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Magíster en Educación Diferencial

Bases de la Lectura y Escritura,


Dificultades y Diagnóstico

El decreto 170 en su artículo 23, menciona que entenderá por Trastorno Específico
del Aprendizaje, en adelante dificultades específicas del aprendizaje, a una
dificultad severa o significativamente mayor a la que presenta la generalidad de
estudiantes de la misma edad, para aprender a leer; a leer y a escribir; y/o aprender
matemáticas.
Este mismo decreto en su artículo 24 las clasifica en:
-Dificultades específicas del aprendizaje de la Lectura: Esta se presenta cuando
está afectada la capacidad de comprensión de lectura, el reconocimiento de
palabras leídas, la capacidad de leer en voz alta y el rendimiento de actividades que
requieren leer.
-Dificultades específicas de la lectura y escritura: Esta se produce cuando un, o una
estudiante con dificultades en la lectura presenta además, dificultades de
escritura/ortografía, tales como: omisión de las letras, sílabas o palabras; confusión
de letras con sonido semejante; inversión o transposición del orden de las sílabas;
invención de palabras; uniones y separaciones indebidas de sílabas, palabras o
letras; producción de textos de baja calidad o utilización de oraciones más cortas y
con mayor número de errores gramaticales.

Dentro de las dificultades del aprendizaje de la lectura y escritura encontramos


principalmente la Dislexia, Disgrafía y Disortografía.

Dislexia es uno de los trastorno de aprendizaje más común en la infancia.


Etimológicamente significa “cualquier trastorno en la adquisición de la
lectoescritura”. La definición generalizada hace referencia a “un trastorno que se
manifiesta por la dificultad para el aprendizaje de la lectura aunque tenga una
educación convencional, una inteligencia adecuada y oportunidades
socioculturales. Depende fundamentalmente de alteraciones cognitivas el origen del
cual es frecuentemente constitucional”. Por tanto es un trastorno crónico, de origen
neurobiológico, el cual involucra dificultades de tipo lingüístico que derivan en
problemas en el reconocimiento y la producción de palabras, con una pobre
capacidad para el deletreo, las cuales se reflejan en torpeza para decodificar
palabras.
Las características más comunes de la lectura del niño disléxico se relacionan
(Mediavilla, 2002) con lentitud, falta de ritmo, pérdida de renglón, confusiones y
mezcla de sonidos. Es frecuente que se den los siguientes tipos de lectura:
-Lectura taquilexica: El estudiante marca velocidad en su lectura, suele apresurarse
demasiado.
-Lectura bradiléxica: El estudiante lee muy lentamente, con pausas, aunque sin
cometer errores.
-Lectura disrítmica: El estudiante lee con gran desorden, en ocasiones muy rápido,
como también muy lentamente, sin respetar el orden, pausas y signos de
puntuación.
-Pseudolectura: El estudiante realiza una falsa lectura.
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-Lectura imaginativa: El estudiante inventa palabras al leer, puede ser a partir de
imágenes que ve, o de elementos que escucha de algún compañero.
-Lectura silábica: El estudiante lee silaba a silaba, esto provoca que no comprensa
lo que lee, puesto que está más preocupado de hacer la separación de la palabra.

La dificultad en la escritura está asociado directamente al trastorno de lectura, se


caracteriza principalmente por una dificultad altamente significativa en la integración
de la ortografía natural y arbitraria, dificultades en la estructuración sintáctica y de
acceso al léxico.

Su diagnóstico se podrá realizar una vez que el niño empieza a manifestar las
primeras dificultades en el aprendizaje de la lectura y la escritura, es decir que se
retrase en relación a sus pares. Pero antes de ellos hay que descartar otras
dificultades asociadas, como dificultades de visión, dificultades de audición,
problemas emocionales primarios, problemas de salud graves que dificulten el
aprendizaje, lesiones cerebrales, o un retraso grave del desarrollo. Esta
observación debe incluir tres ámbitos: el ámbito aptitudinal, el pedagógico y el
psicológico. Los factores mencionados anteriormente nos indicarán si estamos ante
un niño con trastorno de lectoescritura (dislexia), de un retraso a nivel de madurez
lecto-escritora, de un retraso intelectual o de un bloqueo de tipo emocional el cual
repercute directamente sobre la adquisición de los aprendizajes.

Para poder apoyar de manera óptima en la reeducación de nuestros estudiantes


que presentan este tipo de dificultades, es necesario hacerlo a través de estrategias
específicas que apunten a sus dificultades individuales, usando de base sus
potencialidades para poder progresar de mejor manera en sus aprendizajes.
Además de realizar refuerzos positivo cada vez que veamos un esfuerzo y logro, la
realización de adaptaciones curriculares y una sensibilización real de cada uno de
los profesionales que trabajan con este tipo de estudiantes.
Sabemos que existen distintos estilos de aprendizajes, por ello se hace necesario
realizar clases diversificadas que apunten a las distintas vías de aprendizaje, no
solo con el fin de potenciar a aquellos que presentan dislexia, sino que a todos los
estudiantes por igual. Una estrategia muy recomendable es el tipo de “aula
multisensioral”, la cual debe tener en cuenta las cuatro modalidades de la
metodología multisensorial propuestas por Walker & Brooks, (1996). Cada actividad
debe estar formada por un componente: Visual (mirar), Auditivo (escuchar),
Kinestésico manual (manipular), Kinestésico oral (hablar). Esto debido a que el
estudiante disléxico no aprenderá simplemente leyendo un texto, copiando un
párrafo o copiando repetidamente sus faltas de ortografía realizadas en un escrito
o en un dictado. Es necesario que vea, escuche y manipule el material presentado
para asimilarlo y plasmarlo eficazmente. Así pues, una metodología “activa e
interactiva” (Townend, 2003 en Townend & Turner, 2000, p 18) hará que el material
estudiado sea, a su vez, más significativo para un niño disléxico (Townend, 2003 en
Townend & Turner, 2000).
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-Escritura y multisensorialidad: Se puede trabajar en edades tempranas la
asociación sonido-grafema a través un referente visual que facilite el recordatorio
del fonema, o también mediante la manipulación de letras con plastilina, y/o
trazando las letras en la sal, en la arena, etc., siempre verbalizando el fonema y
trazando el grafema de manera simultánea.
-Lectura y multisensorialidad: Esta metodología también es clave en el aprendizaje
de la lectura. En esta el estudiante debe trabajar tanto el conocimiento fonológico
(lectura de fonemas, sílabas, rimas, etc.), así como la lectura a primera vista de las
palabras de uso más frecuente (Broomfield & Combley, 2003), de manera
simultánea. De esta manera, habrá mayor probabilidad de que adquiera mejor la
automatización y la fluidez en la lectura.
-Estrategias de aprendizaje multisensoriales: Aquí encontramos técnicas de estudio
tales como los esquemas, mapas mentales (Toni Bouzan), y las fichas de estudio
las cuales serán claves en el proceso de aprendizaje de estos estudiantes a partir
del segundo ciclo y hasta el nivel universitario.

Por otro lado encontramos la Disgrafía, la cual se define como la incapacidad para
reproducir total o parcialmente los trazos gráficos sin que existan déficits
intelectuales, neurológicos, sensoriales o afectivos graves, en sujetos con una
estimulación. Esta se visualiza en la expresión escrita, la cual afecta elementos
como la ortografía, gramática, puntuación, claridad y organización.
Dentro de su clasificación principal encontramos:
-Disgrafía motriz: Esta es de tipo psicomotriz, en ella el estudiante comprende la
relación entre los sonidos escuchados y la representación gráfica de estos, sin
embargo encuentra dificultades en la escritura como consecuencia de una
motricidad deficiente.
-Disgrafía disléxica: Se ve afectado el contenido de la escritura, los errores son
similares a los cometidos en la lectura de los niños disléxicos.
Esta se caracteriza por errores de omisión de letras, silabas o palabras; confusión
de letras con orientación simétrica similar; inversión de palabras; confusión de letras
con sonido semejante; inversión del orden de las sílabas; uniones y separaciones
indebidas de silabas, palabras y letras; trastorno de la forma de las letras; trastorno
del tamaño de las letras; deficiente espaciamiento entre las letras dentro de una
palabra y entre reglones; e inclinación defectuosa.

Se menciona que el aprendizaje de la escritura requiere de una maduración previa


de determinadas instancias neurobiopsicoafectivas en el niño. Se menciona que el
momento de la enseñanza sistemática de la escritura es a la edad de seis años
aproximadamente, puesto que ahí se dan requisitos suficientes para que dicho
aprendizaje tenga éxito. Recordando que el nivel preescolar es el que potencia los
procesos madurativos del niño en edad temprana.

Rubén Darío Hurtado (2003) en su obra “Cómo construyen los niños su escritura”
rescata el valor de los saberes específicos, puesto que estos no pueden ir por un
lado y los procesos cognitivos por otro. Se puede trabajar de forma integrada tal
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como lo evidencia Emilia Ferreiro en sus investigaciones, el menciona que se debe
partir de aprendizajes previos, es decir que la base de este aprendizaje es la
pregunta, la reflexión sobre su propia acción, todos estos aspectos son muy
importantes y se debe tener en cuenta en el proceso de escritura.

El Programa Psicopedagógico dice Adelfo Tapia (1990.23) consiste en un sistema


de acciones didáctico metodológicas para la escritura, establecidas a partir de la
interacción de las dimensiones: percepción analítica, orientación temporoespacial,
lenguaje oral y lenguaje escrito para el niño, además de orientaciones para el
docente y la familia. Algunas de las orientaciones mencionadas son las siguientes:

• Trazos y enlaces regulares, precisos y continuos.


• Orientación temporoespacial, en su propio cuerpo, en el medio externo y en el
plano, estableciendo las relaciones entre ellos.
• Reconocimiento de figuras, letras cursivas y de imprenta, mayúscula y minúscula,
según la muestra dada.
• Tamaño adecuado de las letras.
• Copia de letras cursivas y de imprenta, mayúsculas y minúsculas.
• Transcripción de letras cursivas y de imprenta, mayúsculas y minúsculas.
• Escritura al dictado de letras cursivas, mayúsculas y minúsculas.
• Escritura al dictado de sílabas.
• Escritura al dictado de palabras.
• Escritura al dictado de oraciones sencillas, manteniendo la distancia entre las
palabras que componen la oración, que permitan una correcta interrelación entre
los factores perceptivos motrices que garanticen una escritura correcta y la
integración del niño a la enseñanza.

Este programa de Adelfo Tapia (1990.23), nace de la necesidad de una temprana


detección, diagnóstico y tratamiento especializado para los niños en riesgo de
padecer alguna alteración que pueda afectar su aprendizaje y de esta forma
prevenir el fracaso escolar y lograr una mayor incorporación a la vida social.

Las estrategias para trabajar este tipo de dificultas, deben estar basadas en
actividades llamativas, amenas y lúdicas, como las mencionadas a continuación:

ESTRATEGIAS DE TRABAJO “LATERALIDAD”


-Dinámica “Simón manda”, en ella se le pide a los niños seguir sus instrucciones,
como: manos arriba, abajo, salto a la derecha, salto a la izquierda, etc.
-En una actividad manual, se les pide señalar objetos que están arriba, abajo, a la
derecha, o a la izquierda.

ESTRATEGIAS DE TRABAJO “VISOMOTRICIDAD”


- Picar dibujos con aguja delineándolos.
- Recortar dibujos con tijeras.
- Rasgar papel con los dedos.
- Rellenar con plastilina las letras del abecedario.
- Colorear modelos gráficos.
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ESTRATEGIAS DE TRABAJO “OBSERVAR Y ESCUCHAR”


- Observar gráficos de una lámina y reproducirlos en una hoja de su cuaderno.
- Escuchar canciones y llevar el ritmo de estas con las palmas.

ESTRATEGIA DE TRABAJO “GRAFOMOTRICIDAD”


-Repasar las letras punteadas en el papel empleando lápiz y colores.

ESTRATEGIAS DE TRABAJO “GRAFOESCRITURA”


- Armar rompecabezas con dibujo y escritura.
- El niño observa láminas durante un tiempo determinado, luego el docente oculta
estas láminas y el niño reproduce el dibujo y la escritura de las palabras vistas.

ESTRATEGIAS DE TRABAJO “PERFECCIONAMIENTO ESCRITOR”


- Trabajo en cuadricula ubicando la letra en cada cuadro.
- Separación de palabras en cuadricula.

En este sentido, se hace necesario que como docentes demos mayor importancia
a los problemas de disgrafía, de modo que podamos prevenirlo, y también tratarlo
tempranamente, a través de diversas estrategias y lineamientos que apoyen el
proceso de enseñanza-aprendizaje de todos nuestros estudiantes.

Por otro lado encontramos la Disortografía, este es un trastorno específico que


solamente incluye errores en la escritura, sin necesidad de que estos se den
también en la lectura como sería el caso de la dislexia. Según García Vidal (1989),
la disortografía es el conjunto de errores de la escritura que afectan a la palabra y
no a su trazado o su grafía. Así pues, al hablar de ella, se deja al margen la
problemática de tipo grafomotor.
Encontramos diversas causas, entre ellas:
-Causas de tipo perceptivo: En esta se encuentran deficiencias en la memoria visual
y auditiva (ocasionan problemas a la hora de discriminar los sonidos de los fonemas,
de retener el dato sonoro escuchado previamente para transcribirlo o en el recuerdo
de algunas peculiaridades ortográficas) y deficiencias a nivel espacio - temporal
(este tipo de percepción resulta importante para la correcta orientación espacial de
las letras, la discriminación de los grafemas con rasgos similares y para el adecuado
seguimiento de la secuenciación y ritmo de la cadena hablada).
-Causas de tipo intelectual: Déficit o inmadurez intelectual.
-Causas de tipo lingüístico y sociocultural: Se da por dificultades de articulación de
fonemas y el deficiente conocimiento y uso de vocabulario.
-Causas de tipo afectivo-emocional: Se da por bajo nivel de motivación.
-Causas de tipo pedagógico: Esta se da producto de un método de enseñanza
inadecuado, debido a técnicas perjudiciales, no ajustadas a las necesidades
diferenciales e individuales del estudiante, no respectando su propio ritmo de
aprendizaje.
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Una de las clasificaciones más acertada, es la establecida por Tsvetkove (1977) y
Luria (1980):

-Disortografía temporal: Muestra inhabilidad para la percepción clara y constante de


los aspectos fonémicos de la cadena hablada, con su correspondiente traducción
grafémica, y la ordenación y separación de sus elementos.
-Disortografía perceptivo- cinestésica: El déficit se centra en la inhabilidad para
analizar correctamente las sensaciones kinésicas que intervienen en la articulación.
Esta incapacidad impide al estudiante repetir con exactitud los sonidos escuchados,
surgiendo sustituciones por el punto y modo de articulación de los fonemas.
-Disortografía cinética: Se encuentra alterada la secuenciación fonemática del
discurso. Tal dificultad, para la ordenación y secuenciación de los elementos
gráficos, genera errores de unión - separación.
-Disortografía visoespacial: Consiste en una alteración en la percepción distintiva
de la imagen de los grafemas, o conjuntos de grafemas. Aparecen rotaciones o
inversiones estáticas (p/b, d/q), sustituciones de grafemas con formas parecidas
(m/n, o/a) y confusión de letras de doble grafía (b/v, g/j).
-Disortografía dinámica: Aparecen alteraciones en la expresión escrita de las ideas
y en la estructuración sintáctica de las oraciones.
-Disortografía semántica: Se haya alterado el análisis conceptual, necesario para el
establecimiento de los límites de las palabras, así como el uso de los elementos
diacríticos o signos ortográficos.
-Disortografía cultural: Esta radica en una grave dificultad para el aprendizaje de la
ortografía convencional o de reglas.

Se hace necesario emplear diversas estrategias con el fin de mejorar la ortografía


y desarrollar una conciencia ortográfica, es decir, el deseo de escribir
correctamente. A través de objetivos específicos como:

- Desarrollar la conciencia ortográfica y la autoexigencia en los escritos.


- Desarrollar la conciencia de las reglas ortográficas.
- Mejorar y aumentar el conocimiento de las reglas de ortografía.
- Aprender reglas ortográficas.
- Aumentar la memoria visual.
- Mejorar la percepción visoespacial.
- Desarrollar la discriminación auditiva.
- Aumentar el vocabulario.
- Aumentar la autoestima.
- Aumentar la motivación hacia la lectoescritura.
- Conocer y utilizar correctamente las reglas de puntuación.

Sabemos que el aprendizaje de la ortografía es de carácter continuo y evolutivo,


este requiere además de un aprendizaje arduo y preciso. Es por esto que se hace
necesario que como docentes implementemos estrategias adecuadas y
estimulantes que permitan a nuestros estudiantes alcanzar estos aprendizajes de
manera óptima. Además de detectar tempranamente ciertas dificultades en esta
área, con el fin de tratarlas y mejorarlas apropiadamente.

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