Espiritualidad conyugal y los hijos

Viendo las necesidades que hay en las familias, el Papa Francisco en su exhortación apostólica
AMORIS LAETITIA nos dice: Ante las familias y en medio de ellas, debe volver a resonar siempre el
primer anuncio, que es “ lo más bello, lo más grande, lo más atractivo y al mismo tiempo lo más
necesario”, y “ debe ocupar el centro de la actividad evangelizadora. Es el anuncio principal, ese
que siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y ese que siempre hay que volver
anunciar de una forma o de otra”. Por que “nada hay más sólido, más profundo, más seguro, más
denso y más sabio que ese anuncio” y “ toda formación cristiana es ante todo la profundización
del kerigma”.

El kerigma o primer anuncio que significa una invitación a tener un encuentro personal con
Jesucristo, allí se nos ofrece el amor y la misericordia del Padre, en cada uno, en cada situación
personal. (Evangelii Gaudium)

Para entender el kerigma se nos propone 7 pasos:

1 EL AMOR DE DIOS: DIOS PADRE TE AMA Y TIENE UN PLAN PARA TI “con amor eterno y gratuito
te he amado (Jer 31,3)

2 EL PECADO Y SUS CONSECUENCIAS: EL PECADO ME IMPIDE GOZAR DEL AMOR DE DIOS “Puesto
que todos han pecado y por eso están privados de la gloria de Dios.( Rom 3,23).

3 LA SALVACION: JESUCRISTO ES TU SALVADOR “Porque tanto amo Dios al mundo, que dio a su
hijo único, para que todo el que crea en El no perezca sino que tenga vida eterna. (Jn 3,16).

4 JESUS TE SALVA EN Y POR LA IGLESIA: FE Y CONVERSION “Si confiesas con tu boca que Jesucristo
es el Señor y crees en tu corazón Dios le resucito, serás salvo (rom 10,9).

5 EL DON DEL ESPIRITU SANTO: LA PROMESA DEL ESPIRITU SANTO “Si alguien cree en mí, de su
interior brotaran ríos de agua viva” Jn 7,38.

6 LA VIDA NUEVA EN CRISTO “ya no vivo yo es Cristo quien vive en mi (Gal 2,20).

7 CRECIMIENTO: JESUS QUIERES QUE VIVAS EN COMUNIDAD “Todos los creyentes vivían unidos y
tenían todo en común. (Hec 2,24).

TRASMISION DE LA VIDA Y EDUCACION DE LOS HIJOS

El matrimonio es el primer lugar una “intima comunidad conyugal de vida y amor”.

Por eso también “los esposos a los que Dios nos a concedido tener hijos pueden llevar una vida
conyugal plena de sentido, humana y cristianamente.
El niño que llega “no viene de afuera a añadirse al amor mutuo de los esposos; brota del corazón
mismo de ese don reciproco, del que es fruto y cumplimiento.
El hijo reclama nacer de ese amor, y no de cualquier manera, ya que el “no es un derecho sino un
don”, que es el fruto del aspecto especifico del amor conyugal de sus padres”

Descubre a Jesucristo en cada uno de tus hijos. Quien reconozca al mismo Dios escondido en
cada uno de sus hijos tendrá la facilidad de amarlo, educarlo y servirlo en ellos. Pide a Dios que
seas capaz de descubrirlo en ellos.