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LA TEORÍA HUMANISTA
CURSO :
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PROFESOR :
CICLO :
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ESPECIALIDAD :
DEDICATORIA
A Dios, quien nos ha permitido realizar este trabajo de investigación, porque es Él
De igual manera a nuestros queridos padres, por su apoyo y comprensión que nos
ellos quienes nos brindan sus conocimientos para lograr nuestros objetivos.
AGRADECIMIENTO
Expresamos nuestro afectuoso agradecimiento primeramente a Dios, nuestra guía,
por darnos la fuerza e inteligencia por lograr nuestras metas y seguir luchando en
A nuestros padres por su valioso apoyo que nos brindan día a día para ser mejores
personas en la vida.
ÍNDICE
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I
1.1. CONCEPTO
1.2. HISTORIA
1.3. GENERALIDADES
CAPÍTULO II
2.2. EL HUMANISMO
CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
LA TEORÍA
HUMANISTA
INTRODUCCIÓN
La teoría humanista nace como una corriente dentro de la psicología, como parte de
un movimiento cultural más general surgido en Estados Unidos en la década de
los sesenta del siglo XX y que involucra planteamientos en ámbitos como la política,
las artes y el movimiento social denominado Contracultura.
Por esto, uno de los teóricos humanistas más importantes de la época, Abraham
Maslow ,denominó a este movimiento La Tercera Fuerza para mostrar lo que se
proponía con esta corriente: integrar las formas (aparentemente opuestas) en que se
expresaba el quehacer psicológico de la época (conductismo y psicoanálisis).
1.1. CONCEPTO
1.2. HISTORIA
El humanismo surgió como una imagen del mundo al término de la Edad Media. Los
pensadores humanistas fueron entonces intérpretes de nuevas aspiraciones
humanas impulsados por la decadencia de la filosofía escolástica, cuyo centro de
gravedad era la vida religiosa y la inmortalidad ultraterrena. El humanismo vino a
sustituir esa visión del mundo con la reflexión filosófica abundante en productos
racionales, en la que primaba la idea del hombre como ser humano, verdadero e
integral.
2. El humanismo en el siglo XX
1.3. GENERALIDADES
a) El ser humano es una totalidad. Éste es un enfoque holista, cuyo objetivo consiste
en estudiar al ser humano en su totalidad y no fragmentadamente.
f) El ser humano está provisto con facultades de decisión, libertad y conciencia para
elegir y tomar sus propias decisiones. Estas facultades lo convierten en un ser activo,
constructor de su propia vida.
g) El ser humano es intencional. Esto significa que sus actos volitivos o intencionales
se reflejan en sus propias decisiones o elecciones.
Desde este punto de vista, la educación debe de centrarse en ayudar a los alumnos
para que decidan lo que son y lo que quieren llegar a ser. La educación humanista,
propugna la idea de que los alumnos son diferentes, consecuentemente, los ayuda a
ser más como ellos mismos y menos como los demás.
La escuela tiene como principal objetivo proporcionar una educación formal mediante
un proceso integral de carácter intencional, planificado y sistematizado, que se
concretiza en un currículo oficial y se aplica en calendario y horario definido. No
obstante. La educación formal no es autónoma de la educación externa negativa que
proviene de la sociedad y su entorno, junto a la cual ha tenido que sobrevivir e incluso
competir. Esta última entorpece contradice y desvaloraliza los fundamentos
pedagógicos del proceso educativo. Esto se manifiesta con la gama de información
no adecuada, que resulta más atractiva para los niños y los jóvenes, a través del cine,
la televisión, la calle y la información de la Internet. Dicha educación, lejos de formar,
deforma y lejos de educar, deseduca.
El vasto, desarrollo científico y tecnológico que hemos vivido en estos últimos años,
ha interconectado y transformado al mundo en los aspectos económico, político,
social y cultural en un espacio globalizado, desapareciendo fronteras con
consecuencias benéficas para la humanidad, proporcionando gran confort a nuestra
calidad de vida, enormes logros en medicina y salud, alargando incluso, nuestro
promedio de supervivencia. Sin embargo, estas grandes ventajas no nos han hecho
mejores seres humanos, al contrario, nos han hecho vivir en mundos cada vez mas
superfluos,alejados de la realidad, con ideas vanas, nos han vuelto más egoístas,
mercantilistas, presuntuosos, enajenados por modas pasajeras sin ningún valor, han
acrecentado la ambición entre los hombres y el poder como principales medios para
dominar a nuestros semejantes.
La tarea de educar es de todos, por eso como docentes, padres de familia y sociedad
en general, apliquemos estos conocimientos teóricos propuestos y muchos más,
pongámoslos en práctica en la casa, en la calle, en la escuela y en todo lugar, vivamos
con valores, actuemos con apego a principios éticos, seamos mas reflexivos con
neutros hijos, con nuestros maestros, con nuestros alumnos, con todos los que
conformamos esta sociedad, seamos mas abiertos, menos directivos, actuemos sin
inhibiciones de sociedades tradicionalistas, fomentemos el espíritu de cooperación,
basado en respeto y reconocimientos mutuos, seamos mas humanos, que nos ayude
a demostrar los sentimientos, emociones y aspiraciones, para lograr vivir con trabajo
pero sobre todo con dignidad y amor a nosotros mismos, y finalmente, a los maestros
y padres de familia, enaltezcan el verdadero valor de educar, cuya meta no solo es
lograr mejores profesionistas si no mejores seres humanos.
2.2. EL HUMANISMO
Como ves, lo que se pretendía era una formación integral, esto es, saber de todo; tal
vez lo contrario que ahora, que se tiende más a la especialización, a saber, mucho
de una materia, aunque se desconozca lo elemental de otras muchas. Claro está, eso
era el ideal. La realidad luego sería otra. Lo cierto es que algunos personajes de la
época sí que se aproximaron.
Solían viajar mucho a otros países, para entrevistarse con sus colegas y estar al
corriente de sus actividades. Las ciudades donde más se desarrolló el Humanismo
fueron: Florencia, Venecia, Bolonia y Padua (en Italia); París (Francia); Oxford
(Inglaterra); Alcalá de Henares y Salamanca (España).
Carl Rogers considera que cada persona desempeña sus funciones desde un marco
único de referencia en términos de buliding Auto Mirada o su autoconcepto.
Autoconcepto es la creencia de la propia sobre sí mismos. Estas creencias derivan,
en parte, de la noción de algo por Incondicional Mirada positiva condicional Mirada.
consideración positiva incondicional ocurre cuando los individuos, especialmente los
padres, demostrar el amor incondicional. lo que se refiere acondicionado positivo es
cuando ese amor se parece venir sólo cuando se cumplan ciertas CONDICIONES.
Rogers afirma la teoría de que las personas sanas psicológicamente disfrutar de la
vida al máximo, por lo tanto, se les ve como personas en pleno funcionamiento.
Abraham Maslow considera que indivduals tienen ciertas necesidades que deben ser
atendidas en una forma jerárquica, de menor a mayor. Estas incluyen las necesidades
básicas, necesidades de seguridad, el amor y las necesidades de pertenencia,
necesidades de logro, y en última instancia, de autorrealización.
La psicología humanista es más un movimiento que una escuela, e incluso más aún
el reflejo de una actitud sobre el ser humano y el conocimiento.
3. Es consciente.
Tuvo gran interés por las personas humanamente excepcionales, lo que le llevó a una
visión del hombre que muestra lo que puede llegar a ser y lo que se puede frustrar.
El concepto central en la psicología de Maslow es el de autorrealización, entendida
como culminación de la tendencia al crecimiento que Maslow define como la
obtención de la satisfacción de necesidades progresivamente superiores y, junto a
esto, la satisfacción de la necesidad de estructurar el mundo a partir de sus propios
análisis y valores.
Carl Rogers (1902-1987) es uno de los autores más conocidos del movimiento
humanista. Su método terapéutico, la terapia centrada en el cliente, o terapia no
directiva, parte de la hipótesis central de que el individuo posee en sí mismo medios
para la autocomprensión y para el cambio del concepto de sí mismo, de las actitudes
y del comportamiento autodirigido. El terapeuta debe proporcionar un clima de
actitudes psicológicas favorables para que el paciente pueda explotar dichos medios.
Dos rasgos principales de la terapia centrada en el cliente:
Para Rogers el ser humano nace con una tendencia realizadora que, si la infancia
no la estropea, puede dar como resultado una persona plena: abierta a nuevas
experiencias, reflexiva, espontánea y que valora a otros y a sí mismo. La persona
inadaptada tendría rasgo opuestos: cerrada, rígida y despreciativa de sí mismo y de
los demás.
Rogers insiste en la importancia que tienen las actitudes y cualidades del terapeuta
para el buen resultado de la terapia: las tres principales son la empatía, la autenticidad
y la congruencia.
Rogers quiso comprender y describir el cambio que sufre el paciente cuando se siente
comprendido y aceptado por el terapeuta:
Críticas
Excesivo énfasis en una visión positiva y optimista del ser humano, sobre todo
en los autores norteamericanos.
Presencia de la psicología humanista: hay una minoría estable de psicólogos que
se declaran humanistas; además, es clara la influencia de algunos principios de la
psicología humanista en campos como la educación o en los estudios sobre el efecto
de la relación terapeuta-paciente en el resultado de la terapia.
El concepto del ser humano que tiene la Psicología Humanista es sumamente rico
y complejo. Esta orientación no desea excluir de su estudio nada de todo lo que,
según su enfoque, identifica y distingue mejor al hombre, como es la libertad, la
creatividad, los valores, el amor, actuar con un propósito y dirigirse hacia una meta,
la auto-realización, el sentido de la vida, del sufrimiento y de la misma muerte. De
aquí que una metodología general, adecuada y eficaz para su estudio, esté en
gran parte por hacerse. Sin embargo, éste es el gran desafío que se presenta a
los psicólogos humanistas: respetar plenamente ese objeto de estudio tan
sutilmente estructurado y entretejido, y encontrar, al mismo tiempo, el
procedimiento más adecuado para comprenderlo.
Durante la primera mitad del siglo xx, la Psicología caminó en dos direcciones
notablemente diferentes e incomunicadas. Por un lado, la orientación conductista,
objetivista, mecanicista y positivista. Por el otro, el grupo de psicologías que se
originaron con Freud y el Psicoanálisis. Sin embargo, estas dos corrientes tenían
como denominador común un principio básico sobre la naturaleza del hombre que
influirá el marco de referencia conceptual y los métodos de investigación e
interpretación de los hallazgos consiguientes: el determinismo. Si para los unos la
conducta era interpretada como un proceso automático y casi-mecánico,
estimulado por el medio ambiente exterior (enfoque reactivo), para los otros era un
producto desencadenado por impulsos internos (enfoque reactivo en profundidad).
El movimiento humanista, más que una Escuela, es una nueva orientación hacia
la Psicología, un modo de pensar sobre el hombre y toda la empresa científica que
modifica la imagen que tenemos de los seres humanos y libera a la Psicología de
varias restricciones artificiales que le impusieron teorías que ahora aparecen como
superadas. No se puede decir que los proponentes principales de esta orientación
–Abraham Maslow, Carl Rogers, Gordon Allport, Charlotte Bühler, Rollo May,
Viktor Frankl, Wilhelm Dilthey, Edward Spranger, William Stern, Kurt Lewin, Kurt
Goldstein, Gardner Murphy, Erich Fromm, Fritz Perls, Eric Berne, al igual que un
gran número de otros psicólogos actuales– tengan una ideología básica común,
pero tanto ellos como los demás psicólogos humanistas simpatizan o comparten
muchas posiciones sostenidas por la Psicología de la Gestalt, la Psicología
Adleriana, la Junguiana, la Neo-Freudiana, la Psicología del Yo, la Feno-
menológica, la Existencial, la "Self-theory", la Transaccional y la Proactiva.
En tercer lugar, el ser humano es una unidad irreductible; cada una de sus "partes"
está relacionada con todas las demás. La coordinación e interacción mutua de los
procesos no permite aislarlos sin que pierdan su naturaleza, su relevancia y su
significado. Haciéndolo, tenemos sencillamente otra cosa. Por esto, es necesario
aprender la gran lección de la Psicología de la Gestalt, la cual nos muestra que "el
todo contiene propiedades que no se encuentran en la suma de las partes". De
aquí, la necesidad de una metodología holista, que sea a la vez científica y
profundamente respetuosa de la naturaleza humana.
Por otra parte, la adecuación anterior sería, en cambio, ínfima en relación con el
objeto de estudio de la psicología (vida psíquica íntima y su correspondiente
manifestación externa) y, en general, con el objeto que estudian todas las ciencias
humanas.
La historia muestra que lo que ayer nos asustaba por considerarlo revolucionario,
hoy se considera sólo una buena intuición, mañana llega ser una doctrina
anticuada y poco después será juzgada como represiva y hasta pura superstición.
Según la primera edición de la Enciclopedia Británica, el flogisto era "un hecho
demostrado", según la última edición, "el flogisto no existe"; al astrónomo Hubble
le dieron el Premio Nobel por ciertos hallazgos sobre el comportamiento de las
galaxias, pero años después se lo dieron a otro astrónomo por demostrar
prácticamente lo contrario. Ésa la vida de nuestra ciencia, y es natural y lógico que
así sea.
Ante todo, hay una realidad que consideramos concreta y evidente: que todo ser
humano está ubicado en un tiempo y un espacio determinados y que es el
resultado de una historia personal, familiar, social y cultural única e irrepetible.
Este hecho hace que el individuo vea las cosas desde un punto de vista que no
coincide totalmente con el de ningún otro ser humano.
Así pues, es fácil detectar que hay cierto intento de obligar a la naturaleza a que
encaje dentro de unos límites preestablecidos y relativamente inflexibles, y a los
fenómenos que no encajan en ellos frecuentemente ni siquiera se les considera.
COULSON, W. y ROGERS, C. Man and the science of man, Merrill, Ohio, 1968.
HEISENBERG, W., Más allá de la Física: Atravesando fronteras, BAC, Madrid, 1974.