Mí comentario sobre el discurso ‘‘UN LARGO Y TORTUOSO CAMINO EN

HISTORIA, ARQUEOLOGIA Y ANTROPOLOGIA.

Tengo que empezar mí comentario diciendo que sentí miedo mientras leía este discurso.
Indudablemente el profesor guerrero, con menos de 25 años de edad, se ha convertido en un
absoluto mentor para mi. Guerrero dijo: ‘‘No quiero que me reproduzcan el discurso’’, fue
entonces cuando pensé, ‘‘Yo creo que para muchos ya lo avisó tarde’’. Como se ha de esperar,
este es un comentario desde mí humilde forma de comprender lo escrito, que desafortunadamente
se ve influenciada por mí gran carencia de conocimiento e inexperiencia en estas materias.
Al principio, Guerrero empieza hablando del discurso en sí, de su intención, razón de la selección
del tema y de su temor con el mismo discurso. Habla mínimamente sobre si, critica la subjetividad
a la que es involucrada la historia y narra como tuvo lugar la peripecia de su vida, que ocurre tras
la migración a un nuevo país y cultura que marcó su vida. Evidentemente el discurso en su gran
mayoría y como lo predice el título, trata sobre argumentaciones que soportan porqué el camino
del estudio de la Historia, Arqueología y Antropología es lo que describe Guerrero como ‘‘Largo
y tortuoso’’. Entiendo y considero lógicas las razones argumentadas por Guerrero, aunque
ciertamente para estar en la facultad de poder concordar o criticar lo que guerrero establece hay
que necesariamente atravesar por un proceso de estudio y experiencia en estos campos del saber
en el cual no me he embarcado, aún.
De los personajes con los cuales estudiaron los profesores de Guerrero, solamente reconocí a uno,
y fue el gran Jhon Dewey, un verdadero revolucionario del sistema educativo de Estados Unidos,
Japón y Rusia. Y entiendo que, sí ese catedrático estudió con Dewey, su metodología educacional
fue influida por la manera como Dewey concebía la forma de aprender y enseñar, lo que ha también
de haber influido en la concepción que Guerrero adoptó sobre la metodología educacional
contemporánea, aunque claro, él mismo afirmó que fue el libro ‘‘Emilio o de la Educación de Jean-
Jacques Rousseau’’ quien le salvó la vida y provocó la peripecia de su vida para bien.
Al igual que guerrero, estoy en desacuerdo con la forma como se lleva a cabo la enseñanza en mí
país. Como decía Dewey, el propósito de un buen sistema educativo no es transmitir conocimientos
convencionales, sino cautivar la inteligencia creativa y la versatilidad. Puesto a que nuestro sistema
ya caducado hace unos 100 años, no es psicológicamente sólido, nos vemos en la necesidad de
reemplazarlo por un sistema que cumpla al menos cuatro (4) procesos psicológicos: Curiosidad,
conversación, construcción y expresión artística, de esta forma dejaremos de sofocar el
pensamiento crítico y podremos crecer como nunca en nuestra historia.
Entiendo que el hecho de viajar a Brasil y darse un encontronazo con la vida, ha sido lo mejor que
le ha pasado a Guerrero, pues de lo contrario, me parece que pudiese haber continuado ignorando
ese nuevo mundo que hoy en día conoce y el cual un día yo también me propongo conocer.