Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
A lo largo del tiempo, siempre han existido distintas concepciones acerca del peso
de las personas, y viene acompañado por diversos temas que generalmente se relacionan a
este tópico, como lo son la salud, la belleza, y la autoestima. Particularmente, el peso de las
personas está íntimamente relacionado con la belleza, un concepto que está inmerso en las
sociedades y que se ha materializado con la imposición de unos cánones de belleza que
conllevan a que, generalmente los jóvenes, quieran estar lo más cerca posible de ese
modelo de “físico perfecto”, el cual se ve constantemente propagado por los medios de
comunicación y por el mundo publicitario en general. En este contexto de afán por alcanzar
ese modelo de perfección, nace la problemática de los trastornos alimenticios. De igual
manera también debe decirse que a pesar de que la razón principal es la anteriormente
mencionada, también existen otros factores que en algunos casos inciden en la formación y
mantenimiento de estas enfermedades, como por ejemplo variables genéticas y experiencias
traumáticas tanto en la infancia como en la adolescencia.
En un ámbito psicológico, que claramente está correlacionado con el tema, los TCA
(trastornos de conducta alimenticia) son definidos como trastornos mentales caracterizados
por un comportamiento patológico frente a la ingesta alimentaria y una obsesión por el
control de peso.”(Serra, 2015). A partir de esto, queda claro que aunque los trastornos
alimenticios empiezan con preocupaciones por el peso y la comida, estas dos son utilizadas
como método de compensación de sentimientos y emociones, es decir, se convierte una
manera de lidiar con emociones dolorosas, y esto conlleva a que se deteriore
considerablemente la salud física y emocional. Entre los trastornos alimenticios más
conocidos se encuentran la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, que hoy en día son aún
más comunes debido al ya mencionado problema de los cánones de belleza y el rol de los
medios de comunicación en el establecimiento y la propagación de dichos cánones.
Estos trastornos alimenticios, como ya lo hemos mencionado, son más que todo
comunes entre jóvenes y adolescentes, quienes son los más susceptibles a este tipo de
problemas. Es por eso que los trastornos de conducta alimentaria en los adolescentes se
han convertido en un problema de salud pública muy común en las últimas décadas. Sin
embargo, se diferencian factores predisponentes, precipitantes y de mantenimiento que
influyen en la generación de estos desórdenes alimenticios. “Se considerarán como factores
predisponentes a aquellos que hacen referencia fundamentalmente a lo singular e histórico
del vivenciar infantil.” (Yosifides, 2009). Según lo expresa Aris Yosifides (2009), durante
los primeros años de relación con los padres, los niños pueden presentar problemas de
autonomía, “por lo que surgen problemas para establecer su identidad y a veces el nombre
anorexia cumple esa función”. Durante la infancia pueden existir dificultades para
independizarse y como respuesta, el infante cambia sus hábitos alimenticios, rechaza la
comida, vomita, etc., que se desarrollarán creando desórdenes alimenticios graves durante
la pubertad. Además, se adiciona otra circunstancia en la juventud que “tiene que ver con
una distorsión de su imagen corporal”. (Lacan, 1936 en Yosifides, 2009). Los adolescentes
que sufren estos trastornos tienen una autoestima vulnerable e intentan complacer los
estereotipos de la sociedad afectando su salud y su bienestar.
En cuanto a los perjuicios que traen consigo los trastornos alimenticios, primero
debe decirse que estos implican más que solo hacer dieta para bajar de peso, estos implican
una serie de comportamientos psicológicos extremos que afectan tanto física como
internamente a los jóvenes. Son varios los factores negativos que traen estos trastornos.
Entre estos, se destacan afectación de los órganos, desordenes en el sistema gastrointestinal
y problemas interpersonales como depresión, insomnio y baja autoestima.
Para concluir, se debe decir que todo el tema de los trastornos alimenticios tiene un
fundamento histórico, social, psicológico y biológico, por lo cual es un tema bastante
sensible porque termina afectando todas las esferas de la vida de aquellos que padecen este
tipo de enfermedades. Sin embargo, es importante recalcar que sí es posible una superación
de estos problemas, por muy difíciles de superar que parezcan. Estas enfermedades son
difíciles de tratar, por lo tanto requieren planes de superación y rehabilitación muy
estrictos, que son por lo general multidisciplinarios y altamente individualizados, dado el
hecho de que cada paciente es una historia y unas razones de ser muy diferentes. Debe
existir además una continua valoración médica, junto con psicoterapia individual o familiar,
o en algunos casos, de pareja. Los procesos de recuperación son largos y complicados para
los pacientes, pero muchas personas lo han logrado, y en palabras de Séneca, un filósofo
hispanorromano, “el anhelo de curarnos constituye la mitad de nuestra salud”, es decir,
mientras haya disposición por curarse, y si de eso depende totalmente una recuperación,
esta se puede convertir más fácilmente en una realidad.
Referencias
Gáfaro. A,. (2001). Anorexia y bulimia: todo lo que necesita saber sobre los
trastornos de la alimentación. Bogotá: Norma.