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Iniciaremos mencionando que la Gerencia "es el arte de que las cosas ocurran", se la define
también como la disciplina académica "responsable del proceso económico y social
organizado".
En efecto, se asume actualmente que esos son los insumos determinantes, para que un
Gerente tome decisiones pertinentes, adecuadas, viables y efectivas.
El sentido común, que incluye la intuición, es la aptitud que permite actuar sobre la base del
ingenio, la habilidad, la disposición de ejecutar algo con gracia y destreza, y sobre todo la
capacidad de discernimiento.
CAPITULO I
La toma de decisiones es uno de los procesos más difíciles a los que se enfrenta el
ser humano. Se presenta el proceso de toma de decisiones más estudiado en
psicología y que tiene aplicación en la terapia cognitivo conductual. Se explica con
detalle que hay que plantear los objetivos que se desean, elaborar un plan, realizar
las acciones comprendidas en el plan, evaluar la marcha del plan y de los resultados
que se van alcanzando.
La toma de decisiones es el proceso mediante el cual se realiza una elección entre las
opciones o formas para resolver diferentes situaciones de la vida en diferentes contextos:
a nivel laboral, familiar, sentimental, empresarial (utilizando metodologías cuantitativas
que brinda la administración). La toma de decisiones consiste, básicamente, en elegir
una opción entre las disponibles, a los efectos de resolver un problema actual o potencial
(aun cuando no se evidencie un conflicto latente).
La toma de decisiones a nivel individual se caracteriza por el hecho de que una persona
haga uso de su razonamiento y pensamiento para elegir una solución a un problema que
se le presente en la vida; es decir, si una persona tiene un problema, deberá ser capaz de
resolverlo individualmente tomando decisiones con ese específico motivo.
Para tomar una decisión, cualquiera que sea su naturaleza, es necesario conocer,
comprender, analizar un problema, para así poder darle solución. En algunos casos, por
ser tan simples y cotidianos, este proceso se realiza de forma implícita y se soluciona
muy rápidamente, pero existen otros casos en los cuales las consecuencias de una mala o
buena elección pueden tener repercusiones en la vida y si es en un contexto laboral en el
éxito o fracaso de la organización, para los cuales es necesario realizar un proceso más
estructurado que puede dar más seguridad e información para resolver el problema.
3. PROCESO DE LA TOMA DE DESICIONES
¿Quién y por qué debe tomar una decisión? ¿Qué se quiere lograr? ¿Cómo se explica la
situación? En el mismo proceso de definición del problema suelen aclararse y
organizarse las ideas, y pueden surgir distintas visiones si hay varias personas
involucradas.
Una buena decisión se basa siempre en información: datos del mercado, indicadores
internos, análisis del contexto, reportes de empleados, consejos de expertos, buenas
prácticas, entre otras fuentes. La clave en este paso es buscar la información mínima
necesaria para un buen análisis.
Aun ante el mismo problema, la forma de evaluar las alternativas suele variar, ya que
distintas personas pueden dar prioridad a criterios diferentes. Por ejemplo, para poner en
marcha un negocio, ¿es más importante la rentabilidad o el atractivo para el
emprendedor? Listar los criterios que se utilizarán para sopesar las opciones simplifica
los pasos que siguen.
¿Cuáles son los cursos de acción posibles? Evalúa la situación desde distintos ángulos y
analiza si no existen soluciones ya desarrolladas para el problema. Es el momento de
usar la creatividad para encontrar caminos alternativos.
Paso 5. Analizar resultados posibles para cada alternativa
¿Qué ocurre si me decido por A? ¿A dónde conduce la alternativa B? Con los caminos
bien identificados es posible imaginar los resultados, no sólo en términos de números
(costos, ganancias), sino de aspectos cualitativos como imagen, esfuerzo o satisfacción.
Es el momento de poner en la balanza todo lo analizado, y usar los criterios como unidad
de medida. Si abro una sucursal, ¿cuánto dinero ganaré?, ¿cómo impacta en mi trabajo
diario?, ¿de qué forma me garantizo que funcione bien?. La comparación entre las
distintas alternativas suele mostrar que una resuelve mejor la exigencia de los criterios
elegidos. ¡Tenemos una decisión!
Paso 7. ¡Implementar!
Ninguna decisión está tomada realmente hasta que se pone en marcha. Son muchos los
procesos de decisión que fallan en la etapa de ejecución.
Cada decisión implica un aprendizaje. Aun si los resultados no fueron los esperados es
posible aprender de los errores para no repetirlos. Así, esta etapa final de revisión de las
decisiones tomadas es clave para mejorar.
4. IMPORTANCIA DE LA TOMA DE DESICIONES
Nuestras vidas y también las organizaciones de las que formamos parte dependen de
dos factores: las decisiones que tomamos y el entorno externo. El entorno externo son
todas aquellas circunstancias que nos rodean y sobre las que no tenemos ningún control,
no tenemos manera de influir sobre ellas.
Algo distinto sucede con esas otras circunstancias que nos acompañan en la vida y sobre
las que sí tenemos posibilidad de influir. Sobre algunas tendremos control total y sobre
otras simplemente podremos influir en cierto grado. Controlamos o influimos sobre todas
esas circunstancias mediante las decisiones que tomamos. Es, por esto, que lo que en el
futuro sea, nuestra vida dependerá de las decisiones que adoptemos a lo largo del tiempo,
porque tomando decisiones es como influimos en la realidad.
Podemos decir que nuestra historia personal es la historia de las decisiones tomadas, y que
nuestro futuro (que está condicionado por aquellas que ya hemos tomado) lo vamos
forjando a través de las futuras decisiones. De ahí la importancia de la toma de decisiones
en la vida de las personas, ya que en último término cada uno es lo que decide ser. De
hecho, tomar decisiones es la actividad más importante que realizamos las personas. En
el ámbito empresarial, es el acto directivo fundamental, porque un directivo lo es en la
medida que decide.
La toma de decisiones está tan ligada a nuestra vida que no podemos prescindir de ello:
no podemos abstenernos de hacerlo, porque decidir no tomar una decisión implica de por
sí, haberlo hecho. Lo que sí podemos decidir es, si la queremos tomar nosotros o si
preferimos que otros lo hagan por nosotros. En ese caso, estamos decidiendo poner el
control de nuestra vida en manos de terceros. Por eso, no podemos renunciar a decidir,
porque haciéndolo nos convertimos en espectadores en vez de en actores protagonistas
de nuestra existencia.
La decisión siempre va ligada a la posibilidad del error. Hay personas que tienden a no
tomar decisiones porque tienen miedo a equivocarse, y dejan que las circunstancias
decidan por ellas, abandonando así el control de su propia existencia. Este tipo de
personas, que se niegan la posibilidad de “fracasar”, paradójicamente, lo acaban
haciendo porque al no decidir no tienen posibilidades de salir al encuentro del éxito.
Renunciando a la posibilidad de fracasar, renuncian también a la posibilidad de triunfar.
Las personas de éxito también han tenido desventuras. Personas consideradas como
grandes empresarios acumulan en su historial fracasos. El éxito, muchas veces es fruto
del fracaso. Tener éxito consiste en levantarse una vez más de las veces que se haya
caído. Si no probamos no podemos ganar. Si no compro billetes, no me va a tocar la
lotería.
5. TIPOS DE DESICIONES
En las organizaciones en general y en las empresas en, suele existir una jerarquía que
determina el tipo de acciones que se realizan dentro de ella y, en consecuencia, el tipo de
decisiones que se deben tomar, la Ciencia administrativa divide a la empresa en 3
niveles jerárquicos:
A medida que se baja en esta jerarquía, las tareas que se desempeñan son cada vez más
rutinarias, por lo que las decisiones en estos niveles serán más estructuradas
(programadas). Las decisiones también serán diferentes, en función de en qué unidad
funcional o departamento tengan lugar.
7. CONTEXTOS DE TOMA DE DESICIÓN
Las situaciones, ambientes o contextos en los cuales se toman las decisiones, se pueden
clasificar según el conocimiento y control que se tenga sobre las variables que
intervienen o influencian el problema, ya que la decisión final o la solución que se tome
va a estar condicionada por dichas variables.
Si bien el supervisor casi siempre toma las decisiones solo, hay ocasiones en que debe
aprovechar la ventaja de contar con su grupo de subordinados para tomar ciertas
decisiones.
Estas decisiones individuales o grupales tienen cada una de ellas sus ventajas y
desventajas, que influyen de manera determinante en el rol de la gerencia de nuestras
organizaciones.
Ventajas
Desventajas