Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Para citar este artículo: Nick Stevenson (2003) Ciudadanía cultural en la sociedad 'cultural': Un
Enfoque cosmopolita, los estudios de ciudadanía, 7: 3, 331-348, DOI: 10.1080 / 1362102032000098904
Para enlazar a este artículo: http://dx.doi.org/10.1080/1362102032000098904
Taylor & Francis hace todo lo posible para garantizar la exactitud de toda la información
(el “Contenido”) que figura en las publicaciones sobre nuestra plataforma. Sin embargo,
Taylor & Francis, nuestros agentes y nuestros licenciatarios no hacen ninguna
representación o garantía alguna en cuanto a la exactitud, integridad o idoneidad para
cualquier propósito del contenido. Cualquier opinión y puntos de vista expresados en esta
publicación son las opiniones y puntos de vista de los autores, y no son los puntos de vista
o avalados por Taylor & Francis. La precisión del contenido no debe confiarse en ella y
debe ser verificada de forma independiente con las fuentes primarias de información.
Taylor and Francis no será responsable por las pérdidas, acciones, demandas,
procedimientos, demandas, costos, gastos, daños y otros pasivos en absoluto
independientemente de su causa o derivados directa o indirectamente en conexión con,
Este artículo puede ser utilizado para la investigación, la enseñanza y con fines de
estudio privado. Cualquier reproducción sustancial o sistemático, redistribución,
reventa, préstamo, sub-licencia, el suministro sistemático, o distribución en cualquier
forma a cualquier persona está expresamente prohibido. Términos y condiciones de
acceso y uso se pueden encontrar enhttp://www.tandfonline.com/page/terms-Y
condiciones
Citi -. :: Estudios enship, Vol. 7, No. 3, 2003 •
,_ Carfax Publishing
1
------------------------ "" Tt) 'lorb.ft.tnc: l1oGtoup
Manuel Cas dice (1997, p. 359) ha escrito recientemente que 'nuevo poder reside en
los códigos de información y en las imágenes de representación en torno al cual las
sociedades organizan sus instituciones, y la gente a construir sus vidas, y decidir su
comportamiento. Los sitios de este poder son mente de las personas. En este
documento se argumentar que este 'nuevo poder' está tanto transformando la
comprensión convencional de la ciudadanía y pulsando el caso de entendimientos
culturales más complejas de sus genuinamente nuevas dimensiones. Las definiciones
de la ciudadanía deben vincular la lucha por los derechos y la justicia social con la
búsqueda de reconocimiento y respeto cultural. Además, mientras que los estudios de
ciudadanía ha ampliado su enfoque para incluir conceptos como ciudadanía sexual, la
ciudadanía ecológica y ciudadanía multicultural que tiene que prestar una mayor
atención a la emergencia de la sociedad 'cultural'. Las dimensiones auténticamente
'culturales' de la ciudadanía ya no pueden ser asumidas como periférica dentro de las
sociedades modernas mediada, globalizados y post-modernizado. Estas características
y otras han transformado las formas modernas de la ciudadanía. La ciudadanía
debeservisto como un proceso social 'en el que se hace hincapié en Jess normas
legales y más en normas. prácticas. significados e identidades (LSIN y Tuner, 2002. p.
4).
Nick S / t'l't'II.WIIl, Escuela ofSociologr am / Soda / Política. Habitación 835, /..aw y Scie11ces sociales
Buildi11 ~.Lfllil'ersityde Nnllillgham. Ullil't'r.l'ity Park, Nollingham NG7 2RD, Reino Unido; tel .: +44 (0)
// 5 H467 / X9; fax:+ 44 (0) // 5 95/5232: t • -mail: Nick.Stel't'll.wm@nollillgham.ac.uk
ISSN Dfl2-1025 de impresión: 14FL <J-351J3 Onlinc / O.V030.H 1-1 X Si) 2003 T <~ ylor y Fran.:i' Ltd 331
Dol: IO.IOXO / l.'t.2102ll.'2lKl009K904
Nick Stevenson
La ciudadanía cultural?
TH Marshall, como es bien sabido, se preocupa por el desarrollo histórico de los
enero de el año 2015
332
Ciudadanía Cultural
333
Nick Stevenson
noción de que la rectitud o la justicia de las normas que defendemos sólo pueden ser
garantizados por nuestra capacidad de dar buenas razones. A su vez, estas normas se
consideran válidas si ganan el consentimiento de los demás dentro de una comunidad
compartida. Los principios morales que confirmamos deben ser más que los prejuicios
del grupo particular al que nos suceden a pertenecer. Tales normas mantenidas
colectivamente sólo pueden ser consideradas válidas si son juzgados imparcialmente.
En este sentido, nuestros reclamos éticos se puede decir que sea deontológica en que
su rectitud no puede ser asegurada por las convenciones sociales o apelaciones a la
tradición. El logro de una postura ético universal, por lo tanto, requiere que los
participantes en el discurso práctico trascienden su propia posición egoísta con el fin
de negociar con los horizontes de otras culturas y perspectivas. Una norma sólo puede
ser considerada válida si todos aquellos que potencialmente podría afectar aceptarían
libremente. Estas observaciones, como debe ser clara, representan una reelaboración
radical del pensamiento universalista de Kant, y un rechazo forzado de puntos de vista
relativista.
factor que contribuye) pero llega un periodo de debate centrado adecuado. Habermas
sostiene que el acuerdo sólo puede surgir después de un período de lo que él llama
'controversia Exhaus-tiva' (Habermas, 1996, p. 362). Sin embargo, Habermas es claro
que tales discusiones generalizadas sólo llegan a ser convertida en energía
comunicativa una vez que pasan a través de la matriz institucional de la formación de
la voluntad democrática. Partiendo de esto podemos decir que la opinión pública se ha
activado una vez que las diversas agencias interactivas de Estado y de la sociedad civil
se han enfocado en un problema particular.
Chantal Mouffe (2000) ha argumentado que teóricos como Habermas que apelan a
la 'razonabilidad' o 'racionalidad' tratan de ocultar las formas en que lo 'político' o
'sociedad civil' se constituye a través de códigos y discursos de gran alcance. La idea
el año 2015
336
Ciudadanía Cultural
cuya lengua se da la aceptación del público, cuya historia se enseña en las escuelas,
que las actividades sexuales están confinados en el sector privado, o que se le permite
moverse de forma segura a través del espacio público. La ciudadanía cultural queda
definida a través de un espacio de lucha que tiene que ver con la marginación de
ciertas prácticas sociales.
Reclamaciones a 'identidad'
De acuerdo con LSIN (2002), todas las edades históricas ofrecen una cuenta
dominante de las virtudes de la ciudadanía, que establece distinciones entre
discursivos propios y extraños. Más a menudo lo que se convierte celebró son las
auto-imágenes gloriosas de la victoria y de la dominante. Podríamos tratar de trazar
una historia alternativa de la ciudadanía en cuanto a cómo los grupos dominantes han
definido a sí mismos contra otros que buscan 'naturalizar' su superioridad. Para
escribir una historia de la ciudadanía desde el punto de vista de la alteridad es pedir
que se ve favorecida en la actualidad y protegido por sus construcciones actuales, y
que está excluida. Para LSIN el siglo XX vio el surgimiento y la dominación de las
clases profesionales que han venido para articular la forma de la ciudadanía moderna.
Los grupos profesionales no sólo hacen el trabajo de la globalización ya sea como
abogados, arquitectos o banqueros sino que también han llegado a constituirse en
ciudadanos virtuosos. La aparición de la 'profesionalización empresarial' se ha
normalizado el mercado, la responsabilidad individual, privada en contraposición a los
bienes públicos y la privatización promovido. El sujeto está constituida como una, la
elecció y de reducción del riesgo individuo activo. Se espera que los individuos para ser
n emprendedor y competitivo en lugar de dependiente
guiado
337
Nick Stevenson
paternos formas de bienestar colectivo. Por encima de todo, se espera que el individuo
'ser flexible' sobre su vida laboral, estilos de vida, los compromisos íntimas y las
ciudades en las que deambulan. Su es estas virtudes que están 'amenazadas' o al menos
parcialmente interrumpida por la presencia de los pobres urbanos, refugiados,
inmigrantes y mendigos. Del mismo modo, Nikolas Rose (2001, p. 13) ha
argumentado estrategia 'La Tercera Vía' de nueva Trabajo busca hacer 'ciudadanía
supeditada al comportamiento'. Los excluidos son vistos como fracasos sociales que
sólo se pueden restaurar a las formas comunitarias de participación a través de la
disciplina social. Los que se niegan a ser socialmente responsa-ble y gobernar con
ética convertido en el blanco de nuevas formas de disciplina social de tolerancia cero a
la eliminación de los beneficios sociales.
Las cuestiones de ciudadanía cultural, inevitablemente funcionan dentro de una
política de Foucault que interrumpe el normal, legítimo y dominante, con ello
cuestionar radicalmente lo que se acepta generalmente como la política de la
ciudadanía. La ciudadanía cultural continuación, aprende de una ética extrañas y se
vuelve sobre el derecho a ser diferente (Seidman, 1997). La habilidad de ser capaz de
crear nuevas posibilidades individuales y personales, mientras que liberarse de la
retórica normalización de la sociedad de consumo, movimientos sociales o de hecho el
estado va más allá de los intentos de ganar nuevos derechos legales. Una política de
Foucault del mismo se ocupa de la posibilidad de experimentar el estilo de vida y
nuevas posibilidades para la individualidad. La preocupación aquí es el de promover
una política de lo que uno mismo no cae en la prohibición de la invención de la
diferencia, mientras que la búsqueda de deconstruir la cultura dominante. La
ciudadanía cultural debe tener cuidado de no identificarse con las 'cor-Rect
políticamente' narrativas, imágenes y retórica que inevitablemente construyen la
normalización de hier-archies y pasiones. Sin embargo, el requisito de post-moderna
que deconstruimos muchos de los supuestos hegemónicos de culturas occidentales
dominantes tiene que ser capaz de distinguir entre 'discursos colonizadoras y los
convincentes' (Habermas, 200 I, pág. 148). Necesitamos ser capaces de separar los
discursos que fomenten la solidaridad cosmopolita y aquellos que simplemente
enero de el año 2015
homogeneizar diferencia. ¿Qué clase de ética dialógica podría incluir tanto una
política de la conversación, así uno de interrupción discursiva? El reto sigue siendo
cómo conciliar una política cultural con una política de la cultura. Dicho de otra
manera, tenemos que ser capaces de argumentar que la ciudadanía cultural se apoya
simultáneamente por las normas universales al tiempo que reconoce la necesidad de
deconstruir las culturas dominantes de exclusión. La desestabilización de significado
necesita ser conectado a modelos normativos de la ciudadanía, y una política de la
diferencia ligada a la posibilidad del diálogo intercultural (Fraser, 1995; Touraine,
2000). Por ejemplo, la idea habermasiana que la política democrática deben tener
como objetivo el consenso es difícil de conciliar con una estricta política de Foucault
de anti-normatividad. La posición de Habermas es que la política de Foucault hacen
que sea muy difícil para nosotros elegir entre regímenes democráticos y totalitarios ya
que ambos son dependientes de la exclusión. Sin embargo, podríamos buscar como
alternativa para construir sobre (1984a, p. 343) advierten de Foucault de que 'no es
que todo es malo, sino que todo es peligroso. Esto podría servir para recordarnos que,
si bien los espacios públicos democráticos y las sociedades civiles son preferibles a su
ausencia no son inmunes a una política simbólica de exclusión. Mi estrategia
argumentativa es que estas preocupaciones nos llevan a preocupaciones realmente
cosmopolitas y culturales, pero antes de avanzar en esta dirección que quieren tener en
cuenta las definiciones alternativas de ciudadanía cultural.
338
Ciudadanía Cultural
obras artísticas. La familiaridad con una amplia gama de prácticas artísticas y estéticas
se transmite con mayor frecuencia por la familia burguesa. Para Bourdieu una
democracia cultural (o en nuestro caso la ciudadanía cultural) sólo se puede lograr por
las instituciones educativas que tratan de compensar la falta de capital cultural
disponible dentro de la familia de la clase obrera. igualdad cultural de Bourdieu no
puede buscarse por cualquiera celebrando un populismo de clase trabajadora o
dejando gusto artístico al discernimiento privada de los individuos. A menos recursos
educativos hacen algún intento de revertir el flujo de capital cultural que se transmite
en la casa, entonces el resultado final se verá reforzada formas de desigualdad cultural.
Bourdieu y Darbel (1991) poderosamente argumentan que la única manera de
supuestos de cortocircuito de la barbarie de la clase obrera es interrumpir la idea de
que el gusto es, naturalmente, en lugar de reproducirse socialmente. Una ciudadanía
cultural integradora requiere la intensificación de la presencia de la escuela dentro de
la vida cultural de la gente de la clase trabajadora. Aunque Bourdieu subestima
famoso de la complejidad de los 'populares' en formas que son reveladas por otros
tales como Hermes y Fiske su discurso necesariamente recordarnos que una
ciudada que deseaba promover la igualdad y el respeto tendría que trazar una línea muy fina.
nía
cultural
341
Nick Stevenson
especial para su propia disposición hacia la cultura mejor que son capaces de
planificar una política cultural coherente. Es evidente que hay mucho aquí oponerse a
las posiciones elitistas tomadas por los críticos como Adorno, que buscan preservar
sus gustos con los de los demás. Sin embargo, mi preocupación es que este argumento
puede ser empujado demasiado lejos. Cuanto menos intelectuales buscan licencia
especial para su propia disposición hacia la cultura mejor que son capaces de
planificar una política cultural coherente. Es evidente que hay mucho aquí oponerse a
las posiciones elitistas tomadas por los críticos como Adorno, que buscan preservar
sus gustos con los de los demás. Sin embargo, mi preocupación es que este argumento
puede ser empujado demasiado lejos.
los marcos de políticas culturales tienen mucho que ganar con un compromiso más
estrecho con las ideas de la ciudadanía cultural. En lugar de llamar para los estudios
culturales para implementar políticas estratégicas dentro del ámbito cultural que podría
ser mejor servido que buscan democratizar la práctica institucional de la política. El
enfoque en la ciudadanía y la inclusión de hecho sería preguntar qué tipo de políticas
podría ser adecuada en un contexto de ciudadanía multicultural y diaspórica. Sin
embargo, Kenny y Stevenson (1998) reconocen la necesidad de tomar estas preguntas
más allá de los confines de los responsables políticos. Esto podría incluir la
celebración de los jurados de los ciudadanos en temas culturales controvertidos,
345
Nick Stevenson
comprometerse con el otro, sino también una comprensión crítica de las formas en
que la comunicación dentro de nuestro mundo global compartida está
sistemáticamente deformada por el poder cultural. En términos habermasianos el
funcionamiento del dinero y el poder busca permanentemente a distorsionar
nuestra comprensión de factores sociales, cuestiones políticas y culturales. Este
enfoque sería tratar de politizar las formas en que poderosas instituciones trabajan
para excluir la posibilidad de intercambio dialógico. Un enfoque cosmopolita
cultural en el contexto de las instituciones educativas requiere la reconexión de
'uno mismo y 'Otros' en un contexto global.
referencias
Adorno, T. (1991) La industria de la cultura: Seleccionado E.uays 011 Cultura de Masas (Londres, Routledge).
Alexander, J. (1992) 'El discurso binario de la sociedad civil'. en:L. Lamont y M. Fournier (Eds), el cultivo de
diferencia (Chicago, University of Chicago Press).
Bennett, T. (1992) 'Poner las políticas en los estudios culturales', en: L.Grossberg eta /. (Eds), Cultural Studies
(Londres Routledge).
Bennett, T. (1998) Cultura: de un reformador Scie11ce (Londres, Sage).
Bhabha, H. (1992) El Lugar de Cultura, Londres, Routledge.
346
Ciudadanía Cultural
Bourdicu. P. (1996) En Telel'ision (New York. New Press).
Bourdieu, P. y Darbel. A. (1991) El amor al arte (Cambridge. Paidós).
Mayordomo. J. (1990) El género en disputa: el feminismo y la Sub 1 • ersion de ldemity (Londres, Routledge.).
Calhoun. C. (1994) 'La teoría social y la política de la identidad', en: C. Calhoun (Ed.), Teoría Social y la Política de
demity / (Oxford, Blackwell).
lis casta. M. (1997) La Pown de Identidad: La era de la información: economía, sociedad y cultura, vol. I (Oxford,
Blackwell).
Castoriadis, C. (1997) 'El imaginario: la creación en el ámbito social-histórica', World in Fragments (Stanford, Stanford
University Press).
Cohen. L. y Arato, A. (1992) Cil • il Sociedad y Teoría Política (Cambridge, MA: MIT Press).
Fiske, J. (1989) La comprensión de la cultura popular (Londres, Unwin Hyman).
Foucault. M. (1984a) 'En la genealogía de la ética: una visión general del trabajo en progreso', en: (Ed.) P. Rabinow.
El lector de Foucault (Londres, Pingüino).
Foucault, M. (1984b) el cuidado de la Selj; Volumen 3: Historia de la sexualidad (Londres, Pingüino).
Foucault. M. (1991) 'Govemmentality', en: G. Burchell et al. (Eds), El Efecto Foucault (Londres. Harvester y Trigos).
Fraser. N. (1995) 'antítesis falsas: una respuesta a Seyla Benhabib y Judith Butler', en: Benhabib eta /. (Eds).
Argumentos feministas: UN Cambio filosófica (Londres, Routledge).
Giroux, H. (1999) los Ratón Un golpe de gracia: Disney y el Final de Inocencia
(Maryland, Rowman y
Littlefield).
Grossberg, L. ( 1992): '¿Hay un ventilador en la casa ?: la sensibilidad afectiva del fandom', en:. LA Lewis (Ed).
Cultura divertido y popular Medios (Londres, Routledge).
Habermas. J. ( 1989) Tht • TraiiS estructurales} immuion de la esfera pública (Barcelona, Paidós).
Habermas, J. (1990) Moral Consciou.me.u y la acción comunicativa (Barcelona, Paidós).
Habermas. J. (1996) Entre Datos y Normas: contribuciones a una teoría del discurso de Leyy la Democracia! Cambridge.
Paidós).
Habermas, J. (2001) El Posmational Constelación, Barcelona, Paidós.
Pasillo, S. (1988) El camino difícil de Renovación (Londres. Verso).
Held, D. (1995) La democracia y el orden global: Desde el SWTE módem a CO.1 · · mopolitan G01 Émancé
(Barcelona, Paidós).
Hennes, J. (1997) 'Género y periodismo: no mujer, no llorar', en: J. Comer, P. Schelisinger y R.
Silverstone (Eds). lmemational Media Research (Londres, Routledge).
Hennes. J. (1998) 'ciudadanía Cultural', en: K. Brants, J. Hermes y L. van Zoonen (Eds), los medios de
comunicación
Pregunta: Las culturas populares y de Interés Público \ ·. (Londres, Sage).
Honneth. A. (1995) La lucha por el reconocimiento:. El Moral Gramática de Conflictos Sociales (Cambridge Polity
Prensa).
Es en. EF (2002) Ser Politiml: Genealogías deCiudadana. ~ Cadera (Minneapolis, University of Minnesota Press).
el año 2015
LSIN. EF y Turner. BS (2002) 'estudios de ciudadanía: una introducción', en: EF LSIN y BS Turner (Eds), Manual de
Citi:; enship Estudios (Londres, Sage).
Keane, J. (1989) Democracia y Ci1 • il Society (Londres, Verso).
Kenny, M. y Stevenson. N. (1998) 'Los estudios culturales o la economía política cultural? las señales de la larga
revolución', lllfemationul Diario de Política Cultural, 4 (2), pp. 249-69.
Kumar. K. (1993) 'La sociedad civil: una investigación sobre la utilidad de un término histórico'. British Journal of
Sociology, 44 (3). pp. 375-95.
Kymlicka, W. (1995) Multimlmral Ciudadanía: una teoría liberal de los derechos de las minorías, Oxford, Clarendon
Press.
Linklater, A. (1998) La Tra11.1jormation tl { Comunidad Politicul (Barcelona, Paidós).
Marshall, T. (1992) Cilizenship y la clase social, Londres, Pluto Press.
McGuigan. J. (1996) Cultura y el bar / usted · Sphert • (London. Routledge).
Miller, T. (1998) Tt • clmologies de la verdad: Culmral ciudadanía ami la popular Medios (Minneapolis, Minnesota
Press).
Miller, T. (2002) 'ciudadanía cultural', en: EF LSIN y BS Turner (Eds), jamón / gancho de Estudios de Ciudadanía
(Londres, Sage).
Mou! Te. DO'. ( 1993) El Retum de THT • Politiml <Londres, Verso).
Mouffe, C. (2 () (X)) El Pcmulox Democrática (Londres, Verso).
Nixon. S. (2 () (XJJ 'Intervención en la cultura popular: la política cultural y el arte de la traducción', en: P. et Gilroy
un/. (Eds), Guammees Wit / Rout: En honor · F ~ Stuart Hall (Londres, Verso).
347
Nick Stevenson
348