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1.

Fraccionamiento de la Masa Corporal: Un Nuevo Método para Utilizar en


Nutrición, Clínica y Medicina Deportiva
William D. Ross
1
,
Deborah A. Kerr
2
.
1
School of Kin
esiology, Simon Fraser University, Burnaby, B.C. Canada V54 1 S6.
2
Sport Nutricionist Center, Body Wise 20 Brown Street, Claremunt, W.A., Australia 6010.

RESUMEN
Los autores abogan por el abandono de los índices, los métodos densitométricos
convencionales y otros métodos basados en suposiciones de constancia biológica de las
masas tisulares, a favor del escalado normativo global del Sistema de Escala O (O
-
Scale SYSTEM) o de un fraccionamiento antropométrico de la masa corporal en cinco
componentes estructurales: piel, tejido adiposo, músculo, hueso y tejido residual. La
justificación del nuevo método de fraccionamiento parte de un individuo unisexuado de
referencia (escala Phantom) para cada una de las variables indicativas, y se valida de acuerdo
a: 1) capacidad de la suma de las fracciones estimadas para determinar la masa corporal total
en 1l subgrupos distintos de individuos de ambos sexos (n = 1,669); y 2) su capacidad para
predecir valores medios de masas fraccionales, obtenidas por disección, y determinación del
peso corporal total en 25 cadáveres humanos de ambos sexos. Se adjuntan también apéndices
para la definición precisa de las masas fraccionales estimadas y las ecuaciones utilizadas por
el método.

INTRODUCCION
En 1974, cien años después de la muerte de Adolph Quetelet, considerado como el primer
cinantropometrista, apareció el primer
Ordenador personal. El Altair 8800 era un kit que debía montar uno mismo. Tenía 256 bytes,
no Kilobytes, de memoria y no tenía teclado ni monitor.
Había que programarlo con interruptores y palancas y leer los resultados por medio de luces
apagadas o encendidas de una tabla binaria.
En aquella época, se utilizaban,
por su sencillez de cálculo, métodos de determinación de la composición corporal a base de
índices o fórmulas sencillas de predicción de la cantidad de grasa por el espesor del pliegue
cutáneo. Los índices, como el Índice de Masa Corporal
(IMC o Body MassIndex-BMI), no son ni tan útiles ni tan informativos como parece. De hecho,
hemos demostrado que cuando se aplica a amplias muestras de hombres y mujeres, de edades
comprendidas entre los 20 y 70 años, el IMC tiene solamente una eficiencia d
el 15% en la predicción de la suma de cinco espesores de pliegue cutáneo, y ligeramente mejor
en la predicción de la suma de espesores de pliegue cutáneo corregidos (Ross et al. 1988).
En otros trabajos hemos puesto a prueba las suposiciones densitométricas del modelo
bicompartamental de estimación de los compartimento graso y no graso (Ross et al., 1984;
Martin et al. 1984; Martin et al. 1986 b; Ross et al. 1987).
El modelo bicompartamental de composición corporal, llamado "la regla de oro" (gold standard)
por Wilmore (1983) y que se basa en la suposición de una ;densidad constante para cada uno
de los compartimentos, es de una simplicidad elemental
, si al 100% de grasa se le asigna una densidad de 0,90 g/ml, y a lo no graso (magro restante)
una densidad de 1,10 g/ml, conociendo la densidad corporal total obtenida por peso
subacuático (peso corregido, teniendo en cuenta el volumen residual atrapado en los
pulmones), se puede predecir el % de tejido adiposo de la manera indicada.
La suposición de que la grasa (lípido extractable con éter) tiene una densidad constante de 0,90
g/ml se refiere solamente a los triglicéridos y no tiene en cuenta los fosfolípidos ni el colesterol
del sistema nervioso, que presentan una densidad superior. Incluso
, dando por cierta la suposición de una densidad constante de un compartimiento graso
anormalmente definido, continua siendo falso de que el comprartimiento magro, en humanos,
tenga una densidad constante de l , 10 g/ml o un valor similar. Martin et al. (19
86), prueban la inconstancia de la masa libre de tejido adiposo diseccionable, demostrando, en
cadáveres, que el tejido óseo, muscular y la masa residual no están presentes en proporciones
fijas y que las densidades de cada uno de estos tejidos no es constante, especialmente la del
hueso. Dichas observaciones son consistentes con las variaciones detectadas por técnicas
médicas de visualización tales como la técnica de absorción doble de fotones (Maszeset al.,
1984). Por otro lado, como indican Martin et al
. (1986 a), además de la falta de validez de la suposición de densidades constantes para
los dos compartimentos, deben aceptarse al menos, otras cinco suposiciones
demostrablemente falsas para convertir las distancias lineales entre las placas de compresió n
del compás de pliegues, en lípidos extraíbles con éter (grasa): 1) una compresibilidad constante
de la piel y el tejido adiposo, 2) un valor despreciable para las dos capas de piel, 3) una
estructura fija de deposición del tejido adiposo,
4) una fracción constante de grasa en el tejido adiposo, y 5) una proporción fija de grasa interna
y externa.

2. UTILIDAD DEL INDICE GLICÉMICO EN NUTRICIÓN DEPORTIVA


RESUMEN

El índice glicémico (IG) representa el aumento de la glicemia producido luego de la ingesta de un determinado
alimento, en relación a la glucosa. Originalmente utilizado en nutrición clínica para el manejo de sujetos diabéticos,
este parámetro ha ampliado luego sus aplicaciones y puede ser útil en el diseño de las raciones alimentarias del
deportista. La evidencia actual sugiere que el consumo de alimentos con IG elevado previo al ejercicio puede ser
perjudicial, por la tendencia a producir durante el ejercicio hipoglicemia y reducción de la oxidación de lípidos en
relación a la de carbohidratos. Estas desventajas se pueden eliminar consumiendo altas dosis de carbohidrato de
alto IG durante el esfuerzo. Durante ejercicios prolongados de moderada intensidad el beneficio de consumir
carbohidratos de alto IG está asociado a la mantención de la glicemia, mientras que durante ejercicios de baja
intensidad, el consumo de carbohidratos de alto IG puede reducir la oxidación de las grasas, factor perjudicial en
sujetos que realizan ejercicio como medio de reducir su tejido adiposo. Posterior al ejercicio, el consumo de
carbohidratos de alto IG ha demostrado utilidad en acelerar la reposición de los depósitos de energía y reducir el
catabolismo proteico

INTRODUCCION

Los lípidos y carbohidratos son los principales sustratos energéticos utilizados por los músculos durante el ejercicio
(1). Mientras las reservas corporales de energia en forma de grasa son suficientes para muchos días de actividad, los
depósitos de carbohidrato (glucógeno muscular y hepático) habitualmente no superan las 2000 calorías y pueden ser
depletados en menos de una hora de ejercicio fisico intenso (2,3).
La evidencia anterior plantea al deportista la necesidad de reponer adecuadamente el glucógeno en base a una
alimentación rica en carbohidratos y de desarrollar una óptima utilización de la grasa como combustible. Ambos
objetivos estan intimamente relacionados con los niveles de glicemia y la secresión de insulina, hormona clave para
la regulación del metabolismo de glúcidos y lípidos (4). Como la glicemia y la insulinemia son condicionados por la
velocidad de absorción de un carbohidrato, la elección adecuada de la ración alimentaria según el tipo de
carbohidrato puede determinar finalmente su comportamiento metabólico (4-6).

Tradicionalmente los carbohidratos se han clasificado según su composición química en simples y complejos,
asumiendo que por el tamaño de sus moléculas los primeros se digieren y absorben rápido y los segundos
lentamente (5-7). Esta suposición no siempre es correcta, lo que fue demostrado a principios de la década de los 80
por Jenkins, con sus investigaciones en pacientes diabéticos (8,9). Junto a su grupo, introdujo el concepto de índice
glicémico (IG) para clasificar los efectos reales sobre la glicemia de los alimentos ricos en carbohidrato y comprobó
que, por ejemplo, los carbohidratos complejos como el pan y las papas tenían un IG similar al de la glucosa, con la
consecuente respuesta insulínica.

INDICE GLICEMICO

El IG cuantifica el aumento de la glicemia que se produce posterior a la ingesta de un alimento en relación a la


ingesta de glucosa. Su determinación se realiza por la ingestión de un alimento con 50 g de carbohidrato, midiendo
la glicemia post prandial durante un lapso de 2 horas. El area bajo la curva glicemia/tiempo de cada alimento se
compara con la curva de referencia posterior a la ingesta de 50 g de glucosa y que tiene un valor 100 (9).

Gracias al desarrollo del IG se ha demostrado que no siempre se puede predecir la respuesta fisiológica de un
carbohidrato por su composición química (simples o complejos) (6-8) y a pesar que el IG de un alimento puede sufrir
variaciones por factores como el contenido de otros nutrientes o el modo de preparación de la ración, se ha
reconocido su utilidad clínica (10-14). Se han publicado tablas con el IG de numerosos alimentos (15) los que para su
uso práctico, generalmente se dividen en alto (pan, papas, cereales), moderado (azúcar, bebidas de fantasía, frutas
tropicales) y bajo IG (lácteos, legumbres, frutas mediterraneas). La asociación americana de diabetes (American
Diabetic Association) ha establecido que las tablas de IG entregan un medio de identificar los alimentos con menor
potencial de elevar la glicemia, recomendando su uso en diabéticos (16).

Existe en la actualidad suficiente evidencia científica respecto al uso del IG en deportistas, lo que permite establecer
recomendaciones nutricionales basadas en este parámetro que puedan ayudarlo a optimizar su rendimiento (13).

USO DEL INDICE GLICEMICO EN LA RACION

PREVIA AL EJERCICIO

Existe un consenso respecto a la necesidad de una dieta rica en carbohidratos para los deportistas (1,3). En el caso
particular de la ración previa al ejercicio sin embargo, el consumo de carbohidratos ha sido cuestionado por estudios
que han demostrado ciertas desventajas, específicamente cuando se utilizan alimentos de alto IG (13).
La ingesta de carbohidrato de alto IG produce una elevación de la insulina en el plasma que puede reducir el
metabolismo de los lípidos (17,18), aumentar la oxidación de carbohidratos (17,19) y producir una baja de la glicemia
durante el ejercicio (19-24), lo que favorece un agotamiento precoz de los depósitos de glucógeno y puede acelerar
la aparición de fatiga en esfuerzos prolongados (3,20,22).

Entre los primeros estudios que demostraron estos efectos, destaca el de Foster (22) en el cual deportistas que
consumieron glucosa 30 minutos previos a un ejercicio en cicloergómetro, presentaron un tiempo de fatiga 19%
menor en relación con el grupo control que consumió solo agua. Posteriormente Thomas (25) utilizando el concepto
de IG, comparó el tiempo de fatiga en ciclistas que ingirieron 1 hora previa al esfuerzo una ración de bajo IG
(lentejas) o alto IG (papas) conteniendo cada una 1g de carbohidrato por Kg de peso corporal. El grupo que recibió
lentejas fue capaz de pedalear a una intensidad moderada (67% del consumo máximo de oxigeno ó VO2 max)
manteniendo niveles más estables de glicemia, con un retardo significativo de la aparición de fatiga con respecto al
grupo que recibió papas, efectos que fueron atribuidos a un mejor uso de la grasa como energía y ahorro del
glucógeno muscular. En un estudio posterior, Thomas demostró que alimentos de bajo IG consumidos 1 hora previa
al esfuerzo producían una mayor oxidación de ácidos grasos durante un ejercicio aeróbico prolongado en relación a
raciones de alto IG, aunque en este caso no hubo diferencias significativas en el rendimiento (26).

A partir de esta evidencia, muchos especialistas en nutrición deportiva han asumido que estos trastornos
metabólicos pueden ser prevenidos y recomiendan a los deportistas que participan en pruebas de larga duración,
elegir alimentos con carbohidratos de bajo IG en su ración previa al entrenamiento o competencia (3,5,13,20-22,25-
27,29-31). Estudios mas recientes sin embargo han descrito que los eventuales perjuicios de una ración de alto IG
son minimizados cuando se ingiere carbohidrato durante el ejercicio. Burke y colaboradores investigaron el efecto de
una ración de alto IG previa al esfuerzo, asociada a un consumo abundante de carbohidrato durante el ejercicio (32).
En este estudio 6 ciclistas entrenados (VO2 max: 68 ml/kg/min) ejecutaron cada uno 3 series de ejercicio (en dias
separados y después de un ayuno nocturno) consumiendo 2 horas previas a cada sesion raciones de alto (papas
molidas con salsa de tomate), bajo (pasta con salsa de tomate) IG o un alimento control (jalea de bajas calorías).
Durante las 2 horas de ejercicio al 70% del VO2max, los ciclistas consumieron además una solución de carbohidrato
(60 g/h). No se apreciaron diferencias significativas en el rendimiento entre los grupos de alto y bajo IG,
demostrando que el consumo de grandes cantidades de carbohidrato durante un esfuerzo prolongado de intensidad
moderada puede suplir las necesidades energéticas sin relación con la ración alimentaria previa al esfuerzo.

USO DEL INDICE GLICEMICO EN LA RACION

DURANTE EL EJERCICIO

El consumo de carbohidrato durante el esfuerzo ha demostrado mejorar el rendimiento deportivo incrementando el


tiempo de fatiga tanto en ejercicios prolongados de intensidad moderada (33,34) como en ejercicios intermitentes
de alta intensidad (35). El carbohidrato utilizado debe poseer alto IG para asegurar su rápida disponibilidad
plasmática y mantener niveles estables de glicemia (13,36,37), lo que no se logra con carbohidratos de bajo IG, que
además pueden producir molestias gástricas (36,37). Al ser consumido durante el ejercicio un carbohidrato de alto
IG no presenta riesgo de hipoglicemia en respuesta a la elevación de glicemia, ya que la secreción de catecolaminas
que se produce durante el ejercicio de intensidad moderada, suprime la respuesta insulínica (38,39). Esto explica
además que se mantenga la oxidación de las grasas y carbohidratos durante las primeras horas del ejercicio (34,47).
Durante ejercicios de baja intensidad sin embargo, la ingesta de carbohidrato de alto IG puede duplicar o triplicar la
concentración de insulina plasmática en relación al nivel de ayuno, lo que favorece un incremento en la oxidación de
carbohidratos y reduce la oxidación de grasas (48).

USO DEL INDICE GLICEMICO EN LA RACION


POSTERIOR AL EJERCICIO

El principal objetivo de la ingesta de carbohidrato posterior al ejercicio es, desde un punto de vista energético,
repletar los depósitos de glucógeno. Este aspecto es de vital importancia en deportes con regímenes de
entrenamiento exhaustivo, con recuperación reducida o en competencias con varios eventos y corto lapso de
recuperación (40,41).

Los estudios han demostrado que una ración rica en carbohidrato de alto IG es capaz de recuperar con mayor
rapidez los depósitos de glucógeno muscular luego de un ejercicio con depleción glucogénica, en relación con
alimentos con bajo IG. Burke (42) describe un estudio en ciclistas entrenados en quienes durante las 24 horas
posteriores a un ejercicio de larga duración, se administró una dieta con carbohidratos (10g/kg/día) de alto o bajo IG.
Las biopsias musculares tomadas al terminar el ejercicio y 24 horas después demostraron que la dieta de alto IG
generó en este lapso un aumento significativo de la concentración de glucógeno muscular, 49% superior a la dieta de
bajo IG. Los autores explican que los niveles de glicemia e insulina generados por la ración de alto IG favorecen el
transporte de glucosa hacia el interior de las células y activan además la enzima glucógeno sintetasa, produciendo un
mayor y más rápido almacenamiento de glucógeno muscular (42-44). Se ha demostrado recientemente que la
asociación de carbohidratos de alto IG y proteína como ración inmediatamente posterior al esfuerzo, es la
combinación ideal para lograr los mayores niveles de insulinemia y de reposición glucogénica (45,46).

CONCLUSIONES

El IG se ha desarrollado para diferenciar los alimentos según su impacto en la glicemia postprandial. Desde esta
perspectiva fisiológica es posible seleccionar la ración para el deportista según se ingiera antes, durante o después
de su sesión de entrenamiento o competencia, condicionando su efecto metabólico al elegir el alimento con el IG
adecuado.

El consumo de alimentos con IG elevado previo al ejercicio puede ser perjudicial por la tendencia a producir durante
el ejercicio hipoglicemia y reducción de la oxidación de lípidos como combustible en relación con la utilización de
carbohidratos. Estas desventajas se pueden eliminar consumiendo altas dosis de carbohidrato de alto IG durante el
esfuerzo. En algunas situaciones específicas en las que esta práctica es difícil como pruebas de natación de larga
distancia, triatlón, ciclismo de montaña o en algunos deportes de equipo, una ración de bajo IG puede ser
particularmente beneficiosa para asegurar la estabilidad en la glicemia y el rendimiento.

Durante ejercicios prolongados de moderada intensidad el beneficio de consumir carbohidratos de alto IG está
asociado a la mantención de la glicemia, lo que puede contribuir a asegurar la oxidación de carbohidratos hasta el
final del ejercicio aun cuando los depósitos de glucógeno están depletados. Durante ejercicios de intensidad baja, el
consumo de carbohidratos de alto IG puede reducir la oxidación de las grasas, lo que tiene un particular interés en
sujetos que realizan ejercicio como un medio de reducir tejido adiposo.

Posterior al ejercicio, el consumo de carbohidratos de alto IG ha demostrado utilidad en acelerar la reposición de los
depósitos de energía así como en reducir el catabolismo proteico. Este efecto se potencia al asociar proteinas a la
ración de carbohidratos.
Según la evidencia revisada, la selección adecuada de un alimento según su IG para ser consumida antes durante o
después del ejercicio, puede contribuir a optimizar el metabolismo energético del deportista y ser un factor decisivo
en su rendimiento.

3. Nutrientes ergogénicos: aminoácidos de cadena ramificada


Adriana Carvajal Sancho 1

Resumen

En los últimos años ha aumentado la venta y publicidad de suplementos nutricionales dirigidos a la población
físicamente activa. Entre los suplementos dietéticos se encuentran los nutrientes ergogénicos, que son nutrientes
que ofrecen al deportista la posibilidad de mejorar el rendimiento más de lo que el entrenamiento puede bridarle.
La comunidad científica ha realizado muchos estudios para determinar la efectividad de estos productos en los
deportistas. La suplementación con aminoácidos de cadena ramificada es una de las técnicas más utilizadas y
estudiadas hasta el momento. No todos los estudios sobre la suplementación de aminoácidos de cadena ramificada
han encontrado resultados que podrían mejorar el rendimiento físico. Por otro lado, se ha encontrado que su
suplementación ha estimulado la tasa de síntesis de proteína en atletas, pero no en sujetos sedentarios. El estudio
de este producto ha originado una nueva área de investigación que relaciona los aminoácidos de cadena ramificada
con la presencia de fatiga central. En general, la información existente sobre la suplementación de aminoácidos,
como en la mayoría de los nutrientes ergogénicos, aún promueve la controversia y confusión. No es posible que
todos los individuos obtengan el mismo resultado al ingerir un producto nutricional como los aminoácidos. Se
recomienda que antes de iniciar una suplementación nutricional consulte a un profesional en nutrición especialista
en deporte.

Introducción

Hace pocos años en nuestro país surgió con mayor intensidad la venta y publicidad de suplementos nutricionales
dirigidos a mejorar la figura y la condición física de la población físicamente activa. Este bombardeo publicitario fue
impulsado principalmente por la "Acta de Salud y Educación para Suplementos Dietéticos" (Dietary Supplement
Health and Education Act) creada en 1994 en los Estados Unidos, ya que en este documento se define claramente la
categoría de suplemento dietético o nutricional.

Hoy en día los suplementos nutricionales no son considerados como aditivos alimenticios o drogas. En la categoría
denominada "suplementos dietéticos" se incluyen las vitaminas, los minerales, los aminoácidos, las hierbas y algunas
preparaciones botánicas. Los nutrientes ergogénicos o ayudas ergogénicas nutricionales también se incluyen en esta
categoría de suplementos dietéticos. Un ergogénico se define al agente que de alguna manera ayuda a que el
deportista tenga un mayor rendimiento(5). Los agentes ergogénicos ayudan a aumentar el tejido muscular, la
energía y la tasa de producción de energía en el músculo.

Estudios sobre las prácticas alimenticias en la población físicamente activa de otros países, reportan que los
suplementos nutricionales ergogénicos son muy utilizados por los deportistas de distintas disciplinas, tanto en el
período de entrenamiento como en el de competencia. Pero existe una problemática que no se debe obviar, y es
que la ignorancia y la falta de información nutricional adecuada, han llevado a los consumidores a ingerir en exceso
los productos nutricionales ergogénicos.
Actualmente en el mercado se encuentra una gran cantidad de suplementos ergogénicos nutricionales, entre los que
se pueden mencionar: suplementos de aminoácidos, aminoácidos de cadena ramificada, la creatina, la glutamina, L-
carnitina y productos naturales de hierbas y alimentos, entre otros. A pesar de que la comunidad científica ha
centrado su atención en el estudio de muchos de los nutrientes con supuestas características ergogénicas, aún la
mayoría de los reportes publicados promueven la controversia y la confusión sobre la efectividad de la utilización de
estos productos.

Suplementación de aminoácidos de cadena ramificada (BCCA)

La suplementación con aminoácidos de cadena ramificada (BCCA) es una de las técnicas más utilizadas y estudiadas
en el campo deportivo. Hasta este momento muchas investigaciones se han realizado para estudiar los efectos de la
suplementación con BCCA en el rendimiento físico; pero, lejos de haber conclusiones sobre su efecto ergogénico,
muchos atletas están utilizando este producto sin tener conocimiento sobre sus efectos en el organismo. Existe
información que sugiere que la suplementación de BCCA en individuos entrenados podría mejorar el desempeño en
ciertos tipos de ejercicio, particularmente en aquellos de alta intensidad, en el de resistencia, fuerza y en el
entrenamiento de alto volumen (1,4). Por otra parte, otros estudios en sujetos sanos no aportan evidencia
suficiente de que el efecto ergogénico de la suplementación oral de aminoácidos modifique la secreción hormonal,
la respuesta al entrenamiento o el desempeño físico (2,4).

En la última década ha surgido un área de investigación enfocada en el efecto de los aminoácidos de cadena
ramificada (BCCA) y la presencia de fatiga del sistema nervioso central durante el ejercicio de larga duración. Davis
et al. (1996) proponen que la suplementación con BCCA podría cambiar la relación en sangre de triptófano
libre/BCCA y de esta manera reducir la cantidad de triptófano que ingresa al cerebro. Al haber un menor ingreso de
triptófano al cerebro hay una menor producción de serotonina. La serotonina es un neurotransmisor asociado con
la producción de fatiga central durante el ejercicio prolongado(4) .

Proteína en el deportista

Existen muchos factores que influyen en las necesidades de proteína de los deportistas. Estudios realizados han
demostrado que el aumento de la intensidad del ejercicio, de intensidad alta o moderada, es proporcional a la
oxidación de aminoácidos(3). En la literatura se recomienda que para prevenir un balance negativo de proteína, los
atletas que realizan ejercicios de resistencia podrían consumir de 1.2 a 1.4 gramos de proteína por kilogramo de
peso corporal al día, en donde algunas ocasiones el consumo de BCCA podría ser utilizado(5).

Mediciones realizadas en atletas que practican entrenamientos de fuerza, demostraran que los sujetos que
consumieron 1.4 g.kg-1 .d-1 de proteína aumentaron la tasa de síntesis de proteínas en 0.9g.kg-1 .d-1 , mientras que
ese mismo aumento en el consumo diario de proteínas en sujetos sedentarios no ocasionó ningún cambio en la
síntesis proteica (3). Por otro lado, también se ha demostrado que un mayor consumo de suplementos proteicos no
promueve una mayor síntesis proteica en todos los sujetos. Los resultados de estudios científicos sugieren la
existencia de un efecto "techo" en la estimulación anabólica ocasionada por la suplementación con aminoácidos.
Por lo tanto, no es necesario alcanzar un consumo muy alto

de proteína, como las que actualmente muchos atletas realizan, ya que se presenta un efecto de meseta en la tasa
de síntesis de proteína.

Aunque el consumir de 175 a 212% de la Recomendación Dietética Diaria de proteína parece excesivo, aún no hay
evidencia concluyente en la literatura científica sobre los efectos adversos en el organismo, a menos que
previamente haya un problema en el metabolismo de las grasas, la función renal o alteraciones metabólicas que
exigen una reducción en el consumo de proteína diaria(3). Sin embargo, se ha reportado que la suplementación de
proteína o aminoácidos en deportistas podría ocasionar efectos adversos; entre ellos, un aumento de la pérdida
urinaria del calcio, pero aún se requieren más estudios para confirmarlo. También podría conducir a un estado de
deshidratación, que es resultado de una carga excesiva de nitrógeno que ha sido eliminada vía urinaria(5). Se han
reportado efectos tóxicos debido al consumo de megadosis de aminoácidos libres, pero este efecto es poco común
(por ej. mialgia eosinofilia debido a contaminación de triptófano)(5). Por último, se ha reportado casos en que una
ingesta muy alta de BCCA ocasionó diarrea y disfunción gastrointestinal(4).

Investigaciones futuras

Es necesario que se realicen estudios longitudinales que evalúen las necesidades reales de proteína en el deportista
de distintas disciplinas. Además, se necesita más investigación para determinar si la proteína suplementada tienen
algún efecto sobre la translación, transcripción, postranslación o degradación de las enzimas musculares(4). Las
investigaciones futuras deben determinar cuál es el mecanismo que pudiese condicionar al atleta a tener o no
mayores necesidades de proteína; si es el posible aumento de la oxidación de aminoácidos o una alteración de la
tasa de síntesis-degradación de proteína debido al estímulo ocasionado por el ejercicio.

Conclusión

Debido a que los atletas se esfuerzan cada vez más por tener mejor rendimiento y figura, las compañías continuarán
la comercialización de productos "nutricionales" que prometan un mejoramiento físico exagerado y una pronta
recuperación del entrenamiento sin tener un sustento científico que justifique la utilización de estos.

Una suplementación nutricional puede ocasionar efectos distintos en cada persona físicamente activa, ya que
muchos factores pueden influir sobre el rendimiento físico y la composición corporal de un sujeto. Lo anterior
depende de muchas variables, como: la alimentación y el tipo, frecuencia, duración e intensidad de ejercicio
practicado. Por lo tanto, se recomienda a aquellas personas que consumen productos nutricionales con fines
ergogénicos, consultar a un profesional en nutrición especialista en deporte antes de iniciar una suplementación
dietética.

5. ESTRATEGIAS NUTRICIONALES PARA LA COMPETICIÓN EN EL FÚTBOL

NUTRITIONAL STRATEGIES FOR SOCCER PLAYING

José Antonio González J. (1), Inmaculada Cobos H. (2), Edgardo Molina S. (3)

RESUMEN

Las estrategias nutricionales son uno de los pilares básicos del rendimiento en el deporte de competición. En el
fútbol como en la mayoría de los deportes profesionales, el control nutricional del jugador ha cobrado una gran
importancia. En este trabajo se presenta una propuesta general de la estructura de la dieta para el entrenamiento y
la competición basada en la disociación calórica buscando una sobrecarga de hidratos de carbono. Estrategias
nutricionales basadas en la disociación de principios inmediatos en función de las necesidades metabólicas de la
competición y el entrenamiento, se han demostrado eficaces en la mejora del rendimiento de los deportistas. En el
fútbol se han reportado numerosos estudios que describen las necesidades metabólicas durante un partido y
durante los entrenamientos. La supercompensación de hidratos de carbono es el tipo de estrategia nutricional que
ha demostrado ser más eficaz.
INTRODUCCIÓN A LA NUTRICIÓN EN EL FÚTBOL

El juego del fútbol requiere un elevado gasto energético producido, en parte, por la elevada distancia recorrida
durante un partido. Conforme aumenta el nivel competitivo mayor es la intensidad a la que se realizan los esfuerzos
y mayor es el número de partidos jugados por temporada. La realización por partido de unas 30 a 50 carreras, de 10
a 15 metros, de muy alta intensidad, es determinante para provocar una dramática reducción de las reservas
energéticas del futbolista que deben ser reconstituidas gracias a una correcta alimentación.

Numerosos estudios realizados con tecnología GPS, demuestran que las distancias recorridas durante un partido de
fútbol están en torno a los 10000 metros (1).

Para proporcionar estrategias nutricionales a jugadores de fútbol, es fundamental conocer las demandas energéticas
y saber que sustratos se utilizan durante los partidos.

El glucógeno muscular es el sustrato más importante para los jugadores de fútbol. Numerosos estudios, ya clásicos,
informaron de la importancia de los hidratos de carbono para el rendimiento de los futbolistas (2) y cómo los
depósitos de glucógeno muscular eran casi totalmente agotados durante la segunda parte del partido.
Posteriormente podemos encontrar muchas otras investigaciones que reportan resultados en este sentido (3,4). En
estudios muy recientes como el de Krustrup y colaboradores (5), se demostró que en la mayor parte de las fibras
musculares del vasto lateral del cuadríceps, la depleción de los depósitos de glucógeno muscular al final del partido
fue total o casi total.

Las demandas energéticas y metabólicas de los jugadores de fútbol durante los entrenamientos y los partidos varían
a lo largo de la temporada, varían según los niveles de competición y según las características individuales de los
jugadores. El coste de energía medio estimado para un entrenamiento o un partido en futbolistas de elite está
alrededor de 1500 kcal en hombres y 1000 kcal en mujeres. Los futbolistas deberían comer una amplia variedad de
alimentos que proporcione suficientes carbohidratos como combustible (6).

En un estudio realizado por Leblanc y colaboradores (7,8), informaron que el consumo calórico diario de futbolistas
profesionales se encontraba en un rango que iba de 2352±454 a 3395±396, aporte calórico que se considera
insuficiente si lo comparamos con las recomendaciones que estarían en un rango de 3819 a 5185kcal al día.

Asimismo estos mismos autores reportaron que las dietas de estos futbolistas eran desequilibradas. Siendo muy
excesivo el aporte calórico en base grasas, entre 29 y 34% frente al 20% recomendado, en detrimento de los hidratos
de carbono. Resultados similares se encontraron en el reciente estudio realizado por Ruiz y colaboradores (8).

El objetivo de este trabajo fue presentar como tema de actualización una propuesta general de la estructura de la
dieta para preparar la competición de futbolistas seniors, basada en la disociación calórica de la dieta, buscando una
sobrecarga de hidratos de carbono.

La revisión documental se ha realizado mediante búsquedas en las siguientes bases de datos, (a las cuales se ha
accedido desde los servicios de documentación de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, España): MEDLINE
(OvidSP), SCOPUS (Elsevier) y SPORTD-ISCUS (EbscoHost).
Los descriptores de búsqueda utilizados han sido: soccer, football, nutrition, glycogen, intake and carb-hydrate.

ESTRUCTURA DE DIETA DISOCIADA EN MICROCICLO DE COMPETICIÓN

La distribución de los principios inmediatos que debe seguir un futbolista profesional sería la de una utilización de
hidratos de carbono cercana al 55-60%, de lípidos 25-30% y de proteínas entre un 12-15%, del aporte calórico total
en su dieta (7), por lo que tenderemos a tener una dieta ligeramente hiperglucídica atendiendo a los vías energéticas
predominantes en el fútbol.

Al comparar futbolistas que siguieron una dieta con un 65% del aporte calórico a base de hidratos de carbono con
otro grupo que siguió una dieta con un 30% de hidratos de carbono, se comprobó como el primer grupo obtuvo un
rendimiento mucho mejor a la hora de ejecutar carrera de alta intensidad durante el partido en comparación los
jugadores cuya dieta era de un 30% de carbohidratos (2,3).

En el fútbol, algunas investigaciones recomiendan aprovechar el sobradamente demostrado efecto ergogénico de la


supercompensación de hidratos de carbono durante el periodo competitivo. Es decir, se busca una sobrecarga de
hidratos de carbono en la dieta, durante los días previos a la competición para aumentar los depósitos de glucógeno
muscular disponibles en la competición (9). No se trata de aplicar el método disociado clásico escandinavo, basado
en los estudios de fisiólogos escandinavos (10-13), que consiste, en realizar 3 entrenamientos muy intensos con
dieta muy pobre en hidratos de carbono, para deplecionar al máximo los depósitos de glucógeno, y así estimular la
actividad de la glucógeno sintetasa. Después seguirían tres días antes de la competición en los que se entrena suave
y se hace una dieta muy rica en hidratos de carbono, lo que provoca aumentos importantes en los depósitos de
glucógeno muscular. Estos métodos tan agresivos, además de ser poco agradables, solían conllevar problemas como
alteraciones digestivas, hipoglucemias, cetosis, irritabilidad, cansancio, entre otros.

Por este motivo se propone una estructura más moderada en la que no se produzca el vaciado completo de las
reservas de hidratos de carbono. En la figura 1 se presenta la propuesta de distribución calórica basada en un
método disociado moderado.

6. LA NUTRICION, SU RELACION CON LA RESPUESTA INMUNITARIA Y EL


ESTRES OXIDATIVO

*Dra. Edelis Castellanos Puerto. edelis.castellanos@infomed.sld.cu

*Especialista Segundo Grado Inmunología Básica y Clínica. Investigador Auxiliar. Dpto. Inmunología. ISMM Dr. Luis
Díaz Soto

RESUMEN

Se trata de una revisión bibliográfica sistemática sobre la nutrición. Se clasifican los nutrientes como las proteínas,
carbohidratos y grasas además de los oligoelementos (vitaminas y minerales), necesarios en la dieta para el buen
funcionamiento del organismo. Se revisaron artículos relacionados con el tema de los últimos 10 años, en Inglés y
Español, disponibles en la red telemática de Infomed. Se realiza un análisis sobre los principales antioxidantes que se
ingieren con la dieta, debido al efecto dañino que provocan los radicales libres en el organismo; por otro lado, se
explica cómo la manipulación nutricional de la inmunidad puede tener implicaciones clínicas (inmunodeficiencia
celular, humoral y déficit fagocítico), biológicas y terapéuticas, además de abordar el efecto que tiene una adecuada
nutrición sobre los principales mecanismos de defensa del organismo. De esta revisión bibliográfica, se deduce la
importancia de conocer y establecer una terapia nutricional adecuada no solamente para mantener una apariencia
física saludable, sino para lograr disminuir los mecanismos de estrés oxidativo y mejorar nuestras defensas.

INTRODUCCION

En el siglo pasado, los investigadores de la nutrición centraron su interés en el estudio de las vitaminas y los
oligoelementos, especialmente en el estudio de sus estructuras químicas, propiedades y manifestaciones clínicas de
la carencia de ellas en los animales y el hombre, de este modo se llegó a las “enfermedades carenciales” como el
raquitismo, el escorbuto, el beri beri y la pelagra, entre otras; también se conoció la necesidad de ingerir
aminoácidos esenciales y minerales para mantener el organismo en óptimas condiciones. 1 Actualmente, se ha
profundizado en las investigaciones sobre la nutrición y se ha relacionado una buena nutrición con el buen
funcionamiento del sistema inmunológico y las sustancias antioxidantes.

Se dice que las necesidades de nutrientes esenciales para el organismo se reducen a menos de 50 nutrientes
químicamente identificados como una o dos clases de carbohidratos, ácidos grasos (linoleico y linolénico), proteínas
(con 8 aminoácidos esenciales y 4 ó 5 no esenciales), 13 vitaminas y 20 minerales. La mezcla de estas sustancias
adecuadamente proporcionadas en el organismo es capaz de mantener un estado nutricional satisfactorio. A estas
sustancias se les llaman nutraceúticos, que se definen como cualquier alimento o ingrediente del mismo que
proporcione un beneficio probado para la salud humana. 2

Muchas personas aparentemente sanas padecen de deficiencias nutricionales en mayor o menor grado, que no son
definidas clínicamente, pero constituyen un estado de salud precario.

Los procesos nutritivos tienen tres finalidades:

1 Suministrar la energía necesaria para el mantenimiento del organismo y sus funciones.

2 Suministrar los materiales necesarios para formar las estructuras corporales, su renovación y reparación.

3 Suministrar los materiales necesarios para la regulación de numerosas reacciones químicas, a cuyo conjunto se le
llama metabolismo

Con este trabajo nos proponemos explicar brevemente los aspectos más relevantes de los nutrientes antes
mocionados, que a su vez posibilitan el mantenimiento de una adecuada homeostasis en el organismo y conocer los
nutrientes que constituyen antoxidantes por excelencia, así como los que contribuyen a mantener y desarrollar la
inmunidad.

METODO
Se trata de una revisión sistemática de tipo descriptiva. Se revisaron artículos relacionados con el tema de los
últimos 10 años, en idiomas Inglés y Español, disponibles en la red telemática de Infomed. No hubo restricciones en
cuanto a la ubicación geográfica, pues se tomaron datos de diferentes continentes.

DESARROLLO

Las proteínas son el constituyente básico de todas las células vivas. Constituyen las tres cuartas partes del peso seco
de la mayoría de las células del organismo. Además, las proteínas intervienen en la formación de hormonas,
enzimas, anticuerpos, neurotransmisores, transportadores de nutrientes y otras muchas sustancias esenciales para
la vida. 3 Su función, en primer lugar, es estructural y en último lugar, energética. Son moléculas de enorme tamaño
formadas por la unión de moléculas más sencillas, llamadas aminoácidos (aa), mediante enlaces peptídicos. La
mayoría de las proteínas se descomponen en aminoácidos (esenciales y no esenciales) antes de absorberse, siendo
éstos los bloques de construcción principales de todas las estructuras corporales, incluidos los músculos.

Los hidratos de carbono son la fuente de energía más rápida y rentable del organismo humano. La célula los utiliza
como combustibles y extrae de ellos la energía. Cada gramo de glúcidos que ingerimos nos aporta 4,3
Kilocalorías(Kcal).Se clasifican en monosacáridos, disacáridos, oligosacáridos y polisacáridos. 3

Los lípidos están formados por unidades estructurales más pequeñas llamadas ácidos grasos. Muchos de ellos
podemos sintetizarlos en nuestro organismo, pero existen otros, los ácidos grasos esenciales (AGEs); su función es
fundamentalmente energética. Son la reserva de combustible más importante del cuerpo. Son saturadas e
insaturadas. 4-6

El agua, que constituye 65 % del peso corporal, es vehículo de transporte y disolvente de gran cantidad de
sustancias, tanto las nutritivas como las de los productos de desecho; es la reguladora de la temperatura corporal y
da flexibilidad y elasticidad a los tejidos (tendones, ligamentos, cartílagos, etcétera), actuando como lubricante y
amortiguador, especialmente, en las articulaciones.

Las exigencias de agua se satisfacen tomando alimentos y bebidas. Perdemos alrededor de 2,5 litros diarios agua, en
condiciones normales, a través de la orina, las heces, el sudor y los pulmones. Cuando se realiza una práctica
deportiva o ejercicio físico, las pérdidas se incrementan llamativamente. Según diferentes investigaciones, la
actividad física sin sudor visible causa una pérdida de ½ a 1 litro por hora, mientras que la actividad con sudor
provoca una pérdida de 1 a 3 litros por hora- 7

La deshidratación puede tener efectos funestos para el rendimiento deportivo y para la salud general, ya que perder
agua origina una concentración anormal de líquidos corporales. Al espesarse la sangre, disminuye el transporte de O
2 hacia la musculatura, lo que provoca una disminución del rendimiento y un aumento de los calambres musculares.
Además, aumentan los niveles de amoníaco en cerebro, lo que hace disminuir la concentración y la coordinación. Los
tejidos corporales como tendones y ligamentos pierden elasticidad y son más propensos a sufrir lesiones. Asimismo,
aumenta el ácido láctico y como consecuencia, el cansancio llega antes. también se trastorna, el mecanismo de
sudoración, indispensable para enfriar los órganos internos. 8

Las vitaminas son compuestos orgánicos, que aunque en cantidades muy pequeñas, son esenciales para el desarrollo
de la vida. Su carencia o ausencia provoca trastornos de salud, e incluso, la muerte. No se sintetizan, lo que significa
que se obtienen a través de los alimentos. 9-12 Por otra parte, los minerales se encuentran en forma de compuestos
inorgánicos o casi siempre asociados a compuestos químicos, al igual que las vitaminas se consideran
oligoelementos, actúan como cofactores en el metabolismo corporal y están implicados en todas las reacciones
bioquímicas; son componentes de líquidos intra y extracelulares, y regulan los procesos químicos. Forman parte de
numerosas estructuras corporales, como el caso del calcio y el fósforo en los huesos y posibilitan una multitud de
funciones fisiológicas, como la contracción y la relajación muscular o la transmisión del impulso nervioso, el
mantenimiento del pH y la presión osmótica. La mínima variación en el balance de las concentraciones de los niveles
de minerales tiene efectos desastrosos y modifican la permeabilidad, irritabilidad, contractibilidad y viscosidad
celular. Esto es debido a que algunos de estos minerales tienen una acción antagónica: por ejemplo, el potasio
rebaja la viscosidad del citoplasma y el calcio la eleva. 13

El hierro, zinc, selenio, yodo, cobre, manganeso, flúor, azufre, cloro, molibdeno, bromo, etcétera, que aunque son
esenciales, nuestras necesidades diarias son infinitesimales, de menos de 20 mg/día. 14 Hay otra serie de minerales
que constituyen electrolitos de la sangre como el sodio, potasio, magnesio, calcio y fósforo; las necesidades diarias
de estos minerales son mayores de 20 mg/día.

RESULTADO Y DISCUSION

Antioxidantes y su función

Los antioxidantes son una serie desustancias que intervienen en varios procesos metabólicos, fundamentalmente
bloqueando el efecto dañino de los radicales libres que se generan en determinadas situaciones como las
sobrecargas físicas, los tumores malignos, las dietas incorrectas, entre otras. 14 Una dieta adecuada proporciona los
suficientes antioxidantes. Se clasifican en enzimáticos y no enzimáticos. Entre estos últimos destacan la Vitamina E,
la Vitamina C y el Beta-caroteno se perfilan como promisorios antioxidantes protectores. Otros productos que se
pueden ingerir y que tiene propiedades antioxidantes son el Selenio y la coenzima Q 10, el Selenio, Zinc, L-glutation.
15 La metionina es un antioxidante rico en azufre. Importante para la salud de piel y uñas. Según los últimos
estudios, demuestran que el abuso de antioxidantes puede ser perjudicial (National Academy of Sciencies EEUU
2.000)- 16

Recomendado Máximo permitido Vitamina C (ac. Ascórbico) 75 mg/día - 1 gramo/día.

Vitamina E (tocoferol) 15 mlg/día - 1 gramo/día.

Selenio 55 mcg/día 400 mcg/día.

Betacaroteno 700 mcg/día.

Consumos de más de un gramo de Vitamina C, al día puede producir diarreas y cálculos. Un consumo abusivo de
Vitamina E aumenta el riesgo de hemorragias al actuar esta como un anticoagulante. El Se es requerido para la
activación de la enzima glutatión peroxidasa. 17

Aspectos nutricionales relacionados con la inmunidad.

La desnutrición es una causa importante, sino la mayor causa de inmunodeficiencia en el mundo después del SIDA,
que afecta sobrepoblaciones y a individuos con enfermedades crónicas. La manipulación nutricional de la inmunidad
puede tener implicaciones clínicas, biológicas y terapéuticas, además los cambios en la alimentación pueden
modificar la capacidad del huésped para enfrentar determinadas enfermedades como las autoinmunes y el cáncer.
El linfocito es una célula muy activa que cambia los componentes de su superficie entre 8 horas y 24 horas, por lo
tanto necesita de estos nutrientes específicos para realizar este recambio o resíntesis. 18

El timo como barómetro de la nutrición se atrofia por la desnutrición proteico calórica y, por consiguiente, las
hormonas que produce también se afectan otras hormonas como la adrenalina, la cortisona, la insulina, la tirosina.
19

Se ha demostrado que en el suero de individuos desnutridos existen inhibidores de las respuestas inmunológicas
como endotoxinas, inmunocomplejos circulantes (ICC), proteína c reactiva (PCR) y de interleucina 1(IL-1), lo que
aumenta la tendencia a las infecciones, disminuye la respuesta de hipersensibilidad retardada, la producción de IFN
por los linfocitos, la transformación linfoblástica (TLB) frente a la fitohemaglutinina y la respuesta a antígenos
timodependietes y de los macrófagos. 20

También existen cambios histopatogénicos en tejidos que sintetizan complemento como son hígado, ganglios
linfáticos, mucosa intestinal y timo.

Las deficiencias de vitaminas provocan disminución de la respuesta inmune celular, especialmente la respuesta
frente a mitógenos de células T y B y con ello intervienen en la proliferación de las células inmunocompetentes,
además disminuyen la capacidad fagocítica de los polimorfonucleares, las enzimas y otros factores séricos, y en
cuanto a la respuesta sistema inmune humoral, afecta, sobre todo, las células B del bazo y la IgA secretora. 21

Algunos estudios in vivo en ratones plantean que la Vitamina E tiene la habilidad directa de normalizar la producción
de citoquinas; además está considerada como el mejor nutriente protector contra la peroxidación lipídica y es un
defensor de la integridad de las membranas celulares. 20

La deficiencia de los minerales también influye en la división celular de todas las células, por lo que afecta la
transformación linfoblástica, con evidente disminución de las células CD3, CD4 y CD8 y del mecanismo de
citotoxicidad dependiente de anticuerpos (ADCC), además acelera la involución tímica. Respecto a ello, se ha
comprobado que las células suplementadas con Selenio muestran mayor protección contra los efectos citotóxicos
del peróxido de hidrógeno y aumenta la producción de las células NK. 22

La insuficiencia proteica con afectación inmunológica está influida por el tiempo y la gravedad de la carencia de
nutrientes. En estudios con animales, éstos presentaron disminución de la función de los linfocitos T cooperadores,
lo que sugiere desarrollo anormal del timo; 23 asimismo, se ha demostrado que la respuesta humoral primaria es
normal; mientras que la secundaria, que es dependiente de las células T, está disminuida, al igual que la fagocitosis.
En animales adultos con insuficiencia crónica de proteínas apareció respuesta celular normal, pero disminución de la
humoral.

Todas las deficiencias de aminoácidos disminuyen la inmunidad, por ejemplo: las dietas bajas en triptófano y
fenilalanina disminuyen la síntesis de anticuerpos, de manera similar las cantidades limitadas de aminoácidos que
contienen azufre (metionina, cisteina y cistina) tienen efectos nocivos sobre los tejidos linfoides. La lisina es esencial
en la construcción de tejidos (en especial, tejido conjuntivo) y forma parte importante de los músculos. Además de
ello, ayuda a combatir el herpes virus. 24

En cuanto alos ácidos grasos,podemos decir quelas células del sistema inmune presentan membranas lipídicas y las
concentraciones de ellos están influidas por las concentraciones de lípidos séricos; por tanto, la fluidez de la
membrana celular que influye en el recubrimiento por antígenos y las respuestas celulares se altera por la
concentración de colesterol y ácidos grasos en la doble capa lipídica y por la traslocación de fosfolípidos del interior
al exterior de la membrana. 25 También los ácidos grasos son importantes en el período prenatal, ya que permite el
desarrollo adecuado de los órganos linfoides. 26
En el laboratorio de investigaciones del Instituto Superior de Medicina Militar, se han comenzado a realizar estudios
relacionados con la inmunonutrición y el estrés oxidativo, pero aún no tenemos todos los resultados y por lo cual no
podemos compararlos con los que aquí se exponen.

Una propuesta de dieta basica sana 27

Sabemos que la necesidad de un nutriente es la expresión numérica de la cantidad que un individuo dado, en un
momento determinado, y bajo unas condiciones específicas, requiere para mantener un estado nutricional, de salud
y de forma física adecuado.

A continuación, exponemos una dieta básica equilibrada, que puede servir como modelo:

1. Líquido Bebe mucho, en cantidades pequeñas repartidas durante todo el día y entre comidas, un mínimo de 2,5 a
3 litros, entre agua y zumos de fruta, en una proporción de 2/1. Hay que evitar el café en lo posible, los refrescos con
cafeína y gaseosas. Evitar la leche de vaca o no superar más de un vaso al día.

2. Desayuno Fruta, zumos naturales, cereales integrales (muesli) con yogur biológico, pan integral con aceite de oliva
y tomate. Algo de queso (mejor fresco), frutos secos, malta, infusiones, leche de soja.

3. Almuerzo Fruta, pan integral (bocadillo) con queso, aceite de oliva, tortilla española o francesa, tomate,
boquerones, etcétera.

4. Comida Verduras crudas (ensaladas) y cocinadas, arroz integral y cereales integrales (cocidos o en brotes),
cualquier tipo de pastas (integrales), legumbres cocidas o en brotes (como lentejas, garbanzos, soja, etcétera). Tofu,
seitán. Pescado (mejor azul), carne de cordero (sin grasa) o de pollo de granja, pato o pavo, hasta dos veces a la
semana. Huevos de granja, pero no fritos. Nunca carne de cerdo ni embutidos; como única excepción: jamón serrano
de bellota o de York. Patatas, fruta.

5. Merienda Yogur con fruta, plátanos, frutos secos, infusiones.

6. Cena Más o menos como la comida; también sopas o hervidos de verduras, etcétera. Pan integral.

Debemos consumir alimentos ricos en hierro, sean de origen animal (hemo) como son las carnes rojas, el hígado,
mejillones, almejas y de origen vegetal (no hemo) como son las lentejas, los cereales integrales. No debemos olvidar
que algunas sustancias inhiben la absorción del hierro: Oxalatos, Fitatos y fosfatos, Taninos, Zn, Cd, Cu, Mn.

Fármacos: Las sales de ascorbato y sulfato ferrosos se absorben mejor y, optimizan también la absorción de las de
calcio y magnesio. Se recomienda la administración conjunta de ácido ascórbico (Vitamina C); primero por el poder
reductor de esta vitamina sobre el hierro, favoreciendo su paso de la forma férrica a la ferrosa, lo cual ayuda a una
mejor absorción por parte de la mucosa intestinal y, segundo, por el poder protector contra los radicales libres que
genera el aporte de Fe (la Vitamina A, aunque en menor medida, también posee estas cualidades).

Es importante añadir que con el sudor no sólo perdemos agua, sino también minerales, vitaminas y oligoelementos.
Las bebidas ligeramente hipotónicas, como MINAVIT, se absorben más rápidamente que las isotónicas; resultan ser
las más adecuadas según los últimos estudios para reponer los niveles hídricos y minerales.
CONCLUSIONES

Se requiere un estado nutricional adecuado para que se establezca una respuesta inmune primaria y secundaria
adecuada; de acuerdo con ello, la terapia nutricional es una medicación complementaria que combate las
enfermedades a través de dietas especiales con amplia variedad de productos para contribuir a funciones
metabólicas específicas. Más que nutrirse de ciertos alimentos es mejor comer de todo, porque mejora nuestras
defensas y a su vez los nutrientes palean el estrés.

7. ESTADO NUTRICIONAL Y SINTOMATOLOGÍA DE DISMORFIA MUSCULAR EN


VARONES USUARIOS DE GIMNASIO

Eréndira Zepeda P., Karina Franco P., Elia Valdés M.

Centro de Investigaciones en Comportamiento Alimentario y Nutrición (CICAN), CUSur-Universidad de


Guadalajara. Jalisco, México.

RESUMEN

El propósito de esta investigación fue evaluar la presencia de síntomas de Dismorfia Muscular (MD, por
sus siglas en inglés) y el estado nutritional en varones usuarios de gimnasio. Participaron 100 usuarios
de gimnasio quienes contestaron la Escala de Motivación por la Musculatura (DMS; por sus siglas en
inglés) y un formato de hábitos alimentarios que incluyó el recordatorio de 24 horas. También se
registraron las medidas antropométricas de los participantes. Los resultados mostraron que 22% de los
participantes presentaron síntomas de MD. La dieta que llevaron a cabo los varones con síntomas de
MD fue más alta en proteínas que la dieta de los varones sin síntomas de MD, con una diferencia
marginalmente significativa. Asimismo, los varones con síntomas de MD asistían al gimnasio más días
y horas a la semana y consumían sustancias para aumentar masa muscular en mayor medida que los
varones del grupo sin síntomas de MD. No se presentaron diferencias significativas entre los grupos
respecto a la composición corporal. Se concluye que una cantidad importante de usuarios de gimnasio
presentaron síntomas de MD y que la composición de su dieta puede alterar su estado nutricional.

INTRODUCCIÓN

Desde nuestros antepasados, el modelo del hombre fuerte y musculoso fue establecido como el ideal
para la sociedad. Así, los grandes guerreros reflejaban valentía, fuerza, poder, respeto y seguridad.
Hoy en día este modelo estético es difundido por los medios de comunicación y se ha establecido en la
sociedad como el ideal para el género masculino. Se ha señalado que los varones están sufriendo una
elevada presión social, principalmente por los medios de comunicación, para mantener una figura
corporal musculosa, y que el incremento de la práctica deportiva en gimnasios y el consumo de
esteroides anabolizantes, se considera una respuesta social a dicha presión (1). Dado que existe una
amplia discrepancia entre la muscularidad real promedio de los varones y sus ideales corporales, es
común que se presenten alteraciones que pueden ir desde insatisfacción corporal hasta trastornos
como la Dismorfia Muscular (MD, por sus siglas en inglés) (2).

La MD es un trastorno que fue descrito por primera vez en 1993 por el doctor Harrison Pope. Este
fenómeno se denominó inicialmente como "anorexia inversa" ya que presentaba características
inversas a la anorexia nerviosa, es decir, las personas con anorexia nerviosa se ven obesas y no
ingieren alimentos; en tanto que las personas con MD se ven delgadas y débiles, y su dieta es
hipercalórica.

Los datos epidemiológicos sobre la incidencia de este trastorno a nivel mundial muestran que no se
trata de casos aislados. Se ha estimado que la MD afecta entre 1 y 10% de los usuarios habituales de
gimnasios (3). En el año 2005 Maida y Armstrong encontraron que 25% de los usuarios de gimnasio o
fisicoconstructi vistas recreativos presentaban el trastorno (4); aunque entre los usuarios competitivos
o profesionales dicha cifra puede fluctuar entre 43 y 50% (5). Estudios nacionales han mostrado que
entre 40 y 50% de los usuarios de gimnasio presentan síntomas de MD (6,7) y que más del 50%
exhibe una preocupación moderada por su imagen corporal relacionada con la MD, en tanto que
aproximadamente 10% presenta preocupación patológica (8). Como se observa, existe alta
variabilidad en cuanto a los datos de prevalencia u ocurrencia de MD, lo que puede deberse a que las
muestras estudiadas tenían características diferentes (usuarios de gimnasio, fisicoconstructivistas
recreativos, fisicoconstructivastas competidores), así como a los criterios considerados para el
diagnóstico o los diversos instrumentos empleados para identificar a las personas con síntomas.

En el año 2003 Arbinaga realizó un estudio sobre los comportamientos relacionados con la MD en
usuarios de gimnasio que utilizaban esteroides anabolizantes y encontró que la mayoría de los sujetos
afectados tenían comportamientos obsesivos, tales como realizar ejercicio físico en forma excesiva, con
varias horas y días destinados a esta actividad, pesarse varias veces al día, mirarse al espejo
repetidamente; además, manifestaban insatisfacción corporal después de compararse con otros y
evitaban mostrar su cuerpo en lugares públicos (9).

El uso y abuso de esteroides anabolizantes es un problema relacionado estrechamente con el deporte


en general y con el entrenamiento de musculación en particular, siendo otra característica importante
de las personas que padecen MD. Estas sustancias son utilizadas con el propósito de desarrollar masa
muscular, aumento de la fuerza de la potencia, así como evitar y retrasar el cansancio y la fatiga. Otra
estrategia empleada para aumentar la masa muscular es el uso de suplementos alimenticios, como
proteína en polvo y barras, creatina, efedrina y hormonas. Sin embargo, el uso de estos suplementos
sólo ha sido documentado en varones atletas (10-12).

La dieta es un aspecto muy importante en la MD, las descripciones clínicas de las personas con este
trastorno caracterizan su alimentación como restringida, escasa en variedad y alta en cantidad. Se
realizan dietas en las que se incrementa la ingestión de proteínas e hidratos de carbono, se reduce el
consumo de lípidos o grasas y se consumen suplementos proteicos o sustancias ergogénicas (13, 14).
Sin embargo, son escasas las investigaciones que han analizado la dieta de este tipo de personas, a
pesar de ser una característica importante de los individuos con MD (8,11).

Se llama dieta al conjunto de alimentos y platillos que se consumen cada día (15). La energía que
necesita un sujeto depende principalmente del sexo, la edad, el peso, la estatura, la condición
fisiológica y la actividad física que realice. Es recomendable que la dieta para una persona incluya la
siguiente distribución de nutrientes energéticos: 55-60% de hidratos de carbono, 10-15% de proteínas
y 20-25% de lípidos (15-17). En tanto que los parámetros nutricionales para la dieta de un deportista
pueden ser: 60% de hidratos de carbono, 20% de proteínas y 20% de lípidos (15-19). Sin embargo, es
importante considerar que existen dietas que contienen diferentes proporciones de nutrientes y
también son benéficas.

El estudio de la MD ha sido abordado principalmente desde el enfoque psicológico y son escasas las
investigaciones que han analizado las características y la composición de la dieta que realizan las
personas con este trastorno (9). Las investigaciones en las que se han considerado aspectos del estado
nutricional han incluido únicamente la evaluación antropométrica (20, 21), la cual es limitada dado que
proporciona un análisis general del estado nutricional; es por ello que resulta necesario incluir otras
variables como la evaluación de la dieta. El análisis de la dieta que realizan las personas con MD es
relevante debido a que si no hay un consumo adecuado de nutrientes puede existir riesgo para la salud
del individuo. Por tanto, el propósito de esta investigación fue evaluar la presencia de síntomas de MD
y el estado nutricional en varones usuarios de gimnasio.

SUJETOS Y MÉTODO
En esta investigación participaron 100 usuarios de gimnasio con un rango de edad de 18 a 38 años de
la ciudad Guzmán, Jalisco, México. Para seleccionar a los participantes se consideraron los criterios de
inclusión siguientes: sexo masculino, 18 a 38 años de edad, asistir como mínimo tres días a la semana
al gimnasio, realizar una rutina de ejercicio de más de una hora de duración y realizar ejercicio físico
como actividad principal. Los criterios de exclusión fueron: realizar otra actividad deportiva además de
acudir al gimnasio y tener alguna enfermedad que requiera llevar una dieta especial.

Tipo de estudio y muestreo:

Se realizó un estudio transversal descriptivo y la selección de los participantes se hizo por medio de un
muestreo no probabilístico de tipo intencional (22).

Instrumentos y materiales

Escala de Motivación por la Musculatura (DMS; por sus siglas en inglés) (23), cuestionario que
evalúa la obsesión que el individuo refleja hacia su masa muscular y el tamaño de su musculatura.
Está compuesta por 15 preguntas con cinco opciones de respuesta y el punto de corte sugerido es de
52 (4). En México (24) la DMS mostró adecuada confiabilidad tanto en varones (Alpha = 0,84) como
en mujeres (Alpha = 0,77).

Formato de evaluación de hábitos alimentarios (15), se trata de una entrevista para evaluar los
hábitos alimentarios de un individuo. En el presente estudio se utilizaron dos apartados: recordatorio
de 24 horas y registro de medidas antropométricas.

Hoja de datos generales en la cual se solicitó información sobre los datos personales de los
participantes: edad, ocupación, estado civil y escolaridad, así como información relacionada con el
ejercicio que practican, cuánto tiempo tienen realizándolo, cuántos días y horas dedican al mismo y
cuál es el propósito principal por el que lo realizan.

Báscula Tanita BC-545. Balanza para medir la composición corporal por medio de impedancia
bioeléctrica. Se utilizaron los siguientes datos: peso, porcentaje de grasa y masa muscular.

Tallímetro. Escala métrica que permite obtener la talla o la longitud de un individuo, con una precisión
de 1 mm.

Procedimiento

Se solicitó la participación voluntaria de los usuarios de gimnasio y se les pidió que contestaran la DMS
y la hoja de datos generales; asimismo, los participantes firmaron un consentimiento informado.

Personal capacitado en el área de nutrición entrevistó a cada participante para obtener información del
recordatorio de 24 horas, aplicado solo para un día. Se incluyó el registro de suplementos proteicos
para aumentar masa muscular.

Evaluación antropométrica: Se realizó la toma de medidas antropométricas a cada uno de los


participantes. Si situó el material en el lugar indicado por el entrenador y se realizaron las mediciones
de talla y peso siguiendo el procedimiento descrito en el Manual de Antropometría (25). El protocolo de
esta investigación fue aprobado por el comité de ética del Centro de Investigaciones en
Comportamiento Alimentario y Nutrición de la Universidad de Guadalajara.

Análisis estadístico: Una vez obtenida la información de los participantes, se realizó una base de
datos en el paquete estadístico Statistical Package for Social Sciences (SPSS). Posteriormente, en base
al punto de corte de la DMS los participantes fueron asignados a uno de dos grupos: con síntomas y
sin síntomas de MD. Con los datos del recordatorio de 24 horas, incluido el consumo de suplementos
proteicos, se calculó la cantidad de nutrientes en kilocalorías. Primero se calcularon los gramos de
consumo diario de cada nutriente, la cantidad de porciones se multiplicó por el gramaje estandarizado
para cada alimento utilizando el Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes (26). Posteriormente, se
obtuvieron los porcentajes consumidos para cada nutriente y se realizó el cálculo de kilocalorías de
cada nutriente. Se realizó la prueba de Kolmogorov Smirnov para analizar la distribución de las
variables y se emplearon las pruebas estadísticas t de Student y XCpara evaluar si existían diferencias
significativas entre el grupo de varones que presentó síntomas y el grupo de varones sin síntomas
respecto a las variables composición de la dieta, composición corporal y consumo de sustancias para
aumentar masa muscular.

RESULTADOS

La edad promedio de los participantes fue 24,7 años (DE = 5,46), 77% eran solteros, 16% casados y
7% no proporcionó este dato; en tanto que 49% trabajaba al momento de la investigación, 38%
estudiaba, 4% estudiaba y trabajaba y 9% no respondió la pregunta; 50% de los participantes tenían
estudios de licenciatura, 30% de bachillerato, 4% de secundaria, 3% de posgrado, 1% carrera técnica
y 12% no contestó la pregunta. Respecto al tiempo que llevaban realizando ejercicio físico en el
gimnasio, 44% de los participantes tenían menos de un año, 26% de uno a dos años y 30% más de
dos años.

8. Comportamiento glicémico durante el ejercicio de resistencia, aplicando


dos tipos de raciones de carbohidratos previo al ejercicio
Resumen

La nutrición deportiva lleva varias décadas marcando el paso de alto rendimiento en la mayoría de las
disciplinas deportivas, por ello el estudio de la nutrición para el deporte juega un papel fundamental en la
preparación de los deportistas. Sabemos que una dieta debe existir una óptima relación entre los
Micronutrientes (Vitaminas, Minerales) y Macronutrientes, donde encontramos proteínas, lípidos e hidratos
de carbono (CHO), estos últimos, son la fuente principal para la obtención de energía. Tenemos dos tipos de
hidratos de carbono, unos monosacáridos, de alto índice glicémico (AIG) los cuales producen alzas bruscas
de glicemia sanguínea, seguida de una hipoglicemia debido a la acción de la insulina post prandial, y
polisacáridos de bajo índice glicémico (BIG) que no producen estas alzas bruscas, por lo tanto evitan las
hipoglicemias. Se han estudiado las hipoglicemias en ejercicio y se ha comprobado que son producidas por el
consumo de alimentos de AIG. Otros estudios indican que el consumo de CHO de AIG durante el ejercicio
mantiene los niveles de glicemia sanguínea más estables, por tanto mayor sustrato disponible que el que
consume solo agua. Louise Burke investigadora Australiana, afirma que las hipoglicemias de rebote se evitan
consumiendo CHO de AIG durante el ejercicio, por lo tanto plantea que da lo mismo el CHO que se consuma
antes del ejercicio, siempre y cuando durante el mismo se consuman CHO de AIG, lo cual ha llamado mucho
la atención. Además existen varios otros estudios que plantean que solo algunos individuos presentan
hipoglicemias de rebote. En un estudio realizado con una pequeña muestra de seleccionados chilenos de
ciclismo, dio como resultado que a todos los individuos que consumieron CHO de AIG antes del ejercicio, se
les produjo hipoglicemia de rebote, aun cuando consumieran CHO de AIG durante el ejercicio. Además
demostró que al consumir CHO de BIG antes del ejercicio, puede triplicar el tiempo de ejecución de un sprint
al final del test. Todo esto hecho bajo el mismo protocolo de Louise Burke. Esto nos da la partida por seguir
investigando e indagando en un tema del cual aún sabemos muy poco y que nos permitirá disminuir los
factores que perjudican el rendimiento deportivo

Introducción
Según el concepto tradicional de nutrición, la principal función de la dieta es aportarnos los nutrientes necesarios
para el buen funcionamiento de nuestro organismo, pero además, una nutrición óptima contempla la posibilidad de
que algunos alimentos mejoren nuestra salud y reduzcan el riesgo de desarrollar determinadas enfermedades
degenerativas. Por otro lado entregan la energía necesaria para realizar distintas actividades con variados
requerimientos energéticos, como ocurre con la actividad física y en los deportes.

Por ello, desde hace algunas décadas se ha hecho necesario considerar que la nutrición forma parte importante de
la preparación óptima de los deportistas, extrapolándose a todas las disciplinas deportivas.
Este factor ha pasado a ser tan fundamental como un buen proceso de entrenamiento, por lo tanto para que el
rendimiento deportivo sea predecible y manejable, se deben considerar; un entrenamiento adecuado a cada disciplina
deportiva y una nutrición óptima de acuerdo a las necesidades de cada deportista y de cada deporte.

Como conocimiento esencial, sabemos que el rendimiento atlético depende de diversos factores; socioeconómicos,
culturales, ambientales, personales, etc., entre los que podemos mencionar los factores genéticos y de herencia, el ya
mencionado entrenamiento y la alimentación o nutrición adecuada. Esta última es un factor muy importante a la hora
de lograr el éxito en un deporte, a tal punto que el tiempo de entrenamiento y preparación pueden verse
perjudicados por una alimentación incorrecta.

Pero esta relación rendimiento-alimentación no esta del todo internalizada en los atletas y deportistas. Así, diversos
estudios refieren que la alimentación que actualmente siguen algunos "campeones", no difiere de la dieta de la
población general y en algunos casos es más desbalanceada y monótona.

Antecedentes
Dill y cols. (5), por ejemplo, estudiaron los efectos de la ingestión de carbohidratos sobre la performance de
carrera, en un perro entrenado para correr a una intensidad dada, en una cinta en el laboratorio. Luego de una noche
de ayuno, el perro fue capaz de correr por 3-6 hs. antes de fatigarse, lo cual coincidió con una marcada disminución
de la concentración de glucosa de la sangre. Cuando se lo alimentó con carbohidratos antes y durante el ejercicio, sin
embargo, el perro fue capaz de correr igual o más de 13 hs. antes de fatigarse. En otro experimento realizado
después de una noche de ayuno, el perro corrió por un periodo >4 hs. antes de fatigarse, en el momento en que la
concentración de glucosa en sangre era de 2.6 mmol/L. En este punto, al perro se le dieron 40 g de azúcar para
comer.

Subsecuentemente la glucosa de la sangre incrementó a > 6 mmol/L, y el perro fue capaz de ejercitar por otra
hora y media. Estas observaciones llevaron a Dill y cols. (5) a la conclusión de que el factor limitarte en la
performance de ejercicio prolongado "...parece ser meramente la cantidad de combustible fácilmente disponible", en
forma de glucosa de origen sanguíneo. Ellos concluyeron que la ingestión de carbohidratos durante el ejercicio
retrasaba la fatiga, al mantener la provisión de carbohidratos para su oxidación por los músculos.(2)

Existen además estudios en resistencia en la década de los '40 donde se les entregó como sustrato para el
ejercicio, grasas.

Christensen y Hansen (7,8) sugieren que el desarrollo y reversión de la fatiga bajo condiciones de ejercicio estable,
después de una dieta alta en grasas, no se debe a los cambios en el % de la oxidación de los carbohidratos, aunque
ellos sintieron que estos resultados no descartan completamente esta posibilidad. Estas observaciones han sido la
base para la idea de que la ingestión de carbohidratos durante el ejercicio, retrasa principalmente la fatiga.

Más adelante y basándose en estudios recientes trataré de explicar como la hipoglicemia causa fatiga muscular,
probablemente, porque la misma priva a los músculos en ejercicio de la energía proveniente de los carbohidratos.

De estas observaciones se desprende claramente que el ejercicio exhaustivo a intensidades que requieren >60 %
del VO2 máx. empeoran cuando falta una dieta con carbohidratos, y en general esto se asocia con un inadecuado
porcentaje de oxidación de carbohidratos. La introducción de la técnica de biopsia muscular en los '60, demostró que
los niveles de glucógeno muscular disminuían después de la realización de ejercicios intensos, hasta llegar a la fatiga.
Además, la duración que un ejercicio de resistencia enérgico podía mantenerse aumentando y disminuyendo los
niveles de glucógeno muscular, a través de la manipulación de la dieta antes y durante el ejercicio y por el mismo
ejercicio.

¿Qué tipo de carbohidrato debo consumir?

Esto nos lleva al concepto de que el glucógeno muscular es la fuente primaria de carbohidratos durante el
ejercicio.

Pero la tarea ahora es determinar que tipo de CHO se debe consumir antes durante y después del ejercicio.
Sabemos que el Indice Glicémico (IG) mide el aumento de la glicemia que se produce posterior a la ingesta de un
alimento determinado en relación a la ingesta de glucosa (IG = 100). Su determinación se realiza por la ingestión de
un alimento con 50 g de carbohidrato, midiendo la glicemia post prandial durante un lapso de 2 horas.

En base a esto podemos clasificar los carbohidratos en CHO simples y CHO Complejos.

Los carbohidratos de tipo simple o monosacáridos, se absorben rápido y provocan alzas en las glicemias
sanguíneas, seguida de una hipoglicemia de rebote, debido a la acción de la insulina. Esta disminución de la glicemia
provoca claramente una disminución del rendimiento por falta de sustrato.

Por otro lado existen carbohidratos del tipo complejo, donde su absorción es más lenta, evitando un alza de la
glicemia desmesurada, por tanto la insulina actúa en menor proporción.

Consumo de carbohidrato pre ejercicio

Un estudio del año 2001 de la investigadora australiana Louise Burke en su trabajo: "Carbohidrate Intake during
porlonged cicling minimizes effect of glicemic index of preexercise meal". - plantea que da lo mismo lo que se
consuma antes del ejercicio, es decir, alimentos con HGI o LGI, siempre y cuando durante el ejercicio, a intensidad
moderada, se consuman líquidos azucarados, es decir alimentos de alto índice glicémico (HGI).

Además en un articulo del Journal of Applied Phisiology", (CARBOHYDRATES? They aren't that simple) plantea que
solo el 5% de los individuos presentan hipoglicemias de rebote.

En un pequeño estudio realizado a finales del año 2004, nos plantea nuevas hipótesis sobre las variables
nutricionales que influyen en el rendimiento en atletas de deportes de resistencia.

Aquí se intenta establecer diferencias en el rendimiento en ciclismo, aplicando dos tipos diferentes de carbohidratos
(CHO). Para ello se estableció el siguiente protocolo:

Tomé cuatro ciclistas entrenados de 21,5 + 2,1 años de edad y con un peso de 65,9 + 3,9 kg., los cuales
cumplieron con un test previo (PPO = Peak Power Output), para determinar la potencia máxima (W) que desarrollan.

Luego se hicieron tres pruebas cada uno, entre el 50% y 60% del PPO, separados cada prueba por entre 7 a 12
días para favorecer el descanso. En estas pruebas llegaron en ayunas y se les aplica un CHO de absorción simple (50
gr. de Corn Flakes con un IG=70), luego un grupo control (agua, colorante y endulzante, IG=0) y finalmente un CHO
complejo (lentejas con un IG=35); cada uno en días diferentes. Luego de consumir el alimento, reposaron 1 hora y
comenzaron a pedalear al 50%-60% del PPO durante 120 min. Se evaluó glicemia sanguínea desde el lóbulo de la
oreja en la hora previa a la comida (minuto -60), luego al min. -30, al minuto 0 y comenzado el ejercicio a los min.
20, 40, 60, 80, 100, 120 y se analizo en el dispositivo Accu Chek Glucose de Roche.

Durante la prueba se consumió un producto isotónico con 55 gr. de CHO (simple) por litro de liquido.

Se establecieron diferencias entre el consumo de CHO simple y CHO complejo previo.


Los que consumieron CHO simples desarrollaron una hipoglicemia de rebote entre los min. -30 y 40. y los que
consumieron CHO complejos, no produjeron hipoglicemia de rebote, además al hacer un pique final al 90% del PPO
demostraron realizar un promedio de 4,6 min. más que al consumir CHO simples.

Podemos concluir por tanto, que al consumir CHO complejos, se evitan las hipoglicemias de rebote, las cuales se
presentaron en los 4 individuos con CHO simple, y poder así mejorar los rendimientos desde el comienzo de la prueba
ciclista. Al mejorar el tiempo en el pique final es posible estar en ventaja con respecto a los demás competidores en
relación con el sprint final de competencia.

Comentario final
Analizados los antecedentes, concluimos que el consumo de carbohidratos durante el ejercicio de resistencia en
concentraciones adecuadas ayuda a mantener las glicemias en concentraciones que permiten contar con mayor
sustrato sanguíneo disponible y mejorar así la eficiencia aeróbica.

Por otro lado cabe la duda sobre si se produce hipoglicemia de rebote en todos los individuos o no.

Pero si queda claro que el consumo de carbohidratos Complejos de bajo Índice Glicémico previo al ejercicio, evita
las hipoglicemias de rebote y provoca una mejora en el rendimiento al realizar un sprint máximo al final de una
prueba de resistencia de dos horas (90% PPO).

En cambio consumir carbohidratos simples de absorción lenta puede provocar hipoglicemias durante el ejercicio,
aún cuando se consuman CHO simples durante el mismo, que pudieran apañar los efectos de la insulina, como se ha
manifestado en algunos artículos.

Nuestra misión es ahora comprobar a través de estudios con mayor cantidad de sujetos, a cuantos individuos se
les produce hipoglicemia y seguir buscando aspectos nutricionales que influyen en el rendimiento de los deportistas,
con la idea de contribuir al desarrollo de las Ciencias Aplicada al Deporte.

9. ESTUDIO DESCRIPTIVO, COMPARATIVO Y CORRELACIONAL DEL ESTADO


NUTRICIONAL Y CONDICIÓN CARDIORRESPIRATORIA EN ESTUDIANTES
UNIVERSITARIOS DE CHILE
(1) Departamento de Educación Física, Facultad de Educación. Universidad de Concepción.
Concepción, Chile.

(2) RESUMEN
El siguiente estudio descriptivo correlacional fue realizado con el objeto de determinar el estado
nutricional y el nivel cardiorrespiratorio de los alumnos de las universidades Pontificia Universidad
Católica de Valparaíso (PUCV) y la Universidad de Concepción (UdeC). El estado nutricional se evaluó
por el índice de Masa Corporal (IMC) y la condición cardiorrespiratoria por el consumo máximo de
oxígeno (Vo2máx), mediante el test de la caminata de 2.000 metros (UKK). En la PUCV, los resultados
del IMC presentan 78,1% clasificado como normal (18,5- 24,9 kg/ mt2), mientras que el 28% de las
mujeres mostró una mayor frecuencia en la clasificación de regular en el Vo2máx. (25- 30 ml.kg-1.
min-1). El 34,1% de los varones se encontró en la categoría normal (43- 52 ml.kg-1.min-1). Por su
parte, en la UEDC, el IMC, tanto de mujeres como de varones se ubicaron en la categoría normal
(79,2%). El Vo2máx de mujeres como varones presentó su mayor concentración en la categoría
aceptable (44,3% y 40,0%) (31- 37 y 34- 42 ml.kg-1.min-1) respectivamente. La correlación entre
estado nutricional y condición cardiorrespiratoria estableció una relación lineal negativa en base R de
Pearson -0,263 (PUCV) y -0,386 (UdeC), que significa que a mayor IMC menor Vo2máx.

Palabras clave: Estado nutricional, condición cardiorrespiratoria, sedentarismo.

INTRODUCCIÓN

Diversos estudios han demostrado que una reducción significativa de la prevalencia de enfermedades
infecto contagiosas, se asocia a un paulatino reemplazo por enfermedades crónicas- degenerativas no
transmisibles tales como la: hipertensión, hiperlipidemias, diabetes, enfermedades cardiacas y ciertos
tipos de cáncer (1,2), lo que podría determinar la mayor cantidad de accidentes cardiovasculares en la
población adulta (3). Factores como el sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo pueden agravar esta
situación (4). En consecuencia, urge la necesidad de analizar la situación presente en un grupo
determinado de la población como son los estudiantes universitarios que cursan su primer año de
estudios.

En Estados Unidos, dichos estudiantes se encuentran inundados por una cultura popular, de nueva
libertad y presión de los pares. Un estudio realizado indica que el 35% de los estudiantes de educación
superior presenta obesidad y un porcentaje de 46% intenta perder peso, sugiriendo falsas
percepciones sobre su imagen corporal. De este porcentaje, sólo uno de cada tres dicen haber recibido
en sus lugares de estudio algún tipo de educación relacionado con actividad física y guías de
alimentación saludable (5). Además de los trastornos de salud que se acaban de mencionar, no hay
que olvidar que las personas obesas sufren, adicionalmente, una marcada discriminación social (6). Por
otra parte, el descenso más notorio en la realización de actividad física ocurre en el periodo final de la
adolescencia y el periodo inicial de la adultez joven (7).

Como consecuencia de una dieta inadecuada y de una actividad física insuficiente, los niveles de
obesidad han aumentado en forma alarmante en Chile (8-12). En el año 2003, la Encuesta Calidad de
Vida y Salud y en el 2006 la II Encuesta Calidad de Vida y Salud, muestran que la población chilena
presenta altos niveles de sobrepeso y obesidad. En la primera encuesta 38% tiene sobrepeso, 22% es
obeso y 1,3% presenta obesidad mórbida, lo que en total suma un 61,3 %. En la encuesta efectuada
en el año 2006 el 40 % se percibe con sobrepeso y un 7,4% como obesa (9). Estas cifras son similares
a países desarrollados. En efecto, en el caso de Estados Unidos un 64% del total de la población
presentaba el año 2000 un estado nutricional calificado como deficiente (13). Estas cifras son
indicadores respecto al estado nutricional de la población chilena, la que no se encuentra en gran
proporción en los rangos de normalidad según tablas internacionales (14,15).

A finales de la década de los '60 y principios de los '70 emerge un concepto de condición física más
próximo al ámbito de la salud, lo que propicia una cierta ruptura ideológica al tomar como propósito
principal el bienestar del individuo por encima del objetivo tradicional basado en el rendimiento
deportivo. Un estudio realizado en año 1995, utiliza el concepto de condición cardiorrespiratoria como
método para el estudio del estado de salud de las personas. Para ello utilizó el consumo de oxígeno y
la frecuencia cardíaca como algunas de las principales variables para el estudio de dicha relación (16).

La expresión Vo2máx (ml-1.kg-.min-1) es un indicador de capacidad aeróbica, cuyo valor numérico se


relaciona con un nivel físico de la eficiencia de utilización de la energía aeróbica (17). Su valor absoluto
depende de la capacidad física de cada individuo, es un parámetro fisiológico que expresa la cantidad
de oxígeno que consume o utiliza el organismo (18).
La actividad física pasa a ser considerada como un componente importante dentro de un estilo de vida
saludable, ya que la ejecución de actividades físicas sistemáticas y de cierta intensidad constituye un
factor de protección y prevención de diferentes trastornos de la salud, por los importantes beneficios
fisiológicos, psicológicos y sociales asociados a la actividad física (19-22). Estudios recientes muestran
que tener una buena condición física reduce la probabilidad de padecer enfermedades como el cáncer y
la diabetes tipo 2 relacionadas a personas sedentarias obesas (23,24).

En diversas investigaciones internacionales se ha demostrado que una vez comenzados los estudios de
educación superior disminuye la intensidad y frecuencia de actividad física que desarrollan las
personas, especialmente los adultos jóvenes (25). Este antecedente puede servir para que las
autoridades del área de la educación superior reflexionen y consideren medidas que permitan entregar
una educación integral, considerando el desarrollo de actividades deportivas o físicas durante los años
de estudios superiores como se hace en la actualidad en Japón (26) donde la realización de actividad
física durante los años de estudios es obligatoria y un requisito para su culminación.

El propósito de esta investigación fue determinar la incidencia del nivel de condición cardiorrespiratoria
como capacidad funcional medida por su consumo máximo de oxígeno (Vo2máx). El estado nutricional
determinado a través del índice de Masa Corporal (IMC) de estudiantes de la Pontificia Universidad
Católica de Valparaíso y de la Universidad de Concepción.

SUJETOS Y MÉTODOS

En ambas universidades la muestra de la investigación fue de tipo probabilística, representativa,


estratificada y proporcional para ambos géneros. En la Pontificia Universidad Católica Valparaíso se
evaluaron 64 alumnos de los cuales 20 eran mujeres y 44 varones. En la Universidad de Concepción se
evaluaron 245 alumnos que corresponden a 115 mujeres y varones.

Para medir el peso y la estatura se utilizó la balanza marca SECA, modelo 713, con escala de 5 a 200
Kg. y precisión de 0,1 Kg. y el estadiometro marca HOLTAIN. Se determinó el IMC; este indicador es
utilizado para valorar el estado nutricional. El procedimiento consiste en medir el peso corporal en
kilogramos dividido por la estatura en metros elevado al cuadrado de cada individuo. De acuerdo a
tablas aceptadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se presentan cinco categorías (14):
bajo peso, peso normal, sobrepeso, obesidad, obesidad mórbida (14).

Se utilizó el test de caminata (2.000 metros) UKK para evaluar la condición cardiorrespiratoria
(Vo2máx). El test se aplicó en una pista atlética de 400 metros de perímetro. Cada alumno debió dar
cinco vueltas a la pista de manera vigorosa y enérgica. Los datos que se utilizaron para establecer la
predicción del consumo máximo de oxígeno corresponden a las siguientes variables: índice de masa
corporal, edad, tiempo y frecuencia cardíaca en realizar la prueba. Los estándares internacionales para
realizar la clasificación fueron: baja, regular, aceptable, buena y excelente (15). Para la medición de
tiempo y frecuencia cardiaca se utilizo el pulsímetro marca POLAR modelo FS1.

Con los datos obtenidos se realizó un análisis estadístico, utilizando la correlación de Pearson entre las
variables (IMC y Vo2máx) de nivel de medición intercalar y la T de Student para establecer el grado de
significación. Además, se relacionó de acuerdo a porcentajes, medias, desviación estándar, de ambas
universidades.

CONSUMO DE SUPLEMENTOS NUTRICIONALES EN GIMNASIOS, PERFIL DEL


CONSUMIDOR Y CARACTERÍSTICAS DE SU USO
Fernando Rodríguez R. (1), Mirta Crovetto M. (2) Andrea González A. (2), Nikol Morant C.
(2), Francisco Santibáñez T. (2)

(1) Escuela de Educación Física, Facultad de Filosofía y Educación, Pontificia Universidad Católica de
Valparaíso, Valparaíso, Chile.
(2) Nutrición y Dietética, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Playa Ancha, Valparaíso,
Chile.
RESUMEN

La gran oferta de suplementos nutricionales (SN) dispuestos en el mercado, ha llevado a que el uso de
estos productos no sea adquirido únicamente por deportistas, sino que por parte importante de la
población relacionada con la actividad física. El objetivo de este estudio es conocer las características
de los consumidores de SN, evaluando su consumo en 314 usuarios (198 hombres y 116 mujeres) de
6 gimnasios de la ciudad de Viña del Mar. Los resultados revelan que más de la mitad de los usuarios
consumen SN (54,5%). De los hombres consumidores, un 69,4% lo realiza para aumentar masa
muscular, mientras que del total de las mujeres, un 62,2% lo utiliza para disminuir grasa corporal. Los
cinco tipos de SN más consumidos en relación a su composición de nutrientes y otras fuentes fueron:
proteínas (55,6%), aminoácidos (25,9%), vitaminas y minerales (25,1%), sustitutivos de comida
(6,4%), cafeína (6,4%) y L- carnitina (6,4%). El perfil del consumidor, está representado por
individuos jóvenes, de sexo masculino, los que siguen una dieta especial de alimentación, con largo
tiempo de práctica en gimnasio y que se ejercitan varios días y horas a la semana. Gran parte de los
consumidores no presentó una adecuada asociación entre el SN utilizado y el objetivo de consumo de
estos suplementos.

Palabras clave: suplementos nutricionales; ejercicio; deporte; nutrición deportiva; rendimiento físico.

INTRODUCCIÓN

En el mundo actual, al analizar la alimentación de la población, ya no basta considerar únicamente los


alimentos, si no que se debe tener presente otras alternativas cuando los requerimientos de nutrientes
son elevados, tales como los suplementos nutricionales (SN), los cuales muchas veces son utilizados
como complemento a la dieta, sin mayor respaldo científico que justifique su uso (1,2). Según el
Reglamento Sanitario de los Alimentos, un SN, es un producto que ha sido elaborado para su-
plementar la dieta habitual de los individuos sanos, con adición de uno o varios nutrientes y que se
presenta en diversos formatos. Estos productos, suelen estar acompañados de una propaganda
comercial que los presentan como sustancias milagrosas que contribuyen a diversos objetivos para
mantener la salud.

El crecimiento de la industria de gimnasios en Chile, ha provocado un aumento en el número de


personas que acuden regularmente a estos centros. La inserción a este medio, predispone al individuo
a consumir SN por asesorías de profesionales, que muchas veces, no se encuentran debidamente
capacitados para ejecutar esta labor (3 - 5). Son pocos los estudios científicos que dan cuenta del
consumo de SN por la población cercana al mundo de la actividad física (5). Nuestro país, no difiere de
esta realidad al no presentar estudios al respecto. La escasez de información existente, dificulta la
orientaciones necesarias para abordar la problemática del uso, mal uso y abuso de los SN, por lo que el
objetivo general de esta investigación, es conocer las características que determinan el consumo de SN
en gimnasios de la comuna de Viña del Mar, evaluando su consumo mediante la aplicación de una
encuesta, que determinó las principales conductas y perfil de la población consumidora.

SUJETOS Y MÉTODO

El universo está compuesto por el número de inscritos en gimnasios de la ciudad de Viña del Mar,
registrados en el último mes previo a la aplicación del instrumento de medición de la investigación.
Este universo presenta una rotación constante de usuarios, determinada por los diversos horarios,
irregularidad en la asistencia y número de inscripciones por esta-cionalidad. Todas estas características
hacen que este universo sea de difícil acceso para el llenado del instrumento, invalidando la opción de
una muestra con características de aleatoridad, por lo cual se seleccionó una muestra intencionada con
el objetivo de abarcar el mayor número posible de sujetos. Los sujetos fueron voluntarios, quienes
accedieron a participar firmando un consentimiento informado. Se aplicó un cuestionario previamente
validado en una muestra de 120 estudiantes universitarios. El instrumento es estructurado en base a
preguntas cerradas, con alternativas y preguntas abiertas, para recabar información acerca del
consumo de SN, objetivos de consumo, frecuencia, lugar de procedencia y relación entre consumo y
objetivos a alcanzar. La validación del instrumento de medición fue realizada en dos etapas, en una
primera instancia se validó en un grupo de deportistas a través de formato electrónico, realizándose
las modificaciones pertinentes. Posteriormente, se volvió a aplicar en usuarios regulares de cinco
gimnasios de la comuna de Viña del Mar, distintos de los gimnasios correspondientes a la muestra.
Luego de este proceso, se realizaron las últimas modificaciones en la estructura del cuestionario
obteniendo el instrumento definitivo.

La población objetivo fueron 314 usuarios hombres y mujeres de los gimnasios seleccionados con un
rango de edad entre 15 a 65 años. La encuesta se aplicó en un período de dos semanas, en la jornada
de mañana y tarde y en los horarios de asistencia de los encuestados a los gimnasios definidos, a
través de encuestadores previamente capacitados. Los datos fueron analizados utilizando el software
estadístico SPSS Estadistics, 17a edición, considerando un nivel de significancia de p<0,00 para la
comparación de las variables, en la prueba Chi cuadrado.

RESULTADOS

De los 314 encuestados un 63,1% pertenece al sexo masculino, mientras que un 36,9% son de sexo
femenino. La mayoría de los encuestados tenía un rango de edad entre 15 a 30 años (51,9%), seguido
por el rango de edad que varía entre los 31 a los 45 años (38,9%) y un grupo menor que pertenece al
rango de 46 años o más (9,2%).

En cuanto al tipo de ocupación de los encuestados, la mayoría señala ser estudiante (49,4%), seguido
por trabajadores (46,2%) y sólo un pequeño porcentaje (2,9%) declaró estar inactivo o jubilado
(1,6%). Un 54,5% del total de encuestados señala consumir algún tipo de SN, mientras el 45,5%
declaró no consumirlos

CONCLUSIÒN PERSONAL
La forma de consumir alimentos y en general la nutrición en los deportes de equipo ha sido la menos estudiada
hasta la fecha. Puesto que está demostrado, que una nutrición incorrecta puede perjudicar el rendimiento físico
y la salud del deportista, el objetivo de este trabajo es el profundizar en el conocimiento del estado nutritivo
de un colectivo de deportistas. Los principales problemas constatados son la deficiencia en ácido fólico y
magnesio, insuficiente hidratación, así como un desconocimiento en materia nutricional
BIBILOGRAFÌA

http://fecna.com/wp-content/uploads/2011/08/Fraccionamiento-de-Masa-Corporal-Un-Nuevo-M%C3%A9todo-
Ross-Kerr.pdf

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