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¿Qué es un ser humano adulto? Hemos dicho que adultez es plenitud vital.

Al aplicarla al ser humano debe entenderse


como su capacidad de procrear, de participar en el trabajo productivo y de asumir responsabilidades inherencias a su
vida social, para actuar con independencia y tomar sus propias decisiones con entera libertad. Precisamente, el tránsito
de la dependencia, a la que fatalmente está sometido el niño y el adolescente a la vida autónoma en lo económico y en
lo social, que lo integra en la sociedad, es lo que da fisonomía y distingue la vida del adulto del período anterior de su
existencia. Para la Real Académica de la Lengua una persona adulta es aquella que ha llegado al término de su
adolescencia, o que ha logrado su mayor crecimiento o desarrollo, o que ha alcanzado su mayor grado de perfección. 3
Esta definición genérica no explica el proceso que conduce a la edad adulta. El crecimiento, siendo integral, no se
desenvuelve uniformemente en los diferentes aspectos de la personalidad del individuo; así, por ejemplo, su desarrollo
biológico culmina antes de finalizar su adolescencia y, aproximadamente alrededor de los 16 años, recién adquiere su
adultez psicológica y ergológica. Asimismo, pensar que el adulto alcanza el más lato grado de perfección, tampoco
precisa el concepto de adultez, por cuanto el ser humano jamás llega a ser perfecto. Creemos ajustarlo, no obstante la
vaguedad de la expresión, considerar que adulto es aquel que ha alcanzado el mayor crecimiento y desarrollo. Para
Knowles “ser adulto significa estar dirigido por sí mismo”. 10 La diferencia fundamental entre el niño y el adulto está
referida al concepto de sí mismo; la personalidad de aquél es un apéndice de éste y toda la conducta del niño gira
alrededor de la vida del adulto; sólo cuando es capaz e tomar decisiones y autodirigirse alcanza adultez. Esa sencilla
definición es incompleta; hace énfasis en el aspecto psicológico, la autodirección, que es un factor entre otros que
conforman la adultez. Verner señala que precisar el término “adulto” obliga a ciertas consideraciones relativas a la edad,
la madurez psicológica y el rol social. Para este autor la edad cronológica no es un criterio adecuado ni determinante; la
edad como indicador de la adultez es variable y hasta sin sentido. Considera más apropiado aceptar el criterio de la
madurez psicológica si fuese factible medirla con precisión. En su concepto de rol social, que conlleva responsabilidades
desde el punto de vista económico y cívico, identifica mejor la adultez. Mientras el niño es un sujeto que no contribuye
inmediata y directamente a satisfacer las necesidades de la sociedad, el adulto, en cambio, y forma parte de la población
económicamente activa y cumple un rol productivo que la capacita para bastarse a sí mismo y actuar independiente en
sus múltiples manifestaciones de vida. Dentro de esta concepción, Verner define al adulto expresando: “...es la persona
que llega a esa etapa de la vida en la cual asume responsabilidades propias y generalmente por otro, y quien acepta
concomitantemente un rol, funcionalmente productivo en su comunidad” 11 Una definición más completa que las
anteriores es la que proporciona el profesor Fernando Nogales, basado en la concepción que Antonio Ballesteros y
usano describe en su obra “Organización y Administración Escolar”, al considerar los 10 Knowles, Malcoms. Art. Cit. 11
Jonsen, Llverlght y Hallenbeccks: “Adult Educatio”. Adult Education Asosation of the USA, 1964, pág. 29. 4 factores que
determinan la adultez. Esta definición asoma la idea que sostenemos del carácter prelativo que tiene lugar en la adultez
humana, y dice: “... Un adulto es aquel individuo (hombre o mujer) que desde el punto de vista físico ha logrado una
estructura corporal definitiva, biológicamente ha conducido un crecimiento, psíquicamente ha adquirido una conciencia
y ha logrado el desarrollo de u inteligencia, en lo sexual ha alcanzado la capacidad genésica; socialmente obtiene
derechos y deberes ciudadanos; económicamente se incorpora a las actividades productivas y creadoras”.12 3. Carácter
prelativo de la adultez Se presentan tropiezos o inconvenientes al querer definir la adultez humana en igual forma a
como se define las demás especies zoológicas y botánicas, tomando como punto de partida la edad cronológica. Esto es
un error. La adultez en el ser humano es un proceso acumulativo y variado. En las especies botánicas y zoológicas es fácil
distinguir y precisar este hecho, porque en ellas se da sólo la adultez biológica. En cambio en el ser humano se llega a la
plenitud vital en etapas sucesivas y en diferentes edades. a) ADULTEZ BIOLÓGICA Así podríamos hablar de una adultez
biológica caracterizada por el total desarrollo anatómico y fisiológico de los órganos de su capacidad de funcionamiento.
Lo más significativo, tanto en los seres humanos como en las demás especies, es su capacidad de reproducción que, en
los primeros, se hace presente entre los 11 y 15 años de edad con la aparición de manifestaciones fisiológicas, en el
hombre y en la mujer, de su capacidad genésica. b) ADULTEZ PSICOLÓGICA La adultez psicológica se manifiesta
posteriormente. Se caracteriza por el desarrollo de la actividad psíquica en su máximo grado. Las funciones
intelectuales, emocionales y conativas adquieres mayor intensidad, amplitud y funcionalidad. Generealmente es
aceptado que, entre los 15 y 18 años de edad, el hombre alcanza ese grado. Therman sostiene que la inteligencia, en la
curva de su desarrollo, llega a su más alto nivel entre los 15 y 16 años de edad. Wesheler lo extiende hasta los 20, pero,
si bien el desarrollo de la inteligencia como aptitud general es fundamental en la madurez psicológica, lo importante es
que el ser 12 Nogales Castro, Fernando: “Educación de Adultos”. Ministerio de Educación y B.A., Dirección Nacional de
Alfabetización y Educación de Adultos, La Paz, Bolivia, 1964, pág. 6. (Mimeografiado). 5 humano tome conciencia de sí
mismo, de sí mismo, de su condición humana y del mundo que le rodea, y está en condiciones de enfrentar lógicamente
los problemas menores de la vida diaria. El hombre se hace autoconsciente; percibe la existencia de su “yo” a conciencia
moral. Asimismo su “inconsciente”, donde se refugian las experiencias vividas en sus primeros años (inhibiciones,
afectos, represiones, etc.), se dinamiza e influye en su conducta. De esta manera, adultez psicológica supone la
comprensión del hombre como tal. A este respecto Kilpatrick nos dice: “...la característica resultante del yo consciente
es ser capaz de pensar sobre sí mismo en forma de lo que conoce de otros y pensar de otros en forma de lo que conoce
de sí... El ser adulto normal humano es un ser tal autoconsciente”13 Precisamente lo que caracteriza la adultez
psicológica, es la actuación responsable de quien sabe lo que hace, por qué lo hace y los efectos que deriva su conducta.
c) ADULTEZ SOCIOLÓGICA La adultez social se manifiesta en tres sectores: en el trabajo, en la participación social
(política y cívica) y en la responsabilidad jurídica. Casi todas las normas legales establecen la edad de 16 años como
punto de partida para que el ser humano se incorpore a la fuerza laboral, condicionando la jornada de trabajo a un
horario de seis horas diarias, previa autorización paterna. En este período, las aptitudes intelectuales y físicas han
madurado suficientemente para las personas subsistan con independencia y capacidad. Su intervención en los
problemas laborales, políticos y ciudadanos, manifiestan su madurez psicológica, ergológica y además su adultez
sociológica propiamente dicha. La propia sociedad, y al referirnos a ella estamos indicando a la sociedad adulta plena,
reguladora del ordenamiento de la vida comunitaria, confiere a los adultos jóvenes el derecho a intervenir en los
problemas políticos al concederle el derecho de elegir a los poderes que representan al Estado. A la mujer se le otorga,
en muchas legislaciones, la facultad de contraer, matrimonio sin la autorización de los mayores, cumplidos los 18 años
de edad. La orientación de la vida del hombre, su organización, su desenvolvimiento y, en general, la construcción de su
destino, dependen de la responsabilidad con que se adopten decisiones propias. Esto significa madurez social. La adultez
social implica también ideología política. La posesión de ciertos criterios sobre el orden económico y social encauzan su
comportamiento cívico, ajustando

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