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TRABAJO GRUPAL

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

Departamento de Ciencias de la Salud

Grado en Psicología

Asignatura:
Terapias Psicológicas

Título

Hipnosis

Autores:

Almada Nicolás, Zurita Aguilar Carisa, Pérez Decelis Esther Raquel.

Murcia, España a 31 de enero de 2018


Historia:

La hipnosis ha estado presente durante diferentes generaciones y culturas,


desde los métodos que utilizaban los antiguos Egipcios que es representado y
deducido del papiro de Ebers, hasta el presente y mayor representante de la
hipnosis que hoy día es Milton H. Erickson.
Algunas de las formas de aplicación más antiguas de la hipnosis, aunque no
reconocida como tal en esos tiempos, es la que los Griegos utilizaban en los
antiguos templos del sueño, este método consistía básicamente en primer lugar
en agotamiento físico de los enfermos para después ingresarlos en
templos donde a través de largos pasillos para llegar al interior y durante el
trayecto oían el sonido del agua que corría por los canales del templo, esto
simulaba a lo que actualmente se le conoce como “ondas alpha” o el uso de
música para la relajación. Finalmente, después de estas y otras sugestiones no
documentadas oficialmente se podría lograr el resultado más parecido a lo que
se asemeja a la moderna psicoterapia.

Hasta llegar a los tiempos más modernos, especialmente en la obra de Fran


Antón Mesmer, James Braid, Charcot, Liebault, Bernheim, hasta llegar a
Sigmund Freud, sin olvidar a Janet o Carl Gustav Jung y al Premio Nóbel de
Medicina Santiago Ramón y Cajal, resaltando las magistrales enseñanzas
hipnóticas de William Kroger, y así llegamos hasta el más prestigioso
hipnoterapeuta de la historia más reciente; el doctor Milton Erickson.

Por mencionar algunas de los métodos utilizados por estos teóricos, mismos que
se han pulido con el paso del tiempo hasta llegar a la técnica de la hipnosis
(actuales) tenemos las aportaciones de Mesmer con quien, de acuerdo a la
cronología empieza la historia de la hipnosis en Europa, en Francia en el siglo
XVIII.

Mesmer fue un médico vienés que realizó su tesis doctoral donde exponía la
influencia de los planetas en la psiquis y el cuerpo humano (Planetarum influxu,
1766; citado en Martinez-Taboas A., 1998)
En el sustento teórico de Mesmer mencionaba que los seres humanos estamos
constituidos como un magneto y por lo tanto, la influencia del “gas magnético”
invisible que emiten los planetas podría afectar negativamente al cuerpo humano
en caso de existir una desincronización o mala distribución de dichos fluidos.

Mesmer documentó casos de éxito con su técnica de intervención magnética en


casos difíciles de ceguera, afonía, problemas pulmonares, entre otros; donde
otros médicos tradicionales habían fallado él obtenía resultados positivos. Esta
idea en esa época no era tan absurda ya que en el siglo XVIII científicos e
intelectuales como Paracelso, Von Hartman, Mead y otros, como también otros
aspectos intelectuales, que prevalecían en la época de Mesmer. (Podmore.1909;
citado en Martinez-Taboas A., 1998).

Por otro lado y por mencionar a algunos de los representantes más conocidos
en el tema de la hipnosis tenemos a S.Freud y a su teoría inicial sobre la hipnosis
que consistió en someter a sus pacientes a un estado de trance sobrevenido al
provocar una excitación intensa de los sentidos para curar ciertas enfermedades
que disociaba, dividían, desarmonizaban y trastornaban la mente, se trataba de
la histeria (tipo de neurosis que preocupaba a también al fisiólogo alemán Breuer,
con quien Freud colaboró). En muchos casos, mediante la aplicación de la
hipnosis, se consiguió trocar en catarsis ese trastorno y devolver el equilibrio de
la mente. Siendo la histeria un tipo de conducta mediante el cual las personas
exageran sus sentimientos. Se excitan sin motivo y reaccionan de manera
desproporcionada ante los hechos de la vida cotidiana. Su voluntad queda
anulada e incapacitada para evitar reacciones sin regulación ni medida
produciendo en los pacientes convulsiones, parálisis, inestabilidad emocional,
disociación de la personalidad, fingimiento de los síntomas de alguna
enfermedad.
Freud, define a la histeria como un estado patológico en que el síntoma, el afecto,
se traslada al cuerpo, al que le da el nombre de conversión.
Después de una sesión de hipnosis, la persona hipnotizada no recordaba nada
de lo que hizo durante el tiempo que permaneció en ese estado provisional de
semisueño o sueño profundo y ello porque, según diversas teorías psicológicas,
las sesiones de hipnosis persiguen que la persona hipnotizada se someta a la
voluntad del hipnotizador; en ellas se pretende la sumisión y el abandono de la
voluntad de la persona, dejándola en manos del hipnotizador. Cuando la persona
cae en una especie de semisueño sobrevendrá el trance, la fase de la hipnosis
profunda. La persona responderá con sinceridad a las preguntas que se le
hagan, obedecerá a las órdenes que reciba del hipnotizador, llevándolas a cabo
como si fuera un autómata, no siendo consciente de lo que hace. Por este motivo
Freud abandona la hipnosis y utiliza otras técnicas para el tratamiento a sus
pacientes.

Actualmente el personaje más influyente sobre este tema es Milton H. Erickson


que ha propuesto y demostrado que la hipnosis es un estado de focalización de
la atención consciente con una disociación momentánea que permite acceder a
habilidades inconscientes, aunque éstas sean consideradas habitualmente
inaccesibles.

Actualmente se conoce a la hipnosis como un estado agradable durante el cual


quedan en suspenso las dudas y los temores, es de una gran relajación corporal
y muscular favoreciendo un pensamiento activo y creativo a la vez que permite,
como ha sido demostrado con estudios científicos, el acceso habitualmente
relegado al parasimpático y al inconsciente.

Descripción

La hipnosis es un procedimiento en el que una persona denominada


“hipnotizador” sugiere cambios en las sensaciones, percepciones, sentimientos,
pensamientos y/o acciones en una persona denominada “sujeto” o “participante”
(Kilshtrom, 1985; Kirsch, 1994).
Esta pretende centrar la atención o llevar a concentrarse sobre algo en particular,
reduciendo al máximo la generación de “ruido” por otros agentes externos o
internos, con el fin de poder describir situaciones o recuerdos que puedan
promover un entendimiento sobre eventos que fueron disociados o excluidos de
la conciencia y que afectan al individuo o se manifiestan de una forma poco
deseable para él. (González-Ramírez et al 2017)
Estos autores también describen que sus usos se han limitado al control y
manejo del dolor, del insomnio de difícil manejo por otras técnicas y de los
trastornos conversivos de diversa índole (por ejemplo, ceguera y parálisis
histéricas); así mismo, es coadyuvante en el tratamiento para dejar el cigarrillo y
controlar el peso y en algunas entidades o síntomas gastrointestinales,
neurológicos, dermatológicos, osteomusculares
De acuerdo con Restrepo (2008), la eficacia de la técnica depende de:
a) La susceptibilidad hipnótica del sujeto, que guarda relación con su habilidad
discociativa e imaginativa.
b) La motivación del individuo para este tipo de procedimiento.
c) La relación de confianza que se establezca con el terapeuta hipnotizador.
d) Las creencias erróneas y mitos sobre las potencialidades de la hipnosis
transmitidos por los medios de comunicación y los propios terapeutas
(especialmente los que se hacen llamar hipnoterapeutas) suelen ser, en última
instancia, los responsables de los riesgos de la hipnosis. (Capafons, 2005) Por
lo tanto, una forma de ayudar a prevenir tales riesgos es proporcionar una
información rigurosa y veraz al cliente al que se pretende hipnotizar o que solicita
la hipnosis.

Tampoco existe evidencia alguna que permita afirmar que la hipnosis per se
pueda determinar o potenciar patología psicológica (Wagstaff, 2000). En todo
caso, existe cierta evidencia que indicaría todo lo contrario (Faw, Sellers, &
Wilcox, 1968), incluso evidencia acerca de las potencialidades beneficiosas para
trata a esquizofrénicos paranoides (Gafner & Young, 1998), trastorno para el que
se piensa que la hipnosis es contraproducente. Tal como indica Wagstaff (2000)
eso no quiere decir que malos terapeutas y aún peores hipnotizadores no puedan
resultar nocivos para la salud de las personas que los sufren. (Citado en
Capafons, 2005).

Sugestión/Sugerencia.

Kirsch (1999) define a la sugestión como la influencia que indica que un individuo
experimentará una respuesta particular. Se diferencia de una instrucción u orden
en que la respuesta ocurre de manera no intencionada. Por ejemplo, "levanten
la mano" es una instrucción, mientras que "su mano está cada vez más ligera y
comienza a elevarse" es una sugerencia. El primero pide un acto intencional; la
segunda para una respuesta no deliberada.

Otro ejemplo que pone el autor es: cuando el director de escena que le dice a un
actor que llore está dando una instrucción. El médico que dice "llorar es un efecto
secundario de este medicamento" y el hipnotizador, "estás comenzando a llorar"
(sugerencia). Es importante señalar que si algún estímulo verbal o no verbal es
una sugerencia no depende de la respuesta del sujeto. Las sugerencias son
sugerencias, incluso cuando los sujetos no responden a ellos.
Hay un error, sin embargo, que la mayoría de los hipnotizadores clínicos
continúan haciendo, y ése es el uso continuado del concepto y de la terminología
alterados del estado. La idea de entrar en un trance asusta a muchos clientes y
les impide experimentar efectos hipnóticos. En cambio, desacreditar el mito del
estado alterado y presentar la hipnosis desde una perspectiva conductual realza
la respuesta posterior.

Falsos recuerdos:

En 1992 en surge Estados Unidos la Fundación del Síndrome de Falsas


Memorias con el objetivo de hacer frente a lo que entienden como una epidemia
de falsas memorias recobradas de las que culpabilizan, en muchos casos, a los
terapeutas.

El marco teórico que trata de elaborar la Fundación se apoya en varios supuestos


a través de los que se intentan posar los signos de interrogación sobre la
credibilidad y exactitud de estos recuerdos reprimidos y recuperados años
después. Se preguntan qué mecanismos confluyen para que un episodio de
abuso sexual repetido y extendido durante los años pueda llegar a caer en un
proceso de amnesia. Es decir, aunque un solo suceso pueda ser reprimido
cuando se tiene cinco años, ¿cómo se explica, por ejemplo, que otro que se haya
sufrido a los ocho años vuelva a caer en el inconsciente? Cuestionan además
las razones por las que se entiende que el recuerdo reprimido no está sujeto a
la degradación del recuerdo normal. Sin embargo, los científicos contrarios a la
veracidad de este síndrome sostienen la existencia de estudios que dan
veracidad a estos recuerdos retrospectivos. (Hernandez, 2013).

Otros estudios muy interesantes han demostrado con claridad que en hipnosis
es relativamente sencillo crear recuerdos falsos sobre eventos autobiográficos
(verbigracia, recuerdos de eventos que ocurrieron en el pasado de la persona).

En un trabajo reciente, Malinowsky y Lynn (1999) pidieron a los participantes


que recordaran elementos de su primer y segundo cumpleaños. Al comienzo
nadie pudo recordar nada sobre ellos. La carencia de recuerdo sobre esos
eventos que sucedieron tan tempranamente en la vida de las personas no genera
sorpresa. Se debe a un fenómeno muy bien conocido denominado amnesia
infantil, en virtud de la cual es altamente improbable que una persona sea capaz
de recordar cualquier evento que haya sucedido antes de los dos años o dos
años y medio (Usher & Neisser, 1993). Posteriormente, se solicitó a los
participantes que cerraran los ojos y trataran de recordar algo de cualquiera de
los dos cumpleaños. Se les dio la sugestión de que el mero hecho de pensar
ayuda a recordar. En esta condición, el 50% de los participantes,
aproximadamente, recordó algo sobre su segundo cumpleaños, mientras que
nadie recordó nada sobre su primer cumpleaños. Sin embargo, el resultado
interesante de este estudio es que tras haber sido hipnotizados el porcentaje de
participantes que “recordaron” su segundo cumpleaños ascendió hasta
aproximadamente el 80%, y que un menor pero fiable porcentaje (35%) fue
capaz de recordar elementos de su primer cumpleaños. Estos nuevos recuerdos
sobre los dos cumpleaños no pueden ser recuerdos auténticos, porque la
amnesia infantil se produce por la inmadurez inicial del sistema nervioso central
del ser humano. Esta condición hace imposible codificar los recuerdos en un
formato al que posteriormente se pueda acceder como un recuerdo de adulto
accesible y completo. Los nuevos recuerdos son únicamente construcciones,
confabulaciones, o recuerdos falsos que han sido creados debido a la creencia
que bajo hipnosis es más fácil desenterrar recuerdos antiguos e inaccesibles.
(Citado en Capafons, 2005).
Por lo anterior, de acuerdo con McConkey & Sheehan, (1995) se hace pertinente
enlistar algunos datos a tomar en cuenta si se utiliza la hipnosis en ámbitos
forenses.
a) Grabar la sesión con consentimiento escrito.
b) Hacer una evaluación previa del recuerdo del cliente sin hipnosis, narrando
sin más los sucesos.
c) Aplicar técnicas no hipnóticas para el incremento del recuerdo (ejemplo:
recuerdo repetido).
d) Explicitar las creencias del cliente sobre la hipnosis y sus efectos en la
memoria. e) Indicar al cliente que la hipnosis puede, o no, ayudar a la memoria.
f) Evaluar la sugestionabilidad hipnótica.
g) Evaluar bajo hipnosis el recuerdo con narración libre, con y sin sugestiones
de incremento de la memoria o regresión de edad.
h) Preguntar por detalles específicos sin preguntas tendenciosas, explicando que
es válido decir que no se sabe, no se recuerda, o que no se entiende la pregunta.
i) Permitir a la persona que comente lo que quiera.
j) Permitir a la persona que comente lo que desee sobre sus recuerdos fuera de
hipnosis.
k) Establecer cuál es el impacto que percibe la persona de la hipnosis sobre la
memoria.

Eficacia demostrada científicamente

Variadas revisiones bibliográficas sobre la eficacia de la hipnosis indican que la


hipnosis es un coadyuvante a intervenciones aplicadas en la búsqueda de
manejar y mejorar variados problemas psicológicos y médicos, como también la
calidad de vida. (Mendoza et al., 2009)

Si bien se pueden encontrar estudios donde la hipnosis es utilizada como


instrumento único y como coadyuvante a otras intervenciones, haciendo un
meta-análisis Flammer y Bongartz (2003) han mostrado que la hipnosis utilizada
como única intervención presenta una eficacia media para el tratamiento de los
trastornos psicológicos recogidos en la CIE-10 y una baja eficacia para el uso de
la hipnosis para el apoyo de procedimientos médicos. Lo cual indica que la
evidencia empírica más prometedora de la eficacia de la hipnosis se encuentra,
generalmente cuando se utiliza como un coadyuvante a las intervenciones
médicas y psicológicas. (Mendoza et al., 2009) Por desgracia, pocos estudios
cumplen los criterios metodológicos rigurosos para evaluar el estatus de la
hipnosis como un tratamiento coadyuvante eficaz, sin embargo, generalmente
parece aumentar notoriamente la eficiencia de los procedimientos a los que se
añade (Lynn & Green, 2000; Schoenberger, 2000).

Los procedimientos hipnóticos, entonces, son considerados eficaces en el


manejo del dolor, la ansiedad y elementos emocionales del asma. Por otro lado
son probablemente eficaces en el tratamiento como coadyuvante de la
depresión, tratamiento por consumo de tabaco, ciertos trastornos del sueño, en
la reducción de peso, en el proceso de preparación para cirugías y enuresis en
niños (Mendoza et al., 2009).

Sin duda el terreno más explorado y donde se ha encontrado mejor evidencia de


la eficacia de la hipnosis en el dolor. La hipnosis, en este caso llamada
hipnoanalgesia, ha demostrado de forma consistente reducir, en algunos casos
hasta eliminar, el dolor inducido de forma experimental tanto como el dolor clínico
(Montgomery et al., 2000; Montgomery et al.,2002). Se realizó un meta-análisis
centrándose en el uso de la hipnosis para el control del dolor y se encontró una
media de un 75% de pacientes que se beneficiaron respecto a los controles
(Montgomery et al., 2000). Pese a la solidez que presenta la evidencia del control
del dolor mediante hipnosis en contextos agudos como el dolor que sigue a la
cirugía (Montgomery et al., 2002), crece cada vez más la evidencia de que la
hipnosis es eficaz también para el manejo del dolor crónico (Patterson et al.,
2003).

Por último, Montgomery y colaboradores (2005) explican que la hipnosis en el


manejo del dolor también ha demostrado que es un componente de tratamiento
eficaz, en el ámbito físico, para problemas como náuseas en pacientes de cáncer
tratados con quimioterapia y en pacientes obesos, y en el ámbito psicológico,
como se ha mencionado anteriormente, en problemas como ansiedad, malestar
y depresión.
Referencias:

Capafons, Antonio, Mazzoni, Giuliana, ¿Es lo peligroso de la hipnosis el hipnoterapeuta?:


hipnosis y falsos recuerdos. Papeles del Psicólogo [en linea] 2005, 25

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