Sei sulla pagina 1di 2

Importante

 Se contrapone a los demás fallos


 La defensa no está por encima de la voluntad del imputado

Tribunal: Corte Suprema de Justicia de la Nación(CS)

Agrandar fuente Achicar fuente


Fecha: 19/09/1950
Partes: Mac Leod, Francisco J.
Publicado en: La Ley Online
HECHOS:

El Defensor Oficial dedujo apelación de la sentencia que condena al procesado a la pena


de quince años de prisión por el delito de homicidio y cuya ejecución confesó aquél
plena y legalmente, no obstante haber manifestado expresamente el condenado que
aceptaba la decisión. La Corte Suprema de Justicia de la Nación declaró mal concedido
el recurso interpuesto.
SUMARIOS:

1.

Cabe declarar mal concedido el recurso de apelación deducido por el defensor, si el


condenado manifestó de manera expresa su conformidad con la sentencia, pues, la
voluntad del defensor no puede prevalecer sobre la de su defendido, ya que su función
se limita al asesoramiento jurídico y asistencia letrada, y no reviste otro carácter ni
predomina sobre las decisiones expresas del defendido que puede defenderse ejerciendo
sus derechos por sí mismo.

2.

Carece de fundamento el recurso ordinario de apelación deducido por el defensor


oficial contra la sentencia de la Cámara que confirmó la de primera y con cuyo
pronunciamiento se halla plenamente conforme el condenado, pues, no causa agravio
alguno al aludido.

TEXTO COMPLETO:

Buenos Aires, 19 de setiembre, Año del Libertador General San Martín, 1950.

Considerando: Que el Sr. Defensor Oficial, por el procesado Francisco Juan Mac Leod,
ha deducido apelación de la sentencia de fs. 123 que condena a éste a la pena de quince
años de prisión, accesorias de ley y costas, por el delito de homicidio que perpetrara en
la persona de Paulino Crisóstomo Sayes, y cuya ejecución ha confesado plena y
legalmente este procesado.

Que la aludida sentencia ha confirmado la de fs. 109, de primera instancia, en todas sus
partes, conociendo dice "del recurso interpuesto en los autos n° M-35 caratulados Mac
Leod Francisco Juan s/homicidio a Sayes Paulino Crisóstomo". El recurso a que alude
sólo ha podido ser el deducido por el Sr. Agente Fiscal a fs. 112 vta., y no el del Sr.
Defensor, que si bien interpuso el suyo y le fué concedido a fs, 113 vta., aparece
otorgado indebidamente, ya que el condenado manifestó de manera expresa su
conformidad con la sentencia; y así sobre la voluntad de éste, que aceptaba la decisión,
que de esa manera quedaba ejecutoriada a su respecto, no pudo prevalecer la del
Defensor contrariando la de su defendido, más aún cuando ambos se hallan
identificados en único interés, el del procesado, y configurando una sola parte en el
juicio que, desde luego, no admite conductas dispares ni cabe atribuir a la Defensa el
derecho de regir la voluntad del imputado cuya capacidad civil, hasta el momento de
pasar en autoridad de cosa juzgada el pronunciamiento, no aparece dudosa, ni ha sido
materia de la declaración judicial pertinente cuando aquélla se pierde, ni mediado
designación de curador, por lo que la función del Defensor limitada al asesoramiento
jurídico y asistencia letrada no reviste otro carácter ni predomina sobre las decisiones
expresas del defendido que puede defenderse ejerciendo sus derechos por sí mismo.

Que por lo demás, no se ha invocado, en segunda instancia, agravio alguno contra la


sentencia de fs. 123, y la inexistencia de ellos aparece admitida a fs. 120, cuando luego
de acusada la rebeldía (fs. 117) por no haber comparecido la Defensa a mantener el
recurso, dentro del término del emplazamiento, la misma se expide, manifestando
expresamente que se abstiene de expresar agravios y añade "sin perjuicio del fallo que
en definitiva estime corresponder en virtud de la apelación deducida por el Sr. Defensor
en primera instancia a fs. 112 vta.", vale decir, sin invocar circunstancia alguna de
descargo o atenuación que la sentencia hubiera omitido, ni formular petición concreta y
distinta de lo decidido.

Que en estas condiciones, la apelación deducida a su vez por el Sr. Defensor Oficial de
2ª instancia, contra la sentencia de la Cámara que confirmó, como se ha dicho, la de
primera y con cuyo pronunciamiento se halla plenamente conforme el condenado,
carece de fundamento, por no causar agravio alguno al aludido.

Por ello se declara mal concedido el recurso interpuesto a fs. 124 vta. — Rodolfo G.
Valenzuela. — Tomás D. Casares. — Felipe Santiago Pérez. — Atilio Pessagno.

Potrebbero piacerti anche