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Revista de Neuro-Psiquiatría

ISSN: 0034-8597
revista.neuro.psiquiatria@oficinas-
upch.pe
Universidad Peruana Cayetano Heredia
Perú

DÖRR ZEGERS, OTTO


LA FENOMENOLOGÍA PSIQUIÁTRICA COMO EPISTEMOLOGÍA Y SUS CONSECUENCIAS
TERAPÉUTICAS
Revista de Neuro-Psiquiatría, vol. 68, núm. 1-2, 2005, pp. 3-15
Universidad Peruana Cayetano Heredia
Lima, Perú

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=372036926001

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REVISTA DE NEURO - PSIQUIATRÍA
LA FENOMENOLOGÍA PSIQUIÁTRICA COMO EPISTEMOLOGÍA 3
Lima, Perú Marzo-Junio, 2005 Volumen 68 Nº1-2

LA FENOMENOLOGÍA PSIQUIÁTRICA COMO EPISTEMOLOGÍA Y


SUS CONSECUENCIAS TERAPÉUTICAS

THE PSYCHIATRIC PHENOMENOLOGY AS EPISTEMOLOGY AND THEIR


THERAPEUTIC CONSEQUENCES

OTTO DÖRR ZEGERS*

RESUMEN

El autor formula un conjunto de reflexiones acerca de la perspectiva fenomenológica en


la psiquiatría tanto en el campo del diagnóstico como en el ámbito de la intervención
psicoterapéutica. Basándose en las ideas de Gadamer discute el papel del lenguaje en la
evaluación diagnóstica, pero también señala la importancia de la “atmósfera” propia de
cada enfermedad. Asimismo, trata de la importancia de técnicas psicoterapéuticas surgidas
en los últimos años en el contexto del enfoque fenomenológico, tales como la “positivi-
zación”, de Beneditti, la intención paradojal, de Selvini Palazzoli,el “reconocimiento
proyectivo”, de Wulff, y las “estrategias dialécticas” desarrolladas por Stierlin.

P ALABRAS - CLAVE : Fenomenología psiquiátrica. Epistemología. Consecuencias terapéuticas.

ABSTRACT

The author discuss the significance of the phenomenological perspective in the


psychiatric diagnostic as in the psychotherapy. Using as the frame of reference the ideas of
the German philosoph Gadamer he remarks the role of language in the diagnostical
evaluation and also of the “atmosphere” of each sickness. New therapeutic developments
which have a theoretical basis in the phenomenological approach are briefly commented
(for example, positivization, by Benedetti, paradoxical intention, by Selvini Palazzoli;
projective acknowledgment, by Wulff, and dialectic strategies, developed by Stierlin).

KEY WORDS : Psychiatric phenomenology. Epistemology. Therapeutic consequences.

* Profesor Titular de Psiquiatría de la Universidad de Chile. Jefe del Servicio A del Hospital Psiquiátrico de Santíago.

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La fenomenología es un método de aná- bles” o el concepto de formación de un “ideal


lisis y conocimiento de realidades complejas excéntrico” (verstiegene Idealbildung) y el
también aplicable, por cierto, a los hechos consiguiente ocultamiento (Deckung) del
psicopatológicos. Desde esta definición pro- lado rechazado de la alternativa (escindida),
visoria no parece fácil a primera vista el son todos progresos indiscutibles en el
encontrar un nexo entre la fenomenología y develamiento de la esencia de esta misteriosa
el tratamiento de enfermos individuales. Sin enfermedad y que sin duda alguna han tenido
embargo, tanto la historia de la psiquiatría repercusiones en el campo terapéutico.
como ciertos desarrollos psicoterapéuticos
de las últimas décadas, demuestran lo con- Pero antes de entrar concretamente en este
trario. Desde el punto de vista histórico bas- campo quisiera detenerme un momento en el
taría mencionar los nombres de Karl Jaspers concepto de fenomenología. Lo primero que
y de Ludwig Binswanger para percatarse de habría que decir es que ésta nada tiene que ver
la trascendencia que ha tenido la fenome- con lo que la literatura psiquiátrica anglosa-
nología en todo el ámbito de la psiquiatría, jona llama “fenomenología”. Esta última se
incluida la terapéutica. El primero y aun refiere a la simple descripción de las manifes-
cuando él conscientemente limitó la apli- taciones más visibles de una enfermedad
cación del método fenomenológico a su determinada. En rigor ellos deberían hablar de
primera etapa, la meramente descriptiva, “sintomatología” y no de “fenomenología”. El
negándose a avanzar hasta la intuición de síntoma es el elemento externo y visible de un
esencias, representó una tremenda revolu- contexto o proceso etiopatogénico (la enferme-
ción para la psiquiatría, al distinguir tajante- dad) que, en sí mismo, no se muestra. El fe-
mente entre comprensión y explicación. nómeno, en cambio, es “lo que se muestra en sí”
Esto significó, en primer lugar, que el mé- (Heidegger, 1927) y comprende al mismo
todo comprensivo pudo otorgarle un impor- tiempo al síntoma que lo anuncia como a la
tante espacio en la psiquiatría académica al perturbación que lo subyace. La fenomenolo-
psicoanálisis y a las teorías psicodinámicas, gía no se queda, entonces, en lo que está ahí
hasta ese momento consideradas un tanto delante (lo ob-vio), sino que intenta, por medio
marginales; pero más allá de eso, permitió de la epoché, llegar hasta la intimidad de su
separar los desarrollos paranoídeos con estructura, hasta su esencia. Este procedimien-
respecto a la esquizofrenia y, más importante to, desarrollado a cabalidad por Husserl (1962),
aún, abrir, con Kretschmer, el camino hacia tiene sus orígenes en la misma filosofía griega,
la comprensión de las psicosis. Binswanger, que fundamentó su episteme en un ir más allá de
por su parte, con su aplicación sistemática la doxa, la opinión que se basa en el modo como
del análisis existencial a la biografía de espontáneamente se presentan las cosas al ser
pacientes esquizofrénicos, permitió ampliar humano en su vida cotidiana. Es la aspiración a
el horizonte de comprensión mucho más allá penetrar hasta la estructura interna de lo real lo
de esa suerte de comprensión término medio que distingue al conocimiento científico del
postulada por Jaspers. Su definición de conocimiento vulgar. Ahora bien, la tarea que
psicosis como “ruptura de la coherencia de se planteó el filósofo fue más ambiciosa que la
la experiencia natural”, la descripción de la de los griegos, en el sentido que lo que él
existencia esquizofrénica previa a la irrup- pretendió describir con exactitud fueron las
ción de la psicosis como caracterizada por mismas capacidades humanas que nos permi-
“la escisión en alternativas irreconcilia- ten el conocimiento.

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En una primera aproximación Husserl solo de sus aspectos. Así, por ejemplo, cuando
trató de investigar el sujeto del conocer, vale el químico se aproxima al agua, él reduce
decir, nuestro entendimiento mismo (inves- todos sus significados a la mera composición
tigación inmanente); pero luego se dio cuenta molecular: dos átomos de hidrógeno y uno
que nada podía saber del sujeto cognoscente de oxígeno. En rigor, lo que hace el científico
sin averiguar también eso por conocer, sea natural es proyectar la teoría físico-química
éste un objeto natural o un objeto cultural de la realidad sobre la totalidad del fenómeno,
(investigación trascendente). Así él superó en descartando el resto de los elementos cons-
cierto modo los dualismos sujeto-objeto, titutivos del objeto real. De este modo el quí-
inmanente-trascendente, al proponerse inves- mico no considera la capacidad que tiene el
tigar los procesos subjetivos del conocimiento agua de saciar la sed o de hacer que los campos
junto con aquello que se nos muestra como produzcan frutos y olvida por completo los
objeto en el acto de conocer, a saber, el fe- simbolismos vinculados a la profundidad del
nómeno. Y a este acto lo llamó “acto inten- mar o la importancia de las nubes o la belleza
cional”. Pero la intencionalidad no es un mero de un lago. Por el contrario, cuando el feno-
modo de relación entre el sujeto y el objeto, sino menólogo, abandonando la actitud natural,
un rasgo esencial de la conciencia. Expresado adopta una actitud reflexiva, él dirige su
con las palabras de Husserl: “En los simples atención a la totalidad de las muchas formas en
actos de percibir estamos dirigidos a las cosas que un objeto es percibido en la conciencia.
percibidas, en el recordar a las recordadas, en Como lo formulara Blankenburg (1962), la
el pensar a los pensamientos, en el evaluar a actitud fenomenológica intenta “ser lo más
los valores, en el desear a los objetivos y abierta posible a las diferentes formas de ser
perspectivas...” (Phänomenologische del objeto que nos hace frente, es decir, ella
Psychologie, p. 237). Y es debido justamente intenta ser aún ‘más natural’ que la propia
a esta característica de la conciencia que experiencia natural. Pero por otra parte,
nosotros los humanos estamos desde el pri- también intenta ‘ser más científica’ que la
mer momento con las cosas y permanecemos experiencia científica, en la medida que no se
siempre junto a ellas. Y es también el carácter limita a un proyecto particular, sino que
intencional de la conciencia el que le permite transforma en su tema la totalidad de los
a ésta comportarse trascendentalmente con modos de ser y los investiga con respecto a su
respecto a sí misma. Sin el descubrimiento de constitución”. (p. 413) En otras palabras: en
la intencionalidad habría sido imposible toda experiencia real experimentamos más de
superar la ingenuidad que impera tanto en la lo que la percepción del mero objeto nos
conciencia natural o pre-reflexiva como en la entrega. Esto fue formulado en forma bri-
conciencia científica y lógica. llante cien años antes de Husserl por Goethe
en uno de sus aforismos: “La experiencia es
En la vida diaria nos encontramos siem- siempre sólo la mitad de la experiencia”.
pre en una actitud natural e ingenuamente Siempre vivimos más de lo que vivimos,
orientados hacia el mundo de los objetos, experimentamos más de lo que experi-
pero esta actitud no nos conduce al cono- mentamos y explorar esta otra parte es la
cimiento, ni menos al conocimiento científico. gran tarea de la fenomenología. El principio
La ciencia empírica ha accedido a este último de Goethe, en sí mismo tan similar a las
a través de la reducción de los objetos que se postulaciones de Husserl, nos lleva direc-
nos presentan en la experiencia natural a uno tamente a la obra de Marcel Proust. El

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profundo significado de su novela “En busca 1. LA ENTREVISTA DIAGNÓSTICA COMO


del tiempo perdido” está en el rescate de todo TRATAMIENTO
lo que él experimentó en el pasado y vivió en
ese momento sin casi tomar conciencia de Sabemos que en las psicosis funcionales
ello. Las principales características de su o endógenas no hay substrato que fundamen-
obra son similares a las etapas fundamentales te el diagnóstico. Tampoco existe, por cierto,
del método fenomenológico: una apertura en las neurosis ni en los trastornos de per-
total a la realidad, una actitud reflexiva que sonalidad. Los diagnósticos operacionales de
percibe la realidad como entregada a la la psiquiatría anglosajona fueron creados en
conciencia y una eliminación progresiva de un intento de superar la subjetividad de los
todos los presupuestos, prejuicios y elemen- diagnósticos psiquiátricos tradicionales, pero
tos accidentales como un instrumento para esto es una ilusión, porque los síntomas en
lograr una visión de la esencia de lo que se psiquiatría no son “cosas” ni “substancias”,
experimenta. no son “entes en sí”, sino complejas expe-
riencias subjetivas del paciente, expresadas
No es el caso referirnos acá a los grandes en un lenguaje de por sí ambiguo y que sólo la
aportes de la fenomenología a la psiquiatría, experiencia del entrevistador puede calificar
además de los dos ya mencionados y que adecuadamente. El paciente no habla de
aparecen ligados a nombres como Viktor von “alucinación auditiva” ni de “delirio prima-
Gebsattel, Erwin Straus, Jürg Zutt, Eugene rio”. Él dice comunicarse directamente con
Minkowski, Hubertus Tellenbach, Wolfgang Dios y tener por ello la impresión de ser un
Blankenburg, Yves Pelicier, Jean Naudin, profeta. Sólo un psiquiatra experimentado
etc. La pregunta planteada es si una psi- podrá determinar si esas expresiones corres-
copatología fenomenológica puede ser te- ponden a hechos psicopatológicos o a autén-
rapéutica en general y particularmente en el ticas experiencias místicas. En otras pala-
caso de la esquizofrenia. Yo pienso que sí y bras, los síntomas psiquiátricos acontecen en
que esto ocurre de dos formas diferentes: una, la interpersonalidad, en el “entre” y de ahí
a través del diagnóstico fenomenológico, que que la actitud hermenéutica y el método
más que ninguna otra forma de entrevista fenomenológico sean fundamentales para
diagnóstica en la medicina puede ser él determinar con alguna precisión el diagnósti-
mismo terapéutico. La otra es a través de co de estas enfermedades, que en cierto modo
técnicas terapéuticas concretas que han deri- tampoco existen como entes reales, sino sólo
vado de la fenomenología, como es el caso de como tipos ideales (Max Weber) a los que
las llamadas psicoterapias hermenéuticas, cada paciente concreto se aproximará más o
entre las cuales cabría destacar la analítico- menos según el caso.
existencial y también ciertos procedimientos
que no aspiran a constituirse propiamente en Todo psiquiatra habrá aprendido de su
una técnica psicoterapéutica acabada, pero maestro a reconocer los sindromes psico-
que sí pueden muy bien complementar los patológicos, a través de la respectiva “atmós-
tratamientos de las enfermedades más graves fera” de cada enfermedad. Un caso clásico
y particularmente la esquizofrenia, como es de diagnóstico atmosférico es el “praecox
el caso de las técnicas basadas en la con- Gefühl” descrito por Rümke en la esquizo-
cepción dialéctica y perspectivística. Éstas frenia o el “Melancholie-Gefühl” descrito
tienen, a nuestro modo de ver, una impor- por nosotros en la depresión. Ambos corres-
tancia práctica mayor que el análisis exis- ponden más o menos exactamente al im-
tencial mismo. portante concepto de prejuicio en Gadamer,

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“ese juicio que es emitido antes de la com- forma muy impresionante un trozo del diario
probación definitiva de todos los momentos de uno de mis pacientes más antiguos,
objetivos determinantes”. Una de las grandes poseedor de una gran capacidad de in-
tareas del maestro en la formación del trospección. “Hace tiempo que ya no soy
discípulo consistirá, entonces, en enseñarle capaz de recordar los rostros de la gente
a separar los “prejuicios” verdaderos de los conocida, ya que sólo me atrevo a mirar sus
falsos, o dicho con otras palabras, a captar la piernas... Cuando vino el encuentro con la
verdadera emanación atmosférica del pa- muchacha, habría necesitado sólo saludarla,
ciente. Este momento atmosférico del en- pero me cerré como un cortaplumas. Todavía
cuentro con el paciente adquiere particular la veo venir hacia mí. De pronto todo se
importancia en el campo de las psicosis. En oscureció, como si lo hubieran borrado y yo
las neurosis existe al menos esa dimensión empecé a temblar, me di vuelta y seguí mi
de la profundidad, a la que se puede tener camino... La proximidad con respecto a los
acceso a través de la interpretación de los otros se me hizo insoportable y entonces,
sueños o la asociación libre y que va a para poder superarlo, tuve que caer en una
permitir establecer un nexo entre el síntoma suerte de estupor...”/. De esta fracasada
que aparece en primera instancia como comunidad pre-verbal se sigue casi nece-
incomprensible y el contenido reprimido en sariamente la dificultad en la comunicación a
el inconsciente, descubriendo así su sentido. través del lenguaje.
En el caso de las psicosis todo debe surgir del
encuentro, de la atmósfera que el paciente Recordemos que para Gadamer el len-
emana y de la reacción que provoca en el guaje es, por cierto, el medio, pero también el
entrevistador. Sabemos que el mismo Ga- horizonte de toda experiencia hermenéutica.
damer abrió la posibilidad de incorporar el En un pasaje de su libro Verdad y Método nos
mundo pre-verbal a la labor hermenéutica a dice: “el lenguaje no es sólo una de las ca-
través de la importancia que le diera al pacidades de las cuales el hombre está dota-
concepto de “gusto” o más bien de “buen do en cuanto es en el mundo, sino que en él se
gusto” (Wahrheit und Methode, p. 31). Para basa y se representa el hecho que los hombres
él, el gusto “...por su esencia más propia no es simplemente tengan mundo. Para el hombre
una cosa privada, sino un fenómeno social el mundo está ahí en cuanto tal y en una forma
de primer orden” (p. 33). Lo que se ha dado bajo la cual no tiene existencia para ningún
en llamar “falta de contacto”, “afectividad otro ser vivo en el mundo. Y esta existencia
plana” o “lejanía” en el esquizofrénico es al- está constituida lingüísticamente”. (op. cit.,
go difícil de definir, pero corresponde a un p. 419). En pocas ocasiones tenemos la opor-
fenómeno pre-verbal originario y tan certero tunidad de comprobar con mayor evidencia
como el gusto. “El buen gusto está siempre este aserto de Gadamer que frente a un
seguro de sus juicios”, nos dice Gadamer (op. enfermo esquizofrénico. Desde las prime-
cit., p. 33). En el encuentro con el esqui- ras descripciones de esta enfermedad se le
zofrénico echamos de menos una cierta otorgó una importancia primordial a las
comunidad primordial, eso que los japoneses alteraciones del lenguaje. El “pensamiento
llaman “ki” (Tellenbach, 1987). Nuestras laxo” de Bleuler, la clásica disgregación o los
respectivas emanaciones no concuerdan, no neologismos han sido considerados siempre
están en el mismo tono. entre los síntomas fundamentales de la
esquizofrenia. En un trabajo anterior (1985)
Esta dificultad que percibimos en el en- intentamos demostrar que la alteración del
cuentro con el esquizofrénico la ilustra en lenguaje era el único síntoma específico de

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esta enfermedad. También sostuvimos que ella”. (op. cit., p. 361). La conversación con el
dentro de la multiplicidad de formas que esquizofrénico transcurre, en cambio, en
puede adoptar esta alteración era quizás la forma fatigosa, se interrumpe a cada mo-
pérdida del carácter “dialógico” de la palabra mento, el examinador se siente vacío, sin
el fenómeno más sustantivo. ¿Y cómo se ideas y tiene que hacer un verdadero esfuerzo
presenta esta alteración en el encuentro con el para plantear nuevas preguntas, cada vez más
paciente? Quizás si lo más característico del dirigidas y evitar así que el diálogo desa-
momento verbal de este encuentro sea la parezca en un incómodo silencio. Con otras
sensación que tiene permanentemente el palabras, falta aquí esa suerte de vida propia
entrevistador de entender y no entender al que Gadamer describiera como el elemento
mismo tiempo lo que el enfermo está di- central de la verdadera conversación, del
ciendo. Es una experiencia semejante a la diálogo hermenéutico.
de estar en el extranjero en un país cuya len-
gua se conoce en forma muy insuficiente. En suma, en la entrevista diagnóstica en
Dejemos de lado las perturbaciones más psiquiatría, tanto en su momento pre-verbal
severas del lenguaje, como son la disgregación como en su momento verbal, la actitud
o los neologismos, para quedarnos sólo con el hermenéutica y el método fenomenológico
fenómeno del “pensamiento laxo”. Ocurre resultan ineludibles. Basar ese primer en-
que aquí no hay fallas gramaticales ni cuentro con el paciente en una serie de
tampoco de la sintaxis, no necesariamente preguntas dirigidas a “extraer” síntomas o a
hay contenidos tan abstrusos, que por sí la aplicación de cuestionarios significa trai-
mismos dificulten la comunicación y, sin cionar la naturaleza del objeto de nuestra
embargo, no entendemos. La respuesta la da ciencia, que es el hombre mentalmente en-
el mismo Gadamer, cuando afirma: “No sólo fermo. Si no sabemos reconocer la riqueza
el mundo es mundo en cuanto accede al del momento pre-verbal, se nos escaparán
lenguaje, sino que el lenguaje sólo tiene una quizás los hechos más específicos, al menos
verdadera existencia en la medida que el en los cuadros psicóticos. El no adoptar una
mundo se representa en él” (op. cit., p. 531). actitud fenomenológica durante la etapa
En otras palabras, si cambia el mundo, cam- verbal del encuentro implicará necesariamente
bia el lenguaje, si se altera la percepción de una entrega a una teoría previa, lo que se
aquél, necesariamente se alterará la expresión traducirá en un comprobar en el paciente
de éste. Ahora bien, en el fallido diálogo con justo lo que hemos proyectado en él,
el esquizofrénico se nos hace patente la aje- perdiéndose así toda la riqueza del encuentro.
nidad de su mundo, pero también per- Ahora bien, una vez hecho el diagnóstico
cibimos que el diálogo mismo se torna es- atmosférico, de una esquizofrenia en este
quemático y progresivamente más difícil. caso, se tratará de lograr un verdadero
Aquí no ocurre eso que Gadamer destaca encuentro con el paciente al nivel que sea
como lo esencial de una conversación: que no posible y ganar con ello un mínimo de
la podamos manejar a nuestro gusto, sino que confianza. Es fundamental, por cierto, no
ella nos conduce por derroteros a veces discutir con él el tema del delirio a un nivel
insospechados. “De hecho, la verdadera con- racional, sino por el contrario, aceptar su
versación no es nunca la que uno habría contenido con la mayor naturalidad. El
querido llevar. Al contrario, sería más co- paciente va a estar agradecido de ello y
rrecto decir que ‘entramos’ en una conver- aceptará de mucho mejor grado alguna suave
sación, cuando no que nos ‘enredamos’ en interpretación psicodinámica de corte muy

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general que se nos ocurra en ese momento, el corte transversal de su actual vivenciar y
con lo cual se establecerá un vínculo que comportarse como en el corte longitudinal
puede ser fundamental para futuras in- de su biografía, considerada ésta no sólo desde
tervenciones. El abandono de la actitud de el pasado, sino en su proyección hacia el
“entrevistador’ para adoptar la actitud de futuro. “En lugar de hablar de conceptos
aceptación total del otro ha sido llamado por teóricos como principio de realidad y prin-
Benedetti “positivización” (Positivierung) cipio del placer, el análisis existencial inves-
(1983). Este autor describe siete formas de tiga y trata al hombre psíquicamente enfermo
“positivización”, entre las cuales destaca la en lo que respecta a las estructuras, elementos
de descubrir el lado creativo del paciente a estructurales y modificaciones estructurales
través de sus procesos (cognitivos) defor- de su existencia (...) más acá de la distin-
mados. Y con esto pasamos al tema de los ción entre consciente e inconsciente, alma
métodos terapéuticos propiamente tales, y cuerpo...”. (Binswanger, 1955). “...die
que de alguna manera derivan de la feno- Daseinsanalyse, anstatt von theoretischen
menología. Begriffen, wie etwa Lust- und Realitäts-
prinzipien, zu sprechen, den psychisch kranken
2. LAS PSICOTERAPIAS HERMENÉUTICAS Menschen auf die Strukturen, Strukturglieder
und Strukturwandlungen seines Daseins
Es hermenéutico todo método que no hin untersucht und behandelt, (...) diesseits
pretende “explicar” algo, sino sólo “com- der Unterscheidung von Bewusstem und Un-
prenderlo”, vale decir, que no pretende re- bewusstem, wie auch von Seele und Leib...”
currir a otro nivel causal, sino simplemente (S. 307).
hacer que lo que está ahí delante, en el caso
de la psicoterapia un paciente, se manifieste El lenguaje tiene una particular impor-
en plenitud. El punto de partida de toda tancia en el análisis existencial, no sólo
psicoterapia hermenéutica es el colocarse porque éste emplea muchas de las expresiones
más allá de la alternativa normal-anormal, preposicionales de Heidegger (1927), como
loco-cuerdo. Por medio de la epoché feno- ser-en (in-sein), ser-con (Mit-sein), ser-cabe
menológica debemos suspender el realismo (Sein-bei), sino porque intenta tomar lite-
ingenuo de la conciencia cotidiana. La pri- ralmente las palabras del paciente, con lo
mera consecuencia de esta actitud es el cual logra una correspondencia con el
renunciar, en el caso de la esquizofrenia, a la pensamiento concretístico (konkretistisch)
aspiración a una restitutio ad integrum con de los esquizofrénicos. En cierto modo el
plena recuperación del sentido común, en el análisis existencial comienza allí donde el
sentido de Blankenburg (1969). Es necesario resto de los sistemas psicoterapéuticos ven
comprender las perturbaciones del paciente su meta, a saber, la compleja estructura de
como una señal inminente de algo nuevo, de la totalidad. Los métodos analítico–con-
un nuevo tipo o forma de relación con el dicionales parten necesariamente del aisla-
mundo. miento de determinados factores y se ele-
van desde ahí hasta las estructuras más
a) La psicoterapia analítico-existencial complejas. Los métodos orientados hacia la
totalidad, como el análisis existencial, siguen
El análisis existencial pretende compren- el camino inverso y, partiendo de una visión
der al hombre enfermo en el marco de la sintética de grandes complejos o estructuras
totalidad de su existencia (Dasein), tanto en generales, “descienden” hacia sutiles análisis

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de estructuras particulares. De ahí que el cambio de roles entre el yo natural y el yo


paso del análisis existencial hacia algo así trascendental” (Vertauschung der Rollen von
como una psicoterapia “constitutiva”, como natürlichen und transzendentalem Ich). Otro
le ocurrió a Binswanger (1960), es una paralelismo evidente es el que se da entre el
consecuencia necesaria. Es cierto que, en su concepto de “contra-identificación” (Gegen-
intento de aplicar el análisis fenomenológico ldentifikation) de Benedetti (1976) y el de
de la constitución (phänomenologische “hacerse cargo” (Tragung) de Binswanger.
Konstitu-tionsanalyse), la preocupación de
Binswanger fue en principio teórica, pero Blankenburg (1982) ha desarrollado un
los desarrollos ulteriores de la investigación esquema comparativo entre las psicoterapias
fenomenológica no podían sino tener una hermenéuticas y las analítico–condiciona-
influencia determinante sobre la psicotera- les, que es sumamente ilustrativo. Entre las
pia. La pregunta fundamental sería “¿cómo primeras pone como ejemplo extremo el aná-
se constituye algo en cuanto algo para lisis existencial y entre las segundas, la te-
alguien?” (wie konstituiert sich etwas als rapia cognitivo-conductual. En esta contra-
etwas für jemanden?) o “¿cómo se constituye posición se puede observar cuán diferentes y
alguien en cuanto tal para alguien?” (wie polares son ambos métodos terapéuticos, lo
konstituiert sich jemand als jemand für que vale tanto para sus fundamentos teóri-
jemanden?). En el marco de esta pregunta por cos, como para su metodología, sus ventajas
un constituirse recíproco de sí mismo y y desventajas. El psicoanálisis ocupa una po-
mundo se produce una separación de ambos, sición en cierto modo intermedia dentro de
de modo que la pregunta por la realidad esta polaridad, por cuanto por una parte se
experimentada por el paciente nos lleva de preocupa de los elementos “explicativos”
vuelta a la pregunta por los procesos inter- (interpretaciones genético-causales y de-
subjetivos de constitución de la realidad. Con terministas) y por otra, su praxis está mar-
esto y en palabras de Blankenburg (1983), se cada, a no dudarlo, por el momento com-
logra una suerte de “arqueología” de la prensivo. Su ubicación ambigua en relación
constitución de la realidad para el paciente con la comprensión y la explicación la define
en cuestión. La gran dificultad para el te- muy bien Kohut (1975) con las siguientes
rapeuta consistirá, entonces, en tener que palabras: “Mientras la introspección mística
hacer esta reconstrucción (de la constitución puede comprender, pero no explicar y la
de la realidad del paciente en la cual fue psicología científica explica, pero no com-
posible el delirio) en la misma situación prende, el psicoanálisis explica lo que com-
terapéutica y no a posteriori. Las relacio- prende” (Während die mystische lntrospektion
nes con el psicoanálisis son evidentes, aun verstehen mag, aber nicht erklärt, und die
cuando el punto de partida del análisis wissenschaftliche Psychologie erklärt, aber
existencial es más radical, al poner entre nicht versteht, erklärt die Psychoanalyse,
paréntesis el carácter objetivo de la realidad, was sie versteht).
algo impensable para el psicoanálisis o para
cualquier otra forma de investigación po- b) Otras aplicaciones psicoterapéuticas
sitivista. Una interesante coincidencia entre de la fenomenología
ambas escuelas es la que se da, en el cam-
po del autismo esquizofrénico, entre lo que 1. El perspectivismo
Benedetti (1976) llama “ocupación excesi-
va de una débil conciencia del yo” y lo que Una de las realidades más incuestiona-
Blankenburg ha interpretado como “inter- bles que ha permitido poner en evidencia el

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análisis fenomenológico del mundo inter- rectificación como enriquecimiento de la pro-


subjetivo es la perspectividad. Entendemos pia perspectiva. El paciente esquizofrénico, en
por tal el simple hecho que el ser humano está cambio, carece de la esponeidad como para
ligado necesariamente a un determinado pun- colocarse activamente en el lugar del otro; él
to de vista, desde el momento que es un cu- no puede desprenderse de su propia pers-
erpo que está siempre situado y que con- pectiva ni tampoco, por ende, de sí mismo.
templa al mundo y a los otros desde esa su
perspectiva. Esta fijación puede ser hasta Las consecuencias terapéuticas de lo an-
cierto punto superada por el hombre por tedicho son inmediatas. En primer lugar, se
medio de un cambio de lugar o de punto de pueden elaborar técnicas de tipo cognitivo-
vista. En la fisiología de los sentidos esto conductual que faciliten el desarrollo del
ocurre a través del círculo de percepción y “intercambio de perspectivas”. Blankenburg
movimiento (Gestaltkreis), descrito por von (1991) habla en este contexto de “promover
Weizsäcker (1946), el cual permite una per- la interpersonalidad por medio de un training
fecta interacción con el mundo. Pero esto no en movilidad de las perspectivas” (Perspekti-
es válido para los juicios. Para un sano “jui- venbeweglichkeit). Se estimula al paciente a
cio de realidad” (Realitätsurteil) se requiere contemplar los objetos de su entorno de todos
de una forma especial de espontaneidad los lados posibles y tomar así conciencia de
(Eigenbeweglíchkeit), cual es la de colocarse cuán distinta puede verse una cosa según
en la perspectiva del otro, el de tratar de ver desde donde se la mire. Luego se puede
la realidad “con los ojos de los otros”. Pero complejizar el ejercicio, llevándolo de los
como a su vez los otros tienen que tratar de objetos a las personas y en este caso, ya no
verla con mis ojos, resulta de ello un natural tanto referido al aspecto físico (que también
intercambio de perspectivas (Perspektiven- será algo distinto según la perspectiva), sino
Austausch). El ponerse en la perspectiva del más bien al mundo del otro, a su profesión, a
otro significa necesariamente tomar distancia sus valores e intereses. Lo mismo se puede
con respecto al propio punto de vista y esto hacer en grupos y por medio de videos. En el
pareciera ser una condítio sine qua non de caso de los pacientes agudos estos ejercicios
una relación sana con el mundo. Wulff son, por cierto, difíciles de aplicar. Ahí tendrá
(1993) sostiene que la dialéctica entre dejar- que ser más bien el terapeuta el que se
ser y actuar modificante (Sein-lassen und esfuerce por ponerse en el lugar del paciente
verändertem Tun) estaría en la base de toda y tratar de comprender cómo y desde dónde él
relación no delirante consigo mismo y con ve el mundo como lo está viendo. Esto se
el mundo (wahnfreier Realitätsbezug). Así puede hacer incluso en forma concreta,
como el hombre sólo puede relativizar su ne- poniéndose el terapeuta al lado del paciente y
cesaria fijación a un punto en el espacio cam- no al frente, con lo cual las miradas se hacen
biando libremente de lugar, así también en otros paralelas y se alivia ese natural temor que
ámbitos sólo podrá superar la dependen- embarga siempre al esquizofrénico ante el
cia de su propia subjetividad en la medida encuentro frontal. Pero en general vale para el
que sea capaz de relativizar su percepción, terapeuta de esquizofrénicos el imperativo de
modificándose a sí mismo. El ser relativizado compartir la perspectiva de ellos, aunque esto
por la intencionalidad del otro significa para signifique aceptar el contenido de un delirio o
el hombre sano no una amenaza, sino una la inadecuación de una conducta. Esta actitud
auténtica ayuda en el proceso de relativizarse tiene particular valor en el trato con el pa-
a sí mismo, que al mismo tiempo implica tanto ciente y su familia. Sabemos cuán anormal

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es la interacción entre los miembros de la de autenticidad, de identificación con el rol,


familia esquizofrenógena (schizophrenogene) de rigidez, etc. Siguiendo la línea iniciada por
y cómo el paciente está expuesto perma- Blankenburg, intentamos nosotros a partir de
nentemente no sólo al conocido “double 1986 aplicar este modelo a todos los síndro-
bind”, sino también a verdaderas descargas mes psicopatológicos no orgánicos (nicht
de agresividad muy destructivas de parte de organische psychopathologische Syndrome),
los otros miembros de la familia. El sentir que resultando que al ordenarlos en polaridades
el terapeuta comparte su perspectiva y no la adoptaban naturalmente una estructura seme-
de los otros puede significar un enorme alivio jante a la que tiene el rectángulo de las oposi-
justo en situaciones donde la tensión emo- ciones en la lógica del juicio de Aristóteles,
cional lo habría empujado a refugiarse en con formas contrarias (polares), contradic-
síntomas aún más severos, como es el caso de torias (que se excluyen la una a la otra) y subal-
las alucinaciones auditivas o la disgregación. ternas (unas formas serían versiones más
atenuadas o más estructuradas de las otras).
2. La perspectiva dialéctica No podemos aquí tratar esto en detalle, pero
sí quisiéramos destacar que esta perspectiva
La cuestión de la positividad de lo ne- es sin duda más cercana al hecho clínico de
gativo se remonta a Hegel. Para él lo negativo las múltiples transiciones entre los distinto sín-
“es el principio absoluto que rige toda vida dromes psicopatológicos. Y es muy distinto
natural y espiritual” (das Prinzip aller natür– acercarse a un paciente poniendo la atención
lichen und geistigen Lebendigkeit überhaupt). en sus aspectos negativos y deficitarios que
El primero que intentó aplicar en forma hacerlo en la actitud contraria, de considerar
sistemática la dialéctica en psiquiatría fue cuánta positividad encierra ese modo de ser o
Wolfgang Blankenburg (1981). Su punto de ese vivenciar o comportarse desviado de la
partida es la hipótesis de que en la anormali- norma. Extrema es la validez de esta pers-
dad o enfermedad mental (lo negativo) debe pectiva en el caso de los genios, pero al igual
encerrarse una cierta positividad. Blankenburg que Blankenburg descubrió la positividad de
recuerda el caso del cristianismo, donde este la histeria, podría hacerse lo mismo con la
tipo de pensamiento aparece una y otra vez: obsesividad, con la depresión, la manía y la
los últimos serán los primeros, hay que morir misma esquizofrenia. El esquizofrénico mues-
para resucitar, etc. También nos recuerda que tra un nivel de autenticidad, de radicalidad en
la obra de Heidegger está llena de estructu- su búsqueda de la verdad (aunque esto parez-
ras dialécticas, como por ejemplo ser proyec- ca una paradoja si pensamos en el delirio), de
tante y estado de yecto (Entwerfendseín/ facilidad para acceder a la dimensión trascen-
Geworfenheit), desocultamiento y ocultamien- dente y de originalidad en sus apreciaciones
to (Entborgenheit/Verborgenheit), mundani- de la realidad que superan con mucho los
zación y desmundanización (Verweltichung/ alcanzables por los llamados normales.
Entweltichung), etc. Dentro de esta pers-
pectiva desarrolló en detalle los aspectos Las consecuencias terapéuticas son evi-
positivos de la histeria, mostrando de qué dentes (liegen auf der Hand). Fuera de lo que
manera todos sus rasgos podrían interpretar- se gana en el contacto con el paciente al adop-
se no como una mera conducta desviada tar esta perspectiva, se han desarrollado en los
(abweichendes Verhalten), sino como un mo- últimos años técnicas terapéuticas para los
vimiento de la existencia en contra de una esquizofrénicos que no pueden ser sino con-
estructura opuesta, caracterizada por exceso sideradas dialécticas. Pensemos por ejemplo

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en la ya mencionada “positivización” (Positivi- una actitud hermenéutica y aplicar el método


erung) de Benedetti (1992), en la intención fenomenológico, por medio del cual podemos
paradojal de Mara Selvini Palazzoli (1982), descubrir las estructuras dialécticas del ser
en el “reconocimiento proyectivo” (projektive humano.
Anerkennung) de Wulff (1995) o en las “estra-
tegias dialécticas” (dialektische Strategien) En rigor fue Platón el primero que vio la
desarrolladas por Stierlin (1985) en las psico- relación esencial entre hermenéutica y dia-
terapias con familias de esquizofrénicos. To- léctica. La “apertura” que caracteriza a la
das éstas son técnicas inspiradas indiscutible- hermenéutica se materializa en la pregunta.
mente en el pensamiento dialéctico y como “No es posible realizar experiencias cuando
tales, emparentadas tanto con la fenome- falla la pregunta previa”, dice Gadamer
nología como con la hermenéutica. Dialéctica, (1960, p. 439). Pero hay una cierta negati-
fenomenología y hermenéutica se distinguen vidad in- herente a toda pregunta. Sócrates
de cualquier otra forma de teoría por su llevó esta negatividad a la dimensión más
absoluta referencia a lo que es originario y radical en su famosa sentencia “sólo sé que
primordial. El objeto de nuestro trabajo como nada sé”. Y esta negatividad de la pregunta
psiquiatras y terapeutas es el ser humano men- hermenéutica es isomorfa con la negatividad
talmente enfermo, es decir, la más compleja de la experiencia dialéctica. Cada experiencia
realidad del universo, puesto que lo que debe pasar por el fracaso para alcanzar su
enferma es justamente aquello que hace po- verdadera dimensión. Preguntar partiendo de
sible el conocimiento y la cultura. Ello hace una actitud lo más abierta posible y realizar la
que la tentación de caer en interpretaciones experiencia de la negatividad son ambos
reduccionistas del fenómeno humano cons- elementos sustantivos de la práctica psiquiá-
tituya una amenaza permanente. La comple- trica y psicoterapéutica cotidiana. No es posi-
jidad aludida y el hecho que en cada momento ble ejercer nuestra vocación sin saber como
de nuestro quehacer estemos siendo cuestio- preguntar, como fracasar y como rescatar dia-
nados nosotros mismos nos obliga a man- lécticamente algún conocimiento y alguna
tenernos lo más abiertos posibles y nada ayuda para el paciente desde ese mismo fra-
mejor para alcanzar esta meta que adoptar caso.

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