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Prof Daniela Galluzzo

LA FORMACIÓN PERCEPTIVA EN LA MOTRICIDAD HUMANA:
La organización de las estructuras cognitivas
Eduardo Prieto

La formación perceptiva

El ser humano necesita organizar la información que se le presenta en las distintas

situaciones en que se encuentra para lograr adaptarse a través del movimiento a los
distintos medios en los que se desenvuelve, accionar conciente y operativamente en
estos, manejar su propio cuerpo, manejar objetos que pueda o no manipular,
acomodar sus acciones ajustándose a objetos y a otros sujetos en movimiento.

Dicha información provendrá tanto del exterior, como de su propio cuerpo. Para poder
recibirla, analizarla y organizarla se pondrán en juego diferentes mecanismos de
recepción, clasificación y organización de la información. De esta manera se irá
conformando un proceso que construirá y reconstruirá saberes sobre esta información
a lo largo de toda la vida.

Desde un planteo didáctico que orienta la enseñanza de la Educación Física en una

formación por, para y desde el movimiento denominamos a este proceso que se
centrará en el trabajo sobre la información que el sujeto recibe: la Formación
Perceptiva. Sobre este proceso y los sub-procesos que se sucedan en esta tarea por
parte de los alumnos se podrá intervenir pedagógicamente de diferentes formas.

Características del tratamiento de la información

Cuando un sujeto se encuentra ante diferentes situaciones, sean estas conocidas o

novedosas, comienza a realizar un cierto tratamiento la información que se le
presenta. En primer lugar intervendrán los receptores encargados de recibir la
información desde el exterior y desde el propio cuerpo.

En ese primer encuentro con la información actuarán analizadores que otorgarán a la

información recibida una cierta organización que permitirá clasificarla y jerarquizarla de
acuerdo a los saberes previos del sujeto y en función de la utilización posterior que a
dicha información se le otorgue.

Dicha información será clasificada y almacenada, y en la medida que pueda alcanzar

ciertos niveles de conciencia su organización será más compleja. Será entonces
cuando conforme organizaciones mentales de las que pueda disponer en las diversas
circunstancias.

Las estructuras cognitivas

Las organizaciones mentales que se conforman con la información recibida se

constituyen en complejas estructuras, en términos de su utilidad para lograr accionar
en las diferentes situaciones que se trate.

Podemos definir a este grupo de estructuras como "organizaciones mentales de tipo

cognitivo que posibilitan percibir, representar y / o conocer la realidad para actuar u
operar en forma conciente sobre la misma, desde la propia disponibilidad corporal y en
relación a los objetos y las otras personas”.
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Las estructuras cognitivas resultan entonces "organizaciones complejas que
determinan y propician el movimiento humano” a la vez que “esquemas generales que
posibilitan la comprensión de la realidad"

Al referirnos a la posibilidad de organizar la realidad en el plano cognitivo las

estructuras que consideramos se integran e interactúan en este nivel serían:
Estructuración del esquema corporal
Estructuración del espacio
Estructuración del tiempo
Estructuración del mundo de los objetos
Estructuración del mundo de los otros / sujetos.

La estructura del Propio cuerpo o Estructuración del esquema corporal, resulta la

imagen representación, idea, conocimiento que cada individuo elabora construye con
respecto a su propio cuerpo, integrando información que involucra su situación en
forma estática o dinámica, respecto a la totalidad y a sus partes, atendiendo a sus
posibilidades y limitaciones de movimiento.1

El esquema corporal es una compleja estructuración que se completa en el término de

los primeros doce años de vida, en el caso de un adecuado proceso de aprendizaje
llevado adelante. A partir de dicho momento, si dicha estructura se ha completado (no
es así en todos los casos) comienza un proceso de reestructuración o reorganización
permanente.

El esquema corporal resulta entonces una estructura que el niño construye a través
de las diferentes experiencias por las que transita. En términos didácticos dicho
esquema no es un contenido para el niño, ya que el niño no aprende el esquema
corporal, aprende (adquiere, descubre o construye) las nociones sobre dicha
estructura que se convierten en contenidos de la enseñanza. En cambio esta
estructura es un contenido para el docente que lo aprende en su formación con la
intención de apropiarse de saberes que le permitan ayudar a los niños a construirlo.
(en el mismo sentido las capacidades coordinativas, no son contenidos para el niño, si
lo son para el docente que las quiere enseñar o estimular).

El esquema corporal aparece como la primera estructura que se organiza y se

constituye en originaria de las otras estructuras que le suceden. En este sentido es un
estructura estructurante, la primer estructura que se construye y a la vez originaria de
las demás estructuras.

Es así como ante una primera diferenciación del propio cuerpo con respecto a los
otros, el niño comienza a reconocerse diferente al mundo externo y la información que
se recibe de él se organiza paulatinamente otorgando un sentido a la misma, "lo otro"
es el afuera, lo exterior, del cual también se comienza a registrar distintos grados y
niveles de información que (así como ocurre con el propio cuerpo) se harán concientes
o permanecerán en algún tipo de registro no conciente.

A partir de la segunda ruptura o diferenciación cognitiva, "lo otro" comienza a

distinguirse con claridad en dos instancias integradas en sí mismas y articuladas entre
sí, se genera también en forma paulatina lo que podríamos denominar dos nuevas
estructuras: La organización del mundo de los objetos y la organización del mundo de
los sujetos.

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LE BOULCH, JEAN. “La Educación por el movimiento en la edad escolar”. PAIDOS, Buenos
Aires.
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Estas no son más que representaciones mentales, percepciones y conocimientos que
se integran y organizan con respecto a las otras personas y a las cosas que se
encuentran en el ámbito cotidiano. Podríamos hablar del mundo físico o natural y de
un mundo social, a los que presentamos divididos al único efecto de prolongar un
análisis sobre ambas realidades que se encuentran integradas.

La construcción de estas tres estructuras se desarrolla en un espacio y en un tiempo,

los cuales se convierten así en dos nuevas estructuras a atender en su proceso de
desarrollo. La estructuración Espacial, y La Estructuración Temporal, aunque sería
más correcto referirnos a la Estructuración Espacio-Temporal, tal separación se
establece a los efectos de realizar un análisis didáctico del proceso de construcción de
cada una de ellas.

Las nociones que integran estas estructuras cognitivas son diversas y presentan
diferentes niveles de complejidad.

La interacción de estas estructuras sucede cuando el individuo se mueve conciente y

voluntariamente en un medio en el que puede haber objetos y / o personas, donde
todo se desarrolla en una situación o contexto espacio temporal.
Para poder ajustar sus movimientos con operatividad a dichas variables y lograr
aplicar una conducta adaptativa para con las informaciones recibidas con respecto a
estas estructuras, es necesario que la persona organice perceptivamente esta
información y genere cognitivamente una respuesta a partir de esa organización.

De esta manera el movimiento voluntario estaría determinado (en la instancia

perceptiva) por el nivel de construcción en el que se encuentren las estructuras
cognitivas - funcionales con respecto al mismo. De acuerdo a dicho nivel de
construcción, la conducta motriz podrá o no aparecer como más adaptada a la
situación en que se aplique con relación a las nociones con respecto al propio cuerpo,
los objetos, los otros y el espacio-tiempo, que el sujeto ha elaborado a lo largo de su
vida y que le permiten recibir y procesar la información que le llega.

Resulta interesante reconocer como se produce ese proceso de adquisición de la

información que le permite construir al niño estas estructuraciones.

A tal efecto nos remitimos a adentrarnos en algunas consideraciones sobre este

proceso que se inicia en edades muy tempranas y continúa prácticamente durante
toda la escolaridad primaria.

Algunos conceptos y reflexiones muy interesantes podemos encontrar en la lectura del

material que se presenta a continuación.

La orientación en el espacio

La enseñanza de los contenidos del primer ciclo deberá ayudar a los niños a
reconocer la existencia de un espacio físico, objetivo, independiente de lo que realicen,
en el que tendrán que situarse para accionar durante las clases (sea en el patio,
gimnasio, ámbito natural o natatorio), de forma cada vez más adecuada.

Es probable que al ingresar al nivel primario los niños puedan orientarse en el espacio
con relación a sí mismos, a los objetos y a los otros, y reconocer nociones espaciales
como: "adelante-atrás", "arriba-abajo", "a un lado-al otro"; situaciones o ubicaciones
con relación a "adentro-afuera", "entre"; relaciones de proximidad o lejanía: "cerca-
lejos", "juntos-separados"; dimensiones de los diferentes espacios: "grande-pequeño".
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Sólo si el docente observa que no están aprendidas, se constituirán en contenidos de
este ciclo.

En cambio, el reconocimiento lateral y los contenidos referidos a la noción de

lateralidad requerirán una atención y un tratamiento particular. También será
importante en este ciclo enseñar a los niños a que observen la totalidad del espacio
(del patio, de un campo de juego) y que reconozcan en relación con él la noción de
juntos y separados, de espacios libres y ocupados, lo que permitirá elegir la
orientación de desplazamientos o pases, por ejemplo, y será base para la enseñanza,
en los años siguientes, a contenidos como "marcación y desmarcación".

En este sentido, el reconocimiento del campo de juego, de sus características, la

comprensión para la interpretación y utilización de las reglas que lo definen, "zonas,
refugios, áreas, sectores, restringidos o vedados, con o sin funciones determinadas",
"límites", "fronteras", "obstáculos", serán presentados como contenidos, porque son
objeto de enseñanza.

De la misma manera la representación gráfica del espacio inmediato, que puede o no

ser el de los juegos, se integrará en la construcción de la orientación del niño en el
espacio. Éste podrá dibujar el espacio en el que se encuentra con sus características y
particularidades, los recorridos o circuitos armados con diversos objetos, evocar un
espacio que conoció antes y dibujarlo en "ausencia".

Las variables físicas del movimiento

Se refieren a la apreciación, reconocimiento, estimación y anticipación de trayectorias

de desplazamientos propios y de los otros niños, y traslaciones de los objetos en
función de los objetivos que se persiguen.

Tanto la apreciación como la estimación y la anticipación de trayectorias se pondrán en

juego en situaciones y contextos particulares que determinarán los tipos de
percepciones y la forma en que los conocimientos se aplicarán a éstos.

Por lo tanto, serán diferentes las trayectorias de una pelota que se impulsa para
pasarla a un compañero que la trayectoria que debe imprimirse al mismo objeto para
alcanzar un gol; una situación es atajar o interceptar una pelota y la otra es esquivarla,
querer escapar a un perseguidor o querer tocar a alguien.