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Milenio 2015:
Municipio de Aipe
1
Departamento Administrativo de Planeación
7
Contenido
Introducción ........................................................................................................................................... 9
Parte I ................................................................................................................................................... 11
Caracterización del municipio de Aipe ................................................................................................. 11
Capítulo I. Un recorrido por Aipe (Huila): principales indicadores demográficos y socioeconómicos 13
1. Contexto del territorio ............................................................................................................. 13
2. Demografía ............................................................................................................................... 14
3. Economía .................................................................................................................................. 17
4. Condiciones socioeconómicas .................................................................................................. 18
Capítulo II. Evaluación de la administración pública y su responsabilidad respecto a los Objetivos de
Desarrollo del Milenio .......................................................................................................................... 24
1.Las fortalezas y desafíos para enfrentar los Objetivos de Desarrollo del Milenio ................... 24
2.El gobierno municipal y los Objetivos de Desarrollo del Milenio.............................................. 25
3.Planes de desarrollo y Objetivos de Desarrollo del Milenio ..................................................... 28
Parte II .................................................................................................................................................. 33
Las políticas de la administración pública y los Objetivos de Desarrollo del Milenio ....................... 33
Capítulo I. Erradicar la pobreza extrema y el hambre.......................................................................... 35
1. Los pobres extremos y pobres moderados .............................................................................. 36
2. La alimentación adecuada: un aspecto relevante en los primeros años de vida..................... 39
Capítulo II. Lograr la enseñanza primaria universal ............................................................................. 43
1. La cobertura de la educación básica ........................................................................................ 44
2. El capital humano de Aipe ........................................................................................................ 47
3. La calidad de la educación ........................................................................................................ 49
Capítulo III. Promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer ................................ 52
1. Empoderamiento de las mujeres ............................................................................................. 53
2. La mujer en el mercado laboral................................................................................................ 55
Capítulo IV. Reducir la mortalidad de los niños menores de cinco años ............................................. 60
1. La probabilidad de muerte en la niñez y la infancia................................................................. 62
2. La vacunación como mecanismo de reducción de la mortalidad infantil ................................ 65
Capítulo V. Mejorar la salud materna .................................................................................................. 69
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Introducción
El Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario suscribió el Convenio de Asociación No. 0171 del 29
de junio de 2011 con la Gobernación del Departamento del Huila, comprometiéndose a la
elaboración y entrega de una serie de documentos que permitan identificar los avances alcanzados
por el departamento en cuanto a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (en adelante ODM) en el
período comprendido entre los años 2008 y 2011, así como sugerir algunas recomendaciones de
política y estrategias de focalización de la inversión para el período 2012-2015, tiempo durante el
cual la última administración pública tendrá la oportunidad de hacer efectivos los ODM. Este
documento es parte de una compilación de cartillas producidas para cada uno de los municipios que
conforman el departamento del Huila.
Este texto es de carácter pedagógico, ofrece información a las autoridades municipales de manera
ágil e integral y constituye un modelo de seguimiento que permitirá evaluar los diferentes
indicadores, metas y objetivos que hacen parte de los ODM, ya que su evaluación y cumplimiento
constituyen no solo un compromiso de Colombia con la comunidad internacional, sino también con
sus ciudadanos.
Los ODM son un instrumento para contribuir a la eliminación de la pobreza en el mundo. Son fruto
de un pacto global y se plantearon como parte de un acuerdo multilateral, suscrito por 189
presidentes y jefes de Estado de igual número de países miembros de las Naciones Unidas en la
Declaración del Milenio del año 2000. Así mismo, constituyen una herramienta dirigida,
10
Para asegurar su cumplimiento, a cada objetivo se les asignaron metas concretas, con sus
correspondientes indicadores de seguimiento. Los ODM fueron adaptados a la realidad colombiana
e incorporados a los procesos de planeación para el desarrollo en todas las instancias del gobierno
del país, a nivel nacional, departamental y municipal, según los lineamientos establecidos en dos
documentos CONPES:
CONPES Social 91 (14 de junio de 2005): “Metas y estrategias de Colombia para el logro de los
Objetivos de Desarrollo del Milenio - 2015”, y CONPES Social 140 (28 de marzo de 2011), que
modifica al anterior, ajustando algunos indicadores y metas.
En total son ocho objetivos y 58 indicadores con sus respectivas metas que deben lograrse para el
año 2015. El año base que Colombia utilizó como punto de referencia para la mayoría de los
indicadores seleccionados fue 1990; esta fecha se escogió tomando en consideración la información
que a nivel nacional se encontraba disponible. Esta cartilla pretende realizar un seguimiento a nivel
municipal, por lo que las restricciones de información aumentan en términos, no solo de la carencia
de datos para dicho año base, sino también por la ausencia de información a escala municipal para
algunos indicadores.
Este documento resume las metas establecidas para Colombia y la situación del departamento del
Huila y del municipio de Aipe respecto a dichas metas. Con este diagnóstico las autoridades locales y
departamentales contarán con información necesaria para establecer un sistema de alertas
tempranas que permitan priorizar la inversión destinada al cumplimiento de los ODM, misión para la
cual las administraciones entrantes tienen cuatro años. Por esta razón, este documento se
constituye en una herramienta de información de consulta obligatoria para los alcaldes electos y sus
equipos de trabajo, con el fin de tener elementos para orientar los procesos de empalme y de
formulación de los nuevos planes de desarrollo locales.
De esta forma, la consulta del documento permitirá conocer los ODM e incorporar sus metas e
indicadores en los procesos de gestión municipal, contribuyendo así a focalizar las estrategias e
inversiones en programas y proyectos que apunten a alcanzar el cumplimiento de los mencionados
objetivos, y con estos un nivel de desarrollo y bienestar para sus habitantes.
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Parte I
Caracterización del municipio de Aipe
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META
CAQUETA
Fuente: Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE); elaboración de los autores con base en el Instituto
Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), CENSO básico 2005; Departamento Nacional de Planeación (DNP)-Dirección de
Desarrollo Territorial (DDTS) (2009).
La formación3 del municipio de Aipe, también conocido como “capital del oro negro”, inició a
comienzos de 1741, con la donación o cesión de 80 hectáreas de tierra, por parte de Teresa
Perdomo y Enrique Cortés, quienes son considerados los fundadores de este municipio. La donación
2
Las fuentes de información son DANE, CENSO básico y proyecciones de población, y DNP-DDTS para el índice
de desempeño integral. La tasa de analfabetismo calculada en el mapa es para los mayores de 10 años.
3
Historia del Municipio de Aipe [publicación en línea]. Disponible en: http://www.aipe-
huila.gov.co/nuestromunicipio.shtml?apc=mIxx-1-&m=f [con acceso el 12 de octubre de 2011].
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o cesión se dio con el objeto de formar un nuevo pueblo. A pesar de esto, continuó siendo parte del
municipio de Neiva y fue solo hasta 1847 que logró independizarse de este, con el carácter de
distrito integrante del cantón de Villavieja.
El municipio de Aipe está localizado en la margen izquierda del río Magdalena, al noroccidente del
departamento del Huila. Limita al norte y occidente con el departamento del Tolima (municipios de
Natagaima, Ataco y Planadas), al oriente con el río Magdalena (municipios de Villavieja y Tello), y al
sur con el municipio de Neiva.
La temperatura media anual es de 28,4 °C. El punto más alto está a 2300 metros sobre el nivel del
mar, en la vereda La Unión, al occidente del municipio.
Aipe posee una vasta riqueza fluvial, toda vez que se encuentra rodeado por los ríos Magdalena,
Aipe, Bache y Patá.
2. Demografía
Una panorámica sobre los niveles y la composición demográfica del municipio permite una
aproximación a la población objetivo de las políticas públicas, es decir, no solo importa cuántos
aipunos deben considerar las políticas públicas, en términos de tributación o en inversión social, sino
también identificar la participación que dentro de los aipunos tienen los distintos grupos etáreos,
étnicos y víctimas del conflicto armado, con el fin de distribuir más equitativamente la inversión del
municipio para los programas específicos que cada grupo necesita, y así alcanzar de manera más
eficiente los Objetivos del Milenio (en adelante ODM). La principal consideración sobre la
composición y los niveles demográficos de la población de Aipe, es que el municipio es claramente
rural, no se encuentra en transición demográfica y tiene una alta participación de grupos de
población vulnerable como los afrocolombianos y los afectados por el fenómeno del desplazamiento
forzado, derivado este del conflicto armado, un drama humanitario que afecta a todos los ODM y
que año tras año representa una condición crítica en el municipio.
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El gráfico 1 enseña el porcentaje de la población por intervalo de edad tanto para las mujeres como
para los hombres en 1.993 y en el 2.011. Los aipunos son el 50,5% y las aipunas el 49,5% de la
población total. La pirámide demográfica tiene características de un municipio en expansión, dado
que la base de ella es más ancha que los demás rangos. Lo anterior indica que hay tasas de natalidad
altas. Además de esto, se evidencia que la tasa de mortalidad también es elevada, lo cual es propio
de países en vía de desarrollo. Adicional a esto, la población aipuna se caracteriza por tener la mayor
concentración en las personas menores de 40 años, es decir, que son jóvenes y en edad productiva.
Si se observa el gráfico 2, se puede concluir que en términos de espacialidad, la zona urbana
predomina sobre la rural. Por lo tanto, según el Informe de Desarrollo Humano del Programa de
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2011), las políticas transversales que aún están
pendientes sobre la ruralidad son necesarias para el municipio. En el gráfico 3 se observa que los
afrocolombianos, grupo étnico que experimenta grandes índices de discriminación laboral, social y
política, a nivel nacional, cuentan con una participación relativamente pequeña en el municipio
respecto al departamento del Huila. Finalmente, uno de los principales problemas del municipio es
el desplazamiento derivado del conflicto armado, un drama humanitario que afecta a todos los ODM
y que año tras año representa una condición crítica en Aipe.
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3. Economía
La economía de Aipe se concentra en la producción del sector primario, dados los altos niveles de
ruralidad que se mencionaron anteriormente. Complementario a esto, el municipio cuenta con un
gran potencial minero, que en gran parte contribuye a su economía, y que tiene que ver con la
explotación de materiales tales como roca fosfórica, carbón, barita, arcilla y bauxita y con la
explotación petrolera, la cual inició a partir del año 1961, cuando se descubrieron yacimientos de
petróleo importantes, recibiendo por esta actividad los recursos de regalías, los cuales son
destinados a la inversión social.
Para el 2010 el municipio de Aipe destinó 1.520 Hectáreas a la producción de arroz riego obteniendo
un total de 10.150 toneladas en ese año, convirtiéndose en el producto más representativo en el
municipio como el quinto productor de arroz riego a nivel departamental. Igualmente la producción
de plátano y café también son altamente significativos para Aipe, pues para este año obtuvieron un
total producido de 1.629 y 795 toneladas respectivamente.
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Por otro lado, además de la concentración en la producción de arroz riego, otro de los principales
productos de la región es el plátano, logrando una producción total para el 2010 fue de 1.629
toneladas, destinando un total de área sembrada de 366 hectáreas.
Por último, en cuanto al sector pecuario, al observar las cifras del Anuario Estadístico Agropecuario,
se encuentra que el municipio presenta una gran capacidad de producción, pues cuenta con 4.722
cabezas de ganado que producen 5.660.785 Litros de leche en promedio en el 2010.
Fuente: Gobernación del Huila, Secretaría de Agricultura y Minería, Anuario Estadístico Agropecuario del Huila de 2010.
1/ Es el total de área sembrada en Has de cada cultivo en el 2010.
2/Este valor está dado en Litros de Leche.
NOTA: Estos cinco cultivos son los que en área sembrada concentran la mayor parte del área agrícola municipal.
4. Condiciones socioeconómicas
El fin último de la política social del gobierno, ya sea a escala municipal, departamental o nacional,
es la calidad de vida de los habitantes. Según Stiglitz (2003), “detrás de una política social hay un ser
humano o un empleo”, por lo que la implementación de toda política debe desembocar en
resultados positivos en una serie de factores que tienen que ver con salud, alimentación y nutrición,
educación, vivienda, empleo, recreación, y en fin, con todo aquello que contribuye al mejoramiento
de la calidad de vida.
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Por lo tanto, su medición y seguimiento, desde una perspectiva multidimensional, permite, por una
parte, identificar qué dimensiones requieren un replanteamiento de la política, y por otra,
determinar cómo funciona el sistema de información, para la focalización del gasto en aquellas
dimensiones que se encuentren más rezagadas respecto a las otras4. Una panorámica general de la
calidad de vida de Aipe se puede determinar por medio de indicadores obtenidos a partir del CENSO
2005, el cual si bien no es una fuente actualizada, permite observar desequilibrios entre las
dimensiones de la calidad de vida que no se corrigen en el corto plazo y que seguramente aún están
vigentes. Al tomar dichos indicadores se observa una brecha importante entre las zonas urbanas y
las rurales.
La población rural de Aipe muestra menores niveles de privación con respecto al consumo de
alimentos. Esto obedece a la ventaja que tiene el campo como fuente de alimentación. Sin embargo,
al observar múltiples dimensiones de la calidad de vida que integra el Índice de Necesidades Básicas
Insatisfechas (en adelante NBI), se advierte una amplia brecha entre Aipe y el Huila. El municipio se
encuentra rezagado en términos de algunos componentes del NBI, principalmente en lo que se
refiere a dependencia económica y hacinamiento poblacional. Observando otro indicador
importante de la calidad de vida, como lo es el nivel de educación de los habitantes, se encuentra
que el 12% de los aipunos no saben leer ni escribir, una tasa superior a la del Huila, que es de 7,73%.
Sin embargo, al observar la tasa de alfabetización entre los diferentes grupos de edad, se observa
que esta aumenta con el grupo de edad de estudio. Esto tiene un resultado con una lectura positiva,
y es que en los últimos años la política del sector educativo sobre los estudiantes ha sido efectiva;
pero por otra parte, no existe una política de inmersión educativa dirigida a la alfabetización de
adultos mayores.
En la tabla 2 se observa que por el carácter agropecuario del municipio, tan solo un 5,7% de la
población tuvo algún día de ayuno en la última semana anterior al CENSO, comparado con el 6% que
registra el departamento del Huila. Además, se resaltan las diferencias urbano-rural en la tasa de
ayuno; la posibilidad que tienen las zonas rurales de auto consumir su producción, podría explicar
4
La medición de la calidad de vida se realiza a nivel de hogar; por lo tanto, no se cuenta con una fuente
actualizada de esta a nivel municipal distinta del CENSO y el SISBEN. Teniendo en cuenta que este último se
enfoca más en la población pobre, y por consiguiente, nos puede dar una perspectiva más negativa de lo que
en realidad se da en el municipio, en términos del logro de la política social, tomamos el CENSO como fuente
para este apartado.
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que el 10,1% de los aipunos que viven en el casco urbano registren haber ayunado, mientras que
para el caso de los que viven en el campo, solo el 5,7% se encontraron en esta situación, es decir,
que la población que ayuna en el campo respecto a la ciudad se reduce cerca de dos veces. Observar
el ayuno es una forma de medir de manera directa lo que tratan indicadores de índole nacional y
departamental como la tasa de incidencia de pobreza extrema por ingresos (dinero suficiente para
alimentarse adecuadamente), que es el centro del primer ODM.
Al desagregar el indicador por componentes, se aprecia que los principales elementos que generan
disparidad son: la dependencia económica (20% de lo aipunos no cuentan con una fuente de
ingresos, lo cual los hace dependientes de otras personas, mientras que para el departamento del
Huila el porcentaje es de 14,7%) y el componente de hacinamiento (13,9% de la población aipuna no
cuenta con una vivienda digna, y por ende, sus condiciones de vida son precarias; caso contrario
ocurre a nivel departamental, toda vez que, en este caso se registra un 9,13%). Por otra parte, cabe
destacar cómo la población en miseria por NBI en Aipe es del 14,2%, mientras en el Huila es de
11,6%. Esto implica que casi más de la mitad de los aipunos que se encontraban en pobreza por NBI
son al mismo tiempo aipunos en miseria por NBI, y por lo tanto, la desigualdad en términos de las
privaciones que tienen los hogares es bastante alta (Gráfico 6).
Por último, una de las condiciones que permiten reducir los indicadores de pobreza de los hogares
es la educación, por lo que evaluar el progreso educativo de los aipunos es una forma de valorar si la
política pública garantiza la movilidad social. De esta manera, al observar que el porcentaje de
personas que no tienen ningún nivel educativo es superior a 10% para la población de 40 años, se
evidencia que es necesario formular políticas de educación dirigidas a estas generaciones. Por otro
lado, en términos de educación secundaria, mediante el gráfico 7, se observa un progreso
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significativo en los últimos 10 años; más del 40% de los aipunos entre 10 y 19 años cursan
secundaria, una cifra distante a la de los demás grupos poblacionales y que resalta el esfuerzo hecho
en materia educativa por el municipio. Por otra parte, también se evidencia el camino que falta por
recorrer en cuanto a avances en cobertura de educación superior, en donde se puede observar un
porcentaje muy bajo, no mayor a 8,9%. Sin embargo, se debe considerar que Neiva es donde se
encuentra concentrada una alta proporción de la oferta de educación superior, y por consiguiente,
los estudiantes de este nivel de educación por lo general migran a hacer sus estudios a la capital del
departamento. La migración presentada en la población con estos niveles de educación implica
sesgos en las cifras a nivel municipal; en otras palabras, varios aipunos pueden estar cursando
estudios en Neiva y vivir allí, o pueden haber terminado sus estudios pero trabajar en otras ciudades
cuya economía tenga mayor demanda por niveles superiores de educación, y en consecuencia, esta
población aipuna no está registrada por el CENSO.
El analfabetismo en el municipio es un problema sobre todo en los grupos de edad avanzada tal y
como se aprecia en el gráfico 8. Un 60 % de las personas con edad mayor a 80 años son analfabetas
que en número son 205 tal y como indicado en el gráfico 8.
Lo anterior indica que el municipio debe reforzar las políticas, programas y proyectos que permitan
combatir éste problema que afecta negativamente la competitividad.
1. Las fortalezas y desafíos para enfrentar los Objetivos de Desarrollo del Milenio
Tal como se indicó antes, el municipio de Aipe es uno de los principales productores de arroz riego.
Esta actividad agroexportadora genera altos ingresos para la mano de obra rural respecto a otras
actividades agrícolas, lo que se traduce en una ventaja de Aipe, que le permite impulsar su
economía agrícola y el bienestar de sus habitantes en el campo.
Por otra parte, las condiciones de las NBI en el municipio son altas, lo que hace necesaria una
política transversal que reduzca el hacinamiento, sobre todo en el campo, reto fundamental en
términos de política social y de cumplimiento de los ODM, además de mejorar los niveles de
educación; se evidencia un porcentaje no muy alto de inasistencia escolar por parte de niños y
jóvenes, porcentaje que debe ser igual a cero. El municipio debe enfocar sus políticas públicas al
mejoramiento de las condiciones de vida de poblaciones vulnerables, las cuales son bastante
representativas entre los aipunos, como se mencionó antes respecto de afrodescendientes y
desplazados, puesto que son ellos los que presentan los mayores niveles de NBI.
Resulta de vital importancia la adecuada coordinación de acciones con los planes de desarrollo
municipal, para mejorar la infraestructura de sitios públicos del municipio de Aipe, toda vez que no
se cuenta con un templo ni con un centro sagrado digno. Adicional a esto, se debe tener en cuenta
que tanto a nivel departamental como a nivel nacional, la población es mayoritariamente católica.
25
Fuente: DDTS-DNP, Evaluación del desempeño integral de los municipios, 2009; Informe de resultados vigencia, 2009, p.
13.
El alcance de los ODM depende en buena parte de la administración de los ingresos, tanto aquellos
que son generados por los gobiernos locales como los que provienen de trasferencias por regalías
y/o del sistema general de participaciones, además de la capacidad de cumplir con el plan de
desarrollo, el cumplimiento que se hace de las leyes nacionales y la productividad en términos de
impacto del gasto realizado en inversión. El índice de desempeño integral calculado por el DNP-
DDTS es un indicador sintético que resume todas estas capacidades que debe tener un gobierno
municipal. Para su construcción, se promedia el resultado de cuatro componentes calculados de
forma independiente y con la misma ponderación. La Ilustración 1 muestra los componentes de
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dicho índice: eficacia, eficiencia, requisitos legales y gestión (al interior del indicador de gestión se
encuentran otros dos componentes: la capacidad administrativa y el índice de desempeño fiscal)5.
El índice va de cero a cien puntos; mientras mayor sea este, mejor es el desempeño integral del
municipio. El propósito del índice es hacer un seguimiento a la administración de los recursos con
que cuenta el municipio y así poder construir un sistema de alertas tempranas que permita corregir
a tiempo las deficiencias en cualquiera de las cuatro dimensiones mencionadas.
Al observar el comportamiento del índice entre los años 2007 y 2009, se halla que Aipe ocupa el
puesto 34 entre los 37 municipios del departamento del Huila y el 857 entre los 1101 que se
evaluaron a nivel nacional, esto en términos de desempeño integral6. Debe reconocerse que los
niveles en algunos de sus componentes han mejorado, como eficacia y eficiencia, pero al observar la
posición de Aipe respecto a los demás municipios, sigue existiendo un rezago respecto al índice
integral. A partir del componente de eficacia, que obedece al porcentaje de avance del Plan de
Desarrollo, se puede concluir que para el año 2009 el municipio ha mejorado, pero todavía sigue
siendo crítica la situación respecto a dicho componente, pasando de 0 a 36,8%7. Según esto, la
inversión planteada en el Plan de Desarrollo de la administración anterior, comenzó a observarse
solo a partir de 2009.
Otro aspecto relevante es el paulatino crecimiento que viene reportando el municipio en cuanto al
índice de eficiencia, lo que muestra que la inversión en Aipe se ha venido materializando en logros
tangibles en sectores de educación, salud y servicios públicos. Por último, se presenta una mejora en
el componente de requisitos legales; para 2009 el valor dio positivo, tras haber presentado un valor
de cero en los períodos anteriores; sin embargo, sigue siendo un valor muy bajo.
5
La metodología completa puede encontrarse en “Metodología para la medición y análisis del desempeño
municipal”, Bogotá, mayo de 2005, disponible en la página web del DNP, en el Programa de Desarrollo
Territorial.
6
DNP, Evaluación del desempeño integral de los municipios, informe 2009.
7
Cabe resaltar que si las administraciones municipales no reportaban la información para la construcción del
índice, los componentes DDTS-DNP no podían registrar el avance que se hubiera alcanzado en dicho
momento.
27
sostenible, por la dinámica que muestran los años anteriores. Por otro lado, el índice de desempeño
fiscal revela una caída constante. El deterioro de este índice obedece a los factores que lo
componen, como la dependencia de las transferencias de la Nación, que presentan cifras
relativamente altas y que le generan alta dependencia en este aspecto. En 2009, 81,78% de los
ingresos provinieron de dichas transferencias. El riesgo y reto para el municipio está en que por la
nueva Ley de Regalías se debe hacer un gran esfuerzo por participar de los diferentes entes que
asignarán las regalías, lo cual implica, entre otras tareas, conformar alianzas para formular buenos
programas y proyectos, que bien administrados redunden en beneficio de las comunidades más
necesitadas.
Gestión (b) Índice desempeño fiscal 68,2 65,0 57,8 los gastos de funcionamiento
Total gestión [(a+b)/2] 54,7 45,9 71,9 dentro de los gastos totales;
8
DNP-DDTS (2010). Desempeño fiscal de los departamentos y municipios 2009 [publicación en línea].
Disponible en: http://www.dnp.gov.co/LinkClick.aspx?fileticket=uNUiDsiG_bQ%3d&tabid=386 [con acceso el 8
de octubre de 2011].
DNP-DDTS (2009). Desempeño fiscal de los departamentos y municipios 2008 [publicación en línea].
Disponible en: http://www.dnp.gov.co/LinkClick.aspx?fileticket=uNUiDsiG_bQ%3d&tabid=386 [con acceso el 8
de octubre 2011].
28
En la tabla 4 se observa que la mayoría de ejes estratégicos cuenta con políticas vinculadas
directamente con los ODM; sin embargo, debe aclarase que no es un problema tener ejes
estratégicos que no estén vinculados de manera directa con dichos objetivos, como es el caso de la
infraestructura vial y la vivienda, pues estos componentes también hacen parte de las necesidades
del municipio y también son importantes para su desarrollo. Por consiguiente, el objetivo central de
este análisis general, es mirar qué tan desbalanceado es el Plan de Desarrollo en términos de los
ODM, en los grandes ejes temáticos.
El Plan de Desarrollo de Aipe para el período 2008-2011 tiene cinco grandes dimensiones
estratégicas, de las cuales cinco sectores plantean proyectos relacionados de manera directa con los
indicadores de los ODM, específicamente con: educación básica primaria y secundaria, medio
ambiente observado en los servicios públicos domiciliarios–, salud desde el punto de vista de
cobertura, y pobreza extrema –en relación con las políticas de impulsar proyectos productivos que
generen empleos–. Cabe resaltar, además, que dentro del Plan de Desarrollo no existen indicadores
que sirvan de líneas de base y de metas para cada uno de los proyectos descritos al interior de cada
eje estratégico. Esta falencia impide hacer un seguimiento a los ODM y dificulta la coordinación
entre el cumplimiento de dichos objetivos y la planeación y seguimiento municipal de las políticas
públicas.
Tabla 4. Ejes estratégicos o grandes temáticas del Plan de Desarrollo 2008-2011
Relacionados directamente Relacionados indirectamente
con los ODM con los ODM
Movilidad, justicia, convivencia y
Educación
seguridad
Salud Vivienda
Medio ambiente Desarrollo comunitarios
Desarrollo económico
Servicios públicos domiciliarios
Desarrollo de Aipe 2008-2011, se clasificó a cada uno de los proyectos en relación con el principal
ODM sobre el que tiene incidencia directa. Como se aprecia en la tabla 5, existen situaciones en que
varios programas y proyectos no se mencionan porque su impacto sobre los ODM es nulo o
indirecto, sin con ello decir que no son igual de importantes para el municipio, dado que permiten
alcanzar otras metas que los ODM no contemplan. Por lo tanto, el objetivo del análisis de la tabla 5
es simplemente caracterizar el grado de sincronía que tuvo el Plan de Desarrollo 2008-2011 con los
ODM y observar si existe un desequilibrio en el momento de la planeación, para así tomar medidas
correctivas en procura del cumplimiento de los objetivos en mención.
Los objetivos que son frecuentemente tratados por las políticas públicas son los que tienen que ver
con educación, en particular con cobertura, calidad y permanencia. Respecto a la salud, se plantea la
implementación de beneficios en cobertura, promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación de
enfermedades, pero no se enfatiza en los indicadores específicos sobre mortalidad de los niños
menores de cinco años y la mortalidad materna; por lo tanto, si bien el crecimiento de la capacidad
instalada de la salud reduce la mortalidad, hace falta focalizar esfuerzos en torno a los problemas de
salud específicos que son considerados por los ODM. Sin embargo, es claro que la cobertura de la
salud es una política transversal a estos. El objetivo que aborda la sostenibilidad ambiental se
encuentra cubierto ampliamente por diferentes proyectos de acueducto, preservación y
conservación de los recursos naturales, y finalmente, el objetivo de crear una alianza para el
desarrollo considera políticas relativas a ampliación en tecnología y redes móviles en el sector rural,
en donde estos proyectos están directamente relacionados con los indicadores de dicho objetivo.
Por último, existen varios proyectos productivos y de focalización de la inversión en los grupos que
económicamente son más vulnerables, y que en consecuencia ayudan a cumplir parcialmente con el
objetivo de erradicar la pobreza extrema; como se mencionó antes, estos grupos sufren privación en
distintos objetivos y principalmente en aquel relacionado con la pobreza extrema. En síntesis, están
parcialmente cubiertos los objetivos sobre reducción de la mortalidad de enfermedades y la
mortalidad de menores de cinco años, dado que existen políticas de cobertura de salud; sin
embargo, hace falta plantear políticas especializadas de manera más directa para el alcance de estos
objetivos. El objetivo referente a la igualdad de género es tratado muy superficialmente, sin políticas
específicas que apunten a mejorar los indicadores que lo miden.
30
La tabla 5 evidencia que existen varios proyectos productivos y de focalización de la inversión en los
grupos que económicamente son más vulnerables y que por lo tanto ayudan a cumplir parcialmente
con el objetivo de erradicar la pobreza extrema. Como se mencionó previamente, estos grupos
sufren privación en distintos objetivos, en particular en el de pobreza extrema; es el caso de
proyectos de vivienda para la población desplazada y de reubicación para la población que habita
zonas de riesgo.
También se observa cómo los ODM frecuentemente tratados por las políticas públicas son aquellos
que tienen que ver con educación, específicamente con la cobertura vía oferta, pues adecuan y
aumentan la planta física, permitiendo así una mayor capacidad de los planteles educativos.
Además, existe un programa de alimentación escolar que puede generar incentivos sobre la
demanda educativa y reducir la deserción por la situación económica de las familias. Respecto a la
salud, se puede advertir un incremento de la infraestructura pública del sector, pero no se focaliza
en los indicadores específicos, como mortalidad de los niños menores de cinco años y materna, que
requieren más que mayores plantas físicas, un personal específico y programas que promuevan los
controles prenatales, el cuidado durante el embarazo y la vacunación.
La misma situación se presenta para los indicadores relacionados con el objetivo de combatir el VIH-
SIDA, el paludismo y otras enfermedades, en el sentido de que los aumentos de la infraestructura de
salud, sin estar acompañados de programas específicos de salubridad y cuidado, no llevan a
reducciones del indicador. En este sentido, la infraestructura en salud es una condición necesaria,
pero no suficiente, para alcanzar estos ODM; en consecuencia, se considera que afecta únicamente
la salud sexual y reproductiva, al afectar indicadores como la asistencia de una institución de salud y
personal calificado en el parto, indicadores que mejoran mientras mayor sea el aumento de la planta
física y el cuerpo médico del hospital.
para el Desarrollo; pero estos programas, conforme están formulados, afectan tangencialmente los
indicadores de los ODM, sin políticas específicas que apunten a una mejora de los indicadores que
los miden. Finalmente, el Plan de Desarrollo no trabaja con programas específicos que permitan una
mejora significativa en los indicadores de mortalidad infantil y combatir el VIH-SIDA, el paludismo y
otras enfermedades.
Programas/ Objetivos
Políticas con impacto directo sobre los ODM
generales de política
Erradicar la pobreza extrema y el hambre
Políticas: mejoramiento en la calidad de vida de la población que se encuentra en
condiciones de vulnerabilidad, con el objetivo de proporcionar una mayor
Asistencia social
protección, atención integral y restitución de derechos de grupos de población que
se encuentran en condiciones marginales.
Parte II
Fuente: : DNP (2011), CONPES Social No. 140, Datos de pobreza extrema y moderada; DNP (2010); Misión para el Empalme
de las Series de Empleo, Pobreza y Desigualdad (MESEP), datos de desnutrición global y crónica ICBF (2011); ENSIN 2010; y
Secretaría de Salud de Huila, Sistema de Vigilancia Epidemiológica, Alimentaria y Nutricional (SISVAN) (2010), dato de
porcentaje de niños con bajo peso al nacer; estadísticas vitales departamentales y Registro Único de Afiliados (RUAF) (dato
preliminar) y DANE, estadísticas vitales 2009.
1/ Datos tomados de la Secretaría de Salud del Huila.
2/ Datos tomados de la ENSIN 2010 del ICBF; no pueden utilizarse para la estimación municipal, pero sí para la estimación
departamental. Para el caso de desnutrición global, el coeficiente de variación fue superior a 30%, por lo cual no se
considera un dato 100% confiable.
3/ Los indicadores corresponden a pobreza extrema y pobreza moderada por NBI, calculados con datos del DANE, CENSO
2005. Los datos registrados para el departamento y el país corresponden a una medida basada en ingresos. Esta no puede
calcularse a nivel municipal, por lo que se realiza la aproximación por NBI mencionada. Esta aproximación no es
comparable con la de ingresos; por lo tanto, no pueden hacerse relaciones respecto a la medición a nivel departamental,
nacional ni de la meta propuesta en el CONPES Social No. 140.
4/ DANE. Estadísticas vitales. 2009.
5/RUAF Y estadísticas vitales departamentales 2.010.
9
No se incluyeron algunos indicadores con sus respectivas metas, dado que para estos no se cuenta con
información representativa a nivel municipal ni con un indicador que permita una medición indirecta. Los
indicadores sobre los que se hace mención son: porcentaje de personas con ingreso inferior a US$1,25 diario
(PPA de 2005); tasa de desempleo a nivel nacional; proporción de la población ocupada con ingresos diarios
inferiores a 1,25 dólares PPA; proporción de la población ocupada con ingresos diarios inferiores a dos dólares
PPA; tasa de informalidad; y porcentaje de población total con subnutrición.
36
Los indicadores que se utilizan para medir este ODM y verificar el avance en términos de reducción
de la pobreza son el porcentaje de personas, no solo en pobreza extrema, sino también en pobreza
moderada, indicadores referentes a la formalidad del empleo y los niveles de desempleo10, y por
último, la población por debajo del nivel de consumo mínimo y adecuado de alimentos para
distintos grupos de edad, enfocado especialmente en los menores de cinco años.
En la tabla 6 se observa que en Colombia la pobreza extrema sigue siendo una realidad cotidiana
para millones de personas. Si bien en la última década se ha dado una tendencia a la reducción de la
población definida como pobres extremos, pasando de 17,6% en 2002 a 12,3% en 2010, todavía se
trata de un fenómeno que padecen alrededor de 5,4 millones de colombianos. La política contra la
pobreza del país no solo apunta a metas específicas contra la pobreza extrema, sino también contra
la pobreza moderada; esta última se mide como el porcentaje de población que no tiene el nivel de
ingreso suficiente para tener un nivel de vida digno, tanto en términos de alimentos, que es la
medición de la pobreza extrema, como en términos de las demás necesidades que tiene un hogar:
vivienda, educación, salud, etc. La medición del hambre en el país se evalúa observando la situación
de la nutrición en los niños. Esta revela que entre los niños menores de cinco años, 13,2 y 3,4%
presentan desnutrición crónica y global, respectivamente (Encuesta Nacional de la Situación
Nutricional en Colombia (ENSIN), 2010). La atención al estado nutricional se centra en los menores
de cinco años, pues es la población en la cual el impacto de una inadecuada nutrición puede
acarrear efectos irrecuperables de largo plazo sobre el desarrollo físico y mental, y en muchos casos
puede poner en peligro la supervivencia.
La pobreza encierra una circularidad con los demás ODM, en el sentido de que es causa y
consecuencia de ellos. Así, la reducción de la pobreza extrema puede ser catalogada como el
objetivo principal de los ODM, toda vez que los demás objetivos están estrechamente relacionados.
En efecto, las personas pobres son las que sufren carencias en materia de salud y alimentación,
cuyos efectos se traducen en desnutrición, mortalidad infantil, mortalidad materna y alta incidencia
10
Este tipo de indicadores no pueden medirse a escala municipal; por lo tanto, no serán considerados en esta
cartilla. Colombia realiza mediciones mensuales y anuales de estos indicadores, pero solo con
representatividad nacional y para las 24 ciudades principales del país.
37
de enfermedades como VIH/SIDA, malaria y dengue. Del mismo modo, las personas pobres también
se caracterizan por tener bajos niveles de educación, ausencia de acceso al agua potable y
saneamiento, infraestructuras de vivienda deficientes y altos niveles de hacinamiento. Todas estas
situaciones que experimentan los pobres son medidas como indicadores en otros ODM, y a su vez,
son causas que explican los bajos niveles de ingresos que los definen como pobres (ONU, 2005).
11
Este enfoque se refiere a que antes que tener ingresos, las personas deben tener las capacidades y condiciones para
conseguirlos. Al respecto véase Sen (1999).
12
El ICV oscila entre 0 y 100. Se consideran pobres aquellos municipios donde el valor del ICV no garantice los mínimos
constitucionales, que equivalen a un puntaje de 67 puntos, es decir, reducciones de este indicador por debajo de 67
implica aumento de la pobreza.
13
Si un hogar tiene al menos una NBI, este se considera pobre por NBI; por ende, el valor del NBI es el porcentaje de
personas del municipio que son pobres por NBI; un aumento de este es un aumento de la pobreza.
38
Fuente: DNP, Misión Social, con base en DANE, CENSO básico 1993 y 2005.
Al observar el gráfico 9 se aprecia que el ICV del Municipio de Aipe pasó de 62,2 a 68,1 puntos,
entre 1993 y 2005. Para este indicador el mínimo aceptable, que permite definir a una población
como no pobre, es de 67. Por consiguiente, Aipe alcanzó para 2005 la clasificación de municipio no
pobre bajo este indicador, y su situación de pobreza ha presentado un panorama de evolución
favorable, pues mientras el Huila aumentó cerca de 8,6 puntos entre 1993 y 2005, Aipe lo hizo solo
en 5,9. Por otra parte, si se observa el porcentaje de hogares con NBI, se encuentra que la población
en pobreza por NBI ha disminuido respecto al año 1993: pasó de 48,3% a 38%; en otras palabras,
Aipe tiene un porcentaje levemente mayor al que presenta el departamento (32,6%). La situación
del municipio es ligeramente mejor a la evolución del departamento en términos de la reducción de
la pobreza desde una perspectiva multidimensional, y este objetivo debe priorizarse con el fin de
alcanzar las metas del Milenio.
Uno de los principales instrumentos de política que puede ayudar a cumplir con la meta es el
empleo. En efecto, gran parte de los ingresos de los hogares que se destinan a satisfacer
necesidades básicas como vivienda, vestuario y servicios públicos, provienen de los ingresos
laborales. En consecuencia, la creación de puestos de trabajo permite reducir los casos de pobreza,
no solo de las personas empleadas, sino también de sus familias, a través de programas tales como
asistencia social, lo cual conlleva el mejoramiento de la calidad de vida de la población aipuna.
39
Una de las acciones más importantes para combatir la desnutrición precoz son los programas de
promoción de lactancia materna. La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
es que durante los seis primeros meses de vida los lactantes sean alimentados exclusivamente con
leche materna. Otra estrategia para contribuir al mejoramiento de los indicadores de nutrición en la
infancia temprana son las campañas para el lavado de manos con agua y jabón, por su efecto en la
reducción de enfermedades diarreicas en los niños. Finalmente, los programas de alimentación
escolar y alimentación de los menores son importantes para ayudar a los hogares que se encuentren
en pobreza extrema a alimentarse bien, y con mayor énfasis, a alimentar bien a sus hijos que están
en plena etapa de crecimiento.
Los indicadores seleccionados por el CONPES Social No. 140 (DNP, 2011) para monitorear el aspecto
del hambre en el país son: porcentaje de población en subnutrición; porcentaje de población menor
de cinco años que se encuentra en desnutrición global; porcentaje de población menor de cinco
años que se encuentra en desnutrición crónica; el porcentaje de niños con bajo peso al nacer. El
14
Faoestat [en línea]. Disponible en http://www.faoestat.fao.org. Página web citada en Segundo Informe de
Seguimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, DNP (2010).
40
primer indicador toma como universo toda la población; por lo tanto, no se cuenta con cifras
representativas a nivel municipal para hacerle seguimiento. En cuanto al segundo y al tercer
indicador, que miran la población menor de cinco años, la Secretaría de Salud del Huila cuenta con
estadísticas basadas en los niños que son atendidos por el Sistema de Vigilancia Epidemiológica,
Alimentaria y Nutricional (SISVAN). En consecuencia, si bien pueden tener errores de muestreo, son
los datos más aproximados con que se cuenta a nivel municipal y tienen un número importante de
observaciones. El cuarto y último indicador se refiere al peso de los recién nacidos, que se obtiene
por medio de las estadísticas vitales del DANE. Este indicador mide de forma indirecta los cuidados
que tiene una madre durante la etapa de embarazo, cuidado que es crucial en la posibilidades de
supervivencia del niño al nacer, y por lo tanto, se relaciona inevitablemente con el cuarto ODM, que
trata sobre la mortalidad infantil.
En la tabla 6 se puede observar que la meta nacional para 2015 de desnutrición global es de 2,6%,
mientras que para la desnutrición crónica es de 8%. El gráfico 10 mide la desnutrición global. Esta es
una medida general del peso del niño que no considera otros factores. Al observarla, se halla que el
municipio de Aipe muestra una tendencia favorable. En 2007 el porcentaje de niños menores de
cinco años con desnutrición global fue de 8%, y disminuye hasta el punto que en 2010 se obtiene un
resultado de 6,6%, siguiendo la tendencia del departamento, que tiene una tasa que desde 2007
oscila alrededor de 6%, y cada vez se acerca más a la meta trazada en los ODM. Una medida mucho
más detallada de la nutrición es la tasa de desnutrición crónica, la cual se puede observar en el
gráfico 11. Esta tasa considera el desarrollo físico de los niños para su edad, o en palabras más
técnicas, la talla para la edad. Para esta medición, los niños de Aipe registran tasas de desnutrición
crónica no mayores a 11,3% en 2005 y 2007; sin embargo, cabe destacar cómo estos valores se
reducen entre 2008 y 2010. En este último año, el valor registrado en el municipio es de 9,6%, un
valor cercano a la cifra departamental de 9,1%, y que es resultado de una progresiva reducción en la
desnutrición crónica del departamento.
41
% %
Por último, como indicador complementario a la desnutrición de los menores de cinco años se
encuentra la situación de bajo peso, representada en el gráfico 12. En este se observan la tasa de
recién nacidos con un peso inferior a 2500 gramos, un límite mínimo del peso que debe tener un
niño que acaba de nacer. La situación para el municipio de Aipe no es preocupante, pues la
proporción arrojada, aunque es mayor a la departamental, se debe destacar que ha disminuido en
los últimos años; es decir, que el municipio se encuentra en una situación favorable respecto al
avance de este objetivo. En 2002, 5,6 de cada 100 niños recién nacidos eran diagnosticados con bajo
peso, mientras que en 2009 solo 4,3 niños de cada 100 nacen con dicho problema16. La meta
nacional en relación con este indicador es lograr una tasa de bajo peso al nacer inferior a 10%; no
obstante, si Aipe continúa con la dinámica actual, para 2015 habrá superado este límite establecido,
y por lo tanto, tendrá niveles bajos respecto a esta situación, lo que implica que cumplirá con la
meta trazada por el país.
15
Para los datos de desnutrición crónica y global existen años donde no se tenía reporte por parte de los
municipios; en consecuencia, se calculó el año para el cual no se contaba con información como un promedio
entre el año anterior y el año siguiente.
16
Si bien para 2010 el valor disminuye, el dato con el que se obtiene 2010 es de carácter preliminar. Además,
es muy pronto para concluir que la tendencia se revirtió, pues puede ser una observación coyuntural.
42
Fuente: DANE, estadísticas vitales; Secretaría de Salud del Huila, estadísticas vitales departamentales; y RUAF.
En síntesis, el municipio presenta una evolución positiva en los indicadores de pobreza desde una
perspectiva multidimensional y hambre. Entre 1993 y 2005, el NBI disminuyó, el ICV aumentó, y la
tasa de bajo peso al nacer también disminuyó en el último lustro. La evolución favorable de estos
indicadores se ve reflejadas en resultados tales como mayores oportunidades de empleo, pues el
municipio de Aipe cuenta con un gran potencial minero, lo que constituye en gran parte la economía
de esta región. Además de esto, se encuentra categorizado como uno de los principales productores
de arroz riego; esta actividad agroexportadora genera altos ingresos para la mano de obra rural. De
las cinco metas propuestas para este ODM, Aipe solo ha cumplido una, pero si sigue trabajando en
estos indicadores de pobreza, como lo ha hecho durante los últimos años, existe la posibilidad de
que alcance la meta para 2015, o por lo menos que tenga cifras muy cercanas a las de los ODM. Por
último, se puede establecer que hay una sincronía entre el departamento y el municipio en el NBI y
el ICV, puesto que uno y otro han mejorado en los indicadores de pobreza.
43
Fuente: DNP (2011), CONPES SOCIAL No. 140; cálculos de los autores con base en datos del Ministerio de
Educación Nacional, Sistema de Información Nacional de Educación Básica y Media (SINEB) (2007-2009);
Secretaría de Educación del Huila (2010); DANE, CENSO básico (2005); DANE, Gran encuesta integrada de
hogares (2010), con factores de expansión departamentales.
1/ La tasa de analfabetismo y los años promedio de estudio se calculan con base en la información del CENSO
básico de 2005, realizado por el DANE, el cual es representativo a escala municipal.
2/ Los cálculos de la tasa de analfabetismo y años promedio de educación se hicieron con base en la Gran
encuesta integrada de hogares (2010) del DANE. Estos solo son representativos a nivel departamental, no a
nivel del municipio.
3/ Información para 2008.
4/ Datos actualizados a 2011.
44
El segundo ODM tiene como meta universal lograr el acceso efectivo a la educación básica. Esta ha
sido reconocida como uno de los factores fundamentales del desarrollo económico, y además uno
de los mecanismos más eficaces para garantizar la movilidad social. Una medición amplia de la
educación involucra conceptos de calidad y cobertura; sin embargo, ad portas de que se cumpla el
plazo para los ODM, la cobertura es un problema sin resolver, sobre todo en las zonas rurales y
menos desarrolladas del país. Es por esto que los indicadores para el seguimiento al logro sobre la
educación básica en el país, seleccionados por el CONPES Social 140 (DNP, 2011), se han focalizado
en la cobertura y en los niveles mínimos de educación con que todo colombiano debe contar.
Si bien el segundo ODM a nivel internacional contempla únicamente la educación primaria, el país se
ha comprometido de manera simultánea a lograr avances en términos de educación secundaria. Así,
un primer conjunto de indicadores apunta al seguimiento efectivo de la asistencia escolar, medida
esta por la cobertura bruta en el nivel de primaria y educación media; en otras palabras, estos
indicadores permiten saber cuál es el porcentaje de niños que están asistiendo al colegio, y por
ende, cuáles serán los niveles de educación de las futuras generaciones.
Las metas propuestas por el país al respecto son de 100% de cobertura para la educación primaria y
de 93% para la educación media. En el último informe de seguimiento de los ODM (DNP, 2010), se
destaca el avance del país en educación primaria y secundaria, pero también se dan señales de
alerta sobre la educación media, que parece ir muy bien con la meta proyectada para 2015. De
acuerdo con la tabla 8, en 2011, la cobertura en la matrícula en educación primaria y secundaria en
el caso de Aipe es de 73 % y 83,7%, respectivamente, mientras que para el Huila es de 100% y 97,1%
para ambos casos. Pese a que en relación con el departamento, en 2003 Aipe comenzó con grandes
rezagos en materia de educación secundaria, a través de los años ha aumentado su cobertura hasta
niveles cercanos a los registrados en aquel. El mayor rezago del municipio se refiere a la educación
preescolar, pese a que ha habido un notable avance tanto por parte de Aipe como por parte del
departamento. Para 2011, el municipio registra una cobertura de educación preescolar de tan solo
un 58,6%, esto es, un poco menos de la mitad de los estudiantes desertan del ciclo educativo en su
primer año de estudio y no terminan preescolar; por lo tanto, se deben fortalecer las estrategias
para lograr los niveles de cobertura departamentales y además para cumplir con la meta nacional de
45
lograr el 100% de la cobertura. Además, es de gran importancia mencionar el aumento que tuvo la
cobertura en educación primaria en los últimos dos años, la cual aumentó aproximadamente, cinco
puntos en 2011 en comparación con 2010. Es sobresaliente la velocidad con la que el municipio se
ha acercado a la cobertura del departamento en educación secundaria. En menos de siete años la
cobertura se ha incrementado en cerca de 21,5 puntos porcentuales, lo que evidencia los esfuerzos
exitosos en el acceso a la educación, que de seguir así pueden servir para cumplir con la meta
establecida para el año 2015.
Otro indicador de seguimiento de este ODM es la cobertura de la educación media. Este es un reto a
nivel nacional y el siguiente peldaño en la política educativa en pro de permitir a los habitantes
aipunos acceder a niveles de educación más altos. El gráfico 13 muestra la cobertura de la educación
media en el Huila y en Aipe. Para el departamento, se observa una tendencia creciente; sin
embargo, a partir de 2009 se evidencia una desaceleración de dicho proceso. Y para el caso del
municipio de Aipe, se observa un descenso en el año 2010 respecto a 2009. Sin embargo para el
2.011 se incrementa a un 51 %. La información sobre 2010 al utilizar otra fuente puede que no
caracterice plenamente la dinámica entre la cobertura de 2009, 2010 y 2.011.
Fuente: SINEB (2003-2011); Secretaría de Educación del Huila (2011); DANE, proyecciones de población 1985-2020.
Nota: para la educación media (10° y 11°), se utilizó la población que se encontraba en el rango de edad de 15 a 16 años.
Otro indicador que complementa la cobertura es la tasa de repetición. Esta permite saber hasta qué
punto los estudiantes alcanzan efectivamente los logros que espera el sistema educativo. Se debe
considerar que en materia de educación, es pertinente distinguir la naturaleza de la institución
educativa: oficial o no oficial. Tal condición es relevante en el tipo de estrategias que deben
realizarse para la reducción de la tasa de repetición, puesto que el perfil y las características
socioeconómicas difieren entre este tipo de instituciones, y por lo tanto, los esfuerzos que se deben
realizar en pro de la continuidad exitosa de los estudios. No se debe desconocer la relevancia de la
repetición en la deserción; el objetivo primario es mantener a los estudiantes en el sistema
educativo y que avancen progresivamente.
El análisis de la tabla 9 muestra que la tasa de repitentes del municipio de Aipe en 2010 es de 0,29%,
mientras que para el departamento es de 0,96%, es decir, ambas son inferiores a 1%, y así cumplen
la meta propuesta por Colombia en el CONPES Social No. 140. La tasa de repetición para dicho
municipio se redujo a 0,06% en 2010 respecto a la tasa registrada el año 2009. La dinámica del
departamento es similar, en el sentido de que presenta una caída de la tasa de repetición, pero su
valor siempre está por encima de la que se da para Aipe. Esta reducción se da tanto en instituciones
públicas como en instituciones privadas, con mayor acento en las primeras. Al distinguir entre
instituciones oficiales y no oficiales se tiene que en Aipe las instituciones oficiales tienen una tasa de
repetición positiva y decreciente, mientras que la presencia de instituciones privadas es nula. Al
47
observar el departamento, en 2008 existía una brecha entre la repetición privada (1,41%) y la
pública (3,58%). En 2010 dicha brecha se cerró por completo y ambos tipos de instituciones
reportan tasas de repetición de 0,96%. La anterior medición refleja el avance de los estudiantes; sin
embargo, es necesario precisar el destino de aquellos que pierden el año cursado. Por tal motivo,
pueden decidir salir del sistema educativo, lo que implicaría una reducción de la tasa de repetición
que no estaría asociada con una mejora del sistema educativo. Por otra parte, la evaluación de la
calidad de la educación es una manera de validar que efectivamente la no repetición sea producto
de esfuerzos hechos por los estudiantes, y no solo que el sistema educativo, con el fin de no
reportar tasa altas, promueva a los estudiantes de grado.
Aipe Huila
Años Privado (%) Público (%) Total (%) Privado (%) Público (%) Total (%)
2008 N.A 0,28 0,28 1,41 3,58 3,38
2009 N.A 0,35 0,35 0,54 2,04 1,90
2010 N.A 0,29 0,29 0,97 0,95 0,96
año 2015 solo el 1% de la población entre 15 y 24 años sea analfabeta, y que el promedio de años de
educación de este grupo de población sea de 10,63 años.
La medición de este tipo de indicadores, a diferencia del caso anterior, no se logra por medio de la
información que proveen los colegios sobre la matrícula, pues en este caso la medición no solo
atañe a quienes están actualmente estudiando, sino también a toda la población que se encuentra
en el rango de edad de 15 a 24 años. Por esta razón, la única fuente representativa a nivel municipal
es el CENSO de población del año 2005. En el último informe de seguimiento de los ODM, se informa
que en 200817 la tasa de analfabetismo de Colombia era de 2%, una cifra menor que la de varios
países de Latinoamérica18, aunque vale resaltar la desigualdad de este indicador entre zonas urbanas
y rurales.
Como se observó antes, en el municipio de Aipe mientras mayor sea el rango de edad de la
población, aumenta el analfabetismo y disminuyen los años de educación alcanzados. Al calcular el
valor para la población entre 15 y 24 años, en este municipio el analfabetismo en la zona urbana y
rural es de 5,64 % y 12,81%, respectivamente; es decir, hay una clara disparidad entre lo urbano y lo
rural que también se refleja en el departamento; en la zona urbana del Huila la tasa de
analfabetismo es de 2,4%, mientras que en la zona rural es de 5,5%, acorde a la tabla 10.
Años educación
Analfabetismo (%)
Zona (años)
Aipe Huila Aipe Huila
Urbana 8,95 9,64 5,64 2,47
Rural 6,88 6,28 12,81 5,51
Total 8,26 8,32 8,03 4,31
17
A escala nacional se cuenta con otras fuentes de información, como las encuestas de hogares, que permiten
tener indicadores anuales, pero dichas fuentes no permiten tener indicadores municipales.
18
Como por ejemplo Brasil (2,2%), Perú (2,6%) y Ecuador (4,6%) (Cepal, Estadísticas e indicadores sociales,
citado en DNP, 2010).
49
Si se observan los años promedio de educación, se constata que en Colombia, según cálculos de DNP
(2010), dicho promedio ha presentado un continuo crecimiento, que desde 2006 se encuentra por
encima de los nueve años. En el caso de Aipe, en 2005 los pobladores del municipio tenían en
promedio 6,88 años de educación en el área rural y 8,95 años de educación en el área urbana.
Además, el municipio acusa un leve rezago respecto al departamento.
3. La calidad de la educación
Si bien la calidad de la educación no es un objetivo tratado por los ODM, de todas maneras es un
asunto que no se puede dejar de lado. Para observar la calidad de la educación del municipio, se
utiliza una clasificación que hace el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (ICFES)
de los planteles educativos, a partir de la prueba SABER 1119.
Las pruebas de SABER 11 tienen como propósito evaluar las competencias adquiridas por los
estudiantes durante su vida escolar, experimentan constantemente cambios en el método y el
alcance de su evaluación. Por esto, el puntaje que obtiene una institución en un año determinado,
no es comparable con el de otro año, pues se desconoce hasta qué punto el cambio en el puntaje
responde a un efecto de cambio en la calidad de la educación, o a un simple efecto de cambio en la
prueba aplicada. Considerando esta situación, y con el fin de poder comparar la evolución de la
calidad, se utiliza el sistema de calificación del ICFES, que asigna un nivel a cada institución, con base
en la posición relativa y la dispersión de los puntajes que sus estudiantes obtienen en la prueba
SABER 11.
Dicha calificación se puede observar en el gráfico 14 que revela la situación de los colegios que
presentan las pruebas del SABER 11, lo cual no implica que sea la situación de todos los colegios del
municipio. Por tanto para Aipe al 2005 solo 4 colegios presentaron las pruebas del SABER 11 y en
2010 fueron 5 las que presentaron dicha prueba. Entre 2005 y 2010, el municipio en mención
19
La metodología empleada para la clasificación y la comparabilidad entre los resultados de la prueba de 2005
y 2010 es explicada en ICFES (2010). Cómo se hace la clasificación de las instituciones educativas según
categorías de rendimiento [publicación en línea]. Disponible en:
http://www.ICFES.gov.co/index.php?option=com_docman&task=doc_view&gid=3335&Itemid=650 [con
acceso el 13 de noviembre de 2011].
50
Fuente: cálculos de los autores; ICFES, prueba SABER 11. Nota: muy inferior, inferior y bajo fueron agrupados como nivel
inferior, y superior y muy superior fueron agrupados como nivel alto.
En resumen, la calidad y la cobertura son los dos principales pilares del sector educativo, como se
explicó previamente, un sector clave para la movilidad social del país y que apalanca además otros
procesos de desarrollo como la convivencia y la planificación familiar. Esto implica que la cobertura
disminuye a medida que aumentan los grados de educación, excepto en el caso de preescolar, en
donde la cobertura es baja. Los niveles de educación media y preescolar en el municipio son una
alarma para alcanzar la meta de 2015; en los grados más altos los problemas de cobertura están
relacionados no solo con la capacidad de la infraestructura, sino también con la deserción
estudiantil, que se profundiza en jóvenes mayores de 10 años; por lo tanto, debe considerarse una
mejor ejecución de las políticas propuestas en el Plan de Desarrollo, como se evidencia en la política
“Educación para Aipe”, en la cual hace falta el logro en uno de sus objetivos citados, en el cual se
51
hacía énfasis en mejorar la calidad del servicio educativo prestado a la población aipuna. Además de
esto, el municipio carece de falta de políticas encaminadas a reducir las altas tasas de analfabetismo
en el sector rural, analfabetismo que es de 12,8%, y la meta es lograr un 1%, lo que indica la alta
posibilidad que el municipio no cumpla con este indicador para 2015.
52
1/ No existe una meta clara al respecto, solo se refiere a aumentar las proporciones actuales. 2/ Cálculos propios. La
brecha de género se calculó con los ingresos derivados de las actividades principal y secundaria y con ingresos en especie,
considerando los factores de expansión departamental y nacional, según el caso. 3/ Dato único de 2007. 4/ Los datos
obtenidos son calculados por medio del SISBEN III, fuente de información que no es comparable con la usada para la meta
nacional, esto es, las encuestas de hogares - DANE. La cifra del SISBEN III se usa solamente con el fin de hacer una
comparación entre la situación municipal y la departamental, pero no puede inferirse ninguna consideración sobre el
estado real del indicador para el municipio o el departamento. 5/ En términos de ingresos laborales los datos del SISBEN III
resultaron ser muy inconsistentes. 6/Dato para 2009.
20
No se incluyeron algunos indicadores con sus respectivas metas, dado que para estos no se cuenta con
información representativa a nivel municipal, ni con un indicador que permita una medición indirecta, o no se
pudo acceder a ellos por la fuente de información primaria. Los indicadores sobre los que se hace mención
son: porcentaje de mujeres alguna vez unidas, según rango de edad, que han experimentado alguna violencia
física por parte del esposo o compañero; porcentaje de mujeres alguna vez unidas, según rango de edad, que
han experimentado alguna violencia física por persona diferente del esposo o compañero; porcentaje de
mujeres, según rango de edad, que han sido forzadas físicamente por el esposo, compañero u otra persona, a
tener relaciones o actos sexuales; proporción de mujeres valoradas por violencia de pareja; tasa de informes
periciales sexológicos en mujeres. En cuanto al indicador de proporción de escaños ocupados por mujeres en
el Congreso Nacional, no tiene sentido medirlo a nivel municipal.
53
La discriminación de género ha sido una problemática social e histórica que ha limitado a las
mujeres, principalmente, en ciertos derechos. Hoy en día se reconoce que esa disparidad va en
contravía del desarrollo económico y social de los países. Por tal razón, promover la equidad de
género y el empoderamiento de la mujer constituye una prioridad mundial.
En la tabla 11 se encuentran algunos de los indicadores definidos en el CONPES Social 140 (DNP,
2011) para hacer monitoreo de este objetivo. Estos indicadores se dividen en tres dimensiones o
roles que asume toda persona al interior de una sociedad: la dimensión política, donde se siguen
indicadores acerca de la participación de las mujeres en la política y en los empleos públicos de alto
mando; la dimensión económica, en la cual se pueden observar indicadores del mercado laboral
como desempleo, tasa de participación y remuneración de la fuerza de trabajo; y por último, la
dimensión socio-cultural, que involucra conceptos como el respeto por la integridad física y sexual
de la mujer. Para esta última dimensión no se cuenta con información representativa a nivel
municipal, lo que impide un seguimiento de dicho objetivo para el municipio; sin embargo, sus
indicadores son: porcentaje de mujeres que han experimentado violencia física por parte de su
esposo o compañero; porcentaje de mujeres que han experimentado violencia física por una
persona diferente a su esposo o compañero; porcentaje de mujeres que han sido forzadas a tener
relaciones sexuales por parte del esposo, compañero u otra persona; proporción de mujeres
valoradas por violencia de pareja; y tasa de informes periciales y sexológicos en mujeres21.
La medición de la equidad de género desde una perspectiva política hace seguimiento a dos
indicadores que cobran sentido a escala municipal. El primero se refiere a la participación de las
mujeres como candidatas en las jornadas electorales para alcaldías, concejos y asambleas. Si bien en
este país no se restringe legalmente la candidatización femenina, en la mayoría de las elecciones
públicas la proporción de mujeres que son candidatas a ocupar este tipo de cargos públicos es
reducida. Por lo tanto, la medición del empoderamiento efectivo de las mujeres en la política,
medido a través de la tasa de candidatas efectivas para ocupar cargos de elección popular, es una
21
Estos indicadores relativos a la violencia física y sexual contra la mujer solo pueden ser medidos, en su
mayoría, por medio de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS), la cual solo da información cada
cinco años a nivel departamental.
54
manera de evaluar las restricciones explícitas e implícitas que existen en la sociedad para dicho
empoderamiento (p. ej., labores del hogar, bajos niveles de educación, limitado acceso a partidos
políticos, etc.). El segundo indicador se refiere a la participación de las mujeres como candidatas y al
cargo efectivo que desempeñan en puestos de alto mando, específicamente en cargos públicos de
niveles 1 y 2 de la rama ejecutiva y judicial.
AIPE HUILA
Período 2004-2007 Período 2008-2011 Período 2004-2007 Período 2008-2011
Nivel Número Número Número
regional Número de
Participación de Participación de Participación de Participación
mujeres
(%) mujeres (%) mujeres (%) mujeres (%)
candidatas
candidatas candidatas candidatas
Gobernación 0 0 0 0
Asamblea 14,58 14 18,52 5
Alcaldía1 0 0 0 0 10,94 14 13,17 22
Concejo 9,52 4 6,67 3
Fuente: Cálculos de los autores con base en información de la Registraduría Nacional del Estado Civil.
1/ El dato de alcaldías para Huila es la agregación Nacional del Estado Civil.
55
En el municipio de Aipe, para el año 2010, un 50% de los cargos de alto mando eran femeninos. Por
otra parte, el departamento cuenta con mayor información, debido a que se agregan los reportes de
alcaldías, instituciones públicas y la Gobernación del Huila. La información departamental revela que
entre 2005 y 2007 la participación femenina se mantuvo alrededor de 36%. En 2008, muestra un
valor de 31% y en 2010 de 43%. Dichos porcentajes permiten concluir que el departamento en
mención ha logrado cumplir con la meta propuesta. Esta situación es la misma en Aipe, debido a que
el valor de participación femenina en este municipio es muy superior a la meta definida en el
CONPES Social 14022.
Una de las dimensiones de la equidad de género más importantes, debido al gran número de
mujeres que son víctimas, es aquella que se refiere a la discriminación en el mercado laboral. Esta
exclusión tiene un enorme impacto socioeconómico, pues una adecuada inserción de la mujer en el
mercado laboral desemboca en un mayor apoyo económico al hogar, lo que permite un aumento en
la calidad de la vivienda, la salud, la alimentación, la educación y la recreación, lo cual contribuye a
la reducción de la pobreza. Por lo tanto, hacer un seguimiento a la segregación que experimenta el
género femenino es un compromiso prioritario e inaplazable, no solo de acuerdo con la política de
equidad de género, sino también tomando en consideración la reducción de la pobreza.
El CONPES Social No. 140 (DNP, 2011) propone tres indicadores para monitorear este tipo de
discriminación. El primero es la brecha en la tasa de participación laboral femenina, que tiene como
meta llegar a una brecha de 20 puntos porcentuales; el segundo se refiere a la brecha en la tasa de
desempleo, cuya meta es reducir la brecha a solo tres puntos porcentuales; y por último está el
22
Datos con base en informes sobre la participación femenina en los cargos directivos de la administración
pública, disponibles en: http://www.dafp.gov.co/portal/page/portal/home
56
indicador que mide la brecha entre las remuneraciones salariales. Esta discriminación es un
problema histórico, notablemente para el género femenino que se encuentra empleado; en este
caso la meta es reducir la brecha de los ingresos salariales a un 18%.
Los datos que se requieren sobre el mercado laboral para hacer una medición de la discriminación
de género son bastante especializados. La mayoría de los municipios de Colombia no cuentan con
información representativa sobre su mercado laboral; solo los departamentos y el país, observados
en conjunto, muestran información detallada al respecto, por medio de las encuestas de hogares del
DANE. Otra base de datos alternativa que cuenta con suficientes observaciones a nivel municipal y
con la que se puede hacer una aproximación al mercado laboral son los datos del SISBEN III23; sin
embargo, es importante aclarar que no es la fuente de información idónea para este propósito y que
por lo tanto las cifras absolutas probablemente no reflejan la realidad del mercado laboral del
municipio. A continuación se mencionan algunos de sus inconvenientes:
23
Tomamos la primera versión de la base SISBEN III, certificada y depurada por DNP (2011). Esta cuenta con
464.413 personas por el departamento del Huila. Si bien no equivale a la base original de Planeación
Departamental del Huila, que tiene 811.701 registros, es bastante significativa en número de observaciones
para aproximarnos a la medición del mercado laboral.
24
Esto implica el supuesto de que el subreporte o declaración inferior de ingresos se da tanto en hombres
como en mujeres, y por lo tanto, la brecha se mantiene constante.
57
La discriminación laboral hacia las mujeres es una problemática moderna, toda vez que la
disposición de estas a contribuir económicamente en el hogar es una tendencia creciente y una
práctica asociada a la autonomía e independencia propias de la mujer contemporánea. El primer
indicador se refiere a la brecha entre hombres y mujeres en la tasa de participación25. Para
Colombia, en el año 2008 la tasa de participación masculina es de 74% y la de las mujeres de 52%, es
decir, los hombres participan aproximadamente 1,5 veces lo que participan las mujeres, lo cual
significa que la mitad de las mujeres que hacen parte de la población en edad de trabajar no desean
hacerlo y permanecen en el hogar cuidando de la familia, estudiando o no encuentran acceso al
mercado laboral, lo que las lleva a declararse económicamente inactivas (DNP, 2010).
Para el caso de Aipe el cociente entre las tasas de participación masculina y femenina es de 3,5. Esto
implica que ser hombre aumenta tres veces la probabilidad de decidir participar en el mercado
laboral. Un valor tan alto se explica por una tasa de participación femenina muy pequeña, lo cual es
característico de municipios rurales, donde predominan tradiciones culturales en las que al hombre
se le adjudica el rol de hacer parte del mercado laboral y a la mujer el de encargarse de los oficios
del hogar y el cuidado de los niños. Por otra parte, esto se encuentra relacionado con las
características del mercado laboral de los municipios más rurales, que requieren mano de obra para
actividades de alto esfuerzo físico; esto permitiría explicar por qué los hombres presentan una
mayor tasa de participación en el mercado laboral, lo que no podría ser clasificado como un asunto
de discriminación de género.
Para el caso del Huila, usando los datos de SISBEN III para hacerlo comparable con Aipe, el valor de
dicha razón es de 3,76, un valor mayor que el del municipio y que va de la mano con el hecho de que
Huila en agregado sea un departamento más urbano y pueda ofrecer empleos en sectores que no
requieren tanto esfuerzo físico26.
25
La tasa de participación se calcula como el porcentaje de mujeres que están trabajando o se encuentran
buscando trabajo, conocidas como la población económicamente activa (PEA), dentro del total de mujeres que
se encuentran en edad de trabajar (PET).
26
Los valores absolutos no son confiables, y por ende, no se reportan, mientras que la razón, a menos que se
piense en la idea de un subreporte diferenciado por el género, tiene mayor confiabilidad.
58
Cuando exista una menor brecha en la participación de las mujeres, se requerirá una mayor
aceptación de estas por parte del mercado laboral; esta aceptación es la tasa de desempleo. En
Colombia, en 2008 la tasa de desempleo femenina se ubicaba en 14,8%, mientras que la masculina
era de 8,9%. La tasa de desempleo es un indicio de la probabilidad que tienen las mujeres de no
encontrar trabajo. Según las cifras, el cociente entre la tasa de desempleo femenina y la tasa de
desempleo masculina arroja un valor de 1,66. Esto significa que el hecho ser mujer aumenta en un
66% la probabilidad de estar desempleada; por lo tanto, las mujeres que se animen a participar en el
mercado laboral tendrán más probabilidades de ser excluidas de este, una posible explicación de la
baja participación en el mercado de trabajo que se vio en el párrafo anterior. Para el caso del
municipio de Aipe, los cálculos con base en la muestra del SISBEN III dan razón entre la tasa de
desempleo femenino y masculino de 1,53, lo que implica que las mujeres tienen la mayor
probabilidad de quedar desempleadas en el municipio. Este nivel de discriminación es alto si se
compara con el que se da en el departamento, en donde la razón es de 1,45; por consiguiente, el ser
mujer aumenta en un 40% la probabilidad de estar desempleada.
Una vez deje de existir discriminación en la tasa de participación y en la aceptación de las mujeres
en el mercado laboral, la última etapa de seguimiento a la equidad de género es la remuneración. En
Colombia la discriminación salarial es de un 20 % para 2010, mientras que en el departamento del
Huila es de 8,28%, una cifra que vale la pena resaltar pues cumple ampliamente la meta. Una de las
hipótesis no tan alentadoras de esta cifra es que, dado que este indicador se concentra en la
población ocupada, las pocas mujeres que son empleadas se vinculan a sectores no agrícolas, cuyas
remuneraciones no son tan bajas como las del promedio de los hombres que se emplean en el
sector agrícola. Un soporte para esta hipótesis es que en Neiva, donde el empleo se concentra en el
sector de servicios y la industria, la situación de discriminación es totalmente diferente (30,8%)27.
En síntesis, los indicadores para hacer seguimiento al ODM sobre discriminación de género
presentan serias falencias de información a nivel municipal, tanto en términos de la brecha de
ingresos laborales mensuales promedio, como en términos de discriminación de género en el
mercado laboral y discriminación por violencia física y sexual. Aipe es un municipio con un alto
27
Para el cálculo de la brecha en los ingresos promedio entre hombres y mujeres a nivel municipal, solo se
cuenta con información por medio de SISBEN III; sin embargo, la base de SISBEN III presentó muchas
inconsistencias a nivel municipal, arrojando cifras poco confiables para este caso.
59
porcentaje de mujeres en empleos públicos; con un 50% ya sobrepasó la meta propuesta para 2015.
La otra meta cumplida de antemano por Aipe es la brecha de desempleo, que con una razón de 2,
está por debajo de la propuesta, la cual es de 3. El municipio sí se encuentra rezagado respecto al
departamento en participación política para cargos como la Alcaldía y Concejo; no obstante, el
cociente entre la tasa de participación es menor que la tasa arrojada por el departamento, lo cual
revela una mayor equidad. Una razón que puede explicar las mayores brechas es el carácter agrícola
del municipio, que facilita por definición la participación y la entrada al mercado laboral para los
hombres; por lo tanto, se requiere que se adopten políticas que generen empleos donde la mano de
obra femenina tenga una ventaja competitiva, con el fin de lograr mayor equidad de género en el
acceso al mercado laboral en los planes de desarrollo municipal.
60
Tabla 13. Metas e indicadores: Reducir la mortalidad de los niños menores de cinco años
Fuente: DNP (2011), CONPES Social No. 140; DNP (2010), II informe de seguimiento de los ODM; DANE, estimaciones de la
mortalidad infantil y de la niñez
1/ Estimaciones de la mortalidad infantil del DANE, con ajustes según método de años de vida perdidos.
2/ Estimaciones de los autores por el método directo, dada la carencia de la estimación a nivel municipal del método por
ajustes de años de vida perdidos.
61
La mortalidad de los niños está estrechamente relacionada con la pobreza. Gran parte de estas
muertes son causadas por desnutrición y/o enfermedades que fácilmente se podrían prevenir con
vacunación y tratamientos médicos adecuados. Según el informe de 2005 de Naciones Unidas,
muchas veces la causa de la muerte de estos niños es simplemente la falta de antibióticos para
tratar una neumonía o de sales de rehidratación oral para contrarrestar una diarrea. En otras
ocasiones, son consecuencia de descuidos de mediano y largo plazo como la mala nutrición, un
factor colateral en la explicación de un porcentaje importante de estas muertes.
En otras palabras, existe una baja razón de costo-beneficio en la adopción de políticas enfocadas a
disminuir la mortalidad de los niños, tanto por los pocos esfuerzos que se requieren para evitar
varias de las enfermedades que explican los niveles de mortalidad, como por los grandes beneficios
que estas políticas generan en términos de impacto social y económico. Por otra parte, políticas
transversales y propias de los indicadores de seguimiento de otros ODM también inciden
indirectamente en la reducción de la muerte en la niñez; por ejemplo, la mejora en los servicios de
salud al momento del embarazo y del parto, la cobertura adecuada para el agua potable y el
saneamiento básico son políticas que evitan de manera indirecta el surgimiento de enfermedades, y
con estas el aumento de la mortalidad en los niños.
Como se puede observar en la tabla 13, los indicadores que se utilizan para medir este ODM son
cuatro; dos de ellos tratan de medir el avance efectivo en términos de mortalidad de los niños, por
medio del seguimiento a la tasa de mortalidad infantil (menores de un año) y la tasa de mortalidad
de la niñez (menores de cinco años). Los otros dos indicadores apuntan al seguimiento de políticas
de salud que permiten alcanzar los dos primeros indicadores, mencionados anteriormente, la
cobertura en vacunación de la triple viral y la cobertura en vacunación de la DPT.
Para los indicadores de mortalidad infantil y la niñez, la fuente de información son las estadísticas
vitales del DANE. Si bien estas pueden presentar un sub-reporte de nacimientos que no son
registrados en los certificados de nacimientos, este sistema de información permite hacer un
seguimiento anual al indicador con representatividad municipal y es comparable para todo el país.
Por su parte, para el indicador de coberturas en vacunación, se utilizó como fuente de información
los registros administrativos del Programa Ampliado de Inmunización (PAI), proporcionados por la
Secretaría de Salud del Huila. Estos reportan las vacunas aplicadas, y a partir de ello se puede
62
obtener la cobertura que los programas de vacunación tienen en la población que el DANE reporta
para dicho municipio.
La tasa de mortalidad infantil se define como la probabilidad de morir que experimenta un niño
menor a un año, para lo cual se consideran los niños en este rango de edad que han muerto, sobre
el número de nacidos vivos el mismo año. El indicador de la tasa de mortalidad en la niñez, definido
por el CONPES Social 140, se calcula como los niños menores a cinco años que han fallecido,
respecto a los nacidos vivos el mismo año; es decir, el indicador no considera, como se esperaría, un
universo que involucre al conjunto de niños menores de cinco años. Una de las razones de esto es
que el grupo etario más representativo de niños que mueren antes de cumplir los cinco años son los
niños menores de un año, pues esta es la edad en la cual el sistema inmunológico es más vulnerable
y el niño requiere mayor atención por parte de sus familiares; por lo tanto, la medición de la
mortalidad en la niñez utilizando como universo a los nacidos vivos en dicho año, es una forma de
penalizar en el indicador la mortandad que presentan niños de edades superiores al primer año,
bajo el argumento de que la mortandad a dicha edad debería ser nula, dado que después del primer
año se reducen de manera considerable los factores que amenazan la vida de los niños, y en
consecuencia, son inconcebibles dichas muertes.
En el país, muchas de las muertes de los niños menores a cinco años son causadas por
enfermedades que pueden ser tratadas o prevenidas fácilmente, como es el caso de las
enfermedades respiratorias, diarreicas, el sarampión y el paludismo. En Colombia, la tasa de
mortalidad de la niñez en 2009 fue de 24,29 niños menores de 5 años fallecidos por cada 1.000
nacidos vivos, mientras que la tasa de mortalidad infantil en menos de un año llegó a 20,13 niños
fallecidos por cada 1.000 nacidos vivos. Según el segundo informe de seguimiento del DNP (2010), la
tasa de mortalidad de los niños ha venido disminuyendo de manera notable en el país y se acerca
favorablemente a la meta establecida a nivel nacional, que es reducir la tasa de mortalidad en
menores de cinco años a un 18,98 y la de los menores de un año a un 16,68. Para reducir la
mortalidad debe realizarse una inspección sobre sus causas. En 2007, el grupo definido como todas
las demás causas explicó el 32,3% de las muertes en menores de cinco años, seguido por
63
enfermedades transmisibles (27,3%) y causas externas (25,6%)28. De este modo, se hace necesario
realizar las intervenciones adecuadas para cada territorio, con el fin de reducir los principales
determinantes de la mortalidad infantil. Estas intervenciones estarán sin duda vinculadas con lograr
otros ODM que son potenciales causas de mortalidad infantil. Es el caso de la desnutrición infantil y
la salud sexual y reproductiva de las madres; este último se analizará en el siguiente capítulo.
Por otra parte, la cobertura de las estadísticas vitales no es completa, lo que implica que el cálculo
de la mortalidad infantil adolece de cierto grado de error; por lo tanto, este indicador no se obtiene
de manera directa, es decir, el total de defunciones de niños menores de un año sobre nacidos
vivos. Considerando esto para el cálculo de este indicador, se toman los resultados de una
investigación del DANE que teniendo en cuenta los errores de medición de las estadísticas vitales,
recalcula la tasa mortalidad infantil a nivel municipal29.
Para el caso de la mortalidad de la niñez (menores a cinco años), se presenta el mismo problema de
medición, pero no se cuenta con una investigación publicada que calcule la cifra a nivel municipal
(solo existen cálculos corregidos a nivel departamental); por lo tanto, en aras de obtener este
indicador a nivel municipal, se realizó el cálculo de forma directa, esto es, las defunciones de niños
menores a cinco años por cada 1000 nacidos vivos. Este cálculo no se realizó a efectos de observar el
valor absoluto del indicador, sino únicamente su tendencia o dirección y para compararlo con la cifra
departamental; por ende, a partir de este no se pueden sacar conclusiones sobre el estado en que
se encuentra el municipio respecto a la meta nacional.
En el último lustro, la tasa de mortalidad infantil del municipio de Aipe, que se observa en el gráfico
15 ha disminuido marginalmente hasta ubicarse en 34 por cada mil niños menores de un año, un
valor alto si se considera que está siete puntos por encima de las muertes de niños menores de un
año registradas en todo el departamento del Huila. Estas cifras son una alerta respecto al
cumplimiento de la meta propuesta para todo el territorio colombiano, de 16,68 para 2015, y
pueden estar relacionadas con la tendencia creciente, observada en capítulo I, referida al porcentaje
28
El grupo de todas las demás causas incluye las muertes ocasionadas por desnutrición, enfermedades
respiratorias, intestinales, malformaciones, diabetes, etc.
29
Véase DANE (2010). Estimación del cambio en los niveles de la mortalidad infantil departamental y
municipal a partir de las estadísticas vitales, año 2008-2009. Disponible en:
http://www.dane.gov.co/index.php?option=com_content&view=article&id=73&Itemid=119
64
de recién nacidos con bajo peso al nacer y la tasa de desnutrición global, valores en crecimiento en
Aipe.
Al observar la tasa de mortalidad infantil en los niños menores de cinco años, hay un incremento
para el año 2009, si bien entre 2007 y 2008 la tasa de mortalidad se redujo pasando de 19 a 15,
respectivamente, para 2009 aumentó a 20. Para el caso del departamento, la tendencia parece ser
estática, con una ligera reducción en 2009; sin observar el comportamiento de 2010 no puede
concluirse si dicha reducción se sostendrá o no en el tiempo. Hay que recordar que los valores
absolutos de la mortalidad en la niñez adolecen de un error y que este solo se ha corregido a nivel
departamental. Como se puede ver en la tabla 14, una vez corregido el sesgo del error, la cifra
departamental aumenta más del doble, pasando de 16,59 a 39,93 para el año 2007; por lo tanto, en
términos de la meta (la cual está estimada con dicha corrección de error), el departamento del Huila
se encuentra alejado, con una cifra de 37,36, mientras que la meta es de 18,98; es decir, se debe
lograr una reducción de casi la mitad del indicador. Dado que los valores obtenidos para el municipio
de Aipe con dicho grado de error oscilan alrededor del valor departamental, se puede inferir que
siempre y cuando el grado de error no sea muy distinto entre municipios, en el caso del municipio
de Aipe haría falta el mismo avance que para el Huila en su conjunto, para poder alcanzar la meta.
Fuente: estimaciones de la mortalidad infantil del DANE por cada mil niños, con ajustes según método de años de vida
perdidos.
65
AIPE HUILA
Tasa de Tasa de
Número de Estimaciones del
Número de mortalidad mortalidad
defunciones DANE con
defunciones de de niños de niños
Años de niños ajustes según
niños menores menores a menores a
menores a método de años
a cinco años cinco años cinco años
cinco años de vida perdidos
por 1000 NV por 1000 NV
2007 6 18,63 348 16,59 39,93
2008 5 15,15 348 16,32 37,63
2009 6 19,67 312 14,64 37,36
En Colombia, actualmente existe un esquema de vacunación del PAI que incluye vacunas que
protegen a la infancia contra diversas enfermedades y son aplicadas a diferentes poblaciones en
todos los municipios del país (CONPES Social No. 140). Este programa, sin duda, ha tenido una
amplia y creciente cobertura en busca de la reducción de la mortalidad infantil en el país; como se
puede ver en la tabla 13, en efecto, la cobertura de vacunación con triple viral fue para 2009 de
95,2%, cifra que sobrepasa la meta de 95% fijada para 2015. Esto muestra los avances que ha tenido
el país en la cobertura de vacunación sobre la población infantil; sin embargo, es misión del
programa mantener este nivel constante año tras año y disminuir la inequidad que se da en algunos
municipios.
66
Para el cálculo del indicador se tomaron los datos de la Secretaría de Salud sobre el número de niños
menores de un año a los cuales se les aplicó la vacuna, y se observó este número en relación con los
niños menores de un año que viven en el municipio, según el DANE30.
30
Dado que el denominador se construye con base en las proyecciones de población del DANE, el indicador
tiene cierto error de muestreo, que puede ir en cualquier dirección, a favor o en contra de la tasa de
cobertura.
67
Fuente: cálculos de los autores; secretaría de Salud del Huila, con base en Paisoft; DANE, proyecciones de población 1985-
2020.
1/ Si la cobertura es mayor a 100%, se puso igual 100%.
2/ La razón por la cual el Huila presenta coberturas del 100%, mientras que algunos municipios del departamento
presentan menores coberturas, se debe en parte al grado de error que tienen las proyecciones de población, además de la
migración intermunicipal e interdepartamental.
Fuente: cálculos de los autores; Secretaría de Salud del Huila, con base en Paisoft; DANE, proyecciones de población 1985-
2020.
1/ Si la cobertura es mayor a 100%, se registra igualmente un valor de 100%.
2/ La razón por la cual el Huila presenta coberturas del 100%, mientras que algunos municipios del departamento
presentan menores coberturas, se debe en parte al grado de error que tienen las proyecciones de población, además de la
migración intermunicipal e interdepartamental.
68
El indicador que más preocupa para el municipio es la tasa de mortalidad infantil en menores de un
año por cada 1000 nacidos vivos, que es de 33,6 niños. Con relación al departamento, el municipio
registra siete muertes más, y 16 muertes más que la meta propuesta. Lo anterior indica que de los
cuatro indicadores propuestos para este ODM, Aipe no ha cumplido con ninguno hasta el momento,
aunque se encuentra cerca de cumplir dos: la cobertura de vacunación en DPT y la tasa de
mortalidad en niños menores de cinco años. En cuanto a los otros dos indicadores, el municipio se
encuentra bastante rezagado, por lo cual deben plantearse políticas locales en los planes de
desarrollo de la alcaldía entrante, que respondan a las principales causas de mortalidad infantil.
69
Fuente: DNP, (2011) CONPES Social No. 140. Cálculos de los autores con base en Estadísticas Vitales de la Secretaría de
Salud del Huila (2010) y DANE, CENSO Básico 2005.
1/ Situación en 2006.
2/ Situación en 2008.
3/ Situación en 2009.
4/ Situación en 2010.
70
El quinto objetivo se concentra en dos factores: el primero, la atención adecuada del parto y del
embarazo de la mujer, y el segundo, la planificación familiar, focalizada en las jóvenes para evitar
que queden en embarazo. Ambos factores desembocan en un objetivo universal que pretende
reducir la tasa de mortalidad materna en tres cuartas partes entre 1990 y 2015. La mortalidad
materna se mide como el número de mujeres fallecidas por causas relacionadas con el embarazo y
el parto, y es un indicador de la efectividad de las políticas dirigidas a mejorar la salud de las mujeres
embarazadas. En particular, el resultado de mortalidad materna está asociado en cierto grado con el
acceso real a los servicios de salud, las condiciones en que se da el control prenatal, y la calidad de la
atención del parto. Otro factor importante es el embarazo adolescente, puesto que en este grupo la
tasa de mortalidad materna suele ser más alta. Para reducirla, es necesario destinar recursos hacia
inversiones enfocadas en aumentar los controles prenatales, la atención institucional oportuna de
partos por personal calificado y los programas de promoción de la salud sexual y reproductiva.
Desde la perspectiva del desarrollo, la mortalidad materna es uno de los fenómenos que más
claramente reflejan las desigualdades en las sociedades. Los grupos poblacionales más propensos a
tener tasas altas de mortalidad por esta causa son los más pobres y las mujeres más jóvenes.
Además, las mujeres que mueren en estas condiciones suelen tener un mayor número de hijos, y
por lo tanto, las repercusiones de este problema no solo tienen que ver con el bienestar de la mujer,
sino también con el de sus familias.
El comportamiento del indicador para el municipio de Aipe es destacable: cero muertes; sin
embargo, en el conjunto del departamento no puede decirse lo mismo, pues lo que se ve es una
tendencia a la reducción hasta 2009, que cambia de dirección en 2010, año para el cual la tasa de
mortalidad por 100.000 habitantes es de 29,5.
AIPE 0 0 0 0
HUILA 57,23 38,93 20,21 29,51
Fuente: Secretaría de Salud departamental; DANE, estadísticas vitales, proyecciones de población 1985-2020.
Además de la mortalidad materna, se utilizan tres indicadores que inciden directamente sobre esta.
El primero se refiere a los controles prenatales que toma la mujer en el embarazo. En Colombia se
estableció como política que toda mujer embarazada debe asistir como mínimo a cuatro controles
prenatales. Por esta razón, el indicador que se utiliza como seguimiento a esta meta es el porcentaje
de nacidos vivos cuyas madres tuvieron cuatro o más controles prenatales.
El segundo indicador es la atención institucional del parto, y se refiere al número de nacidos vivos
que fueron atendidos en una institución de salud. Y por último, el tercero es la atención del parto
por personal calificado, que se refiere al número de nacimientos que fueron atendidos por personal
médico o enfermeras. El aumento de estos indicadores son las medidas de política a las que se ha
72
dado prioridad para reducir la muerte materna, especialmente en el caso de los embarazos de alto
riesgo, pero también cabe contemplar otras intervenciones más integrales como aquellas que
inciden sobre el entorno social de las mujeres y contribuyen a evitar embarazos no planeados. Por
otra parte, el impacto de los cuidados en la gestación se mantiene durante los primeros años de
vida; así, otros indicadores como el del porcentaje de niños con bajo peso al nacer, que se presentó
en el capítulo I, pueden mejorarse si existen más controles prenatales que diagnostiquen este
problema para el niño antes de que este nazca.
La evolución de la mortalidad materna coincide con los datos que muestran el porcentaje de nacidos
vivos con más de cuatro controles prenatales y el porcentaje de atención institucional y por personal
calificado del parto, como se observa en la tabla 17 y gráficos 18 y 19. La tabla ilustra el indicador de
controles prenatales en Aipe. En 2010 el 69,89% de las gestantes tuvieron cuatro controles
prenatales; este indicador se encuentra por debajo del nivel del departamento, que para ese mismo
año alcanzó el 80,3%.
Fuente: Secretaría de Salud del Huila (2011); DANE, proyecciones de población 1985-2020.
31
La información sobre controles prenatales que proviene de la Secretaría de Salud departamental, si bien es
un medio pertinente de seguimiento de la política pública, no es la fuente oficial para comparar con la meta
del milenio; por lo tanto, se puede saber la dirección del indicador y qué municipios presentan rezagos, pero
no se puede inferir a partir de esta información la situación respecto a la meta.
73
los que están accediendo aipunas y huilenses. Según los gráficos 18 y 19, en el municipio de Aipe la
atención institucional del parto está vinculada con la atención del parto por personal calificado.
Desde 2008 existe una brecha entre el porcentaje de mujeres de Aipe (79,76%, aproximadamente,
para 2010) y del Huila (97,4%, aproximadamente, para 2010) que han dado a luz en instituciones de
salud y han sido atendidas con personal calificado. Se reconoce que después de la fuerte reducción
que se experimentó en la cobertura de estos servicios en 2008, el municipio ha realizado esfuerzos
en el tema, obteniendo una reducción de la brecha que se presentaba en 2008, de 35,7 puntos
porcentuales, y que para 2010 es de 17,6 puntos porcentuales. Lo anterior no solo es relevante por
el incremento de la cobertura, sino también por la velocidad con que el municipio se aproxima a la
cobertura del departamento y a la meta del milenio, meta que el Huila como departamento ya tiene
cumplida.
Gráfico 18. Parto institucional Gráfico 19. Parto atendido por personal
calificado
%
%
En cuanto a la promoción de la salud sexual y reproductiva de las aipunas, la meta universal es lograr
el acceso universal a la salud reproductiva. En el caso colombiano, la meta para 2015 es aumentar el
uso de métodos anticonceptivos a un 65% en la población femenina adolescente y a 75% en la
población femenina que es activa sexualmente.
74
% %
Municipio /
2007 2008 2009
Dpto.
AIPE 0 15,82 15,34
HUILA 10,69 9,59 11,28
El último indicador de este ODM se refiere a un problema de salud sexual que causa muchas
muertes en las mujeres: el cáncer de cuello uterino. La información sobre la tasa de mortalidad por
dicha enfermedad en el municipio de Aipe y en el Huila, que se encuentra en la tabla 18, en la cual
se puede observar que en el municipio la mortalidad de las mujeres por esta causa tuvo un aumento
en 2009 de 15,34 %. La cifra es aún más alarmante para el departamento, puesto que dicho
indicador ha ido en aumento; pasó de 10,6% en 2007 a 11,2% en 2009. No obstante, cabe destacar
76
que tanto en el Huila, como especialmente en Aipe, el indicador está retirado de la meta del ODM,
por lo que se deben tomar acciones para acelerar la reducción de la mortalidad por esta razón.
En síntesis, el municipio de Aipe ha hecho varios avances, y cuenta con datos favorables en las
metas de mortalidad materna, métodos anticonceptivos en jóvenes y número de jóvenes
embarazadas. Estos tres indicadores ya cumplieron la meta. Además de esto, su situación respecto
al departamento es más favorable, pues el Huila todavía no ha logrado alcanzar estas metas. Los
cinco indicadores restantes son en los que el municipio presenta problemas: se encuentra 30 puntos
porcentuales por debajo de la meta en partos atendidos por personal calificado y en instituciones,
además de tener una alta tasa de mortalidad por cáncer de cuello uterino. Cabe recalcar que las
garantías sobre difusión, atención y orientación a las jóvenes y mujeres aún no son claras, ya que la
información compromete únicamente a la población que hace parte de los programas de
planificación, que podría coincidir con población vulnerable, pero es necesario otros medios de
identificación.
77
Fuente: DNP (2011) CONPES Social No. 140; Secretaría de Salud del Huila; DANE, Estadísticas Vitales.
1/ Información para el año 2010.
2/ El dato nacional fue calculado por medio del informe UNGASS del observatorio del VIH con base en el Sistema de
Vigilancia en Salud Pública (SIVIGILA). El dato del Huila fue obtenido por medio del Observatorio del VIH, sede Huila,
que hace parte de la Secretaría de Salud Departamental.
78
El indicador que mide la tasa de prevalencia del VIH/SIDA toma una población entre 15 y 49 años.
Para este grupo etario la incidencia a nivel nacional es de 0,59% en 2009, una cifra que cumple la
meta de 2015, es decir, aun teniendo en cuenta el sub-reporte que existe en los registros, un
problema que se ha venido corrigiendo, la prevalencia en nuestro país es baja; sin embargo, este
resultado no implica que se puedan ignorar los retos que esta epidemia conlleva para el sistema de
salud y el compromiso que debe asumir el Estado en la eliminación de riesgos evitables de
morbilidad y mortalidad.
Por otro lado, las dos enfermedades transmitidas por vectores que se contemplan en este objetivo
son, en primer lugar, el dengue, una enfermedad endémica que afecta no solo al país en general,
sino también al departamento. Respecto a esta enfermedad la meta nacional es de 47 casos de
mortalidad; sin embargo, en el año 2009 el país registró 92 casos de muertes por esta enfermedad,
lo que implica que para 2015 deben reducirse a la mitad los casos actuales, con el fin de cumplir con
la meta, dado que esta se encuentra definida en valores absolutos, y por lo tanto, es un reto
importante que involucra al país en su conjunto y con mayor responsabilidad en los territorios
donde la mortalidad y la incidencia asociadas con ella han sido tradicionalmente mayores. En
segundo lugar, se encuentra la problemática de malaria, conocida también como paludismo.
Respecto a esta se tiene como meta llegar a 34 casos de mortalidad en 2015. En 2009 se registraron
tan solo 28 casos; en consecuencia, el reto de política es mantener o reducir los niveles de
mortalidad actuales.
79
1. El VIH/SIDA
Como se observó en el apartado anterior, en Colombia el VIH/SIDA tiene bajos niveles de incidencia,
en relación con las cifras que se registran a nivel internacional. Esto no implica que se dejen de
tomar medidas ante a esta enfermedad; por el contrario, es un llamado de alerta para poner mayor
énfasis en la etapa de la transmisión, con el fin de erradicar dicha enfermedad del departamento y
del municipio por completo. Los indicadores seleccionados por el CONPES Social No. 140 para
monitorear la enfermedad son cuatro. El primero es la tasa de prevalencia entre las personas de 15
a 49 años; este busca observar cuál es el porcentaje de personas infectadas con el virus y que se
encuentran en una edad donde la vida sexual es más activa; es una manera de monitorear el riesgo
de que la enfermedad se expanda; por ende, es el principal indicador al que debe hacerse
seguimiento, con el fin de erradicar el VIH/SIDA del municipio.
Los otros dos indicadores se refieren más al cuidado de quienes ya están contagiados por la
enfermedad; estos son la mortalidad asociada al VIH/SIDA y la cobertura del tratamiento
antirretroviral, fundamental para sobrevivir ante la enfermedad. Todos estos indicadores
relacionados con el VIH/SIDA, con excepción de la tasa de mortalidad, presentan un problema serio
de sub-reporte a nivel nacional, que se ha venido mejorando, y además enfrentan problemas para
que sean representativos a nivel municipal. Los datos analizados provienen de los reportes del
SIVIGILA y estudios centinela que son procesados por la Secretaría de Salud departamental, la cual
realiza una caracterización detallada del virus y tiene un sistema de información de seguimiento al
respecto que cada vez mejora, tanto en términos de variables de medición como en términos de
precisión en el cálculo de dichas variables.
Para la medición de la tasa de incidencia, se toman todos los casos nuevos de contagio, en lugar de
solamente aquellos que hagan parte de la población entre 15 y 49 años; no obstante, en el
80
denominador se mantiene dicha población; por lo tanto, la tasa está sobreestimada32. Dicha
medición se presenta en la tabla 20. En esta se observa cómo Aipe es un municipio con pocos casos
registrados de VIH/SIDA; en 2005 y 2008 se registraron dos casos; en consecuencia, la tasa anual de
incidencia fue de 0,019% para este último año, mientras que en el Huila fue de 0,017% para el
mismo año. El municipio no muestra entonces síntomas de expansión de la enfermedad, dado que
durante varios años no se registraron nuevos casos.
AIPE HUILA
Tasa de Tasa de
Años Casos Casos
incidencia (%) incidencia (%)
2002 0 0,000 86 0,018
2003 2 0,023 92 0,019
2004 0 0,000 92 0,019
2005 2 0,022 84 0,017
2006 0 0,000 91 0,018
2007 1 0,010 84 0,016
2008 2 0,019 92 0,017
2009 0 0,000 114 0,021
2010 0 0,000 94 0,017
Fuente: Secretaría de Salud del Huila, Programa de Salud Sexual y Reproductiva departamental. Nota: los datos del Huila
no coinciden exactamente con el agregado de municipios. Una de las razones es que existen casos en los cuales no se logró
identificar el municipio. Otra es que para el caso del departamento, se tomaron los datos más actualizados, que corrigen
datos de años anteriores, mientras que para los municipios no se tomó el dato reportado para cada año.
No solo es importante ver los casos nuevos que se registran, sino también cómo la población que
sufre esta enfermedad crece y con ella la probabilidad de contagio entre los habitantes del
municipio. Al observar la incidencia acumulada, esto es, considerando toda la población que ha sido
identificada año tras año se tienen registros desde 1988 y descontando los casos que durante este
tiempo han fallecido, en el año 2010, el municipio de Aipe no registra ningún caso de pacientes
32
Se realiza esta medición alternativa, dado que no se pueden desagregar para años anteriores, los casos
nuevos por grupo etáreo y a nivel municipal; en consecuencia, trabajamos con la población afectada por el
VIH/SIDA de forma agregada.
81
Los datos sobre mortalidad por esta enfermedad, tabla 21, son registrados por las estadísticas
vitales, por lo que tienen un menor grado de sub-reporte. En el Huila se observa cómo esta
enfermedad tuvo en 2009 una tasa de 5,52 defunciones por 100.000 habitantes, a diferencia de lo
que ocurre en Aipe, donde en este mismo período la mortalidad a causa de esta enfermedad fue
nula.
Tabla 21. Mortalidad por VIH/SIDA
AIPE HUILA
Tasa de
Número de Número de Tasa de mortalidad
mortalidad VIH
Años defunciones por defunciones VIH SIDA por
SIDA por 100.000
VIH SIDA por VIH SIDA 100.000 hab.
hab.
2007 0 0,00 82 7,88
2008 1 4,63 53 5,03
2009 0 0,00 59 5,52
Al observar desde todos los puntos de vista posibles la epidemia del VIH/SIDA, vemos cómo esta
crece en el Huila. Sin embargo, Aipe es un municipio que aún no se encuentra influido por esta
enfermedad, ya que no se presenta un patrón claro de contagio, más allá del hecho de que este
último se da por vía sexual; por lo tanto, las políticas deben enfocarse en aumentar la cobertura de
33
La tasa de incidencia tiene cierto grado de sobrestimación, pues no se contaba con información sobre la
edad de los infectados, para excluir a quienes tuvieran menos de 15 años o más de 49. La única base de datos
que contaba con estos cálculos, también agregaba las defunciones, lo que implicaba un subreporte mayor.
82
terapia antirretroviral y practicar políticas que incidan en la prevención por medio del uso de
preservativos y campañas que eviten el contagio.
2. Dengue y malaria
El dengue y la malaria son enfermedades transmitidas por vectores y hacen parte de un problema
de salud pública. En términos de mortalidad por dengue, el departamento ha registrado más de
cinco casos para los años 1998, 2001, 2002, 2003, 2005 y 2009, lo que significa que aún falta camino
por recorrer para erradicar esta enfermedad del departamento y evitar las muertes que deja a su
paso.
Como lo revelaron las cifras anteriores, el municipio ha sufrido de forma importante la epidemia de
dengue, la que ha causado varios casos de muerte. La letalidad de esta enfermedad a nivel
municipal es elevada para el año 2006, dado que dicho año se presentaron 20 muertes por esta
causa, y posteriormente esta cifra se redujo a 16 muertes en 2009. Por el contrario, en el Huila,
según cifras de la Secretaría de Salud del departamento, la letalidad tuvo un pico en 2005,
alcanzando el 12,5%, pero desde entonces y hasta 2009 (último año para el que se cuenta con
83
información sobre muertes por dengue) ha estado por debajo de 2%, cumpliendo con la meta
propuesta. No obstante, dicho dato se debe tomar con reserva, dado que aún no se conocen los
datos de mortalidad de 2010, año en el cual, como se observó, hubo una fuerte epidemia de dengue
que incrementó ostensiblemente la tasa de morbilidad a causa de esta enfermedad.
Las intervenciones que tienen que ver con el control de los vectores que ya están presentes en el
departamento, deben continuar para asegurar el cumplimiento de las metas en este objetivo. El
continuo fortalecimiento de las actividades de vigilancia y la cobertura universal de la vacunación
deben ser medios activos y eficientes para evitar la propagación de enfermedades virales,
epidémicas y letales.
En resumen, el municipio de Aipe presenta indicadores positivos respecto a este ODM, no registra
un gran número de casos de VIH/SIDA y tampoco de malaria. En cuanto al dengue, sí se presentó un
aumento en la tasa de mortalidad de esta enfermedad, en razón de la epidemia de 2010. A pesar de
esto, la situación del municipio es favorable con respecto a las metas propuestas para 2015. Esto
refleja una buena ejecución de programas encaminados a mejorar la salud de la población aipuna,
en donde según las cifras arrojadas, se muestra el objetivo alcanzado por dicho programa. Sin
embargo, debe evitarse que los problemas de salubridad en estos aspectos se transmitan de otros
municipios infectados, y no debe descuidarse el reciente brote de dengue de 2010, con el fin de no
perder el avance alcanzado por el municipio en este ODM.
84
Fuente: DNP (2011), CONPES Social No. 140; cálculos de los autores con base en SINEB (2007-2009); Corporación
Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM); DANE, CENSO Básico 2005, proyecciones de vivienda con base en el
CENSO; Aguas del Huila (2010). Para los cálculos se utilizaron los datos del CENSO básico 2005, las proyecciones de
vivienda 1985-2020 y las cifras de cambio en la cobertura proporcionadas por Aguas del Huila, de tal forma que el dato de
2005 de la serie concuerda con la información que se obtiene por medio del CENSO.
85
Este ODM tiene como meta universal lograr un medio ambiente sostenible y un hábitat adecuado
para la población urbana y rural. El medio ambiente sostenible es seguido por medio de actividades
de reforestación, disminución de la contaminación e implementación de planes de recuperación y
conservación de superficies protegidas (parques naturales). El hábitat adecuado para los
asentamientos humanos se mide por medio del acceso de la población al agua potable, saneamiento
básico y existencia de un asentamiento adecuado para los hogares. La importancia del
sostenimiento del ecosistema y el cuidado de la flora y fauna silvestre abarcan dimensiones no
solamente nacionales, sino también departamentales y municipales, a través de estrategias que se
emprenden a nivel local con el fin de disminuir el deterioro del medio ambiente. Sin embargo, la
meta de conservación de áreas protegidas no debe evaluarse desde una perspectiva meramente
local, pues es importante tener en cuenta que en ocasiones las áreas protegidas no se encuentran al
interior de un municipio, exclusivamente, y también es posible que un municipio pueda no tener
áreas naturales para proteger, mientras que otros tienen casi toda su extensión político-
administrativa cubierta por un ecosistema valioso. En consecuencia, las políticas en torno a la
protección ambiental deben ser de carácter regional, razón por lo cual evaluaremos al Huila en su
conjunto.
Dadas las propiedades de estabilidad biológica y biodiversidad de las áreas naturales, es necesario
generar sistemas que las protejan, recuperen y conserven. Los indicadores que se encargan de
monitorear el cuidado del medio ambiente son la reforestación, la disminución de la contaminación
y la creación de zonas protegidas que hacen parte del sistema de parques nacionales naturales.
La institucionalidad ambiental funciona desde la escala nacional hasta la local, bajo la siguiente
estructura: a nivel nacional se reconoce el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) como la
institución que sirve de medio de articulación entre actores, estrategias y medios para la protección
de las áreas que han sido elegidas para ser parte del sistema de parques naturales.
Si bien la responsabilidad sobre dichas áreas compete a todos los colombianos, existe una
institucionalidad de menor escala que toma el rol en actividades específicas de conservación. Dentro
de este esquema el Huila hace parte del Sistema Regional de Áreas Protegida (SIRAP) Macizo
86
Colombiano, que integra los departamentos de Cauca, Caquetá, Valle del Cauca, Huila, Nariño,
Putumayo y Tolima. A nivel departamental, el Sistema Departamental de Áreas Protegidas (SIDAP)
trabaja de manera conjunta con la CAM, y finalmente, el Sistema Local de Áreas Protegidas (SILAP)
se encarga de áreas locales. Los objetivos de cada uno de esos sistemas son: preservar, proteger,
conservar y monitorear las áreas señaladas por el sistema de parques naturales, a través de
estrategias específicas o de sensibilización, según el alcance del Sistema.
El departamento del Huila cuenta con áreas naturales del orden de 662.574 hectáreas de gran
importancia biológica, es decir, casi una tercera parte del departamento. Allí se encuentran especies
como el oso de anteojos, el águila real, el cóndor andino, el puma, los bosques andinos o de roble
negro; este último es de gran importancia en el ciclo hídrico. Analizando el municipio de Aipe, en las
tablas 23 y 24 se puede observar que dicho municipio no tiene parques protegidos por el
departamento; por lo tanto, no cuenta con unos de los indicadores propuestos en el ODM 7.
El cálculo de los indicadores sobre la proporción de familias que tienen abastecimiento de agua y
servicio de alcantarillado es diferente para la zona urbana y la zona rural. Según el CONPES Social
140, las condiciones mínimas sobre el saneamiento básico en zonas rurales incluyen contar con el
servicio, por acceso del hogar al sistema de alcantarillado, pozo séptico o letrina. Para el caso
urbano, solo se considera el primer mecanismo. Respecto a las condiciones mínimas de
abastecimiento de agua en la zona rural, se admite acceso por acueducto, tubería, bomba o pila
pública, mientras que para la zona urbana se admite únicamente acceso por medio de acueducto.
Por lo anterior y ante la imposibilidad de conseguir información sobre alternativas de acceso
34
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 80% de las enfermedades se transmiten
a través del agua contaminada.
87
diferentes de acueducto y alcantarillado, contempladas para la zona rural, los indicadores sobre
cobertura en esta zona presentan un sub-reporte, pues se consideraron solo las viviendas que
pueden acceder a alcantarillado y acueducto.
Categoría Planes de
Entidad Área total
Región de área Nombre Municipios manejo
responsable (has.)
Protegida actualizados
PITALITO, SAN
Corredor Biológico
1 PNR AGUSTÍN, PALESTINA CAM 73.183 Sí
Guacharos-Puracé
Y ACEVEDO
Cerro Páramo de ALGECIRAS, GARZÓN
2 PNR CAM 35.664 Sí
Miraflores Y GIGANTE
NEIVA, RIVERA,
3 PNR Siberia-Ceibas TELLO, ALGECIRAS Y CAM 28.354 Sí
CAMPOALEGRE
ÍQUIRA, TERUEL,
Cerro Banderas-Ojo
4 PNR SANTA MARÍA Y CAM 24.914 Sí
Blanco
PALERMO
LA ARGENTINA,
Serranía de las
5 PNR TARQUI, LA PLATA, CAM 28.145 Sí
Minas
EL PITAL Y OPORAPA
Eco-Región la VILLAVIEJA Y
6 PNR CAM 56.576,41 Sí
Tatacoa BARAYA
Fuente: Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM). Secretaria de Agricultura y Minería del Huila.
88
Categoría Planes de
Entidad Área total
Región de área Nombre Municipios manejo
responsable (has.)
Protegida actualizados
1 PNM OPORAPA OPORAPA CM 1.195,98 Sí
2 PNM PITAL PITAL CM 6.740,17 Sí
3 PNM TARQUI TARQUI CM 925,54 Sí
4 PNM LA ARGENTINA LA ARGENTINA CM 22.876,07 Sí
5 PNM LA PLATA LA PLATA CM 2.742,71 Sí
6 PNM PALESTINA PALESTINA CM 10.092,42 Sí
7 PNM ISNOS ISNOS CM 817,21 Sí
8 PNM PITALITO PITALITO CM 4.372,34 Sí
9 PNM SALADOBLANCO SALADOBLANCO CM 1.783,08 Sí
10 PNM ELÍAS ELÍAS CM 107,85 No
11 PNM GARZÓN GARZÓN CM 5.453 No
12 PNM NÁTAGA NÁTAGA CM 474 No
13 PNM ACEVEDO ACEVEDO CM 245 No
14 PNM SAN AGUSTÍN SAN AGUSTÍN CM 1.283,7 No
15 PNM TIMANÁ TIMANÁ CM 1.210 No
16 PNM SUAZA SUAZA CM 15.160,76 No
17 PNM GIGANTE GIGANTE CM 14.900 No
18 PNM TESALIA TESALIA CM 1.176,71 No
19 PNM ALTAMIRA ALTAMIRA CM 4.636,49 No
20 PNM CAMPOALEGRE CAMPOALEGRE CM 2.300 No
21 PNM GUADALUPE GUADALUPE CM 12.846,93 No
Fuente: Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM). Secretaria de Agricultura y Minería del Huila.
89
En el gráfico 24 se revelan las diferencias alrededor del municipio de Aipe, en relación con el
departamento del Huila y el tipo de zona que se observe. Las diferencias sobre cobertura no son
muy amplias entre municipio y departamento, a pesar de que en los tres últimos años la brecha ha
aumentado. En 2010, la zona urbana del departamento presentó una cobertura de acueducto de
97,5%, y el municipio de un 95,1%. Aunque la diferencia no es notable, no hay que desconocer que
el municipio ha descendido en acceso, ya que para el año 2005, el 97,6% de la población aipuna
localizada en el área urbana podía acceder a acueducto. En el caso de la zona rural, el rezago del
municipio en relación con el departamento se mantiene. En 2010, Aipe tenía una cobertura de
acueducto de 44,2%, mientras que el Huila de 59,8%. De manera sorprendente, y en dirección
opuesta al departamento, en los años 2005, 2006 y 2007, en la zona rural de Aipe la disposición en
este tipo de cobertura ha venido descendiendo.
Fuente: DANE, CENSO (2005) y Aguas del Huila. Diagnóstico municipal sobre el Acueducto y Alcantarillado (2010). El dato
corresponde a los hogares que cuentan con acueducto y alcantarillado por tanto subestima el valor del indicador para la
zona rural definido por el CONPES Social No. 140 donde las condiciones para definir agua potable y saneamiento básico
son menos estrictas que las utilizadas por el Departamento del Huila
Fuente: DANE, CENSO (2005) y Aguas del Huila. Diagnóstico municipal sobre el Acueducto y Alcantarillado (2010). El dato
corresponde a los hogares que cuentan con acueducto y alcantarillado por tanto subestima el valor del indicador para la
zona rural definido por el CONPES Social No. 140, donde las condiciones para definir agua potable y saneamiento básico
son menos estrictas que las utilizadas por el Departamento del Huila
Es visible que la cobertura no ha aumentado de manera significativa a través de los años. Una de las
posibles razones es la indebida ejecución de proyectos enunciados en el Plan de Desarrollo
municipal de 2008-2011, que involucraban políticas importantes en la mejora del acceso al agua
potable por parte de las viviendas, tanto en la zona urbana como en la zona rural; sin embargo, aún
existe un gran trabajo por hacer en este municipio, en cuanto a políticas públicas, en términos de
saneamiento básico y agua potable.
En síntesis, el objetivo del manejo sostenible del medio ambiente presenta dos hechos que apuntan
en direcciones opuestas. El primero es que el municipio de Aipe no cuenta con áreas naturales, y el
91
Fuente: DNP (2011), CONPES Social No. 140; DANE, CENSO Ampliado de 2005; Ministerio de Telecomunicaciones.
1/ Datos para el año 2005. El ítem que se utilizó como insumo fue: la persona respondió afirmativamente tener
computador en el CENSO Básico 2005.
2/ Según el Programa Nacional de Uso de Medios y Tecnologías de Información y Comunicación (MTIC) corresponde a un
valor sujeto a ajuste, con la metodología de estimación de usuarios del servicio de internet que el Gobierno nacional
adopte (CONPES social 140).
3/ Con el fin de no definir una metodología ad hoc se escogió calcular la cobertura como el número de suscriptores por
vivienda; hasta que no exista una metodología oficial, esta cifra no puede compararse con la meta que se debe cumplir.
4/ Dato calculado por medio de las exportaciones e importaciones de computadores; no puede replicarse a escala
departamental.
93
El octavo ODM tiene como meta universal lograr una alianza mundial desde dos frentes: el primero
apunta a la cooperación internacional para el desarrollo, y el segundo, a la conectividad global por
medio del acceso efectivo a teléfonos móviles, computadores e Internet; sistemas de comunicación
que se han convertido en herramientas fundamentales a nivel local e internacional.
La comunidad internacional espera que se cumplan los acuerdos establecidos en la Cumbre del
Milenio, realizada el año 2000, donde los países más desarrollados adquirieron el compromiso de
establecer relaciones de cooperación con los países en vía de desarrollo, en temas como:
transferencia de tecnología; acceso amplio y equitativo a los mercados de los países desarrollados, a
medicamentos esenciales, a tecnologías en general, y a aquellas especialmente relacionadas con
información y comunicaciones.
De igual manera, los países desarrollados deberán establecer alianzas de cooperación para el
progreso de los menos desarrollados, en asuntos nacionales tales como la inserción de los jóvenes
en el mercado laboral, el apoyo al desarrollo empresarial y el establecimiento de mecanismos de
condonación de la deuda externa para los países más pobres.
A nivel nacional, las entidades encargadas de coordinar las políticas de cooperación internacional
son la Agencia Presidencial para la Acción Social, en alianza con el Ministerio de Relaciones
Exteriores. Estas instituciones focalizan los proyectos de cooperación, para lograr el cumplimiento
de los demás ODM. Por lo tanto, la misión de los municipios y gobiernos locales consiste en
sincronizar y aunar esfuerzos con estas entidades, con el fin de lograr cumplir con este y los demás
ODM.
El uso eficiente y efectivo de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) resulta de
gran importancia, porque contribuye al mejoramiento de la inclusión social y además genera
mayores niveles de competitividad en el país. Los indicadores propuestos por el CONPES Social 140
94
para el seguimiento del octavo ODM se enfocan en medir el acceso de la población a distintos tipos
de tecnologías de información: celular, internet y computadores.
En cuanto al tema de acceso a computadores, la meta a nivel del país está estimada en 23,8 por
cada 100 habitantes. Según el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, en
2010 la cobertura de computadores por cada 100 habitantes era de 16,8, cifra que indica la
necesidad de formular políticas dirigidas a ampliar el acceso de la población en esta meta. Para
lograrlo, resulta determinante dirigir fondos de cooperación internacional y de empresas privadas,
hacia proyectos de inclusión de la población en este aspecto. Dada la dificultad de conseguir
información actualizada de cifras sobre posesión de computador a nivel municipal, se toman datos
del CENSO realizado por el DANE en 2005. A partir de este, pueden sacarse igualmente importantes
conclusiones sobre el uso y la tenencia de computadores.
Al observar la tabla 26 se encuentra que, según lo reportado por el CENSO de 2005, 3,1 de cada 100
hogares de Aipe tenían computador, mientras que para el departamento esta cifra era de 9,7 por
cada 100 hogares; sin embargo, evaluar el acceso a las TIC desde la posesión, no es del todo realista,
en el sentido de que las personas pueden tener acceso a un computador por medio de un familiar, el
colegio, el lugar de trabajo o los negocios de café internet. Por lo tanto, si se observa cuál es el
porcentaje de personas que respondieron haber usado un computador la última semana, para el
caso de Aipe, el 40% de las personas respondieron haber usado uno. La diferencia entre las cifras
significa que, efectivamente, el acceso a TIC en Aipe no depende de la posesión de computador, sino
de otros mecanismos que explican el acceso de la población a estos servicios.
95
AIPE HUILA
Hogares que Personas que Hogares que Personas que
Zona
tienen usaron un tienen usaron un
computador computador computador computador
Urbano 4,0 55 14,96 38,8
Rural 1,0 16 1,06 8,6
Total población 3,1 40,0 9,7 26,9
También cabe resaltar la constante brecha entre lo urbano y lo rural. La tabla 26 revela que 4% de
los aipunos que habitan en la zona urbana tienen computador, mientras que para el caso rural este
valor es de 1%. Por otro lado, si se observa el uso del computador, la brecha se amplía, tanto en
términos absolutos como en términos relativos. Los habitantes de la zona urbana tienen un 55% de
acceso, en tanto que los de la zona rural solo un 16%. El desbalance que existe entre la zona urbana
y rural del municipio en cuestión de uso del computador no es tan marcado como lo es en el
departamento; sin embargo, sí hay una brecha considerable en la tenencia de computador.
El uso del computador en Aipe se relaciona con la población joven, pues se observa que la población
entre 10 y 15 años de edad es la que lo utiliza con mayor frecuencia; el porcentaje de uso para este
rango de edad sobrepasa el 60%. En del departamento, también los usuarios de aproximadamente
15 años son los que más usan el computador; sin embargo, el porcentaje de uso en este caso es
inferior al de Aipe en 22 puntos porcentuales, aproximadamente; así mismo, es notorio también el
menor uso del computador en jóvenes, adultos y adultos mayores con relación al municipio de Aipe,
el cual es un caso particular para la población de 90 años, dado que según el tamaño de la población
de dicho municipio, 19 observaciones de personas en este rango de edad afirmaron utilizar este
servicio (ver gráficos 26 y 27).
96
Gráfico 26. Uso del computador Gráfico 27. Uso del computador
en el municipio de Aipe en el departamento del Huila
Al tomar los abonados a teléfonos celulares, los avances logrados por Colombia en los últimos años
son importantes: en 2008, 93 de cada 100 colombianos contaban con el servicio de telefonía móvil,
un avance importante si se considera que en 2003 solo 14 de cada 100 tenían este servicio35. Por lo
tanto, la meta fijada para 2015 por el país, consistente en un 100%, es bastante alcanzable, dada la
evolución de la cobertura que la telefonía celular ha tenido en la última década; sin embargo, no se
cuenta con información a nivel municipal para analizar el diagnóstico de Aipe y del Huila al respecto.
Por último, la otra medición propuesta en términos de TIC es la del porcentaje de población con
acceso a Internet. En este indicador, la cobertura del país también ha tenido un avance significativo.
Según DNP (2010), el número de suscritos a Internet de 2008 ha aumentado 2,8 veces más que los
suscritos que había al finalizar 2004. Esto en cifras de acceso por personas representa un aumento
de 2,2 millones de suscriptores. Si bien el país ha venido mejorando en este aspecto, la cobertura de
Internet aún se encuentra concentrada en el sector urbano36.
35
II Informe de Seguimiento a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (DNP, 2010).
36
La información sobre la cobertura de Internet permite ser desagregada a escala municipal. Si bien adolece de problemas
de subreporte, es un indicador valioso de la dinámica de la cobertura a nivel municipal. El Ministerio de Tecnologías de la
Información y las Comunicaciones registra dos formas de acceso a Internet: el conmutado y el abonado. El primero es de
menor calidad que el segundo, pues se comunica por medio del cable telefónico.
97
Teniendo en cuenta que este indicador es sensible a la metodología aplicada para el cálculo de los
usuarios que acceden por cada suscripción a Internet, se optó por considerar como población
objetivo las viviendas. Es decir, la cobertura expresa qué porcentaje del total de viviendas
representan los suscriptores, asumiendo así que todos los miembros de una misma vivienda tienen
acceso. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que este valor sub-reporta el acceso, pues no
considera las personas que acceden a Internet en lugares públicos como colegios, bibliotecas y cafés
Internet. Sin embargo, vale la pena resaltar que el acceso desde el hogar no es igual en términos de
conectividad que el acceso desde un lugar público.
Según el DNP (2010), los incrementos en cobertura pueden haber sido generados por resultado del
mercado y la proliferación de las empresas que proveen el servicio, más que por las políticas
del municipio37.
37
DNP (2010). II Informe de Seguimiento de los Objetivos del Desarrollo del Milenio.
98
Fuente: cálculos de los autores; DANE, proyecciones de población según CENSO 2005; consolidado SIUST; consolidado
anual de suscriptores.
En síntesis, la tenencia de computador en Aipe muestra una proporción en la zona rural similar que
la del departamento; en tanto que en la zona urbana, por el contrario, el departamento muestra una
cobertura tres veces mayor en este aspecto. Además, la brecha entre el departamento y el
municipio en términos de tenencia de computador es mucho mayor que en términos de uso de este,
lo cual significa que el acceso al computador en este municipio se da a través de mecanismos
distintos a de la propiedad. Por otra parte, con respecto al acceso a Internet, Aipe muestra una en
cobertura, lo que hace que el objetivo de alcanzar la meta sea mucho menos factible para el
municipio y bastante difícil para el departamento. En consecuencia, se debe realizar una mejor
ejecución de políticas encaminadas a mejorar estos indicadores. Tal es el caso del programa
“Comunicaciones”, citado en el Plan de Desarrollo 2008-2011, en donde según la situación d
municipio, no se ratifica un cumplimiento exitoso.
99
Conclusiones
Aipe se encuentra en el grupo de municipios de la categoría de nivel de pobreza medio bajo según el
índice de necesidades básicas insatisfechas con un 38 y con un índice de calidad de vida de 66 tal
como se indica en el gráfico tres de la cartilla departamental. Con respecto a la tasa de desnutrición
crónica está un tanto por encima del promedio departamental lo cual indica que deben definirse
programas y proyectos que mejoren la nutrición sobre todo en los niños y jóvenes y la población de
la tercera edad.
La población rural de Aipe muestra menores niveles de privación con respecto al consumo de
alimentos que la población urbana. Esto obedece a la ventaja que tiene el campo como fuente de
alimentación. Sin embargo, al observar múltiples dimensiones de la calidad de vida que integra el
Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (en adelante NBI), se advierte una amplia brecha entre
Aipe y el Huila.
Una de las condiciones que permiten reducir los indicadores de pobreza de los hogares es la
educación, por lo que evaluar el progreso educativo de los aipunos es una forma de valorar si la
política pública garantiza la movilidad social. De esta manera, al observar que el porcentaje de
personas que no tienen ningún nivel educativo es superior a 10 % para la población de 40 años, se
evidencia que es necesario formular políticas de educación dirigidas a estas generaciones.
100
Por otro lado, en términos de educación secundaria, se observa un progreso significativo en los
últimos 10 años; más del 40 % de los aipunos entre 10 y 19 años cursan secundaria, una cifra
distante a la de los demás grupos poblacionales y que resalta el esfuerzo hecho en materia
educativa por el municipio. Por otra parte, también se evidencia el camino que falta por recorrer en
cuanto a avances en cobertura de educación superior, en donde se puede observar un porcentaje
muy bajo, no mayor a 8,9 %. Sin embargo, se debe considerar que Neiva es donde se encuentra
concentrada una alta proporción de la oferta de educación superior, y por consiguiente, los
estudiantes de este nivel de educación por lo general migran a hacer sus estudios a la capital del
departamento.
El municipio presenta una evolución positiva en los indicadores de pobreza desde una perspectiva
multidimensional y hambre. Entre 1993 y 2005, el NBI disminuyó, el ICV aumentó, y la tasa de bajo
peso al nacer también disminuyó en el último lustro. La evolución favorable de estos indicadores se
ve reflejada en resultados tales como mayores oportunidades de empleo, pues el municipio de Aipe
cuenta con un gran potencial minero, lo que constituye en gran parte la economía de esta región.
Además de esto, se encuentra categorizado como uno de los principales productores de arroz riego;
esta actividad agroexportadora genera altos ingresos para la mano de obra rural. De las cinco metas
propuestas para este ODM, Aipe solo ha cumplido una, pero si sigue trabajando en estos indicadores
de pobreza, como lo ha hecho durante los últimos años, existe la posibilidad de que alcance la meta
para 2015, o por lo menos que tenga cifras muy cercanas a las de los ODM. Por último, se puede
establecer que hay una sincronía entre el departamento y el municipio en el NBI y el ICV, puesto que
uno y otro han mejorado en los indicadores de pobreza.
La calidad y la cobertura son los dos principales pilares del sector educativo, como se explica en el
documento, un sector clave para la movilidad social del país y que apalanca además otros procesos
de desarrollo como la convivencia y la planificación familiar. En Aipe se han dado mejoras en
cobertura de la educación básica y media. Las cifras de cobertura para 2011 fueron de 58,67% para
educación preescolar, 73% educación primaria, 83,7% educación básica secundaria y 52% educación
media. Esto implica que la cobertura disminuye a medida que aumentan los grados de educación,
excepto en el caso de preescolar, en donde la cobertura es baja. Los niveles de educación media y
preescolar en el municipio son una alarma para alcanzar la meta de 2015; en los grados más altos los
problemas de cobertura están relacionados no solo con la capacidad de la infraestructura, sino
101
también con la deserción estudiantil, que se profundiza en jóvenes mayores de diez años; por lo
tanto, debe considerarse una mejor ejecución de las políticas propuestas en el Plan de Desarrollo,
como se evidencia en la política “Educación para Aipe”, en la cual hace falta el logro en uno de sus
objetivos citados, en el cual se hacía énfasis en mejorar la calidad del servicio educativo prestado a
la población aipuna. Además de esto, el municipio carece de falta de políticas encaminadas a reducir
las altas tasas de analfabetismo en el sector rural, analfabetismo que es de 12,8%, y la meta es
lograr un 1%, lo que indica la alta posibilidad que el municipio no cumpla con este indicador para
2015.
Los indicadores para hacer seguimiento al ODM sobre discriminación de género presentan serias
falencias de información a nivel municipal, tanto en términos de la brecha de ingresos laborales
mensuales promedio, como en términos de discriminación de género en el mercado laboral y
discriminación por violencia física y sexual. Aipe es un municipio con un alto porcentaje de mujeres
en empleos públicos; con un 50% ya sobrepasó la meta propuesta para 2015. La otra meta cumplida
de antemano por Aipe es la brecha de desempleo, que con una razón de 2, está por debajo de la
propuesta, la cual es de 3.
Los mecanismos de prevención como la cobertura de vacunación en DPT, que presenta un 88,1% de
cobertura para 2009, y triple viral con 71,1% para 2010, están todavía lejos de alcanzar la meta, la
cual es una cobertura de 95%. La tasa de mortalidad en niños menores de cinco años por 1000
nacidos vivos es de 19,6, lo que indica que está por encima de la meta planteada para 2015, que es
de 18,9 niños. El indicador que más preocupa para el municipio es la tasa de mortalidad infantil en
menores de un año por cada 1000 nacidos vivos, que es de 33,6 niños. Con relación al
102
departamento, el municipio registra siete muertes más, y 16 muertes más que la meta propuesta. Lo
anterior indica que de los cuatro indicadores propuestos para este ODM, Aipe no ha cumplido con
ninguno hasta el momento, aunque se encuentra cerca de cumplir dos: la cobertura de vacunación
en DPT y la tasa de mortalidad en niños menores de cinco años. En cuanto a los otros dos
indicadores, el municipio se encuentra bastante rezagado, por lo cual deben plantearse políticas
locales en los planes de desarrollo de la alcaldía entrante, que respondan a las principales causas de
mortalidad infantil.
El municipio de Aipe ha hecho varios avances, y cuenta con datos favorables en las metas de
mortalidad materna, métodos anticonceptivos en jóvenes y número de jóvenes embarazadas. Estos
tres indicadores ya cumplieron la meta. Además de esto, su situación respecto al departamento es
más favorable, pues el Huila todavía no ha logrado alcanzar estas metas. Los cinco indicadores
restantes son en los que el municipio presenta problemas: se encuentra 30 puntos porcentuales por
debajo de la meta en partos atendidos por personal calificado y en instituciones, además de tener
una alta tasa de mortalidad por cáncer de cuello uterino. Cabe recalcar que las garantías sobre
difusión, atención y orientación a las jóvenes y mujeres aún no son claras, ya que la información
compromete únicamente a la población que hace parte de los programas de planificación, que
podría coincidir con población vulnerable, pero es necesario otros medios de identificación.
El municipio de Aipe presenta indicadores positivos respecto a este ODM, no registra un gran
número de casos de VIH/SIDA y tampoco de malaria. En cuanto al dengue, sí se presentó un
aumento en la tasa de mortalidad de esta enfermedad, en razón de la epidemia de 2010. A pesar de
esto, la situación del municipio es favorable con respecto a las metas propuestas para 2015. Esto
refleja una buena ejecución de programas encaminados a mejorar la salud de la población aipuna,
en donde según las cifras arrojadas, se muestra el objetivo alcanzado por dicho programa. Sin
embargo, debe evitarse que los problemas de salubridad en estos aspectos se transmitan de otros
municipios infectados, y no debe descuidarse el reciente brote de dengue de 2010, con el fin de no
perder el avance alcanzado por el municipio en este ODM. El objetivo del manejo sostenible del
medio ambiente presenta dos hechos que apuntan en direcciones opuestas. El primero es que el
municipio de Aipe no cuenta con áreas naturales, y el segundo, que en cuanto a cubrimiento de
acueducto y alcantarillado, esta bien en la zona urbana y regular en las rurales, pero mejor que
muchos municipios del departamento.
103
La tenencia de computador en Aipe muestra una proporción en la zona rural similar que la del
departamento; en tanto que en la zona urbana, por el contrario, el departamento muestra una
cobertura tres veces mayor en este aspecto. Además, la brecha entre el departamento y el
municipio en términos de tenencia de computador es mucho mayor que en términos de uso de este,
lo cual significa que el acceso al computador en este municipio se da a través de mecanismos
distintos al de la propiedad. Por otra parte, con respecto al acceso a Internet, Aipe muestra una baja
cobertura, lo que hace que el objetivo de alcanzar la meta sea poco probable, lo cual se ratifica en la
gráfica que se presenta a continuación.. En consecuencia, se debe realizar una mejor ejecución de
políticas encaminadas a mejorar estos indicadores. Tal es el caso del programa “Comunicaciones”,
citado en el Plan de Desarrollo 2008-2011, en donde según la situación del municipio, no se ratifica
un cumplimiento exitoso.
Fuente: Elaboración propia a partir de los indicadores de las tablas introductorias de cada ODM
La situación del municipio de Aipe al igual que la de casi todos los municipios del departamento está
mal en el objetivo ocho con una calificación de apenas 0.5 sobre 5.0. Con relación a la clasificación
realizada por el DNP en el 2010 sobre el desempeño integral municipal, Aipe ocupó el lugar 842 a
nivel nacional entre 1107 municipios analizados y el 35 en el departamento.
104
Glosario
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