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La mayordomía del dinero, los diezmos

Por Carlos Paredes

Cuando hablamos acerca del dinero en un ámbito cristiano es tan delicado como agarrar una
granada de mano andando en patines, la falta de claridad bíblica acerca de este tema en nuestro
vivir cristiano suele tener como consecuencias problemas familiares, personales e incluso
espirituales.

El presente articulo no pretende resolver los diversos conflictos que rondan por causa del dinero en
nuestras iglesias, familias y personas; se realizará un análisis acerca de los principios bíblicos para
realizar una correcta mayordomía de nuestra economía (dinero), esto incluye el asunto tan esquivo
de los diezmos.

Para comenzar podemos citar la definición de mayordomía del Dr. Guillermo D. Taylor en su libro,
“La familia auténticamente cristiana”, p. 121 dice: “La mayordomía cristiana es el servicio que el
cristiano rinde a Dios, reconociendo que todo lo que es y se tiene es un regalo de Dios y debe ser
administrado de acuerdo a su voluntad y para su gloria”.

Nada de lo que creemos que tenemos es realmente nuestro, ni siquiera el 90% de nuestro salario
(cuando damos nuestro diezmo con alegría). Es una manera equivocada de pensar que le damos a
Dios nuestro diezmo y el otro 90% es mío, solo mío. Estas equivocado, nada de eso te pertenece,
pues Dios mismo dice en Hageo 2:8 que la plata y el oro le pertenecen.

La correcta mayordomía del dinero comienza con esta premisa: “Yo soy un administrador de los
bienes de Dios, por lo tanto, lo que haga, lo hare de buena gana, como para el Señor” Cuando
comencemos a vivir de esta manera nos libraremos de muchas aflicciones.

Cuando uno es asalariado o trabajador de alguien no se preocupa mucho acerca de la economía,


sabe que el propietario hará todo lo posible para cancelarle su salario, no se preocupa si subió los
impuestos, si hay un aumento salarial porque sabe que el dueño se las debe arreglar para cumplir
con sus trabajadores. Cuando creemos que nosotros somos administradores de los bienes de Dios
en su creación y además tenemos un Señor muy bondadoso que nos permite disfrutar de estos
bienes, podemos descansar confiados que Dios tiene el control.

Juan Wesley tenia su principio de mayordomía que decía: “Gana todo lo que puedas; ahorra todo lo
que puedas; da todo lo que puedas” Es un excelente administrador el que gana para la empresa,
ahora en todo lo que pueda y de paso hace un bien al dar todo lo que puede.

Hablar acerca del dinero y su administración definitivamente es un tema muy importante, por ello
Pablo expreso a Timoteo diciendo todos los males comienzan cuando sólo se piensa en el dinero. Por
el deseo de amontonarlo, muchos se olvidaron de obedecer a Dios y acabaron por tener muchos
problemas y sufrimientos en 1ra Timoteo 6:10. (TLA)

Salomón en su sabiduría dijo en Eclesiastés 10:19 … el dinero sirve para todo. Que es muy sabio y
verdadero, sirve para dar una ofrenda o dar un soborno, sirve para regalar unas flores a tu esposa o
corromper a un líder, realmente sirve para todo, por lo cual uno debe guiarse por principios bíblicos
para su administración.
Jesús dijo en una de sus parábolas más conocidas refiriéndose a la semilla que cayó entre espinos,
éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la
vida, y no llevan fruto en Lucas 8:14, es decir, las riquezas tuvieron el poder de ahogar la poderosa
palabra en el oyente al grado que lo hizo infructuoso. Por la misma razón dijo en Lucas 16:13 que
ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al
uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

Uno puede tener a Dios Padre como su Señor, pero no debe permitir que las riquezas ocupen ese
lugar, que los afanes ahoguen la palabra. Cuando vemos más “conveniente” el ganar unos pesos
extras al ausentarme de la reunión de Iglesia o de renunciar a un llamado al servicio dentro de
nuestra congregación porque calculamos que nos perjudicaría en nuestro desenvolvimiento de
nuestro negocio en la semana creyendo que al servir a Dios perderíamos dinero…estamos
equivocados.

Acerca del diezmo es un tema desagradable para muchas personas, realizando una breve historia
de ella no comenzó en la Ley como algunos acusas, recuerden que Abraham y Jacob diezmaron
(Genesis 14:20, 28:22) antes de ser establecido en la ley de Moisés. Es muy interesante pensar en la
bendición de Malaquías 3:10-12 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y
probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y
derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. y pensar que solo le pertenece al
pueblo de Dios llamado Israel, que solo pertenezca al linaje de Abraham parece injusto.

Imagine esta historia. Un Padre tiene dos hijos, los ama a los dos; de pronto el Padre amoroso le
dice a uno de sus hijos: “Si eres obediente, eres esforzado, y me das parte de tus ganancias te
comprare un auto 0 Km y un departamento propio y te seguiré bendiciendo más” el otro hermano
le pregunta: “¿Padre mi también es esta promesa?” y el padre contesta NO. ¿Cres que el padre los
ama por igual? Estoy seguro que no. Es injusto e ilógico pensar que cualquier persona de linaje de
Abraham tenga la promesa de Malaquías (Esta en la Biblia Cristiana) y el pueblo Cristiano NO.

El diezmo no es una obligación, para nada, nadie se sienta obligado a diezmar de lo que cree que es
suyo; el diezmo es un privilegio, es un privilegio reconocer al Padre y Creador, al dueño de todo,
confiar en sus provisiones, confiar en su cuidado y confiar en sus promesas, es un privilegio no es
una obligación.

El tema del dinero es un tema muy extenso, en un sencillo articulo no se puede abarcar tantos temas
que implica hablar acerca del dinero como ser: presupuestos, gastos correctos, inversiones
adecuadas, diferentes principios bíblicos para vivir como correctos administradores del dinero en
nuestras vidas. Pero este es un buen inicio para comenzar a vivir como buenos mayordomos delante
del Señor.

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