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de las brujas
En base a dichos conocimientos, muchos de los cuales se equiparan a fórmulas usadas por
chamanes modernos, pueden elaborarse muchos preparados, cada uno de los cuales
responde a necesidades específicas. La brujería moderna, es bueno reconocerlo, ha hecho
adaptaciones locales de acuerdo con las posibilidades autóctonas, pero sin perder la
efectividad de los preparados. El núcleo central en la utilización de hierbas se basa en la
creencia de que cada planta está asociada a un cierto tipo de energía que aporta
determinados efectos. Es así como, antes de cortar una planta mágica, se realiza un breve
ritual de agradecimiento por el poder entregado y se deja un pequeño presente como muestra
de respeto hacia la planta. Incluso cuando se utilizan las raíces no se debe matar la planta,
sino tomar la menor parte posible, permitiendo que la misma continúe viviendo. Si el
procedimiento ha sido muy invasivo, se cuidará especialmente la mata, con el fin de ayudar en
su recuperación. El respeto por la naturaleza no es cosa de actuales tendencias asociadas a
la Wicca y otras corrientes modernas, sino que está fundamentado en el hecho de considerar
a las plantas el espacio de residencia de poderosas fuerzas necesarias para ejecutar la magia
natural.
Este pequeño pero efectivo ritual puede ser efectuado por cualquier persona, con un cierto
nivel de concentración en la tarea que se está llevando a cabo.
Para comenzar, hay que cerrar bien puertas y ventanas. Se quema una cucharadita de hojas
de ruda seca, una de salvia seca y una de romero seco, idealmente trozados muy pequeños.
Se los deja arder sobre un carboncillo, en algún recipiente que podamos pasar por los
ambientes, dejando que estos se impregnen en el humo (que generalmente es muy espeso).
Una vez pasado el humo por todos los ambientes, se espera que se termine de quemar la
mezcla y se abre la casa. Pueden trazarse pentáculos de protección en cada habitación para
evitar que se adhieran energías degradadas al ambiente.
Este procedimiento puede realizarse cuantas veces sea necesario y con la frecuencia que se
desee. Cuando se sienta que el ambiente en un hogar (por ejemplo) se pone denso, suceden
discusiones, hay malestar, se escuchan ruidos extraños, se ven sombras o demás, es un buen
momento para realizarlo. También si alguno de los habitantes de la casa sueña con insectos.