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Conocimiento y cumplimiento de medidas

de bioseguridad en personal de enfermería.


Hospital Nacional Almanzor Aguinaga. Chiclayo 2002

Víctor Soto1, Enrique Olano2


Jefe Oficina Epidemiología y Programas Hospital Nacional Almanzor Aguinaga.
1
2
Coordinador Centro de Prevención de Riesgos del Trabajo.

Resumen
Objetivo: Determinar el nivel de conocimientos y cumplimiento de las medidas de
bioseguridad del personal profesional y técnico de enfermería que labora en áreas
de alto riesgo. Material y Métodos: Estudio transversal, descriptivo, siendo la
población el personal profesional y técnico de enfermería que laboraba en
Emergencia, Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), Unidad de Cuidados Intermedios
(UCEMIN), Cirugía General, Centro Quirúrgico, Neonatología y Hemodiálisis del
Hospital Nacional Almanzor Aguinaga EsSalud de Chiclayo; se tomó una muestra de
117 trabajadores, evaluándose el nivel de conocimientos mediante cuestionario y el
cumplimiento mediante una guía de observación. Resultados: UCI y Centro
Quirúrgico tuvieron un nivel de conocimientos alto, tanto en profesionales como
técnicos de enfermería. Sobre cumplimiento de normas de bioseguridad, los
resultados fueron variados, siendo el mayor en centro quirúrgico y el menor en
cirugía y UCEMIN. Existen errores comunes: mal uso de guantes no realizando
cambio oportuno, menor frecuencia de lavado de manos, consumo de alimentos en
áreas no adecuadas, reencapuchado de las agujas, etc. Conclusiones: Existe un alto
grado de conocimiento de las normas de bioseguridad por el personal profesional y
técnico de enfermería; sin embargo, el cumplimiento de las normas de bioseguridad
es en promedio de nivel 2 (30 a 60%).
Palabras clave: Medidas de seguridad; servicio de urgencia en hospital; cuidados
intensivos; cuidados críticos.

Knowledge and fulfillment of biosecurity standards in nurse personal.


Almanzor Aguinaga National Hospital. Chiclayo 2002
Abstract
Objectives: To determine knowledge and fulfilment of biosecurity standards in
nurses and nurse technicians who work in high risk areas. Material and
Methods: Transversal, prospective and descriptive study. Population included
nurses and nurse technicians who work at Emergency, Intensive Care Unit (ICU),
Intermediate Care Unit (UCEMIN), General Surgery, Surgical Center, Neonatology
and Hemodialysis services at Chiclayo Almanzor Aguinaga National Hospital,
EsSalud. The sample included 117 workers, sample obtained by systematic and
probabilistic selection. Knowledge level was determined by questionnaire and
fulfilment by observation guide levels. Results: ICU and Surgical Center’ s nurses
and nurse technicians had a high level of knowledge in biosecurity standards;
fulfilment varied from high fulfilment at the Surgical Center and least at General
Surgery and UCEMIN; there were several common mistakes, such as, bad use of
gloves, low frequency of hand washing, eating foods in not allowed places and
needle hooding. Conclusions: There is a high level of knowledge on biosecurity
standards in nurses and nurse technicians but fulfilment of the standards was level
2 (30 to 60%) only.
Key words: Security measures; emergency service, hospital; intensive care; critical
care.

INTRODUCCIÓN

En el Seguro Social (EsSalud) se dispone de normas de bioseguridad que están


destinadas a reducir el riesgo de transmisión de microorganismos de fuentes
reconocidas o no reconocidas de infección, vinculadas a accidentes por exposición a
sangre y fluidos corporales. En el año 2001, se difundió a todos los servicios
médicos una nueva Directiva sobre prácticas de bioseguridad (1), bajo estos
principios:

A) Universalidad: Las medidas deben involucrar a todos los pacientes de todos los
servicios, independientemente de conocer o no su serología. Todo el personal debe
seguir las precauciones estándares rutinariamente para prevenir la exposición de la
piel y de las membranas mucosas, en todas las situaciones que puedan dar origen a
accidentes. Estas precauciones, deben ser aplicadas para TODAS las personas,
independientemente de presentar o no patologías (2,3).
B) Uso de barreras: Comprende el concepto de evitar la exposición directa a sangre
y otros fluidos orgánicos potencialmente contaminantes, mediante la utilización de
materiales adecuados que se interpongan al contacto de los mismos. La utilización
de barreras (ej. guantes) no evitan los accidentes de exposición a estos fluidos,
pero disminuyen las consecuencias de dicho accidentes.
C) Medios de eliminación de material contaminado: Comprende el conjunto de
dispositivos y procedimientos adecuados a través de los cuales los materiales
utilizados en la atención de pacientes, son depositados y eliminados sin riesgo ( 4-
6
).
Según la literatura, 65 a 70% de los accidentes ocurren en el personal de
enfermería, seguido del personal de limpieza (17%), luego el personal de
laboratorio (10 a 15%) y finalmente el personal médico (4%) (7).

Los accidentes ocurren con más frecuencia en la habitación del enfermo (60 a 70%)
y en una Unidad de Cuidados Intensivos (10 a 15%) (2). Dentro del personal de
enfermería, las circunstancias en que ocurren las punciones son principalmente al
administrar medicamentos (30%), seguido de la práctica de reencapuchar la aguja
(24%) (8).

Una monografía que compara una institución pública de salud con otra privada, en
la Argentina, respecto a accidentes cortopunzantes con material patogénico,
encontró accidentes en enfermería en igualdad de casos absolutos, con mayor tasa
en sector privado por la población de trabajadores; siendo lo contrario al comparar
tasa de accidentes en médicos residentes del sector público (3%) con el privado
(1%); sin embargo, lo más llamativo fue con el personal de limpieza y recolectores
de residuos, con tasa de 58% en institución pública (servicio tercerizado) y tan sólo
10% en institución privada; esto indica que no se está implementando las medidas
de bioseguridad y proporcionando los implementos necesarios de protección a los
trabajadores (9).

Un estudio entre las clínicas odontológicas de la región metropolitana de Santiago


de Chile demostró que 74,3% del equipo odontológico tiene conocimiento del
Manual de Normas y 79% consideró muy necesario su aplicación; sin embargo, un
tercio del equipo declaró haber tenido algún accidente laboral en los últimos seis
meses (10).

En otros grupos ocupacionales, como los de funerarias, que generan residuos


peligrosos similares a los hospitalarios denominados tanatopráxicos, se investigó al
personal expuesto en laboratorios de nueve funerarias de Medellín (Colombia),
encontrándose que 98% conocían los factores de riesgo ocupacionales; sin
embargo, 60% de ellos no se protegía adecuadamente. Por otro lado, los esquemas
de vacunación contra hepatitis B estaban incompletos y un 43% no tenía un nivel
adecuado de seroconversión para su oficio (11).
En el Perú, se encuentra algunos trabajos relacionados con conocimientos de
bioseguridad en relación al VIH/SIDA; y, en Juliaca, compararon el nivel de
conocimiento y actitudes de los médicos y paramédicos de los hospitales Carlos
Monge Medrano y el Hospital IPSS de Juliaca, en 1997, encontrando buen nivel de
conocimientos en ambos lugares y en los distintos grupos ocupacionales. Concluyen
con que los conocimientos están relacionados con las actitudes en ambos hospitales
(12).

Un estudio realizado en el año 2000 en el Hospital Nacional Almanzor Aguinaga


Asenjo (HNAAA) con estudiantes de medicina, aplicando un cuestionario a una
muestra de trabajadores asistenciales en forma estratificada, encontró que 24%
tenía deficiente conocimiento de las medidas de bioseguridad, siendo mayor este
déficit en obstetrices y técnicos de enfermería; sólo 40% de los trabajadores refería
haber recibido charlas de bioseguridad, a pesar de la información oficial de que el
CEPRIT (Centro de prevención de riesgos del trabajo) institucional había
completado capacitaciones al respecto; el cumplimiento de las normas de
bioseguridad era ocasional para 67%, siendo mayor en internos de medicina,
técnicos de enfermería y laboratorio (11).

Según los resultados del año 2000, era necesario verificar si todos los trabajadores
del seguro social tenían un adecuado conocimiento de las medidas y normas de
bioseguridad y en especial de su cumplimiento, que sirven tanto de protección para
él y su familia como para el paciente a su cuidado, al haberse difundido
oficialmente las normas en todos los servicios y haberse realizado diversas acciones
de capacitación. Se consideró como grupo prioritario al personal de enfermería y
técnicos de enfermería, por ser los que reportaban mayor número de accidentes
por agujas durante su labor, lo que puede acarrear problemas legales de tipo
laboral a la institución.

Nos planteamos verificar cuál era el nivel de conocimiento y cumplimiento de las


medidas de bioseguridad del personal profesional y técnico de enfermería que
labora en áreas de alto riesgo del HNAAA.

MATERIAL Y MÉTODOS

La investigación realizada es un estudio descriptivo de tipo transversal, siendo la


población objeto de estudio el personal profesional y técnico de enfermería que
labora en áreas de alto riesgo del HNAAA, las que se incluye: Emergencia, Unidad
de Cuidados Intensivos, UCEMIN, Servicio de Cirugía general, Centro quirúrgico,
Neonatología y Centro de hemodiálisis.

Para la estimación de la muestra, se aplicó la fórmula para obtener tamaño de


muestra
n= Z2 pq N
Z2pq + T2 (N – 1)

En la cual se consideró para los efectos del estudio los siguientes valores :
Z = 95% = 0,95 = 1,94
p = 60% = 0,6 q = 40% = 0,4
T = 5% = 0,05 N = 196

La estimación dio como resultado una muestra de 117 trabajadores, los cuales
fueron seleccionados según estratos con una secuencia de selección sistemática de
inicio aleatorio, entre el personal de enfermería de los servicios de alto riesgo.

Para efectos del estudio se estableció las siguientes definiciones operacionales:


• Bioseguridad: Término empleado para reunir y definir las normas relacionadas
con el comportamiento preventivo del personal del hospital frente a riesgos propios
de su actividad diaria.
• Área de alto riesgo: Zona o espacio del centro asistencial de salud en donde por
la naturaleza de sus actividades y procedimientos en la atención directa al usuario y
manipulación de materiales, insumos y otros potencialmente contaminados con
fluidos corporales, existe un mayor riesgo de adquirir infecciones en usuarios y
trabajadores.
• Procedimiento de alto riesgo: Es el procedimiento en la atención directa al
usuario y manipulación de materiales, insumos y otros potencialmente
contaminados con fluidos corporales, en el que existe un mayor riesgo de adquirir
infecciones.
• Residuos biocontaminados (categoría A): son los contaminados con agentes
patógenos que pueden tener altas concentraciones de microorganismos
potencialmente peligrosos para quienes entran en contacto con ellos (color de bolsa
roja).
• Residuo especial (categoría B): los que por sus características físicas y químicas
pueden ser corrosivos, inflamables, tóxicos, explosivos, radioactivos y reactivos.
(Color de bolsa amarilla)
• Residuos comunes (categoría C): no son peligrosos y debería considerarse a
nivel de los residuos domésticos; incluye los generados en oficinas, proveniente de
la preparación de alimentos y todo lo no caiga en las categorías A y B (color de
bolsa negra).

Con relación a la técnica e instrumentos de recolección de datos:

• Se determinó el nivel de conocimiento sobre medidas de bioseguridad que tiene


el personal profesional y técnico de enfermería con cuestionario de conocimientos;
algunas preguntas fueron tomadas del Protocolo del MINSA (12).
• Se evaluó el nivel de cumplimento de normas por profesionales y técnicos de
enfermería mediante la observación realizada por el personal investigador,
utilizando como instrumento una guía de observación de prácticas basada en el
protocolo del MINSA.

Se identificó mediante observación rigurosa el o los servicios con mayores


deficiencias en el cumplimiento de normas de bioseguridad.

En el cuestionario de conocimientos se calificó cada ítem correcto 2 puntos, excepto


en la pregunta 6, en la que el orden correcto vale 2 puntos, incorrecto 0 puntos.

Calificación:

• Conocimientos de bioseguridad
< 22 puntos: conocimiento bajo
22 a 44 puntos: conocimiento regular
44 puntos conocimiento alto

La guía de observaciones prácticas fue calificada de la siguiente manera:

• Calificación dependiente del personal:


0 - 8 puntos Nivel 1 (< 30% de cumplimiento)
9 -16 puntos Nivel 2 (30 a 60% de cumplimiento)
16 puntos Nivel 3 (60% de cumplimiento)

El análisis de la información se hizo mediante estadística descriptiva, aplicándose la


prueba de chi cuadrado cuando se deseaba establecer asociación entre variables.
RESULTADOS

La distribución de la población y la obtención de la muestra por servicio determinó


que el Centro Quirúrgico sea el área de mayor población, con 29,1% del total,
seguido de Emergencia 19,9% (Tabla 1).

Se obtuvo que 100% del personal del servicio de UCI y Centro quirúrgico tienen un
grado de conocimiento alto acerca de normas de bioseguridad. En los servicios
restantes, el grado de conocimiento se encontró entre los parámetros alto y
regular; no hubo uno con bajo conocimiento (Tabla 2). En la Figura 1 se aprecia
que 85,5% del personal tiene un buen nivel de conocimiento y el 14,5% un regular
nivel.
En el nivel de cumplimiento de normas de bioseguridad se observó lo siguiente
(Tabla 3):

• El 92% del personal del servicio de Hemodiálisis tiene un cumplimiento nivel 3,


seguido del Centro quirúrgico, UCI y Neonatología (88,2; 80 y 69,2%,
respectivamente).
• El personal de Servicio de Cirugía, Emergencia y UCEMIN tienen un cumplimiento
principalmente de nivel 2 (72,7; 65,2 y 61,5%). El nivel 1 de cumplimiento tiene
una proporción de 40% solo en UCEMIN.
• En general, el nivel de cumplimiento es de nivel 3 56,5%, nivel II 35% y nivel 1
8,5% (Figura 2).
El grado de conocimiento acerca de normas de bioseguridad del personal
profesional comparado con la técnica de enfermería se obtuvo que en el servicio de
UCI y Centro quirúrgico; 100% de enfermeras y técnicos de enfermería tienen alto
grado de conocimiento. En otros servicios es parejo en ambos estratos, excepto en
hemodiálisis y UCEMIN, en que la diferencia es marcada (Tabla 4).

En el nivel de cumplimiento de las normas de bioseguridad por parte del personal


de enfermería comparado con la técnica de enfermería, se obtuvo que tanto en el
Centro quirúrgico como en Hemodiálisis las profesionales de enfermería tuvieron
100% de cumplimiento nivel 3, mientras el personal técnico 100% cumplimiento
nivel 3 en UCI; nivel bajo tuvieron enfermeras y técnicas en UCEMIN y cirugía
(Tabla 5).
DISCUSIÓN

El nivel de conocimientos de las medidas de bioseguridad según las respuestas al


cuestionario es alto en todos los servicios, siendo excelentes UCI y Centro
Quirúrgico y el que tiene menor nivel es UCEMIN. Los resultados son similares a los
encontrados en otros estudios, tanto nacionales como de otros países
latinoamericanos (9-12), lo que indica que ya se ha logrado el nivel de información
básico requerido, mejorando los datos obtenidos en el año 2000 en el mismo
Hospital (13).

Es necesario destacar que la mayor parte del personal entrevistado presenta mayor
conocimiento sobre técnicas de lavado/ secado de manos, tipos de jabones y uso
de guantes. Sin embargo, a pesar de los resultados obtenidos sobre grados de
conocimiento, los de cumplimiento fueron diferentes.

No obstante que la mayor parte de la población observada presentó buenos niveles


de cumplimiento de las normas de Bioseguridad con 4 servicios nivel 3 y los otros 3
servicios nivel 2, se evidenció algunos errores comunes en casi todos los servicios.
Entre ellos destaca el mal uso de guantes, pues después de manipular fluidos
orgánicos o realizar procedimientos, el personal permanece con ellos más tiempo
del debido, no realizando cambio oportuno después de la atención de cada
paciente, lo que se suma a una menor frecuencia de lavado de manos.

Otro aspecto importante es la falta de uso de lentes o máscaras protectoras en casi


todo el personal observado, a pesar de que algunos servicios sí cuentan con dicho
material. Asimismo, se encontró desconocimiento sobre la concentración de la lejía
que el mismo personal utiliza y la práctica peligrosa de reencapuchar las agujas
luego de su uso.

En lo referente al manejo de los residuos sólidos, es la clasificación de los mismos


la que presenta mayor déficit. Se aduce que no todos los servicios disponen de
envases adecuados a cada tipo de residuos. Aunque este déficit no es cuantitativo
sino cualitativo, esto provoca que el personal utilice las bolsas de que dispone,
aunque no sean los específicos para el tipo de residuo que se está desechando. En
algunos de los servicios se halló bolsas negras; lo mismo sucede en los servicios
higiénicos de algunas áreas. En Hemodiálisis, se encontró bolsas amarillas usadas
para colocar el calzado de los pacientes hemodializados. También se observó
consumo de alimentos en varios de los servicios, por ejemplo en Centro quirúrgico;
en el área semirígida existe un ambiente en el cual se consume alimentos.

Cuando se compara el grado de conocimientos entre el personal profesional con las


técnicas de enfermería, se observa que existen algunos servicios en los cuales la
diferencia entre ambos es notable, como Hemodiálisis, en que las enfermeras
tienen 83% alto y 17% regular, mientras que sus técnicas ninguna posee
conocimiento alto 0% y 50% es regular y bajo. Comparando el nivel de
cumplimiento entre profesionales y técnicos, se aprecia que los servicios de
Emergencia, Cirugía y Centro Quirúrgico cuentan con personal de enfermería y
técnico que presenta diferentes niveles de cumplimiento.

Se observó que tanto enfermeras y técnicos en el servicio de Unidad de Cuidados


Intensivos, si bien obtuvieron conocimiento alto en el 100%, el cumplimiento en las
enfermeras fue de 67% nivel 3 y 33% nivel 2, en los técnicos se mantuvo en nivel
de cumplimiento nivel 3, mientras que el personal técnico y de enfermería de los
servicios de Centro Quirúrgico y Neonatología tuvieron un grado de conocimiento
alto sobre normas de bioseguridad, que coincidió con un nivel de cumplimiento
elevado (nivel 3).

Se ha encontrado similitudes con los otros estudios latinoamericanos en los que,


existiendo un buen nivel de conocimientos de bioseguridad, la aplicación o
cumplimiento de las normas o uso de medidas de prevención no son en el grado
que debería existir.

Por lo que, es importante lograr la concientización adecuada del personal que


trabaja en áreas de alto riesgo del hospital sobre la importancia del cumplimiento
de las normas de bioseguridad, pues si bien tienen un grado de conocimiento alto,
contrasta mucho con el nivel de cumplimiento de las mismas y a pesar de ser
conocido hay que insistir principalmente en: No consumir alimentos dentro de su
centro de trabajo, en las áreas y servicios de alto riesgo, realizar una correcta
clasificación de los residuos para su adecuado manejo en bolsas correspondientes y
desechar agujas u otros objetos punzo-cortantes sin reencapuchar en recipientes
cerrados, rígidos, rotulados y no perforables, pues de otro modo se tendría
problemas serios en la salud de los trabajadores asistenciales.

Agradecimiento
A León Alcántara, Carla; Llontop Panta, Margarita, López Torres, Lissett; Lozano
Burgos, Judit, y Miranda Alcántara, María L, estudiantes del sexto año de Medicina
Humana de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, por su colaboración en la
realización de las encuestas.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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riesgos de Trabajo. Lima: EsSalud; 2001. [ Links ]
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del Hospital Carlos Monge Medrano y el Hospital del IPSS Juliaca. [Tesis de Bachiller
Medicina]. Arequipa: Universidad Nacional San Agustín; 1997. [ Links ]
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personal asistencial del Hospital Nacional Almanzor Aguinaga Asenjo. Trabajo de
Investigación Cátedra de Medicina Preventiva. Lambayeque: Facultad de Medicina
Humana, Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo; 2001. [ Links ]
14. Oficina General de Epidemiología. Protocolo para el estudio de conocimientos,
actitudes y prácticas del personal de salud en el control de las infecciones
intrahospitalarias. OGE-RENACE/VIGIA. Lima: Gráfica Bellido; 2000

Conocimientos sobre bioseguridad en estudiantes de medicina de una universidad peruana.

Biosecurity knowledge among medical students in a Peruvian University.

Flores Seña Christina 1, Samalvides Cuba Frine 1.


1 Medico Especialista en Enfermedades Infecciosas y Tropicales. Profesora Auxiliar del
Departamento de Medicina. Facultad de Medicina Alberto Hurtado de la Universidad Peruana
Cayetano Heredia.

RESUMEN

Objetivo: Determinar los conocimientos sobre enfermedades transmisibles por sangre y las
precauciones universales de bioseguridad en estudiantes de medicina. Materiales y métodos:
Durante diciembre del 2004, los alumnos de quinto año y sétimo año de medicina fueron
evaluados mediante una encuesta diseñada para colectar datos demográficos e información
específica acerca de conocimientos en normas universales e infecciones transmisibles por
sangre. Resultados: Se recolectaron un total de 197 encuestas, 96 pertenecían a los alumnos y
100 a los internos de medicina. Se encontró que el 57% de internos obtuvieron calificación
aprobatoria en la encuesta en comparación con el 22% de los alumnos (p<0,001),
encontrándose una razón de prevalencia de 1,79 ([IC: 1,4 a 2,3]). Asimismo, se encontró que
una mayor proporción de los estudiantes que sufrieron IOPC (57%) obtuvieron calificación
aprobatoria cuando se les compara con aquellos que no sufrieron IOPC (28%), sin embargo, no
se encontró relación entre el orden de mérito y la calificación aprobatoria. Conclusiones: La
mayoría de los internos tienen mayor conocimiento sobre bioseguridad y las normas
universales, se observó también una relación entre la nota aprobatoria y la ocurrencia previa
de las IOPC. Se demostró que ser alumno predice un menor conocimiento adecuado sobre
bioseguridad frente a ser interno. (Rev Med Hered 2005;16:253-259).

PALABRAS CLAVE: Lesiones por pinchazo de aguja, estudiantes de medicina, conocimiento,


precauciones universales.

SUMMARY

Objective: To determine the level of knowledge of blood-borne diseases and universal


precautions of biosafety among medical students. Material and methods: During December
2004, medical students from fifth and seventh years were evaluated with a questionnaire
about demographic data and specific information of knowledge in universal precautions and
blood-borne diseases. Results: 197 questionnaires were collected, 96 belonged to medical
students from fifth year and 100 belonged to interns. We found that 57% of interns obtained
higher scores when compared to 23% of students (p<0.001) with a prevalence ratio of 1,79 (CI:
1.4 – 2.3). We also found that most of the students referring needlestick injuries (57%) had
higher scores when compared with those who did not refer needlestick injuries (28%),
however, no relationship was found between the higher score in our questionnaire with the
academic rank. Conclusions: Most of the interns proved higher knowledge about biosafety and
universal precautions, we also observed a relationship between higher scores and the prior
occurrence of needlestick injuries. We demonstrated that, being student predicts poor
knowledge about biosafety compared to being intern.(Rev Med Hered 2005;16:253-259).

KEYWORDS: Needlestick injuries, medical students, knowledge, universal precautions.

INTRODUCCIÓN

Las injurias con objetos punzocortantes (IOPC) son amenazas serias para los estudiantes de
medicina durante su experiencia clínica (1). El riesgo de sufrir una IOPC se incrementa debido a
que aún no han adquirido la habilidad y experiencia necesaria, pudiendo dichos accidentes
desencadenar en infecciones (2,3). La preocupación acerca de las exposiciones al VHB (virus de
la hepatitis B), VHC (virus de la hepatitis C) y VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) ha
incrementado y los involucrados en la práctica clínica han empezado a implementar cambios
para disminuir el riesgo de exposición ocupacional (3). La administración de salud y bienestar
ocupacional (Occupational Safety and Health Administration, OSHA) determina cinco
actividades principales relacionadas con las IOPC: el manejo de agujas, la administración de
inyectables, la extracción de sangre, el reencapuchamiento de agujas y el manejo de
desperdicios (4), siendo las agujas las implicadas con mayor frecuencia en las IOPC (68,5%) (5).

El primer reporte de transmisión ocupacional de VIH marcó una etapa de preocupación en


torno a dicho problema (6). El centro para el control y la prevención de enfermedades de
Estados Unidos de Norte América (Centers for disease control and Prevention, CDC) estima
que el 10% de los pacientes infectados con VIH, sin factores de riesgo declarados, son
trabajadores de salud, observándose una tasa de infección ocupacional por de 0,31% (7). La
exposición percutánea es una de las formas más eficaces de transmisión de VHB; a pesar de
ello, estas exposiciones aportan la minoría de reportes de transmisión, estimándose que el
riesgo de transmisión ocupacional de VHB está alrededor de 37-62% (8). El CDC estima que
cada año 250 000 americanos se infectan con VHB, entre ellos, aproximadamente el 4% son
trabajadores de salud infectados en su centro de trabajo (9). Por otro lado, se conoce que la
transmisión de VHC se da fácilmente por accidentes ocupacionales, teniendo una incidencia
promedio de seroconversión posterior a una IOPC de 1,8% (9,10,11). Se debe tener en cuenta
que no existen medidas efectivas para la prevención de la transmisión de VHC (9).

Osborne et al revisaron las exposiciones reportadas por estudiantes de medicina en la


Universidad de California observando que el 12% de los estudiantes de medicina reportaron
exposiciones ocupacionales, con un incremento del porcentaje de 45 a 65% durante el
transcurso del estudio (12). Peinado J et al realizaron un estudio descriptivo sobre las
características epidemiológicas de las IOPC encontrando que 42% de los accidentes
punzocortantes ocurrieron en estudiantes de medicina (13). Mohamad et al estudiaron los
factores asociados a IOPC en estudiantes de medicina, concluyendo que la falta de
conocimiento y la poca práctica de las precauciones universales son causa de la mayoría de las
IOPC (14).

La falta de estudios que determinen el nivel de conocimiento sobre las normas universales de
bioseguridad entre estudiantes de medicina en nuestro medio y la correlación de éste con la
ocurrencia de IOPC asociado al elevado riesgo de infecciones transmisibles de gran impacto en
la comunidad estudiantil nos llevó a plantear el siguiente trabajo de investigación cuyo
objetivo fue determinar los conocimientos sobre bioseguridad en estudiantes de medicina.

MATERIALES Y MÉTODOS

Estudio descriptivo que evalúa conocimientos de bioseguridad en estudiantes de medicina de


quinto y séptimo año de una universidad peruana. Este estudio se llevó a cabo de julio 2004 a
diciembre de 2004. Se tomó como población a la totalidad de estudiantes de ambos años. Se
definió al alumno como aquel estudiante que cursa el quinto año y al interno como aquel
estudiante que curse el séptimo año de medicina estudiantes de medicina de una universidad
peruana durante el período de investigación. Durante diciembre de 2004 se localizó a los
internos de medicina en las sedes en donde realizaban la última rotación del internado, se les
solicitó su consentimiento verbal, posterior a lo cual, se procedió al llenado de la encuesta.
Aquellos internos de medicina que no se localizaron en dichas sedes o que rotaban fuera de
Lima, se les envió la encuesta vía correo electrónico, reenviándose cada tres días hasta
obtener las respuestas. Los alumnos de quinto año fueron evaluados en la reunión de la
elección de plazas para el externado.

Se realizó una encuesta que consta de 31 preguntas divididas en 3 secciones. La primera


sección está orientada a caracterizar el perfil de la muestra mediante preguntas generales y
dirigidas. Se tomaron las variables de edad, año de estudios, sexo y orden de mérito. La
segunda sección está formada por preguntas orientadas a determinar los conocimientos
generales sobre precauciones universales de bioseguridad e identificar la fuente de
información utilizada por los estudiantes de medicina. Por último, la tercera sección está
orientada a evaluar los conocimientos acerca de las infecciones más frecuentes involucradas
en la transmisión ocupacional, como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el virus de
la hepatitis B (VHB) y el virus de la hepatitis C (VHC). Se realizaron preguntas dirigidas a
determinar si se conoce el tiempo de viabilidad del virus, conocimiento sobre la profilaxis y el
riesgo que tiene un trabajador de salud de infección luego de una IOPC. Se calificaron las
preguntas desde la número nueve, las preguntas anteriores eran informativas. Se otorgó un
punto por cada respuesta correcta, con una calificación máxima de veintitrés puntos,
considerándose aprobatorio por encima de 12 puntos.

Las preguntas con más de una respuesta se consideraron correctas únicamente si todas las
alternativas correctas eran marcadas. El instrumento utilizado contiene las definiciones
estándar internacionales.

Análisis estadístico

Se utilizó para la base de datos Excel Microsoft 2000 y para el análisis estadístico el programa
de STATA versión 7 licencia No 197045839 Unidad de Epidemiología Clínica. Para comparar las
variables categóricas se utilizó la prueba de Chi cuadrado y para comparar las variables
numéricas continuas se utilizó la prueba T de Student. Se consideró diferencia
estadísticamente significativa un p<0,05.

RESULTADOS

Se repartieron 221 encuestas, recuperándose 96 encuestas respondidas en los alumnos


(91,4%); y 100 en los internos (86,2%). El 55,21% de los alumnos fueron varones comparado
con el 65% de los internos. El promedio de edad de los alumnos fue 22,57 años y de los
internos 25,33 años. En cuanto a la información sobre precauciones universales (Tabla N°1), 29
alumnos (30%) refirieron haber realizado procedimientos con material punzocortante (PMPC),
de los cuales, 11 (38,2%) afirmaron haber sufrido IOPC (injuria con objeto punzocortante),
asimismo, la totalidad de internos refirió haber realizado PMPC habiendo sufrido una IOPC el
73% de ellos (p<0,001). 29% de alumnos y en 93% de los internos conocían adecuadamente las
técnicas para realizar PMPC (p<0,001).

El 81% de alumnos y el 94% de internos refirieron haber recibido información sobre medidas
para evitar IOPC, (p=0,006), siendo las charlas la única opción con diferencia estadísticamente
significativa (p=0,0213). Ambos grupos consideraron que el personal de salud tiene más riesgo
de infectarse que la población general, asimismo, afirmaron que las normas universales de
bioseguridad deben ser aplicadas en todos los pacientes, sin importar la serología de los
mismos. El 66% de alumnos y 38% de internos conocen los materiales indispensables para
realizar PMPC (p<0,001). Un mayor porcentaje de internos (24%) identificó los fluidos
corporales que podrían transmitir infecciones por una IOPC frente a los alumnos (9%)
(p=0,006). Ambos grupos identificaron correctamente las enfermedades transmisibles
mediante una IOPC. Al evaluar conocimientos sobre el virus de la inmunodeficiencia humana
(VIH) (Tabla N°2), el 80% de los internos conocía la probabilidad de adquirir VIH frente al 65%
de alumnos (p=0,016). Ambos grupos identificaron correctamente los estadíos en que los
pacientes infectados con VIH son más infectantes, los fluidos corporales que contienen mayor
concentración de VIH y la existencia de profilaxis frente a una IOPC, siendo mayor el
porcentaje de internos que conocían el esquema recomendado (p<0,001). Ninguno de los dos
grupos identificó adecuadamente el tiempo de viabilidad del virus en medio ambiente, el
tiempo del que se dispone para iniciar profilaxis, ni el porcentaje de reducción de transmisión
de VIH posterior a la utilización de dicho tratamiento. En cuanto a los conocimientos sobre
infección por el virus de la hepatitis B (VHB) (Tabla N°3), 80% de internos afirmaron que sí
existe tratamiento preventivo posterior a una IOPC frente a 42% de alumnos (p<0,001), con
una mayor proporción de internos (70%) que saben de qué consta dicho tratamiento
(p<0,001), asimismo, 84% de internos conocía correctamente las medidas a seguir después de
una IOPC frente a 39% de alumnos (p<0,001). La mayoría de los estudiantes de medicina no
conocía el riesgo de adquirir infección por VHB posterior a una IOPC ni el tiempo de vida del
virus en medio ambiente, asimismo, desconocían los hallazgos serológicos diagnósticos de
infección por VHB. Con respecto al virus de la hepatitis C (VHC) (Tabla N°4), igual porcentaje de
alumnos e internos desconocían el riesgo de infección por VHC posterior a una IOPC. Un gran
porcentaje de alumnos y de internos refirieron no saber si existe profilaxis frente a una IOPC,
asimismo, refirieron no saber el tiempo de vida del virus.

Al calificar las encuestas, se encontró que los internos tuvieron una mayor nota promedio
(12,02 [7 - 20]) en comparación con los alumnos (9,6 [4 - 15]) sin encontrarse una relación
entre el orden de mérito y el porcentaje de aprobados. Asimismo, se encontró que una mayor
proporción de los estudiantes que sufrieron IOPC (57%) tienen nota aprobatoria comparada
con el grupo que no sufrió IOPC (28%), con diferencia estadísticamente significativa (Tabla
N°5). Finalmente, se encontró una mayor proporción de internos (57%) que aprobaron el
examen en comparación con los alumnos (23%), con una diferencia estadísticamente
significativa (p<0,001), encontrándose una razón de prevalencia de 1,79 con un intervalo de
confianza que va de 1,4 a 2,3 (Tabla N°6).

DISCUSIÓN

En este estudio, los conocimientos sobre bioseguridad se evaluaron basándose en la guía


publicada por CDC sobre exposición ocupacional al virus de la inmunodeficiencia humana
(VIH), virus de la hepatitis B (VHB) y virus de la hepatitis C (VHC) en donde mencionan una
serie de recomendaciones para manejo de dichas situaciones (9).

Entre los resultados obtenidos, se demuestra que ambas poblaciones tienen similar
distribución por sexo, lo que no se observa con la edad, ya que, ambos grupos pertenecen a
diferentes años académicos teniendo los internos una edad promedio más alta. Se observó
que los internos de medicina obtuvieron una mayor nota promedio al compararse con los
alumnos, lo que podría deberse al mayor conocimiento por el año académico en el que se
encuentran, pero, se debe tener en cuenta que las normas de bioseguridad deben ser
conocidas por todo el personal de salud previamente a la realización de PMPC,
independientemente del año académico que cursen. Se encontró que la totalidad de los
internos habían realizado PMPC, esto se debe a que, en nuestro medio, los estudiantes de
medicina que inician la práctica clínica en hospitales públicos realizan diariamente
innumerables PMPC ya sea por la falta de recursos económicos del nosocomio que no permite
abastecer a los servicios con personal técnico o por la gran cantidad de pacientes que acuden a
atención a dichas instituciones, lo que no permite que el escaso personal realice todos los
PMPC. Asimismo, se encontró que el porcentaje de ocurrencia de IOPC fue, como era de
esperarse, significativamente mayor en los internos que en los alumnos, lo que se explica por
la mayor exposición a dichos procedimientos. Sabiendo que los internos que tenían mas
conocimiento fueron los que sufrieron más IOPC, se podría inferir que los mismos estudiaron y
revisaron los temas de bioseguridad por la preocupación e interés generado después de la
exposición.

Es de notar que el 65,63% de los alumnos conocían adecuadamente los materiales necesarios
para la realización de un PMPC frente al 38% de internos de medicina, lo que podría deberse a
la revisión de temas de bioseguridad en años muy tempranos de la carrera de medicina.

Un hallazgo importante en este estudio, fue encontrar que la mayoría de los estudiantes que
sufrieron IOPC obtuvieron notas aprobatorias al calificar las encuestas. La explicación probable
de este hallazgo radica en que, generalmente, inmediatamente después de ocurrida la IOPC
surge la preocupación e interés en las normas de bioseguridad y la existencia de profilaxis
dependiendo de la serología que presente el paciente. Es decir, los estudiantes de medicina,
inician su conocimiento de normas de bioseguridad posterior a la ocurrencia de IOPC, lo que
deja una preocupación abierta y marca una pauta para el inicio de entrenamiento en dicho
tema previo a la realización de PMPC.

La gran mayoría de los internos refirieron conocer adecuadamente las técnicas que se
requieren para realizar PMPC, sin embargo, un gran porcentaje sufrió IOPC. Esto nos indica
que los internos de medicina creen tener los conocimientos claros acerca de las normas
universales de bioseguridad por lo que probablemente no se preocuparán por conocerlas.

Al evaluar los conocimientos sobre infecciones transmisibles por sangre, se observó que
ambos grupos respondieron correctamente cuando se les interrogaba sobre VIH, lo que no
sucedió con el VHB y VHC; esto se debería que la información de la infección por el VIH se
encuentra más difundida que las otras dos infecciones, siendo la infección por VHC la que
obtuvo mayor porcentaje de respuesta incorrecta. La transmisión ocupacional de VHB es una
de las más preocupantes, ya que el riesgo de adquirir la infección posterior a una IOPC es alto y
las consecuencias (hepatocarcinoma) son potencialmente fatales, pero, en nuestra sociedad, la
infección por VIH es la más temida por el contexto que la rodea, lo que explicaría que los
estudiantes posean mayor conocimiento acerca de dicha infección.

En conclusión, existe diferencia entre el nivel de conocimiento sobre bioseguridad de los


internos al finalizar el internado y de los alumnos previo al inicio de la práctica clínica. El
porcentaje de IOPC fue mayor en internos de medicina en comparación con los alumnos.

Se recomienda: Implementar la enseñanza de las normas universales de bioseguridad así como


el conocimiento de las infecciones más comunes a las que los estudiantes están expuestos en
la práctica clínica. Implementar un taller práctico con la finalidad de ensayar las técnicas
requeridas para la realización de procedimientos con material punzocortante.

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