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Para Bautista es menester volver a pensar, no ya desde el horizonte histórico y cultural de la

modernidad, sino desde los horizontes históricos y culturales que la modernidad


sistemáticamente negó, encubrió, excluyó y empobreció.

Desde 1492, Europa proyectó un tipo de desarrollo a costa nuestra y del tercer mundo. Este
tipo de desarrollo que produjo la modernidad occidental está destruyendo las dos únicas
fuentes a partir de las cuales es posible producir y reproducir cualquier forma de vida: la
naturaleza y el trabajo humano. Esta forma o modo de producción moderno está
conduciendo a la humanidad toda a pensar de modo radical la contradicción vida y muerte

Desde 1492 el modo de producción moderno europeo se desarrolló a costa nuestra y del
tercer mundo, conduciendo a la humanidad a pensar la contradicción vida y muerte. Es
decir a la opción entre producir condiciones para la producción y reproducción de la vida
de todos o, si no, seguir persistiendo en esta misma forma de producción sistemática de la
muerte, tanto de la naturaleza como del ser humano. Es por esto menester volver a pensar,
no ya desde el horizonte histórico y cultural de la modernidad, sino desde los horizontes
históricos y culturales que la modernidad sistemáticamente negó, encubrió, excluyó y
empobreció.

Este pensar latinoamericano debe pensarnos a nosotros mismos, desde el horizonte


histórico y cultural de nuestra propia realidad. Pensarnos desde nuestros problemas, desde
nuestro sentido común; en dialogo con la humanidad toda, pero desde nuestro locus y
tiempo. Un pensar necesario que deconstruya los prejuicios y discriminaciones que la
modernidad ha instalado, que permanecen ya naturalizados y contaminando las relaciones
sociales. Un pensamiento descentrado de la modernidad que cuestione el capitalismo
salvaje y sus patrones de racialización, deshumanización y patriarcado. Un pensar que
signifique

Pensar no ya desde los presupuestos que la modernidad-posmodernidad ha fundamentado


durante cinco siglos, sino desde un horizonte más allá del marco categorial del
pensamiento moderno, lo cual implica partir, en el ejercicio del pensar, de otros
presupuestos, de otros fundamentos, de otros conceptos y categorías, de otras
concepciones y de otras cosmovisiones, de modo que podamos concebir las dimensiones
de la vida humana de otro modo que el ser europeo-moderno-occidental, si es que
queremos superar los problemas del presente, si es que todavía somos capaces de
imaginar y crear un mundo radicalmente distinto, en el que podamos caber todos.

sino desde los horizontes históricos y culturales que la modernidad

claro que si queremos transitar hacia un proyecto distinto del de la modernidad, no


podemos partir ingenuamente del marco categorial

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