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VIGILIA DE ORACIÓN POR LAS

VOCACIONES 2018.
MONASTERIO MADRES DOMINICAS DE SANTA ANA. MURCIA

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Canto de Exposición. Hay un corazón que late.

1. Hay un corazón que late, Decidle a todos que vengan 2. Es el corazón en lucha
que palpita en el Sagrario, a la fuente de la vida.
el corazón solitario, Hay una historia escondida del huerto de los Olivos,
que se alimenta de amor. dentro de este corazón. que amando a sus enemigos
Es un corazón paciente, Decidles que hay esperanza, hizo creer al ladrón.
es un corazón amigo, que todo tiene un sentido.
el que habita en el olvido, Que Jesucristo está vivo,
el corazón de tu Dios. decidles que existe Dios. Es el corazón que salva
por su fe a quien se le acerca.
Es un corazón que espera, Es el corazón que llora
un corazón que perdona, en la casa de Betania. Que mostró su herida abierta
que te conoce y que toma, El corazón que acompaña al apóstol que dudó.
de tu vida lo peor. a los dos de Emaús.
Que comenzó esta tarea Es el corazón que al joven
una tarde en el Calvario, rico amó con la mirada.
y que ahora desde el Sagrario El que a Pedro perdonaba
tan sólo quiere tu amor. después de su negación.

Salmo (a dos coros)


Salmo 118, 57-64

Te he expuesto, Señor, mis deseos:


Quisiera ser amigo fiel de tus palabras.
Con toda mi alma busco tu rostro;
sé indulgente conmigo, como prometiste.

Mis ojos a veces se desvían del camino que me trazas


pero siempre es a ti a quien regreso.
Mis ansias profundas me conducen a una cosa:
cumplir tu voluntad.

Son múltiples las trampas que me encuentro,


mas tú cuidas de mí y me das tu ley de amor.
Incluso me sucede despertarme por la noche
y pensar en alabarte y darte gracias.

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Comprometiéndome a seguirte,
me he unido a mis hermanos.
Con ellos, tiendo hacia ti,
con ellos, quiero servirte fielmente.

Tu amor, Señor, invade mi vida;


enséñame a descubrirlo y amarte.

-Ecos del salmo-


Te seguiré, te seguiré oh
Canto Canon: Te Seguiré. M. Frisina
Señor, y en tus sendas
caminaré.

Proclamación de la Palabra de Dios.


Lectura del Primer Librode los Reyes, 19, 11-13

Le dijo: «Sal y permanece de pie en el monte ante el Señor». Entonces pasó


el Señor y hubo un huracán tan violento que hendía las montañas y
quebraba las rocas ante el Señor, aunque en el huracán no estaba el Señor.
Después del huracán, un terremoto, pero en el terremoto no estaba el Señor.
Después del terremoto fuego, pero en el fuego tampoco estaba el Señor.
Después del fuego, el susurro de una brisa suave. Al oírlo Elías, cubrió su
rostro con el manto, salió y se mantuvo en pie a la entrada de la cueva. Le
llegó una voz que le dijo: “¿Qué haces aquí, Elías?”

Palabra de Dios.

Meditación

Miramos la situación de Elías, es un momento de su vida donde es


perseguido y huye al desierto. Después de 40 días de camino y alimentado
por el pan que le da el ángel llega al Horeb, el monte de Dios. Es en este
lugar donde ocurre la escena que nos relata la Escritura; y ¿qué nos dice?,

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¿de qué nos habla? Observemos los elementos: la naturaleza, huracán,
terremoto, fuego, nos hace ir en un segundo al pasado, reencontrarse con
las raíces del pueblo, que en los libros primeros de las escrituras descubren
a Dios en el poder y la magnificencia de los grandes sucesos, como en el
éxodo, los salmos, etc., el profeta Elías, sin embargo, percibe al Señor en el
suave paso de la brisa, en medio de todo el ruido que seguramente significa
ser perseguido. Pero él le descubre en la brisa y nos dice que en todo lo
demás, no estaba Dios. Esta lectura nos hace volver a los orígenes, del
mismo modo que nuestra reflexión inicial, por decirlo de algún modo y
descubrir en ello la fidelidad de Dios a la Alianza y mirar a Jesús como en
quien se cumplen todas las promesas, aceptado por pocos y rechazado por
la mayoría. Hoy también a cada uno de nosotros nos llega una llamada que
nos interpela: ¿qué haces aquí?

TESTIMONIOS VOCACIONALES

Canto Testimonio.

En mi debilidad,
Me haces fuerte. (2)
Sólo en tu amor me haces fuerte,
Sólo en tu amor me haces fuerte,
En mi debilidad,
te haces fuerte en mí.

CANTO LETANIAS VOCACIONALES.


Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

4
Santa María, Reina de los Corazones. R./ Ruega por Nosotros
Santa Madre de Dios.
Santa Virgen de las Vírgenes.
San Miguel Arcángel, defensor ante el enemigo.
San Gabriel, mensajero del plan divino.
San Rafael, compañero del camino.
Todos los santos Ángeles y Arcángeles.
San José, protector de la Santa Iglesia
San Luis Gonzaga, patrón de los jóvenes.
San Alfonso María de Ligorio, patrón de las vocaciones.
San Carlos Borromeo, patrón de los seminaristas.
Santa María Goretti, patrona de los adolescentes.
San Juan Pablo II, apóstol y amigo de los jóvenes.
Todos los Santos y Santas de Dios.

Por tú misericordia. R./ Envía, Señor, obreros a tu mies.


Por tú bondad.
Por la ferviente oración y sacrificios de tu pueblo.
Por el poder del Santo Sacrificio de la Misa.
Por los sacerdotes, religiosos y religiosas que luchan por la santidad.

Para que los jóvenes busquen vivir R./ Señor, dueño de la viña escúchanos
verdad en Cristo.
Para que los jóvenes busquen la voluntad de Dios en sus vidas.
Para que los que sean llamados al sacerdocio o a la vida religiosa respondan
con generosidad.
Para que los jóvenes escuchen la llamada a entregar sus vidas a la misión de la
Iglesia.

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Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Ten misericordia de Ntros

La mies es mucha, los obreros pocos. Envía señor, obreros a tu mies

Oración
Oh, Jesús, eterno sacerdote, no dejes de enviar nuevos sacerdotes y
consagrados a tu Iglesia, pastores según tu corazón. Necesitamos ministros
de tu gracia y de tu amor. Ellos nos consuelan en tu nombre, alimentan
nuestra esperanza, robustecen nuestra fe, aumentan nuestro amor; los
necesitamos, Señor, porque te necesitamos a ti, porque necesitamos tu
amor; no nos dejes solos, Señor. Envía obreros a la mies del mundo; envía
pescadores que nos atrapen en las redes de tu misericordia; envía, te lo
rogamos con humildad y confianza, pastores según tu corazón. La mies es
mucha, los obreros pocos: envía, Señor, obreros a tu mies.
Te lo pedimos, por Cristo nuestro Señor. Amén.

Canto reserva. A ti sea la Gloria


NO EXISTEN MAS ANTE EL UNI REY Y DIOS PARA TI
MOTIVOS SEÑOR SOLO ATI SEA LA
VENIMOS HOY GLORIA SEÑOR CORO:
RENDIDOS A TI LA ALABANZA Y LA SOLO A TI SEA LA
LA UNICO RAZON ADORACION GLORIA SEÑOR
DE NUESTRA QUE TODA LANGUA LA ALABANZA Y LA
ADORACION HOY CONFIESE ADORACION
ERES TUUUU QUE TU ERE EL SEÑOR TODO RODILLA SE
ELEVAMOS OLOR DOBLE
FRAGANTE PARA TI NO EXISTEN MAS ANTE EL UNI REY Y DIOS
PARA TI MOTIVOS SEÑOR SOLO ATI SEA LA
VENIMOS HOY GLORIA SEÑOR
CORO: RENDIDOS A TI LA ALABANZA Y LA
SOLO A TI SEA LA LA UNICO RAZON ADORACION
GLORIA SEÑOR DE NUESTRA QUE TODA LANGUA
LA ALABANZA Y LA ADORACION HOY CONFIESE
ADORACION ERES TUUUU QUE TU ERE EL SEÑOR
TODO RODILLA SE ELEVAMOS OLOR
DOBLE FRAGANTE PARA TI

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ALABANZAS DE DESAGRAVIO

Bendito sea Dios.


Bendito sea su santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, Dios y Hombre verdadero.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

Oración final (todos juntos)

Dios Padre misericordioso, tú que de tantas formas hablaste a tu pueblo a


través de la vida de tus profetas y que llegando a su plenitud nos hablaste
por medio de tu Hijo Jesucristo, haz que, fieles a la llamada recibida,
nuestras vidas pronuncien una respuesta concreta y definitiva como la de
Jesucristo, seamos anunciadores y constructores de tu Reino en medio
nuestro, por Jesucristo, nuestro Señor. Amén

Canto final a María.

Madre de la espera
AVE MARÍA, AVE y mujer de la esperanza,
ora pro nobis.
AVE MARÍA, AVE Madre de sonrisa
y mujer de los silencios,
ora pro nobis.

Madre de frontera
y mujer apasionada,
ora pro nobis.
Madre del descanso
y mujer de los caminos,
ora pro nobis. 7
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