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Cultura de paz

Concepto:
"Una cultura de paz está basada en los principios enunciados en la Carta de
las Naciones Unidas y en el respeto de los derechos humanos, la
democracia y la tolerancia, la promoción del desarrollo, la educación para la
paz, la libre circulación de información y la mayor participación de la mujer
como enfoque integral para prevenir la violencia y los conflictos, y que se
realicen actividades encaminadas a crear condiciones propicias para el
establecimiento de la paz y su consolidación."
la cultura de la paz consiste en una serie de valores, actitudes y
comportamientos que rechazan la violencia y previenen los conflictos
tratando de atacar sus causas para solucionar los problemas mediante el
diálogo y la negociación entre las personas, los grupos y las naciones,
teniendo en cuenta un punto muy importante que son los derechos
humanos, así mismo respetándolos y teniéndolos en cuenta en esos
tratados (onu, asamblea general del 6 de octubre de 1999 en el
quincuagésimo tercer periodo de sesiones, acta 53/243).
La Declaración y el Programa de Acción sobre una Cultura de Paz (1999,
Resolución A/53/243) identifican ocho ámbitos de acción para los actores al
nivel local, nacional y internacional que proponen:
1. Promover una cultura de paz por medio de la educación mediante la
revisión de los planes de estudio para promover valores, actitudes y
comportamientos que propicien la cultura de paz, como la solución pacífica
de los conflictos, el diálogo, la búsqueda de consensos y la no violencia.
Este nuevo planteamiento de la educación también debería orientarse hacia
las siguientes metas:
2. Promover el desarrollo económico y social sostenible mediante la
reducción de las desigualdades económicas y sociales, la erradicación de la
pobreza y garantizando una seguridad alimentaria sostenible, la justicia
social, las soluciones duraderas a los problemas de la deuda, el fomento de
la autonomía de la mujer, medidas especiales para grupos con necesidades
especiales y la sostenibilidad ambiental .
3. Promover el respeto de todos los derechos humanos Los derechos
humanos y la cultura de paz son complementarios: cuando predominan la
guerra y la violencia, no se pueden garantizar los derechos humanos pero,
al mismo tiempo, sin derechos humanos en todas sus dimensiones, no
puede haber cultura de paz .
4. Garantizar la igualdad entre mujeres y hombres por medio de la plena
participación de las mujeres en la toma de decisiones económicas, sociales
y políticas, la eliminación de todas las formas de discriminación y de
violencia contra la mujer, el apoyo y la asistencia a las mujeres necesitadas
.
5. Promover la participación democrática Entre los cimientos
imprescindibles para la consecución y el mantenimiento de la paz y la
seguridad figuran principios, prácticas y participación democráticos en todos
los sectores de la sociedad, un gobierno y una administración transparentes
y responsables, la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado, la
corrupción, el tráfico ilícito de drogas y el blanqueo de dinero .
6. Promover la comprensión, la tolerancia y la solidaridad Para acabar con
las guerras y los conflictos violentos es preciso trascender y superar las
imágenes del enemigo mediante la comprensión, la tolerancia y la
solidaridad entre todos. Aprender de nuestras diferencias por medio del
diálogo entre civilizaciones y del respecto para la diversidad cultural es un
proceso enriquecedor.
7. Apoyar la comunicación participativa y la libre circulación de información
y conocimientos La libertad de información y comunicación y los
intercambios de información y conocimientos son imprescindibles para una
cultura de paz. Pero hay que tomar medidas para hacer frente al problema
de la violencia en los medios de comunicación, comprendidos los que se
valen de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
8. Promover la paz y la seguridad internacionales Los adelantos logrados
en los últimos años en materia de seguridad humana y desarme
comprendidos los tratados sobre las armas nucleares y el que prohíbe las
minas antipersonales deben alentarnos a actuar con más denuedo todavía
en favor de la negociación de soluciones pacíficas, la eliminación de la
producción y el tráfico de armas, las soluciones humanitarias en situaciones
de conflicto y las iniciativas una vez que éstas finalizan.
Trabajador social Rol:
En un estudio, realizado por Vásquez (2003), denominado la mediación
familiar, “manifiesta que la mediación desde el Trabajo Social, como
profesión que se encuentra en las fronteras de otras disciplinas, tiene un
fuerte componente social y de intervención con las necesidades,
características y dinámicas propias de los individuos y su entorno inmediato,
la familia. Se puede decir que la acción de mediar, arbitrar conciliar y ayudar
a lograr acuerdos entre partes en disputa, se encuentra en la esencia misma
del trabajo social. Entre estas distintas esferas de interacción entre la
ciudadanía y el público, en su medio laboral o con servicios municipales,
políticas públicas gubernamentales o en la dinámica de las relaciones
interpersonales a nivel familiar, el Trabajador Social encuentra su campo de
acción como disciplina orientada a la articulación y fortalecimiento de la
capacidad de comunicación, entendimiento negociación y acuerdos entre
las partes en un ejercicio basado en el compromiso, la idoneidad profesional,
la libertad de las partes y el respeto mutuo es decir la mediación”. Y en
concatenación con Aedo (S/A) en el articulo La mediación y el Trabajo
Social, “indica que el trabajador social desde siempre en sus intervenciones
profesionales ha desempeñado el rol del mediador que fortalece la función
de implementación y administración de Servicios de bienestar del personal
en las empresas e instituciones”.
La intervención en el área de desarrollo organizacional es de capital
importancia en el auto diagnostico de los propios protagonistas
(empleadores y trabajadores), rescata las necesidades e intereses de
ambas partes y establece a través de acuerdos mutuos medidas para
satisfacer las expectativas de desarrollo de ambas partes. 41 Otro punto de
convergencia es la aplicación de técnicas y metodología de intervención,
como: la entrevista estructurada y no estructurada, aplicándola a nivel,
individual o grupal, vinculado otras técnicas como la lluvia de ideas, que
propician la empatía y el auto diagnóstico. La metodología básica del
trabajador social se resume en diagnostico, programación, ejecución y
evaluación; el mediador es capaz de entender la posición de ambas partes
(diagnostico), conducirlos para arreglos mutuos y establecer acuerdos
programadas, que operen de manera concreta, y la ejecución de estos
acuerdos es responsabilidad de ambas partes y se da seguimiento del
cumplimiento de esos acuerdos denominados evaluación de resultados”. Y
como fortaleza del rol del trabajador social, nos indica Pérez (2010), “en la
parte introductoria de estudio, sobre cultura de mediación y de resolución
pacífica de conflictos, es activar un conjunto de actitudes, valores y normas
que determinan una manera de pensar, de hacer y de actuar en las
relaciones que se establecen en la base de las instituciones sociales que
priorizan el diálogo, la concordia, la inteligencia emocional, la cooperación y
la empatía entre las partes con el objetivo de encontrar salidas armónicas
para todas”. Y por ende el propósito, de la inserción del Trabajador Social,
en la solución de conflictos, es para el desarrollo de dicha cultura en las
comunidades actuales, es la construcción, desarrollo y el mantenimiento de
una sociedad más justa y de una cultura de paz. Concibiéndola como un
todo, sus costumbres, valores, vivencias y expresiones del ser humano en
la época y circunstancias en las que se encuentra, la mediación significa
asentar una solución en paz y el consenso , a pesar del conflicto previo,
comprende la transformación de la fractura en un hecho más de convivencia.

Conclusión:
Se manifiesta por la adhesión a los principios de libertad, justicia, solidaridad
y tolerancia, así como la comprensión entre los pueblos, los colectivos y las
personas. Asimismo, comprende los esfuerzos para la protección del medio
ambiente para las generaciones presente y futuro; el respeto y el fomento
de la igualdad de derechos y oportunidades de mujeres y hombres; el
respeto y el fomento del derecho de todas las personas a la libertad de
expresión, opinión e información.

La educación en todas sus manifestaciones es uno de los medios


fundamentales para edificar una cultura de paz. Desempeñan una función
clave en la promoción de una cultura de paz los padres, los maestros, los
políticos, los periodistas, los órganos y grupos religiosos, los intelectuales,
quienes realizan actividades científicas, filosóficas, creativas y artísticas, los
trabajadores sanitarios y de actividades humanitarias, los trabajadores
sociales, quienes ejercen funciones directivas en diversos niveles, así como
las organizaciones no gubemamentales.

Bibliografía:
http://recursosbiblio.url.edu.gt/tesiseortiz/2016/04/06/Ovalle-Eva.pdf
http://unescopaz.uprrp.edu/documentos/culturapaz.pdf
http://www.coddehumgro.org.mx/sitio/index.php?option=com_content&view
=article&id=589&Itemid=426
http://www.oei.es/historico/valores2/palos1.htm
https://es.slideshare.net/walpazz/cultura-de-paz-37183341

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