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MODELOS ANALÓGICOS

Fallas inversas
Las fallas inversas son fallas con desplazamiento vertical en las cuales el bloque de techo se mueve hacia arriba con
respecto al bloque de muro (Figura 1). Dado que el bloque de techo se mueve hacia arriba y sobre el bloque de
muro, las fallas inversas reflejan un acortamiento de la corteza.
Las fallas inversas pueden ser desde milimétricas hasta centenares de kilómetros.
Mientras que las fallas normales aparecen en entornos tensionales, las fallas inversas son resultado de fuertes
esfuerzos compresivos. La formación de las fallas inversas es mucho más abundante en las zonas de subducción y
zonas donde las placas colisionan. En regiones montañosas, como los Alpes, el Himalaya y los Apalaches, estas
fallas han desplazado los estratos hasta 50 kilómetros sobre las unidades de roca adyacentes. En Costa Rica se
encuentra fallas inversas como la falla de Alajuela que tiene una extensión de 20 km.
El resultado de este movimiento a gran escala es que los estratos más antiguos se superponen sobre las rocas más
jóvenes.
Fuente: Tarbuck, E. & Lutgens, F., 2001: Ciencias de la Tierra: una introducción a la geología física [6ª ed.].- 540
págs. Prentice Hall, Madrid España.

Figura 1. Movimiento de una Falla inversa.


Fuente de la imagen: Tarbuck, E. & Lutgens, F., 2001: Ciencias de la Tierra: una introducción a la geología física
[6ª ed.].- 540 págs. Prentice Hall, Madrid España.
Fallas Normales
Las fallas normales son fallas con desplazamiento vertical en el cual el bloque de techo se desplaza hacia abajo en
relación con el bloque de muro (Figura 1). La mayoría de las fallas normales tienen buzamientos de unos 60°, que
tienden a disminuir con la profundidad, aunque algunas fallas normales pueden poseer buzamientos mucho menores
aproximándose en algunos casos a la horizontal. Debido al movimiento descendente del techo, las fallas normales
acomodan el alargamiento, o la extensión, de la corteza. La mayoría de las fallas normales son pequeñas, con
desplazamientos más o menos de un metro. Pero hay algunas que se extienden decenas de kilómetros, creando relieves
de límites montañosos.
Fuente: Tarbuck, E. & Lutgens, F., 2001: Ciencias de la Tierra: una introducción a la geología física [6ª ed.].- 540
págs. Prentice Hall, Madrid España.

Figura 1. Movimiento relativo de una falla normal.


Fuente de la imagen: Tarbuck, E. & Lutgens, F., 2001: Ciencias de la Tierra: una introducción a la geología física
[6ª ed.].- 540 págs. Prentice Hall, Madrid España.
Zona de Cizalla
Existen tres conceptos fundamentales relacionados entre sí: falla, zona de falla y zona de cizalla (e.g., McClay, 1987;
Davis y Reynolds, 1996), utilizados a veces de manera indistinta y de manera incorrecta. Una falla es por definición
una fractura frágil a lo largo de la cual ha ocurrido un desplazamiento visible, en general paralelo a la superficie de la
misma. Por su parte una zona de falla se encuentra compuesta por innumerables superficies de falla frágiles,
subparalelas e interconectadas, estrechamente espaciadas conteniendo zonas de brecha o fault gouge. La zona de
cizalla (Fig. 3) corresponde a una ancha zona de deformación generada bajo condiciones dúctiles a dúctiles-frágiles.
Digamos además que una zona de cizalla grada hacia arriba hacia una zona de falla. Las rocas son deformadas
frágilmente en los niveles superiores de la corteza terrestre y dúctilmente en lo inferiores. La profundidad a la que la
deformación pasa de frágil a dúctil es conocida como la transición dúctil-frágil y generalmente se encuentra a unos
10-15 km bajo la superficie (e.g., Sibson, 1990) (Fig. 3). En dicha transición se desarrollan ambos tipos de
deformación, mientras que por encima o por debajo la importancia relativa de una de estas disminuye progresivamente.
De cualquier manera los 10-15 km antes mencionados deben ser solamente considerados como un referente general
solamente, ya que zonas deformación dúctil pueden desarrollarse a profundidades menores bajo condiciones de un
gradiente geotérmico anómalamente alto (e.g., magmatismo activo, actividad hidrotermal de alta T generalizada, etc),
y también pueden darse deformaciones frágiles en profundidad como respuesta a movimientos sísmicos bruscos.
Como veremos más adelante existen dos series de rocas de deformación en relación con las zonas frágil y dúctil, que
representan tipos extremos dentro de una serie intermedia muy amplia: la serie cataclástica y la serie
milonítica respectivamente (Fig. 3,4).

Fig. 3: Esquema de una gran zona de cizalla y rocas asociadas. Transición dúctil-frágil en líneas verticales.
Simplificada de Sibson (1977).
Fig. 4: Clasificación de las rocas de fallas en función de las tasas de deformación y recuperación. Simplificada de
Wise et al. (1984).

Fig. 1: Esquema de alteración en el pórfido cuprífero de San Manuel-Kalamazoo. Nótese la falla San Manuel
separando los dos segmentos del pórfido (Lowell y Guilbert, 1990).
Domos
Grandes elevaciones de las rocas del basamento pueden deformar la cubierta de estratos sedimentarios superiores y
generar grandes pliegues. Cuando este movimiento ascendente produce una estructura circular o alargada, la estructura
se denomina domo (Figura GEOEST-13A). Las estructuras descendentes que tienen una forma similar se denominan
cubetas (Figura GEOEST-l3B).
Las Black Hills del oeste de Dakota del sur son un gran domo que, se cree, se formó por levantamiento. La erosión ha
eliminado las porciones más elevadas de los estratos sedimentarios levantados, dejando expuestas en el centro las
rocas metamórficas e ígneas más antiguas (Figura GEOEST-14). Pueden verse restos de esos estratos sedimentarios,
que antiguamente fueron continuos, flanqueando el núcleo cristalino de esta cordillera montañosa. Los estratos más
resistentes son fáciles de identificar porque la erosión diferencial los ha hecho aflorar como prominentes crestas
denominadas hogbacks. Dado que los hogbacks pueden formarse en cualquier sitio en que los es- tratos resistentes
están muy inclinados, también están asociados con otros tipos de pliegues.
Los domos pueden formarse también por intrusión de magmas (lacolitos) como se muestra en la Figura GEOEST-16.
Además, la migración ascendente de formaciones salinas puede producir los domos de sal que son comunes en el
Golfo de México.
En Estados Unidos existen varias grandes (Figura GEOEST-15). Las cuencas de Michigan e Illinoisestratos de
pendientes muy suaves que definen una geometría cóncava. Se piensa que estas cubetas son cuenca de grandes
acumulaciones de sedimentos, cuyo peso hizo que la corteza se hundiera (véase sección sobre

Figura GEOEST-13 Elevaciones y descensos suaves, de las rocas de la corteza producen domos (A) y cubetas (B).
La erosión de esas estructuras produce un patrón de afloramiento que es aproximadamente círcular o alargado
Bibliografía

Sitios web:

http://rsn.ucr.ac.cr/documentos/educativos/geologia/5720-que-es-una-falla-inversa

http://rsn.ucr.ac.cr/documentos/educativos/geologia/5718-que-es-un-fallamiento-normal

https://www.aulados.net/Geologia_yacimientos/Zonas%20de%20Cizalla/Fallas_Primera_Parte.htm

https://www.youtube.com/watch?v=aL2GrwBMvx4&index=11&list=RDMMkLpH1nSLJSs

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