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narcea

COLECCION «PRIMEROSAÑOS~

AGUERA, 1.: aTeotrillost,. Con niños y niños de Educación Infantil y Primaria.


- Más ~~Teotrillosa. Con niños y niñas de 3 , 4 y 5 años.
- Diálogos con mi nieto. Los «mayores. en la educación de los ~~pequeños~.
- Chiquitines. Jugar y aprender hasta los 3 años.
ALPI,L. y otros: Adaptación a la escuela infantil.
AMIEL-TISON, C. y GOSSELIN, J.: Desarrollo neurológico de O o 6 años.
ANCIN, N. T.: Cuerpo. espacio. lenguaje. Guias de trabajo.
BALABAN, N.: Niños apegados, niños independientes.
BARNFS, B. A. y YORK,S. M.: El sentido común en la educación de los más pequeños.
BARROS DE OUVEIRA. V.: Evaluación psicopedogógica del niño de O a 6 oños. Observar, analizar e inter-
pretar el comportamiento infantil.
BECKER. J. y otros: Un currículo abierto, flexible, creativo y divertido, poro 3-6 años.
BIGUET. M. N,: Descubrir las cosas por el tacto.
BORNANCIN, B. y M. y MOULARY, D.: Conocer el propio cuerpo. Actividades científicas y pedagógicas.
B O H R ~M.I J. . y COL.I.ET, G.: ¡Qué rico está el pan! 16 Uriidades didácticos sobre el pari.
BOULE, F.: Manipular, organizar, representar. Iniciación o los Matemáticas.
BROWN, S. E.: Experimentos de Ciencias en Educación Infontil.
BRUEL, A. y otros: Juegos motores con niñas y niños de 2 y 3 años.
DUCHESNE, J. y JAUBERT, J. N,: LOpercepción del olor en Educoción Infantil.
DU~ILLEUL. B., GILABER~, H. y SAUSSOIC. N.:LOSniños de 4 a 6 años en la escuela infantil.
FELDMAN. J. R.: Autoestima. ¿Cómo desarrollarla? Juegos, actividades, recursos, experiencias creoti-
vas...
FERLAND, F.: ¿Jugamos? El juego con niñas y niños de 0-6 años.
FRANCO, T.: Vida afectivo y educación infailtil.
GCRviLLA. A,: El currículo de educación infantil. Aspectos básicos.
GUIBERT, A,, LBEAUME, L. y MOUSSfl, R.: Actividades geotnétricos para Educación Infontil.
JLILIEN,G.: La comunicación niños-adultos.
KOHI..M. A.: Arte Infontil. Actividades de Expresión Plástica para 3-6 oños.
LAHORA, M. C.: Actividades matemáticas con niñas y niños de O a 6 oños.
- La escolarización antes de los 3 años. Organización del aula y diez Unidades Didácticos.
LAPORTE, D.: Autoimagen, autoestima y socialización. Guia práctica en niños de O o 6 años.
LEHMANN, E.: Canta, toca, brinco. danzo. Sugerencias para la educación musical.
- Uno canción para cada nombre.
L U R ~ AL.:
T ,El niño y sus compañeros. Percepción y comportamiento en el ámbito escolar:
LLOPIS, C. (Coord.):Los derechos humanos en Educación Infontil. Cuentos, juegos y otras actividades.
MENDEZ. L.: MORENO, R. y RIPA, C.: Adaptaciones curriculores en Educoción Infantil.
MIR,V. y otros: Evaluación y postevoluación en Educación Infantil.
OLUIA.LI.: ¿Enseñar a leer en Preescolar?
PULLAN, K. y DURANT. L.: Cómo trabajar con niños y familias afectados por las drogas.
PUGMIRC-STOY, M. C.: El juego espontáneo. Vehiculo de aprendizaje y comunicación.
RCNOUI-T, N . y B. y VIALARET, C.: Dramatización infantil. Expresarse o través del teatro,
Romv, S. y O'REIRDAN, T.: N comportamiento de los más pequeños. Necesidades, perspectiuas y estro-
tegios en Educoción Infontil.
RUEDA, R.: La Biblioteca de aula infantil. El cuento y la poesía.
SANTOS, M. y GONSALES, J.: Talleres pedagógicos. Arte y magia de las manualidades infantiles.
SANUY, C.: Cascabeleo. Actividades de expresión oral. corporal, musical y plástica.
SC:+ILLER, M. P. y ROSANO,J.: 500 actiuidades para el currículo de Educacióti Infontil.
SHENDAN, M. D.: Desde el nacimiento hasta los 5 años. Proceso evolutiuo, desarrollo y progresos infan-
tiles.
TOURTET, L.: Lenguaje y pensamiento preescolar.
VIAIA, J. P. y DFSPLATS, P.: El rincón de audición poro el aprendizaje de la lengua.
ZABALZA, M. A,: Didáctica de la Educoción Infantil.
CON NIÑOS Y NIÑAS DE EDUCACION
INFANTIL Y PRIMARIA

Isabel Agüera Espejo-Saavedra


Escritora y maestra

NARCEA, S. A. DE EDICIONES
MADRID
011_12 Aju 0 Prim./Indice 10/4/2012 09:10 Página 4

Nota del Editor: En la presente publicación digital, se conserva la misma


paginación que en la edición impresa para facilitar la labor de cita y las
referencias internas del texto. Se han suprimido las páginas en blanco
para facilitar su lectura.

© NARCEA, S. A. DE EDICIONES
Avda. Dr. Federico Rubio y Galí, 9. 28039 Madrid (España)
www.narceaediciones.es

Dibujo de la portada: Roser Bosch


Primera edición en eBook (Pdf): 2010
ISBN (eBook): 978-84-277-1707-7
ISBN (Papel): 978-84-277-0937-0

Impreso en España. Printed in Spain


Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, co-
municación pública y transformación de esta obra sin contar con autorización de los titulares de propie-
dad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la
propiedad intelectual (arts. 270 y sgts. Código Penal). El Centro Español de Derechos Reprográficos
(www.cedro.org) vela por el respeto de los citados derechos.
Dedicado a todos mis alumnos,
por los maravillos ratos
que hemos pasado escribiendo,
leyendo y representando teatrillos.
A mis hijos, que también fueron felices,
participes y conscientes artixces
de este gran teatro que es la vida.
La hoja seca
La hoja seca
La hoja seca
La hoja seca
Indice

Págs.

INTRODUCCION ...................................................................................................... 11
LA HOJA SECA ........................................................................................................13
EL NEGRITO SIMON ............................................................................................. 19
LA ESTRELLA QUE HABIA PERDIDO S U BRILLO ............................... 2 5
GUSANIN POETA Y MARI GUSANA ............................................................. 33
EL FANTASMA CARAMBA ................................................................................. 43
EL VIEJO TRONCO ................................................................................................ 4 9
EL LEON ANGELITO ............................................................................................. 55
LA TORTUGA Y LA MARIPOSA ......................................................................61
EL REY DE LA CORONA DE HIELO ............................................................ 6 7
DIA DE LA CONSTITUCION ............................................................................. 75
QUICONETE ...............................................................................................................
81
EL PEZ BUENO Y EL COCODRILO MALO ........................................... 89
LA MARIPOSA QUE NO PODIA VOLAR .....................................................95
LEYENDA DEL ARBOL DE NAVIDAD ..........................................................103
Introducción

«Teatrillos»,lector amigo y compañero, es una obra sencilla,con la


única pretensión de hacer posible el teatro en la escuela, desde cual-
quier edad y desde la más mínima posibilidad.
Quiero con esto decir que, para mí, el escribir, leer y representar
guiones de teatro no debe suponer ni un tiempo, ni un espacio, ni mu-
cho menos, un presupuesto económico que dificulte e imposibilite tan
espléndida creación.
Los teatrillos, al igual que en nuestros tiempos de niños, siguen
gustando a nuestros alumnos. Y, a poco que los estudiemos, caeremos
en la cuenta de lo mucho que les divierte y entusiasma esta acti-
vidad.
Pero, a veces, la falta de guiones apropiados, el vestuario, el lugar,
etc.,nos hace pasar de largo por esta forma de ser nuestra tan abocada
a actuar.
Si te interesa el tema, en mi libro Curso de Creatividad y Lenguaje,
editado por Narcea, encontrarás actividades y experiencias muy crea-
tivas en torno a este tema e incluso orientaciones prácticas y sencillas
para dar los primeros pasos en esta bonita tarea de enseñar a los cha-
vales cómo y por qué hacer teatrillos.
Por si te sirve, quiero sugerirte que, en todo lo que te sea posible,
trates de que ellos solos se desenvuelvan. Te quiero decir con esto que

NOTA: Las ilustraciones que, a modo simplemente de orientación, aparecen en


estas páginas, han sido idea y realización d e los alumnos.

@ narcea, s. a. de ediciones 11
sean ellos mismos los que decidan cómo han de vestirse, qué decora-
dos preparar, qué música elegir de fondo, etc.
Que se reúnan fuera de la clase, que piensen, que discutan, que se
pongan de acuerdo y que el teatrillo -aunque tú les proporciones el
guión- sea cosa de ellos.
Otra sugerencia: en cuanto los veas motivados, insinúales que es-
criban ellos sus guiones. ¡Ya verás...! Seguro que te sorprenderás de lo
bien que lo hacen.
¡Venga...! Dale un repaso a este libro sencillo y bonito y... ihala ...!, a
hacer teatrillos.

@ narcea. s. a. de ediciones
La hoja seca
hoja seca

PERSONAJES: Nubes, viento, hoja, árbol, gusanito.


DECORADO: Un campo de árboles secos. Aproximadamente por la mi-
tad del escenario, habrá un niño, vestido de árbol que sostendrá de la mano a
una niña vestida de hoja.

NARRADOR: Había llegado el Otoño. Los jardines y paseos iban


quedándose solos y fríos. Los árboles, poco a poco, iban poniéndose
amarillos. Por el cielo aparecían nubes que jugaban al corro y
cantaban:
NUBES (seis o siete niñas vestidas de nube salen cantando y ju-
gando al corro): Ya estamos aquí / nos queremos divertir / mandando
la lluvia / a la rosa y al jazmín / Ya estamos aquí / queremos jugar /
mandando la lluvia / a la tierra y al mar / Ya estamos aquí/ somos nu-
bes del Señor / sacad los paraguas / que ya se va el sol.
NARRADOR: Las hojas de los árboles empezaban a tiritar de frío,
y los pajarillos, que dormían en las ramas, se buscaron otros sitios más
calientes. Una mañana llegó el viento cantando:
VIENTO (niño, vestido de viento y cantando a grandes voces):
Vengo por las hojas / de este jardín / me las llevaré lejos, muy leeejos
de aquí / Soy la escoba del Otoño / barro y barro sin cesar / papeles y

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hojas / con mi magia volarán / Vengo por las hojas de este jardín / me
las llevaré lejos / muy lejos de aquí...
NARRADOR: Una hoja se agarraba fuerte al árbol y Iloriquean-
do repetía:
HOJA (llorando y agarrándose fuertemente al árbol): ¡No quiero
irme...! ¡No quiero irmeeee ...! ¡Tengo mucho miedo...! ¿Qué puedo yo
hacer sola por ahí...? Te necesito para que me sigas alimentando y...
ime da mucha pena de tí...! ¡No puedo dejarte, no puedo, no,
nooo ...!
ARBOL: No tienes que preocuparte por mí. Cuando llegue la Pri-
mavera, como sucede todos los años, me nacerán hojas nuevas y fres-
cas y...
HOJA (dejando de llorar e interrumpiendo al árbol): ¡Ya sé! No me
quieres porque soy vieja, y ya no te sirvo para dar sombra. (Enfadada)
¡Eres un árbol egoístaa...! ¡Ya no te quiero ...! Me iré, me iré para
siempre.
ARBOL: No entiendes nada, pequeña. ¡Claro que te necesito y cla-
ro que te quiero! Tú no eres vieja, pero cada año, las hojas tenéis que
marcharos para que los árboles podamos descansar y almacenar savia
para la primavera ...
HOJA (mimosa):Es que tengo mucho miedo... Y es que, lejos de tí,
no sé qué puedo hacer ...
ARBOL: No debes tener miedo. Hay que ser valiente. ¡Todavía
puedes hacer muchas cosas por el mundo y por ...!
NARRADOR: Estaba hablando el árbol, cuando llegó de nuevo el
viento, cantando su canción, pero, al ver a la hoja, se detuvo en-
fadado.
VIENTO (cantando):Vengo por las hojas de este jardín / me las Ile-
varé ... (Reparando en la hoja) pero ...,¿qué haces tú aquí...? icon que te
habías escondido ...! ieh ...? ¡Venga, deja de una vez al árbol...! ¡Ni que
te fuera a comer...! ¡Pues no eres tú miedica ...! ¡Tenemos que hacer un
largo recorrido...!

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NARRADOR: La hoja, arrastrada por el viento, cayó en un arroyo
donde un pequeño gusano pedía socorro.
GUSANO (agitando las manos y haciendo como si se hundiera y
saliera): iSocorrooo...! isocorrooo, que me ahogo...! isocorrooo, que
alguien me ayudeee...! iHojaa, hojaaa ...! iAuxiliooo...!
NARRADOR: La hoja, envalentonada, le gritó:
HOJA: ¡No tengas miedooo ...! iAguantaaa! ¡Ahora mismo voy ...!
NARRADOR: Y efectivamente, el gusano, cuando la hoja estuvo
cerca, dio un pequeño salto y se subió sobre ella.
GUSANO: iVivaaa ...! iVivaaa ...! ¡Me has salvadooo ...! ¡Eres mi bar-
co velerooo ...! ¡Ahora podré viajar hasta el mar para ver las olas y los
peces de colores...!
NARRADOR: Y la hoja, flotando y flotando, con el gusano a cues-
tas, emprendió un largo viaje camino del mar.

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La hoja seca
El negrito Simón
El negrito Simón

PERSONAJES: Negro Simón, mujeres, niños, cura, reyes magos, pajes,


niño pequeño.
DECORADO: Se levanta el telón y aparece el decorado de la calle de un
pueblo. Se puede pintar en papel continuo, con ceras, pinturas de dedo,
etc.

NARRADOR: A un pueblecito perdido en la sierra, llegó un día Si-


món, un hombre d e piel negra. Sólo tenía blancas las ventanas de sus
ojos y la caja d e sus dientes.
Simón se fue a vivir a una casa abandonada en las afueras del Pue-
blo, y allí pasaba la vida, entretenido en hacer muñecos de madera,
con una navaja y pequeños tacos d e troncos d e árboles viejos.
Todas las tardes, se llegaba al Pueblo y pregonaba por las
esquinas:
SIMON (con chaqueta hasta las rodillas, bufanda y pantalón re-
mendado. Vocea): ¡Elefantes, caballos, ratones, chinitos, enanooos...!
ilompradlos, niñas, por un real y nunca más tendréis que llorar ...!
(Simón pregona dos o tres veces y sale).
NARRADOR: A la gente le daba pena d e Simón, y le compraban
aquellos muñecos que colocaban encima de sus cómodas. Pero un
día, una mala noticia corrió por el Pueblo.
(Varias mujeres aparecen por el escenario, cuchicheando).

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MUJER PRIMERA (con aspavientos):¿Os habéis enterado ...? 1Sa-
béis la noticia ...?
MUJER SEGUNDA (sorprendida y curiosa): ¿Qué pasa ...? ¿De
qué hay que enterarse...? ¿Quién se ha muerto ...?
MUJER TERCERA (apremiandoy sin dejar de mirar para todos la-
dos): ¡Cuenta, cuenta ...! ¿Quién se casa ...? ¿Quién viene ...? ¿A quién le
ha tocado la bono-loto ...?
MUJER PRIMERA (santiguándose):¡Ave María Purísima ...! Pero...,
¿qué decís...? ¡Ojalá fuera algo de eso ...! Se trata de algo mucho más
importante y peligroso...
MUJER TERCERA (con más curiosidad): Pero... ¡quieres soltar
prenda de una vez ...! ¿Qué pasa ...? ¿Qué noticia es ésa ...?
MUJER PRIMERA (bajando la voz): Alguien ha visto en casa del
negro Simón la sombra del diablo y dicen que los muñecos que vende
están embrujados, y, en la casa que entran, ocurren desgracias, y...
LAS DOS MUJERES A LA VEZ (santiguándose también): ¡Jesús,
María y José ...!
MUJER PRIMERA (cada vez más confidencial):Y dicen que a las
doce de la noche, se ve salir humo de la vieja chimenea de la casa del
negro, y dicen que ahúyan los perros, y dicen que ...
MUJER SEGUNDA (en el mismo tono de sorpresa):¿Y quién dice
todas esas cosas tan terribles...?
MUJER PRIMERA (en tono seguro y autoritario):Lo dice quien lo
sabe, y os aseguro que es verdad, porque en mi casa, desde que yo le
compré un perrito, todos, absolutamente todos, hemos pasado la
gripe.
MUJER TERCERA: ¿Y lo sabe el cura ...? A lo mejor podría echarlo
del Pueblo.
MUJER SEGUNDA: O a lo mejor podría rociar con agua bendita
esa casa, habitada por el demonio, para echarlo de allí.

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MUJER PRIMERA: Yo creo que lo mejor será no decir nada y es-
conder esos malditos muñecos del negro.
NARRADOR: Simón, que era muy listo, empezó a comprender
que algo pasaba, porque su presencia asustaba a la gente y sobre todo
a los niños que, cuando lo veían, desde lejos le canturreaban:
(Aparece Simón, recorriendo el escenario con sus muñecos. Unos
niños, asomados a una puerta del escenario cantan).
NIÑOS:Simón, negrito zumbón, te hizo el demonio de un saco de
carbón. Simón, negrito endiablado, vete lejos, lejos de nuestro
lado...
NARRADOR: Llegó el invierno, y el frío, y el viento, y la nieve. Si-
món, como las hormigas en los hormigueros, se refugió en su vieja ca-
sa y se dedicó a trabajar en sus muñecos. La gente empezó a olvidarse
de él. Sólo el cura le recordaba y le visitaba para llevarle alimentos
y ropa.
CURA (cargado de bolsas de comida y ropas): ¡Hola,Simón! ¿qué
tal va el trabajo ...? Aquí tienes lo que he podido acarrearte con el dine-
ro de los feligreses. No se te ve por el Pueblo y es necesario que salgas
y sigas trabajando en la venta de tus bonitos muñecos.
SIMON (triste y cabizbajo):No puedo salir, padre. Las mujeres me
cierran sus casas y los niños me cantan coplas. Cuando pase el invier-
no, dejaré esta casa y me iré a otro lugar.
NARRADOR: Pero, con el invierno, llego la Navidad, y con la Navi-
dad, la fiesta más querida por los niños: el día de los Reyes Magos.
Aquel año, la cabalgata era más radiante que nunca. Los reyes Ileva-
ban las carrozas llenas de regalos que dejaban en manos de los peque-
ños, pero lo más sorprendente de la cabalgata era el rey Baltasar, el rey
negro que resultaba el más simpático,el que más chocolatinas repartía
y el que más aplausos levantaba a su paso. Nadie sabía quién era, pero
todos comentaban:
(Recorren el escenario los Reyes Magos, rodeados de mayores
y pequeños).
UN COMENTARIO: ¡Qué rey Baltasar más chulo...!

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OTRO COMENTARIO: ¡Si parece un rey negro d e verdad ...!
OTRO MAS: ¿Quién será ...? ¿De dónde lo habrá sacado el
cura ...?
NARRADOR: De pronto, un niño pequeño, que a penas si sabía
hablar, comenzó a gritar, señalando al rey Baltasar:
NIÑO PEQUEÑO (gritando y señalando a Simón): ¡Es Chimón, es
Chimón ...! ¡Es el negrito d e los muñecos ...!
NARRADOR: Efectivamente: era Simón, y, cuando los pequeños y
los mayores cayeron en la cuenta, comenzaron todos a gritar:
TODOS (gritando y aplaudiendo): ¡Viva Simón ...! ¡Viva Simooon ...!
NARRADOR: Y, desde aquel día, nadie tuvo miedo de los muñe-
cos de Simón que se quedó a vivir para siempre en el Pueblo, y los pe-
queños lo rodeaban y le cantaban:
NIÑOS (cantando alrededor d e Simón): iSimón, rey Baltasar / te
hizo la Virgen, la Virgen del Altar ...!

@ narcea. s. a. de ediciones
La estrella
que había perdido
su brillo
La estrella
que había perdido
& brillo

PERSONAJES: Estrella, mago del espejo, nubes, viento, florecillas,


mariposa, estrellas, estrella vieja.
DECORADO: Cielo con nubes, estrellas y algún pajarillo.

NARRADOR: Esto era una vez una estrella que había perdido su
brillo. Lo buscaba por todas partes, pero el brillo no aparecía. Un día, al
levantarse, habló con el mago del espejo:
ESTRELLA (desperezándose delante del espejo): ¡Ay...! ¡Qué des-
graciada soy...! ¿Dónde estará mi brillo ...? Por más vueltas que doy, no
lo encuentro, y, sin brillo, no se puede ir por el mundo. Nadie te ve. Es
como si fueras invisible. (Enfadada y Iloriqueando) ¡Tú tienes la culpa,
Mago del espejo ...! ¡Tú me has robado mi brillo, porque eres malo y en-
vidioso ...! ¡Eres muy fresco...! ¡Devuélvememi brillo ahora mismo o te
hago mil pedazos y ya nadie, nadie se mirará en tí...!
MAGO DEL ESPEJO: Yo no lo tengo. Ya te lo he dicho mil veces.
A mí, tu brillo, no me sirve para nada. Se te ha gastado de tanto presu-
mir. Si hubieras tenido más cuidado ... Siempre andabas por ahí, bus-
cando quien te mirara y provocando la envidia de las demás estrellas,
tus hermanas, y eso, para que te enteres, no está nada de bien ...
ESTRELLA (dejando de llorar y coqueteando delante del Mago

o narcea, s. a. de ediciones 27
del espejo):Yo no tengo la culpa de ser la más brillante. Yo no tengo la
culpa de que las demás estrellas sean tan sositas y aburridas...
MAGO DEL ESPEJO: Esa es tu equivocación. Tú eres como las
demás, aunque..., pensándolo bien, iahora sin tu brillo...!
ESTRELLA (Iloriqueando de nuevo): ¿Qué quieres decir ...? ¿A
qué te refieres...? iYa lo sé...! ¡Nadie me querrá ...! ¡Nadie me verá ...!
¿Que puedo hacer ...?
MAGO DEL ESPEJO: ¡Tú sí que ves a los demás ...! ¿Por qué no te
acercas a ellos y les hablas...? iA lo mejor alguno puede que haya visto
tu brillo ...! Y, en cualquier caso, puedes conocer sus vidas y sus
problemas...
ESTRELLA (suspirando):¡Ay...! ¡Estodo tan vulgar...! ¡Las estrellas
son tan sosas...! ¡Me cansa todo...! ¡Me aburre todo...!
MAGO DEL ESPEJO: Pues, entonces, no te quejes. ¡Tienes lo que
te mereces...!
NARRADOR: La estrella decidió no salir de su habitación y pasar-
se la vida esperando a que alguien le llevclra su brillo, pero un
día ...
ESTRELLA (hablando sola):Me estoy poniendo vieja y chuchurría
de estar aquí metida. Haré caso del Mago del espejo, de ese viejo gru-
ñón, y me daré una vuelta por el mundo a ver qué pasa. Me sacrificaré
y me mezclaré con la vulgaridad y la sosería...
NARRADOR: Y así fue como la estrella comenzó a dar vueltas por
el cielo y, poco a poco, y casi sin querer, comenzó a fijarse en algunas
cosas,y se dio cuenta de que, además de estrellas,había nubes, viento,
flores y... ¡muchas, muchas cosas más...!
NUBES (a coro): ¡Hace mucho calor! / mandemos agua / y que se
chinche el sol /Somos regaderas / del jardín del Señor que llueva, que
llueva / que llueva el amor ...!
ESTRELLA (sorprendida): Pero, ¿qué hacen estas bolonas de al-
godón ...? ¿Regalan su agua y cantan al jardín del amor ...? Deben estar
locas. ¡Que me maten, si las entiendo ...!

28 @ narcea, s. a. de ediciones
VIENTO (con un gran abanico en una mano y en la otra un paipai):
¡Allá va mi oxígeno, fresco y salvador, para que puedan vivir las criatu-
ras del Señor!
ESTRELLA: ¡No entiendo nada! ¿Este viento regala su oxígeno sin
cobrar nada y sin que nadie lo vea ...?
FLORECILLAS (cantando):Somos criaturas / que nada tenemos /
pero, si alguien nos quiere / nuestro aroma le daremos.
NARRADOR: La estrella, cada vez más asombrada ante la genero-
sidad que iba encontrando, empezó a reflexionar.
ESTRELLA (hablando sola):Sigo sin entender. Pero no es muy co-
rriente, muy vulgar lo que hacen ... ¿cómo se llamarán...? iNi siquiera sé
su nombre! No, no es nada de vulgar. Dan todo lo que tienen. ¿Y yo
qué he dado...? Lo único que tenía era mi brillo y lo guardé sólo, sólo
para mí y para presumir delante de las otras estrellas... iY ahora lo he
perdido ...! Pero, en fin, seguiré viviendo aunque sea sin mi brillo.
NARRADOR: Y la estrella decidió hacer su vida normal, paseando
cada noche por el cielo. Las demás estrellas, que no se fijaban para na-
da en el brillo, estaban preocupadas.
ESTRELLAS (hablando entre ellas):¿Qué le pasa a ésa ...? ¿Estará
enferma ...? ¡Está tan triste...! ¡Con lo presumida que es...! ¿Por qué no
le preguntamos ...?
NARRADOR: Y una de las estrellas, la más vieja de ellas, decidió
que lo mejor era hablar con ella.
ESTRELLA VIEJA: ¿Qué te pasa ...? Estamos preocupadas de
verte tan triste y sola. ¿Estás enferma ...? ¡Vas siempre tan preocu-
pada ...!
ESTRELLA (sorprendida):¿Es que no lo sabéis...?
ESTRELLA VIEJA: ¿El qué tenemos que saber...?
ESTRELLA: ¿Es que no se me nota ...?
ESTRELLA VIEJA: ¿El qué se te tiene que notar ...?

0 narcea, s. a. de ediciones
ESTRELLA: ¡Pues, que he perdido mi brillo y no lo encuentro!
ESTRELLA VIEJA. iHalaaa:!¿Y eso es todo ...? iNi nos hemos da-
do cuenta ...! Además, isi nos lo hubieras dicho antes...!
ESTRELLA: ¿Qué...? ¿Se puede comprar otro brillo nuevo en al-
guna parte ...?
ESTRELLA VIEJA: No, el brillo no se puede comprar, pero, por
ahí anda una mariposa, con un brillo debajo del ala que no sabe de
quién es, iA lo mejor es el tuyo...!
NARRADOR: Estaban hablando, cuando apareció una mariposa
con un brillo debajo del ala.
ESTRELLA VIEJA: iA propósito! ¡Aquí viene la mariposa ...!
MARIPOSA: ¡Hola,estrellas! Ya estoy cansada de buscar a la due-
ña de este brillo. He pensado que lo voy a tirar al río. ¡Pesa tanto ...!
ESTRELLA (tímidamente):¿Me dejas probármelo ...? Es que yo he
perdido el mío hace tiempo ..., ¿sabes...?
ESTRELLA VIEJA: Sí, lo más seguro es que sea el suyo. A ver có-
mo le está. Que se lo pruebe.
NARRADOR: La estrella se puso el brillo y le estaba perfecto.
ESTRELLA (preguntando a la estrella vieja): ¿Me está bien ...?
ESTRELLA VIEJA: Te está perfecto. Seguro que es el tuyo.
MARIPOSA (suspirando): iUuff, menos mal ...! ¿Y cómo no me has
visto antes ...? ¡He pasado tantas veces por aquí...!
ESTRELLA: Es que he sido tonta. Sólo me miraba a mí, porque era
muy presumida. Ahora me doy cuenta de que estaba casi ciega. ¡Ya
me lo decía el Mago de mi espejo ...!
ESTRELLA VIEJA: ¿Quién te lo decía...? ¿Un Mago ...? ¿Y eso
que es...?
ESTRELLA: ¡Nada, nadie, un amigo que me quiere mucho ...! Voy
corriendo a hablar con él.

30 0 narcea, s. a. de ediciones
ESTRELLA VIEJA: ¿Te esperamos esta noche para pasear por
el cielo...?
ESTRELLA (muy contenta): Esta noche y todas las noches ...! ¡Soy
feliz ...! ivivaaa ...! ivivaaaa ...!
NARRADOR: Desde aquél día, la estrella se volvió a vestir con su
brillo, pero jamás de los jamases, volvió a ser presumida.

" narcea. s. a. d e ediciones


Gusanín poeta
y Mari Gusana
La hoja seca
Gusanín poeta
y Mari GÜsana

- - --

PERSONAJES: Gusanín, Mari Gusana, manzana, árboles, pajarillos.


sol.
DECORADO: Paisaje de Primavera.

NARRADOR: Había llegado la Primavera. El campo era como un


mar de flores que, suavemente, mecía el viento, y los árboles, como
vestidos de fiesta cantaban y bailaban.
ARBOLES (cantando y bailando): iLa Primavera ya está aquí...! /
icha, cha, chaaa ...! /con hojas y flores mil / icha, cha, chaaa ...! / Los pa-
jarillos vendrán ... / icha, cha, chaaa ...! / y sus nidos nos traerán ... / icha,
cha, chaaa ...!
NARRADOR: Gusanín, un romántico gusanito, que gustaba de
hacer poesías, despertó, después del largo y frío invierno.
GUSANIN (bostezando y desperezándose): ¡Qué sueño tengo ...!
pero ... (sorprendidoy mirando a su alrededor),¿qué ha pasado ...? ¿Es-
taré soñando...? ¡Cuántas flores...! (restregándose los ojos) ¡Si no pue-
de ser...! ¡Si...!
NARRADOR: Estaba hablando solo Gusanín, cuando se oyó la
voz del sol que lo llamaba:
SOL (aparece en el escenario y se coloca delante de Gusanín):

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¡Despierta, gusano dormilón! ¿no te das cuenta cómo late tu cora-
zón ...? Es el amor, Gusanín busca pareja y... ia vivir!
GUSANIN (protegiéndose los ojos con las manos): Por favor, se-
ñor Sol, si no le molesta, podría retirarse un poco. Me hace daño con
sus rayos. Mi piel es muy suave....
SOL: ¡Eres un gusano pijotón ...! ¡Déjate de sua-vi-da-desy corre en
busca del amor ...!
NARRADOR: De pronto, mientras el sol hablaba, una bandada de
pajarillos, que sobrevolaban aquel campo, se posaron alrededor de
Gusanín, batiendo las alas y cantando:
PAJARILLOS: iLa Primavera ya est6 aquí! / ipi, pi, piii ...! / quere-
mos / ipi, pi, piii...! / huevecillos pondremos / ipi, pi'piii...!/guacharrillos
saldrán / ipi, pi, piii ...! / y... ¡a volar, a volar, a volar ...! / ipi, pi, piii...!
GUSANIN (llevándose contento y feliz): ¡Es verdad ...! Mi corazón
late como un tomate. Mi corazón palpita como una patata frita ... (pen-
sando) ¡Se me ocurre una idea! Escribiré una poesía para mi amiga
Mari Gusana.
NARRADOR: Y buscándose un bolígrafo y un papel se volvió a
sentar y se dispuso a escribir.
GUSANIN (ensayando gestos y movimientos): Mari Gusana / tan
pequeña y juguetona /tan graciosa y divertida / la más linda gusanita /
te quiero, mi vida / Mari Gusana, ¿te quieres casar conmigo...? / por ca-
sa te daré una manzana / y allíseremos felices / tendremos gusanitos /
¡qué linda está la mañana!
NARRADOR: Gusanín, satisfecho con su poesía, cogió un ramo de
flores y se fue en busca de Mari Gusana que, como siempre, cuando
llegaba la Primavera, saltaba por la hierba y cantaba.
MARI GUSANA (saltando y cantando): ¡Que una, que dos y que
tres ...! / iNo quiero escribir ni leer ...! /me gusta la rica manzana... / ique
viva, que viva la mañana ...! / ¡Que una, que dos y que tres ...!
NARRADOR: Gusanín, emocionado, contemplaba a Mari Gusana

36 " narcea, s. a. de ediciones


sin atreverse a acercarse mucho a ella. Poco a poco, y mirándola de
arriba abajo, se fue aproximando.
GUSANIN (galante y halagador): ¡Buenos días, Mari Gusana ...!
MARI GUSANA (pasota y burlona): iHey..., Gusanín ...! ¿Dónde vas
tan pijota ...?
GUSANIN (con timidez): Paseaba ... Está la mañana tan fresca y
hay tantas flores... ¡Estás muy guapa ...!
MARI GUSANA (sin dejar de saltar): iY tú muy florido! ¿Dónde vas
con esas flores...?
GUSANIN (con timidez y casi tartamudeando): Pues ..., pues ... ve-
rás, las cogí..., pen ... pensé ...
MARI GUSANA. ¿Qué tienes en la boca ...? Parece que llevas una
castaña ... ¿Qué te pasa ...? ¿Te has vuelto turulato ...? ilocata, vaya ...!
GUSANIN (suplicante): ¿Por qué no dejas un poco de saltar...? No
puedo concentrarme, viéndote así...
MARI GUSANA (sorprendida): ¿Concentrarte ...? ¡Qué palabras te
gastas, Gusanín ...! iSi pareces un viejo! ¿Para qué quieres concen-
trarte ...?
GUSANIN (mimoso): Es que ... Es que quiero hablar contigo y...
¿quieres que demos un paseo ...?
MARI GUSANA (dejando de saltar): ¿Sabes que me estás intrigan-
do ...? ipues no estás misterioso tú para qué ...! ¿Se puede saber qué bi-
cho te ha picado ...?
GUSANIN (extasiado y romántico): ¿Es que no sabes que ha Ilega-
do la Primavera ...? ¡Mira, mira a tu alrededor ...! ¿No oyes cómo cantan
los pájaros ...? ¿No ves cómo brilla el sol...?
PAJAROS (vuelven a aparecer, cogidos de la mano y cantando):
¡La Primavera ya está aquí! / ipi, pi, piii ...! / iqueremos jugar y reír ...! /
ipi, pi, piii...! / nuestros nidos haremos / ipi, pi, piii ...! / huevecillos pon-
dremos... / ipi, pi, piii ...! / guacharrillos saldrán / ipi, pi, piii...! / y... ia vo-
lar, a volar, a volar ...! / ipi, pi, piii ...!

a narcea, s. a. de ediciones 37
GUSANIN: ¿No te emocionas, Mari Gusana ...?
MARI GUSANA: iTampoco es para tanto, hombre ...! Ya sé que es
la Primavera y, por eso, he madrugado para saltar, pero ... iqué quieres
que haga ...? ¡No me voy a poner a llorar d e alegría!
GUSANIN (disculpándose): Soy muy torpe ... Perdóname ...
SOL (colocado en un lugar alto): ¡Eres un cursi ...!
MARI GUSANA: ¿Decías algo ...?
GUSANIN (mirando al sol y tratando de disimular): No, no decía
nada. (Rectificando) ¡Sí, sí, decía algo ...! ¡La Primavera, las flores...! ¿No
te dice nada todo esto ...?
MARI GUSANA: ¡Qué barbaridad ...! ¡Qué romántico te veo ...!
¡Ahora entiendo lo del ramo d e flores...! Pero ... ihabla de una vez, hom-
bre ...! ¡Si pareces un mono borracho ...!
SOL: ¡la-te-to...!
MARI GUSANA: ¿Decías algo ...? (hablando para ella sola) Este se
está volviendo majarón ...!
GUSANIN (mirando irritado al sol): No, no decía nada, bueno, sí,
decía que, ¿damos el paseo ...? ¿No hueles a flores, a mariposas,
a...?
MARI GUSANA: (enfadada): iVanga, vamos ya ...! A mí también
me justa la Primavera: hay hierba tierna, se ha ido el viento, el frío, la
nieve ... (dando un salto) ice lo pasa una chupiii ...! pero tu ... isi pareces
un viejo ...!
SOL: ¡Ton-to-rrón...!
MARI GUSANA: ¿Decías algo ...?
GUSANIN (con humildad): No nada; llevas razón. Perdona, Mari
Gusana, si te he molestado. Ya me voy. Soy un pesado, y un cursi,
y un ...
MARI GUSANA: ¡Para, para el carro, hombre ...! ¡Tampoco es para

38 narcea, s. a. de ediciones
que te pongas así...! ¡Yo no te he llamado tonto, ni pesado, ni nada de
nada ...! Lo que me pasa es que no te entiendo...
GUSANIN (tirando las flores):Ya sé que no me entiendes. Por eso,
me voy.
MARI GUSANA (intentando detenerlo y enfadada): ¡Tú no te
vas ...! ¡Faltaría más...! ¿No ibas a decirme algo...?
GUSANIN (cada vez más afectado y tierno): Sí, pero ..., es que...,
yo ...
SOL: ¡Po-rri-nooo...!
MARI GUSANA: ¿Decías algo...? Tal vez, sea yo la que tenga que
pedirte perdón. La verdad es que no he estado muy atenta a tu presen-
cia. (Reparando en lo que lleva debajo del brazo). ¿Y qué es eso que
llevas debajo del brazo ...?
GUSANIN (avergonzado): Bueno ..., es que ..., como tú sabes... A
veces ...
SOL: iCa-rro-za...!
MARI GUSANA: ¿Decías algo...?
GUSANIN: No, nada, bueno, sí: que te he escrito una poesía ...
MARI GUSANA (exagerando): Pero..., ¿tú sabes hacer esas co-
sas...? ¡Eso de leer y escribir es una cosa muy difícil ...!
Hay que pensar mucho, y no se puede jugar, y...
GUSANIN: Pero vale la pena: se aprenden muchas cosas bo-
nitas.
MARI GUSANA (fingiendo mucha curiosidad): ¿Y qué dice esa
poesía ...? ¡A ver ...! ¡Léela...!
GUSANIN: Me da vergüenza ..., pero, si te sientas, si me escuchas
unos momentos, si ...
SOL: iEnróllate de una vez, so lento ...!

narcea, s. a. de ediciones
MARI GUSANA: ¿Qué dices de un convento ...? ¡Ay, Gusanín que
mal te veo ...! ¿Y qué dice esa poesía ...?
GUSANIN (bajando la cabeza): Pues ... icosas mías ...! Bueno, mías
y tuyas...
MARI GUSANA (haciendo aspavientos): ¿Mías y tuyas ...? ¡A ver, a
ver ...! Lee de una vez o me enfado de verdad ...
GUSANIN (condescendiendo): Vale: siéntate y no digas nada,
hasta que no termine; la leeré para tí.
NARRADOR: Mari Gusana, con mucha solemnidad se sentó en la
hierba y se dispuso a escuchar la poesía de Gusanín que, sacando
fuerzas, sin dejar de suspirar, y desliando el papel muy despacio, co-
menzó a leer.
GUSANIN (declamando): ¡Mari Gusana / tan pequeña y jugueto-
na /tan graciosa y divertida / la más linda gusanita / t e quiero, mi vida! /
Mari Gusana, ¿te quieres casar conmigo ...? / por casa te daré una man-
zana / y allí viviremos felices / tendremos gusanitos / ¡qué linda
está la mañana ...!
MARI GUSANA (que no ha dejado de gesticular, mientras Gusa-
nín leía, se pone de pie y aplaude): iBieeen ...! iBieeen ...! iMe gusta, Gu-
sanín! ¿Y para decir eso has tardado tanto ...? El amor es más bonito
que la Primavera, que las flores, que los pájaros, que el sol...
SOL: ¡Qué gusanita más lista! ¡No la merece este tontorrón!
MARI GUSANA: ¿Decías algo ...? Una vez que estaba emocionada,
me has cortado. ¡Bueno: me es igual ...! iMe caso contigo, Gusanín!
GUSANIN (sorprendido):¿Y no tienes que pensarlo ...? ¿Así, de re-
pente, me contestas ...? ¿No te arrepentirás...?
MARI GUSANA (suspirando): ¡Ay, Gusanín ...! Lleva razón el sol:
eres un ton-to-rrón, ca-te-to...
GUSANIN (indignado): ¡No soy nada de eso! Y si has escuchado al
sol, ¿por qué te has callado ...?

40 @ narcea. s. a. de ediciones
MARI GUSANA: Porque llevaba razón: ieres más lento que un ca-
racol cojo o que una tortuga manca ...!
GUSANIN (cogiendo de un brazo a Mari Gusana): ¡Ea, se acabó!
¡Ahora mismo nos casamos! Que aquí si hay algún cateto, paleto, me-
lón y caracol, es ese insolente sol que, desde esta mañana, se está me-
tiendo donde no lo llaman ...
NARRADOR: Gusanín y Mari Gusana, cogidos de la mano, cami-
no adelante, se fueron felices en busca de una manzana.
MANZANA (alverlos llegar):¡Vaya parejita de chorlitos! Seré jugo-
sa, tierna y dulce para que sean felices, coman perdices y... igusanitos
tragones traigan a montones...!
NARRADOR: Juntos y para siempre, se instalaron en la manzana
y todos los días madrugaban para pasear por el campo y oler las flores
de la Primavera y sobre todo, para sacarle la lengua al sol y exclamar a
la par:
GUSANIN Y MARI GUSANA (sacándole la lengua al sol):
iHuumm...!

" narcea. s a de ediciones


El fantasma Caramba
La hoja seca
El Fantasma Caramba

PERSONAJES: El rey, los súbditos, los guardias, el anciano.


DECORADO: Un telón de fondo con una calle de casas con balcones
y ventanas.
El fondo de la calle puede ser un cielo negro y la luna.

NARRADOR: En un país, llamado Bombonazo, había un rey al


que le gustaba gastar bromas a sus súbditos para reírse de ellos.
Por las noches, se vestía de fantasma con una sábana blanca que le
cubría de los pies a la cabeza, una luz en la frente y unas cadenas que,
cuando andaba, hacían un ruido queasustaba a la gente d e Bombona-
zo que corría a esconderse en lo más hondo d e sus casas.
REY (vestido de fantasma y recorriendo las calles, arrastrando las
cadenas): iUuuu ...! iUuuu ...! -repetía- ¡Soy el Fantasma Caram-
baaa ...! iUuuu ...!
GENTE (cerrando balcones y ventanas): ¡El fantasmaaa! ¡Soco-
rrooo ...! iAuxiliooo ...! ¡Que nos come el Fantasma Caramba como si
fuéramos gambaaas ...!
NARRADOR: Por las mañanas, la guardia del rey acudía temprano
a Palacio para contarle lo que pasaba y cómo la gente pedía alguna so-
lución para aliviar sus miedos. El rey, muerto de risa para sus adentros,
les gritaba:

narcea, s..a. de ediciones 45


REY (furioso). iSilenciooo...! ¡Hablad uno por uno ...!
GUARDIA PRIMERO (arrodillado delante del rey y sin levantar la
cabeza): Majestad, esta noche el Fantasma Caramba llevaba un cuchi-
llo en la mano y echaba fuego por la boca ...
GUARDIA SEGUNDO (en la misma posición que el primero): ¡Sí,
sí...! Yo lo vi y por poco si lo cojo con mi bastón mágico, pero el Fantas-
ma Caramba se escapó volando por una chimenea ...
GUARDIA TERCERO: Y llevaba una antorcha que desprendía sa-
pos y culebras, y...
NARRADOR: El rey, divirtiéndose d e lo lindo al comprobar el mie-
do y las mentiras d e su guardia, chillaba más y más.
REY (poniéndose d e pie y gritando): ¡Fuera, fuera d e aquí, cobar-
des...! Mandaré que por cagones os curren cuatro capones ... ¡Fue-
raaa ...! iFueraaa ...!
GUARDIA PRIMERO (suplicante): Perdón, señor, pero ese Fan-
tasma Caramba debe ser un alma del otro mundo.
GUARDIA SEGUNDO: ¡Sí, sí...! ¡Es un espíritu que puede coger-
nos y llevarnos al infierno con el demonio ...!
GUARDIA TERCERO (tembloroso): Y puede hacernos invisi-
bles y...
REY (aún más enfadado): isilenciooo ...! icagones ...! Cobardes ...!
¡Fuera d e aquí...! iNo os necesito00 ...! ¡Yo mismo vigilaré las calles...!
¡Que venga, que venga esa maldita alma del otro mundo y yo le diré
dónde estáis para que se meta debajo d e vuestras camas y os haga
cosquillas en las plantas d e los pies ...!
NARRADOR: Los guardias, tartamudeando d e miedo, repetían:
GUARDIA PRIMERO ¡So-so-socooo...! iCos-cos-qui-qui-Has,
nooo ...!, ¡Que que me da ri-ri-risaaa...!
GUARDIA SEGUNDO: ¡Que me ca-ca-caigo d e miedooo ...!
GUARDIA TERCERO: iMa-ma-mama míaaa ...!

0 narcea, s. a. de ediciones
NARRADOR: Cuando llegó la noche, el rey montado en un caba-
llo blanco, y sabiendo que todo el Pueblo lo veía, salió a todo galope
de palacio. De pronto, en una esquina apareció un anciano con una
barba blanca, que le llegaba hasta el suelo, y un gran bastón en la ma-
no. El caballo, sin que el rey pudiera contenerlo, comenzó a dar pingos
y a relinchar. El rey, aturdido gritó:
REY (tirando de la brida). iSooo ..., caballo tonto ...! ¡Ni que hubieras
visto al demonio! iSooo! ¿Quién eres tú ...? (reparando en el anciano)
¿Qué haces aquí, viejo barbudo? ¿A dónde te diriges...? ¿De dónde
vienes...? ¡Has asustado a mi caballo...!
ANCIANO (con voz tenebrosa): ¡Soy un alma del otro mundooo,
que busco al Fantasma Caramba para meterme en su cuerpo...! ¿Lo
conoces tú ...? Me han dicho que es el mismísimo rey, y lo estoy espe-
rando para hacerle volar por los aires.
REY (rechinando los dientes de miedo y tartajoso): ¿Yo...? Que di-
ga, ¿el rey ...? Que diga, ¿el Fantasma Ca-ca-rambaaa...? ¿Qué di-
dices...? ¡No,no no, que diga sí, que diga, no, no; yo no lo conozco, yo
no lo he visto nun-nun-ca. Yo yo pa-pasaba por a-aquí y...!
ANCIANO (con el mismo tono de voz): Parece que te noto un poco
extraño. ¿Te pasa algooo ...?
REY (tratando de hablar con más serenidad): ¿Qué me iba a pa-
sar...? Es que..., ya sabes, es que ..., vaya que eso del fantasma ... del
rey, del...
ANCIANO: No tienes que preocuparte ... No tengo prisa ... Ya lo
atraparé, y le haré cosquillas en la planta de los pies, y...
NARRADOR: El rey, dejando al anciano con la palabra en la boca
y abandonando su caballo, salió corriendo dándose con los talones en
el culo. Por la mañana mandó echar a vuelo las campanas de todas las
Iglesias y reunir a sus súbditos en la plaza del Pueblo.
REY (arrepentidoy humilde):Ya podéis dormir tranquilos, amigos
míos. Esta noche pasada, todos me visteis salir, he hablado con el Fan-
tasma Caramba y hemos hecho un trato: a cambio de no volver más, le

@ narcea, s. a. de ediciones 47
ha dado una bolsa de monedas de oro y... idesapareció como por arte
de magia...! ¡Nunca más volverá...!
NARRADOR: El Pueblo entero celebró la valentía de su rey y nun-
ca más volvieron a tener miedo, y el anciano, que era un sabio que co-
nocía las bromas del rey, desapareció para siempre.
ANCIANO (en medio del escenario, frotándose las manos): iJe, je,
jeee ...! Moraleja: Si te ríes de los demás, un buen susto te pueden dar.
iAh ...!, y si te encuentras con un Fantasma Caramba, itírale, sin miedo,
de la sábana ...!

narcea. s. a. de ediciones
El viejo tronco
El viejo tronco

PERSONAJES: Tronco, hortelano, gusano, araña, caracol, hormigas,


pájaros.
DECORADO: Como decorado, se puede pintar, en papel continuo, un
paisaje de árboles llenos de hojas. Se puede utilizar, como siempre, pintura
de dedos, ceras, etc. En medio un niño, vestido de árbol.

NARRADOR: En un huerto lleno de árboles, había un manzano


que ya estaba muy viejo y cansado. Sus ramas no tenían fuerza para
sostenerse, y sus hojas, sin alimento, se fueron secando y cayendo.
Un día, el hortelano, repasando el huerto, decidió cortarlo y hacer
leña con sus ramas.
LEÑADOR (mirando al árbol de arriba abajo y dando vueltas a su
alrededor): iUfff ...! ¡Cómo está este árbol...! ¿Cómo no me he dado
cuenta antes...? ¡Ya no me dará más cosechas de manzanas! Me da lás-
tima cortarlo, pero puedo sacar de sus ramas y de su tronco una buena
carga de leña para mi chimenea.
NARRADOR: Y dicho esto, el hortelano se fue en busca de un ha-
cha y de un saco para hacer leña con el árbol. Entre tanto el árbol, ha-
cía esfuerzos por estirar sus ramas y llamaba a los pajaritos para que
acudieran a dormir en ellas.

narcea. s. a. de ediciones 51
ARBOL(estirand0 las ramas sin conseguirlo y voceando): ¡Venid
aquí, pajaritos...! ¡Mis ramas están vivas y calientes todavía ...! ¡Venid...!
¡No os vayáis...! ¡Yo velaré vuestros sueños!
PAJAROS (tres o cuatro niños, vestidos de pájaros, revolotean al-
rededor del árbol): No te enfades -dice uno-, pero, si nos quedamos
en tus ramas, corremos el peligro de que se rompan y nos vayamos al
suelo. Están un poco viejas. O de que nos vean los cazadores -dice
otro-. Tus hojas están secas y no pueden arroparnos. Mejor que bus-
quemos otro árbol -dicen los otros-. Compréndelo, árbol. No te en-
fades. ¡Adiós...!
NARRADOR: Todavía se oían las voces del árbol llamando a los
pájaros, cuando apareció el hortelano con el hacha, cantando una ale-
gre canción:
HORTELANO (con un hacha, un saco y cantando): La vida es un
jardín de alegre Primavera. La vida es una fiesta, la vida es un fiestón.
La vida hay que vivirla con alegre corazón ...
NARRADOR: Y sin consideraciones, el hortelano comenzó a dar
hachazos sobre el árbol, despojándolo de todas sus ramas y de su
tronco que quedó tan chico que apenas si se elevaba una cuarta del
suelo. Una vez que lo hubo cortado todo, metió la leña en el saco y ex-
clamó, limpiándose el sudor:
LEÑADOR:¡Vaya trabajito...! ¡Estabas duro, manzano ...! Ahora ya
tendré leña para este invierno. Algún día, traeré una máquina y te sa-
caré las raíces para sembrar otro manzano que sea tan bueno como tú
y me dé ricas manzanas, dulces y jugosas.
NARRADOR: El tronco, al verse tan pequeño que parecía sólo una
cabezota rozando el suelo, comenzó a llorar.
TRONCO (gimoteando):¡Qué triste estoy...! ¡Ya no sirvo para na-
da ...! Ya no tengo ramas para cobijar a los pajarillos, ni tengo hojas pa-
ra cubrir sus nidos...! ¡Ay..., ay...! ¡Ya no vendrán los niños a sentarse de-
sombra, ni a hacer columpios en mis ramas...! ¡Ay..., ay.,.!¡Ya
bajo de -mi-,--
no Gndra el hortelano a regarme, ni las mujeres a comprar mis
ricas manzanas ...!

52 narcea. s. a. de ediciones
NARRADOR: Llegó el invierno. Una mañana amaneció todo ne-
vado. Encima del viejo tronco apareció como un sombrero de nieve
limpia y tierna. El tronco sentía cómo su corazón enfermaba de muer-
te. De pronto, oyó una vocecita que decía:
VOCECITA (suplicando): ¡Señor tronco, señor tronco, por favor!
¿quiere que entre en su casa...? ¡Tengo mucho frío...!
TRONCO (sorprendido):¿Y tú quién eres...? ¿Y por qué vienes a
mí que no tengo nada ...?
VOCECITA: Soy un gusano que ando solo por el mundo. No en-
cuentro sitio para vivir, porque como soy tan pequeño ..., necesito una
casa que sea bajita para poder subir y bajar sin caerme.
TRONCO (alegre):¡Claroque puedes quedarte...! Si te metes entre
mis cortezas, aunque no tenga ramas ni hojas, podrás calentarte ...
GUSANO: Y además no me comerán los pájaros que siempre an-
dan buscándome ... ¡Qué bien voy a estar ...! ¡Qué feliz soy...!
NARRADOR: Habían pasado tan sólo unas horas, cuando, de
nuevo se oyeron vocecillas que llamaban al tronco, y, que esta vez, co-
rrespondían a una araña, un caracol y unas cuantas hormigas.
ARAÑA (adelantándose):Señor tronco, ¿deja un sitio en su casa a
la araña hilandera que teje vestidos para la Primavera?
TRONCO (galante):Sea bien venida la araña hilandera. En mi ca-
sa encontrará finos hilos de seda.
CARACOL: ¿Y yo que saco mis cuernos al sol y me alimento de
verde hierba, puedo pasar con mi tienda ...?
TRONCO: ¡Sí, sí...! ¡Pasa, pasa, caracol...! En mi casa encontrarás
cerca la pradera y un rayito de sol.
HORMIGAS (dos o tres a la vez): Somos hormiguitas de las bue-
nas, hormiguitas del Señor, tenemos mucho frío, queremos vivir en
paz y amor.
TRONCO (muy contento): ¡Que pase todo el mundo a mi casa ...!

@ narcea, s. a. de ediciones 53
¡Viviremos todos en paz, que no hace falta ser grande para tener
felicidad...!
NARRADOR: Así, poco a poco, fueron llegando bichitos que se
iban haciendo sus casas dentro del tronco, que cada vez se sentía
más caliente y feliz con la vida que bullía en su corazón. Y, cuando lle-
gó la Primavera, de entre las cortezas y raíces, empezaron a salir crías
diminutas que correteaban el tronco y se echaban carrerillas, subien-
do y bajando por él. Y el viejo tronco volvió a ser feliz, porque cayó en
la cuenta de que viejo y jubilado, podía todavía dar felicidad.

narcea, s. a. de ediciones
El león Angelito
El león Angelito

PERSONAJES: León padre, leona madre, leoncitos hermanos, leonci-


to travieso, cazadores, San Pedro, ángeles.
DECORADO: Arboles y plantas simulando una selva.

NARRADOR: En la selva de un pueblo de Africa vivía una familia


de leones. El león padre con unas melenas que le llegaban al suelo, la
leona madre muy valiente y cariñosa con sus hijos, tres leoncitos que
se pasaban el día jugando sin salir de la guarida.
Uno de los leoncitos era muy travieso. De vez en cuando, se escon-
día y asustaba a sus hermanos que lloraban de miedo. La leona madre
y el león padre le reñían:
LEONA MADRE: Tienes que ser bueno y no asustar a tus herma-
nos. Como sigas así, te voy a tener que dejar sin postre.
LEONCITO TRAVIESO: Yo no soy malo. Lo que pasa es que me
gusta jugar y reír. ¡Los hermanos son tan aburridos y serios...!
LEON PADRE (enfadado):Sí, sí, eres un leoncito malo, malo como
el demonio y...
LEONCITO TRAVIESO (llorando):¡Yo no soy malooo ...! ¡Yo no
soy un demonio; soy un angelito00...!

@ narcea, s. a. de ediciones 57
NARRADOR: Los leoncitos hermanos, de oír a sus padres, empe-
zaron a llamarle diablillo, demonio.
LEONCITOS HERMANOS (a coro y burlándose de él): ;Eres un
diablillo rosquillo. ¡Eres un demonio coloniooo!
LEONCITO TRAVIESO (gritando): ¡Eso seréis vosotros, tontos
leones que tenéis caras de tostones ...! ¡Yo soy un angelito, un angelito
del cielo con sabor a caramelo y a pastel de miel ...! (sacándole la len-
gua) iHumm...!
UN LEONCITO (haciéndole burla): León angelito, cara de pito,
¿me dejas tus alas para volar un poquito?
OTRO LEONCITO (haciendo burla también...): Caramelo de li-
món, ¿me dejas darte un lametón ...?
LEONCITO TRAVIESO (haciendo como que vuela): ¡Soy un an-
gelito que puedo volar y al cielo llegar...! ¡Leonestostones, tontorrones
y melones ...!
NARRADOR: Un día por la tarde se salió de la guarida, mientras
sus padres dormían la siesta y se fue a dar un paseo por la selva. Se en-
contraba a gusto entre los matorrales, oyendo el canto de los pájaros,
el chillar de los monos y, de vez en cuando, unas explosiones que no
sabía lo que eran. Poco, a poco, y con mucha curiosidad, se fue acer-
cando hasta un lugar donde unos cazadores hablaban:
UN CAZADOR: ¡Qué buen día hace! Estamos a medio día y ya he-
mos conseguido buenas piezas ... ¡Ojalá siga la racha y consigamos
un león ...!
OTRO CAZADOR: ¡El león es mi preferido, y si es joven, mejor! Lo
disecaré y lo pondré en mi museo de animales salvajes...
NARRADOR: El leoncito travieso, al escuchar aquellas palabras
tuvo miedo y quiso salir corriendo, pero tropezó e hizo mucho ruido.
Los cazadores volvieron la vista y...
CAZADOR PRIMERO: ¡Un león ...! (gritando a sus compañeros)
¡Venid corriendooo ...! ¡Tengo atrapado a un león ...!

58 @ narcea. s. a. de ediciones
CAZADOR SEGUNDO (llega jadeando): ¿Dónde está ...? ¡Quiero
verlo ...! ¡Quiero matar1000 ...!
CAZADOR TERCERO (también alterado): iDejádmelo a mí...! ¡Yo
me encargaré de ese león malo ...! ¡Le daré dos tiros y le saltaré la tapa
de los sesos...!
NARRADOR: El leoncito, que se encontraba atrapado entre los fu-
siles de los cazadores, suplicó:
LEONCITO (suplicando): ¡No me matéis, por favor! iYo soy un
león bueno! Lo que pasa es que me gusta jugar y reír, pero soy un
angelitooo....
CAZADOR PRIMERO (riendo y haciendo burla): ¿Habéis oído
eso...? ((Megusta jugar y reír, pero soy un angelitooo...»
CAZADOR SEGUNDO (con desprecio): iEstá loco de remate, el
pobre animal ...! ¡Un angelito...!
CAZADOR TERCERO (a carcajadas): ¡Un angelito melenudo que
en vez de alas gasta garras y pezuñas ...! iJaaa, jaaa ...!
CAZADOR PRIMERO: ¡Acabemos con él de una vez ...!
NARRADOR: Y sin pensarlo más, cogió su fusil, apuntó al leoncito
y... iPlaf ...!, de un balazo lo dejó tirado en el suelo. Pero nada más ce-
rrar los ojos, aparecieron unos ángeles que tirando de él se lo llevaron
al cielo y se lo presentaron a San Pedro.
ANGELES (a coro): Hemos recogido a este leoncito juguetón, que
dormía en la hierba como un lirón, queremos que sea un ángel de ver-
dad, y para eso, unas alas le pondrás.
SAN PEDRO (mirándolo de arriba abajo, con cariño y ternura): Es
verdad. Tiene cara de bueno. Le pondré unas alas y será un an-
gelito.
NARRADOR: Y San Pedro sacó de un saco blanco como la nieve
dos alitas que le colocó en la espalda al angelito.
SAN PEDRO: ¡Hala, a volar, a jugar ...!

@ narcea, s. a. de ediciones
NARRADOR: Estaba hablando San Pedro, cuando el leoncito
abrió los ojos. Al verse las alas, comenzó a dar saltos de alegría.
LEONCITO (saltando y gritando): iVivaaa...! ¡Soy un angelitooo!
¡Soy un angelitooo...! iBieenn ...! ¡Ahora se enterarán esos tontos leo-
nes que son mi familia...!
NARRADOR: Y volando y saltando corrió hasta la guarida donde
sus padres y hermanos lloraban por su desaparición.
LEONCITO (alegre y feliz): ¡Hola troncos ...! ¿Qué hacéis con esa
cara de melones...? ¡Venga, decidme ahora demonio...! (dándose la
vuelta) ¡Mirad lo que tengo!
TODA LA FAMILIA (asombrados): iOh ...! ¡Tiene alas...!
LEONCITO (canturreando):¡Soy un angelitooo...! ¡Soy un angeli-
tooo ...! iTomaaa ...!

0 narcea. s. a. d e ediciones
La tortuga y
la mariposa
La tortuga
y la mariposa

PERSONAJES: Mariposa, tortuga.


DECORADO: Paisaje de Invierno.

NARRADOR: Era una tarde de Invierno. Los árboles, pelados de


hojas, tiritaban d e frío. Todos los animalitos estaban metidos en sus
casas. Sólo una mariposa revoloteaba por las ramas de unos rosales,
buscando el néctar d e alguna flor.
MARIPOSA (suspirando): ¡Cuándo llegará otra vez la Primavera ...!
¡Ay... No me gusta este jardín tan sucio y triste ...! ¡Qué lástima de mis
alas tan delicadas y bonitas ...! (mirando a todos lados) ¿Dónde descan-
saré para no mancharme ...?
NARRADOR: La mariposa, que era muy presumida, poco a poco
se fue poniendo triste. Era ya casi de noche, cuando se dio cuenta de
que empezaba a tener hambre y frío. Entonces empezó a llorar y a
exclamar:
MARIPOSA (llorando): ¡Ay, ay, qué desgraciada soy...! ¡Ay, ay ...,
quién me ayudará ...! ¡Me voy a morir como no encuentre a alguien que
me ayude ...! iSocorrooo ...! isocorrooo ...!
NARRADOR: Una tortuga, que dormía debajo d e su concha, se

narcea. s. a. de ediciones 63
despertó al oír los llantos d e la mariposa. Bostezó ruidosamente y
preguntó:
TORTUGA (alcanzó la voz): ¿Quién llora-por ahí...?
MARIPOSA: iA mí, a mí, por favor ...! isocorrooo ...! iAuxiliooo ...!
TORTUGA (acercándose lentamente): ¿Qué te sucede, mariposa?
¿Por qué gritas d e esa manera ...? ¿Te has perdido ...?
MARIPOSA (retirándose y haciendo ascos): iUf ...! ¡Qué bicho más
feo...! Eres como una vieja con un cascarón sucio encima. ¡No te acer-
ques ...! ¡No te acerques...!
TORTUGA (muy tranquila): No me importan tus insultos, porque
yo soy feliz así, pero tú, en cambio, estás llorando y pidiendo socorro.
Si quieres decirme lo que te pasa, a lo mejor puedo echarte una
mano.
MARIPOSA: ¿Ayudarme tú ...? iImposible, imposible ...!
TORTUGA: ¿Y tú cómo lo sabes...?
MARIPOSA: Porque yo no quiero que me ayude un bicho tan feo y
sucio como tú. ¡Cómo ibas a manchar mis alas ...! Yo soy muy delicada
y el roce con tu cascarón de piedra me haría daño.
TORTUGA: No estoy sucia. Es mi color. Yo todos los días me ba-
ño. ¿Qué te has figurado, so presumida y tonta ...?
MARIPOSA: De todas formas: no me gustas por amiga ...
TORTUGA: Ni tú me gustas a mí. Así que ya me voy a seguir dur-
miendo que va a empezar a helar ahora mismito.
NARRADOR: Apenas había terminado d e hablar la tortuga, cuan-
do una bocanada d e aire le hizo perder el equilibrio a la mariposa, ti-
rándola fuertemente contra el suelo. La mariposa intentó levantarse
pero no podía, porque se había roto un ala.
MARIPOSA (llorando a gritos): iSocorrooo...! isocorrooo ...! ¡Bicho
feo, vuelveee ...! isocorrooo ...!

64 narcea, s. a. de ediciones
NARRADOR: La tortuga, que apenas si había dado unos pasos, le-
vantando la voz contestó:
TORTUGA: Escucha, mariposa presumida. Si quieres algo de mí,
tendrás que empezar por llamarme por mi nombre: me llamo tor-tu-
ga. ¿Has oído...? Después, me pedirás por favor lo que quieras de mí.
Adios: me voy a dormir. Ya te lo dije.
MARIPOSA (suplicando):¡Nome deje sola, por favor...! iNo me de-
je sola Doña tor-tu-ga...! ¡Si se va me moriré ...! ¡No puedo moverme...!
¡No quiero morir ...! ¡Yo quiero vivir para cuando llegue la Prima-
vera ...!
TORTUGA: ¡Está bien ...! Voy por ti. No te muevas Pasarás la no-
che conmigo, y mañana pensaremos qué se puede hacer.
NARRADOR: La tortuga caminó hasta donde había caído la mari-
posa. Se acercó a ella, que temblaba de frío y miedo, y levantando un
poco su caparazón, dijo:
TORTUGA (levantando un poco el caparazón): Entra con cuidado
y cerraremos bien la puerta para que no nos alcance el viento, ni la es-
carcha que ya ha empezado a caer.
MARIPOSA: ¡Qué buena eres, tortuga! Gracias. ¡Qué bien se está
aquí...! Este cascarón es una casita de verdad. ¡Qué tonta era yo y qué
equivocada estaba ...!
NARRADOR: Y la tortuga y la mariposa se echaron a dormir
tranquilamente.

O narcea, s. a. de ediciones
El rey de la corona
de hielo
La hoja seca
El rey
-
corona
de hielo

PERSONAJES: Hombre-rey, mujer, mago, súbditos...


DECORADO: Cualquier dibujo con apariencia de palacio.

NARRADOR: En un lejano Pueblo había un hombre que lo único


que deseaba en el mundo era ser rey. Día y noche se lamentaba de su
suerte y repetía:
HOMBRE (lamentándose y con grandes aspavientos): ¡Qué mala
suerte la mía ...! ¡Qué desgraciadísimo soy...! ¿Por qué no habré nacido
rey ...? Si yo tuviera corona, haría cosas importantes por el Pueblo y sus
habitantes.
MUJER (sentada en una silla baja y cosiendo unos calcetines): Pa-
ra trabajar y hacer cosas, no hace falta una corona. Además, ser rey no
es cosa que se pueda pedir. Hay que nacer rey. Nosotros somos po-
bres y eso no lo puede cambiar nadie por mucho que te empeñe.
HOMBRE (sofocado con la mujer): ¡Tonterías...! ¡Eres una mujer
tonta y analfabeta...! ¡Yo quiero ser rey, y lo seré...! Tú, si así lo deseas,
te puedes pasar la vida cosiendo zancajos en calcetines viejos, pero ...
iconmigo no cuentes, porque yo seré rey, a costa de lo que sea ...! Quie-
ro un trono, una corona, súbditos... Quiero que todo el mundo me res-
pete y obedezca.

o narcea, s. a. de ediciones 69
NARRADOR: Una noche, el hombre, sentado en la cama sin po-
der dormir, se daba golpes en la cabeza y repetía:
HOMBRE (dándose golpes en la cabeza): ¡Qué desesperado es-
toy ...! ¿Qué haría yo para ser rey ...? (pensando)He oído contar que hay
quien vende su alma al diablo, pero ... no, no, eso no, que me puede lle-
var a las calderas de Pedro Botero y... iuf, qué miedooo ...!
NARRADOR: De pronto, una luz apareció en la pared de la habita-
ción, y de ella salió un mago que se le acercó:
MAGO (con mucha suavidad):¿Qué te pasa, buen hombre ...? ¿Por
qué no duermes...? Te oigo y te veo preocupado todas las noches
y...
HOMBRE (sorprendido y poniéndose de pie de un salto):¡Anda...!
¿Y tú quién eres...? ¿De dónde has salido...? Si eres el demonio, vete,
corriendo, porque yo no te he llamado ... No quiero nada contigo... ¡Ve-
te, veteee ...!
MAGO: Pero...,¿qué dices...? ¿Estás borracho o qué ...? Yo soy feo,
pero nadie me ha dicho que me parezca al diablo.
HOMBRE (más tranquilo): Perdona, hombre ..., bueno, o lo que
seas, pero ... como has aparecido así...
MAGO: Es que soy el mago de la pared y, aunque tú no me veas,
yo sé todo lo que haces y hasta lo que piensas.
HOMBRE: Si eres el mago que dices, lo debes saber ya.
MAGO: No importa. Para poder ayudarte, tendrás que expresar-
me tu deseo. Así que suelta por tu boca.
HOMBRE (suspirando): ¡Ay...! Mi deseo es algo muy grande que,
como dice mi mujer, jamás, jamás podré alcanzar.
MAGO: Habla. Tal vez yo pueda ayudarte...
HOMBRE (riendo a carcajadas): ¿Ayudarme tú, pedazo de pa-
red ...? ¿Me tomas el pelo o me crees un idiota...?

70 narcea, s. a. de ediciones
MAGO: Dime lo que tanto deseas y ya veremos qué puedo
hacer.
HOMBRE: No puedes hacer nada, pero te lo contaré. La verdad es
que tengo ganas de hablar con alguien porque mi mujer no me com-
prende. Mi deseo, por lo único que daría parte de mi vida, si fuera pre-
ciso, es ser rey, con trono, corona y muchos, muchos súbditos que
me obedezcan.
MAGO: ¿Y eso es todo ...? El ser rey es cosa fácil. Lo difícil es saber
gobernar y mantener la paz en el Pueblo, y ser justo y..., pero, bueno, si
tanto lo deseas, yo te ayudaré a ser rey.
NARRADOR: Y diciendo esto, el Mago desapareció como había
aparecido, dejando al hombre asombrado y gritando:
HOMBRE: ¡No te vayaaas...! ¿No decías que podías ayudarme...?
¡Vaya poderes chungos que tienes...! ¡Tú sólo eres un pedazo de pared
vieja y arrugadaaa ...!
NARRADOR: Estaba gritando el hombre, cuando, de nuevo, apa-
reció el mago, portando en las manos una corona de hielo.
MAGO (colocándole la corona sobre la cabeza): Toma esta coro-
na; ya eres rey. Todo el mundo, cuando te la vea, se inclinará ante ti,
pero ten en cuenta que esta corona es de hielo...
HOMBRE (restregándose las manos): ¡No importa, no impor-
taaa ...! ¡Aunque..., sisí; está fría esta corona...!,pero no importa. Ya me
la calentaré con el brasero.
MAGO: Te la puedes calentar con lo que quieras, pero solamente
se derretirá, gota a gota, con tu mala gestión como rey. ¿Me en-
tiendes ...?
HOMBRE (emocionado y confuso): ¡Sí, sí, cuando haga mal la di-
gestión, cuando coma gazpacho y salchichas, cuando ...!
MAGO: Mira, que te lo explique tu mujer que es lista y entiende las
cosas como son...

" narcea, s. a. de ediciones 71


HOMBRE: ¿Mi mujer lista...? Se pasa la vida guisando, cosiendo
calcetines, lavando, planchando ... ¡si eso es ser listo...!
NARRADOR: Tan pronto como desapareció el mago, el hombre,
convertido en rey, comenzó a gritar:
HOMBRE: ¡Pepa, Pepaaa, mujer mía, soy rey, soy rey ...! iA mí to-
dos...! ¡Quiero un trono, quiero que todos me obedezcan, que todos se
arrodillen, que todos me llamen ma-jes-tad...!
NARRADOR: Los súbditos empezaron a salir de sus casas y, al ver
al rey, se arrodillaban ante él y clamaban:
SUBDITO PRIMERO (arrodillado): jJusticia, señor...! ¡Me han ro-
bado mi cabra ...!
SUBDITO SEGUNDO: ¡Tenemos hambre...! ¡No hay pan para
nuestros hijos...!
SUBDITO TERCERO: ¡Queremos trabajo, señor...!
GRUPO DE SUBDITOS: Nuestro Pueblo necesita un rey que nos
garantice la paz y el trabajo ...
NARRADOR: El rey, irritado por tantas voces se puso de pie y a gri-
tos ordenó:
REY: ¡Fuera de aquiií...! ¡Fuera donde yo no os veaaa ...! ¡Malditos
súbditos que sólo sabéis pedir y pedir ...! ¡Obedeced y callad, es lo vues-
tro ...! iFueraaa...!
NARRADOR: La mujer del hombre convertido en rey, le recorda-
ba sus obligaciones y le recriminaba su mal comportamiento.
MUJER: ¡No está nada bien lo que haces ...! Así no se puede gober-
nar ... Tienes que ser más amable y escuchar a la pobre gente que te re-
clama justicia y que te pide ayuda ... Un rey se debe a sus súditos
y...
REY (furioso): ¡Fuera tú también de aquí...! Te las das de lista,
¿eh ...? Pues aquí el único listo, el único que sabe lo que tiene que ha-
cer, soy yo: el rey.

72 @ narcea, s. a. de ediciones
NARRADOR: Sin darse cuenta, la corona, tal y como le había
anunciado el mago, comenzó gota a gota a derretirse. Y sucedió que
un día, los habitantes de otro lugar invadieron el Pueblo en son de
guerra. Los súbditos acudieron a su rey para pedirle que intervi-
niera.
SUBDITOS: iAuxiliooo...! !Socorrooo...! ¡Te necesitamos, rey ...!
REY (gritando): ¡Fuera, fuera de aquí...! Sólo acudís a mí cuando
tenéis problemas ... ¡Fuera, fueraaa ...!
UN SUBDITO (tranquilo y sosegado): Está bien: nos iremos, pero
nombraremos otro rey que nos defienda y proteja ...
NARRADOR: El rey, al escuchar aquellas palabras, rápidamente
cambió de actitud. Poniéndose de pie, exclamó:
REY: iSilencioooo...! Yo soy vuestro rey y señor,
'
y yo arreglaré los
problemas de mi Pueblo. iA ver, mi corona...!
MUJER (tímidamente y asustada): Es que ... Será mejor que ... No sé
si...
REY (como loco): ¡Mujertonta, retonta de capiroteee ...! ¿Se puede
saber qué dices, o mejor dicho, que no dices, o qué es lo que quieres
decirme y no sueltas prenda? No hace falta que te molestes. Yo mismo
cogeré mi corona ...
NARRADOR: El rey, sofocado y nervioso, fue a coger su corona,
pero no había tal. La corona estaba deshecha en un charquito de agua
sucia. Los súbditos, al verlo en el trono sin corona, empezaron a reírse
a carcajadas.
SUBDITOS (a grandes y ruidosas carcajadas): iJaaa, jaaa, jaaa
jaaa, jaaa ...!
REY (dando golpes con los pies y con las manos): iSilenciooo!¡Soy
vuestro rey! Mandaré que os azoten ... iVillanooos...! ¡Desagradecidos,
malos vasallooos ...!
NARRADOR: Pero los súbditos cada vez se reían más y excla-
maban:

" narcea, s. a. d e ediciones 73


SUBDITOS: ¡Tú no eres más que un pobre hombre ...! ¡Mejor será
que nos gobierne un extranjero...! ¡Fuera del tronooo! ¡Fuera del
palacio00 ...!
NARRADOR: El rey, que dejó de serlo, cayó en la cuenta de que ya
no era nadie y de que había dejado de ser rey y de que su reinado ha-
bía sido una oportunidad perdida e inútil.
MUJER (con burla y asomada a un extremo del escenario):...Y co-
lorín, colorado, así este rey tonto, acabó con su reinado ...

narcea. s. a. d e ediciones
Día de la
Constitución
Día de la
Constitución

PERSONAJES: Pueblo, hombre primero, hombre segundo, hombre ter-


cero, mujer primera, mujer segunda, ciudadanos.
DECORADO: Banderas de España o algo similar.

NARRADOR: Esto era una vez un País que s e llamaba España. Los
ciudadanos d e aquel País decidieron un día ser libres y, a voces, grita-
ban y pedían:
CIUDADANOS (pueden ser los espectadores): ¡Queremos ser li-
bres ...! ¡Queremos ser libres...! ¡Queremos ser libres...!
NARRADOR: Los hombres importantes d e España se preocupa-
ron y decidieron reunirse para pensar cómo solucionar aquel pro-
blema.
HOMBRE PRIMERO: ¿Habéis oído ...? El pueblo pide libertad.
Los hombres y las mujeres quieren ser libres. ¿Qué podemos
hacer ...?
HOMBRE SEGUNDO: ¿Las mujeres también ...? ¿Dónde s e ha
visto q u e las mujeres quieran ser libres ...? ¡Buena la iban a liar ...!
No querrían cocinar. No querrían fregar. No querrían coser,
planchar ...

o narcea, s. a. de ediciones 77
HOMBRE TERCERO: ¡No exageres, hombre...! Yo creo que debe-
ríamos llamar a alguna mujer para que juntos pensáramos cómo se
puede vivir en libertad.
NARRADOR: Y decidieron llamar a las mujeres.
HOMBRE PRIMERO (a voces): iMariaaa ...! iIsabeee1...!
(Entran dos mujeres).
MUJER PRIMERA: ¿Se puede saber qué bicho os ha picado...? ¡A
qué vienen esas voces ...? ¡Ni que estuviéramos sordas ...!
MUJER SEGUNDA (con arrogancia): iA mí, para guisar, no me
llaméis. ¡Ya estoy harta de servir siempre a todos vuestros capri-
chos...!
HOMBRE TERCERO: ¡Que no, mujer, que no es para eso! Quere-
mos contar con vosotras porque tenemos un problema.
MUJER PRIMERA: ¡Un problema...! ¿Qué problema...?
HOMBRE PRIMERO: ¡Escuchad, escuchad ...!
CIUDADANOS: ¡Queremos ser libres...! ¡Queremos ser libres...!
¡Queremos ser libres...!
HOMBRE PRIMERO: Ya habéis oído. El pueblo quiere libertad,
pero, ¿cómo se come eso, tíos...?
HOMBRE SEGUNDO: ¡Pues sí que eres tú listo! ¡No sé para qué
quieres ese cabezón que Dios te ha dado...! Vivir en libertad es vivir a la
bartola. Es decir, haciendo cada uno lo que le salga de las mismí-
simas narices...
HOMBRE TERCERO: Pero, ¿qué dices, tío...? Si cada uno hiciera
lo que quisiera... ipara qué el mogollón que se iba a liar ...! La gente ro-
baría, mataría ... ¡no, no...! ¡Eso no puede ser así...!
MUJER PRIMERA: ¡Claro que no puede ser así! Tenemos que
pensar y buscar una fórmula, una manera que nos permita vivir en li-
bertad pero sin molestarnos los unos a los otros. Yo no quiero que la
gente tenga libertad para entrar en mi casa, cuando le venga en
gana ...

78 0 narcea, s. a. de ediciones
MUJER SEGUNDA: Ni yo quiero que la genta tenga libertad para
meterse conmigo, cuando vaya por la calle o cuando salga a comprar,
o cuando vaya en el autobús... ¡No, no ...! Hay que pensar.
NARRADOR: Los hombres y mujeres estaban preocupados. Por
eso decidieron sentarse y pensar sin prisas.
(Se sientan todos y, durante unos instantes, piensan).
MUJER SEGUNDA (de pronto): ¡Tengo una idea ...! Pensaremos
en unas normas que siervan para todos por igual. Las escribiremos y
en ellas se harán constar derechos y deberes de todos los ciudadanos
del pueblo español. Y todo el mundo las tendrá que cumplir, o de lo
contrario ... ia chirona...! ¿Qué os parece ...?
HOMBRE SEGUNDO: ¿Iguales, igualitas para todos ...? ¿Para los
gitanos...? ¿Para los viejos...? ¿Para las mujeres...? Pero, ¿qué pintan en
todo esto las mujeres...? Mi mujer, ¿con derechos...? Eso no puede ser.
¡Para qué la que se iba a liar en mi casa!
MUJER PRIMERA: iMachistaaa ...! iRacistaaa...!
MUJER SEGUNDA (se dirige a las mujeres del Pueblo y con ges-
tos pide que lo abucheen), (grita):¡Las mujeres también somos perso-
naaas...! iFueraaa...! iFueraaaa ...!
HOMBRE PRIMERO (poniendo orden):No me parece mal la idea
de la ciudadana María. Haya paz y prosigamos. ¿Cómo llamaríamos a
estas normas ...?
MUJER SEGUNDA: Pues, eso, normas, leyes o Constitución. Te-
nemos que modernizarnos.
HOMBRE SEGUNDO: ¿De dónde te has sacado esa palabreja ...?
Consti-tu-ción. Eso me suena a jamón, melón ...
MUJER SEGUNDA: ¡Cateto00...! iA ver si te compras un dicciona-
rio...! Cons-ti-tu-ciónquiere decir..., eso; lo que estamos diciendo: con-
junto de normas o leyes para gobernar un país de forma que se le dé
un trato igual a todos los ciudadanos ...
HOMBRE SEGUNDO: ¿Mi mujer igual que yo...? ¿El cojo de los

@ narcea, s. a. de ediciones 79
periódicos, que no puede correr, igual que yo...? ¿Dónde se ha
visto eso...?
MUJER PRIMERA: Eso se ha visto en muchos países, y se llama,
para que te enteres, DE-MO-CRA-CIA.
NARRADOR: Y decidieron escribir las normas y ponerle el nom-
bre de Constitución Española. Cuando, después de muchos días de
trabajo, terminaron, uno dijo:
HOMBRE PRIMERO (estirándose): ¡Estoy reventado ...! ¿Qué día
es hoy ...? ¡Se me ha olvidado hasta en el día que vivo...!
HOMBRE TERCERO: Hoy, pedazo melón, es seis de diciembre de
mil novecientos setenta y ocho y para siempre, en España, este día se
celebrará el día de la Constitución. ¡Hoy es un día grande...!
HOMBRE SEGUNDO: iY tan grande ...! ¡Cuando mi mujer se ente-
re de que tiene derechos igualitos que los míos, seguro, seguro que me
pone a hacer biberones ...!
LAS DOS MUJERES: ¡A pelarla, machista...! ¡Vivamos ya en una
democracia ...! ¡Viva la Constitución...! ¡Viva España ...!
(Se puede terminar poniendo la música del Himno Nacional).

o narcea. s. a. de ediciones
Quiconete
Quiconete

PERSONAJES: Tío Hinojos, Tía Tomata, grano de maíz, niño.


DECORADO: Hojas verdes como de maíz y alguna que otra mazorca.

NARRADOR: Esto era una vez un matrimonio d e labradores: el


Tío Hinojos y la Tía Tomata. Ambos cultivaban la tierra de un campo
que tenían y donde sembraban patatas, lechugas, tomates y... bueno,
iun montón d e cosas más! pero, sobre todo, sembraban semillas que
pudieran servir d e alimento a sus animales: gallinas, cabras, cone-
jos y cerdos.
(Se corre el telón y aparece el matrimonio sentado en unas mece-
doras de lona, comiéndose un bocadillo).
T I 0 HINOJOS (relamiéndose d e gusto): iHmm ...! ¡Qué buenos
chorizos y qué sustanciosas butifarras nos vamos a comer este año, es-
posa mía ...! Los cerdos están creciendo sanos y gordos...
TIA TOMATA (ralamiéndose d e igual forma): ¡Ni que lo digas, es-
poso mío ...! ihmmm ...! iY qué tortillas más jugosas, cuando mis gallini-
tas pongan hermosos huevos d e yemas amarillas como el oro...!
T I 0 HINOJOS: ¡Sí, sí...! Llenaremos nuestra despensa d e ricos ja-
mones, salchichones, chicharrones ...

@ narcea, s. a. de ediciones 83
TIA TOMATA: Pero no podemos descuidar el alimento de nues-
tros animales. Tendremos que trabajar mucho para que el maizal re-
sulte verde y fresco como un jardín.
TI0 HINOJOS: No te preocupes por eso, mujer. Regaremos, es-
cardaremos, abonaremos y... buenos, mimaremos nuestros maíces
hasta que las mazorcas estén bien granadas y secas.
NARRADOR: Y el Tío Hinojos y la Tía Tomata, de sol a sol, traba-
jaban la tierra y cuidaban a sus animales, sobre todo a los cerdos que
comían y engordaban que parecía que les inflaban con la bomba de
una bicicleta. Cuando pasó algún tiempo, el maíz había crecido tanto
que sus hojas cubrían y pasaban las cabezas del matrimonio que, a ve-
ces, ni se veían y tenían que hablar a voces:
TI0 HINOJOS: ¡Qué buena cosecha tenemos este añoooo ...!
TIA TOMATA (perdida entre las matas y a voces): ¿Que te prepare
un baño ...?
TI0 HINOJOS (también a voces): ¿Qué te has hecho daño ...?
TIA TOMATA: ¿Qué dices, ahora, del cañooo...?
NARRADOR: Y así, hechos un lío, pasaban el tiempo, trabajando
en el maizal. Y, cuando las mazorcas se pusieron doradas, el matrimo-
nio las fue recogiendo, una por una desgranándolas y embasándolas
en sacos, sin dejar de repetir.
TI0 HINOJOS: Cómo se van a poner nuestras gallinas y nuestros
cerdos ...! Podremos vender huevos y carne en el mercado del pueblo ...
¡Este será el mejor año de cosecha de nuestra vida ...!
NARRADOR: Un grano de maíz, al oír las palabras del Tío Hinojos,
se puso muy triste y comenzó a llorar:
GRANO DE MAIZ (llorando: iBuaaa...! ibuaaa ...! ¡Yo no quiero que
me coman los cerdotes ni las gallinas...! isocorrooo...! iAuxiliooo...! No
quiero morir entre los dientes de un feo cochinooo ...! ¡No quiero morir
en el buche de una fea gallinotaaa...! iBuaaa ...! isocorrooo...! ¡So-
corrooo ...!

84 @ narcea, s. a. de ediciones
NARRADOR: Pero por más que el pobre grano de maíz gritaba y
lloraba, nadie acudía en su ayuda. Así que, pensando, pensando,
se dijo:
GRANO DE MAIZ (dejando de llorar): Esta visto que nadie va a
ayudarme. Me las tendré que arreglar solo y tendré que darme prisa, si
quiero escapar, y me escaparé, correré, me esconderéee... ¡Cardostra-
gones, comilones y meloneees ...!
NARRADOR: El grano de maíz salió corriendo del campo, cuando
el Tío Hinojos estaba a punto de meterlo en un saco, pero, nada más
escapar, oyó a la Tía Tomata que bostezaba y exclamaba:
TIA TOMATA (bostezando): iAaaaa ...! ¡Qué hambre y qué sueño
tengo ...! Me voy para la casa, marido. Te prepararé un buen plato de
sopa y unos huevos fritos con patatas ...
GRANO DE MAIZ (haciendo aspavientos): ¡Mi madre ...! Como no
me esconda pronto, esta Tomata de mofletes de payaso me cogerá y
me echará a sus animaluchos tragones...
NARRADOR: Y corriendo, corriendo, que se daba con los talones
en el trasero, llegó a la cocina de la Tía Tomata y se escondió debajo
de una sartén.
GRANO DE MAIZ: ¡Vaya carrera ...! ¡Aquí no me verá ...! ¡Aquí estoy
seguro...!
NARRADOR: De pronto, la Tía Tomata entró en la cocina can-
tando:
TIA TOMATA:
A la lima y al limón
pan de higo y salchichón.
A la lima y al limón,
huevos fritos con jamón.
A la lima y al limón,
leche frita con melón.
NARRADOR: En unos instantes, y sin darse cuenta, el grano de

Q narcea, s. a. de ediciones 85
maíz se encontraba dando vueltas en la sartén entre los huevos y
el aceite.
GRANO DE MAIZ: ¡Qué calorcito...! ¡Para mí que me estoy achi-
charrando la mollera ...! iY qué pringoso y mareado estoy...!
TIA TOMATA (dando vueltas a la sartén):
Mi carro me lo robaron
cargadito de jamones
imalditos, malditos ladrones!
¿Dónde estará mi carro...?
¿dónde mis ricos jamones ...?

NARRADOR: Cuando los huevos y las patatas estuvieron a punto,


el Tío Hinojos, con la boca hecha agua, exclamó:
TI0 HINOJOS (sentándose en la mesa): ¡Cómo me voy a poner ...
¡No voy a dejar ni el plato ...! iHmmm ...! ¡qué ricos huevos...! ¡Qué bue-
nas patatas de mi cosecha ...!
GRANO DE MAIZ: ¡Menudo tragón ...! ¡Pues no quiere comerse él
solo la fuente de patatas ...! ¡Para qué el dolor de barriga que le va a en-
trar...! Pues ... ¡lo que es a mí no me vas a pillar ...!
NARRADOR: Y el grano de maíz echó a correr de nuevo, pero esta
vez tropezó con un trozo de espejo que brillaba en el suelo.
GRANO DE MAIZ (mirándose por delante y por detrás): ¿Ese bi-
charraco soy yo ...? ¡Si me parezco al negrito zumbón borracho ...! ¡Si
me parezco a la verruga de la bruja piruja! ¡Si parezco un pellizco
de chocolate...!
NARRADOR: Y exclamando estas cosas estaba, cuando oyó la voz
de un niño que le hablaba:
NIÑO:¡Hola, Quico...! ¿Dónde vas ...?
GRANO DE MAIZ (asombrado): ¿Me hablas a mí...?
NIÑO:¿A quién si no ...? Que yo vea, estamos solos.

" narcea, s. a. de ediciones


GRANO DE MAIZ: Es que... como me has llamado Qui... qui ..., ilo
que sea ese nombre tan raro!
NIÑO:Te he llamado Quico. ¿No ese el nombre de los granos de
maíz tostados ...? Qui-cos.
GRANO DE MAIZ (con sorpresa): iAaah...! No lo sabía, pero de to-
das formas... ia mí no me gusta ese nombre!
NIÑO:¿Y cómo quieres Iiamarte...?
GRANO DE MAIZ: ¡Pues...! iNo sé...! (piensa)Tal vez ..., ¡Ya lo ten-
go! ¡Me llamaré Quiconete ...!
NIÑO:iMe gusta...! Te llevaré conmigo y seremos amigos. ¿Qué
dices...?
GRANO DE MAIZ: Digo que ... ¿tú tienes cerdotes, gallinacas...?
NIÑO:No te preocupes: yo cuidaré de tí. Te meteré en una bolsita
y vendrás conmigo en el bolsillo de mi chaqueta.
GRANO DE MAIZ: ¡Me gustaaaa ...! iBieeen! ¡Soy Quiconete...!
NARRADOR: Y el grano de maíz y el niño se hicieron tan amigos
que nunca se separaron y fueron felices y no comieron perdices.

narcea. s. a. de ediciones
El pez bueno y
el cocodrilo malo
La hoja seca
El pez bueno
y el cocodrilo malo

PERSONAJES: Cocodrilo, pez, rana.


DECORADO: Paisaje de árboles y un río grande.

NARRADOR: En el fondo de un río, en la selva africana, vivía un


cocodrilo que era muy malo. Su mayor deseo era comerse, para diver-
tirse, a un pececillo que también vivía en aquel río y que era muy bue-
no y estaba siempre contento.
Pero el pez, cuando descubrió que el cocodrilo quería comérselo
se puso triste y, desde lejos le preguntaba:
PEZ: ¿Qué te he hecho yo, cocodrilo...? ¿Por qué guieres comer-
me? iSi soy muy chico...! !Si con mi cuerpecillo no tienes ni para uno de
tus fuertes y largos dientes ...!
COCODRILO (riendo a carcajadas): iJaaaa, jaaaa ...! Tienes razón;
eres un bocado muy enano para mi bocaza, pero ... ijaaaa..., jaaaa ...!
¡Quiero divertirme viendo cómo tiemblas de miedo ...! ¡Además, eres
un pez tan tonto que no mereces vivir...!
NARRADOR: Y el cocodrilo ponía trampas debajo de las piedras,
para cazarlo. No obstante, el pez se escapaba siempre, porque una ra-
na, amiga suya, le avisaba:
RANA: ¡Ten cuidado, pececillo! En aquellas piedras que hay junto

0 narcea, s. a. de ediciones 91
a la orilla, he visto una trampa. no pases por allí. Vente, si quieres a
dormir a mi casa, pero, mira bien por dónde pasas. Ese cocodrilo se
merece un escarmiento.
NARRADOR: El pez, haciendo caso de su amiga la rana, daba
vueltas y revueltas por no caer en las trampas del cocodrilo, y de esta
forma, y gracias a la ayuda de su amiga la rana, que siempre andaba
saltando de un lado para otro, lograba escapar de los dientes del
cocodrilo.
Pero, un día, el pez se equivocó de camino y cayó en la trampa.
PEZ (llorando y gritando: iBuaaa...! iSocorrooo...! iAuxiliooo...!
¡Que me come el cocodriloooo ...! iBuaaa...! iBuaaa...!
NARRADOR: La rana, que volvía de dar un paseo, reconoció la
voz de su amigo el pez y fue corriendo a ayudarle.
RANA (gritando): ¡No tengas miedooo ...! ¡Allá voy ...!
NARRADOR: Y la rana ayudó a su amigo a liberarse de la trampa
donde había caído. Pero el pececillo pasó tanto miedo que decidió no
salir más de su casa. La rana lo visitaba y aconsejaba:
RANA: Tienes que salir. No puedes estar siempre escondido. No
se puede vivir siempre asustado ...
PEZ (tembloroso):¡Soytan pequeño ...! ¡Soy tan poca cosa ...! ¡El co-
codrilo es tan grande y tan fuerte...!
RANA: ¡Tonterías...! El ser pequeño no es una excusa para ser co-
barde. ¿Sabes qué se me está ocurriendo ...?
PEZ: ¿Qué...? No pienses cosas raras que me da mucho miedo.
Además, en cuanto se mueve el cocodrilo, enturbia de barro el agua y
no hay quien vea ...
RANA: Pues ... (dando saltos) ¡Le pondremos una trampa ...! Espe-
raremos a que se vaya o a que se duerma ...
PEZ: Mejor esperar a que se duerma. Si está fior ahí, se puede pre-
sentar cuando menos lo esperemos.
NARRADOR: La rana y el pececillo se pasaron una noche entera

92 O narcea, s. a. de ediciones
preparando una trampa al cocodrilo, que roncaba que parecía una
locomotora. Por la mañana, el cocodrilo se despertó temprano y
exclamó:
COCODRILO (desperezándose): Hoy tengo gana de divertirme.
Voy a ver si le doy un buen susto al tontorrón ése que tiene cara de alfi-
ler asustado. Me lo voy a meter en un colmillo y lo voy a pasear por to-
do el río.
NARRADOR: Y dicho esto, el cocodrilo se arrojó al agua can-
tando:
¿Dónde estás, pececillo tontorrón?
Tienes cara d e alfiler,
tienes la cola al revés.
¿Dónde estás que te quiero comer?

NARRADOR: Pero el presumido cocodrilo, entusiasmado con su


canción, no se fijó por dónde iba y... iplaf ...!, cayó en la trampa.
COCODRILO: isocorrooo...! iA mí, socorrooo ...! ¡No puedo morir;
soy un cocodrilooo...! ¡Soy fuerte y valiente ...! iSocorrooo! ¡Por favor,
no me dejéis morir ...!
NARRADOR: El pez, que etaba escondido con su amiga la rana,
detrás de una mata del río, sintió pena del cocodrilo y le dijo a la
rana:
PEZ: ¿Por qué no lo soltamos...? No puedo resistir sus gritos de so-
corro. ¿Lo vamos a dejar que se muera ahíatrapado ...? ¿Por qué no va-
mos a salvarlo...?
RANA (poco convencida): Bueno ... Si tú quieres ... Yo, por mí, lo
dejaba ahí, hasta que se le cayera esa ristra de dientes que parecen
una sierra.
NARRADOR: Y el pez y la rana fueron a soltar al cocodrilo, pero
antes le hablaron:
PEZ: ¿Has visto lo mal que se pasa, cuando alguien no te quiere y
te persigue...? ¿Has visto lo mal que se pasa, cuando se tiene miedo...?

narcea, s. a. de ediciones 93
Te vamos a soltar, pero no vuelvas a ser un cocodrilo malo, sino un co-
codrilo bueno, amigo de los peces y de todos los animalillos del
río.
RANA: Y dale gracias al pez, porque, si no es por él... ite podías ha-
ber secado ahí! A ver si aprendes la lección: la fuerza no está en ser
grande, muy grande de corazón.

" narcea, s. a. de ediciones


La mariposa
que no podía volar
La mariposa
que no podía volar

PERSONAJES: Jardinero, Candi, árboles, rosales, mariposas, pájaros,


madre.
DECORADO: Jardín con pequeños árboles, rosales y una fuente.

NARRADOR: En el barrio de Candi, un pequeño que colecciona-


ba hojas de árboles, rosales y toda clase d e plantas, el Ayuntamiento
hizo un bonito jardín, con cesped, periquitos para regar, muchos, mu-
chos árboles y rosales... iah ...! y con una fuente d e la que a todas horas
manaba un chorrito d e agua fresca.
Al principio, el jardín era tan pequeño que más bien parecía una te-
rraza sembrada de macetas, pero un buen jardinero, enamorado de
sus plantas, las cuidaba y hablaba con ellas como si fueran per-
sonas.
JARDINERO (limpiando y regando el jardín): ¡Qué gana tengo de
que os pongáis grandes y os cubráis d e hojas! Vendrán pájaros a hacer
sus nidos y mariposas a chupar el néctar d e las más bellas rosas de la
ciudad. Vendrán niños a pasear, vendrán ancianos a tomar el sol y...,
bueno, vendrá tanta gente que, más que un jardín, esto parecerá
una fiesta.
NARRADOR: De vez en cuando, algunos pajarillos, en pequeñas

o narcea, s. a. de ediciones 97
bandadas, se detenían allí, pero, tras breves instantes, alzaban de nue-
vo el vuelo en busca de otros lugares más cómodos y calientes
para dormir.
(Tres niños, vestidos de pájaros, entran en el escenario, haciendo
como que vuelan).
PAJARO PRIMERO (mirando a lo largo y ancho del jardín): ¿Dón-
de estamos ...? Este sitio parece tranquilo. ¿Qué os parece si nos que-
damos aquí a dormir ...? ¡Estoy rendido! Hoy me he visto negro para
encontrar comida. ¡Menos mal que un amigo me avisó de un buen sitio
al otro lado del río, pero ... (bostezando), iaaaa ...! Me caigo de sueño.
PAJARO SEGUNDO (haciendo aspavientos): Pero, ¿qué dices?
¿Quedarnos en un sitio como éste...? Tú estás majarón. ¡Si esto parece
una plantera de cebollas ...! ¡Pero si esto está más pelado que la calva
de mi bisabuelo ...! Yo también lo he pasado mal esta mañana; tuve
que separar a dos amigos que se peleaban por un gusano, pero ....
¿quedarme aquí...? ¡Qué locura!
PAJARO TERCERO (tiritando): iHuy, huy ...! ¡Que me congelo,
tíos! Que me estoy quedando más tieso que la pata de Perico. Que,
que queee ... me tiembla el pi ... pi ... co...
NARRADOR: Y los pájaros se iban de allí en busca de otros árbo-
les que los arropasen con sus ramas y jojas. De igual forma, cuando lle-
gaba la mañana, alguna que otra mariposa se daban una vuelta por allí
para comprobar para cuándo más o menos abrirían los capullos
sus hojas.
(Aparecen dos niñas vestidas de mariposas).
MARIPOSA PRIMERA (sin dejar de corretear el escenario): ¡Qué
mala, pero qué requetemala noche he pasado ...! ¡Estoy nerviosa ...! Y
todo porque ayer un grandullón, un manazas, en el jardín de las Lu-
nas, intentó cazarme para su colección. ¿Te lo imaginas...? ¡Qué manía
la de pincharnos como si fuéramos una patata frita ...! Estaba tan entu-
siamada bebiéndome el néctar de una rosa cuando... ipimbaaa!, un ni-
ño, que pasó junto a mí, me mandó, de un empujón, a tomar viento, y...
¡menos mal, porque gracias a eso, pude salvarme.
MARIPOSA SEGUNDA (presumiendo): iEs que somos tan gua-

98 0 narcea, s. a. de ediciones
pas! ¡Es que somos tan delicadas...! ¡Es que somos tan finas...! Es que
somos... (cambiando de tono) Oye, ¿sabes que te digo...? Que po-
dríamos quedarnos a vivir en este jardín. Aquí nadie nos cazaría. Hay
tan poca cosa en este jardín ...
MARIPOSA PRIMERA: Es que esto no es un jardín; esto es más
bien un churro. Aquí nos quedaríamos más flacas que un alfiler y más
canijas que una purga. Yo no me quedo. Yo, ahora mismo, me voy. Si
tú prefieres quedarte, allá tú, que vas a tener que pasar diez veces para
que se te vea.
MARIPOSA SEGUNDA: No, no, no; yo me voy contigo. ¡Chao,
plantas peques ...! ¡Sois muy parvulitas para nuestro apetito...!
MARIPOSA PRIMERA (riendo a carcajadas): ¡Que os alimentéis
bien y os alegréis un poco que con esta penuria ...! iJaaa, jaaa ...!
NARRADOR: Pero poco a poco, los árboles fueron creciendo y lle-
nándose de ramas y hojas, y los rosales de tiernas yemas, primero, y de
verdes capullos, después. Y cuando llegó la primavera, el jardín se ha-
bía convertido, con los cuidados del jardinero, en el más bonito de to-
da la ciudad. Los árboles, cubiertos de hojas cantaban a coro con
los rosales:
(Niñosy niñas que, como pequeños arbolitos han permanecido to-
do el tiempo acurrucados y como dormidos, poco a poco se estiran
hasta quedar totalmente erguidos. Todos cantan con la musiquilla de
Jardinera tú q u e entraste e n el jardín del amor...).
Pajarillos tontorrones
ya tenéis donde dormir,
venid todos a nuestras ramas
q u e ya somos un jardín.
Y a tenéis donde comer,
presumidas mariposas,
venid todas a nuestras flores
q u e ya somos lindas rosas
NARRADOR: Y los pájaros y las mariposas regresaron al jardín.
(Aparece una pareja de pájaros que busca árbol para hacer su
nido).

o narcea. s. a. de ediciones 99
PAJARO: Bueno, ¿qué te parece este jardín ...? Yo creo que es el ci-
tio ideal para que nuestras crías vivan felices. ¿No te parece ...?
PAJARA (vacilando):¡No sé, no sé...! Encuentro este lugar dema-
siado cuidado. Quiero decir que habrá poca comida y tendremos que
alejarnos mucho del nido para buscarla, y puede que algún niño haga
daño a nuestros pequeños ...
PAJARO: ¡Qué cosas se te ocurren, pájara mía! Eso lo hacían los
niños de antes. Ahora es diferente. Ellos cuidan y aman a los pá-
jaros y...
PAJARA: ¿Y si con los tirachinas hacen blanco en nuestros hueve-
cillos...? ¿Y si se llevan los nidos...?
PAJARO: Que no, que no tienes que ser tan mal pensada, que los
niños no hacen esas cosas...
PAJARA (poco convencida): Bueno ... Si tú lo dices... Si a tí te pare-
ce bien ...
NARRADOR: Y así, los pájaros se iban quedando a anidar en
aquel bello jardín, cuyos árboles y plantas seguían insistiendo en
su canción:
(Vuelven a cantar).
Pajarillas juguetones
ya tenéis donde anidar
que las hojas que tenemos
calorcito os darán.
Ya tenemos rico neCtar,
delicadas mariposas,
que lo sacaron del alma
las más puras y bellas rosas.
NARRADOR: Y la canción de aquel jardín llegó también a las ma-
riposas que se relamían de gusto, posándose de flor en flor.
(Aparece una mariposa que anda como escondiéndose para no
ser vista por las demás).
MARIPOSA: iHuy...! ¡Qué solitario se ha quedado el jardín! iHmm!

100 0 narcea. s. a. de ediciones


¡Cómo me voy a poner de néctar...! Me chuparé lo mejor de cada flor y
no habrá nadie que me coja la delantera ... ¿Por dónde empiezo...? (Mi-
ra para todos lados y al final corre a una rosa) ¡Ya lo sé...! Allí hay una
rosa casi escondida que tiene que estar riquísima. ¡Voy por ella...!
NARRADOR: Pero el pequeño Candi, coleccionista de hojas, que
siempre andaba por el jardín, se quedó boquiabierto al verla.
CANDI (con una bolsa llena de hojas y asomado por detrás de un
árbol): ¡Qué mariposa más guapa ...! Lo menos tiene cien colores. La
cazaré. Quiero tenerla entre mis manos y tocar la suavidad de sus alas
que parecen de seda. (Pensando). Haré un cazamariposas con una
bolsa de plástico y una redecilla vieja de mi madre.
NARRADOR: Y Candi corrió a su casa en busca de su cazamaripo-
sas. Entre tanto, la mariposa, satisfecha del rico néctar de tantas rosas,
se quedó dormida, y Candi regresó al jardín dispuesto a cazarla.
CANDI (con mucho sigilo entra en el escenario): ¡Anda, mi madre!
¡Si no se ha movido ...! ¡Si parece que se ha quedado hipnotizada! ¡Allá
que voy por ella...!
NARRADOR: Y de un golpe... izas...! la enredó entre los hilos de su
cazamariposas. Y Candi loco de alegría corría y gritaba:
CANDI (sosteniendo a la niña vestida de mariposa con las dos ma-
nos): iHalaaa...! ¡Qué chulería...! Te meteré en una caja de bombones y
te llevaré para que te vean los nenes de mi clase... iVivaaa...! iVivaaa...!
iMamaaá..., mamaaá ...! ¡Mira lo que tengooo ...! ¡Mira qué mariposa
he cazadooo...!
NARRADOR: Y el pequeño le pasaba los dedos por las finas alitas
que parecían pétalos de rosa. El no sabía el secreto de las mariposas y
sin darse cuenta le estaba quitando una especie de polvillo mágico sin
el cual nunca más podría volar. Por eso, la madre de Candi, al oírlo, sa-
lió a su encuentro exclamando:
RE (con tristeza): ¡Pobrecilla...! ¡Ya nunca más podrá volar,
hambre y de frío...!
CANDI (sorprendido):¿Por qué, mamá ...? ¡Si está más viva que tú

@ narcea, s. a. de ediciones 101


y que yo ...! ¡Si yo no la quiero matar ...! ¡Si yo lo que quería era tocarla
un poco y que la vieran mis compañeros ...!
MADRE: Ya lo sé, hijo, pero, sin querer le has quitado el polvo de
sus alas, y eso es como si a tí te cortaran las piernas: nunca más podrías
andar.
CANDI (medio llorando): ¡Yo quiero curarla, mamá ...! Le echaré
polvos de talco... Le echaré polvos de chocolate, le echaré...
MADRE: Eso no le serviría de nada. Lo mejor será que la devuelvas
a su rosa. ¡Quién sabe...! iA lo mejor ella sabe qué hacer...! Los anima-
les y las plantas saben también lo que más les conviene.
CANDI: ¡Sí,sí, mamá ...! Eso haré. La dejaré en la flor más bonita del
jardín y me quedaré allí para que ningún pajarraco se la coma.
NARRADOR: Y Candi llevó la rosa al jardín. Buscó una rosa de pé-
talos blancos como la nieve y, mucho cuidado, la colocó entre ellos. Y
allí, escondido, esperó largo rato, sin dejar de observar a la mariposa.
El jardín a coro, entonó una de sus mejores melodías:
(Cantan todos).
Respira y vuela mariposa,
respira fuerte y sin cesar
q u e la vida e s un camino
y mucho queda por andar.
NARRADOR: Poco a poco, la mariposa, como si de nuevo regresa-
ra a la vida, comenzó a levantar las alas, hasta que, de pronto, izas...!,se
tiró de cabeza a otra rosa. El pequeño Candi, que continuaba escondi-
do, notó que una lágrima se escapaba de sus ojos y sacando un pañue-
lo exclamó:
CANDI: ¡Adiós, mariposa ...! ¡Que te vaya bien ...!

@ narcea, s. a. de ediciones
Leyenda del
árbol de Navidad
Leyenda del árbol
de Navidad

PERSONAJES: Angeles, árbol, pastores, estrella, Reyes Magos, leñador.


DECORADO: Un cielo lleno de estrellas.

S e levanta el telón y aparecen pastores durmiendo y un árbol en la


mitad del escenario también duerme.
NARRADOR: Era una noche fría d e Diciembre. Los pastores, tras
recoger sus rebaños, dormían profundamente, cuando unos ángeles
blancos irrumpieron en la noche cantando y espabilando sus sue-
ños.
(Entran ángeles cantando. Con la música d e Una pandereta sue-
n a).
Despertaos, pastorcillos,
despertaos, pastorcillos
que ha nacido el Salvador...
Sal vilariño, arandandillo
sal vilariño arandandá
date la vuelta y lo verás.
NARRADOR: El primero en despertarse fue un pequeño árbol
que crecía en el camino y que, al oír las canciones, exclamó:

@ narcea, s. a. de ediciones 105


ARBOL: ¡Qué horas son estas de hacer tanto jaleo ...! ¡Pero si es
media noche ...! (Mirando al cielo) ¿Parece que brillan más las estre-
llas...? ¡Sí, si...! ¡Seguro que algo pasa en el cielo...! ¿Qué podrá ser...?
¡Está uno solo...! (Acuciando el oído) ¡Algose oye...! ¡Si pudiera mover-
me ...! ¡Si pudiera caminar...! Pero... ¡Alguien viene...!
ANGELES (entran de nuevo cantando un villancico):
A Belén, pastores,
a Belén, chiquillos
que ha nacido el Rey
de los angelitos...!
etc.
ARBOL: ¡Qué bellos y hermosos son ...! ¡Parecen ángeles...! Pero,
¿Qué iban a hacer los ángeles a estas horas de la noche ...? Hablaban
de Belén, del Rey de los angelitos... ¿Qué querrían decir...?
(Pastores despertando).
PASTOR PRIMERO (restregándose los ojos):No sé si he soñado o
he tenido una visión ¡Qué cosa más rara ...! Parece como si unos ánge-
les me hubiesen despertado ... iBartolooo...! (llama a otro pastor)
iBartolooo...!
PASTOR SEGUNDO (desperazándose): ¿Quién me Ilamaaa...?
¡Vaya unas horas de despertarme...! Parece la voz de Eutasquio. ¡Se-
guro, seguro que le ha dado un dolor de barriga ...! (levantando la voz)
¿Qué bicho te ha picadooo...?
UNA PASTORA (levantándose de un salto):¿Que mi Perico se ha
mareado ...? ¿Dónde está ese borracho que le sacó las orejas...?
PASTOR SEGUNDO: ¡Que no, Felipaaa...! ¡Que el Perico está
allí, abajo ...!
PASTORA (cada vez más confundida): ¿Que se ha tragado un
ajo...?
PASTOR PRIMERO (vocea de nuevo): iBartoloooo ...! iBarto-
1000...!

PASTORA (que sigue confundida): ¿Que lo ha pillado un toro?

106 narcea, s. a. de ediciones


PASTOR TERCERO (despertándose):¿Qué horas son éstas para
hablar de un moro...?
(Se forma un pequeño jaleo entre los pastores que discuten sin
que ninguno sepa qué pasa).
NARRADOR: Los pastores estaban aturdidos sin saber qué les pa-
saba ni por qué estaban despiertos a aquellas horas, cuando, de nuevo
entraron los ángeles cantando:
ANGELES (cantando):
¡Pastores venid,
pastores llegad,
a adorar al Niño,
que ha nacido ya ...!
(Los pastores quedan mudos).
NARRADOR: Tras unos minutos, la pastora Felipa exclama:
PASTORA: ¡Eran ángeles...! iY decían que ha nacido un Niño ...!
¿Habéis oído lo que yo ...? Parce como si la sordera y el sueño se me
hubiesen ido de repente.
PASTOR PRIMERO (reflexionando):¡Ahora lo entiendo! ¡Si yo no
soñaba ...! ¡Si lo primero que me despertó fue el canto de los ángeles...!
¡Si decían... .despertaos pastorcillos, que ha nacido el Salvador...»!
PASTOR SEGUNDO: ¡Anda, mi madre ...! iEl Salvador...! ¿Sabéis
lo que eso significa...?
PASTOR PRIMERO: ¡No sé...! Pero, si es un Salvador, tendremos
que ir a verlo, y tendremos que llevarle regalos, y tendremos que salir
corriendo... iA lo mejor está solo...!
PASTORA: ¡Pobre niño...! ¡Le Ilevaré mi bufanda ...! iA lo mejor tie-
ne frío...!
PASTOR PRIMERO: Y yo le Ilevaré una oveja. iA lo mejor
tiene hambre!
PASTOR SEGUNDO: ¿Y yo qué le llevo...? ¡No tengo nada! iAh ...!
iYa sé...! ¡Le llevaré mi flauta ...! iA lo mejor le gusta tocarla!

narcea, s. a. de ediciones 107


PASTOR TERCERO: ¡Pues yo le llevaré un gallo kikirikiiii...! ¡A lo
mejor no tiene despertador ...!
NARRADOR: Los pastores, cogiendo sus pequeñas ofrendas, em-
prendieron camino del Portal. Al pasar junto al árbol, se pararon a des-
cansar.
PASTORA: ¡Estoy reventada ...! ¿Por qué no descansamos un ra-
to ...? Como sigamos a este paso, cuando lleguemos, el Salvador nos va
a decir que estamos más chuchurríos que una uva pasa ...
ARBOL (complaciente): ¡Buenos días, pastores ...! ¡Parece que ha-
béis madrugado ...! ¡Falta todavía para que salga el sol...! Y..., ¿dónde
están vuestros rebaños ...? Y...,¿a dónde vais con esa cara de sueño, si
puede saberse ...?
PASTOR PRIMERO: ¡Pues no eres tú curioso...! Además, ¿no has
visto a los ángeles...? Ellos nos han despertado. Cantaban y decían
que en Belén ha nacido el Salvador...
ARBOL: iAh ...! ¡Sí, sí...! ¡Ya caigo, ya caigooo...! (haciendo memo-
ria). Por aquípasaron y... sí, sí... Decían algo de un Rey, de Belén ... ¡Yo
quiero ir con vosotros...!
PASTOR SEGUNDO: Pero, ¿qué dices...? Tú no puedes moverte
del suelo. Tú estás sujeto por las raíces a la tierra. Tú ... inada, nada, que
no podemos llevarte...! ¡Si cuando yo digo que nos hemos vuelto lo-
cos...! ¡Ahora resulta que los árboles quieren andar...!
PASTOR TERCERO: Pero, ¿dónde tienes la cabezota, árbol...?
Los árboles dan sombra, cobijan pajarillos... pero ..., ¿andar ...? ¿dónde
se ha visto eso ...? ivámonos ya que estamos perdiendo mucho
tiempo!
NARRADOR: Los pastores continuaron su camino, pero el árbol
se quedó llorando repitiendo:
ARBOL: iBuaaa ...! iBuaaa...! ¡Yo quiero ir a Belén ...! ¡Yo quiero
ir a Belén ...!
NARRADOR: Estaba llorando el árbol, cuando oyó una voz que le
hablaba; era la estrella de los Reyes Magos que les precedía:

108 narcea, s. a. de ediciones


ESTRELLA: ¿Qué te pasa, árbol...? ¿Por qué lloras de esa for-
ma ...?
ARBOL (extrañado y dejando de llorar):¿Y tú quién eres y dónde
estás que no te veo ...?
ESTRELLA: Mira para arriba, árbol, y no seas paleto. ¿Me ves ...?
Soy una estrella que voy hacia Belén. ¿No te has enterado ...? Ha naci-
do el Salvador...
ARBOL: ¡Claro que me he enterado ...! Por eso lloro. ¡No puedo
moverme de aquí...! (Vuelvea llorar) ¡No han querido llevarme los pac-
tores ...! ¿Por qué no me llevas tú ...?
ESTRELLA: ¡Qué más quisiera yo ...! Pero, icómo voy a llevarte por
el cielo...? ¿Tú has visto alguna vez que un árbol vuele ...? Además...Yo
soy..., ¿cómo te explicaría yo ...? Como el guía de unos Reyes que vie-
nen de Oriente y no conocen el camino... iA ver si ellos pueden hacer
algo por tí. Yo tengo que seguir andando para que no se pierdan!
NARRADOR: El árbol, aunque siguió triste, la idea de que por allí
iban a pasar unos Reyes, le consoló pensando que seguro, seguro que
ellos le ayudarían. ¡Por algo eran Reyes! De pronto, apareció por el ca-
mino un grupo de pastores que, sin detenerse, cantaban:
(Un grupo de pastores atraviesa el escenario cantando).
Ya vienen los Reyes Magos,
ya vienen los Reyes Magos,
caminito de Beléen,
olé, olé, olando y olé
olando ya se fue...
(Aparecen los Reyes Magos, precedidos de pajes cargados con sa-
cos, a cuestas, llenos de regalos).
UN PAJE (solemne): Si sus majestades, dan permiso, podíamos
descansar un rato, debajo de este arbolito. ¡Los camellos están cansa-
dos...!
REY MELCHOR: ¡Sí, sí...! Descansemos un rato y comamos
algo.

@ narcea, s. a. de ediciones 109


REY BALTASAR (sacando chocolatinas de un saco): ¿Quién
quiere...?
REYES Y PAJES: iYooo...! ¡Bombones, chocolateee ...! iVivaaa...!
REY GASPAR: ¿A estas horas, chocolate...? ¡Estáis majarones!
Además os vais a llenar la boca, las manos ... ¡Qué desastre ...! ¿Por qué
no le ofrecéis una chocolatina a este arbolito...? No se come delante de
los demás sin ofrecer. ¡Mal educados...!
BALTASAR: ¡Es verdad ...! ¡Pobre arbolito...! ¿Qué estará diciendo
de nosostros ...? ¿Quieres un bombón, pequeño árbol...? (reparandoen
él) Pero ..., ¿qué te pasa ...? ¡Tú has llorado...!
ARBOL (vueve a llorar): iYooo..., yo ... quiero ir a Belén ...! iBuaaa ...!
iBuaaa...! ¡Yo quiero ver al Salvadooor ...!
REY MELCHOR (acariciándolo): Tú no puedes caminar. Com-
préndelo. No debes llorar. Nosotros le hablaremos al Salvador de tí y,
de tu parte, le daremos un beso grande...
ARBOL (gimoteando):Pero ... ¡Yo quiero ver1000 ...!
BALTASAR: No te preocupes; te traeremos una foto y... ¡se me
ocurre una idea! Te llenaremos las ramas de regalos y adornos para
que, desde aquí, anuncies a todo el mundo que ha nacido el
Salvador.
(Entre todos colocan en el árbol adornos y regalos).
NARRADOR: El arbolito, a pesar de verse tan adornado, no estaba
contento. El quería ir a Belén para adorar al Salvador. Por eso, seguía
llorando, cuando apareció por allí un viejo leñador.
LEÑADOR(mirando de arriba abajo al arbolito):¿Qué te pasa, pe-
queño? ¿A qué vienen esas lágrimas con lo guapo que estás...?
ARBOL: Todos van a Belén y yo no puedo ir: estoy tan sujeto a la
tierra ...! Nadie quiere sacarme de aquí... Además... moriría, pero no me
importa. ¡Yo quiero ver al Salvador...!
LEÑADOR:¡Eso es fácil ...! ¡Yo tengo la solución...! Te sacaré de la
tierra, te meteré en una maceta y te llevaré a Belén. Precisamente, yo

110 o narcea, s. a. de ediciones


voy para allá. Así que ¡Manos a la obra, que no hay tiempo que
perder ...!
NARRADOR: El leñador, con mucho cuidado, fue sacando las raí-
ces del arbolito,tirando, poco a poco. Una vez que estuvieron fuera de
la tierra, las sembró en una maceta y se la colgó a la espalda. Y así llevó
el arbolito a Belén.
(A un lado del escenario, cubierto hasta entonces, estará el Belén,
con los pastores, la estrella, los Reyes... Al llegar el leñador, caerá el de-
corado que lo cubre).
LEÑADOR(arrodillándose con el arbolito a cuestas):
Niño Dios,
te traigo este arbolito
con todo mi amor.
Para q u e adorne el Portal
e n la fiesta d e Navidad.
NARRADOR: Y el Niño Dios habló:
Pequeño arbolito
tú siempre conmigo estarás,
y serás luz y regalos
para este pequeño Portal.
(Aplauden todos y gritan).
TODOS: iBieeen...! iVivaaa ...!
NARRADOR: Y, desde entonces, se convirtió en el árbol de Navi-
dad que, junto al Portalito de Belén, aparece en nuestras casas todos
los años.

@ narcea. s. a. de ediciones

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