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Cuando colapsan regímenes autoritarios se suele descubrir la

envergadura de la corrupción que alentaron y de la que se


sostenían. Uno de los casos más espectaculares es Ucrania.

Cuando se fugó el presidente Viktor Yanukovich ante protestas


masivas que culminaron en la llamada Revolución de la Dignidad
hace tres años, los ucranianos pudieron confirmar con sus propios
ojos qué tan corroído era el sistema. Lo que encontraron les
indignó tanto que erigieron un museo de la corrupción, símbolo
de lo que la nueva democracia debería evitar.

El museo de la corrupción que visité estos días en las afueras de


Kiev es, en realidad, lo que fuera la residencia privada y
absolutamente decadente que Yanukovich dejó apresuradamente
atrás. La propiedad es inmensa y de película. Tiene canchas de
tenis, un campo de golf, bowling, un zoológico, una clínica, un
laboratorio, un centro deportivo, un spa, un club de yates, un
garaje para su colección de 41 automóviles clásicos, un lago,
jardines y bosques. La misma mansión es muy lujosa para
describir brevemente en detalle. Para dar solo dos datos, cuenta
con un candelabro de oro y cristal que costó un millón de dólares,
y un sistema extenso que purifica el aire.

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Mantener la residencia costaba cerca de US$60 millones al año y
requería de un personal de entre 800 a 1.000 personas. Estiman el
valor de la propiedad en más de mil millones de dólares. Así vivió
el presidente.

Los ciudadanos que tomaron la residencia en plena revolución


siguen en control de ella y manejan el museo, que han abierto al
público. Se rehúsan a entregar el local al gobierno democrático,
pues temen que los políticos ahora en poder robarán los bienes o
se apropiarán de la residencia para servir sus propios intereses.
¿Cómo es que Ucrania se hundió en la corrupción sistematizada
a gran escala y que su democracia es una en que la gente sigue
teniendo baja confianza?

A diferencia de los países de Europa central que reformaron sus


economías exitosamente luego de la caída del Muro de Berlín,
Ucrania avanzó muy poco. Abandonó el socialismo, pero mantuvo
una economía altamente controlada y reprimida por el Estado. En
el índice de libertad económica del Fraser Institute, ocupa la
posición 135 de 159 países. Todavía existen más de 10.000
empresas estatales, por ejemplo. Y a menor libertad económica
suele haber mayor corrupción, pues la intervención estatal abre
las puertas a las coimas y al manejo ilegal de recursos oficiales.

Desde que cayó Yanukovich, el grado de libertad económica ha


aumentado poco. El analista Vladimir Fedoryn se refiere al
“Estado mafioso” de Ucrania por la manera arbitraria y criminal
en que se siguen manejando los agentes y los fondos del Estado.
Todo esto, por supuesto, tiene un impacto negativo sobre el
desarrollo. En 1990, Ucrania y Polonia gozaron del mismo nivel de
ingreso per cápita. Hoy el ingreso de Polonia es más de tres veces
el de Ucrania.

El Gobierno Ucraniano ha iniciado programas para combatir


la corrupción, pero ahora se teme que se usarán para perseguir
enemigos políticos. En todo caso, la corrupción no es la causa
del subdesarrollo y rara vez se reduce de manera significativa con
programas para combatirla. Lo que el museo y su manejo actual
ponen a la muestra es que, sin mayor reforma económica, los
ucranianos no lograrán ni el crecimiento ni la reducción
de corrupción que buscan.

Policías, jueces, alcaldes, gobernadores e, incluso, presidentes de la


República han sido incluidos en la larga lista de funcionarios que han
caído en actos de corrupción en los últimos años en el país. Es por ello
que, según la décima encuesta nacional de Proética, el 71% de peruanos
cree que la corrupción aumentó en los últimos 5 años.

Aunque la cifra es menor que la registrada en el 2015 (78%), la


percepción sobre la corrupción aún es alta. Un 24% de los entrevistados
considera que el nivel de corrupción sigue igual que en los últimos 5
años, mientras que solo un 4% cree que ha disminuido.
Proética

El ex presidente Ollanta Humala está cumpliendo 18 meses de prisión


preventiva acusado de lavado de activos, decisión que lo convirtió en el
primer ex gobernante de América Latina bajo arresto por su relación con
los casos de corrupción de la brasileña Odebrecht.

Otro ex mandatario acusado por delitos de corrupción es Alejandro


Toledo quien está prófugo tras haber sido acusado de recibir US$20
millones en coimas de la constructora brasilera Odebrecht, entre el 2006
y el 2010.
Los gobernadores regionales no se quedan atrás. Hace menos de una
semana, el ex gobernador de Pasco, Kléver Meléndez Gamarra, fue
condenado a 15 años y 8 meses de cárcel por los delitos de colusión
agravada y cohecho pasivo por favorecer con una licitación a un
consorcio.

Solo hasta abril de este año, se contabilizaban a nueve gobernadores


regionales que han sido procesados en los últimos años, la mayoría de
ellos por corrupción.

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Pesimismo

La encuesta también reveló que solo un 12% de los entrevistados confía


en que la corrupción disminuirá en los próximos 5 años.

Un 49% cree que los casos de corrupción aumentarán y un 35% dice


que se mantendrá igual.

Esto refleja un aumento de desconfianza en comparación con lo


registrado en el 2012 (34%).
Proética

El mayor problema

En tanto, la mayoría de peruanos encuestados (62%) cree que el


principal problema que enfrenta el Estado es la corrupción de autoridades
y funcionarios. La cifra más alta obtenida en los últimos años.

Un 15% de los entrevistados perciben como segundo problema del


Estado la ineficiencia de funcionarios y autoridades. Otro grupo, cree que
la falta de coordinación entre instituciones (9%) y la escasez de recursos
económicos (7%) también son dificultades que debe enfrentar el Estado.

INTRODUCCION
Las causas u orígenes de la corrupción en la administración de justicia no sólo de nuestro país, sino
de cualquier país en el mundo, son tan complejas como lo es la propias naturaleza humana. Se ha
demostrado que el ser humano alcanza niveles de desarrollo evolutivo o involutivo como
consecuencia de largos procesos de aprendizaje y este aprendizaje es el resultado de la capacidad de
imitación que tiene el hombre como ente social.
Algunos autores afirman que el individuo tiende a imitar a sujetos que socialmente se encuentra colocado en
una categoría inmediatamente superior, por ejemplo: los niños imitan a sus padres cuando éstos
por proceso sico-sociales dejan de constituir un modelo a imitar, y ya en la proximidad de la adolescencia el
joven muestra una alta propensión a tomar como modelo de conducta al maestro, si éste es poseedor de
atributos; otras veces su modelo de conducta lo será el joven de mayor de edad y que por lo general
constituye el núcleo de una pandilla, en fin esta cadena de imitación va formando al joven que en el futuro
será la copia fiel de lo que haya visto y aprendido durante su niñez y adolescencia.
Es evidente que en la actualidad estamos cara a cara con lo que algunos sociólogos y juristas, han llamado el
proceso de inversión de valores; en la sociedad peruana y otros que cuestionan respecto a si real y
efectivamente nuestra sociedad tenía esos valores.
Solo con la participación del Estado (y sus Ministerios) con la Sociedad Civil podrán solucionar todos
los problemas de la Administración de Justicia. No es posible que el Estado solo pueda Hacerlo, y no es
posible que la Sociedad Civil sola pueda hacerlo. Una fuerte presión del pueblo o sociedad civil organizada
hizo posible la creación de la Comisión de la Verdad, (CVR) así como la Comisión Ceriajus, una fuerte presión
realizara la aplicación y cumplimiento de ambas comisiones. La necesidad de la Reforma del Estado, se
plasma en la Reforma Educativa, La Reforma Judicial, La Reforma Policial, La Reforma Tributaria, y demás
Reformas Necesarias. No es posible. Realizar reformas parciales, la Reforma es Integral, involucra a todas
las instituciones del Estado
ANTECEDENTES HISTORICOS
La corrupción en el Perú y países latinoamericanos aparece con la invasión y conquista española, (1532) en
donde la clase política dominante y gobernante es corrupta, dejándonos caudillistas, jefes, cúpulas militares,
cúpulas religiosas y no Líderes honestos, patriotas, capaces. La sociedad peruana tiene raíces pasadistas y
es cultivadora del pasado, lo cual es muy honroso, pero existe muy poca valoración del futuro. Convirtiéndose
en depredadores del futuro (Harina de Pescado, el Guano, etc.)
El poder reside y emana del pueblo, ante la falta de una adecuada educación cívica patriótica, filosófica,
ideológica, ética moral, etc. renovación de la sociedad apoyada en valores éticos, en principios como el de
la democracia del pueblo, como la defensa de los derechos humanos, como el valor del medio
ambiente Genera la ausencia de ciudadanos capaces de sentirse sujeto de derechos y de obligaciones, de
actuar, exigir y de cumplir como tal, actuando con indiferencia ante el autoritarismo, ante esto se aprovechan
la Clase política que ve al Estado como fuente de riqueza, clase política que ante la oportunidad de realizar la
Reforma Constitucional, clama por la Asamblea Constituyente, como si los nuevos congresistas serian los
sabios idóneos para tal finalidad.
Donde es notorio que se apegan a su Ley, y no a la Justicia. Su ley de hierro de la oligarquía partidaria:
quienes están en el poder van a tratarse de mantenerse en el, arbitrando todo tipo trabas para impedir la
renovación. Que no forman dirigentes o lideres, no forman cuadros, ni organizan al pueblo .No tienen
vinculación con el pueblo. Recordemos el desborde popular en la marcha de los 4 suyos. Con participación
del sector sindical, empresarial y político
CONCEPTO SOBRE LA Corrupción
Corromper significa dañar, alterar, echar a perder, viciar, pervertir. Cambiar el propósito originario de una
cosa, que deviene en algo negativamente considerado por la moral social. Siguiendo ese sentido la definición
actual, generalizada entre los expertos en la materia, la corrupción es el uso de la posición y el poder públicos
para fines ilegítimos, inmorales, ilegales o diferentes a lo formalmente establecido.
Creemos que para una más exacta definición, se debe tener en cuenta, un sentido laxo de lo que corresponde
a lo público. Pues lo público no necesariamente es un ministerio de gobierno de una nación que debe decidir
el destino de los fondos encomendados por su pueblo. Público también es la dirección de un gremio o
un sindicato, o el accionar de una empresa de servicios públicos, aunque sea una empresa privada.
Es decir, todas aquellas funciones y estructuras que tienen que ver con lo público y la política. Esto es, el bien
común, la cosa pública, si no de "todos", por lo menos de "los muchos".
No hay que olvidar tampoco que la mayoría de las veces en un hecho de corrupción están involucradas
personas que no pertenecen al mundo de lo público, sino al mundo privado. Como es la tipología clásica del
"cohecho". En cuyo caso esos privados serían corruptores y por lo tanto también susceptibles de derecho
penal.
Muchas veces hemos escuchado decir en nuestro país Perú, que el problema de nuestro país es la corrupción
y que ésta ha invadido al Estado. De esta forma, sostienen, se ha conformado un Estado perverso, manejado
por una clase política también perversa cuyo objetivo es llenarse los bolsillos y estafar a la sociedad.
Sostenemos aquí en cambio, que estas proposiciones nos dejan una imagen distorsionada de la realidad. Una
imagen en la que nuestra sociedad, ingenua y pasiva, se encuentra condenada al fracaso debido al mal
manejo que de ella hacen un grupo "los políticos" y a una institución "el Estado".
Como parásitos que viven y manipulan a nuestra sociedad, esta "clase" política no ha sabido llevar a la
sociedad al puerto que merece.
De esta manera, con una visión muy conveniente a una sociedad que se victimiza a sí misma, que quiere
transferir su culpa, se soluciona el difícil problema que significa comprender la complejidad de la situación
argentina en todas sus dimensiones.
Permitiéndonos, por otro lado, volver a la cómoda y calmada resignación de nuestros asuntos privados.
Sostenemos aquí que la causa de la corrupción que reina en nuestro sistema no debe buscarse solo en el
Estado, sino en la sociedad.
A pesar de las visiones más hegelianas (Hegel, 1975), el Estado no nace de la nada, de una idea o en forma
descendente, sino que se desprende necesariamente de una sociedad. El Estado es una continuación y un
componente de todo el sistema social. Y si el Estado baila al ritmo que la sociedad le marca, lo que se impute
a éste, tendrá que hacerse cargo aquélla.
Palabras Clave: corrupción – anti corrupción – ética publica -gobernabilidad democrática - soborno –
enriquecimiento ilícito – transparencia – administración publica – burocracia – políticos – política - estado.
La corrupción Y SU PROCEDIMIENTO EN NUESTRA SOCIEDAD
Las consecuencias de que existan sistemas que hagan posible la corrupción generalizada en
la administración pública, las pagan las mayorías de nuestros pueblos, los de siempre, los más pobres, los
olvidados, y es claro que nadie contribuye a beneficiarlos, a mejorar sus niveles de vida, lo que justificaría
todo este afán, todo este empeño, todo este esfuerzo, por combatir eficazmente la corrupción administrativa
en nuestros sistemas de gobierno, ello sin desmedro de otras consecuencias del problema, las cuales se
reflejan en otros ámbitos, como el político, y tienen una gravedad insospechada por cuanto restan credibilidad
a nuestros sistemas políticos.
Según el autor, las consecuencias de la corrupción en la administración pública pueden ser tanto positivas
como negativas, veamos:
a) Consecuencias Positivas: éstas se refieren a la forma en que las altas esfera sociales hacen permisible la
corrupción con los argumentos siguiente:
1.- Que desde el punto de vista administrativo la esperanza de una suma extra, otorgada por los interesados
en el rápido despacho de un expediente, impulsa al empleado público a trabajar con ahínco, diligencia y
prontitud simplificando trámites, minimizando las regulaciones e incluso dedicándole horas extraordinarias
al trabajo.
2.- Que las partidas de dinero envueltas en el soborno son una especie de sobresueldo a favor
de servidores del Estado injustamente pagados.
3.- Que ese sobresueldo informal favorece la actividad económica de conformidad con el principio de las
demandas inducidas.
4.- Que desde ese punto de vista de la libre empresa el acto corrupto constituye un ahorro que le
aporta capital a inversionistas potenciales.
5.- Que enriquecimiento al vapor, aunque ilícito, es un modo de penetrar y ampliar, en los países en procesos
de desarrollo, el círculo estrecho que encierra a la rancia oligarquía, activando en consecuencia la movilidad
social.
b) Consecuencias Negativas: en éstas se considera a la corrupción como perniciosa y elemento
desintegrante de la sociedad, la corrupción administrativa pone en peligro la seguridad ciudadana y atenta
contra la salud de la nación y naturalmente afecta a la propia seguridad nacional.
Cuando a las manos de ciudadano sin responsabilidades públicas, llega un expediente de una denuncia de
corrupción en la que una cantidad de canales de riego no fueron construidos pero fueron pagados a los
supuestos constructores, en realidad está sucediendo no sólo que se violó la ley ni que el Estado perdió un
cantidad más o menos importantes de recursos sino, sobre todo, que una cantidad importante de hombres y
mujeres de nuestros campos se han quedado esperando esas obras para cultivar y cosechar sus pequeños
sembradíos y con su producto prorrogar pobremente sus pobres vidas y las de sus familias.
LA INVESTIGACION CRIMINAL
El fenómeno de la corrupción o enriquecimiento ilícito en la administración pública peruana ha alcanzado
dimensiones desproporcionadas producto de una voluntad política permisiva ante la depredación del erario
público y la ineficacia de nuestra legislación para sancionar a los funcionarios que en el ejercicio de sus
funciones se enriquecen ilícitamente.
Son muy escasos los funcionarios que ejercen un cargo público y al término del mismo no sean ya millonarios,
creando de esta forma un negativo precedente para las futuras generaciones, y socavando la moral de todo
un pueblo que flaquea en la consistencia necesaria para mantener la lucha contra la corrupción.
Para Robert Klitgaard la corrupción ha sido a veces atribuida a la continuación del sistema de patronazgo
explotador existente en las sociedades tradicionales.
Se ha observado con frecuencia, "escribió el cuentista político y africanista John Waterbury", que la
búsqueda de protección respecto a la naturaleza, a la violencia y a las exacciones de gobiernos arbitrarios y
depredatario era un tema constante en la vida social de las llamadas sociedades tradicionales. "En los
gobiernos corruptos que pueden encontrarse hoy en muchos países, "los pobres del tercer mundo pueden
haber intercambiado una forma de vulnerabilidad por otra."
Por varias razones de tipo cultural e histórico, entonces las sociedades difieren en sus tradiciones,
costumbres, normas de conducta.
Estas diferencias, a su vez, pueden dar cuentas de los diferentes grados y tipos de corrupción que se
encuentran a través de los países.
Veamos ahora qué pasa con la corrupción en nuestras democracias latinoamericanas. Un factor crucial para
entender nuestros regímenes de gobierno es que éstos no son una construcción sui generis sino un
transplante, en donde el órgano ha generado particulares formas de adaptación al cuerpo social.
Esta forma de gobierno, que podemos llamar democracia moderna o poliarquía y ha tenido su orígen en el
cuadrante noroccidental del planeta, ha cobrado en nuestros países una forma muy distinta que creemos
merecedora de un análisis específico (que ya ha comenzado) por parte de la Ciencia Política.
La única institución comparable con las democracias del primer mundo son las elecciones. El resto de las
instituciones democráticas como los tribunales, la separación de poderes, los pesos y contrapesos, el
electorado ilustrado, la libertad de expresión e información, la existencia de información alternativa, el
sometimiento pleno del poder militar sobre el civil, la igualdad real de oportunidades, la igualdad ante la ley,
etc. están ausentes o sumamente deterioradas.
Existen dos tipos de instituciones, las formales y las informales. En nuestras democracias la brecha entre
estas instituciones formales que guían la conducta y la conducta real de los individuos es demasiado grande.
Estas prácticas informales, separadas de lo que en realidad debería ser, van progresivamente dejando de ser
prácticas aisladas, desviaciones ínfimas a la regla, para transformarse poco a poco en instituciones informales
de uso cada vez más generalizado.
ANALISIS SOBRE LA CORRUPCION A NIVEL NACIONAL
Es un fenómeno extendido y común en nuestro país debido a la ausencia de mecanismos de control interno
adecuados, por el sometimiento al poder político que históricamente ha existido en la institución así como por
la ausencia de mecanismos de control ciudadano de los funcionarios judiciales. Por ello, se realizó un análisis
aproximativo de la corrupción en el Poder Judicial en la perspectiva de los factores antes señalados.
El Perú es quizá uno de los países que mejor ilustra, durante la década de los noventa, el
indicado movimiento sucesivo de apertura y clausura en el ámbito jurisdiccional, de esperanza de cambio y
realidad retardataria en el terreno de las estructuras judiciales. La perversión y frustración del proceso de
«reforma judicial» desarrollado bajo el régimen fujimorista precisamente evidencia, de manera harto
dramática, dicho movimiento pendular: la reforma, que pudo al inicio haber despertado entusiasmo y
adhesiones, no fue en esencia otra cosa, como a la postre se hizo patente, que un instrumento de
sometimiento de la magistratura a los designios de una camarilla corrupta y ávida de perpetuarse, por vía
autoritaria y fraudulenta, en el poder del Estado.
Desde luego, no es que la corrupción judicial surgiera con el régimen fujimorista. El mal preexistía e inclusive,
en diversos momentos de las décadas precedentes, algunos estudiosos llamaron la atención sobre su
presencia y aun sobre la amenaza que representaba, para el sistema de justicia como un todo, su eventual
extensión incontrolada. Sin embargo, las dimensiones alcanzadas y las formas bajo las que se presentó en los
años noventa, son tales que aún siguen llenando a la ciudadanía de estupor e indignación.
Vinculada estrechamente al ejercicio del poder, la corrupción parece ser una presencia constante en
la historia de la humanidad. Lord Acton, católico liberal y catedrático de la universidad de Cambridge, acuñó
a fines del siglo XIX una fórmula que se ha hecho célebre: en una carta dirigida al obispo Mandel Creighton,
fechado el 3 de abril de 1887, sostuvo que «el poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe
absolutamente». Ha habido, pues, corrupción siempre, porque siempre ha habido poder entre los hombres, y
cuando tal poder ha carecido de cauces y linderos predeterminados, los actos corruptos han tendido a
desbordarse fuera de todo control.
Conviene advertir, sin embargo, que «la "corrupción" tenía antes un sentido mucho más amplio que el que
tiene actualmente», ya que en la tradición de pensamiento político de Occidente,
desde Platón y Aristóteles hasta Maquiavelo, esto es, desde la Antigüedad clásica hasta el Renacimiento, el
término se utilizaba «para referirse menos a las acciones de los individuos que a la salud moral del conjunto
de la sociedad», por lo que se destacaba aspectos tales como «los términos de la distribución de la riqueza y
del poder, de la relación entre dirigentes y seguidores, de las fuentes del poder, y el derecho moral de los
gobernantes a gobernar», o también «el "amor a la libertad" de un pueblo». De allí que, por ejemplo, para
Tucídides, la toma ateniense de Melos, desprovista de otra justificación que la mera necesidad de conquista,
«implicaba la corrupción del Estado».
Según hace notar Joaquín Gonzáles, en realidad el entendimiento cabalmente moderno del fenómeno
reclama, como un elemento esencial, «la distinción de res publica y ámbito privado, propia de las sociedades
complejas que instauran órganos de poder con capacidad autónoma de decisión». En el mismo sentido se
pronuncia Michael Johnston, para quien «las concepciones modernas de la corrupción se basan en la idea
de roles explícitamente públicos, dotados de poderes limitados y sujetos a obligaciones impersonales».
Así, mientras no se reservó una esfera íntima como derecho de las personas, sustraída a la injerencia del
Estado, mientras no se afirmó el valor de lo individual en contraste con el comunitarismo de las primeras
formas de organización política, mientras no surgió un aparato estatal distinto de la persona del soberano y
sujeto a determinadas restricciones y límites, no podía hablarse con propiedad de corrupción. Como
afirma Johnston, «un autócrata absoluto no puede ser corrupto en el sentido moderno del concepto, hasta
que se imponga ciertas limitaciones a su poder».
Como quiera que fuere, situado plenamente en nuestro tiempo, se constata que, a pesar de la gran atención
que en los últimos años concita la corrupción y de las numerosas nociones y perspectivas presentadas, «su
conceptuación sigue siendo problemática», mostrándose como «fenómeno proteico y clandestino, de difícil
aprehensión intelectual». Y es que, como ha señalado Philp, «nadie ha logrado dar con una "definición
concisa" y universalmente satisfactoria», no obstante que «la búsqueda de definiciones ha sido desde hace
mucho tiempo un rasgo de los debates conceptuales y políticos sobre la corrupción».
Albert Calsamiglia, entre otros autores, ha llamado la atención acerca del relativismo del concepto. Al
reservar un lugar de importancia a «una teoría de la corrupción que pretenda resolver problemas prácticos», el
estudioso español sostiene que esto no será posible «sin tener en cuenta las condiciones y las prácticas
sociales sobre las que (tal teoría) se proyecta». Se sigue de aquí que «la corrupción es relativa a unas
prácticas sociales», lo que exige «aceptar que la misma conducta puede considerarse corrupta en una
sociedad y no corrupta en otra».
La peor corrupción que ha vivido el Perú, por su gravedad, magnitud y generalización. Lo que impero en los
noventa fue un régimen político íntegramente dedicado a saquear los recursos del estado, en un país con el
50% de pobreza y 20% de extrema pobreza. Un régimen que diseño para ello un engranaje perverso
maquiavélico, sin ningún tipo de límite o escrúpulo: crímenes, extorsión, violaciones de derechos humanos,
control y manipulación de instituciones, compra de medios de comunicación, tráfico de armas, narcotráfico,
operativos psicosociales, etcétera. Y engranaje que busco y logro, además cómplices en todos los sectores y
ámbitos del país.
PRINCIPALES FACTORES QUE GENERAN CORRUPCIÓN EN LA JUSTICIA
* Falta de comunicación, coordinación e información entre los distintos organismos del Estado.
* Delegación indebida y/o ilegal de funciones en el ámbito interno, tanto en el Organismo Judicial como en el
Ministerio Público.
* Concentración de funciones en la Corte Suprema de Justicia.
* Inexistencia de mecanismos transparentes para la selección y nombramiento de jueces, magistrados,
fiscales y policías.
* Política salarial deficiente.
* Falta de criterios objetivos y claros en la adjudicación de casos.
* Excesiva burocracia.
* Falta de desarrollo de las carreras Judicial, Policial y Fiscal.
* Deficiente funcionamiento y falta de autonomía de las instancias de control interno.
* Educación legal deficiente, con mal formación para el trabajo en el PJ.
LA CULTURA DEMOCRATICA
La democracia participativa se ve reflejada en la participación ciudadana, apoyar la participación de la
sociedad en los momentos y en los temas de importancia trascendental para el país, en donde institucionalizar
el diálogo nacional como mecanismo permanente de participación ciudadana y fortalecer
las organizaciones actuales y/o espacios de consulta y apertura con la sociedad civil . la violencia estructural
que se ve reflejada en los fenómenos de la corrupción, narcotráfico y terrorismo.
UN MARCO NORMATIVO CONTRA LA CORRUPCION
Normas constitucionales anticorrupción. La Constitución de la República es el fundamento de las leyes y
acciones del Estado. Los tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados, son las únicas normas
de igual jerarquía con la Constitución de la República. Todas las leyes deben ser constitucionales, pues la
inconstitucionalidad de una ley implica su nulidad. La Constitución de la República establece fundamentos
normativos en relación con la corrupción que son desarrollados en leyes de menor jerarquía.
CONCLUSIONES GENERALES
* Es un problema de carácter económico, por cuanto los bajos salarios que normalmente se paga a los
funcionarios y empleados públicos constituyen un aliciente importante a las prácticas corruptas.
* Es también un problema de carácter administrativo, por cuanto la existencia de estructuras y procesos
administrativos arcaicos y anacrónicos dificultan la relación entre el Estado y el contribuyente o el ciudadano,
promoviendo con ello la existencia de mecanismos alternativos, informales e ilegales, a través de los cuales
se supera esa dificultad.
* Es un problema de carácter legal, por cuanto la ausencia de leyes o la existencia de leyes débiles y
atrasadas permiten que ciertos comportamientos no puedan ser perseguidos y sancionados o no puedan serlo
adecuadamente.
Si bien es cierto que la aplicación de las leyes depende en gran medida de la voluntad política para hacerlo,
no es menos cierto que a veces sucede que hay voluntad política, pero no existe un marco legal adecuado
para aplicar las leyes correspondientes.
* Es un problema de gestión, por cuanto la ausencia de controles o la existencia de controles obsoletos
promueven la existencia de sistemas caracterizados por el dispendio, la ineficiencia y la corrupción
RECOMENDACIONES
Hemos encontrado en este estudio que existe criterios para resolver este tema ya que consideramos
necesario, una solución rápida y considerablemente necesario para una buena armonía social, sostenido por
las organizaciones internacionales, organismos y expertos, acerca de algunas cuestiones centrales:
* Que la solución al flagelo no es inmediata. Esto es, que cualquier solución realista tratará de disminuir los
niveles y no de eliminar el fenómeno y, además, que es un proceso lento, gradual y no un acto ni unilateral ni
fulminante.
* Que debe ser una solución holística, esto es, que el flagelo debe ser atacado por todos sus frentes al
unísono. Se necesitan soluciones sistémicas. A este respecto ha avanzado entre los expertos el concepto de
Sistema Nacional de Integridad.
* Que el énfasis principal debe estar en la prevención principalmente, aunque sin menoscabo por la
importancia de la penalización del delito.
* Que los mecanismos de solución a mediano plazo (sin menoscabo por las soluciones de base que tienen en
cuenta la problemática en términos de anomia) siguen basándose en la forma democrática moderna, en los
clásicos valores republicanos, actualizados en complejos mecanismos en rededor del "accountability
horizontal" y "accountability vertical". De manera que las soluciones al alcance de la mano implican que a
mayor corrupción hay que replicar con más democracia. Democracia que abriga ahora también relativamente
nuevos mecanismos como el libre acceso a la información.
* Que en las soluciones hasta ahora formuladas se ha subestimado la función de una vigorosa, opulenta y
participativa sociedad civil como parte de la estrategia de solución y coalición de intereses. La sociedad civil
tomará un papel fundamental y central en el combate a la corrupción y reclama que en ese sentido se le
reconozca un lugar tanto en la proyección escrita, convenciones y declaraciones, como en
los organigramas yprocedimientos reales implicados por los mecanismos puestos en acción.
* Que asimismo se ha subestimado la importancia de un saludable Sistema Judicial. (Y sus temas
relacionados: selección, juzgamiento, atribuciones, control político, jurisdicción, etc.) Un poder judicial
independiente y fuerte es esencial para el combate a la corrupción.
* Que los sectores más afectados por el problema son los de bajos recursos, esto es, la pobreza como causa
y consecuencia al mismo tiempo.

INTRODUCCIÓN
En el Perú hemos sido testigos de cómo la corrupción tomó el poder y se convirtió en un sistema. Diez años
de gobierno corrupto en manos de una red que tenía todo el poder han bastado para casi destruir el sistema
democrático y la gobernabilidad. El Perú se convirtió, de esta manera, en un ejemplo más de lo que significa
la corrupción cuando está en el poder y se convierte en parte del sistema, pudriendo todos los niveles de
la sociedad.
Pero nuestro país no es el único que ha sufrido este tipo de problemas y, lo que es más, cada vez se hace
más visible que la corrupción está tomando mucha mayor fuerza para convertirse en un fenómeno
de naturaleza trasnacional
Vivimos en una cultura de la corrupción y en una sociedad enferma, en considerable medida, caracterizadas
por hábitos, mentalidad y renuencia a las leyes válidas y creativas. Existe una anomia que no es por no
diferenciar el bien y el mal, pues estos están suficientemente diferenciados, sino que algunos eligen el mal
porque da mejores dividendos. De ahí que el pueblo los vea con sentimientos ambivalentes: por un lado
rechaza, critica y no está de acuerdo con el delito, pero por otro envidia lo logrado por estos al querer tener lo
que ellos han conseguido y viéndose en su pobreza no solamente externa sino interna, se identifican con
estos e incluso están listos a formar parte de esta mafia o ser cómplices de ella.
La corrupción envuelve a una considerable mayoría, víctima de la incultura, ignorancia y desdén así como a
elementos de las clases dominantes que prefieren mantener al pueblo limitado y excluido. El estilo de
vida estaría inclinado por métodos ilícitos considerados naturales. Se llega a medir el ingenio para burlar
la ley, la falsificación es expresión de la descomposición en el comportamiento. Hay una parte de la sociedad
que no le interesa que los actos de corrupción continúen a condición de que los dictadores les confieran
favores y privilegios.
El presente trabajo monográfico tiene como objetivo el conocer la corrupción como una mal del estado y
analizar los casos de corrupción en la década del 80 al 90, donde , según las informaciones revisadas , se
dieron los mayores casos de corrupción en nuestro país.
La alumna
CAPITULO PRIMERO

LA CORRUPCIÓN
1.1.- DEFINICIÓN
La corrupción, considerada en general, es el aprovechamiento indebido de la administración de
un patrimonio común. La corrupción gubernamental es la desviación de los fines de la función pública en
beneficio particular.
Los términos "corromper" y "corrupción" poseen una connotación significativa moral. Así, la primera significa
tanto echar a perder, depravar, como sobornar o cohechar al juez o a cualquiera persona, con dádivas o de
otra manera. Corrupción designa, de un lado, la acción y efecto de corromper o corromperse y, de otro lado, el
vicio o abuso introducido en las cosas no materiales (Diccionario de la Real Academia de la lengua española).
Cuando empleamos corrientemente el término "corrupción", pensamos entonces en el conjunto de
comportamientos inducidos que crean un estado particular de funcionamiento irregular de las diversas
instancias del Estado. Situación que implica, en particular, la alteración o la modificación (cualitativa o
cuantitativa) de las vías por las cuales el poder político se manifiesta normalmente.
La corrupción posterga el desarrollo de los pueblos, carga a la comunidad con costos injustos, destruye
la competencia comercial, demanda esfuerzos innecesarios de los sistemas de ayuda internacional,
desacredita a la autoridad y altera la paz de las naciones.
Por todas esas razones, la corrupción ha dejado de ser considerada un problema exclusivamente doméstico y
constituye hoy uno de los principales desafíos de la agenda global.
1.2.- LA PRÁCTICA DE LA CORRUPCIÓN
La corrupción es un acto ilegal que ocurre cuando una persona abusa de su poder para obtener algún
beneficio para sí mismo, para sus familiares o para sus amigos. Requiere de la participación de dos actores:
uno que por su posición de poder pueda ofrecer algo valioso y otro que esté dispuesto a pagar una "mordida"
o soborno para obtenerlo.
Estos actos los observamos diariamente desde que abordamos cualquier transporte, en el mercado, al realizar
trámites oficiales, etc; puede suceder en los lugares menos pensados y con las personas menos
esperadas.En la escuela, por ejemplo, la corrupción puede producirse entre profesores y alumnos (venta de
calificaciones), entre padres y maestros (compra de notas aprobatorias para sus hijos) entre directores y
padres de familia(venta del derecho de ingreso a una escuela), entre directores y profesores (venta de
plazas), entre autoridades de las escuelas (compra de permisos), etc.Aunque ilícita, hay quienes piensan que
la corrupción puede ser útil. Argumentan que ayuda a esquivar las reglas excesivas, a acelerar los trámites y a
ahorrar tiempo.
Así, por ejemplo, dicen que sirve a los alumnos que tienen problemas con una materia para poder aprobarla,
pues gracias a la corrupción pueden comprar al profesor. También dicen que sirve para establecer un criterio
para determinar quiénes ingresan a las escuelas con mayor demanda.Sin embargo, los partidarios de este
argumento no se dan cuenta de que en el largo plazo, la corrupción nos perjudica a todos.
Por ejemplo, si en una escuela es común que los profesores acepten sobornos para aprobar a los alumnos,
en el largo plazo la reputación de esa escuela se verá dañada. Esto terminará afectando a sus egresados,
quienes cargarán para el resto de su vida con el sello de que vienen de una escuela que no los formó bien.La
corrupción tiene consecuencias graves que afectan el desarrollo de los países.
Algunos datos recientes muestran que el dinero que se gasta en corrupción deja de gastarse en
los servicios públicos que proporciona el gobierno, tales como transporte público, electricidad, agua potable,
etc.
La corrupción, entonces, provoca que haya fallas en el suministro de agua, baja calidad de los servicios
médicos, baja calidad de los servicios educativos, fallas en la infraestructura vial y aumento en la incidencia de
cortes eléctricos, por mencionar algunos ejemplos.Además, la corrupción puede terminar poniendo
en riesgo la vida e integridad física de los ciudadanos. Por ejemplo, la baja calidad de los servicios médicos
puede costarle la vida a un ciudadano enfermo. La construcción de edificios que no cumplen con los mínimos
requisitos de seguridad, pueden costarle la vida a un ciudadano durante un temblor. La malas carreteras
pueden ser muy peligrosas para los conductores de camiones y sus pasajeros, etc.
Por último, la corrupción rompe el tejido social pues disminuye la confianza de los ciudadanos en
las instituciones, el gobierno y entre ellos mismos. También afecta el nivel ético de la sociedad en su conjunto.
En la medida en que la corrupción se generaliza, los escrúpulos éticos se van perdiendo
1.3.- LOS ACTOS DE CORRUPCIÓN
La Corrupción tiene múltiples formas de actuar, pero en la practica , de acuerdo con la Comisión
Interamericana contra la corrupción, se establecen actos de corrupción los siguientes :
a) El requerimiento o la aceptación, directa o indirectamente, por un funcionario público o una persona que
ejerza funciones públicas, de cualquier objeto de valor pecuniario u otros beneficios como dádivas, favores,
promesas o ventajas para sí mismo o para otra persona o entidad a cambio de la realización u omisión de
cualquier acto en el ejercicio de sus funciones públicas;
b) El ofrecimiento o el otorgamiento, directa o indirectamente, a un funcionario público o a una persona que
ejerza funciones públicas, de cualquier objeto de valor pecuniario u otros beneficios como dádivas, favores,
promesas o ventajas para ese funcionario público o para otra persona o entidad a cambio de la realización u
omisión de cualquier acto en el ejercicio de sus funciones públicas;
c) La realización por parte de un funcionario público o una persona que ejerza funciones públicas de cualquier
acto u omisión en el ejercicio de sus funciones, con el fin de obtener ilícitamente beneficios para sí mismo o
para un tercero;
d) El aprovechamiento doloso u ocultación de bienes provenientes de cualesquiera de los actos a los que se
refiere el presente artículo;
e) La participación como autor, coautor, instigador, cómplice, encubridor o en cualquier otra forma en la
comisión, tentativa de comisión, asociación o confabulación para la comisión de cualquiera de los actos a los
que se refiere el presente artículo.
La Convención también es aplicable, de mutuo acuerdo entre dos o más Estados Partes, en relación con
cualquier otro acto de corrupción no contemplado en ella.
1.4. Normas Legales nacionales e Internacionales para la Lucha contra la Corrupción
Entre las más importantes tenemos:
 La Constitución Política del Perú.
 Código Penal (D.L. N° 635).
 Ley Orgánica del Poder Judicial (D.S. 017-93-JUS).
 Ley Orgánica del Ministerio Público (D. L. N° 052).
 Ley de Normas Generales de Procedimientos Administrativos (D.S. 145-2000-JUS).
 Reglamento de la Oficina de Control de la Magistratura (R.A. 491-CME-PJ)

Existen normas internacionales sobre la lucha contra la corrupción tales como


 la Convención Interamericana contra la Corrupción, aprobada por el Estado Peruano mediante Resolución
Legislativa N° 26757 de fecha 3 de marzo de 1997 y ratificada mediante D.S. 012-97-RE del 21 de marzo de
1997.

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos39/corrupcion-peru/corrupcion-peru.shtml#ixzz5BComuPe2

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