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Juan Domingo Perón (Lobos, 8 de octubre de 1895-Vicente López, 1 de julio de 1974) fue un
militar, político, escritor y presidente argentino, el primero en ser elegido por sufragio
universal y el único hasta la fecha en asumir la presidencia de la Nación en tres ocasiones,
todas por medio de elecciones democráticas.
Participó en la Revolución del 43 que dio por terminada la llamada década infame. Luego de
establecer una alianza con las corrientes sindicales socialista y sindicalista revolucionaria,
ocupó sucesivamente el Departamento de Trabajo, la Secretaría de Trabajo y Previsión, el
Ministerio de Guerra y la Vicepresidencia de la Nación. Desde los dos primeros cargos tomó
medidas para favorecer a los sectores obreros y hacer efectivas las leyes laborales: impulsó
los convenios colectivos, el Estatuto del Peón de Campo, los tribunales del trabajo y la
extensión de las jubilaciones a los empleados de comercio. Estas medidas le ganaron el
apoyo de gran parte del movimiento obrero y el repudio de los sectores empresariales, de
altos ingresos y del embajador de Estados Unidos Spruille Braden, generándose a partir de
1945 un amplio movimiento en su contra. En octubre de ese año, un golpe palaciego militar lo
forzó a renunciar y luego dispuso su arresto, desencadenando el 17 de octubre de 1945 una
gran movilización obrera que reclamó su liberación hasta obtenerla. Ese mismo año se casó
con María Eva Duarte, que desempeñó un papel político importante durante la presidencia de
Perón.
Se presentó como candidato a Presidente en las elecciones de 1946, resultando triunfador.
Tiempo después fusionó los tres partidos que habían sostenido su candidatura para crear
primero el Partido Único de la Revolución y luego el Partido Peronista; tras la Reforma
Constitucional de 1949, fue reelegido en 1951 en las primeras elecciones con sufragio
universal de mujeres y varones en Argentina. Además de continuar con sus políticas en pos de
favorecer a los sectores más postergados, su gobierno se caracterizó por implementar una
línea nacionalista e industrialista, sobre todo en lo tocante a la industria textil, siderúrgica,
militares, transporte y comercio exterior. En política internacional sostuvo una tercera
posición ante la Unión Soviética y los Estados Unidos, en el marco de la Guerra Fría. En el
último año de su gobierno se enfrentó con la Iglesia Católica, acrecentando el enfrentamiento
entre peronistas y antiperonistas, y el gobierno endureció su persecución de los grupos
terroristas y golpistas, la oposición política y los medios de prensa opositores. Tras una serie
de hechos de violencia por parte de grupos civiles y militares antiperonistas, especialmente
del bombardeo de la Plaza de Mayo a mediados de 1955, Perón fue derrocado en septiembre
de ese mismo año.
La dictadura subsiguiente proscribió al peronismo de la vida política y derogó la reforma
constitucional, que incluía medidas de resguardo de los sectores sociales más bajos y la
igualdad jurídica de varones y mujeres. Tras su derrocamiento, Perón se exilió
en Paraguay, Panamá, Nicaragua, Venezuela, República Dominicana y finalmente en España.
Viudo desde 1952, durante su exilio se casó con María Estela Martínez de Perón, conocida
como "Isabel". En su ausencia, surgió en Argentina un movimiento conocido como
la Resistencia peronista, integrada por diversos grupos sindicales, juveniles, estudiantiles,
barriales, religiosos, culturales y guerrilleros, que tenían como fin común la vuelta de Perón y
la convocatoria a elecciones libres y sin proscripciones.
Intentó retornar al país en 1964 pero la dictadura brasileña lo impidió por pedido del
presidente Illia. Retornó finalmente al país en 1972 para radicarse definitivamente en 1973.
Con Perón aún proscripto, el peronismo ganó las elecciones en marzo de 1973. Sectores
internos del movimiento se enfrentaron políticamente y por medio de actos de violencia: tras la
llamada masacre de Ezeiza, Perón dio un amplio respaldo a los sectores "ortodoxos" de su
partido, algunos de los cuales a su vez crearon el comando parapolicial conocido como
la Triple A, destinado a perseguir y asesinar militantes calificados "de izquierda", peronistas y
no peronistas. Un mes y medio después de asumir, el presidente Cámpora renunció y se
convocó a nuevas elecciones sin proscripciones. Perón se presentó junto a su esposa como
candidatos a Presidente y Vicepresidente respectivamente en septiembre de 1973 y logró un
amplio triunfo, asumiendo el gobierno en octubre de ese año. Pero falleció a mediados de
1974, dejando la Presidencia en manos de la vicepresidenta, que fue derrocada sin haber
terminado su mandato.
Antecedentes familiares
Juan Domingo Perón nació a fines del siglo XIX en la localidad de Lobos, provincia de Buenos
Aires como «hijo natural», debido a que su madre y su padre no estaban casados al momento
de su nacimiento, cosa que hicieron posteriormente. La madre de Juan D. Perón fue Juana
Salvadora Sosa (1874-1953), una argentina nacida en el área de Lobos (provincia de Buenos
Aires). Su primer hijo y hermano mayor de Juan Domingo, Mario Avelino, lo tuvo a los 17 años
cuando aún era soltera. El padre de Juan D. Perón fue Mario Tomás Perón (1867-1928), un
argentino nacido en Lobos (provincia de Buenos Aires) que trabajaba como oficial de justicia.
Tuvieron tres hijos juntos sin estar casados:
Matrimonios
Perón tuvo tres esposas: el 5 de enero de 1929 contrajo matrimonio con Aurelia Gabriela
Tizón (18 de marzo de 1902 - 10 de septiembre de 1938), hija de Cipriano Tizón y Tomasa
Erostarbe, y quien falleció de cáncer uterino, descansando sus restos en el Cementerio de
Olivos, provincia de Buenos Aires, en la bóveda de la familia Tizón.
El 22 de octubre de 1945 se casó en Junín con la actriz Eva Duarte (1919 – 1952), pocos días
después del 17 de octubre.
Finalmente el 10 de diciembre de 1945 pudieron concretar el casamiento con una ceremonia
privada que quedó inscripta el folio 2.397 del libro de Matrimonios de la parroquia San
Francisco. Juan Domingo Perón tenía 50 años y Eva Duarte 26. Después de la ceremonia los
invitados compartieron con ellos una comida en una casona ubicada a pocas cuadras del
templo.
Conocida como Evita, Eva Perón colaboró en la gestión de su esposo con una política de
ayuda social y apoyo a los derechos políticos de la mujer, a la que se concedió por primera
vez el derecho al voto. El 26 de julio de 1952, mientras Perón ejercía por segunda vez la
presidencia, Evita murió después de una larga lucha contra el cáncer uterino.
El 15 de noviembre de 1961 se casó en España con María Estela Martínez Cartas, conocida
como Isabelita, que luego lo acompañó como vicepresidente en las elecciones de septiembre
de 1973 y le sucedió en el cargo a su fallecimiento, hasta el 24 de marzo de 1976, en que fue
derrocada por un golpe militar.
Juan Perón no tuvo hijos, por lo que sus descendientes más cercanos fueron sus sobrinos,
hijos de su hermano Avelino Mario y de Eufemia Jáuregui: Dora Alicia, Eufemia Mercedes,
María Juana (nacida en 1921), Mario Alberto, Olinda Argentina, Lía Vicenta, Amalia Josefa,
Antonio Avelino y Tomás Perón.
Carrera militar
El 1 de marzo de 1911 ingresó al Colegio Militar de la Nación, gracias a la beca que le
consiguiera el doctor Antonio M. Silva, íntimo amigo de su abuelo paterno, quien lo asistió en
la enfermedad hasta su fallecimiento. Se graduó el 18 de diciembre de 1913 como subteniente
de Infantería.
En 1914 es destinado al Regimiento 12 de Infantería con asiento en Paraná (provincia de
Entre Ríos), donde permanecerá hasta 1919. En 1915 asciende al grado de teniente.
En 1916 evidencia públicamente por primera vez una postura política. Ese año se realizaron
en Argentina por primera vez elecciones con voto universal y secreto, aunque solo para
hombres, triunfando Hipólito Yrigoyen de la Unión Cívica Radical, en lo que se considera el
primer gobierno democrático. Perón votó en esa elección por primera vez, optando por
Yrigoyen y la UCR, en abierta confrontación con los sectores conservadores y oligárquicos
organizados en el Partido Autonomista Nacional de ideología roquista, que había gobernado
sin alternancia los 36 años anteriores. A lo largo de los gobiernos radicales (1916-1930) Perón
iría asumiendo una postura cercana a los militares nacionalistas legalistas (como las que
ejemplificaban Enrique Mosconi o Manuel Savio), y al mismo tiempo crítica hacia el gobierno
radical, principalmente a causa de la masacre obrera conocida como Semana trágica de 1919
y lo que consideraba "inoperancia" ante los graves problemas sociales del país.
Ya con el grado de teniente Perón integró el Regimiento 12 de Infantería con asiento
en Paraná al mando del general Oliveira Cézar, que fue enviado en 1917 y 1919 por el
gobierno de Yrigoyen a intervenir militarmente en las huelgas obreras que se realizaban en los
obrajes forestales que la empresa inglesa La Forestal tenía en el norte de la provincia de
Santa Fe. Su postura y la de otros militares de la época, fue que en ningún caso el Ejército
debía reprimir a los huelguistas.
Le otorga gran importancia al deporte, practicando boxeo, atletismo y esgrima. En 1918 se
consagró campeón militar y nacional de esgrima. Redacta varios textos deportivos para el
entrenamiento militar. El 31 de diciembre de 1919 asciende al grado de teniente primero y en
1924 al de capitán. En 1926 ingresó a la Escuela Superior de Guerra.
En esos años redacta varios textos que resultaron impresos como materiales de estudio en las
academias militares, como Higiene militar (1924), Moral militar (1925), Campaña del Alto
Perú (1925), El frente oriental en la guerra mundial de 1914. Estudios estratégicos (1928),
entre otros trabajos. El 12 de enero de 1929 obtuvo su diploma como oficial de Estado Mayor
y el 26 de febrero fue destinado al Estado Mayor del Ejército como ayudante de del coronel
Francisco Fasola Castaño, subjefe del Estado Mayor.
A comienzos de 1930 fue designado profesor suplente de Historia Militar en la Escuela
Superior de Guerra, asumiendo la titularidad a fin de año. Ese año se produjo el golpe de
Estado del 6 de septiembre, liderado por el general José Félix Uriburu que derrocó al
presidente constitucional Hipólito Yrigoyen. El golpe contó con el apoyo de un amplio espectro
que incluía a radicales, socialistas, conservadores, organizaciones patronales y estudiantiles,
el Poder Judicial, así como los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Perón no ocupó ningún cargo en el gobierno dictatorial de Uriburu, pero participó
marginalmente en la preparación del golpe formando parte de un grupo autónomo, de
tendencia "nacionalista legalista", liderado por los tenientes coroneles Bartolomé
Descalzo y José María Sarobe, que criticaba al grupo "conservador oligárquico" que rodeaba a
Uriburu. Este grupo pretendía darle un amplio sustento popular al movimiento y evitar la
instalación de una dictadura militar, hecho que finalmente ocurrió. Durante el golpe, Perón
formó parte de una columna que desalojó pacíficamente la Casa Rosada, donde grupos civiles
estaban realizando saqueos y destrozos. Luego del golpe el grupo militar de los teniente
coroneles Descalzo y Sarobe, del que participaba Perón, fue desmantelado por la dictadura
militar, enviando a sus integrantes al exterior o a posiciones lejanas en el interior del país. El
propio Perón sería asignado a la Comisión de Límites, debiendo trasladarse a la frontera
norte.
La dictadura de Uriburu (1930-1932) organizó elecciones en las que proscribió a Hipólito
Yrigoyen y restringió las posibilidades de actuación del radicalismo yrigoyenista, facilitando así
el triunfo electoral de una coalición de radicales antiyrigoyenistas, conservadores y socialistas,
llamada la Concordancia, que gobernaría en sucesivos turnos electorales fraudulentos hasta
1943. Esa etapa es conocida en la historia argentina como la Década Infame.
El 31 de diciembre de 1931 ascendió al grado de mayor. En 1932 fue designado ayudante de
campo del ministro de Guerra y publicó el libro Apuntes de historia militar, premiado al año
siguiente con medalla y diploma de honor en Brasil. Realiza nuevas publicaciones
como Apuntes de historia militar, guerra ruso-japonesa (1933) y Toponimia araucana (1935).
El 26 de enero de 1936 fue designado agregado militar en la embajada argentina en Chile,
cargo al que pocos meses después sumó el de agregado aeronáutico. Retorna a la Argentina
a comienzos de 1938, siendo destinado al Estado Mayor del Ejército.
A comienzos de 1939 fue enviado a Italia a seguir cursos de capacitación en diversas
disciplinas, como economía, alpinismo, esquí y alta montaña. Visitó
también Alemania, Francia, España, Hungría, Yugoslavia, Albania y la Unión Soviética. Volvió
a la Argentina dos años después, el 8 de enero de 1941. Dictó una serie de conferencias
sobre el estado de situación bélica en Europa ―en el marco de la Segunda Guerra Mundial
(1939-1945)―, tras lo cual fue ascendido al grado de coronel a fin de año y al año siguiente
designado comandante en una unidad de montaña en la provincia de Mendoza, publicando un
artículo e instrucciones sobre los comandos de montaña.
En 1942 y 1943 murieron los dos principales líderes de la Argentina durante la Década infame,
el expresidente Marcelo T. de Alvear (referente del principal partido popular de oposición,
la Unión Cívica Radical) y el expresidente Agustín P. Justo (referente de las Fuerzas Armadas
y de los partidos que integraban la Concordancia oficialista). La súbita ausencia de líderes,
tanto en el ámbito político como militar, tendrá mucha influencia en los hechos militares y
políticos que se desencadenarán al año siguiente, en los que Perón desempeñará un papel
cada vez más gravitante.
Elecciones de 1946
Tras un corto lapso de descanso, durante el cual contrajo matrimonio con Eva Duarte
en Junín, el 22 de octubre, Perón comenzó su campaña política. El sector de la Unión Cívica
Radical que le apoyaba formó la UCR Junta Renovadora, a la cual se sumaron el Partido
Laborista y el Partido Independiente; organización radical FORJA se disolvió para sumarse al
movimiento peronista.
Las primeras manifestaciones masivas antiperonistas fueron organizadas por el movimiento
estudiantil, bajo el lema de "abajo la dictadura de las alpargatas". Las manifestaciones obreras
que apoyaban las leyes laborales que iba promoviendo Perón, contestaban "alpargatas sí,
libros no".
El avance de la figura de Perón dentro del gobierno militar y su estrecha alianza con los
sindicatos obreros había generado desde el comienzo una fuerte oposición tanto dentro como
fuera de las Fuerzas Armadas, especialmente en las clases medias y altas. En 1945, la
embajada de Estados Unidos dirigida por Spruille Braden promovió la unificación de las
fuerzas opositoras hasta conformar un gran movimiento antiperonista, que incluyó a los
partidos Comunista, Socialista, Unión Cívica Radical, Demócrata Progresista, Conservador,
la Federación Universitaria Argentina (FUA), la Sociedad Rural (terratenientes), la Unión
Industrial (grandes empresas), la Bolsa de Comercio, y los sindicatos opositores. Durante su
breve gestión como embajador, y valiéndose de un excelente dominio del idioma castellano,
Braden actuó como un líder político de la oposición, en una evidente violación del principio de
no intervención en los asuntos internos de un país extranjero. A través de la conformación de
un frente de oposición, Braden estaba seguro de destruir a quien presentaba como "el Hitler
del mañana". Entre otras acciones, Braden propició en 1946, pocos días antes de las
elecciones, la publicación de un informe denominado "El Libro Azul", en el cual se acusaba
tanto a los integrantes del gobierno militar como al anterior ―la presidencia de Castillo― de
colaborar con las potencias del Eje, de acuerdo a documentos recopilados por el
Departamento de Estado estadounidense. En sintonía con la publicación de este libro, los
partidos políticos que sostenían la candidatura presidencial de Perón, publicaron un libro de
respuesta que se tituló "El Libro Azul y Blanco" que instaló hábilmente la consigna Braden o
Perón.
El apoyo popular, organizado por el Partido Laborista y la UCR Junta Renovadora, le dio la
presidencia a Perón con el 56% de votos en las elecciones del 24 de febrero de 1946,
ganando en todas las provincias menos en Corrientes.
A diferencia de las elecciones celebradas durante la década infame, las elecciones de febrero
de 1946 fueron reconocidas como absolutamente limpias por los propios dirigentes y diarios
opositores.
Perón firmando la escritura por la cual todos los ferrocarriles pasaron a manos del
Estado.
En 1947 anunció un Plan Quinquenal para fortalecer las nuevas industrias creadas, y
comenzar con la industria pesada (siderurgia y generación de energía eléctrica en San
Nicolás y en Jujuy). Ese mismo año creó la Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina (Somisa),
designando a su frente al general Manuel Savio y la empresa Agua y Energía Eléctrica. En
1948 el Estado nacionalizó los ferrocarriles, en su mayoría propiedad de capitales ingleses, y
creó la empresa Ferrocarriles Argentinos. También en 1948 creó la Empresa Nacional de
Telecomunicaciones (ENTel). En 1950 creó Aerolíneas Argentinas, la primera empresa
argentina de aviación.
El número de pasajeros transportado por la Flota Mercante de la Argentina (creada en 1941)
aumentó de 1,4 millones en 1947 a 17.6 millones en 1951, mientras que el tonelaje
transportado aumentó de 575 a 866 mil toneladas.
En el área del desarrollo de la ciencia y tecnología inició el desarrollo de energía nuclear con
la creación de la Comisión Nacional de Energía Atómica en 1950, con científicos como José
Antonio Balseiro y Mario Báncora, que desbarataron primero los proyectos fraudulentos del
científico austríaco Ronald Richter y luego sentaron las bases del plan nuclear argentino.
En el sector aeronáutico se dio gran impulso a la producción nacional a través de la Fábrica
Argentina de Aviones, creada en 1927 por el presidente radical Marcelo T de Alvear,
destacándose el desarrollo de aviones de reacción mediante el Proyecto Pulqui dirigido por el
ingeniero alemán Kurt Tank.
Política educativa
Enseñanza primaria y secundaria
Durante el gobierno peronista el número de inscriptos en las escuelas primarias y secundarias
creció a tasas superiores a la de los años anteriores, mientras que en 1946 hubo 2.049.737
alumnos inscriptos en las escuelas primarias y 217.817 en las secundarias, para el año 1955
fueron 2.735.026 y 467.199 respectivamente. Se produjo el acceso a la educación secundaria
de la mayor parte de los hijos de clase media y de una parte significativa de los estratos altos
de la clase trabajadora, especialmente en la enseñanza comercial y técnica. La enseñanza
religiosa en las escuelas primarias y secundarias que venía de la presidencia de Ramírez se
mantuvo hasta ser abolida el 16 de diciembre de 1954 en el marco del conflicto del gobierno
con la Iglesia Católica.
Uno de los motivos de irritación de los opositores fue la introducción en los textos escolares de
dibujos, fotografías y textos laudatorios de Perón y Evita tales como "¡Viva Perón! Perón es un
buen gobernante. Perón y Evita nos aman" y otros similares. En la escuela secundaria se
introdujo la materia "Cultura Ciudadana" que en la práctica era un medio de propaganda del
gobierno, sus protagonistas y sus realizaciones. Una vez publicado el libro La razón de mi
vida de Eva Perón el mismo texto fue obligado tanto en el nivel primario como en el
secundario.
Enseñanza universitaria
En materia de política universitaria, durante su primera presidencia Perón impulsó medidas
que tendieran a acercar a los sectores populares a la universidad pública. En 1948 envió al
Congreso un proyecto de ley para crear la Universidad Obrera Nacional (actualmente
denominada UTN), que fue creada por Ley 13.229 y puesta en funcionamiento en 1952, con
centros en Buenos Aires, La Plata, Bahía Blanca y Avellaneda. El objetivo de la Universidad
Obrera fue orientarla hacia la ingeniería productiva con regímenes de estudios gratuitos y que
facilitaran el acceso de los jóvenes trabajadores.
En 1949 decretó la gratuidad de la enseñanza pública universitaria (Decreto 29.337/1949);
para 1955 la cantidad de estudiantes universitarios se triplicó. Al anunciar el decreto Perón
declaró:
Desde hoy quedan suprimidos los actuales aranceles universitarios en forma tal
que la enseñanza sea absolutamente gratuita y esté al alcance de todos los
jóvenes argentinos que anhelan instruirse para el bien del país.
Juan D. Perón
Durante su mandato se construyó también el edificio de la nueva Facultad de Derecho y se
crearon las de Arquitectura y de Odontología, siempre de la Universidad de Buenos Aires.
Ya en su segunda presidencia Perón creó el Consejo Nacional de Investigaciones Técnicas y
Científicas (CONITYC) antecedente inmediato del Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas (CONICET) y se abrió una nueva sede regional de la Universidad
Obrera en Tucumán.
Perón inició su gobierno con las universidades intervenidas por el gobierno anterior. Los
historiadores antiperonistas han criticado la política educativa de gobierno peronista
atribuyéndole la renuncia y cesantía renunciaron de gran cantidad de docentes de las
universidades públicas.
Una parte muy importante de los estudiantes y graduados universitarios fueron abiertamente
antiperonistas, y sus organizaciones gremiales como la Federación Universitaria de Buenos
Aires, la Federación Universitaria Argentina y el Colegio de Abogados, en algunos casos
participaron en actividades golpistas y terroristas.
Política sanitaria
En 1946 Dr. Ramón Carrillo fue designado Secretario de Salud Pública y en 1949 al crearse
nuevos ministerios pasó a ser ministro del área. Desde su cargo trató de llevar a cabo un
programa sanitarista que se dirigía hacia la creación de un sistema unificado de salud
preventivo, curativo y de asistencia social de carácter universal en el cual el Estado cumpliría
un papel preponderante. Si bien tropezó con grandes obstáculos "la acción gubernamental
comportó un mejoramiento sustantivo en las condiciones de la salud pública". Uno de esos
obstáculos lo constituyó la constitución o el afianzamiento de las obras sociales de los
sindicatos, especialmente aquellos con mayor número de afiliados tales como los ferroviarios
y los bancarios, y otro fue la actividad de la Fundación Eva Perón que en ciertas áreas se
superponía con las de Salud Pública; ambos factores conspiraban contra el proyecto
unificador de Carrillo. El número de camas en hospitales que era de 66.300 en 1946 (4 cada
1000 habitantes) pasó en 1954 a 131.440 (7 cada 1000 habitantes). Se hicieron campañas
para combatir enfermedades endémicas como el paludismo, la tuberculosis y
la sífilis utilizando a gran escala los recursos del DDT para el primero y la penicilina para las
últimas y se acentuó la política sanitaria en las escuelas al hacer obligatoria la vacunación en
su ámbito. En 1942 unos 6,5 millones de habitantes tenían provisión de agua corriente y 4
millones, servicios cloacales, y en 1955 los beneficiarios eran 10 millones y 5,5 millones
respectivamente. La mortalidad infantil que era de 80,1 por mil en 1943 bajó a 66,5 por mil en
1953 y la esperanza de vida que era de 61,7 años en 1947 subió a 66,5 años en 1953.
Política comunicacional
El gobierno de Perón fue el primero en realizar una política acerca de los medios de
comunicación; "el Estado conformó un monopolio de la información y un monopolio de los
medios de comunicación para consolidar su influencia en las masas...Por un lado, el gobierno
restringió tres libertades básicas del individuo: a) libertad de expresión y sus dos variantes,
libertad de pensamiento y libertad de opinión. b) libertad de imprenta. c) libertad de prensa. Y
por otro lado, el gobierno posibilitó la conformación oligopólica del sistema de medios de
radiodifusión fundado en un conjunto articulado de normas" Este proceso se dio en un
contexto de manipulación y distorsión informativa utilizada tanto por los medios afines al
gobierno como por los medios condenatorios con Perón.
La cinematografía se vio beneficiada por la puesta en marcha de tres medidas: la
obligatoridad de la exhibición de películas argentinas en todo el país (Ley 1299/47), la
reglamentación de la ley de protección a la industria cinematográfica (Decreto 16688/50) y la
protección a la industria cinematográfica (Decreto 11731/52).
La prensa gráfica se favoreció con la ratificación de la ley del Estatuto del Periodista
Profesional declarada en 1946.
En cuanto a la televisión, la primera transmisión se realizó desde Canal 7 el 17 de
octubre de 1951 con la emisión de un acto político, el "Día de la Lealtad", realizado en Plaza
de Mayo.
Se dictó la primera Ley de Radiodifusión del país (14241/53) en 1953, la cual define al servicio
como de "interés público", crea el Ministerio de Comunicaciones, establece la necesidad de
70% de capital nacional a los licenciatarios, decreta las licencias por 20 años con la
posibilidad de prórroga sujeta a la aprobación del Ministerio de Comunicaciones, obliga a la
promoción de la acción de gobierno, educación y cultura nacional, y no restringe la publicidad.
En el artículo 24 de la ley se establecía que el llamado debía realizarse en el término de 45
días desde su promulgación.
En junio de 1954, mediante el Decreto 9967/54 se realizó la licitación de las licencias de las
tres cadenas de radio que existían en el país (LR1 y "Red Azul y Blanca", LR3 y "Primera
Cadena Argentina de Broadcasting" y LR4 y "Red Argentina de Emisoras Splendid") y la
licencia para Canal 7 y otras dos licencias para canales de televisión. La adjudicación de las
licencias, a través del Decreto 17959/54 se realizó "a licenciatarios que cumplieran con una
condición implícita en el llamado: corresponder a una estructura política estatal/familiar que
fuera incondicional a Perón": LR1 fue adjudicada a la Editorial Haynes, presidida por Oscar
Maroglio (ex presidente del Banco de Crédito Industrial, de propiedad del Estado), LR3 a la
Asociación de Promotores de Teleradiodifusión, gerenciada por Jorge Antonio, amigo personal
de Perón, y LR4 a La Razón, presidida por Miguel Miranda, ex presidente del Consejo
Económico y Social.
Política exterior
En 1946, a pocos meses de finalizar la Segunda Guerra Mundial que encumbró a Estados
Unidos como máxima potencia mundial, Argentina se encontraba en una situación de
aislamiento internacional a causa de su enfrentamiento precisamente con Estados Unidos,
originado en múltiples causas. El año anterior Argentina había estado ausente de la
Conferencia Interamericana que culminó con el Acta de Chapultepec, debido a que Estados
Unidos bloqueó el reconocimiento del gobierno del presidente Farrel, del que Perón fue
Vicepresidente. Al asumir Perón la Presidencia, esas tensiones con Estados Unidos
continuaban sin cambios sustanciales.
El primer Ministro de Relaciones Exteriores que designó Perón fue el abogado sindical de
formación socialista Juan Atilio Bramuglia, uno de los fundadores del peronismo. La primera
misión que le encargó fue la de revertir la situación de aislamiento de la Argentina. En ese
contexto se desarrolló la tercera posición justicialista, una postura filosófica, política e
internacional que tomaba distancia tanto del mundo capitalista como del mundo comunista. El
propio Perón esbozó por primera vez el contenido de la tercera posición justicialista en
un Mensaje a Todos los Pueblos del Mundo pronunciado el 16 de julio de 1947, cuando a la
Argentina le tocó presidir el Consejo de Seguridad durante la primera crisis de la Guerra
Fría (Bloqueo de Berlín). El mensaje de Perón fue transmitido por más de mil radioemisoras
todo el mundo, incluida la BBC de Londres:
La labor para lograr la paz internacional debe realizarse sobre la base del
abandono de ideologías antagónicas y la creación de una conciencia mundial de
que el hombre está sobre los sistemas y las ideologías, no siendo por ello
aceptable que se destruya la humanidad en holocausto de hegemonías de
derecha o de izquierda.
Juan Domingo Perón
Más adelante en el Mensaje de apertura de sesiones del Congreso Nacional pronunciado el 1
de mayo de 1952 ampliaría el concepto:
Hasta que proclamamos nuestra doctrina, frente a nosotros se levantaba triunfante
el individualismo capitalista y el colectivismo comunista alargando la sombra de
sus alas imperiales por todos los caminos de la humanidad. Ninguno de ellos
había realizado ni podía realizar la felicidad del hombre. Por un lado, el
individualismo capitalista sometía a los hombres, a los pueblos y a las naciones a
la voluntad omnipotente, fría y egoísta del dinero. Por el otro lado el colectivismo,
detrás de una cortina de silencio, sometía a los hombres, a los pueblos y a las
naciones al poder aplastante y totalitario del Estado... Nuestro propio pueblo había
sido sometido durante varios años por las fuerzas del capitalismo entronizado en
el gobierno de la oligarquía y había sido esquilmado por el capitalismo
internacional... El dilema que se nos presentaba era terminante y al parecer
definitivo: o seguíamos bajo la sombra del individualismo occidental o
avanzábamos por el nuevo camino colectivista. Pero ninguna de las dos
soluciones había de llevarnos a la conquista de la felicidad que nuestro pueblo
merecía. Por eso decidimos crear las nuevas bases de una tercera posición que
nos permitiese ofrecer a nuestro pueblo otro camino que no lo condujese a la
explotación y a la miseria... Así nació el Justicialismo bajo la suprema aspiración
de un alto ideal. El Justicialismo creado por nosotros y para nuestros hijos, como
una tercera posición ideológica tendiente a liberarnos del capitalismo sin caer en
las garras opresoras del colectivismo.
Juan Domingo Perón, 1 de mayo de 1952
La tercera posición argentina fue llevada adelante por Bramuglia primero y los cancilleres
posteriores con un sentido pragmático, que evitaba confrontar con Estados Unidos. A poco de
asumir Perón envió al Congreso para su ratificación el Acta de
Chapultepec (alianza panamericana antecedente directo de la OEA) y el tratado de creación
de la Organización de las Naciones Unidas. La Cámara de Senadores Senado aprobó la
ratificación por unanimidad, pero en la Cámara de Diputados la oposición radical propuso
rechazar ambos tratados, absteniéndose en la votación al igual que siete diputados del
oficialismo.
En 1947 la Argentina suscribió el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR),
luego de intentar sin resultado convencer a los países latinoamericanos de que las decisiones
militares se tomaran por unanimidad. Entre 1947 Argentina obtuvo un éxito internacional al ser
elegida para integrar por dos años el Consejo de Seguridad de la ONU, llegando incluso en
1948 a asumir la presidencia del mismo para tratar el conflicto generado por el Bloqueo de
Berlín, gestión que quedó a cargo de Bramuglia, quien adoptó una activa gestión mediadoras
entre los dos bandos. El 3 de junio de 1947 en un gesto sin precedentes el
presidente Truman invitó al embajador argentino que era el Dr. Oscar Ivanissevich a concurrir
a la Casa Blanca donde departió amablemente con la visible ausencia de Braden que dos días
después renunciaba. En forma inmediata Argentina estableció relaciones diplomáticas con
la Unión Soviética y a continuación inició tratativas comerciales y cerró acuerdos comerciales
con Rumania, Bulgaria, Polonia, Checoslovaquia y Hungría.
Pese a todo ello Estados Unidos siguió actuando en perjuicio de la Argentina, llegando a
prohibir que las divisas del Plan Marshall fueran utilizadas para comprar granos y carnes
argentinas.97 En especial la tercera posición adoptada por la Argentina fue considerada
"desfavorable" para los intereses de Estados Unidos. Un memorándum del Departamento de
Estado de Estados Unidos del 21 de marzo de 1950 dice:
Hay una dimensión de la política argentina llamada la 'tercera posición' que es
desfavorable a los intereses de los Estados Unidos. Cuando fue publicada por
primera vez a mediados de 1947, este concepto parecía ser una indicación de que
la Argentina no deseaba seguir ni a los capitalistas Estados Unidos ni a la Rusia
comunista en asuntos mundiales, sino que elegía un curso independiente. Otras
naciones fueron invitadas a unirse con la Argentina en un tercer grupo que
trabajaría por la paz y contrarrestaría la tendencia hacia la guerra entre ambos
bloques. Posteriormente, sin embargo, el presidente Perón nos ha asegurado que
la 'tercera posición' es una política de tiempos de paz y un 'recurso político' que no
tendrá efecto alguno si los Estados Unidos y la URSS entrasen en guerra, en cuyo
caso la Argentina declararía la guerra inmediatamente del lado de los Estados
Unidos. Cualesquiera sean las intenciones de Perón, los propagandistas
argentinos de la 'tercera posición' han dañado las relaciones norteamericano-
argentinas y en medida menor han sido causa de embarazo para los Estados
Unidos en sus relaciones con otras repúblicas americanas. En la Argentina y en el
extranjero, han vilipendiado a Moscú y su influencia internacional, pero con igual y
quizás mayor severidad han atacado al 'imperialismo yanqui' y a 'Wall Street' por
diversas y supuestas actividades en el hemisferio occidental. Es nuestra política
contrarrestar esta propaganda siempre que sea posible. A través de canales
diplomáticos le señalamos a Perón y sus representantes que si el gobierno
argentino es sincero en su deseo profeso de colaborar con los Estados Unidos
contra el comunismo, debe abstenerse de debilitar la causa de la democracia
mediante ataques a los Estados Unidos.
Otra cuestión internacional de la época que despierta controversias entre los historiadores, es
el ingreso a la Argentina y otros países sudamericanos, de numerosos nazis prófugos durante
y después de la Segunda Guerra Mundial, entre ellos, Adolf Eichmann, Joseph Mengele, Erich
Priebke, Dinko Sakic, Josef Schwammberger, Gerhard Bohne, Walter Kutschmann, Ante
Pavelic.99 100 En ese período Argentina acogió a varios exiliados políticos provenientes
de Bolivia tras el derrocamiento del coronel Juan Gualberto Villarroel en julio de 1946,
como Víctor Paz Estenssoro, Augusto Céspedes, Carlos Montenegro y el general Alfredo
Pacheco Iturri.
Igualdad entre hombres y mujeres
Durante el primer gobierno de Perón se produjo un cambio histórico en lo que respecta al
reconocimiento de los derechos de la mujer. Se incorporaron al máximo texto jurídico los
nuevos derechos sociales como también el voto femenino, que había sido aprobado en 1947,
y que reivindicaba a la mujer hasta entonces marginada de la vida política argentina.
El sufragio femenino
En 1947, se sancionó la ley reconociendo a todas las mujeres mayores de 18 años el derecho
a votar y ser votadas (sufragio femenino), existiendo recién entonces sufragio universal en la
Argentina. El derecho ya había sido reconocido en San Juan por la reforma constitucional
de 1927. A nivel nacional, el derecho al voto venía siendo reclamado por las mujeres
desde 1907, cuando Alicia Moreau y otras mujeres fundaron el Comité Pro Sufragio Femenino.
Sin embargo ni la Unión Cívica Radical ni los conservadores apoyaron institucionalmente el
reclamo y los proyectos presentados fueron sistemáticamente rechazados.
Sin embargo las resistencias al sufragio femenino no estaban ausentes tampoco en el
peronismo. En ese sentido Eva Perón (Evita) jugó un papel importante. Luego del 17 de
octubre de 1945, a propuesta de Evita, Perón desde su cargo de Vicepresidente, intentó
sancionar la ley del voto femenino. Sin embargo las resistencias tanto dentro de las Fuerzas
Armadas en el gobierno, como de la oposición, que alegaba intenciones electoralistas,
frustraron el intento. También influyó el hecho de que la influencia de Evita dentro del
peronismo era relativamente débil antes del 24 de febrero de 1946.
Luego de las elecciones de 1946, Evita comenzó a hacer abierta campaña por el voto
femenino, a través de mítines de mujeres y discursos radiales, al mismo tiempo que su
influencia dentro del peronismo crecía. El proyecto de ley fue presentado inmediatamente
después de asumido el gobierno constitucional (1 de mayo de 1946). A pesar de que era un
texto brevísimo en tres artículos, que prácticamente no podía dar lugar a discusiones, el
Senado recién dio media sanción al proyecto el 21 de agosto de 1946, y hubo que esperar
más de un año para que la Cámara de Diputados sancionara el 9 de septiembre de 1947 la
Ley 13.010, estableciendo la igualdad de derechos políticos entre hombres y mujeres.
Igualdad jurídica en el matrimonio y la patria potestad
La igualdad política de hombres y mujeres, se complementó con la "igualdad jurídica de los
cónyuges y la patria potestad" compartida que garantizó el artículo 37 (II.1) de la Constitución
de 1949.
El texto fue directamente escrito por Eva Perón.
En 1955 la Constitución fue derogada, y con ella la garantía de igualdad jurídica entre el
hombre y la mujer en el matrimonio y frente a la patria potestad, reapareciendo la prioridad del
hombre sobre la mujer.
La reforma constitucional de 1957 tampoco reincorporó esta garantía constitucional, y la mujer
argentina permaneció discriminada legalmente hasta que se sancionó la ley de patria potestad
compartida en 1985, durante el gobierno de Raúl Alfonsín.
Política social
Entre otras reformas sociales y políticas, durante su primer gobierno Perón derogó la ley que
establecía la discriminación entre hijos legítimos e ilegítimos y se desarrolló un amplio plan de
viviendas para trabajadores. En 1951 comenzó a transmitir LR3 Televisión Radio Belgrano,
actualmente llamado Canal 7.
Política obrera
Durante el primer gobierno peronista "el componente salarial del ingreso nacional superó, por
primera vez en la Historia, a la retribución obtenida en concepto de ganancias, intereses y
renta de la tierra. En 1948 aquel ascendía a 53% contra 47% de éste, lo que se comparaba
favorablemente con la situación imperante sólo un lustro atrás, cuando los trabajadores
percibían 44,4% y los empresarios, capitalistas y rentistas recibían 55,6%".
Política energética
Juan Domingo Perón retomó la política energética de corte nacionalista que había
impulsado Yrigoyen con la creación de YPF, mediante la nacionalización de los hidrocarburos
que quedó respaldada gracias al artículo 40 de la Constitución de 1949. En seis años de
gobierno se llegó a aumentar en un 50% la producción de petróleo, llegando a tener el 84%
del total de la extracción de crudo, con una política de subsidios al consumo. Sin embargo no
llegó a alcanzar el autoabastecimiento, por lo que se tuvo que concurrir a la importación, ya
que solo un 54% del petróleo consumido en el país era de origen nacional. Por ello Perón
firmó un contrato el 11 de diciembre de 1947 entre YPF y la empresa petrolera
estadounidense Drilexco, para la exploración de cuarenta pozos de petróleo, ya que los
recursos que tenía el Estado no eran suficientes para logar por sí solo el autoabastecimiento.
El presidente mandó al Congreso una ley para inversiones en el rubro petrolero. Sin embargo
hubo arduos debates en el Congreso Nacional inclusive dentro del oficialismo por considerar
que la ley violaba los principios de la constitución peronista, el legislador John William
Cooke fue un notable opositor de la misma. La ley fue sancionada con éxito en 1953. Existía el
temor de que se produjeran concesiones abusivas a las petroleras extranjeras bajo la nueva
reglamentación. Comenzado el segundo mandato de Perón en 1952, la Argentina se
encontraba en una aguda crisis energética: YPF se encontraba muy lejos de autoabastecer de
combustible al país, en consecuencia, importaba un 60 % y en 1954 tuvo su primera crisis en
la balanza de pagos. El general Perón también firmó en 1954 un acuerdo con la Standard
Oil para que la empresa estadounidense explotara una extensa área del sur argentino con
yacimientos. Hubo duras críticas al contrato, se lo acusó de violar la soberanía argentina, y el
mismo quedó sin efecto tras el golpe de Estado que derrocó a Perón en 1955.
Se creó la empresa distribuidora Gas del Estado, para la distribución de aquel recurso. Se
puso en marcha el primer gasoducto que conectó la ciudad de Comodoro Rivadavia con
la Ciudad de Buenos Aires, de una longitud de mil seiscientos kilómetros. Fue inaugurado
el 29 de diciembre de 1949, siendo el primero de su especie en Sudamérica y el más largo del
mundo para ese momento, se construyó además sin financiamiento externo. Pero tras el golpe
de Estado de 1955 no se llegaron a construir las válvulas y terminales para que el gasoducto
fuera capaz de transportar gas a los hogares. A su vez, la reforma constitucional nacionalizo
los yacimientos petroleros, haciendo así de YPF un monopolio estatal.
Durante sus años en el exilio, Perón dijo al respecto de YPF:
"Yo creo que YPF no tiene ni capacidad organizativa ni capacidad técnica ni
capacidad financiera para un esfuerzo de esa naturaleza. Los sistemas empleados
en la Argentina distan mucho de los nuevos métodos de exploración, prospección,
cateo y exploración racional de los yacimientos modernos. Los costos de
producción de YPF son absolutamente antieconómicos. Hacer de esto una
cuestión de amor propio es peligroso y estúpido... Estos nacionalistas de opereta
han hecho tanto mal al país con sus estupideces como los colonialistas con su
viveza. Unos negativos y otros excesivamente positivistas representan dos
flagelos para la economía del país".
Juan Domingo Perón.
El derrocamiento (1955)
Exilio
Producida la Revolución Libertadora que derrocó a Perón en 1955 el presidente de facto
general Eduardo Lonardi mantuvo la Constitución sin cambios e intentó lograr la
"reconciliación nacional", sin "vencedores ni vencidos", manteniendo los cambios políticos y
sociales que se habían gestado anteriormente. Pero poco después fue obligado a renunciar
por los sectores más duros del Ejército y la Armada, y asumió el general Pedro Eugenio
Aramburu, que proscribió al peronismo y al propio Perón, cuya sola mención era considerada
delito. La proscripción del peronismo se prolongaría —con cortas excepciones, que nunca
incluyeron permitir la actuación de Perón— hasta principios del los años 1970.
El 12 de octubre de 1955 se formó en el Ejército un Tribunal de Honor presidido por el
general Carlos von der Becke, e integrado además por los generales Juan Carlos Bassi, Víctor
Jaime Majó, Juan Carlos Sanguinetti y Basilio Pertiné para juzgar la conducta de Perón,
algunos de cuyos integrantes habían servido con lealtad al mismo. Días después, el Tribunal
dictaminó que Perón había cometido una amplia gama de delitos que incluía el de incitación a
la violencia, quema de la bandera nacional, ataques a la religión católica y estupro
―acusándolo de mantener una relación con Nelly Rivas, a la sazón menor de edad― y
recomendó que se lo degradara y se le prohibiera el uso de uniforme. Posteriormente el
general Lonardi firmó un decreto aprobando y poniendo en ejecución esas recomendaciones.
Tras marcharse al Paraguay, el presidente Alfredo Stroessner le aconsejó dejar el país, debido
a que no podría garantizar su seguridad en caso de posibles atentados contra su vida.
Stroessner le dio un salvoconducto para dirigirse a Nicaragua, donde fue recibido por el
presidente Anastasio Somoza. Luego partió a Panamá, y se alojó en el Hotel Washington, de
la ciudad de Colón ―en el extremo caribeño del Canal― donde pensaba concluir el libro que
había empezado a escribir en Asunción: "La fuerza es el derecho de las bestias". Pero debió
abandonar Panamá debido a que se iba a realizar una conferencia panamericana con la
asistencia del presidente norteamericano Dwight Eisenhower. Marchó nuevamente
a Nicaragua por un periodo corto, y en agosto e 1956 decidió con su entorno ir a Venezuela,
que estaba gobernada por el dictador Marcos Pérez Jiménez; durante su estadía en Caracas,
el dictador venezolano nunca recibió al expresidente argentino, que no era de su agrado por
diferencias políticas. Sin embargo, tras el derrocamiento de Pérez Jiménez el 23 de enero de
1958, Perón tuvo que refugiarse en la embajada de la República Dominicana y de allí salió
rumbo a ese país, donde fue recibido por el dictador Rafael Leónidas Trujillo. Dos años
después se radicó en Madrid.
Se estableció en el barrio residencial de Puerta de Hierro. Allí se casó con la bailarina María
Estela Martínez de Perón, Isabelita, a quien había conocido en Panamá en 1956. Según el
dirigente francmasón Licio Gelli, Perón también fue iniciado en su logia Propaganda Due (P2)
por el propio Gelli, en una ceremonia en Puerta de Hierro.
Durante la Revolución Libertadora, grupos de sindicalistas y militantes peronistas llevaron
adelante actos de sabotaje en fábricas y oficinas públicas, detonaron explosivos en vías de
ferrocarril y realizaron cortes de calles y avenidas entre otros hechos. Esas acciones,
conocidas como la Resistencia Peronista, eran organizadas por el ex diputado John William
Cooke, a quien Perón designó su delegado personal en la Argentina y en quien delegó la
conducción del peronismo. El ex presidente respaldó estas acciones, e incluso apoyó la
intención de Cooke de convertir al peronismo en un movimiento revolucionario de izquierda o
centro-izquierda.
También hubo algunas conspiraciones militares, entre los cuales destacó la sublevación
castrense del 9 de junio de 1956, bajo el mando del general Juan José Valle: un grupo de
militares y militantes peronistas intentaron un alzamiento contra el gobierno de facto. La
intentona fracasó y tanto Valle como varios de sus seguidores militares y civiles fueron
fusilados. La represión se extendió a sectores no peronistas de la clase obrera. Sin embargo,
los dirigentes sindicales conservaron su enorme influencia sobre los gremios industriales y de
servicios. En una carta que Perón envió a Cooke ―el mismo día del levantamiento de Valle―
no mostraba la más mínima compasión por los militares rebeldes: el conductor criticaba su
apresuramiento y falta de prudencia, y aseguraba que sólo su ira por haber debido sufrir el
retiro involuntario los había motivado a actuar.
Durante sus años de exilio Perón publicó varios libros: Los Vendepatria (1956), La fuerza es el
derecho de las bestias (1958), La Hora de los Pueblos (1968), etc.
En el año 1958, ante la inminencia de las elecciones presidenciales se presume que
Perón pactó con Arturo Frondizi, candidato de la UCRI, el apoyo de los peronistas a la
candidatura presidencial de éste, a cambio de la devolución de la personería gremial a los
sindicatos y el fin de la proscripción electoral del general y su movimiento. Frondizi obtuvo la
presidencia, pero cumplió lo pactado sólo en parte. La mayor parte de los sindicatos volvió a
estar controlados por el peronismo. Las circunstancias en las que se llevó a cabo el pacto, así
como la existencia del mismo es materia de debate por parte de los historiadores. Por un lado,
Enrique Escobar Cello en su libro Arturo Frondizi el mito del pacto con Perón desmiente dicho
pacto, argumentando que hasta hoy en día no existen copias ni constancias verídicas en
donde aparezca la firma de Frondizi, cabe destacar que el mismo Frondizi siempre negó el
pacto. El historiador Félix Luna también ha puesto en duda el pacto por las mismas razones
esgrimidas que Cello. A su vez Albino Gómez en su libro Arturo Frondizi, el último estadista,
también cuestiona la existencia del pacto, además, sugiere que el apoyo peronista hacia
Frondizi pudo ser producto de la coincidencia de ideas entre Perón y Frondizi sobre las
medidas que había que adoptar en el país, cabe destacar que el General era lector de la
revista Qué!, dirigida por Rogelio Frigerio. En 2015 apareció el libro Puerta de Hierro de Juan
Bautista Yofre, en donde dice que Perón recibió medio millón de dólares por el pacto, pese a
que sus seguidores negaron que haya aceptado dinero por el mismo.
En diciembre de 1964, durante el gobierno de Arturo Illia, Perón intentó regresar en avión a la
Argentina. Pero el gobierno ratificó la decisión de prohibirle su radicación en el país y solicitó a
la dictadura militar que gobernaba en Brasil que lo detuviera al realizar escala técnica en ese
país y lo reenviara a España.
En la Argentina, los años cincuenta y sesenta fueron marcados por frecuentes cambios de
gobierno, casi siempre frutos de golpes de Estado. Estos gobiernos estuvieron signados por
continuas demandas sociales y laborales. Los peronistas alternaron la oposición frontal con la
negociación para participar en política a través de partidos neoperonistas.
Al calor de los procesos revolucionarios en marcha en el llamado Tercer Mundo, en la
Argentina aparecieron grupos armados de derecha y de izquierda; entre los primeros cabe
mencionar al Movimiento Nacionalista Tacuara, y entre los segundos al PRT - ERP. No
obstante, la mayor parte de estos grupos armados adhirieron al peronismo, como Montoneros,
la marxista-peronista FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), y en menor medida las FAP
(Fuerzas Armadas Peronistas) y las FAL (Fuerzas Argentinas de Liberación).
Perón no dio ningún apoyo explícito a estos grupos armados ―las «formaciones
especiales»― que operaban en nombre de su partido, pero tampoco los descalificó, ya que le
eran útiles para accionar sobre el gobierno militar.
Entre las acciones más destacadas de estos grupos, se destacan ―entre otros― los
asesinatos del ex dictador Pedro Eugenio Aramburu, figura clave del golpe de Estado contra
Perón en 1955; el del líder sindical peronista Augusto Timoteo Vandor, acusado de haber
intentado organizar un «peronismo sin Perón», y el ex dirigente sindical José Alonso, todos del
año 1970. En 1973 fueron asesinados los sindicalistas Dirck Kloosterman y José Ignacio
Rucci, secretario General de la CGT y hombre de confianza de Perón.
Regreso a la Argentina
A principios de los setenta se acentuó el reclamo de los gremios por el regreso de Perón. El
general Alejandro Lanusse había tomado el poder en marzo de 1971 mediante un golpe
palaciego dentro del régimen militar surgido en 1966, y decidió restaurar la democracia
institucional en 1973.
El 18 de noviembre de 1972 Perón y Balbín, los dos máximos líderes del peronismo y
el radicalismo se reunieron y se abrazaron públicamente para dar un mensaje y un
símbolo de concordia que pudiera atenuar la violencia política en Argentina.
El 17 de noviembre de 1972, Perón regresó a la Argentina a bordo de un avión alquilado al
efecto. Permaneció en el país poco más de un mes, al cabo del cual visitó el Paraguay y luego
regresó a Madrid.
Perón desde el exilio en España tomó la decisión de nombrar un candidato a presidente por el
peronismo cuya misión sería eliminar la proscripción por la que él no podía presentarse, para
que Perón pudiera retornar al país y ―tras la necesaria renuncia del presidente peronista que
se descontaba que sería elegido― se llamara a elecciones y triunfara Perón. Se barajaron
tres posibilidades: Héctor J. Cámpora, Antonio J. Benítez y Jorge Alberto Taiana. Finalmente
Perón se decidió por Cámpora, a quien consideraba el más acorde a sus pretensiones.
El 11 de marzo de 1973, Argentina tuvo elecciones generales. Héctor José Cámpora, con el
visto bueno de Perón en el exilio, gana las elecciones con el 49,5% de los votos, el líder
radical, Ricardo Balbín, había salido segundo con un 21,3%, y, como el FreJuLi no había
obtenido más del 50% de los votos tenía que realizarse un ballotage entre la primera y
segunda fuerza. Sin embargo, Balbín reconoció la victoria de Cámpora y renunció al ballotage.
El delegado de Perón asumió el 25 de mayo de 1973, dándose así por finalizado el período
dictatorial de la autoproclamada Revolución Argentina.
Perón regresó al país el 20 de junio de 1973. Ese día, durante el acto preparado para recibirlo,
se produjo un tiroteo en el que estuvieron involucrados sectores del peronismo "ortodoxo"
ubicados en el palco —entre los que se encontraba gran parte del sindicalismo— y sectores
juveniles ligados a Montoneros. El hecho es conocido como la Masacre de Ezeiza y tuvo un
saldo de 13 muertos y 365 heridos. Las circunstancias de la masacre varían según los
diferentes testimonios: Miguel Bonasso que pertenecía a Montoneros, sostiene que no hubo
enfrentamiento y sólo hubo una masacre. El historiador Felipe Pigna sostiene que las
columnas juveniles fueron atacadas desde el palco. Horacio Verbitsky sostiene que fue una
emboscada realizada desde el palco por el "aparato sindical y político antiguo del
peronismo". En el juicio que se investiga a la Triple A se han agregado dos investigaciones
realizadas por Marcelo Larraqui (López Rega: la biografía) y Juan Gasparini (La fuga del
Brujo) que coinciden en señalar como autores de la masacre a los sectores de ultraderecha.
Cámpora renunció el 13 de julio de 1973, dejando el camino libre para que Perón se
presentara en las nuevas elecciones.