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SIGNATURA TOPOGRÁFICA

La signatura topográfica es, en Bibliotecología, una herramienta fundamental para la


organización y la recuperación efectiva del acervo bibliográfico. Es esencial en el trabajo
cotidiano de toda biblioteca. No representa un mero detalle de la última acción de los procesos
técnicos, es la representación efectiva del trabajo intelectual desarrollado por el bibliotecario
para la organización racional de los documentos en el estante.

Siguiendo a Barité (2000), la signatura topográfica es el signo que representa a un documento


determinado dentro de una colección, facilita la ubicación del material bibliográfico en las
estanterías en un orden lógico, por ejemplo, según un sistema decimal. Se debe ubicar en un
lugar visible del documento, en el caso de los libros en el lomo, y debe formar parte del registro
del mismo en el catálogo.

Entre las aplicaciones de la signatura topográfica podemos mencionar la organización y el


orden sistemático de los libros en el estante. En bibliotecas con acceso libre a las estanterías le
facilita al usuario la búsqueda en los temas que le interesan, sin necesidad de consultar
previamente el catálogo, ya que los libros de una misma temática estarán agrupados juntos.

Es de utilidad en el control de inventario y de préstamos. Contribuye al ordenamiento


sistemático en el catálogo en línea como complemento de la búsqueda por términos, haciendo
que la búsqueda sea precisa y no ambigua, ya que no hay dos formas de representar el mismo
documento. Facilita la navegación, a partir de la signatura de clase, de lo general a lo particular
y a la inversa.

La signatura topográfica es la que agrupa los documentos por materias en los estantes. La
misma debe ser irrepetible, para que no exista la posibilidad de que dos libros deban ubicarse
en el mismo lugar.

Elementos que componen la Signatura Topográfica

Dos son los elementos principales:

La signatura de clase es aquella parte de la signatura topográfica que establece una notación
tomada de un sistema de clasificación, para representar el contenido del documento, por
ejemplo CDD, CDU, etc.. Siempre ocupa la primera posición en la determinación de la signatura
topográfica.

La signatura librística es aquella parte de la signatura topográfica que establece la


identificación sintética del autor y/o el título del documento, así como otros aspectos
secundarios (el año de publicación, el número de volumen, el número de ejemplar, etc.).
Cuando dos documentos comparten la misma signatura de clase, la signatura librística es el
elemento de diferenciación en una clasificación utilitaria. Siempre ocupa una posición
secundaria dentro de una signatura topográfica. Pueden usarse diferentes tablas de notaciones
internas para bibliotecas, como por ejemplo las de Luis Málaga, las de Charles Cutter, etc.

Otros elementos ocasionales que suelen conformar la signatura topográfica son:


La Presignatura es un elemento auxiliar de la signatura topográfica y está conformada por
símbolos que se expresan a través de una letra del alfabeto o conjunto de ellas y que sirven
para individualizar tipos de colecciones, sectores o espacios definidos dentro de una biblioteca.

La ruptura de la signatura es un elemento auxiliar que se coloca en último término y sirve para
hacer la diferenciación del recurso siempre que las anteriores signaturas sean coincidentes.
Suele utilizarse las iniciales del título, número de ejemplar, año de publicación, editorial,
inventario, etc.
R Presignatura

(038)2 Signatura de clase Tomadas de un sistema de clasificación

J 87 Signatura librística Tomada de una notación interna

Ej.2 Ruptura de signatura

Como se mencionó anteriormente, cada signatura topográfica es exclusiva de cada ítem, por lo
tanto no puede repetirse. Cuando la signatura de clase y la notación interna no son suficientes
para diferenciar dos ítems, es necesario adicionar algunos símbolos en la signatura librística.

Registro de la signatura topográfica

Una vez construida la signatura topográfica se debe registrar: a) con lápiz en el sello especial
ubicado en la última página impresa del ítem, b) en la ficha de identidad del libro, c) en el
propio rótulo que se adhiere al ítem que se está procesando, d) En la ficha catalográfica del
ítem y e) en el número correspondiente en la planilla de accesión o inventario.

Tablas de notación interna

Las tablas de notaciones internas para bibliotecas constituyen un sistema de ordenación


interna de las colecciones que permite diferenciar en forma precisa y exacta todos los ítems
que, por ser de la misma materia, tienen idéntica signatura de clase. Mediante este sistema
cada ítem tiene un símbolo exclusivo que permite asignarle un lugar propio e inconfundible
dentro de la colección y a la vez establecer una relación de interdependencia entre todos los
ítems de una determinada colección.

Charles A. Cutter fue el primero en idear una tabla de notación interna o número de autor, en
la que trabajó a partir de 1891. Cutter asignó ciertos números a las vocales y otros a las
consonantes y elaboró una tabla de dos cifras, que debían agregarse a la letra inicial de la
primera palabra de la entrada principal. Posteriormente, entre 1892 y 1895, Kate Sanborn
diseñó una tabla similar de tres cifras, por lo que Cutter se vio en cierta forma obligado a
desarrollar también una tabla de tres cifras. En la actualidad se siguen usando estas tres tablas,
que son muy semejantes, aunque no iguales y se conocen como a) Tabla de Cutter de dos
cifras, b) Tabla de Cutter de tres cifras y c) Tabla de Cutter-Sanborn de tres cifras.

Uso de la Tabla de la tabla de tres números para autores


El propósito de la Tabla de Cutter para Autores consiste en proporcionar las
combinaciones más breves posibles de letras y números que deben usarse como signaturas
topográficas. Hay un mayor número de apellidos de autores en algunas letras del alfabeto que
en otras. Por tal raz6n, las vocales y consonantes reciben un tratamiento diferente.

Se usa una letra para apellidos que comienzan por consonantes, con excepción de la
S; se usan dos letras para las vocales y la S; se usan tres letras para los apellidos que
empiezan por la combinación Sc.

1. Localizar en la Tabla de Cutter las primeras letras del apellidó de un autor. De la combinación
elegida, usar los números que le correspondan (por ejemplo: At24 por Atchison; D787 por
Dragón; Si58 por Simpson, Sch82 por Schultz).

Los siguientes ejemplos indican como cuatro libros, todos sobre la Segunda Guerra Mundial,
por cuatro diferentes autores, pueden ser distinguidos con 940.54 como número de
clasificación y At24, D787, Si58 y Sch82 como los respectivos números de Cutter.

2. Ocasionalmente no se encontrará el número que corresponda con exactitud a un


apellido. En ese caso se utiliza el número que preceda. Por ejemplo: Banegas se ubicará en
B223 (Bandi), que es el número que precede y no en B224 (Banf), que es el número que sigue.

Ban 22
Bancr 221
Bander 222 Lugar que le corresponde a
Bandi 223 Banegas por orden alfabético
Banf 224
Bangs 225
Banks 226

3. Cuando a dos autores les corresponda el mismo número es aconsejable agregar un


dígito. Una buena elección sería el número 5 pues así hay suficiente lugar, en sentido
ascendente y descendente, para una interpolación adicional, en caso de ser necesaria. Por
ejemplo: un libro por Robert Hughes, ya existente en la colección, llevaría la signatura librística
H874. Un nuevo libro, al que se asigne el mismo número de clasificación, por otro autor de
apellido Hughes, necesitaría una signatura librística diferente. Un libro por Thomas Hughes
podría ser, entonces, H8745. Esto da posibilidades de insertar otros autores entre Hobert y
Thomas — usando H8742, H8743 y H8744. (Es mejor evitar el uso del 1 y del 9, si fuera posible,
pues, de hacerlo, se tendría necesidad de emplear un quinto número cuando fuera
incorporado otro autor

Libros de literatura de Juan García, Luis García y Pedro García


82 82 82
G165 G1655 G1654

4. Dentro de una clase determinada, y a los fines de su ubicación, los números de Cutter
deberán ser considerados en un ordenamiento de tipo decimal. Por ejemplo: H873, H8735,
H874, H8742, etc. (No se ordenaran H873, H874, H8735, H8742).

5. Para distinguir títulos diferentes de un mismo autor se usa una letra de cada título. Se
trata de una letra tomada de la primera palabra importante del título. Ficciones, de Borges,
sería representado por B644f, en tanto que El libro de arena sería B644l.

En el caso de autores muy prolíficos se aconseja el uso de dos letras. Así, La ciudad y los perros,
de Vargas Llosa, sería V426ci y Conversación en la catedral sería V426co. (Nota: se usan letras
minúsculas con preferencia a las letras mayúsculas para representar los títulos de las obras.)

6. Debe evitarse el uso del cero, por cuanto se confunde fácilmente con la letra o. Esa es
la razón por la cual no se usan ceros en esta Tabla.

7. Los apellidos que comienzan por Mc, M` y Mac, se tratan como si estuvieran escritos
Mac. Así McChesney sería M131 y M'Farland sería M164.

8. Las Tablas de Cutter para autores se adecúan particularmente a las obras de ficción
literaria. Los libros de autores con apellidos similares se ubican más fácilmente en la estantería
si tienen un número en el lomo. Por ejemplo: Hind sería H584 y Hinds sería H588.

9. Con mucha frecuencia la entrada principal se hace por el título, por ejemplo,
publicaciones periódicas, obras anónimas, publicaciones gubernamentales, almanaques,
enciclopedias, etc. En este caso el número de Cutter se toma de la primera palabra del título
(con exclusión de los artículos). Un ejemplo sería Ch864 para El Chaco vive a través de sus
letras.

10. Con el fin de que todas las biografías sobre la misma persona permanezcan juntas en el
estante, el número de Cutter se toma en base al nombre del biografiado, no del autor. Todas las
biografías de Lincoln se colocarían en L638, En este caso, la letra a continuación del número no
se toma del título, sino que es la primera letra del apellido del autor. Así, la biografía sobre
Lincoln escrita por Charnwood sería L638ch. Cuando existen, varias biografías sobre una
persona, algunas veces se hace necesario el uso de una segunda letra. Por ejemplo, la biografía
sobre Lincoln de Current sería L638cu.

Cómo entender el proceso de ordenación de fondos

Cuando hemos terminado de catalogar, clasificar y tejuelar el libro o documento, debemos


colocar el libro en la estantería y lo vamos a hacer de la siguiente manera.

1. Se va a dar prioridad al primer número de nuestro tejuelo, que como ya explicamos es el


numero que corresponde a la clasificación que usamos en nuestra biblioteca. (Signatura de
clase)

91 929 95 982 986 99


2. Es muy probable que el número de nuestro libro ya exista en la estantería, por lo que ahora,
vamos a darle prioridad al alfabeto, a las tres letras que hemos escrito en nuestro tejuelo y que
corresponden al autor de nuestra obra. (Signatura librística).

3. Si en la estantería tenemos un tejuelo cuyo número de clasificación coincide y también son


iguales las tres letras, ordenaremos por el número de registro o inventario

Ordenación por CDU

Los números de la CDU se ordenan como los decimales. Detrás de un número de la CDU de tres
cifras, se colocarán primero todos los números de la CDU más largos que comiencen con las
mismas tres cifras antes de pasar a otro que tenga un número más alto en tercer lugar. Para la
ordenación hay que tener en cuenta la secuencia de las cifras.

Para ordenar una secuencia de números de la CDU seguimos el orden que establece la propia
Clasificación Decimal Universal:

1º Se ordenan los auxiliares independientes

2º Los números compuestos de la tabla Ia que se clasifican antes que el propio número simple

3º Número simple

4º Números auxiliares como sufijos, en el orden en el que aparecen en la introducción de la


CDU en la figura nº 3

5º Siguiente número simple

PRINCIPIOS DE ORDENACION

Las bibliotecas generales son tales porque el usuario que concurre es cualquier persona de la
comunidad, y para satisfacer las necesidades de cualquier persona de la comunidad la
biblioteca ha desarrollado, en la medida de lo posible, una colección bibliográfica que atiende
todos los temas del conocimiento hasta cierto nivel de profundidad.

Siempre sucede que hay algunas temáticas que están más desarrolladas que otras (literatura,
historia, etc.), pero la idea general de esa colección es la de satisfacer consultas de carácter
general.

En estos casos, se dice que el desarrollo de la colección es del tipo horizontal, dado que no hay
ninguna rama del conocimiento que deliberadamente haya sido desarrollada más que otras en
función de las necesidades de los usuarios.

El siguiente gráfico muestra una posible distribución temática, de acuerdo con la CDU, de los
fondos bibliográficos de una biblioteca general de 10.000 volúmenes:
Las bibliotecas especializadas o centros de documentación, en cambio, son tales porque el
usuario que concurre es cualquier persona de la comunidad con algún tipo de capacitación en
especial, por ejemplo, un médico.

Para satisfacer las necesidades de este médico la biblioteca ha desarrollado una colección
bibliográfica que atiende los temas del conocimiento que específicamente le atañen al usuario,
al mayor nivel de profundidad posible.

En estos casos, hay una temática significativamente más desarrollada que otras (inclusive, hay
temáticas que no están desarrolladas), pero la idea particular de esa colección es la de
satisfacer cualquier consulta de carácter específica respecto de esa disciplina.

En estos casos, se dice que el desarrollo de la colección es del tipo vertical, dado que hay una
rama del conocimiento que deliberadamente ha sido desarrollada más que otras en función de
las necesidades de los usuarios.

El siguiente gráfico muestra una posible distribución temática, de acuerdo con la CDU, de los
fondos bibliográficos de una biblioteca especializada en Salud Pública de 10.000 volúmenes:

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