Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
No todas las moléculas son inmunógenas. En general las proteínas son los
mejores inmunógenos, los glúcidos son inmunógenos más débiles y los lípidos y
los ácidos nucleicos son malos inmunógenos. Los haptenos (inmunógenos
inclompletos) a menudo son demasiado pequeños para inmunizar (es decir,
inicar una respuesta) a una persona, pero pueden ser reconocidos por un
anticuerpo. Los haptenos pueden hacerse inmunógenos uniéndose a una
molécula transportadora, como una preoteina.por ejemplo, la conjugación de la
penicilina con la albúmina sérica la convierte en un inmunógeno.
II. LINFOCITOS T
Los linfocitos T se definen por el uso de anticuerpos que distinguen las moléculas
de su superficie celular. Las proteínas de superficie del linfocito T son: 1) el TCR,
2) los correceptores CD4 y CD8, 3) el CD3 y las proteínas accesorias que
promueven el crecimiento, la regulación y la activación, 4) los receptores para
citosinas y 5) las proteínas de adhesión. Los linfocitos T pueden distinguirse por
el tipo de receptor para el antígeno del linfocito T, que consta de cadenas γ y δ
ó α y β y, en el caso de los linfocitos T α/β, por la presencia De ellos correceptores
CD4 y CD8.
Al contrario que las moléculas del anticuerpo, la mayoría de los TCR solo puede
reconocer un epitopo lineal de un péptido contenido dentro de una hendidura de
la superficie de las moléculas del MHC l o ll .La presentación del péptido
antigénico exige un procesamiento proteolítico especializado de la proteína y la
unión a moléculas del MHC ll en la célula presentadora de anigeno o moléculas
del MHC l por todas las células nucleadas.
Las proteínas CD4 y CD8 son correctores del TCR porque facilitan la interacción
del TCR con la molécula de MHC presentadora del antígeno y pueden aumentar
la respuesta. El CD4 se une a las moléculas del MHC clase ll situadas en la
superficie de las APC. El CD8 se une a las moléculas del MHC clase l situadas
en la superficie de la APC y las células diana. Las moléculas del MHC clase l se
expresan en todas las células nucleadas. Las cosas citoplásmicas del CD4 y el
CD8 se asocian a una proteína tirosina-cinasa (LCK), que potencia la activación
inducida por el TCR de la célula al unirse a la APC o a la celula diana. El CD4 o
el CD8 se encuentran en los linfocitos T α/β, pero no en los linfocitos T ƴ/δ.
Los linfocitos T expresan receptores para muchas citosinas que activan y regulan
al linfocito T. La unión de la citosina al receptor para la citosina activa cascadas
de proteínas-cinasas y de otros tipos que transportan su señal al nucleo. El
receptor para la IL-2 (IL-2R) está compuesto de 3 subunidades. Las
subunidades β/ƴ están en la mayoría de los linfocitos T (también en los linfocitos
citoliticos espontaneos [NK]) y tienen una afinidad intermedia por la IL-2. La
subunidad α (CD25) la induce la activación celular para formar IL-2R α/β/ƴ de
afinidad alta. La unión de la IL-2 al IL-2R inicia una señal estimuladora del
crecimiento en el linfocito T, y también promueve la producción de más IL-2 e IL-
2R. El CD25 se expresa en las células en crecimiento activadas, incluido el
subgrupo de Treg de los linfocitos T CD4 (CD4+ CD25+).
Las células dendríticas optan por la presentación cruzada del antígeno para
presentar antígenos a linfocitos T CD8 vírgenes e iniciar la respuesta a una
infección vírica o un proceso tumoral. Tras la captación del antígeno (incluyendo
residuos provenientes de células apoptóticas) en la periferia mediante un
proceso de macropinocitosis, pinocitosis o fagocitosis, la pro teína o sus péptidos
ingresan en el citoplasma y pasan al RE a través del TAP para unirse a moléculas
MHC de clase I. Esta molécula también puede adquirir péptidos exógenos a
medida que avanza en el aparato de Golgi en dirección hacia la membrana
plasmática. Las CD presentan el péptido antigénico a linfocitos T CD8 del ganglio
linfático con el fin de poner en marcha la respuesta de esta subpoblación celular.
Los linfocitos T CD8 incluyen los linfocitos T citotóxicos (CTL) y los linfocitos
supresores. Los CTL forman parte de la respuesta TH1 y son importantes para
eliminar células infectadas por virus y células tumorales. Los linfocitos T CD8
también pueden secretar citocinas del tipo TH1. Se sabe menos sobre los
linfocitos supresores.
La respuesta CTL se inicia cuando los linfocitos T CD8 vírgenes en el ganglio
linfático son activados por las CD presentadoras de antígeno y por citocinas
producidas por los linfocitos T CD4 TH1, incluidos la IL-2 (similar a la activación
de los linfocitos T CD4 como en la fig. 9-9). La presentación del antígeno en el
MHC I puede ser el resultado de una infección vírica o de una presentación
cruzada de un antígeno adquirido en el lugar de infección o tumor por una CD.
Los linfocitos T CD8 activados se dividen y diferencian en CTL maduros.
Cuando los CTL activados encuentran una célula diana, se unen fuertemente a
través de interacciones del TCR con proteínas de la clase I del MHC portadoras
del antígeno y moléculas de adhesión en ambas células (similar al cierre de una
cremallera).
Los gránulos que contienen moléculas toxicas, granzimas (esterasas) y una
proteína formadora de poros (perforina) se mueven hacia la zona de la
interacción y liberan su contenido en el hueco (sinapsis inmunitaria) formado
entre el linfocito T y la célula diana. La perforina genera agujeros en la
membrana celular diana que permiten la entrada del contenido e inducen la
apoptosis (muerte celular programada) en la célula diana. Los linfocitos T CD8
pueden iniciar también la apoptosis en las células diana a través de la interacción
del FasL situado en el linfocito T con la proteína Fas situada en la superficie
de la célula diana.
Las células se encogen en cuerpos apoptósicos, que son fagocitados fácilmente
por los macrófagos y las CD.
Los linfocitos NK son como un híbrido entre los linfocitos NK y los linfocitos T.
Expresan un marcador del linfocito NK, NK1.1 y un TCR α/β. Al contrario que
otros linfocitos T, el repertorio de TCR es muy limitado. Pueden expresar CD4,
pero la mayoría carece de moléculas CD4 y CD8 (CD4- CD8-). El TCR de la
mayoría de los linfocitos NKT reacciona con moléculas CD1, que presentan
glucolípidos y glucopéptidos microbianos. Tras su activación, los linfocitos NKT
liberan grandes cantidades de IL-4 e INF-y. Los linfocitos NKT ayudan en las
respuestas iniciales a la infección y son muy importantes para la defensa frente
a infecciones micobacterianas.
La IgG y la IgA tienen una región bisagra rica en prolina que tiende a ser
escindida por enzimas proteolíticas. La digestión de las moléculas de IgG con
papaína da lugar a dos fragmentos Fab y un fragmento Fc. Cada fragmento Fab
tiene una zona de unión al antígeno. La pepsina escinde la molécula y produce
un fragmento F(ab’)2 con dos lugares de unión al antígeno y un fragmento pFc’.
Inmunoglobulina D
La IgD, que tiene una masa molecular de 185 kDa, supone menos del 1% de las
inmunoglobulinas séricas. La IgD existe sobre todo como IgD de membrana, que
sirve con la IgM de receptor para el antígeno en los primeros estadios del linfocito
B para ayudar a iniciar las respuestas de anticuerpo mediante la activación del
crecimiento del linfocito B. La IgD y la IgM son los únicos isotipos que pueden
expresarse juntos en la misma célula.
Inmunoglobulina M
La IgG supone alrededor del 85% de las inmunoglobulinas en los adultos. Tiene
una masa molecular de 154 kDa en función de sus dos cadenas L de 22.000 Da
cada una y sus dos cadenas H de 55.000 Da cada una. Las cuatro subclases de
IgG difieren en su estructura, concentración relativa y función. La producción de
IgG requiere la ayuda del linfocito T. La IgG, como una clase de molécula de
anticuerpo, tiene la semivida más larga (23 días) de las cinco clases de
inmunoglobulinas, atraviesa la placenta y es el principal anticuerpo en la
respuesta anamnésica (de recuerdo). La IgG muestra una alta avidez (capacidad
de unión) por los antígenos, fija el complemento, estimula la quimiotaxis y actúa
como opsonina para facilitar la fagocitosis.
Inmunoglobulina A
Inmunoglobulina E
La IgE supone menos del 1% de todas las inmunoglobulinas y tiene una semivida
de aproximadamente 2,5 días. La mayor parte de la IgE está unida a receptores
para el Fc situados en los mastocitos, sobre los cuales sirve de receptor para
alérgenos y antígenos de parásitos. Cuando suficiente antígeno se une a la IgE
situada en el mastocito, éste libera histamina, prostaglandinas, factor activador
de las plaquetas y citocinas. La IgE es importante en la protección frente a la
infección por parásitos y es responsable de la hipersensibilidad anafiláctica (tipo
1) (reacciones alérgicas rápidas).
CONCLUSIÓNES