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Mercados con información

asimétrica, externalidades y
bienes públicos
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA –XOCHIMILCO
LICENCIATURA EN ECONOMÍA
MÓDULO VI
DRA. MARCELA AMARO ROSALES
Concepto de fallas de mercado

Existe una falla de mercado cuando los mercados no organiza eficientemente la


producción o la asignación de bienes y servicios para los consumidores.
Puede ocurrir porque el mercado suministre más cantidad de lo que sería eficiente
o porque el equilibrio de mercado proporcione menos cantidad de un determinado
bien de lo que sería eficiente.
Razones de las fallas de mercado:
• Poder de mercado
• Externalidades
• Bienes públicos
• Mercados con información asimétrica
Mercados con información asimétrica

La información asimétrica es característica de muchas situaciones


económicas:

• El vendedor de un producto conoce mejor la calidad que el


comprador
• Los trabajadores conocen sus propias cualificaciones
• Los directivos conocen mejor los costos de la empresa
Incertidumbre sobre la calidad
Las consecuencias de la información asimétrica sobre la calidad del producto fueron
analizadas por primera vez por George Akerlof con su artículo «The Market for“Lemons”:
Quality Uncertainty and the Market Mechanism», Quarterly Journal of Economics, 1970,
con el cual obtuvo el Premio Nobel de Economía en 2001.
Los mercados de automóviles, seguros, de créditos financieros e incluso de empleo
también se caracterizan por la existencia de información asimétrica sobre la calidad del
producto.
El mercado de automóviles usados
Supongamos que existen dos tipos de automóviles usados: los de buena calidad y los de
mala calidad. Supongamos, además, que tanto los vendedores como los compradores
pueden saber a qué tipo pertenece cada uno. En ese caso, habrá dos mercados
Cuando los vendedores de
productos tienen más
información que los
compradores sobre su
calidad, puede surgir un
«problema de los
cacharros» en el que los
bienes de baja calidad
expulsan a los bienes de
buena calidad.

En la parte (a), la curva de demanda de automóviles de buena calidad es DB. Sin embargo, como los
compradores reducen sus expectativas sobre la calidad media de los automóviles que hay en el
mercado, su demanda percibida se desplaza a DI. Asimismo, en la parte (b) la curva de demanda
percibida de automóviles de mala calidad se desplaza de DM a DI.
Como consecuencia, la cantidad vendida de automóviles de buena calidad desciende de 50.000 a
25.000 y la cantidad vendida de automóviles de mala calidad aumenta de 50.000 a 75.000. Al final,
solo se venden automóviles de mala calidad.
Consecuencias de la información asimétrica
La información asimétrica puede provocar un fallo en el mercado. En un mundo ideal
en el que los mercados funcionaran perfectamente, los consumidores podrían elegir
entre los automóviles de mala calidad y los de buena calidad.

Algunos elegirían automóviles de mala calidad porque cuestan menos, mientras que
otros preferirían pagar más por los de buena calidad. Desgraciadamente, en realidad
los consumidores no pueden averiguar fácilmente la calidad de los automóviles
usados antes de comprarlos. Como consecuencia, su precio baja y los de buena
calidad son expulsados del mercado.

El fallo del mercado se debe a que ambas partes podrían beneficiarse del comercio,
pero la falta de información de los compradores impide que se realice este
intercambio mutuamente beneficioso.
La selección adversa es un tipo de fallo de mercado que se presenta cuando se
venden productos de distinta calidad a un único precio porque los compradores o los
vendedores no están suficientemente informados para averiguar la verdadera calidad
en el momento de la compra. Como consecuencia, se vende en el mercado una
cantidad demasiado grande del producto de mala calidad y una cantidad
excesivamente pequeña del producto de buena calidad.
Ej. El mercado de seguros y el mercado crediticio
La información asimétrica también está presente en otros muchos mercados. He aquí
simplemente unos cuantos ejemplos:
• Las tiendas minoristas: ¿reparará la tienda los productos defectuosos o permitirá
devolverlos? La tienda conoce su política mejor que nosotros.
• Los tratantes de sellos, monedas, libros y cuadros raros: ¿son reales los artículos o son
falsificaciones? El vendedor conoce su autenticidad mucho mejor que nosotros.
• Los techadores, los fontaneros y los electricistas: cuando un techador repara o renueva el
tejado de nuestra vivienda, ¿subimos para comprobar la calidad del trabajo?
• Los restaurantes: ¿con qué frecuencia vamos a la cocina a ver si el chef utiliza ingredientes
frescos y respeta las normas de higiene?
En todos estos casos, el vendedor conoce mucho mejor que el comprador la calidad
del producto. A menos que pueda suministrar información sobre la calidad
a los compradores, los bienes y los servicios de mala calidad expulsarán a los de
buena calidad, por lo que habrá un fallo en el mercado. Los vendedores de bienes
y servicios de buena calidad tienen, pues, grandes incentivos para convencer
a los consumidores de que su calidad es realmente buena. En los ejemplos antes
citados, esta tarea es realizada en gran medida por la reputación. Compramos en
una determinada tienda porque tiene fama de reparar sus productos; contratamos
a un determinado techador o fontanero porque tiene fama de trabajar bien;
vamos a un determinado restaurante porque tiene fama de utilizar ingredientes
frescos y no sabemos de nadie que haya enfermado comiendo en él.
Otro mecanismo es la estandarización que ofrecen las grandes cadenas comerciales
Otro mecanismo es a través de las señales de mercado. El concepto de señales del
mercado fue desarrollado por primera vez por Michael Spence, quien mostró que en
algunos mercados los vendedores y los compradores hacen señales que transmiten
información sobre la calidad del producto.
Ej. El mercado de trabajo, señales débiles (vestimenta) señales fuertes (educación)
Para que una señal sea poderosa, debe ser más fácil de transmitir para las personas de
elevada productividad que para las de baja productividad, por lo que es más probable
que la transmitan las personas de elevada productividad.
Las garantías también pueden funcionar ya que son una buena señal de la calidad del
producto porque una amplia garantía es más cara para el productor de un artículo de
mala calidad que para el productor de un artículo de buena calidad. Es más probable
que el artículo de mala calidad requiera una reparación durante el periodo de
garantía, que tendrá que ser pagada por el productor
Riesgo Moral
Existe riesgo moral cuando la persona cuya conducta no se observa influye en la
probabilidad de recibir una indemnización o en su cuantía. Por ejemplo, si tengo un
seguro médico completo, es posible que acuda al médico más a menudo que si la
cobertura fuera limitada.
Ej. Seguros de casa, autos, salud, trabajadores holgazanes.
El riesgo moral no solo es un problema para las compañías de seguros. También altera
la capacidad de los mercados para asignar eficientemente los recursos.
El riesgo moral altera la capacidad de los mercados
para asignar los recursos eficientemente. D representa
la demanda de utilización del automóvil. Sin riesgo
moral, el coste marginal de transporte CM es de 1,50
dólares por kilómetro y el automovilista recorre 100
kilómetros, que es la cantidad eficiente. Con riesgo
moral, el automovilista percibe que el coste por
kilómetro es CM’ = 1,00 dólar y recorre 140
kilómetros.
El problema del Principal y el Agente
Si no costara nada controlar la productividad de los trabajadores, los propietarios de
las empresas podrían asegurarse de que sus directivos y trabajadores trabajan
realmente. Sin embargo, en la mayoría de las empresas los propietarios no pueden
controlar todo lo que hacen los empleados: estos poseen más información que los
propietarios. Esta asimetría de la información plantea el problema del principal y el
agente.
Existe una relación de agencia siempre que hay una relación en la que el bienestar de
una persona depende de lo que haga otra. El agente es la persona que actúa y el
principal es la persona a la que afecta la acción. Existe un problema del principal y el
agente cuando los agentes tratan de alcanzar sus propios objetivos en lugar de los
objetivos del principal.
¿Cómo afectan la información incompleta y los costes del control a la forma en que
actúan los agentes? ¿Y qué mecanismos pueden dar a los directivos un incentivo para
que actúen en interés del propietario? Estas cuestiones son fundamentales en
cualquier análisis del principal y el agente
Los incentivos y el problema del Principal y el Agente
Cuando es imposible medir directamente el esfuerzo, una estructura de incentivos que
recompense el resultado de un elevado grado de esfuerzo puede inducir a los agentes
a aspirar a alcanzar los objetivos fijados por los propietarios.
En ocasiones los problemas de riesgo moral pueden resolverse con los modelos de
agente principal.
Externalidades
Pueden surgir externalidades entre los productores, entre los consumidores o entre
los consumidores y los productores. Las externalidades son negativas cuando la acción
de una de las partes impone costes a la otra, o positivas cuando la acción de una de
las partes beneficia a la otra.
Existe una externalidad negativa cuando una acería vierte residuos a un río del que
dependen los pescadores para sus capturas diarias.
Existe una externalidad positiva cuando el propietario de una vivienda la pinta y planta
un atractivo jardín
Cuando hay externalidades negativas, el coste social marginal CSM es mayor que el coste marginal
CM. La diferencia es el coste externo marginal CEM. En la parte (a), una empresa maximizadora de los
beneficios produce q1, donde el precio es igual al CM. El nivel de producción eficiente es q*, en el cual
el precio es igual al CSM. En la parte (b), el nivel de producción competitivo de la industria es Q1, que
se encuentra en el punto de intersección de la oferta de la industria CMI y la demanda D. Sin embargo,
el nivel de producción eficiente Q* es menor y se encuentra en el punto de intersección de la demanda y
el coste social marginal CSMI.
Externalidades positivas e ineficiencia Cuando hay externalidades positivas, los beneficios
sociales marginales BSM son mayores que los
beneficios marginales D. La diferencia es el beneficio
externo marginal BEM. Un propietario de una vivienda
que actúe interesadamente invierte q1 en
reparaciones, cantidad que se encuentra en el punto
de intersección de la curva de beneficio marginal D y la
curva de coste marginal CM. El nivel eficiente de
reparaciones q* es mayor y se encuentra en el punto
de intersección de las curvas de beneficio social
marginal y de coste marginal.

La ineficiencia se debe a que el dueño de la vivienda


no recoge todos los beneficios de su inversión en
reparaciones y ajardinamiento. Por consiguiente, el
precio P1 es demasiado alto para animarlo a invertir en
el nivel socialmente deseable de reparación de
viviendas. Es necesario que el precio P* sea más bajo
para fomentar el nivel eficiente de oferta, q*
Si existe una externalidad positiva
el nivel de producción del
mercado es menor que el eficiente
¿De qué depende el equilibrio? Del sistema
jurídico.
Si la persona B tiene derecho a respirar aire puro la
dotación inicial será A (100, 0) y B (100, 0), que se
corresponde con el punto W, pero esta asignación
no tiene por qué ser eficiente. Puede que
intercambiando dinero por humo ambos individuos
estén mejor. Equilibrio E. con derechos de
propiedad bien definidos, el
intercambio permite llegar a un equilibrio eficiente
en el sentido de Pareto los equilibrios alcanzados
en ambos sistemas jurídicos
Los equilibrios alcanzados en ambos sistemas
jurídicos son eficientes en el sentido de Pareto
Las consecuencias distributivas son diferentes pero
no afectan a la eficiencia. Los problemas prácticos
que plantean generalmente. Las externalidades se
deben a que los derechos de propiedad no están
bien definidos
IMPUESTO PIGOUVIANO
-para lograr el nivel óptimo de producción de
un bien hay que conocer ese nivel óptimo
-en caso de conocer ese nivel bastaría con una
regulación directa
- en caso de ser una externalidad positiva se
podría dar subvenciones
Maneras de corregir las fallas de mercado
Si la empresa que genera la externalidad tiene una tecnología de producción de
proporciones fijas, la externalidad solo puede reducirse animando a la empresa a
producir menos.
Este objetivo solo puede lograrse por medio de un impuesto sobre la producción.
Afortunadamente, la mayoría de las empresas pueden sustituir unos factores por
otros en el proceso de producción alterando su elección de la tecnología. Por ejemplo,
un fabricante puede instalar un depurador en la chimenea para reducir sus emisiones.
Los mecanismos específicos que permiten corregir las externalidades son: normas,
tasas y permisos transferibles de contaminación.
Una norma sobre el nivel de emisiones consiste en la limitación legal de la cantidad de
contaminantes que puede emitir una empresa. Si esta traspasa el límite, puede ser
objeto de sanciones monetarias e incluso penales. La norma garantiza que la empresa
producirá eficientemente. Esta cumple la norma instalando equipo de reducción de la
contaminación.
Una tasa sobre las emisiones es un gravamen que se establece sobre cada unidad de
emisión de una empresa.
¿Qué método es mejor? Las ventajas relativas de las normas y de las tasas dependen
de la cantidad de información de la que dispongan las autoridades y del coste efectivo
del control de las emisiones. Para comprender estas diferencias, supongamos que el
organismo encargado de regular las emisiones debe cobrar la misma tasa o establecer
la misma norma para todas las empresas debido a los costes administrativos.
Cuando la información es limitada, las autoridades pueden tener que elegir entre el
establecimiento de una única tasa sobre las emisiones y el establecimiento de una
única norma sobre las emisiones para todas las empresas.
Generalmente, las tasas son preferibles a las normas por varias razones. En primer
lugar, cuando deben establecerse las mismas normas para todas las empresas, las
tasas consiguen las mismas reducciones de las emisiones con un coste menor. En
segundo lugar, las tasas dan poderosos incentivos a las empresas para instalar nuevo
equipo que les permita reducir aún más las emisiones
Cuando la información es incompleta, las normas permiten tener más certeza sobre
los niveles de emisiones, pero los costes de reducción son inciertos. En cambio, las
tasas permiten tener más certeza sobre los costes de reducción, pero la reducción de
los niveles de emisiones es incierta. La política preferible depende, pues, de la
naturaleza de la incertidumbre y de la forma de las curvas de costo.
Si supiéramos cuáles son los costes y los beneficios de la reducción de la
contaminación y si los costes de todas las empresas fueran idénticos, podríamos
aplicar una norma. En cambio, si los costes de la reducción variaran de unas empresas
a otras y no supiéramos cuáles son los costes y los beneficios, no sería un resultado
eficiente ni una norma ni una tasa.
Podemos lograr el objetivo de reducir eficientemente las emisiones utilizando
permisos transferibles de contaminación. En este sistema, cada empresa debe tener
permisos para contaminar. Cada permiso especifica el número de unidades de
emisiones que se permite a la empresa. Cualquiera que genere emisiones que no
estén autorizadas por un permiso es objeto de cuantiosas sanciones monetarias. Los
permisos se reparten entre las empresas y se expiden en un número que permita
lograr el nivel máximo deseado de emisiones. Los permisos pueden comprarse y
venderse.
Las externalidades negativas pueden ser generadas directamente por los flujos de
contaminación nociva, pero también por los stocks acumulados de un contaminante.
Se considera que el calentamiento del planeta es el resultado de la acumulación de
dióxido de carbono y de otros gases invernadero en la atmósfera.
La externalidad generada por un stock es el resultado acumulado de la acción de un
productor o de un consumidor que, aunque no se tiene en cuenta en el precio de
mercado, afecta a otros productores o consumidores.
También pueden ser positivas. Un ejemplo es el stock de «conocimientos» que se
acumula como consecuencia de las inversiones en I+D.
La intervención del Estado puede resolver las ineficiencias provocadas por las
externalidades. Las tasas sobre las emisiones y los permisos transferibles de emisión
funcionan porque alteran los incentivos de la empresa, obligándola a tener en cuenta
los costes externos que impone. Pero la intervención del Estado no es la única
solución para hacer frente a las externalidades.
Los derechos de propiedad son normas legales que describen lo que pueden hacer los
individuos o las empresas con su propiedad. Por ejemplo, cuando una persona tiene
un derecho de propiedad sobre la tierra, puede construir en ella o venderla y este
derecho está protegido de la interferencia de otros.
En todas las situaciones en las que los derechos de propiedad están perfectamente
especificados. Cuando las partes pueden negociar sin coste alguno y en beneficio
mutuo, el resultado es eficiente, independientemente de cómo se especifiquen los
derechos de propiedad (Teorema de Coase, Ronald Coase).
La negociación puede llevar tiempo y ser cara, sobre todo cuando los derechos de
propiedad no están claramente especificados. En ese caso, ninguna de las dos partes
está segura de lo dura que debe mostrarse en la negociación antes de que la otra
acepte un acuerdo.
En muchas situaciones en las que hay externalidades, la parte perjudicada por otra (la
víctima) tiene derecho legal a presentar una demanda. Si tiene éxito, puede recibir
una indemnización económica igual a los daños sufridos. La demanda por daños y
perjuicios es diferente de la tasa sobre las emisiones, ya que no es el Estado el que
cobra sino la víctima.
Pueden haber soluciones de mercado para las externalidades, pero únicamente si se
cumplen las siguientes condiciones:
1. La asignación de recursos es única, no puede cambiar a lo largo de la frontera de
posibilidades
2. Los derechos de propiedad no cambian, ya que están bien definidos
3. La distribución del ingreso es fija y no hay cambios en el nivel de bienestar social
4. Las externalidades pueden encontrar una solución de mercado porque los agentes
pueden internalizarlas en el sentido de que las partes pueden llegar a arreglos
privados, sin necesidad de la intervención estatal y a bajos costos de negociación,
los costos de transacción son cero o casi cero.
Lo anterior ocurre excepcionalmente, en la realidad:
1. Los derechos de propiedad son ambiguos
2. Ausencia de legislación y regulación adecuadas
3. Costos sociales o externos muy altos o difíciles de medir
Recursos de propiedad común
De vez en cuando surgen externalidades cuando es posible utilizar los recursos sin
pagar por ello. Los recursos de propiedad común son aquellos a los que todo el
mundo tiene libre acceso. Como consecuencia, es probable que se utilicen
excesivamente. El aire y el agua son los dos ejemplos más frecuentes. Otros son la
pesca, la fauna y la exploración y la extracción de minerales.
Cuando un recurso de propiedad común, como la pesca,
es accesible a todo el mundo, este se utiliza hasta el
punto Fc en el que el coste privado es igual al ingreso
adicional generado. Este uso es superior al nivel eficiente
F*, en el que el coste social marginal de utilizar el recurso
es igual al beneficio marginal (indicado por la curva de
demanda).
El problema del recurso de propiedad común tiene una
solución relativamente sencilla: permitir que un único
propietario gestione el recurso, pero no siempre es
posible y se requiere regulación pública directa.
La tragedia de los bienes comunes
Muestra que los recursos o bienes comunes se utilizan más de lo deseable desde el
punto de vista de la sociedad en su conjunto.
Este tipo de recursos tienden a ser usados excesivamente cuando los individuos no
pagan por su uso, lo que crea una externalidad negativa por la sobreexplotación.
Bienes públicos
Bien que no es excluyente ni rival: el costo marginal de provisión a un consumidor más
es cero y no es posible impedir a nadie consumirlo.
Los bienes públicos tienen dos características: no son rivales y no son excluyentes. Un
bien no es rival si, cualquiera que sea el nivel de producción, el costo marginal de
suministrarlo a un consumidor más es cero. El costo marginal de producir una
cantidad adicional de la mayoría de los bienes que son suministrados por el sector
privado es positivo. Pero en el caso de algunos, la existencia de consumidores
adicionales no aumenta el costo. Los bienes no rivales en el consumo pueden ponerse
a disposición de todo el mundo sin influir en la oportunidad de nadie de consumirlos.
Un bien no es excluyente si no es posible excluir a nadie de su consumo, por lo que es
difícil o imposible cobrar a los individuos por su uso; los bienes pueden consumirse sin
pagarlos directamente. Un ejemplo es la defensa nacional.
Algunos bienes son excluyentes, pero no rivales ej. Uso de un puente automovilístico
Algunos bienes no son excluyentes, pero sí rivales. El mar o un gran lago no es
excluyente, pero la pesca es rival porque impone costes a otros: cuantos más peces se
capturen, menos quedan para otros
Bienes públicos
Bienes públicos puros: defensa nacional, parques, carreteras, etc.
Bienes públicos mixtos o impuros: educación, salud pública.
Dado que los incentivos son insuficientes para su producción de manera privada, se
producen de manera pública ya que el mercado falla en su producción
Bienes públicos y fallas de mercado
-presencia de free riders o gorrones ¿cómo se eliminan?
A través de impuestos e intervención estatal, dependerá del tipo de sociedad.
Los bienes públicos enfrentan problemas por el lado de la oferta, ya que no hay
incentivos de mercado para que se produzcan, pero también del lado de la demanda,
ya que no hay mecanismos efectivos que nos permitan definir la demanda exacta por
parte de los ciudadanos, ya que no hay una estructura de precios definida.
Bienes públicos y eficiencia

El nivel eficiente de provisión de un bien privado se averigua comparando el beneficio


marginal de una unidad más y el coste marginal de producirla. La eficiencia se logra
cuando el beneficio marginal y el coste marginal son iguales. Estos mismos principios
se aplican a los bienes públicos, pero el análisis es diferente.
En el caso de los bienes privados, el beneficio marginal se mide por medio del
beneficio que recibe el consumidor. En el de los bienes públicos, debemos
preguntarnos cuánto valora cada persona una unidad más de producción.
El beneficio marginal se calcula sumando los valores de todas las personas que
disfrutan del bien. Para averiguar el nivel eficiente de provisión de un bien público,
debemos igualar la suma de estos beneficios marginales y el coste marginal de
producción.

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