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INTRODUCCIÓN:

El ser humano, al igual que todos los organismos vivientes necesita de energía para
mantener sus procesos vitales y calidad de vida, existen dos tipos de energía, la
energía interna y la energía externa. Con el paso del tiempo y el avance de la
tecnología el ser humano ha utilizado la energía de diversas maneras, al mismo
tiempo que cada vez es mayor su demanda. El consumo de energía ha ido
creciendo día a día esto debido a los hábitos de vida del ser humano, actualmente
los países industrializados demandan y utilizan cantidades enormes de energía la
cual es utilizada para hacer funcionar maquinas, medios de transporte, producir luz,
calor o refrigeración.
OBJETIVOS:

 Definir y describir el consumo energético (interno y externo) del hombre.

 Identificar el nivel trófico del hombre y establecer su importancia general.

 Describir los patrones de consumo humano de energía.


CONSUMO ENERGÉTICO HUMANO

El ser humano, al igual que todos los organismos vivientes, debe obtener la energía
que proviene originalmente del sol, para mantener sus procesos vitales. Como los
humanos no son productores, dependen de los vegetales que son capaces de
transformar la luz solar en formas de energía utilizables para ellos. La energía que
consume el hombre puede dividirse en dos tipos: energía interna, la que emplea
para los procesos corporales, y energía externa, la que utiliza en actividades tales
como el funcionamiento de sus instrumentos y el mantenimiento de su cultura.

El hombre obtiene su energía interna de los alimentos que ingiere. Puede ocupar
más de un nivel trófico, ya que consume vegetales, herbívoros y varios carnívoros.
La energía que está disponible para el consumo interno del hombre, depende
directamente del nivel trófico que éste seleccione. La mayoría de los organismos
vivos no emplean la energía externa y sólo el hombre la utiliza en cantidades
significativas.

PRODUCTIVIDAD

En el campo de la ecología, la productividad es el grado de aprovechamiento de los


flujos de energía, sea en un organismo, una población, una comunidad o un
ecosistema. Según se evalúe en organismos fotosintéticos, es decir, en vegetales y
cianobacterias, o en organismos consumidores de cualquier otro rango, la
productividad se diferencia en primaria y secundaria. A su vez, la productividad
primaria se distingue en bruta y neta.

PRODUCTIVIDAD PRIMARIA BRUTA: La cantidad total de energía asimilada por


las plantas durante la fotosíntesis en un ecosistema es la denominada productividad
primaria bruta. Esta magnitud, que es variable para los diferentes ecosistemas,
puede medirse en términos de incremento de la biomasa, por lo que se expresa en
las mismas unidades que ésta, es decir, en unidades de peso por superficie.

PRODUCTIVIDAD PRIMARIA NETA: La mayor parte de la energía asimilada por


las plantas cuando realizan la fotosíntesis no es almacenada como materia
orgánica, sino que se emplea en el proceso de respiración celular para constituir
hidratos de carbono, proteínas y demás sustancias necesarias para el desarrollo de
la actividad metabólica. La energía que no se emplea en este proceso queda
almacenada en los organismos vegetales y es a la que se llama productividad
primaria neta. En correlación con la noción de biomasa, esta productividad equivale
a la cantidad de biomasa que conforman los organismos vegetales de un
ecosistema después de que parte de la productividad primaria bruta haya sido
degradada a través de los procesos de respiración celular.

Una cantidad proporcionalmente reducida de la energía que está almacenada en


las plantas –un porcentaje variable entre el 5 y el 25%– pasa a los herbívoros
cuando éstos se alimentan de ellas, y otro tanto sucede cuando los carnívoros se
alimentan de los herbívoros (los omnívoros intervienen en este proceso en uno u
otro nivel de la pirámide según se alimenten de vegetales o de animales). Se crea
de esta manera una pirámide de energía con las mayores dimensiones en la base,
correspondiente a los productores, y las mínimas en los consumidores del último
rango. Además de la cadena formada por plantas, herbívoros y carnívoros, una
cierta proporción de la energía es consumida por los organismos detritívoros y
descomponedores.

LA PRODUCTIVIDAD SECUNDARIA: Corresponde a la tasa de aprovechamiento


de energía que se da cuando los consumidores convierten en su propia biomasa la
energía química de los nutrientes que ingieren.

Conviene tener en cuenta, por ejemplo, que en la sabana apenas el 10% de la


materia vegetal disponible es consumida por los herbívoros. El resto cumple su ciclo
vital y es degradada por detritívoros y descomponedores. Buena parte de esta
energía “desaprovechada” se acumula en los depósitos de carbón y petróleo que
se van formando a lo largo de millones de años a partir de la materia orgánica
degradada.

COSECHA PERMANENTE: Es la cantidad de biomasa presente en un momento


particular. Un punto de interés en el tema es el índice de productividad el cual se
mide en gramos de biomasa producidos en un año.
Se da el caso que un área altamente productiva parece no serlo por causa de la
actividad de los herbívoros. Mientras que otra que presenta gran cantidad de
biomasa, al examinarla, observamos que la acción de los herbívoros es menor. Visto
así, algunas áreas producen biomasa rápidamente, pero producto a que se
consume a gran velocidad, aparentan ser de bajo índice de productividad y
viceversa.
CONCLUSIÓN:
Los seres humanos necesitamos de fuentes de energía, tanto energía interna para
mantener nuestros procesos biológicos como de la energía externa para mantener
nuestra calidad de vida, a nivel trófico estamos ubicados en el cuarto nivel, los
consumidores ya que no somos capaces de producir nuestra propia energía y
necesitamos de otros seres vivos para obtenerla como seres humanos nos
encontramos en el cuarto nivel, el consumo humano de energía ha ido aumentando
con forme ha ido evolucionando y desarrollando. Desde el hombre primitivo hasta
el hombre tecnológico.

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