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BIO MAX
NÚMERO 12

CURIOSOS POR LAS CIENCIAS

E n abril de 1861, toda Inglaterra fue testigo de


la guerra que protagonizaban sus dos anato-
mistas más reputados. Discutían sobre un pe-
Durante largo tiempo, el campo de batalla fue
la discusión sobre chimpancés y gorilas, en la
que el hombre luchaba por su carácter de es-
queño “chichón” en el cerebro. “La vida es de- pecie única. Pero hace años que esta batalla
masiado corta para ocuparse de derrotar a los se transformó en un modesto debate sobre la
vencidos más de una vez”, explicaba Thomas evolución. Hoy, la continuidad evolutiva entre
Henry Huxley después de su contundente vic- el hombre y el simio goza de aceptación ge-
toria sobre Richard Owen. Owen había inten- neral. Como siempre, al género Homo se le
tado establecer el carácter único del hombre, asigna únicamente una especie. Los primates,
afirmando que una pequeña circunvolución en cambio, tienen 183 especies. El análisis
del cerebro humano, el hippocampus minor, morfológico tradicional había encontrado tal
no existe en el cerebro de chimpancés y de grado de diferenciación entre los chimpancés
gorilas, sino que es exclusiva del humano. adultos y el hombre, que las dos especies pri-

¿Cómo se diferenció el homo sapiens del simio?


La búsqueda del gen “humano”
Huxley, en cambio, quien en el marco de sus mero fueron clasificadas en dos familias dife-
investigaciones había realizado autopsias de rentes: el hombre en la familia de los homíni-
primates, demostró de manera convincente dos y los grandes simios africanos en la
que todos los monos tienen un hippocampus y familia de los póngidos. En la actualidad, en
que en la estructura de los cerebros de prima- cambio, se los clasifica a ambos en la familia
tes no hay quiebre alguno de los homínidos. Mientras tanto,
entre los grandes simios y los científicos demostraron que las k
el Homo sapiens.
3 Las diferencias genéticas entre el hombre y el mono:

tan genes que se utilizan más intensamente en el hombre


los cuadros rojos y verdes en el segundo plano represen-

(verde) o en el chimpancé (rojo).

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k diferencias anatómicas ni siquiera justifican vivo en la Tierra capaz de evolucionar o de de- eran relativamente pequeñas. Al lego, esta
que se los clasifique por diferentes géneros. sarrollarse culturalmente. Así, Christophe Bo- afirmación le parecerá una contradicción:
esche, uno de los científicos del Instituto ¿acaso tantas diferencias de forma y de fun-
De hecho sólo son diferentes las tasas de cre- Max-Planck, estudió a los chimpancés del Par- ciones no deberían reflejarse en el plano de
cimiento y las proporciones físicas relativas. que Nacional Taï en la selva tropical del país los genes? La respuesta a la pregunta así plan-
Las diferencias entre el cráneo de un hombre de África occidental Costa de Marfil y encon- teada podría ser que determinados tipos de
y el de un chimpancé sólo son cuantitativas. tró que por ejemplo los jóvenes chimpancés genes tienen un efecto trascendental, ya que
Por eso, unos pocos investigadores siguieron recién adquieren la habilidad de cascar nue- las mutaciones en los genes llamados regula-
impulsando el argumento de las coincidencias ces después de varios años de práctica; du- dores tienen por efecto una evolución morfoló-
anatómicas. Los defensores del carácter úni- rante la fase de aprendizaje, las madres com- gica más rotunda que las mutaciones en los
co del hombre prefirieron apostar a las dife- parten sus nueces con los juveniles genes estructurales. Porque los primeros con-
rencias de las capacidades intelectuales en- (Fig. B). Esta técnica de cascar nueces pare- trolan la conjunción de un sinnúmero de genes
tre el hombre y el chimpancé. Desde siempre, ciera estar difundida únicamente entre los estructurales y, por eso, a este nivel, las muta-
los arqueólogos buscan rastros de la fabrica- chimpancés del oeste de Costa de Marfil, ciones simples pueden disparar cambios com-
ción y del uso de herramientas como eviden- de Liberia y al sur de Guinea-Conakry. Se trata plejos en la evolución de los organismos.
cia de la modernización del comportamiento de un tipo de comportamiento cultural que
del hombre primitivo, causada por el incre- permite diferenciar una población de monos CUARENTA MILLONES
mento biológicamente condicionado de sus de la otra, del mismo modo que la población DE DIFERENCIAS
capacidades cognitivas. Pero también los occidental se diferencia de la asiática, porque En septiembre de 2005, un grupo de científi-
chimpancés disponen de un enorme reperto- come con cuchillo y tenedor, mientras que la cos internacionales publicó la secuenciación y
rio sobre el uso de herramientas. En virtud de asiática prefiere utilizar palillos. el análisis preliminar del genoma del chim-
los datos más recientes, los etólogos ahora pancé y confirmó con ello las suposiciones an-
incluso hablan de una cultura de los chim- Los resultados de investigación ponen de ma- teriores. En realidad, el parecido molecular
pancés. nifiesto lo mucho que hasta ahora hemos me- entre el hombre y el chimpancé es sorpren-
nospreciado a nuestros parientes biológicos dente: sólo el 1,23 por ciento de la secuencia
SIMIOS, PERO NO DETRACTORES más cercanos. Debemos admitir que no hay ni de nucleótidos del genoma del chimpancé es
DE LA CULTURA una sola característica, ni capacidad que dife- diferente a la del hombre. En más de tres mil
Con el concepto de “cultura”, los científicos rencie por completo al hombre del chimpancé millones de bases por genoma, esto sigue
definen la tradición de hábitos no heredada. y plantearnos si al menos las diferencias ge- representando más de 35 millones de altera-
Es decir que no se trata de algo instintivo, néticas generales entre ambos son lo sufi- ciones en la secuencia de bases. En promedio,
controlado por genes, sino de un comporta- cientemente amplias. Porque, en definitiva, las proteínas del hombre y del chimpancé
miento aprendido. Forman la base de este ha- las dos especies tienen un aspecto bastante varían en dos aminoácidos, en tanto que el
llazgo científico las siete observaciones a lar- diferente y en condiciones naturales se com- 29% de todas las proteínas es idéntico. Pero
go plazo más significativas realizadas en portan de manera bastante distinta. En 1975, de este modo, las llamadas inserciones (inclu-
chimpancés, que en 1999 -en un trabajo de los dos científicos estadounidenses Mary- sión de fragmentos genéticos en otro punto) y
equipo- se publicaron en la revista NATURE. Claire King y Allan Wilson publicaron un artí- las deleciones (pérdida de tramos genéticos
Representan un periodo total de observación culo en la renombrada revista Science, del enteros) alteraron más radicalmente que lo
de 151 años y llegan a la conclusión de que es que se desprendía que las diferencias genéti- esperado el “paisaje genómico” desde la
muy evidente que el hombre no es el único ser cas generales entre el chimpancé y el hombre separación de ambas líneas del hombre y del
chimpancé hace seis millones de años: en to-
tal, los investigadores contaron cinco millo-
nes de inserciones y deleciones como las
mencionadas. En algún lugar de este catálogo
de 40 millones de eventos evolutivos yacen
los cambios que nos hacen “humanos”. La
pregunta es, simplemente: ¿dónde están? Del
conjunto de proteínas humanas que han evo-
lucionado muy velozmente en el curso de la
evolución forman parte toda una serie de fac-
tores de transcripción, es decir aquellas pro-
teínas que regulan la expresión genética. King
y Wilson, ¿habrán estado en lo correcto con
su publicación hace 30 años?

FOXP2 es uno de uno de los factores de trans-


cripción mencionados. El gen codifica una
proteína que controla la actividad de otros ge-

7 Los chimpancés juveniles aprenden de sus ma-


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Página dres el uso de una herramienta para cascar nueces.
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3 Cuadro comparativo entre las diversas activida-


des genéticas en la sangre, el cerebro y en las cé-

Más intensa en el hombre


lulas hepáticas del chimpancé, del macaco Rhesus
nes y – según lo que creen los científicos de y del hombre. La diferencia aparece codificada por
la Universidad de Oxford – ayuda a orquestar colores, siendo el rojo una señal más intensa en el
la capacidad del habla del cerebro humano. chimpancé o en el macaco, y el verde una señal
Ya en 2001, los investigadores británicos ha- más intensa en el hombre. Los campos quedan de
color gris, cuando la señal se encontraba por deba-
llaron que para el desarrollo normal del habla jo del límite de comprobación.
son necesarias dos copias intactas de este
gen. A los seres humanos que heredaron un
gen FOXP2 con cierta mutación puntual, lisa y millones de años de evolución es muy poco lo
llanamente nadie los entiende, porque tienen que ha cambiado. Tan sólo tres de los 715
problemas con el desarrollo del habla, la arti- aminoácidos son diferentes, con lo cual
culación de las palabras y la comprensión lin- FOXP2 es una de las proteínas más conserva-
güística. Para estas personas las reglas sin- das entre el hombre y los roedores. Analizan-

Más intensa en el chimpancé/macaco Rhesus


tácticas, que hasta los niños pequeños do el gen del chimpancé, los antropólogos
aprenden a dominar jugando, son un enigma. moleculares de Leipzig ya comprobaron en
El hombre nace con el sentido de la gramáti- 2002 que dos de los tres cambios en la línea
ca. Así lo demuestran las conclusiones a las que evoluciona hacia el hombre se produjeron
que han llegado los lingüistas. Con lo cual, el durante los últimos cinco o seis millones de
habla como bien cultural pasa a ser un pro- años (el chimpancé y el ratón sólo se diferen-
ducto de la selección evolutiva – y probable- cian en un único aminoácido). En el ínterin, los
mente un criterio determinante de diferencia- investigadores también lograron secuenciar el
ción entre el hombre y el mono. A pesar de gen FOXP2 en el hombre de Neandertal, de-
poseer un gen FOXP2, los primates (y dicho al mostrando que la proteína debió haber pre-
pasar, también los ratones) no tienen aptitud sentado los dos cambios que podemos encon-
para desarrollar el habla como el hombre. Por trar en el hombre moderno. Por lo tanto, se
eso, los científicos que trabajan junto con supone que cualquier impacto de estos cam-
Svante Pääbo en el Instituto Max-Planck de bios sobre la capacidad del habla del hombre
Antropología Evolutiva de Leipzig investigaron hubiera ocurrido tanto en el hombre moderno
las diferencias existentes en el gen FOXP2 de como en el de Neandertal.
humanos y de chimpancés, y si éstas podrían
ser responsables de la falta de habilidad para ¿Pero qué efectos pudieron haber tenido de ellos qué funciones asume FOXP2, por
hablar de nuestros parientes primates. exactamente estos cambios en los aminoáci- ejemplo, en el desarrollo del cerebro, y qué
dos? El siguiente gran desafío es descubrir impacto relacionado tienen los dos cambios
¿QUÉ DEJA SIN HABLA cuáles son. Con este fin, los investigadores de que operan en los aminoácidos. De este mo-
A LOS SIMIOS? Leipzig estudian la función del gen FOXP2 en do, los investigadores esperan obtener infor-
Si comparamos la proteína FOXP2 entre el el ratón. Aunque los ratones no pueden ha- mación sobre el papel del gen FOXP2 en la
hombre y el ratón, comprobaremos que en 140 blar, por lo menos es posible indagar a través evolución del habla. k
FRAGMENTOS DE ADN: dan a la vista en la muestra de fragmentos de di- humano. A pesar de lo impresionante de esta
CALCAR, REPRODUCIR, CLONAR versos individuos tanto de una misma como de técnica, sólo con ella no podían responderse las
Desde hace tiempo se sabe que el acceso a la in- diferentes especies permiten sacar conclusiones preguntas sobre las líneas de descendencia de
formación genética y la capacidad de analizar di- sobre el número de mutaciones y, por ende, so- los reinos animal y vegetal. Además era necesa-
ferencias genéticas permitiría a la biología evo- bre el alcance de las diferencias genéticas entre rio desarrollar un método para obtener suficiente
lutiva acceder a interesantes posibilidades. Sin los individuos estudiados. Este tipo de fragmen- cantidad de fragmentos de ADN del material bio-
embargo, hasta la década de 1960 no se contaba tos de ADN pueden insertarse al azar en geno- lógico a estudiar para su análisis secuencial, y
con métodos adecuados para encarar las pre- mas de bacterias. Con enorme grado de probabi- métodos confiables para identificar el ADN de
guntas relacionadas a la biología tradicional a ni- lidad es posible encontrar uno o varios clones de los individuos. Con las técnicas de la reacción en
vel molecular. Por primera vez se transitaron nue- bacterias que llevan el fragmento deseado de cadena de la polimerasa, PCR (por sus iniciales
vos rumbos, desarrollando una técnica que ADN. Este procedimiento es llamado “clona- en inglés: Polymerase Chain Reaction) y “DNA
permite identificar los cambios que se operan en ción de perdigonada”. De este modo, los cien- Fingerprinting” (huella digital de ADN) ambos
determinados fragmentos de ADN, el llamado tíficos pueden armarse de bibliotecas enteras de cometidos se hicieron posibles. Ahora, con ayu-
estudio del polimorfismo del largo de los “ADN-copiado”. da del método PCR en teoría es posible reprodu-
fragmentos de restricción (RFLP por sus si- cir una única molécula del ADN de una muestra
glas en inglés). Con este método, las enzimas El segundo hallazgo que permitió vislumbrar nue- de tejido tantas veces hasta obtener una canti-
cortan el ADN en determinados puntos estable- vos rumbos fue el de la secuenciación de dad de ADN suficiente para practicar el análisis
cidos por combinación de bases y se forma una ADN, es decir la capacidad de leer la secuencia secuencial. En la actualidad hasta es posible ais-
muestra característica de fragmentos de ADN de de las letras de los genes. Gracias a los avances lar ADN de tejidos hace tiempo muertos. De ma-
cierta longitud. Si en las intersecciones se pro- técnicos de hoy en día es posible secuenciar ge- nera que estamos en condiciones de rastrear a
duce una mutación, la enzima ya no puede “cor- nomas íntegros de organismos vivos a velocida- nuestros antepasados, sin necesidad de practi-
tar” y aparecen fragmentos de diferente tamaño. des sorprendentes e inimaginables. Esto se apli- car un hisopado de fauces.
Las diferencias de longitud (tamaños) que que- ca a microorganismos, a cultivos y al genoma 3
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caco Rhesus. La intensidad de la señal radio-


activa tiene correlato con el número de copias
de ARNm que aparecen en el tejido. De esta
forma, los científicos del Instituto Max-Planck
de Leipzig pudieron identificar 158 genes que
se diferencian como mínimo dos veces en por
lo menos una de las tres comparaciones posi-
bles de especies. Ello llevó a una interesante
observación: mientras las células del hígado
(a) Hombre, (b) Chimpancé, del hombre y del chimpancé habían cambiado
hígado hígado
aproximadamente la misma cantidad de ve-
ces, las células del cerebro del hombre habían
cambiado casi cuatro veces más que en el
chimpancé (Fig. E). Los datos más recientes
de 2004 confirman estos resultados: en la lí-
1 En los arrays de nylon que se reproducen arriba (tamaño real: 5x7 cm) encontramos unos 5.000 fragmen-
tos de ADN de más de 4.500 diferentes genes humanos. Como sonda se utilizaron ADNs de hígado humano nea de la evolución del hombre, la evolución
(a) y de chimpancé (b), marcados radioactivamente. En forma ampliada se observa una fracción de dos se- de ciertos genes que están involucrados en la
ñales mucho más intensas y por eso más oscuras en el hombre (véase flechas). función y el desarrollo del cerebro ocurrió con
mayor rapidez. ¿Cuál pudo haber sido el moti-
5 Mientras que en el hígado el uso de los genes del hombre y del chimpancé cambió a prácticamente la
misma velocidad, en el cerebro humano puede observarse que los cambios casi se han cuadruplicado (el vo? Los investigadores creen que una hipóte-
largo de las ramas de las figuras representan el alcance relativo del cambio operado). sis es especialmente plausible. Según ésta, la
aceleración durante la evolución del humano
cerebro hígado fue ocasionada por selección positiva. A raíz
chimpancé
macaco Rhesus
chimpancé de ello, la función de los genes que se expre-
san en el cerebro humano cambió más que en
macaco Rhesus hombre el cerebro del chimpancé. Pero para poder
hombre
confirmar esta hipótesis, los científicos prime-
ro tendrán que investigar qué efectos fenotípi-
k Pero está claro que FOXP2 seguramente sólo cerebrales, no resulta de los genes que con- cos, es decir características físicas o fisiológi-
fue uno de los componentes en la evolución tienen, sino de los que usan. Cuando la célula cas, tienen determinados cambios genéticos.
del habla, porque una característica tan com- utiliza genes, algo así como descargar del nú-
pleja como la capacidad del habla no es cau- cleo celular las instrucciones para construir Hasta ahora, de la comparación del genoma
sada por un único cambio genético. Uno de ciertas proteínas, confecciona primero una co- del chimpancé con el del humano no se han
los colaboradores de Pääbo, Wolfgang Enard, pia del gen en forma de un así llamado ARN obtenido conclusiones más profundas sobre
explica: “Imaginemos que un componente co- mensajero (ARNm). Los científicos denomina- los fundamentos genéticos del andar erguido,
mo este quizás asocie más neuronas en los ron este proceso transcripción. La totalidad de del cerebro de mayor tamaño, de la capacidad
circuitos de sinapsis que son importantes pa- todos los genes transcriptos (esto es: la suma del habla y de abstracción, o de otros aspectos
ra el habla y de este modo contribuya a un de los ARNm) en una célula y en determinado únicos en el ser humano. Esto puede ser una
mejor aprendizaje de las secuencias motrices momento es llamado transcriptoma, en ana- desilusión, pero al mismo tiempo es una prue-
difíciles y esenciales para las capacidades lin- logía con el genoma. El estudio de estos trans- ba de que la solución del enigma no sólo está
güísticas”. De este modo, los científicos es- criptomas pretende mostrar qué genes son le- escondida en la secuencia de los genes.
peran que los estudios realizados sobre ídos más a menudo y cuáles menos, y si al
FOXP2 permitan una primera visión de la com- respecto hay diferencias entre las distintas es-
pleja red que tanto ha cambiado en los últi- pecies (Fig. C). Los desarrollos técnicos rela-
mos cinco a seis millones de años para que cionados con el proyecto del genoma humano
hoy podamos hablar. y la disponibilidad de un gran número de se-
cuencias de genes humanos hace posible, por P I E D E I M P R E N TA
DEL GENOMA AL TRANSCRIPTOMA primera vez, encarar este tipo de incógnitas. Sociedad Max-Planck, departamento de informa-
Es posible que las razones de nuestro comple- ción y relaciones públicas, Hofgartenstraße 8,
jo proceso de pensar y hablar se encuentren En el marco de sus experimentos, los cientí- 80539 München / e-mail: presse@gv.mpg.de
menos en la estructura de nuestra herencia ficos del Max-Planck trabajaron con los llama- Redacción: Dra. Christina Beck
que en la actividad de los genes. Por eso, los dos microarrays (Fig. D). Colocadas en una Traducción: Astrid Wenzel
investigadores que colaboran con Svante Pää- superficie de nylon o de vidrio, contienen Diseño: www.haak-nakat.de
bo trabajan en otra línea de investigación, que hasta 18.000 genes humanos, a los cuales se La versión en español se hizo con el apoyo del
parte del hecho de que las células tienen los enlazan las moléculas de ARNm complemen- DAAD y con fondos del Ministerio de
mismos genes, independientemente del tejido tarias y marcadas radioactivamente, prove- Relaciones Exteriores de Alemania.
que integran. El factor de profunda diferencia- nientes de diferentes tipos de tejidos (cerebro
ción, por ejemplo de las células hepáticas y e hígado) del hombre, del chimpancé y del ma-

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