera exigido un ajuste
11
privado mucho menos drástico. Chile, que fue muy disciplinado fiscalmente, tuvo
una contracción del 1% de su PIB durante la misma crisis internacional. Ecuador,
que siguió una política menos “costosa” de mantener tasas de interés bajas
mediante el recurso a niveles extraordinarios de emisión, obtuvo una contracción de
7% de su PIB, una inflación del 100% y tuvo que renunciar a su moneda, el Sucre.
Colombia salió de la crisis con un nivel de inflación controlado y obtuvo una
contracción del 4.3% de su PIB. ¿Qué fue lo que causó este resultado en Colombia?
Más precisamente: ¿Fue la globalización, la equivocada política del gobierno o
ambos? La respuesta parece ser la siguiente: la crisis internacional con política
macroeconómica disciplinada hubiera causado una contracción no muy distinta a la
de Chile, de lo que se concluye que la mayor parte del PIB perdido en el caso
colombiano fue el resultado de las equivocadas políticas de la administración
Samper.
En términos de objetivos liberales y sociales, las reformas adelantadas durante
1990-1994fueron moderadas, resultado de ser un compromiso entre sectores con
inclinaciones populistas y sectores más conservadores, pero no fueron
profundizadas por la administración Samper; por el contrario, esta insistió en un
presunto modelo social poco sujeto a la restricción presupuestal. El progresismo
social parece definirse por la disposición a corromper la moneda y financiar mucho
gasto social con el impuesto inflacionario. Incapaz de aumentar los impuestos a los
ricos que financiarían sanamente ese gasto, la administración pretendió una política
monetaria siempre laxa que los sustituyera y que contribuyó a que el déficit en
cuenta corriente estuviera muy por encima de un nivel prudente.
Es claro que los ciudadanos perdieron mucha libertad económica durante el
proceso. Colombia obtuvo en un indicador de libertad económica del Fraser
Institute, que incluye 123 países, el puesto 57 en 1995 pero bajó al puesto 88 en
1998. (Echavarría, 138-139) Aumentó considerablemente el poder del Estado a
costa del debilitamiento del sector privado y de su capacidad de generar trabajo
productivo o sea aquel que genera excedentes que alimentan la acumulación de
capital y el crecimiento económico. El gasto público extendió los servicios de
educación y salud a una mayor parte de la población, pero es todavía temprano
para poder concluir si estos pueden contribuir de manera importante al futuro
crecimiento de la economía. El ajuste macroeconómico logró hacerse con
estabilidad de precios y una devaluación real sostenible que está incentivando las
exportaciones hacia los países vecinos y hacia los Estados Unidos. Este crecimiento
continúa amenazado por el desequilibrio fiscal y por la presencia de altas rentas
generadas por el narcotráfico que alimentan la capacidad militar de la insurgencia y
los paramilitares. Estos dos debilitan los derechos de propiedad de empresarios y
clases medias, trabando la inversión privada hacia el futuro y propiciando fugas de
capital y de personas educadas.
Es también aparente que el estado colombiano perdió autonomía frente a sus
acreedores externos en la medida en que sobrepasaba los umbrales prudenciales
de su gasto. El programa con el FMI fue una salida para encontrar garantías serias
por el pago de la deuda colombiana que venía creciendo desaforadamente.
Abusando de las comparaciones con Chile, este pudo practicar sus políticas de
12
gasto interno y de relaciones internacionales en forma soberana, porque su
gobierno no tenía ninguna deuda con los bancos internacionales y pudo diseñar su
programa de ajuste sin injerencia de los organismos multilaterales. Los que gustan
de culpabilizar de todos los males a la dominación externa aprueban del
comportamiento heterodoxo y peligroso en materia macroeconómica y de emisión
monetaria, pero se proclaman soberanos cuando han perdido las bases económicas
para serlo.
13
Imagen 4
ASPECTOS
GLOBALIZACIÓN FINANCIERA Y EMPRESARIAL
Es uno de las facetas básicas de la globalización. La globalización financiera ha
llevado a la ampliación de los movimientos de capital a nivel planetario, los cuales
tienen una finalidad esencialmente especulativa. Esta enorme expansión ha sido
posible en gran medida por el enorme avance de las tecnologías de
telecomunicaciones, principalmente Internet. (Ej. Una persona desde su casa con
una conexión a Internet puede invertir en la bolsa de Nueva York o la de Tokio).
Otro factor que la ha hecho avanzar la liberalización está en el menor control de los
Estados en la circulación de capitales (impuestos que gravan los capitales o la
identificación de los poseedores de capitales) Al mismo tiempo estamos asistiendo
a un proceso de fusión o concentración de capitales y de empresas, hasta dar lugar
a la formación de corporaciones empresariales de dimensiones gigantescas con un
poder que supera al de muchos Estados del planeta y cuyo ámbito de acción es ya
planetario: las empresas multinacionales o trasnacionales.
14
Imagen 5
GLOBALIZACIÓN PRODUCTIVA
Dentro de este ámbito hay que destacar el fenómeno de la deslocalización, la cual
se trata de una política aplicada por las grandes empresas multinacionales,
consistente en desmontar las factorías que tienen en los países desarrollados y
trasladarlas, junto todo su aparato productivo, a los países del Tercer Mundo o en
vías de desarrollo, con el objetivo de obtener una mano de obra más barata,
mayores beneficios fiscales (pagar menos impuestos) y unas legislaciones
laborales, sociales y medioambientales menos estrictas.
Imagen 6
15
GLOBALIZACIÓN COMERCIAL
El eje básico de la globalización comercial está en la liberalización del comercio
mundial.
La liberalización del comercio mundial es promovida por los teóricos del
neoliberalismo económico, quienes afirman que el desarrollo del comercio trae
consigo un mayor crecimiento económico a nivel mundial. Esta liberalización implica
que cada país debe especializarse en la producción de determinados bienes o en
la oferta de determinados servicios y adquirir el resto de bienes y servicios en otros
países. Pero si un país importa más de lo que exporta, en ese caso, puede pedir
préstamos para comprar los bienes que no produce. Para aplicar la liberalización
del comercio mundial han aparecido organismos económicos de carácter
internacional: Banco Mundial (BM), Fondo Monetario Internacional (FMI),
Organización Mundial del Comercio (OMC), - controlados por los países ricos como
Estados Unidos- cuya misión ha sido la de impulsar la eliminación de aranceles
(barreras aduaneras) entre los países del mundo y de condicionar la obtención de
préstamos para el desarrollo (solicitados por países pobres o en vías de desarrollo)
a la realización de políticas económicas muy duras, que en los países donde se han
aplicado han creado serias dificultades socioeconómicas. No hay que olvidar la
realidad de las reglas del comercio internacional por las cuales el precio de las
materias primas (países pobres) es inferior al de los bienes manufacturados (países
ricos).
Imagen 7
16
GLOBALIZACIÓN DESREGULADORA
La llamada desregulación se está produciendo por la presión que están ejerciendo
los poderes económicos (grandes corporaciones o empresas multinacionales y
grupos financieros), sobre los Estados para que estos tengan cada vez un menor
control político sobre el movimiento de capitales, la producción y el empleo. Las
grandes empresas y grupos financieros se guían por la idea de obtener el máximo
beneficio, sin atender el interés general o los problemas medioambientales.
Imagen 8
GLOBALIZACIÓN CULTURAL
En los últimos tiempos estamos asistiendo a una uniformación cultural favorecida
por el desarrollo de los medios de comunicación de masas (Televisión...), que se
manifiesta en fenómenos como la adopción de las formas culturales de Estados
Unidos, la primera potencia económica mundial (comida basura, música, forma de
vestir, fiestas...).
REPERCUSIONES
El proceso de globalización económica ha tenido efectos positivos, sin embargo, ha
acarreado asimismo una serie de consecuencias negativas.
Respecto a los beneficios de la globalización, que señalan algunos entendidos en
la materia estarían:
- Favorecer la integración económica de muchos países.
- Promover el crecimiento económico general.
- Incentivar el desarrollo de las telecomunicaciones (Internet).
En el polo opuesto, el de las carencias o problemas que se derivan de la
globalización hay que indicar:
- Acrecentar, en general, las desigualdades económicas entre los países, ya que el
crecimiento económico ha favorecido a unos pocos.
17
- En el ámbito la producción y el comercio: el cierre de empresas en muchos países
por no resistir la competencia de los productos importados o a causa de las
deslocalizaciones. La aplicación de políticas promovidas por los organismos
económicos internacionales (FMI) ha tenido el efecto de producir el
empobrecimiento de muchos países.
Imagen 9
18
Ignacio Ramonet.
Director del periódico Le Monde Diplomatique, fundador de ATTAC (Asociación por
una Tasa a las Transacciones Financieras Especulativas para Ayuda a los
Ciudadanos) y promotor del Fondo Social de Porto Alegre.
Susan George.
Estadounidense nacionalizada francesa, es directora asociada del Instituto
Transnacional de Ámsterdam y vicepresidenta de ATTAC en Francia. Entre sus
libros más destacados está el "El Informe Lugano: preservar el capitalismo en el
siglo XXI", donde hace una crítica a las estrategias del modelo capitalista neoliberal
que está detrás de la globalización económica.
Noam Chomsky.
Intelectual y lingüista de Estados Unidos. Se ha caracterizado por un gran activismo
político, haciendo duras críticas a la política exterior de Estados Unidos y de su
aliado, Israel. (Libro: “Hegemonía o supervivencia. La estrategia imperialista de
Estados Unidos”.) Se sitúa ideológicamente dentro de los postulados del socialismo
libertario y el anarquismo.
José Bové.
Sindicalista francés y activista antiglobalización. Se hizo famoso en Francia por sus
campañas contra la multinacional estadounidense McDonald’s.
Carlos Taibo.
Profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid. Autor de
múltiples libros sobre los cambios que se han producido recientemente en la Europa
central y oriental, así como temas de geopolítica y política internacional. En España
es uno de los intelectuales más comprometidos en el movimiento antiglobalización.
19
LA GLOBALIZACIÓN PRODUCTIVA O EL PODER DE LAS MULTINACIONALES
Imagen 10
Así como la cuestión de clases fue el gran tema del movimiento obrero en el siglo
pasado y en la primera mitad del actual, la cuestión de la globalización domina el
discurso de las empresas trasnacionales en el umbral del siglo XXI. Existe sin
embargo una gran diferencia: en el pasado, los trabajadores constituían un
contrapoder, mientras que hoy las empresas globales no tienen que enfrentarse a
un desafío similar. La globalización les permite no solo gozar de un rol clave en el
manejo de la tecnología, sino que también les garantiza un rol político predominante
porque pueden decidir, por ejemplo, deshacerse de puestos de trabajo que les
resulten costosos. Más aún: pueden librarse de todo tipo de restricciones por parte
del Estado y del trabajo. Paradójicamente, los empresarios que producen
crecimiento crean también desocupación, en tanto que también el Estado, que baja
los impuestos con el supuesto objetivo de crear trabajo, también contribuye de
manera indirecta a la desocupación con esa decisión. Las cifras de distribución de
los ingresos son muy elocuentes al respecto. En Alemania, por ejemplo, los salarios
reales aumentaron sólo un 2% en los últimos 12 años. Al mismo tiempo, las rentas
de capital subieron en un 59%. Esta relación es expresión de una nueva ley, según
la cual la combinación de capital y conocimiento permite producir cada vez más con
menos trabajo. A nivel político este proceso implica la pérdida de valor del trabajo,
un gran golpe al acuerdo histórico entre el capital y el trabajo, y con ello a la
resolución pacífica del conflicto central de la modernización. Cabe entonces
preguntarse si las reglas clásicas de juego, como las negociaciones colectivas
libres, los contratos laborales y el derecho de huelga, tienen todavía cabida en el
nuevo siglo de la globalización o han de quedar relegadas al basurero de la historia,
y si en efecto se está produciendo lo que Beck (1997) ha denominado «la lucha de
clases desde arriba».
20
Imagen 11
22
BIBLIOGRAFÍA
KLAUS BODEMER Nueva Sociedad Nro. 156 julio-agosto 1998, pp. 54-71.
23