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El termino PechaKucha se corresponde a un vocablo japonés que designa una charla casual.
Este fue el nombre elegido por los arquitectos Mark Dytham y Astrid Klein, ingleses residentes
en Japón, al idear un proyecto con un formato de presentación cuyo objeto principal era
permitir a artistas, diseñadores, arquitectos y emprendedores de áreas diversas compartieran
sus ideas de forma ágil, atractiva y eficaz. De este modo, las PechaKucha nights se celebran
desde febrero de 2003 habiéndose extendido de Tokio a más de un centenar de ciudades y en
ámbitos heterogéneos, constituyendo un reconocido foro para la gestación y propagación de
prósperas iniciativas.
Así las cosas, no es difícil figurarse las ventajas que esta modalidad ofrece para preparación y
exposición de conceptos por parte de los estudiantes, con respecto al modelo tradicional.
Pero, antes de adentrarnos en la propuesta metodología concreta y su motivación, es preciso
entrar en detalle de cómo se prepara un PechaKucha de forma adecuada.
Preparación de un PechaKucha
.
2. El siguiente paso es redactar un discurso lacónico que incorpore las flexiones
seleccionadas con anterioridad. Es deseable el uso de frases breves y directas, que se
ajusten a los 20 segundos disponibles de para cada diapositiva.
3. A continuación, buscaremos imágenes de calidad que den fuerza a nuestras palabras
durante la presentación y refuercen la transmisión de lo esencial; estableciendo la
secuencia más adecuada.
4. Hay que evitar recargar las transparencias con texto largo y gráficos ininteligibles. El
apoyo visual de ser sencillo a la par que elegante, con el uso de tamaños de fuente
distinguibles sin esfuerzo.
5. Una vez construidas las 20 diapositivas, es momento de elaborar el producto final
estableciendo una secuenciación automática de 20 segundos, con el uso de un
programa de los que se recogen en el apartado sobre TIC de este mismo documento.
6. Por último, es esencial ensayan reiteradamente, jugando con el lenguaje para verbal y
corporal, pues en apenas 6 minutos y 40 segundos no existe margen para la
improvisación.