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HUERTO DE PLANTAS MEDICINALES

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Diseña tu huerto de plantas


medicinales
3 enero, 2015

Los huertos caseros tradicionales han venido para quedarse. No sólo para aquellos que
tengan el placer de tener un patio o jardín, puesto que en la ciudad cada vez se está
poniendo más de moda los huertos urbanos o el alquiler de espacios para cultivar.

En las grandes ciudades se han iniciado programas de educación ambiental y desarrollo


sostenible, y tienen como forma de impulsarlo aprovechar terrenos vacíos para disponer
huertos. En dichos espacios reconvertidos hay zonas para plantar hortalizas y plantas
medicinales, puesto que de sobra se conocen las propiedades sinergistas que tienen la
mezcla de estos cultivos.

A la hora de diseñar un huerto de plantas medicinales hay que tener en cuenta una serie
de condicionantes:

o Especies de plantas a elegir


o Tamaño y forma del huerto
o Combatir plagas y enfermedades
o La zona donde cultivemos

El inicio del huerto medicinal


Índice del artículo [hide]
 1 El inicio del huerto medicinal
o 1.1 Una condición esencial, tener en cuenta el lugar donde vivimos
o 1.2 La orientación del huerto aromático
o 1.3 Las características del suelo
o 1.4 Preparación del terreno para el huerto
o 1.5 La distribución de las plantas aromáticas
 2 El huerto en recipientes
 3 Plantas que destacan
o 3.1 Por su potencial aromático
o 3.2 Por su potencial como planta medicinal
 4 Siembra del huerto
 5 Combatir plagas y enfermedades con las plantas medicinales
o 5.1 Artículos relacionados
En muchos países ha vuelto con fuerza retomar la tradición de cultivar
determinadas especies medicinales con propiedades curativas o gastronómicas, y con
ello la formación de huertos, pequeñas parcelas, patios, jardines o incluso su cultivo en
macetas.

A pesar de que existe mucha bibliografía mencionando las propiedades curativas de


muchas plantas medicinales, en este útlimo siglo hemos perdido la capacidad que tenían
nuestros abuelos y bisabuelos de aprovechar dichas especies con fines curativos,
aromáticos o repelentes.

De hecho, incluso podemos decir que los países menos desarrollados del planeta tienen
mayor costumbre de usar este tipo de plantas, bien porque no disponen de los medios
económicos para adquirir fármacos (que a fin y al cabo es el producto resultante de la
extracción de compuestos generados por plantas) o bien porque siempre han estado
ligados a una cultura agrícola.

Una condición esencial, tener en cuenta el lugar donde vivimos


Una de las cosas importantes que tenemos que considerar a la hora de montar
nuestro huerto medicinal es conocer la zona donde vivimos. Dependiendo del clima
donde estemos, tendremos la posibilidad de plantar determinadas especies. De lo
contrario, sería forzar el mecanismo natural de crecimiento.

No sólo el clima, también hay que tener en cuenta condicionantes como:

o Las asociaciones entre cultivos.


o La ubicación de las plantas de mayor y menor tamaño.
o El acceso a la luz solar.
o Respetar un marco de plantación adecuada para cada tipo de especie.
o Tener en cuenta la calidad del terreno y, en su caso, mejorarlo.
o Evitar la plantación de especies tóxicas (como el ricino) si hay presencia de
animales o niños.

El huerto, como tal, es una asociación de hierbas, arbustos y demás plantas, cada una con
su uso, dispuestas en distintas zonas, según el criterio del agricultor. Dicho espacio puede
ser un jardín, una terraza, un colegio e incluso un balcón. Cada productor elegirá, según
su criterio, la forma de cultivar, ya que un jardín puede exigir un valioso tiempo de
cuidados que no todo el mundo se puede permitir. A veces, una simple mesa de cultivo
satisface el afán de una persona o familia por producir sus propias plantas.

Aunque todo lo que se ha comentado antes también está condicionado por algunas cosas
tan simples como acceso a agua o capacidad de vigilancia (de nada sirve tener un huerto
de plantas medicinales si no se designa unos mínimos cuidados).

La orientación del huerto aromático

La orientación del huerto es importante, siendo la más recomendable aquella que va de


norte a sur, con el objetivo de reducir las condiciones de sombra. Aun así, vigilaremos el
crecimiento de nuestras plantas con el fin de que no se generen sombras excesivas que
perjudiquen el desarrollo de especies con altas necesidades de luz (el romero, el tomillo
o la lavanda lo son).

Las características del suelo

El suelo o el sustrato, si cultivamos en terrazas o balcones, tiene que poseer unas


características apropiadas para el crecimiento de las plantas. Cuando lo hacemos en
nuestro jardín o huerto exterior, tenemos que adaptarnos a lo que la tierra nos ofrece
(siempre pudiendo mejorar algo su calidad). Si compramos sustratos no habrá ningún
secreto; elegir uno con buena capacidad de drenaje, buena absorción de humedad y un
mínimo de contenido en nutrientes y materia orgánica.

Con respecto a la tierra que cultivaremos, tenemos que controlar su pH, su capacidad para
drenar el agua que aportaremos a las plantas, su nivel de materia orgánica y su textura.
Todas estas características son modificables por nosotros, como agricultores, de forma
que podemos mejorar la calidad de nuestro pequeño huerto con poco esfuerzo económico.
Eso sí, también dependerá de las plantas medicinales y aromáticas que cultivemos.
Algunas como las especies de origen mediterráneo, están acostumbradas a terrenos
pedregosos, rústicos y suelos pobres. Aunque eso no quiera decir que tenemos que
“copiar” dicho entorno, tampoco tenemos que gastarnos una cantidad alta de dinero en
aumentar excesivamente la calidad de nuestro huerto a cultivar. Como siempre, todo
dependerá de las especies que queramos plantar.

Preparación del terreno para el huerto

Si buscamos mejorar las propiedades agronómicas de nuestro suelo, lo primero que


tenemos que hacer es crear un suelo mullido y con un mínimo de contenido en materia
orgánica.

La mayoría de plantas aromáticas y medicinales no desarrollan raíces por debajo de los


30 cm, por lo que removeremos el suelo hasta esa profundidad y enterraremos dicha
materia orgánica (compost, estiércol descompuesto, hojarasca, etc.). Con esto
conseguiremos mejorar la estructura física del suelo (la textura, el nivel de porosidad
y el contenido en aire, el drenaje, etc.).
Si hemos tenido que eliminar hierbas adventicias para dejar nuestro huerto preparado
para plantar, podemos aprovechar dichos restos vegetales y reincorporarlos al huerto
como compost. Eso sí, hay que tener cuidado de no esparcir sus semillas (fácilmente
propagables), pues convertiremos nuestro huerto medicinal en un criadero de hierbas
adventicias.

La distribución de las plantas aromáticas

Un pequeño truco es dividir el espacio que hayamos dedicado al huerto en pequeños


cuadrados. Así sabremos cuántas plantas caben y dejaremos un marco de plantación
adecuado. Es interesante, dependiendo de las medidas que dispongamos, de dejar un
pasillo para poder acceder a las plantas colocadas en el centro. Un camino de grava,
piedras pequeñas o tejas es un método ideal para poder pasar sin tener que aplastar el
suelo y lograr que pierda las propiedades físicas que buscábamos.

El huerto en recipientes

Si no se dispone de tierra pero se cuenta con un balcón, azotea, patio o algo parecido,
también se puede crear un pequeño huerto utilizando recipientes. En este proceso todo
vale y dependerá de nuestra imaginación, puesto que se podrá utilizar todo tipo de
materiales (tubos, cajas, latas, etc.). En cualquier caso, hay que considerar las condiciones
especiales de cultivar en recipientes. Hay que conseguir un buen drenaje del agua
aportada, eliminar el agua estancada en el plato y sobre todo, cuestiones de nutrición. Hay
que tener en cuenta que las raíces se encuentran “cercadas” en un pequeño espacio, donde
no pueden conseguir nutrientes con la facilidad que lo harían si estuvieran plantas en un
jardín o huerto convencional.

Hay algunas plantas que no se pueden cultivar con otras, o exigen recipientes especiales.
Por ejemplo, la menta (Mentha spp) o el hinojo (Foeniculum vulgare), que están
consideradas como invasoras y se extienden fácilmente a lo largo de todo el terreno que
encuentran.

También hay algunas plantas que por su porte y crecimiento, merecen estar de forma
individual en recipientes. Sería el caso del romero (Rosmarinus officinalis), la menta
americana. (Lippia alba) o el tomillo.

A la hora de distribuir las distintas especies medicinales o aromáticas hay que considerar
si son perennes o anuales. También los colores y la floración de cada una, a fin de tener
en cuenta el colorido y mejorar el aspecto ornamental. La asociación de plantas
medicinales con aromáticas es sumamente efectiva, ya que cada una tiene sus propios
aceites esenciales que crearán distintas respuestas a lo largo de su desarrollo (algunos
aceites serán repelentes, otro fortalecerán otras plantas, otros tendrán potencial fungicida
o insecticida, etc.).

Plantas que destacan


Por su potencial aromático

1. Eneldo (Anethum graveolens) hierba anual con flores amarillas.


2. Incienso (Artemisia absinthium). Hierba perenne, de flores amarillas y verdosas.
3. Caña santa (Cymbopogon citratus). Hierba perenne, contrarresta erosión de los
suelos.
4. Coriandro (Eryngium foetidum ). Hierba de tamaño pequeño con
autopropagación.
5. Hinojo (Foeniculum vulgare). Hierba de tipo perenne con flores amarillas.
6. Salvia morada (Lippia alba). Arbusto de flores pequeñas y de color lila.
7. Manzanilla (Matricaria recutita). Hierba de tipo anual con flores blancas y
amarillo intenso.
8. Albahaca (Ocimum basilicum) Hierba perenne de flores blancas o rosadas.
9. Romero (Rosmarinus officinalis). Arbusto perenne, flores violeta o azul pálido.
10. Ruda (Ruta graveolens). Hierba perenne, follaje verde grisáceo, flores amarillas.
11. Tomillo borriquero (Lavandula stoechas). Una planta aromática con gran
floración y aroma.

Por su potencial como planta medicinal

o Aloe (Aloe vera). Herbácea de tipo perenne con floración amarilla y anaranjada.
o Caléndula (Calendula officinalis). Hierba pequeña anual, vistosas flores amarillo-
naranja.
o Vicaria (Catharanthus roseus). Hierba que se hace perenne, flores desde blanco a
violeta.
o Pasiflora (Passiflora incarnata). Planta rastrera o trepadora, grandes flores
violáceas.
o Alcaravea (Carum carvi). Planta herbácea de pequeño tamaño con floración
blanquecina.
o Meliloto (melilotus officinalis). Planta forrajera de floración amarilla.

Por supuesto, hay muchas más, que iremos añadiendo poco a poco a nuestra ficha de
plantas.

Siembra del huerto

En el huerto, para sembrar plantas medicinales o aromáticas podemos utilizar tantopartes


vegetativas (estacas, estolones, rizomas, etc.) como semillas (lo más común). Como la
mayoría de plantas de este tipo son herbáceas, el crecimiento es bastante rápido, por eso
la mayoría de personas suelen utilizar el medio de propagación a través de semillas.

Algunas medicinales se pueden sembrar directamente, como Calendula officinalis o la


manzanilla (Matricaria recutita), aunque otras, por su condición, merece la pena
sembrarlas antes en un almácigo o en macetas, para después de que hayan germinado y
crecido (alrededor de los 10 cm), plantarlas en el sitio definitivo de nuestro jardín.

Se ha de decir también, que cada planta tiene su profundidad, a la hora de sembrar la


semilla. Suelen estar alrededor de los 10 milímetros de media, aunque en otros casos
también sube a 20 milímetros.

Combatir plagas y enfermedades con las plantas


medicinales
Podemos clasificar este tipo de plantas como insecticidas o como repelentes. En la
mayoría de los casos, en el estado natural que presentan estas plantas, actúan como
repelentes. Sólo cuando extraemos los aceites esenciales o los dejamos macerar, pueden
llegar a actuar con su potencial insecticida o fungicida, como es el caso del timol.

Os ponemos algunos ejemplos:


Aun así, cuando dice “acción contra”, se refiere a su capacidad para repeler, no para
matar. Por eso es muy interesante integrar huertos de verduras y hortalizas con plantas
medicinales. Así mantendremos a raya a más de un insecto.

Cómo cultivar plantas medicinales


[GUÍA BÁSICA]
3 septiembre, 2014

Aunque en este blog pretendemos aportar información individual de cada planta


aromática o medicinal, hay veces que, por su naturaleza, comparten algunas
características semejantes. Si conocemos dicha información, puede servirnos de
gran ayuda a la hora de asegurar una producción interesante.

En cualquier planta, conocer el clima que necesita, el tipo de suelo, el abonado


y el riego es básico. Algunas necesitarán más agua que otras, sobre todo según
el tipo de raíz que tengan. Otras se adaptarán a determinados tipos de suelo y
ofrecerán o no problemas cuando la tierra queda seca o encharcada, por
ejemplo.

En cuanto al abonado sucede lo mismo. Hay especies más rústicas que otras y,
por ello, necesitarán mayor o menor cantidad de fertilizantes.

También es interesante conocer dónde plantarlas. Con ello nos referimos al


acondicionamiento de la zona donde vamos a colocar nuestras plantas
aromáticas (ya sea en casa o en el jardín).

La exposición solar, el acceso a corrientes de aire o incluso la combinación entre


dichas plantas herbáceas también es muy importante, ya que verdaderamente
existe un sinergismo entre ellas.

¿Cultivo mis medicinales en casa o en el jardín?


Índice del artículo [hide]
 1 ¿Cultivo mis medicinales en casa o en el jardín?
 2 ¿Qué plantas medicinales elijo según el clima?
 3 La orientación de tu balcón o terraza, muy importante
o 3.1 ¡Cuidado con el frío!
 4 ¿Qué sustrato elijo?
 5 Controla el drenaje
 6
o 6.1 Artículos relacionados

En cuanto a esto, hay que seleccionar lo más cómodo para el usuario y lo que
mejor se adapte según el cultivo que tengamos intención de plantar.

La comodidad de acercarnos al súper y poder comprar casi cualquier cosa (no


necesariamente productos de la zona), ha hecho alejarnos del mundo rural y
limitar nuestra casa a unas pocas plantas, la mayoría de ellas ornamentales.

Nuestra intención es cambiar esa idea que tenemos y tener a mano un pequeño
grupo de plantas aromáticas, con las que poder extraer hojas frescas, semillas u
otras partes interesantes para nuestra cocina y alimentación.

No tendrás ningún problema cultivando tus plantas tanto en el jardín como en la


cocina.

Si lo haces en el interior de casa tienes que tener en cuenta algunos


condicionantes, tales como la exposición al Sol, la temperatura, el sustrato, el
macetero, etc.
Con respecto al jardín, es interesante ver la combinación de plantas, pues se ha
investigado mucho los beneficios mutuos que produce plantar aromáticas o
medicinales junto con hortalizas.

En un futuro veremos los beneficios de entremezclar dichas plantas, tanto a nivel


de repeler plagas o enfermedades, como favorecer el crecimiento radicular de
todas las plantas cercanas y permitir una mayor variedad de productos
recolectados por parte del horticultor.

¿Qué plantas medicinales elijo según el clima?


El Sol siempre es y será un elemento importante de cara a garantizar el
desarrollo de cualquier cultivo. Hay especies que necesitan mayor radiación para
poder llevar a cabo su actividad fotosintética. Otras variedades, por su
naturaleza, sufren cuando reciben la luz directa del Sol.

Por ello, vamos a clasificar algunas plantas conocidas según su orientación o


disposición al Sol.
Plantas medicinales para zonas de sombra (o con poco Sol)

o Acedera
o Alcaravea
o Anís
o Cebollino
o Melisa
o Menta
o Pelitre
o Perifollo o perifolio
o Rompepiedras

Plantas medicinales para zonas a pleno Sol

o Albahaca
o Espliego
o Lavanda
o Perejil
o Romero
o Salvia
o Tomillo

La orientación de tu balcón o terraza, muy


importante
Si colocas tus macetas con aromáticas en tu terraza, tienes que planificar la
orientación que tendrá tu balcón. Puedes colocar aquellas plantas que resisten
la exposición solar en las terrazas o balcones orientadas al Sur.

Si tienes plantas que le van bien las zonas de semi sombra, un lugar idóneo sería
aquellas zonas orientadas al Este u Oeste.

En cambio, si tienes plantas que necesitan mucha sombra y sufren cuando les
da el Sol directamente, lo mejor es situarlas con orientación Norte.

Aun teniendo en cuenta esto, no vamos a tener la suerte de poder disfrutar de


varios balcones con distintas orientaciones. No lo tomes como una obligación
sino una recomendación. Si vas a disponer las plantas en macetas, puedes jugar
con la facilidad que te proporciona poder cogerla y meterla dentro de casa si el
tiempo no es apacible.

Si dispones de toldo o pórtico, puede ser interesante aprovechar la sombra que


proporciona dicho elemento para proteger tus plantas, sobre todo en las franjas
horarias de mayor radiación. Actuará como si de un invernadero se tratase y
beneficiará su desarrollo.
Muchas de estas plantas medicinales suelen estar acostumbradas a entornos
cálidos, por lo que si vives en una ciudad donde los inviernos son frescos, es
conveniente que adaptes una zona en el interior de tu casa para que pasen el
mayor tiempo posible abrigadas.

¿Un consejo? En la cocina. ¡Ten a mano algunas plantas aromáticas que puedas
usar para en fresco para combinar tus platos y mejorar los sabores!

¡Cuidado con el frío!

El frío y el viento es el peor enemigo que podemos encontrarnos, tanto cultivando


en macetas como en el jardín. Sin embargo, si tenemos algunas plantas en el
balcón, existen medios de poco esfuerzo para menguar el daño.

Uno de ellos es acolchar el sustrato con materia orgánica, paja o piedras. Si las
raíces se mantienen calientes, puede librarnos de tener que tirar la planta por
haberse helado.

Juntar las plantas en un rincón unas con otras también consigue crear un
microclima donde se ganan algunos grados más de calor. Un método eficaz para
conseguir reducir los problemas del frío.

El viento helado es uno de los mayores tormentos para las plantas. Intenta
proteger tus macetas de las corrientes de aire utilizando pantallas físicas, tanto
con materiales plásticos como pantallas vegetales.

¿Qué sustrato elijo?


Como en el caso de la exposición solar, a la hora de elegir un sustrato hay que
tener en cuenta qué especie aromática o medicinal hemos elegido. Todo viene
condicionado por el drenaje y la aportación de nutrientes, puesto que hay
variedades que se encuentran adaptadas a condiciones distintas de tierra. La
textura del sustrato, por tanto, es muy importante.

Controla el drenaje
Una cosa importante que tenemos que tener en cuenta es el sistema de
drenaje. Tenemos que permitir que el agua con la que regamos salga sin
problemas de la maceta. Para ello haremos en la base del recipiente unos
agujeros que permitan la salida del agua al plato. Es recomendable también
disponer unos guantos guijarros en la base, pues controlarán la salida del agua
en beneficio de las raíces de la planta.

¡Ah! Un consejo. No debéis dejar que el plato se llene de agua, pues el origen
de la mayoría de podredumbres de las raíces (y las plantas medicinales no
soportan el agua encharcada) es por dejar agua en el plato, en contacto con el
sustrato.

Recuerda que para que la planta pueda absorber agua es necesario que también
pueda respirar oxígeno.

Si cultivas perejil, cebollino o hinojo, es interesante buscar un sustrato con


buen contenido en materia orgánica (que sea nutritivo), tales como turbas negras
o tierras oscuras.
Si cultivas especies rústicas como el tomillo, el romero, el espliego o la salvia,
necesitan sustratos menos nutritivos y con mayor contenido en caliza (pH
básico). Es algo como intentar traer la tierra típica del mediterráneo, que tanto le
gusta a este tipo de plantas medicinales, a una maceta.

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