Liderazgo Armonizante

Liderazgo Armonizante
Se mi nario so bre el e ncu e ntro co n u no mis mo

Primera sesión: LA EVO LUCI ÓN DE LO VIVO
I m p a r t i e n t e : Tl a c a t z i n S t i va l e t Co r r a l
sábado 4 de agosto de 2001
Este seminario es pre cisame nte sobre el encuentro con uno mismo. De entrada, resulta extraño plantear
un encuentro con nosotros mismos. Cada uno de nosotros es «uno mismo». Entonces, para que plantear un
encuentro con lo que uno ya es. En realidad, de lo que se trata es de conoce rnos , de saber lo que somos,
de una «toma de conciencia» de nuestra realidad cotidiana, de reflexionar sobre el por qué actuamos cada
día de la manera en que lo hacemos, del significado y consecuencias de nue s tro diario hace r.
El punto de partida para tal investigación tiene que ser nuestro aquí y nuestro aho ra. Cada uno
puede pe rcibir que respiramos de manera continua, que comemos de manera frecuente, que orinamos y
defecamos de tanto en tanto, que dormimos regularmente una tercera parte del tiempo, que de vez en
cuando sentimos deseo sexual. Estas acciones son muy similares a las de cualquie ra de los seres
vivientes del tipo que llamanos «animal», es decir, un 'organismo viviente capaz de respirar aire y de
moverse'.
De inmediato, tenemos que recordar que existe otro tipo de seres vivientes, el que llamamos
«ve ge tal», o sea, un 'organismo viviente capaz de respirar pero que no muda de lugar por impulso
voluntario'. Al reflexionar un poco, con la información que normalmente conocemos quienes vivimos en
el presente, que la manera de respirar de los animales y de los vegetales es comple me ntaria : nosotros
ABSORBEMOS oxígeno y EXPELEMOS bióxido de carbono; durante el día, los vegetales hacen exactamente
lo opues to.
Por decirlo de alguna manera simple: los animale s y los vege tales nos pe rtece mos
mutua me nte . Los animales no podemos vivir si desaparecen los vegetales; ni pueden sobrevivir los
vegetales si nos extinguimos todos los animales. Esta inte rde pe nde ncia es muy antigua. Para ubicarla,
es imprescindible remontarse hasta el ORIGEN mismo de la vida en nuestro planeta. Asimismo es
importante conocer el proceso de TRANSFORMACIÓN de los seres vivientes al decurso del tiempo.
Por esto mismo, es preciso ubicar en espacio y en tiempo todo lo ocurrido, entendiendo « ESPA CIO »
como 'lugar libre de materia y energía pero susceptible de ser ocupado por ambas' y «TIEM PO » como
'fenómeno inherente a la materia y la energía perceptible únicamente por la secuencia de cambios que
deja'. Se dice que hace unos 9,000 millones de años ocurrió lo que se conoce como «gran estruendo», e n
inglés big bang, en ese momento se inició la expansión de la materia y la energía que forman el universo.
Esto significa que estamos muy lejos del momento en que empezaron a manifestarse la materia y la
energía tal como SE MANIFESTAN en el presente. Desde hace muchos años, muchísimos, muchos humanos
hemos sentido interés por conocer el cómo ha estado ocurriendo este proceso. Muchos investigadores han
dedicado su vida a conocer, aunque sea de manera fragmentaria, la historia del universo, es decir, por
descubrir cómo ha sido el devenir de la materia y la energía en todo el tiempo imaginable .
Esto es parte importante de nuestro s e r: cada uno de nosotros es prime rame nte materia y energía.
Esto mismo es cada uno de los seres vivientes con quienes compartimos este planeta. Cada uno de
nosotros es una manifestación de una inte racción pe rmane nte entre la tierra, la lluvia, el aire y el sol.
Liderazgo Armonizante T lacat zi n St iv a l et
Como conjunto, los seres vivientes somos el QUINTO ELEMENTO que interactúa sobre el planeta que
habitamos. Es así que cada uno de nosotros resulta ser simultáneamente individuo y totalidad.
Se dice que nuestro planeta tiene una antigüedad de 4,000 millones de años, es más reciente que
nuestro «astro rey», el sol, que se formó hace unos 5,000 millones de años, según dicen los que dice n
que saben. Estos datos son relativamente recientes. Muchos humanos, una gran mayoría, no conocen esta
cifras. Las cifras que maneja la mayoría de los "científicos" son muy cuestionables debido a que están
basadas en «mediciones» no totalmente confiables: la degradación de los elementos químicos.
Los estudiosos de las rocas las consideran un «reloj geológico», debido a que algunos elementos
químicos se transforman en otros, generando radiactividad en el proceso. El potasio se transforma en
argón, el uranio en plomo, el rubidio en estroncio. La velocidad con la cual ocurre este fenómeno puede
ser calculada teóricamente. Cuando s e cuantifican los diferentes elementos químicos involucrados en
una degradación, es posible calcular el tiempo transcurrido desde que se formó el mineral original.
Aunque la gran mayoría de los animales no deja huellas, ya que todo su cuerpo se descompone, muy
ocas ionalme nte , uno o quizás dos individuos quedan atrapados en un pantano, entonces, su carne se
pudre pero sus huesos permanecen asentados en el lodo. Paulatinamente, las «soluciones» ricas en sales
minerales que circulan por los «restos óseos» producen cambios químicos en el fosfato de calcio de los
huesos, hasta que se transforman en piedra, pero conse rvando incluso la estructura celular original.
Esto, que ocurre como e xce pción y no como regla, es lo que nos permite tener elementos de estudio,
algunas cuantas "piezas del rompecabezas" que plantean retos fue rtes al «ingenio» humano. Cada uno de
los estudiosos que han dedicado su vida a este fascinante trabajo de «armado del rompecabezas humano»
ha aportado alguna pieza, importante o complementaria, que en el presente nos permite contar con una
visión de nuestra historia como seres vivos, incompleta a todas luces, pero que nos da ya algunas certezas.
La palabra «GENOMA » se empieza a utilizar por los biólogos en el año europeo 1930, para significar 'el
conjunto de cromosomas de una célula con los genes que éstos contienen'. Durante muchos años, se decía
que el «genoma humano» contiene alrededor de 100,000 genes, muy re cie nte me nte se empieza a leer
en periódicos que, de acuerdo a las recientes investigaciones sobre el «genoma humano», los humanos
contamos con muchos menos genes de los que se creía: entre 25,000 y 40,000 en total.
Esta palabra se empezó a usar preferentemente sobre su sinónimo, ge notipo, que había sido usada por
los expertos desde el año europeo 1897. En ambos casos la palabra se refiere al «GEN » o GENE, concepto
que describe 'cada uno de los fragmentos del núcleo de la célula que conjuntamente condicionan la
transmisión de los caracteres, corporales o conductuales, hereditarios de una especie'. En la actualidad se
utilizan ambos vocablos de manera indistinta, con matices imperceptibles para quienes no somos expertos.
Lo que nos interesa «aquí y ahora» es que el «genoma humano» mide e ntre uno y dos me tros y que
en cada una de nuestras 100 billones de células, 100,000,000,000,000, existe una cadena de moléculas que
es la que contie ne todo nuestro se r y todo nues tro hace r. Nuestra identidad esencial está en cada
una de nuestras células. Uniendo todas las partes de nuestra identidad, nuestros «genotipo», se obtiene una
cadena de entre 100,000 y 200,000 millones de kilómetros: ¡posee mos una dime ns ión cós mica!
Estos millones y millones de kilómetros son precisamente los que forman los 43 cromosomas que
ocupan e l núcle o de cada célula humana. Son 23 parejas de cromosomas: la mitad de cada pareja
proveniente de nuestra madre y la otra mitad de nuestro padre. Se puede decir que la mitad de nuestro ser
es medio metro de mujer y medio metro de hombre: esto hace que mujeres y hombres seamos lo mismo.
Esta realidad esencial, muy recientemente descubierta, cambia nue s tra vis ión de nuestra identidad.
Pri me ra se si ó n : La e v o l u c i ó n d e l o v i vo h o ja 2 d e 6
Los estudiosos de la «bioquímica» han encontrado que los «genes» están formados por una substancia
llamada ácido desoxirribonucléico, o simplemente ADN, que posee características muy notables. En
primer término, tiene la posibilidad como duplicador de «AMINOACIDOS», o sea, de 'substancias
químicas que reunen las funciones de ácido y amina y que forman las proteínas de los seres vivientes', y,
en segundo lugar, es una substancia que manifiesta el poder de duplicars e a s í mis ma.
Al haberse encontrado algunos microfósiles de bacterias cuya antigüedad se ha calculado en 3,000

millones de años, como es muy poco probable que se hayan encontrado los fósiles más antiguos de todos,
cabe suponer que la vida sobre el planeta Tierra comenzó hace bastante más de esta cifra. La más aceptada
de las propuestas es hace 3,200 millones de años. El problema a resolver es cómo fue este inicio de la
vida, como ocurrió la formación natural del ADN, la única molécula capaz de autoduplicarse.
Para comprender lo ocurrido originalmente, se requiere mirar aún más atrás, unos 1,000 millones de
años antes de la antigüedad de los fósiles más antiguos, o sea, hace 4,000 millones de años, cuando
nuestro planeta estaba recién formado. Entonces, la Tierra era muy diferente de lo que es en el presente.
Se sabe que en su principio nuestro planeta mostraba incandescencia y que poco a poco ha ido
enfriándose. Se sabe que existía una gran cantidad de agua, pero en «estado gaseoso».
Poco a poco, al empezarse a enfriar nuestro planeta, el agua pasó primero al «estado de vapor» y
paulatinamente empezó a llover, con rayos y truenos. Al principio, la lluvia se evaporaba. Al repetirse el
ciclo lluvia-evaporación, la tierra aceleró su enfriamiento. Al pare ce r, no había oxígeno en la atmósfera
o, si había, era muy poco. La capa gaseosa que rodeaba nuestro planeta estaba formada principalme nte
por hidrógeno, proveniente de los muchos volcanes, monóxido de carbono, amoníaco y metano.
Hace unos 50 años se hicieron ciertos experimentos en laboratorio en los cuales mezclas de dichos
gases fueron sometidos a descargas eléctricas, suponiendo tormentas atmósféricas, y a luz ultravioleta,
suponiendo que, al no haber oxígeno, no existía la actual capa de ozono. Al transcurrir tan s ólo una
se mana, se encontró que se habían formado diferentes moléculas complejas, que incluían azúcares,
ácidos nucléicos y aminoácidos: que son la base elemental con que se cons truye el ADN.
Si en sólo una semana empiezan a aparecer «aminoácidos», es muy lógico pensar que después de 800
millones de años existieran en los océanos de nuestro planeta una infinidad de substancias. Los mares
fueron, por así decirlo, caldos de cultivo de la vida. Los primeros seres vivientes que existieron fueron
unicelulares y, muy posiblemente, utilizaron como alimento diversos compuestos de carbono que se
habían formado después de cientos de millones de años de inte ractividad entre tierra, lluvia, aire y sol.
Cabe aquí recordar la palabra «FENOTIPO », del griego phainein 'muestro', derivado de phainos
'aparezco', y typos 'marca', que se usa para expresar el 'conjunto de caracteres que se manifiestan
visiblemente en un individuo como expresión de la interacción de su genotipo y de su entorno'. Cabe tener
presente que el «aire» que existía hace más de 3,000 millones de años contenía una gran proporción de
«hidrógeno» y care cía de «oxígeno».
Los primeros seres vivientes fueron del tipo de lo que actualmente se conoce como «MICROBIO », del
griego micros 'pequeño' y de bios 'modo de vida', que significa 'ser viviente unicelular'. Los más antiguos
de ellos son del tipo «BACTERIA », del griego bakteria 'bastón', es decir, 'microbio de forma alargada,
esférica o en espiral sin membrana nuclear que se nutre según el modo vegetal'. Las «bacterias»
empezaron a generar s u pro pio alime nto a través de la «fotosíntesis».
Al principio, lo que usaban para la «síntesis química» era el «hidrógeno», un gas que se produce en
grandes cantidades durante las erupciones volcánicas. Muchas «bacterias» del presente viven cerca de
donde ocurre actividad volcánica. Hubo otras «bacterias» que desarrollaron la aptitud de extraer el
hidrógeno del agua: elemento muy abundante en nuestro planeta. A este tipo de «microbio», muy
primitivo, se le llama «cianofitas», aunque fueron conocidas mucho tiempo como «algas azul- verdoso».
La aparición de las «cianofitas» marcó un notable cambio en nuestro planeta. Al usar el «hidrógeno»
del agua para sus nutrientes propios, desechaban el «oxígeno» que empezó a acumularse como gas en la
atmósfera terrestre. Durante 2,000 millones de años este proceso empezó a generar la atmósfera que
conocemos, en la cual el «oxígeno biatómico» mantiene una proporción del 21 por ciento. Lo más
importante fue que apareció la capa de «OZONO », 'oxígeno triatómico'.
Pensar que una sola especie viviente fue capaz de transformar de manera tan dramática nuestro planeta
es muy tranquilizante. Actualmente otra especie, la Homo sapiens sapiens, precisamente la nuestra, es tá
re virtie ndo es te proces o. Estamos generando exceso de sustancias que destruyen la capa de «ozono» y
que modifican la proporción entre «oxígeno» y «anhidrido carbónico», conocido mejor como CO 2 . Si los
humanos toma mos la de cis ión de mantener la vida como es actualmente seguramente lo lograremos.
El encuentro con uno mismo tiene que hacernos ver esta realidad. Los humanos todos, al igual que los
demás seres vivientes de nuestro planeta, estamos en peligro de extinción. Se requiere evolucionar. Hay
que tener presente el refrán que dice «desea volar y te saldrán alas». Como quedó escrito arriba, los
humanos todos poseemos la «fuerza cósmica» de nuestro ADN: 100,000 millones de kilómetros del
mismo ADN que originó a las «cianofitas»: podemos devenir en una nue va especie del género Homo.
Hace unos 1,200 millones de años, siempre según los microfósiles encontrados, empezó a aparecer un
nuevo tipo de «microbio»: los «PROTISTOS », palabra derivada del griego protos'primero', 'seres vivos
unicelulares caracterizados por poseer núcleo'. Los «protistos» son de dos tipos: los que procesan
«clorofila» se nombran «protofitas» y los demás «protozoarios». Los estudiosos de la evolución suponene
que los «protofitos» evolucionaron de las «bacterias» y de las «cianofitas» originales.
La «hipótesis» más aceptada es que, algunas células que habitualmente se alimentaban de partículas
que fluían en su entorno, capturaban algunas «bacterias» y «cianofitas» en su interior y que, en vez de
digerirlas, les permitían sobrevivir en colaboración. Este fue, al parecer, el origen de la «mitocondria» y
los «cloroplastos». En el presente, existen unas 10,000 especies de «protistos». Algunos realizan la
fotosíntesis con ayuda de sus paquetes de clorofila, son ve ge tales, otras se alimentas de estas: son
animale s .
Hace entre 1,000 y 800 millones de años, empezaron a aparecer aglomeraciones de células. El
«volvox» es una organización de células del tamaño de la cabeza de un alfiler. Las «esponjas» son
aglomeraciones celulares de hasta dos o más metros, cada célula se mantiene independiente de las demás y
puede sobrevir sola. El primer «animal multicelular» que apareció fue la «medusa». Sus células son
incapaces de sobrevivir solas. En la «medusa» ya existen tanto «nervios» cuanto «músculos». Fue el
primer «cuerpo» animal.
En las montañas Flinders del sur de Australia, que se calculan con una antigüedad de 650 millones de
años, se han encontrado más de die cise is especies diferentes de «medusas». Estos primeros animales
tienen un ciclo de vida muy peculiar. Hay una época en que son «pólipos». Esto generó los «corales» que
tan abundantemente existen en los mares australianos, y en muchos otros mares. La Gran Barrera de
Arrecifes de Australia, de 1,600 kilómetros, puede ser vista desde la luna.
Una vez construido el primer «cuerpo» animal, la fuerza cósmica del ADN enfrentó exitosamente
nuevos retos. Se generaron entonces t re s tipos de animales : los de concha, los de simetría péntica y los
gusanos segmentados. Aunque muy diferentes entre sí, los fósiles encontrados permiten e xplicar
lógicamente el proceso de evolución. Este proceso tuvo una duración de unos 400 millones de años: de
hace 1,000 a hace 600 millones de años.
Los primeros en aparecer fueron los «platelmintos», gusanos aplanados con forma de hoja. Como las
«medusas», tienen una sola abertura a través de la cual se alimentan y arrojan los desperdicios. Ya poseen
«manchas oculares», parece ser que existe algo que puede ser nombrado «cerebro primitivo». Hoy en día
existen unas 3,000 especies de «platelmintos» en todo el planeta. Muchas caracter ísticas hacen pensar que
descienden de organismos más simples: las «medusas» y los «corales».
Hace unos 600 millones de años empezaron a aparece animales de forma tubular, tipo gusano, que
poseían en su boca dos conchas planas protectoras: los primeros «b raquiopodos». Sobra decir que estos
"gusanos acorazados" generaron un grupo por demás e xitos o: los «moluscos». En la actualidad existen
unas 60,000 especies diferentes de moluscos: almejas, ostiones, caracoles, babosas, et cetera. Este tipo de
animal ha demostrado ser prolífico en extremo.
Hace alrededor de 550 millones de años, una variedad de «molusco» encontró la forma de hacerse
móvil por medio de tanques de flotación llenos de gas: e l nautilo nacarado. Su cuerpo, incluida la
concha, alcanza un tamaño adulto hasta de 20 centímetros. Esta especie es un ejemplo de «pervivencia»:
no ha cambiado en los 550 millones de años que tiene de existir. Hace 400 millones de años empezaron a
surgir otras variantes del nautilo, las «amonitas», pero éstas desapareciero n hace unos 100 millones de
años.
La segunda categoría de animales exitosos es la de los «crinoideos», del griego krinon 'lirio', o
«EQUINODERMOS», del griego equinos 'erizo' y derma 'piel', nombre que significa 'de piel espinosa'. Se
caracterizan por tener una simetría radial péntica, como las estrellas de mar, y pies tubulares que operan
con succión. Esta categoría se ha mantenido durante los recientes 600 millones de años, aunque no existen
muchas especies aparte de los erizos de mar y de las diferentes especies de estrellas de mar.
Los «gusanos segmentados» fueron un gran éxito. En la actualidad existen cerca de 35,000 especies. La
familia se inició con los «trilobites», del latín tri 'tres' y lobus 'lóbulo', que abundaron durante varios
cientos de millones de años pero desaparecieron totalmente hace 250 millones de años. Las variantes son
innumerables: camarones, jaibas, langostas, cangrejos, et cetera. Al ocurrir el cambio de respirar agua a
respirar aire, se convirtieron en el más éxitoso de los grupos de animales: los insectos .
La historia del paso de los «protofitos» a las algas no está tan completamente esclarecida. Lo que se ha
establecido ya es el momento en que las algas dejan el mar y pasan a asentarse sobre la tierra, es decir,
dejan de respirar agua para respirar aire. Esto ocurrió hace unos 400 millones de años. El paso de las algas
fue seguido por los milpiés, que fueron los primeros «insectos»; los cuales eran enteramente vegetarianos.
Ya iniciado el proceso, más y más animales pasaron a vivir s obre la tierra: respirando aire.
El desarrollo de los «vegetales» ocurrió de manera relativamente acelerada. Hace 350 millones de años
ya existían inmensos bosques de coníferas: pinos, cedros, abetos, alerces, et cetera. Su reproducción ya
era a través del «polen». Los bosques propiciaron la invasión de hordas de «insectos», que no solamente
poblaron la superficie de la tierra: hace unos 300 millones de años desarrollaron la aptitud de volar. Así
se generaron las abejas y las mariposas, pero también las moscas y las cucarachas.
De una variedad evolucionada de «equinodermo», las «ANÉMONAS MARINAS», 'animales marinos que
poseen un manojo de tentáculos alrededor de una sola abertura central', se generó una especie nueva
llamada «ASCIDIAS», es decir, 'chisguetes marinos', que a su vez fueron los antepasados de los primeros
animales con espina dorsal: los ve rte brados . Estos primeros vertebrados aparecieron hace unos 540
millones de años. Aquellos «protopeces» compartieron los mares con medusas y otros invertebrados.
Ya aparecidos los primeros vertebrados, la evolución empezó a acelerarse. Hace unos 350 millones de
años, los peces empezaron a arrastrarse fue ra del agua, empezando a colonizar la superficie de la tierra.
En la actualidad existen peces que aún hacen esto: el «brincalodo». Pasos sucesivos generaron primero a
los anfibios, como la rana y el sapo, y posteriormente a los muchos reptiles: iguanas, lagartos, serpientes,
dinosaurios, et cetera. El g ran pas o ya había sido dado. Los seres vivientes poblaron el planeta entero.
Los grandes «cuerpos» de los dinosaurios requerían de mucho alimento y de la luz del sol. La
«evolución» fue haciendo que varias especies de «dinosaurios» fuesen disminuyendo su tamaño y
generando la aparición de vello espeso, con lo cual se conservaba me jor el calor. Fue así que hace unos
200 millones de años apareció el primer «mamífero»: cuyo fósil manifiesta un tamaño de 10 centímetros
de longitud. Sus dientes estaban especializados para comer insectos. Era parecido a una «musaraña».
Al desaparecer los «dinosaurios» hace 65 millones de años, los «mamíferos» empezaron a hacer vida
diurna y a multiplicarse en diferentes familias: tlacuaches, armadillos, osos, ratas, cebras, hie nas, tigres,
leones, antílopes, vacas, ballenas, delfines, et cetera, et cetera, et cetera. Hace unos 50 millones de años
ya existían muchos «prosimios», notablemente los lemures, que se caracterizan por tener los ojos al
fre nte y por tener manos con dedos pre ns iles , además de usar el «olfato» para su vivir s ocial.
El prime r paso al aire de los «vertebrados» fue consecuencia de la evolución de los «dinosaurios».
Hace unos 140 millones de años aparece un re ptil volante que se ha nombrado «arqueópteris», 'ave
ancestral'. La diferencia entre los fósiles que se han encontrado de este animal y la inmensa variedad de
aves que existen en el presente hace ver la pujanza de lo vivo. Cada uno de nosotros posee en cada
célula el mismo material genético, el ADN, que tiene tanto potencial de evolución hacia donde uno lo
desee.
Algunos «mamíferos» también desarrollaron la aptitud de volar. Hace 50 millones de años ya existían
los «murciélagos», como lo prueban algunos fósiles encontrados. Además de estos "aeronautas", existen
otros mamíferos capaces de planear, como el «colugo» de Malasia y algunas «ardillas voladoras». Lo
vivo manifesta una aptitud definitiva a realizar cualquier cosa realizable. La inmensa variedad de seres
vivientes que existimos en el presente e s una cons tatación de nues tro pote ncial cre ativo .
Repasar todo lo anterior «aquí y ahora» tiene que hace rnos evide nte este potencial creativo que
compartimos con todo lo vivo. Tomar conciencia de nuestro pode r inve ntivo es el primer requisito para
quien aspira a ser «dirigente» de otros seres humanos. La «fuerza interior» de cada uno de nosotros
provie ne de nuestro «genoma», reproducido 100 billones de veces en nuestro cuerpo: cada célula nuestra
posee e l mis mo pote ncial que ha manifestado lo vivo durante 3,200 millones de años.
Segunda sesión: LA H UM AN I ZA C I ÓN , L A C I VI L I ZA C I ÓN
Quienes compartimos este «aquí» y este «ahora» ya tomamos conciencia de nuestra identidad esencial
como «seres vivientes» y como «animales», pero sabemos muy bien que no s omos como la mayoría de
los animales que conocemos. Quizás la característica más diferenciada es que podemos comunicarnos a
traves de un «lenguaje articulado», lo cual nos ofrece una ventaja sobre el resto de los «animales». Somos
capaces de comunicar a otros nues tras propias pe rce pciones .
Lo que percibimos los humanos es lo mis mo que percibimos todos los animales: el espacio, el tiempo,
el placer, la pervivencia, la armonía. La diferencia entre el resto de los animales y nosotros es nuestra
aptitud para encontrar la manera de comunicar a otros «señales sonoras» que expresan aquello que nos
llega a través de nuestros cinco «sensores monarca»: nuestro sensor de es pacio, nuestro sensor de
tie mpo, nuestro sensor de place r, nuestro sensor de pe rvive ncia y nuestro sensor de armonía.
El «habla articulada» permite enriquecer el punto de vista personal de cada uno para ampliarlo. Para
comunicar a otro lo que yo percibo necesito darme cue nta de lo que deseo comunicarle, necesito llevar
a cabo una «toma de conciencia». Cuando las «señales sonoras» que uso son captadas por quien me
escucha se «duplica» la información. En esto pareciera que la «señal sonora» se comportara como el
ADN: se duplica a s í mis ma. Esta «duplicación» se realiza tantas veces cuantos escuchas haya.
Este proceso permite ampliar la «toma de conciencia» de individual a colectiva. Aquí está el secreto del
proceso de evolución de los humanos, lo que se llama «civilización». Cada generación de humanos hace
nuevas aportaciones al pat rimonio colectivo de «toma de conciencia». Cada generación he re da de la
anterior, as ume la herencia, la e je rce , la innova y termina le gándola a la siguiente generación. Este
proceso toma unos 40 años en total. Conviene ver en detalle como se originó.
Para empezar, cabe tener presente que la palabra apto es la castellanización del latín aptus, participio
de pretérito del verbo apisci que es utilizado también como adjetivo. Para empezar, hay que decir que el
verbo apiscor, apisceris, apisci es un verbo "deponente", es decir, un verbo de forma pasiva y de sentido
activo. En castellano significa 'alcanzar', 'ganar', 'lograr', 'obtener'; por ejemplo: apisci legatos 'alcanzar los
legados', apisci mare 'alcanzar el mar', apisci dominationis 'alcanzar el poder'.
Como adjetivo, aptus significa en castellano: 'unido', 'enlazado'; también significa 'acomodado',
'apropiado', 'apto', por ejemplo, aetas apta regi 'edad propia para dejarse regir'. De aquí se deriva el verbo
apto, aptas, aptare que significa 'adaptar', 'ajustar', 'acomodar', como en aptare annulum digito 'ajustar un
anillo al dedo', también significa 'preparar', 'disponer', como en aptare arma pugnae 'preparar las armas
para el combate'. El adverbio apte se emplea para significar 'justamente', 'convenientemente', 'a propósito'.
El participio de pasado del verbo apto es aptatus, el cual se usa también como adjetivo con el
significado de 'ajustado', 'apropiado', 'proporcionado'. Existe otro verbo que es afín: adapto, adaptas,
adaptare, que significa 'adaptar', 'acomodar'. Ya en castellano, adaptar se entiende como 'acomodar',
'ajustar una cosa a otra', como cuando se dice adaptar un mango a un azadón; en este sentido puede
utilizarse como sinónimo de: cuadrar, ir, sentar, pegar, incluso de arreglar.
En su forma reflexiva, adapta rse , viene a significar 'armonizarse, avenirse, modificarse o ajustarse
una persona u otro organismo viviente a las necesidades, condiciones o circunstancias novedosas que se
le presentan'. En este contexto, resulta claro comprender el significado de apto como 'poseer la habilidad
para lograr o alcanzar algo'. Así, la norma básica de la evolución, sobrevive el más apto, puede entenderse
como «sobrevive el más hábil para armonizarse en condiciones cambiantes» .
Si observamos la diversidad de los seres vivientes podremos constatar cuántas especies han mostrado
aptitud para armonizarse. Hace 3,200 millones de años, al aparecer la vida sobre el planeta Tierra, tan solo
existía una especie. Por otro lado, se dice que e l nove nta por cie nto de las especies que han existido ya
desapareció: las que no se adaptaron a condiciones cambiantes. Los cambios son una característica de lo
vivo, tanto que se puede decir «en el vivir, lo único constante son los cambios» .
Esta situación la podemos comprobar día con día, se puede observar que todo cambia: cada uno de
nosotros es diferente día a día. Nuestro entorno es siempre cambiante. Recordamos los lugares de nuestra
niñez y vemos cómo han ido cambiando: nada es igual a lo que fue . Si observamos tantos cambios en
nuestro exterior, es lógico pensar que en nuestro interior están ocurrriendo continuos cambios, algunos se
registran en nuestros genes; mismos que legaremos a nuestros hijos: as í continúa la e volución.
Hace 200 años no existía información a este respecto. La explicación más difundida en aquel entonces
era la hebrea: heredada a su vez de los egipcios y de los sumerios. Por esto, se puede decir que tal
explicación data de hace unos 5,000 años. Según este relato, en tan solo 6 días, hace 6,000 años, un ente
todopoderoso creó todo lo existente: incluyendo al hombre. Al entrar en crisis la creencia en un tal
creador, los europeos empezaron a investigar con una herramienta diferente: lo que e llos llaman
cie ncia.
Esta palabra proviene del latín scientia 'saber', 'conocimiento', 'erudicción', proviene del verbo scire
'saber', 'conocer', 'ser hábil', 'ser instruido'. En el presente, el vocablo cie ncia se aplica cuando se desea
expresar el 'conjunto coherente de conocimientos relativos a lo que existe en el cosmos'. Estos
conocimientos son consecuencia de la obse rvación cuidados a de hechos, objetos o fenómenos que se
presentan en el universo, los cuales son esclarecidos hasta conceptualizarlos, para así verbalizarlos.
En el campo de los seres vivientes, fue el naturalista y biólogo inglés Charles Darwin quien tuvo la
lucidez necesaria para inte grar la e xplicación más convince nte sobre lo que observó a lo largo de un
viaje en barco alrededor del mundo. En el barco Beagle, viajó entre los años europeos 1831 y 1836
haciendo anotaciones sobre la naturaleza. Con estas observaciones es tableció lógicame nte las causas de
las similitudes y diferencias entre los seres vivientes que él tuvo ante sí mientras viajaba.
En el año europeo 1859 conmovió a todos aquellos que seguían creyendo en un creador, al publicar su
libro más famoso: Del origen de las especies a través de la selección natural. A partir de ese momento, el
número de quienes aceptan su explicación de la variedad de lo vivo no ha he cho más que cre ce r: al
tiempo que de cre ce el número de quienes aún creen en la explicación de que los humanos provenimos de
una estatua de barro a la cual se le dotó de vida por parte de un ente "todopoderoso".
La palabra es pecie se refiere genéricamente al 'grupo de seres naturales que tienen ciertos caracteres
comunes' o bien a la 'reunión de varios seres o cosas que distinguen un carácter común', como cuando
usamos la locución "la especie humana", para referirnos a todos los humanos que habitamos en el planeta.
Lo que Darwin propuso fue que nuestra «especie» tie ne afinidades con otras es pe cies animales , con
algunas más afinidad que con otras, pero he rmanada con todas las demás.
S e g u nd a se si ó n : La h u ma n i za ci ó n , l a c i vi l i za ci ó n h o ja 2 d e 6
El planteamiento original de Darwin pe rmitió a otros inves tigadores llevar a cabo observaciones
cada vez más y más minuciosas. De aquí se fue avanzando en el agrupamiento de los dife re ntes grados
de afinidad. Así se fueron generando más y más nombres para marcar los comunes denominadores de
los seres vivientes: género, familia, superfamilia, suborden, orden, infraclase, subclase, superclase,
subphylum, phylum, grado, reino. Mayoritariamente, lo vivo pertenece ya sea al reino animal o al reino
vegetal.
El e s tudio s is te mático de lo vivo se convirtió paulatinamente en lo que se conoce como biología,

del griego bíos 'vida', 'organismo viviente' y lógos 'palabra', 'doctrina', 'ciencia', 'tratado', es decir, que la
biología viene a ser el 'conocimiento de lo vivo', la 'ciencia de lo vivo'. Al existir dos "reinos" claramente
diferenciados, se pensó que existen dos ramas de la biología: la zoología y la botánica. Zoología
proviene del griego zoon 'animal' y de logos 'ciencia' y botánica del griego botanê 'hierba', 'planta',
'pastura'.
Aunque existen otras formas de entenderla, en el campo de la biología la palabra « ESPECIE» se usa para
designar al 'conjunto de individuos semejantes capaces de fecundarse al copular, generando descendencia
fértil que, a su vez, es semejante a sus progenitores'. Así, en la locución latina Homo sapiens 'hombre
sabio', se indica la es pe cie con la palabra sapiens 'sabio', y Homo 'hombre' se refiere al gé ne ro. El
segundo sapiens 'sabio' se refiere a la s ubes pe cie .
En la actualidad, los biólogos ya han avanzado muy más allá que lo que alcanzó a prever Darwin. Se
ha avanzado en el terreno del conocimiento de cada vez más características propias de cada especie, con lo
que se han hecho grupos de afininidad cada vez más completos. Así se ha podido es tructura r lo vivo de
acuerdo al proceso evolutivo ocurrido en el tiempo. Entre más «especies» se pueden agrupar bajo una
misma categoría, más antigua es la especie madre que las originó: heredándoles sus genes.
Como ejemplo de lo anterior se puede ver la pertenencia de nue s tra «especie» a los s uces ivos
troncos de donde se han ido derivando las especies animales. Reino: Animalia, Grado: Metazoa, Phylum:
Chordata, Subphylum: Vertebrata, Superclase: Tetrapoda, Clase: Mamalia, Subclase: Theria, Infraclase :
Eutheria, Orden: Primates, Suborden: Haplorhini, Superfamilia: Hominoidea, Familia: Hominidae,
Género: Homo, Especie: sapiens, Subespecie: sapiens
De aquí que para los humanos resulte muy atraye nte el libro que Darwin publicó en el año europeo
1871, se trata de la obra El origen del hombre, y la selección a través del sexo. Leer este libro es una
experiencia indescriptible, e nrique ce dora e n e xtre mo. Además de ser muy ameno, Darwin presenta
una continua avalancha de información, a la vez desconcertante y convincente. Al leer tal cantidad de
datos tomamos conciencia de nuestro cuerpo como algo análogo al cuerpo de los demás animales.
En este libro, Charles Darwin plantea la tesis de que los humanos aparecieron primeramente en Africa.
Investigaciones más recientes confirmaron esta afirmación. El razonamiento seguido por el naturalista
para su planteamiento se basa en las diferencias entre monos africanos y americanos. Los a fricanos son
catirrinos 'con nariz hacia abajo', es decir, que poseen las ventanas de la nariz abiertas hacia abajo y
cercanas, con cola no prensil y provistos de 32 piezas dentales, cuatro premolares en cada mandíbula.
Los monos americanos, en cambio, son platirrinos 'con nariz plana', lo que significa que las ventanas
de su nariz están separadas, poseen cola prensil y 36 dientes, con seis premolares en cada mandíbula. Por
su conformación dentaria, por la conformación de su nariz y por otras relaciones más, el ser humano
pertenece a la familia de los catirrinos, es decir, la cuna de los se res humanos fue Africa . Existen
grandes similitudes corporales entre los humanos y los monos de allá: gorilas, chimpancés, orangutanes, et
cetera.
Según afirma el propio Charles Darwin: "Es fácil, por lo tanto, que el Africa antiguamente estuviese
habitada por monos, ya extinguidos, muy vecinos al gorila y chimpancé, y como estas dos especies son las
que se aproximan más al hombre, es un tanto probable que nuestros antecesores primitivos hayan vivido,
antes que en otras partes, e n e l contine nte africano.". Estas palabras, expresadas con gran sencillez,
resultaron contunde ntes para el momento en que fueron dichas.
Cuando Darwin hizo esta afirmación se care cía de información sobre fósiles que probaran la verdad
de sus palabras. Hasta el año europeo 1925, toda la evidencia fósil de la especie humana prove nía de
Europa y de As ia. La mayoría de los "expertos" consideraban a Africa como poco o nada importante
para el origen del hombre. Es por esto que cuando, en febrero de 1925, Raymond Dart anunció en la
revista Nature que había descubierto en Africa un antepasado nuestro, todo e l mundo se burló de é l.
Los restos de este ante pas ado nues tro, encontrados en Taung, una cantera de piedra calcárea al
suroeste del Transvaal, consistían en la cara y parte del cráneo fosilizado de un jóven. Se le bautizó con el
nombre científico de Australopithecus africanus 'simio austral africano'. Aunque, a decir verdad, a esta
reliquia se le conoce mejor como niño de Taung. De acuerdo a la información acumulada hasta el
presente, se atribuye una antigüedad de tres millones y medio de años a los más antiguos
Australopithecus.
Actualmente se ubica el inicio de la evolución de los homínidos en el momento en que aparece el

bipedismo entre los monos de ese tiempo. Esto ocurrió hace cerca de cinco, quizás hasta siete, millones de
años. En ese momento empezó a manifestarse un fenómeno natural que explica nue s tro orige n como
es pe cie . En ese momento no existíamos más que como un potencial. Muchas de las características que
nos definen genéticamente no apare cían e n ninguna es pe cie vivie nte de aque l e ntonces .
Los primeros Homo habilis aparecieron hace unos dos y medio millones de años, fueron ellos los
primeros en picar piedra, es decir, fueron los primeros en golpear el silex para hacerlo cortante y as í
utilizarlo como he rra mie nta. Unos 800,000 años después, hace 1,700,000 años, apareció nuestro
antecesor directo: el Homo erectus. Esta especie ta mbié n apare ció e n Africa y se extendió por Europa
y por Asia. No se han encontrado fósiles que prueben que llegaron a nuestro continente.
Entonces fue cuando s e inició el proceso de diferenciación entre los humanos y el resto de los
«primates». La «aptitud» de hacer herramientas fue compartida, se hizo patrimonio común, y fue heredada
a las siguientes generaciones. Este proceso re pe tido por cada nue va ge ne ración fue haciendo que los
primates abrieran un nuevo camino para la «evolución». Poco a poco, los humanos empe zaron a sentir la
necesidad de comunicarse más y más percepciones, presionando la aparición del «habla articulada».
El Homo sapiens fue la especie en la cual se transformó el Homo erectus. Primero apareció en Eurasia
el Homo sapiens neandertalis, hace unos 130,000 años, y posteriormente, en Africa, el Homo sapiens
sapiens. Según algunos investigadores, la aparición de nuestra especie ocurrió hace 100,000 años, según
otros, hace 150,000. Los Homo sapiens neandertalis se extinguieron hace 32,000 años. Esto hace evidente
que durante al menos 60,000 años coexis tie ron dos es pe cies humanas o, si se quiere, dos
subespecies.
En el estado actual del conocimiento de nuestra «historia genética», resulta muy aventurado plantear
alguna explicación convincente de por qué desaparecieron nuestros "primos hermanos" neandertales,
quizás hubo una luc ha mo rtal entre ellos y nosotros. Quizás ellos compartían con nosotros la diferencia
más notable entre nuestra especie y el resto de las especies: e l habla. Esta es la característica más
evidente de diferencia entre nosotros y el resto de los primates, es más, entre nosotros y el resto de los
mamíferos.
El «habla humana» es posible porque e xis te e n nues tro ce re bro un áre a que la coordina , en
realidad son dos: la llamada área de Broca y la llamada área de Wernicke. La primera nos permite
coordinar los nervios que hacen moverse los músculos de la boca, de la lengua y de la faringe. La segunda
es, por así decirlo, e l ve rdade ro ce ntro de l le nguaje , porque allí se generan los pensamientos, las
palabras, la ilación, es decir, los «significantes» y los «significados». Es evidente que ambas áreas hacen
un trabajo dual.
Además de estas zonas cerebrales, existen diferencias en lo que los lingüistas llaman nues tro e quipo
fonador. En los humanos, el inicio de la laringe s e e ncue ntra mucho más abajo que en los demás
animales, incluido el chimpancé, generando así una gran «cámara vocal» a nivel de la faringe, otro
nombre de nuestra garganta, lo cual permite la modulación de los sonidos que se ge neran en las cuerdas
vocales. La base de nuestro cráneo, que es arqueada, es la que permite esta baja posición de la laringe.
Estas diferencias con el resto de los animales tienen otras manifestaciones. Por ejemplo, los animales,
incluido el chimpancé, pueden respirar y beber al mismo tiempo: nos otros no. Es interesante conocer el
hecho de que, al momento de nacer, la posición de nuestra laringe es alta: como en los demás mamíferos.
Un recién nacido respira, traga y vocaliza de manera similar a como lo hacen los monos. Des pués de un
año o año y me dio, sin embargo, la laringe empieza a descender a lo largo del cuello.
Además de la posición de la laringe, existen otros factores importantes para el habla humana. Es de
particular importancia tener un paladar a rque ado, que permita a la lengua moverse de manera
adecuada. El cambio de estas estructuras fonadoras entre simios y humanos empezó a darse
paulatinamente. Los australopitecos poseían un paladar plano y poco profundo, lo que impedía a la lengua
articular los sonidos. En cambio, el Homo habilis ya poseía un paladar profundo, adecuado para la
articulación de sonidos.
Al investigar los cráneos de australopitecos se encontró que tenían la base fundamentalmente plana,
semejante a la de los chimpancés. Seguramente que podían respirar y tragar al mismo tiempo, pero su
capacidad para modular los sonidos debe haber sido muy limitada. En los fósiles de Homo erectus es
donde po r prime ra ve z puede observarse que la base del cráneo empieza a arquerse. Ellos ya podrían
haber e mpe zado a articular los sonidos, es decir, ellos podrían ya haber sido hablantes.
Este arqueamiento de la base del cráneo se fue haciendo más marcado con el paso del tiempo. Se han
encontrado evidencias de que los Homo sapiens neandertalis ya habrían sido capaces de articular bien los
sonidos. Sin embargo es hasta hace unos 40,000 años cuando la base del cráneo adquiere características
arqueadas del tipo humano actual. Al ocurrir esto fue cuando los Homo sapiens sapiens estuvieron en
posibilidad de articular los sonidos y pos ee r habla en el sentido pleno.
Ya en posesión de un equipo fonador bien estructurado, los humanos empezaron a ejercer su libre
albedrío. Esto es lo que explica que con únicame nte 40 o 50 fone mas , 'cada uno de los sonidos
articulados por humanos que pueden ser reconocidos acústicamente', se haya generado una cantidad cas i
ilimita da de lenguas, las cuales pueden contener hasta 200,000 significados diferentes. Las lenguas
actuales mantienen ciertos «códigos lingüísticos» comunes a todas.
Para hablar de mane ra inte ligible se requiere no únicamente un aparato fonador y un cerebro
adecuados, se re quie re la convive ncia cotidiana con otros huma nos . Aristóteles afirmaba que el
humano es un zoon politikon, esto es, 'animal gregario'. Los niños abandonados desde su más tierna
infancia, y sin contacto alguno con otros humanos, los denominados niños lobo, no saben hablar ni
tampoco son capaces de pensar. El habla surge cuando uno de sea comunicar a otros su propio sentir.
Aunque los Homo sapiens sapiens tenían completo el «aparato fonador» desde hace unos 40,000 años,
la aparición de las lenguas es relativamente reciente. Primero fue necesario activar nuestros «sensores
monarca». El prime ro que se activó cole ctivame nte fue nuestro «sensor de espacio», lo cual ocurrió
hace entre 30,000 y 20,000 años. En diferentes partes de nuestro planeta quedó registro de esta etapa: las
cuevas con pinturas rupe s tres . La antigüedad de las pinturas en las diferentes cuevas es muy similar.
El s egundo de los «sensores monarca» en activarse colectivamente fue nuestro «sensor de

pervivencia». Según los investigadores, hace 10,000 años existían alrededor de die z millone s de
humanos en todo el planeta. Aunque eran muy ingeniosos y comunicativos, aún estaban s uje tos a las
mismas leyes y restricciones que gobiernan el número total de otros seres vivientes. Por ese entonces
empezó a activarse el «sensor de pervivencia», permitiendo el aumento de la población: hace 2,000 años
eran ya 300 millones .
Hace unos 7,000 años empezó a activarse colectivamente e l te rce ro de nuestros «sensores monarca»:
nuestro «sensor de tiempo». Para los humanos empezó a ser necesario contar el paso de los días y de los
años. Esta cuenta del tiempo empezó a requerir de perfeccionar el «habla articulada». Para esa época, ya
los humanos empezaban a multiplicarse masivamente. Empezaban a tener necesidad de contar los días
transcurridos entre la siembra y la cosecha, el tiempo entre el nacimiento y el estado adulto de las vacas.
La abundancia de alimento permitió que más y más humanos pudiesen vivir en un mismo lugar:
nacieron así los primeros asentamientos humanos. La cuenta del tiempo fue paralela a la activación
definitiva de nuestra aptitud para el «habla articulada». Los «calendarios» empezaron a generarse hace
unos 6,000 años. El calendario judío, herencia del sumerio, está en el año 5,761 y el calendario to lteca en
el año 5,722. Ambos son los más antiguos . Los demás son más recientes.
Los humanos del presente estamos en una etapa en la cual nos res tan por activar dos de nuestros
«sensores monarca»: nuestro «sensor de placer» y nuestro «sensor de armonía». Quienes nos encontramos
presentes «aquí y ahora» tenemos esta tarea como prioritaria. Quien desee asumirse como «dirigente»,
necesariamente, tiene que ser armonizante. Tiene que adquirir la «aptitud» de ins pirar e n otros el deseo
de realizar actividades place nte ras que contribuyan a la pervivencia de nuestro género.
Tercera s e s i ó n : LAS C U A T R O C U N AS D E L A C I V I L I Z A C I Ó N
Los mexicanos e s tamos acos tumbrados a escuchar que somos "mestizos", es más, casi todos decimos
que México es un país "mestizo". Al consultar el diccionario Larousse se encuentra que significa "mulato
de blanco e indio" y que "mulato" significa "nacido de negra y blanco o al contrario". La palabra "mulato"
se aplica desde el año europeo 1525 con el significado de "macho joven", por comparación de la
generación híbrida del mulato con la del mulo, proveniente de cruzar asno y yegua o caballo y burra.
Reflexionando un poco a este respecto, resulta muy incómodo pensar que quienes estamos presentes
«aquí y ahora», por el hecho de ser mexicanos, estamos conde nados a la es te rilidad del "mulo",
nombre menos frecuente de los "machos". Cualquie ra de quienes estamos aquí puede comprobar la falta
de realidad, la total ausencia de relación entre esta palabra y nuestra «IDENTIDAD», entendida ésta como
'conjunto de caracteres y atributos que particularizan a una persona o pueblo'.
La irrupción de los zapatistas en nuestro vivir nacional, el 1 de enero de 1994, vino a sacudirnos. Nos
hizo s acar de los libros de his toria la llamada conquista española y empezarla a considerar tan sólo
una «invasión». Esto fue confirmado por la participación del EZLN en el Palacio Legislativo el miércoles
28 de marzo del año europeo 2001. La «invasión» es ya un as unto político, que se discute y analiza
por los políticos: diputados, senadores, gobernadores y por el mismísimo presidente de la República.
En este momento, aquí y ahora, ya no se puede hablar de "mestizaje". Los actuales mexicanos estamos
comprometidos con la búsqueda de nuestra «identidad». El punto de partida para descubrir el conjunto
de caracteres propios, de atributos originales, de cualidades que nos distinguen de otros pueblos tiene que
ser, dadas las circuns tancias actuales : la «invasión de Anáhuac». Es preciso conocer nuestra herencia
autóctona pero también precisamos conocer la herencia latina aportada por los «invasores».
Nuestra búsqueda no puede ser «genética» ya que no existen diferencias a este respecto: todos los seres
humanos somos lo mismo: pos ee mos todos la mis ma «ide ntidad ge né tica» . Lo que nos hace
diferentes es nuestra manera de entender nuestra realidad: nuestra «cosmopercepción». A este respecto,
cabe tener presente que únicamente cuatro pueblos fueron capaces de generar una «identidad» propia: los
egipcios, los sumerios, los chinos y los anahuacas.
Lo que heredamos de los «invasores» fue la fus ión hecha por griegos y hebreos de las herencias
egipcia y sumeria. Si hemos de asumir una verdadera «identidad» tenemos que buscar con una clara idea
de lo que deseamos. De acuerdo a lo tratado en la sesión anterior, resultan sinónimos «humanizar» y
«civilizar». Lo que buscamos los mexicanos del presente en construir un país más humano, más
civilizado. Esta es la reponsabilidad que tienen que as umir los jóvenes durante los siguientes 40 años.
En este mismo orden de ideas, ya se puede conceptualizar la palabra « C IV IL IZA C IÓ N » como

'impulso humano a una creciente toma colectiva de conciencia del propio espacio y del propio
tiempo que inspira en cada ser humano el deseo de ejecutar acciones que garanticen
simultáneamente el bienestrar de cada ser humano y la pervivencia de lo vivo'. Aquí se puede
comprender por qué s on s inónimos «hombre sabio» y «hombre civilizado» o «pueblo sabio» y «pueblo
civilizado».
En este momento ya se puede plantear como as piración de los mexicanos ser «un país civilizado».
Ser un país "mestizo" nos conde na a seguir siendo un país es te ril: como las mulas y los machos. Si
queremos encontrar una explicación a la ausencia de tecnología mexicana, de ciencia mexicana, no existe
otra mejor que la de considerarnos un "país mestizo". Si empezamos a as umirnos como «país
civilizado», aunque al principio seamos muy pocos quienes esto hagamos, poco a poco emergeremos
como tal.
Como diría el poeta: «no hay ca mino, se hace el camino al andar» . Quien desea ser
«dirigente», quien desea encabezar este cambio, tiene que empezar cambiando. Para uno cambiar tiene
primero que e ncontrars e a s í mis mo. Tiene uno que saber cual es su punto de partida, cual es su «aquí»
cual es su «ahora». El «guía» va adelante porque ya conoce e l camino que hay que recorrer
colectivamente. Quien desea ser «líder» tiene que ser sabio, tiene que conocer su propia «identidad».
Si los mexicanos hemos padecido discriminación, menosprecio, sometimiento y desdenes sin fin, no
podemos empezar enfrentando con esta actitud a los pueblos que fueron capaces de originar
«civilización». Tenemos que acercarnos a cada uno de estos cuatro pueblos con una «actitud civilizada».
Tenemos que conocerlos como parte nuestra, de la misma manera en que nos vemos reflejados en el
espejo. Somos lo mismo, somos idénticos, solo que nosotros somos su «reflejo».
Empezando con los EGIPCIOS , lo que caracteriza a su «cosmopercepción» es una visión religiosa de la
existencia, es decir, los egipcios explicaron lo que ocurre en la realidad infinita con base en seres
imaginarios antropomórfi cos, aunque algunos tenían características tomadas de animales. Nuestra
búsqueda, aquí y ahora, no puede ser otra que comprender la esencia del «percibir» egipcio antiguo, a fin
de comprender cabalmente las formas religiosas de los egipcios.
Lo primero que se debe decir de la la religión egipcia es que se trata ante todo de un fenómeno social:
fue un intrumento mediante el cual los egipcios manifestaban su voluntad colectiva de no sucumbir a la
naturaleza. Fundamentalmente, los egipcios de la antigüedad co nsagraban todo su esfuerzo a la
conservación de lo existente: c reado según los egipcios. Ellos fueron quienes primeramente imaginaron
que lo que existe tuvo que haber sido cre ado por alguien: al igual que el alfarero c re a ollas de barro.
Cada día ejecutaban ciertos rituales cuya finalidad era reducir a la impotencia a la serpiente cósmica
Apophis, 'una imagen del océano increado que rodea al mundo'. Estos rituales pretendían detener la acción
devoradora de Apophis de todo lo creado, sin poder jamás eliminarla definitivamente: se la inmovilizaba,
pero no se la podía suprimir. Los antiguos egipcios vivían, como actualmente vivimos nosotros, en la
angustia de la irrupción del caos. Esta «esperanza» terminó convirtiéndose en realidad.
De entre las diferentes categorías de seres imaginarios que poblaban el pensamiento egipcio, el más
importante es el que en copto se llamaba n e t e r . Esta palabra copta fue traducida al griego como theos,
al latín como deus y al español como 'dios'. Lo primero que es importante es señalar que neter se refiere a
seres imaginarios que, siendo fundamentalmente humanos, plantean una separación esencial: lo humano
y lo divino. Convendría esclarecer este arraigado s e ntimie nto e gipcio de infe rioridad.
Esto lleva al pensar egipcio a representar a sus dioses como una conjugación de seres diferentes, en un
sincretismo muy particular: tienen la apariencia de seres humanos con cabezas de diferentes animales
que poseen atributos de las fuerzas naturales. Las cabezas de animal simbolizan el ba, 'alma', del dios. No
obstante su naturaleza "divina", esos seres imaginarios manifiestan reacciones muy humanas: se regocijan,
lloran, se encolerizan, mienten, hacen trampas, aman, odian.
Tercera sesió n : La s cu a tro cu n a s d e la civiliza ció n h o ja 2 d e 7
En el pensamiento egipcio antiguo existía un de miurgo, palabra griega formada por demos 'pueblo'
ergon 'obra, trabajo, acción', es decir, 'que trabaja para el pueblo', 'creador', entendido posteriormente
como un 'dios creador del mundo' que recibía el nombre de A t u m . Es el creador del mundo y será su
destructor, según los antiguos egipcios. Al parecer, Atum es el único dios que posee un conocimiento total,
el único que puede anunciar el destino universal.
El nombre de Atum, que se parece a una palabra que significa «ser completo, todo» y a otra que es el
verbo «no ser», viene a significar «quien no es, es quien es todo». En este sentido se parece al
pensamiento budista. En el anterior juego de palabras se explica, en la cosmopercepción egipcia, el
sentido último de la creación: que es la des trucción. Esto se conserva hasta el presente en prácticamente
todas las religiones cristianas. En la religión católica apostólica romana a este momento se le llama Día
del juicio final.
La creación llevada a cabo por Atum se inicia a partir de cuatro parejas de serpientes llamadas Abismo,
Tinieblas, Invisible y Aguas primordiales. Estas cuatro parejas representan al mismo caos empezando a
tomar conciencia de sus componentes. El primer cuidado de este demiurgo habría sido la procreación de
una pareja, Chu y Tefnut, a partir de la cual la vida se habría propagado normalmente. La
cosmopercepción egipcia fue tranformándose a lo largo de los milenios, aunque tres neter 'dioses'
dominan.
El sol diurno, que recibía tres nombres: Ra-Atum-Khépri, y el sol nocturno, el que durante la noche
viaja bajo la tierra del oeste al este, que recibió el nombre de Osiris. El tercer dios egipcio importante era
Seth, conocido sobre todo por ser el enemigo y asesino de Osiris. La imagen de Seth es desorden y
violencia. En la tradición se le presenta como un ho mose xual cuyos actos son estériles, simboliza al
desierto y a la tempestad. Era "macho", es decir, era estéril como hijo de caballo y burra: me s tizo.
Osiris y Ra representan una síntesis "divina" muy brillante de los teólogos egipcios. En tanto que Sol,
Ra era la fuente de todas las energía y debía proporcionar periódicamente fue rza y vigor a todos los
dioses, en cambio, Osiris era todo lo que re comie nza. Es decir, representan el ciclo más rápido sobre la
Tierra: el día y la noche. Osiris, en tanto que dios muerto, residía en el mundo subterráneo, lleno de las
energías de resurrección que prometía como dios.
Ante el "poder divino", los seres humanos no tenían otra opción para lograr bienestar corporal, emotivo
y mental que el sentimiento de infe rioridad y de de pe nde ncia. Al igual que durante 71 años los
me xicanos lo hacían con los priís tas , los egipcios se encomendaban a los dioses y se sentían protegidos
por ellos. Existen muchas frases grabadas en platos, por ejemplo: «Amon-Ra-Sonther da el hálito de la
vida a quien lo ama», «No se encuentra refugio del corazón sino es en Amon Ra».
El sentimiento de inferioridad que ha sido una característica de los mexicanos, e s pe cialme nte
evide nte en los juegos olímpicos, la heredamos de los egipcios. Cuando ilus ame nte pensamos que
algún ser humano es poseedor de cualidades excepcionales, como si su «genoma» fuese diferente, es
cuando empezamos a dudar de nuestra aptitud. Quien desee ser «líder» primeramente tiene que reconocer
que ningún humano es superior, que nadie es inferior, todos somos diferentes: únicos.
En cuanto a cultura bien diferenciada, los S UMER IOS son considerados como los creadores, hace unos
siete mil años, de la primera civilización humana que posee todos los caracteres conve ncionales del tipo
llamado superior. Esta cultura aparece en una región del Planeta bien delimitada, entre los ríos Tigris y
Eufrates, que es identificada justamente como Mesopotamia. No nació allí espontáneamente como un ac to
fortuito: fue el resultado de la activación colectiva de nuestro «sensor de pervivencia».

La «civilización» sumeria estuvo ce ntrada en la tendencia fundamental y profunda a buscar en la
realidad infinita el orden, la armonía, la corre s ponde ncia entre la «totalidad» y el «individuo». Para los
sumerios, la explicación de los fenómenos que manifiesta la realidad infinita enmarcada en «espacio» y
«tiempo» se basa en la existencia de M e que es 'una especie de armadura espiritual que consiste en una
fuerza incontrolable que es esencialmente la corriente eterna de la vida'.
Este Me se manifiesta como un movimiento de la realidad infinita que se llama Heimarmené, algo que
puede ser identificado con el concepto de 'destino' o de 'hado'. Este «destino» golpeaba no únicamente a
los seres humanos sino ta mbié n a los dioses sumerios. Ante las desgracias acontecidas tanto a los
templos de los dioses cuanto a los creyentes, en textos conocidos genéricamente como Lamentaciones, se
revela un estado de ánimo que aceptaba el hecho de lo "incognoscible" y de los "golpes de suerte".
Los sumerios consideraban que la mejor forma de paliar estas desgracias que traían falta de bienestar
era, en la medida de lo posible, la perfecta organización. El gran acto de la vida en una ciudad sumeria era
la construcción de un templo para la divinidad. El templo sumerio era la mo rada en la que el gobernante
en turno rogaba en persona durante toda su vida, y mediante su estatua después de su muerte, a fin de
que "descendiera" la divinidad a recibir los homenajes y las peticiones.
Entre los sumerios, el templo era el punto de unión entre "lo alto" y "lo bajo", es decir, era punto de
unión entre lo divino y lo humano. El templo era e l ce ntro de un doble movimiento «lo que desciende
del plano divino, lo que sube al plano divino». Este aspecto de la cosmopercepción sumeria formaba parte
de la le ngua s ume ria. Es muy importante tomar conciencia de «tomar conciencia» de esta correlación
entre la «cosmopercepción» y la lengua que se habla: ambas forma n parte de la mis ma «identidad».
En el pensar sumerio, existen fuerzas del mal en el mundo: diferentes genios y demonios pueblan el
mundo intelectual sumerio. La «Gran serpiente» parece ser uno de sus más temibles representantes. La
actitud de los sumerios ante las "fuerzas del mal" se asociaba con prácticas paliativas que rogaban la
intervención de sus dioses, en la medida en que constituían el contrapeso natural contra las "potencias del
mal" y eran, por esto mismo, la protección más sólida contra la perturbación del bienestar humano.
En general, se puede decir que los dioses sumerios ejercían una justicia divina que buscaba mantener el
buen orden cósmico. En general, se puede decir que para los sumerios la inte lige ncia representaba
también la mejor arma contra las fuerzas del mal. El tema esencial para el pensamiento sumerio era el de
la organización de un mundo naciente. Esto ocurría en el momento de celebrar la fiesta de año nuevo. Se
trataba, en el momento de la celebración, de «fijar los destinos».
Es decir, el año nuevo era para los sumerios una nue va oportunidad de una acción correcta, a
semejanza de lo que hacían los dioses sumerios en la evolución del universo. Todo esto suponía una
búsqueda de bienestar pleno, o sea, una búsqueda del máximo posible de protección contra los
movimientos imprevisibles del gran Me, de la heimarmené. Entre los sumerios existía un grupo de dioses
principales, provistos de atribuciones definidas, a cuyo alrededor giraban numerosa divinidades
secundarias.
La responsabilidad de los dioses sumerios era como un sistema administrativo y conservador del orden
cósmico, lo que permitía modelar el orden humano. Una triada de dioses domina el pensar sumerios: An ,
En-lil y En-ki . Los dominios respectivos de estos tres señores del universo corresponden a los tres
estadios cósmicos: el de más arriba, el cielo, en el que reina An, el que se sitúa abajo, el aire, dominio de
En-lil y finalmente el que se sitúa en la tierra, fundamento de los otros dos, en donde En-ki es el señor.
En nombre An significa 'cielo' y el signo que representa a este término es una estrella, emblema que
precede a los nombres divinos sumerios, salvo el de An, que es el "alto" por excelencia; ya que reside en el
tercer cielo, el más alto: el supremo. La representación de este nombre por una estrella parece haber
contenido la idea de cielo estrellado, luminoso, de luz difundida por todo el cielo. Esta idea vendría a ser
análoga a la que expresa el término latino deus, 'dios' en español, cuyo sentido primitivo es el de
'luminoso'.
Por lo demás, los dioses del cielo son generalmente dioses de la luz. Los sumerios, que tenían un
espíritu sistemático, otorgaban coeficientes de valor inclusive a las divinidades, atribuyeron a su gran dios
An el número s e s e n t a : valor supremo en el sistema de cálculo sumerio. El segundo en importancia
entre los grandes dioses sumerios era En-lil, cuyo nombre significa 'señor del aire', que tenía el coeficiente
numérico c i n c u e n t a y residía en la cima de una montaña.
El dios En-lil poseía el terrible aspecto de un guerrero y de un legislador implacable. Se ocupaba de

mantener el buen orden y la buena fe en la sociedad humana: castigando a los hombres que se apartaban
del comportamiento correcto. Fue En-lil quien, de s conte nto por la generalizada mala conducta de los
hombres, convocó a los dioses a reunirse y los convenció de provocar un "diluvio" que acabara con la
humanidad entera. Esta misma anécdota es la que aparece en La biblia aunque con otros personajes.
Jerárquicamente, el tercer dios sumerio era En-ki, nombre que significa 'señor de la tierra', al cual
atribuían el número c u a r e n t a . Su reino era la tierra que, en el pensar sumerio, consiste en un vasto
océano subterráneo cuyo fondo es el primer estrato de la tierra inferior, lugar al que descienden los
difuntos. En cuanto a atributos, En-ki encarna la virt ud s upre ma y la condición de toda vida verdadera:
la inteligencia en el dinamismo, la precisión, el equilibrio y la armonía.
Es é l quien se distingue por la búsqueda de colaboración entre dioses y hombres. Si bien En-lil se
afana en provocar un diluvio universal, es En-ki quien aconseja a un hombre justo para que construya un
arca en la que hará subir representantes de todos los animales para volver a repoblar el mundo. Una
segunda triada de dioses debe ser mencionada por su importancia astral, ya que dió origen a lo que
actualmente se conoce como astrología. Además de la "trinidad suprema", existían otras.
La segunda trinidad en el orden jerárquico era integrada por: Zu-en, cuyo atributo es la Luna, con valor
de 30, Ud, o U-tu, cuyo símbolo es el Sol, con valor de 20, y la diosa Inanna, cuyo signo es la estrella de
la mañana: Venus, con valor de 15. Estos astros son para los sumerios la ilustración de su concepción del
mundo: los tres se mueven siguiendo ciclos regulares que sirven para medir el tiempo y sus revoluciones
se reproducen sin fin. Esto es lo que origina el concepto del e te rno re torno.
Se desconoce con pre cis ión cuándo y cómo se formó la misteriosa y sabia sociedad CHINA , que desde
hace al menos cuatro mil años conserva el mismo carácter: un genio práctico que trata de vivir en armonia
con la realidad donde existe. El antiguo pensamiento chino es conocido por dos tipos de documentos: los
que la arqueología ha sacado a la luz y los que proporcionan los textos tradicionales. Los escritos chinos
más antiguos resultan en general bastante difíciles de fechar.
Uno de los más importantes y conocidos es el I king, 'libro de las mutaciones', que es un manual de
adivinación filosófica. Al parecer, fue Fu Hsi quien primero descubrió, hace más de 5,000 años, en un
caparazón de tortuga sometido a calentamiento, unas fisuras que contenían los símbolos básicos usados
para expresar la filosofía china más pura. Esta filosofía busca relacionar al hombre con el cielo y con la
tierra, a través de una simbología derivada de la natura leza.
Esto genera una imagen abstracta que cada uno debe descifrar para encontrar solución a algún
problema de su vivir diario. Los símbolos básicos son ocho, que representan todas las posibilidades de
combinacion de tres líneas, ya que cada línea puede ser continua o estar dividida por su parte media:

formando dos líneas de la mitad de la longitud. En esta forma de cosmopercepción, se requiere la
combinación de dos trigramas para recibir un me ns aje comple to.
Cada trigrama tiene un simbolismo dual. El referente fundamental que sustenta el pensar chino es la
idea de mutación continua. El gran pensador Lao Tse se inspiró en el Yi king para crear algunos de sus
aforismos más profundos sobre la forma en que se manifiesta en los seres humanos la realidad infinita:
esta manifestación es en forma de una ley de cambio continuo. Esta ley es el SENTIDO de Lao Tse, el Tao,
el Curso, lo Uno en toda multiplicidad.
A fin de convertirse en realidad, esta ley requiere de una decisión, de una postulación. En el
pensamiento chino, esta postulación fundamental es el gran comienzo original de todo lo que es: Tai Ch'i,
literalmente 'la viga principal' 'la viga maestra'. Este Tai Ch'i se representa con el muy conocido círculo
subdividido en luz y tinieblas, blanco y negro, cada parte con un pequeño punto del color opuesto. La
parte luminosa simboliza el principio masculino, el yang, y la parte obscura representa lo femenino, el yin.
La forma en que está dividido el círculo da la imagen de una rotación en sentido opuesto a las
manecillas del reloj, lo que indica el caracter cambiante de la realidad infinita. Lo masculino y lo
femenino son parte de esta realidad cambiante y tienen preponderancia alternante sobre su opuesto. Esto
hace que en el devenir humano todo se alterne, lo alto sigue a lo bajo, lo firme a lo blando, lo claro a lo
obscuro, etc.. Esta es la esencia del pensar chino: e l cambio continuo.
El I king, conocido también como Libro de las Mutaciones, es indiscutiblemente uno de los libros más
importantes de la literatura universal. Hasta hoy en día se ocupan de él los sabios más destacados de
China. Esto se puede explicar si se toma en cuenta que en el Libro de las M utaciones se asienta la más
madura sapiencia china: recogida a lo largo de milenios. En este libro tienen origen las dos más
importantes ramas de la filosofía china: el confucionismo y el taoismo.
No únicamente la filosofía china se ha nutrido en este acervo de sabiduría sino también los estudiosos
de las ciencias naturales y los gobernantes. El Libro de las Mutaciones es consultado por quien tiene
alguna inquietud sobre su vivir cotidiano, algún problema que le impide disfrutar de bienestar. La forma
de consulta lo lleva a alguno de los sesenta y cuatro hexagramas, formados al unirse dos de los ocho
trigramas básicos, en donde se presenta un juicio básico sobre el problema planteado.
A este juicio básico sigue un dictamen y una imagen, que amplían la explicación del juicio. También
pueden tener significado cada una de las seis líneas que forman el hexagrama. El Libro de las Mutaciones
puede ser consultado una única vez para un problema, si se repite la consulta da respuestas erróneas. En
este caso no existen seres imaginarios, es decir, no se trata de una religión sino de algo que más bien se
parece a la ciencia europea, aunque más completa que el pensar racional llamado ciencia.
En efecto, el Libro de las Mutaciones nunca da alguna norma de conducta prees tablecida sino que
remite a una situación de la naturaleza que tiene similitud con la situación de falta de bienestar de quien
hace la consulta. Esto hace que la responsabilidad de los logros o de los fracasos del consultante recaiga
sobre uno mis mo. El consultante debe acudir a s u propia s abiduría para encontrar su propio camino,
no cuenta con seres imaginarios que le ayuden a encontrar su propio bienestar.
N UES TROS ANCES TROS de la antigua Anáhuac percibieron la realidad infinita como una totalidad
dual en la cual cada uno de nosotros está integrado. Los pueblos de la antigua Anáhuac estaban unidos por
una única e idéntica concepción del cosmos. Esto se puede constatar cuando para un lugar geográfico
existen nombres en dos o más lenguas autóctonas, la imagen visual del nombre del lugar es la misma: en
las diferentes lenguas. Todas las lenguas anahuacas comparten una mis ma «cosmopercepción».

Esto se puede cons tatar con el nombre Oaxaca: en habla nahua es Huaxyacac 'en la nariz de los
guajes', en zapoteco es Luhulaa 'lugar de guajes', en mixteco es Nñuhundúa 'tierra de los guajes', en mixe
es Huac Huim 'a la vista de los guajes', en chinanteco es Nicuhui 'en la punta de los guajes'. Es muy lógico
pensar que esta identidad de significado en diferentes lenguas anahuacas se haya mantenido en el pensar
de los antiguos anahuacas: los pueblos autóctonos comparten un pensar cósmico único.
En la concepción autóctona, el universo es visto como una totalidad dual de la cual formamos parte
todos los seres humanos, el nombre nahua del universo es Ometeotl 'pupila doble', el espacio donde se
manifiesta Ometeotl se llama Omeyocan 'lugar de la dualidad': este lugar es equivalente al concepto griego
de cosmos en su sentido de 'espacio sideral infinito'. Todos nosotros formamo s parte de esta misma
totalidad dual, al igual que todas las hojas de un árbol forman parte de una misma totalidad llamada árbol.
Todo lo que acontece en nuestro planeta y fuera de él es una manifestación de esta totalidad dual, a la
cual se dan diferentes nombres únicamente para fines prácticos. De la misma manera en que al agua le
llamamos de manera diferente de acuerdo a circunstancias específicas en que se manifiesta ante nosotros:
nube, lluvia, charco, arroyo, océano, et cetera. La totalidad que se manifiesta en «espacio» y «tiempo»,
formada por la «materia» y la «energía» se manifiesta de múltiples formas: aparece como «realidad».
Entre otros diferentes nombres que recibe Ometeotl están: Tlaloc 'licor de la tierra' ('lluvia') y
Chalchiuhtlicue 'la de la falda de jade'. El nombre nahua Tlaloc tiene equivalencia en las demás lenguas
autócotonas: Chac en maya, Cosijo en zapoteca, Tajín en totonaco. Esto confirma que los diferentes
pueblos de la antigua Anáhuac estaban unidos por la misma «cosmopercepción». Los estudios a este
respecto tienen que completarse para poder asumir una «identidad civilizada» como país.
La aspiración suprema de nuestros abuelos anahuacas era lograr un vivir cotidiano en armonía con el
resto de Ometeotl, es decir, que buscaban un vivir cotidiano regido por algo que en castellano puede ser
llamado: armonía cósmica o armonía universal. Esta armonía cósmica implica armonía con los demás
seres humanos y con las fuerzas de la naturaleza. Esta armonía se refleja en el habla nahua. Muy
seguramente esta part icularidad del habla nahua fue la que la convirtió en lingua franca en la antigua
Anáhuac.
Se puede decir que la esencia del habla nahua es la armonía cósmica dual. El habla nahua es sinónimo
de múltiples imágenes vivenciales: armoniosa, fuerte, concordante, cercana, claramente audible, que suena
bien, que agrada al oído, sagaz, astuta, hábil. Todo esto es manifestación de la esencia de armonía cósmica
dual del habla nahua. Puede afirmarse, sin lugar a dudas, que la esencia del habla nahua no es otra que la
esencia dual del Universo observable: Ometeotl.
Esto hace que el habla nahua e ncie rre la «cosmopercepción anahuaca» de una manera integral. Podría
decirse que el habla nahua es la manifestación más completa de la «cosmopercepción anahuaca»: centrada
en el modelo ometeoico de la realidad infinita. El do minio abs oluto del habla nahua, lo que se llama
posesión total, es equivalente a vivir una «identidad» pe rma ne nte : con nosotros mismos, con nuestros
semejantes, con las fuerzas de la naturaleza y con el Cosmos.

Cuarta s e s i ó n : LOS GR A N D E S L Í D ER E S D E L A HIS TOR IA
En el remoto caso de que fuese posible que, en este «aquí» y en este «ahora», estuviesen presentes
algunos de los primeros Homo sapiens sapiens, notaríamos muchas diferencias. Empezando por la
lengua, sin duda alguna, no entenderían la lengua que estamos hablando. Su apa rie ncia sería más bien
la de "changos peludos": gorilas, chimpancés, orangutanes, gibones, et cetera. En caso de portar
vestimenta alguna, simplemente estarían cubriendo alguna parte de su cuerpo, quizás sólo su sexo.
Explicar las diferencias entre ellos y nosotros nos corres ponde a quienes estamos «aquí y ahora».
Ellos se ubican atrás de nosotros en el proceso de «evolución». Dicho al revés, nosotros estamos
ubicados ade lante de ellos en el proceso que inició sobre nuestro planeta hace 3,200 millones de años. Ir
adelante nos res pons abiliza de la situación. Lo que resulta notable es el cambio. Tiene que aceptarse
que algo ha estado pasando en los anteriores 100,000 años que contribuyó al proceso de
«humanización».
Comprender lo ocurrido es de prioritaria importancia para quienes viven en la República Mexicana y

tienen una edad cercana a los ve inte años . Nuestra patria está inmersa en un proceso de cambio
his tórico acelerado. A los jóvenes del presente les correponde hace r his toria. Ellos, quienes tienen
veinte años, son quienes tienen mayor necesidad de entender cómo es que se lleva a cabo el «proceso
civilizatorio». Tienen sólo 40 años para comple tar su tarea generacional.
Para me jora r a nuestra patria, para que de je mos de ser un país de "mexicanos apocados" y nos
convirtamos en un país de «adultos civilizados», es preciso que los jóvenes se comprometan, cada joven
consigo mismo, cada uno con su propio corazón, que todos emprendan una inte ns a bús que da de los
secretos de la «evolución», de los misterios de la «civilización», de los grandes arcanos del proceso que
nos hace cada vez más humanos: pa ra as í e ncontrar todos la ese ncia de l gé ne ro Homo.
Quienes prime ro e ncue ntre n e l camino tienen la responsabilidad de «guíar» a otros jóvenes para
que todos logren integrarse en la construcción de una patria más e volucionada, cuya característica
más notable se la «civilización»: con armonía s ocial, con armonía política, con armonía e conómica,
con armonía familia r y con armonía e ducativa. Los cambios notables al compararnos con los Homo
sapiens sapiens de hace 100,000 años hacen evidente que los actuales jóvenes posee n pote ncial para
lograrlo.
Afortunadamente, en el presente ya se tiene suficiente información histórica como para reconocer a

quienes han marchado adelante en el proceso de «civilización». Existen muchos «ejemplos a seguir».
Pero, justo es reconocerlos, existen muchos más «ejemplos a no seguir». Por esto mismo, los jóvenes
actuales tienen que ser muy cautelosos, necesitan actuar con gran s igilo en la investigación de quienes
son recordados por sus pueblos como grandes «guías espirituales», como «grandes iniciados».
Para este trabajo hay que tener presente que cada uno de nosotros, los seres vivientes todos , poseemos
cinco instintos básicos: de espacio, de tiempo, de placer, de pervivencia y de armonía. Esto es lo que nos
permite a los humanos la «to ma de concie ncia», entendida esta locución como 'percepción dinámica
del grado de ar monía entre nuestro ser interno, integrado por nuestro instinto de placer y nuestro
instinto de pervivencia, y nuestro entorno, enmarcado en nuestra percepción del espacio y del tiempo'.
Si cada joven realiza s u propia «toma de conciencia», podrán todos reunirse a tomar «conciencia
colectiva»: para se r «civilización». Esto los convertirá en poseedores de «cult ura », entendida esta
palabra como 'saber y hacer propio de una persona y de un grupo humano que da identidad colectiva
en lo social, en lo político, en lo económico, en lo histórico y en lo educativo'. Es redundante decir que la
«cultura» e s conse cue ncia de la «civilización», entendida esta como se anota más arriba.
La «identidad» conseguida así es altamente deseable. Quien logre esta as piración ge nuina puede,
por merecimiento propio, aspirar a ser «guía esclarecido» de q uienes desean transitar por el mismo camino
en el cual él ya va avanzado. En el logro de esta aspiración, cada ser humano e s tá s olo. Uno no puede
preguntar sobre el cómo. Nadie puede informarnos de lo que es consecuencia de encontrar nuestra propia
realidad, nuestra propia «verdad», nuestro propio «arcano», del cual cada quien posee la única llave.
En esta lucha titánica, los jóvenes del presente no están solos. Según Carl Gustav Jung, los humanos
nos acercamos a la «causalidad», la re lación entre las causas y los efectos de los fenómenos naturales, a
través de nuestra «mente», ésta es la base del «pensar científico». En cambio, la «sincronicidad», la
aparición de coicidencias s ignificativas , es pe rcibida a través de nuestra «psiquis», de una manera
apare nte me nte no lógica, es decir, que no opera según la ley causa efecto simple.
Los «iniciados» logran armonizar la «causalidad» con la «sincronicidad», es decir, son capaces de
percibir simultáneamente a través de su «mente» y de su «psiquis»: viven permanentemente centrados en
espacio y tiempo. Su «aquí» y su «ahora» son totales : el universo entero desde el momento mismo del
«gran estruendo» ocurrido hace 9,000 millones de años. Los «grandes inicidados» fueron capaces de
as umir su identidad dual: ser s imultáne ame nte «espacio» y «tiempo».
En realidad, hay que empezar reconociendo que todos nosotros ta mbié n somos «espacio» y «tiempo».
El tiempo no es una entidad e xtraña a los humanos. De la misma manera en que todo «lo vivo» que
existe sobre nuestro planeta, los humanos todos giramos en su entorno cada vez que nuestra «gran casa»
da una vuelta sobre su propio eje y circula mos todos alrededor de Sol cada vez que nuestro planeta
completa una órbita en torno a nuestro astro céntrico. Esto inte gra la «causalidad» y la «sincronicidad».
Quizás la mejor manera de compre nde r esta integración de nuestras dos formas complementarias de
asumirnos como parte de nuestra realidad sea esclareciendo el concepto de «ORÁCULO », que de manera
esencial significa 'respuesta críptica a una consulta personal'. Estas e nigmáticas respuestas tienen que
ser interpretadas por quien hace la consulta. Existen muchos registros históricos sobre personajes que
consultan algún «oráculo» y lo obs curo de la respuesta es tergiversado por el consultante.
Quizás la consulta más conocida sea la que hicieron los padres de Edipo al nacer éste. El «oráculo»
advirtió que mataría a su padre y se casaría con su madre. Al conocer tal respuesta, el rey Layo mandó
matar a su hijo. El hijo no fue asesinado. Se crió en las montañas. Al crecer Edipo y acercarse a Tebas,
donde Layo era rey, se encontró a su propio padre y, sin saber que lo era, lo mató. Terminó siendo rey de
Tebas y casado con Yocasta, su propia madre. Al descubrirlo, horrorizado, Edipo se arrancó los ojos.
El «oráculo» viene a ser una manera de expresar lo que percibimos con nuestra psiquis, con nue s tro
corazón. Los primeros en acudir a tal tipo de consultas fueron los chinos . Durante el periodo pre
histórico chino llamado Lungshan, que floreció hace más de 4,000 años, las cons ultas al «oráculo» se
realizaban quemando un omóplato de vaca que, al ser sometido al calor, se resquebrajaba. Un inte rpre te
se encargaba de e sclare ce r la respuesta al consultante.
Cu a rta sesió n : Lo s g ra n d es líd eres d e la Histo ria h o ja 2 d e 7

Otro método muy extendido en la antigua China consistía en quemar una concha de tortuga, símbolo de
es tabilidad y longe vidad, por lo cual era tenida en gran veneración por el pueblo chino. Se atribuye al
mítico primer emperador, cuyo nombre fue Fu Hs i, el haber e ncontrado las ocho «claves» básicas de la
consulta del «oráculo» de la concha de tortuga. Estas claves son llamadas «trigramas». Algunos calculan
que Fu Hsi vivió hace 4,500 años, otros le calculan una antigüedad de 5,300 años.
El descubrimiento del s ignificado críptico de las resquebrajaduras de la concha de tortuga calentada

y su permanencia después de 5,000 años habla de Fu Hsi como un «gran iniciado». El fue el primero en
leer el «oráculo» chino que has ta e l prese nte se consulta en el I Ching 'libro del cambio'. Por decirlo de
una manera simple, al igual que hace el ADN, la «percepción» de Fu Hsi e s duplicada cada vez que
alguien se explica con su interpretación el significado de los «trigramas» definidos por él.
Cuando un ser humano logra hace r alguna aportación importante para sus congéneres, no muere,
sino que permanece en los demás. En esto se vuelve similar al «genoma» que, duplicándose, permanece en
cada nueva generación de seres de una misma especie. Estos humanos son quienes reciben el nombre de
«iniciados». Algunos, como Fu Hsi, que pervive en el pueblo chino desde hace 5,000 años, me re ce n se r
llamados «grandes iniciados», por haber penetrado has ta la ese ncia del pueblo al cual pertenecieron.
Cuando aparece un «gran iniciado», siempre surgen otros «iniciados» que comple me ntan su trabajo,
que hacen e volucionar lo ya descubierto. En el caso de Fu Hsi, hubo otras aportaciones importantes para
configurar la lectura completa de las respuestas a las consultas. Hace poco más de 3,000 años, Si Peh
combinó los ocho «trigramas» para hacer 64 «hexagramas» y añadió un texto explicativo a cada uno de
los «hexagramas». Este trabajo lo realizó mientras era pris ione ro en la capital imperial Ngan Yang.
El hijo de Si Peh, cuyo nombre era Tan, se convirtió en el fundador de la dinastía Chou. El continuó el
trabajo de su padre, añadiendo su propia interpretación del s ignificado oculto de cada línea de un
hexagrama. Como homenaje póstumo a su padre, le otorgó el título de Wu Wang, como se le conoce hasta
el presente. El trabajo completo, los 64 hexagramas y las interpretaciones de cada línea, fue muy conocido
entre el pueblo chino durante la dinastía Chou precisamente con el nombre de Chou I 'cambio Chou'.
Hace cerca de 2,500 años, Confucio, otro «gran iniciado» chino, estudió el Chou I y añadió nuevas
lecturas a las definidas por Fu Hsi, Wu Wang y Chou. Entre él y sus discípulos agre garon otro tanto al
trabajo realizado por los tres «grandes iniciados» originales. Con este nuevo enriquecimiento, el I Ching
'libro del cambio' empezó a e je rce r una gran infl ue ncia entre el pueblo chino. Sobra decir que en el
presente no sólo sigue siendo «oráculo» para los chinos sino también para el resto de los humanos.
La fuerza de este «oráculo» radica en que se dirige al ser humano dual: a la «mente» y a la «psiquis».
Durante los anteriores 5,000 años, al consultar el I Ching 'libro del cambio', los chinos han tratado de
adquirir la "estabilidad" y la "longevidad" de la tortuga, un animal s agrado para ellos. El recuerdo de Fu
Hsi s igue vivo entre los chinos, cada año, en la fecha de su natalicio, llevan flores hasta su tumba. Esta
«pervivencia» es consecuencia de la grande za ese ncial que como «iniciado» alcanzó Fu Hsi.
Resulta impos ible conocer cual fue el camino «iniciático» que siguió este muy notable «guía
esclarecido» del pueblo chino. Aquí y ahora, cada quien puede interpretar la historia china y sacar sus
propias conclusiones. El problema que tienen los actuales jóvenes es muy similar al que tuvo Fu Hsi:
e ncontrar un camino pa ra e l bie nes tar colectivo : en la convivencia social, en la convivencia
política, en la convivencia económica, en la convivencia familiar y en la convivencia educativa.
El camino encontrado por Fu Hsi continúa siendo vigente. La explicación más simple es que el
«oráculo» chino ofrece a cada ser humano una res pues ta única para su propio «aquí» y para su propio
«ahora». Esto explica la ause ncia de dogmatismo entre los chinos. También explica la p aciencia ante los
infortunios del vivir cotidiano: s u fortale za de es píritu. Esta fuerza interna los lleva a triunfar sobre
cualquier infortunio, para lograr cualquier meta que cada uno se proponga.
Al seguir en orden cronológico surgen muchos otros «iniciados»: Moisés, Hermes Trimegisto,
Pitágoras, Zarathustra, Buddha, Platón, Aristóteles, Jesús, Mahoma. Muchos más tendrían que ser
incluidos en esta corta lista. Cada ser humano que se encuentra a sí mismo y que hace aportaciones nuevas
a la «cultura» en la cual creció es , en realidad, un «iniciado». Algunos notables pensadores han dejado
registrado el método para encontrar nue vas res pues tas a preguntas humanas.
Los «iniciados» han existido desde siempre en todos los pueblos de la tierra. Aunque en el pres ente ya
no existen centros iniciáticos famosos, se puede intentar describir en qué consiste ser «INICIADO». Para
empezar, vale la pena tomar el concepto registrado en diccionarios actuales : 'que está al corriente de
algún secreto', 'instruido en algún arte', 'persona instruida en un conocimiento secreto'. Los huicholes, por
ejemplo, conservan esta institución hasta el presente.
Los maracame 'medicos huicholes' son iniciados desde la edad de cinco años hasta que son adultos,
un total de quince a veinte años. Hay muchos indicios que hacen pensar que las telpochcalli 'casa de
mancebos' eran, muchos de ellos, si no es que todos, verdaderos «centros iniciáticos». Hay que explorar
esta posibilidad. Para empezar, vale reconocer que un «inicia do» es 'quien está al corriente de un
misterio'. Esta palabra, «mis te rio», entendida como 'aquello que es inaccesible a la inteligencia'.
Existen referentes que, en parte, pueden esclarecer el concepto de «misterio». En El Principito, Antoine
de Saint-Exupéry afirma: «lo esencial es invisible para los ojos, únicamente se ve bien con el corazón».
Blas Pascal afirmaba que: «el corazón tiene caminos que la razón no conoce», mientras que los antiguos
filósofos materialistas griegos decían: «nada hay en el intelecto que antes no haya estado en el sentir».
Esto refuerza la validez del referente aportado por Carl Jung de nuestra percepción dual.
La e timología de la palabra «misterio» permite una mayor claridad. En griego, myo significa 'cerrar
los ojos o la boca'. Es así que la palabra castellana mio pe significa 'que cierra un poco los ojos para ver' y
mudo viene a significar 'que cierra la boca'. La desinencia griega terio significa 'lugar': baptisterio 'lugar
de sumergimiento', cementerio 'lugar para dormir', monasterio 'lugar de únicos', et cetera. En Grecia hubo
«centros iniciáticos» donde se descubrían los «misterios»: Crotona, Delfos, Eleusis, Delos, et cetera.
En los «centros iniciáticos» del antiguo Egipto y de la antigua Grecia se trabajaba a oscuras y en total
aislamiento: con ojos y boca cerrados. También se sabe que los «iniciados» ayunaban. Lo anterior vue lve
evide nte que los tlillan calmecac 'centro de altos estudios entre lo negro' y los tlilapan 'en el agua negra'
eran centros iniciáticos, ya que allí se ayunaba cuatro días cada metztli 'mes'. Esto permite «tomar
conciencia» de que el «trabajo iniciático» es común a todos los pue blos de nuestro planeta.
Actualmente ya es posible comprender que el «novicio» hacía un trabajo cons igo mis mo, es decir un
trabajo «esotérico» 'de más adentro', ps íquico, en comparación con «exotérico» 'de más afuera', me ntal.
El «mistagogo» 'guía para el misterio' hacía trabajo «exótérico» con el «novicio», pero correspondía a éste
el trabajo «esotérico». El descubrir los «misterios» es un trabajo personal, intransferible, como vivir, como
morir. Esto hace pensar que lo que ocurre es un e ncue ntro con uno mis mo : con la propia verdad.
Dada su importancia hasta el presente, conviene hablar sucintamente de los «grandes iniciados» de los
pueblos del Mediterráneo. Quizás el primero que puede recibir este nombre sea Hammurabi, el gobernante
de Babilonia que hace unos 3,700 años estableció la famosa "ley del talión", la que establece que 'a tal
delito tal castigo', más conocida como "ojo por ojo, diente por diente". En el Código de Hammurabi se
encuentran muchos los principios legales que están presentes en las leyes mexicanas vige ntes .

Un seguidor de él fue Moisés, quien unos 200 años más tarde sintetizó en la Torah 'ley', actualmente
más conocidad como La Biblia, la cultura religiosa de Egipto y Sumeria. Existen similitudes entre el
«código» de Hammurabi y la «ley» de Moisés. Otro «gran iniciado» en esta misma línea fue el maestro
Jesús de Nazareth. El retomó la «ley» de Moisés y la renovó. El más reciente de los «iniciados» religiosos
seguidores de Moisés vivió hace 1,400 años, Mahoma, quien me ditó durante 15 años el Qorán 'libro'.
Los «grandes iniciados» del Mediterráneo no únicamente fueron religiosos, ta mbié n los hubo laicos.
El más notable de ellos fue Pitágoras, que nació hace 2,600 años y se inició primeramente en Egipto y
posteriormente en Babilonia. A su regreso a Grecia restauró el «oráculo» de Delfos y, posteriormente,
fundó en Crotona, al sur de Italia, un gran centro inciático laico. Todos los grandes filósofos materialistas
y sus seguidores surgieron de allí: Tales de Mileto, Demócrito, Zenón de Elea, Anaximandro, et cetera.
Cabe hacer una precisión notable. Tanto Moisés cuanto Pitágoras s inte tizaron el pensamiento egipcio
con el sumerio. Moisés por haber sido «iniciado» cuando era principe egipcio y por haberse retirado al
desierto de Sinaí 'odio' a reflexionar sobre Jeovah después de haber asesinado a un soldado egipcio.
Pitágoras porque, aunque nacido en la isla griega de Samos, primero se inició en Egipto y posteriormente,
cuando fue llevado como prisionero a Babilonia, se inició también en la cultura sumeria.
Estos dos «grandes iniciados» explican cómo fue que Europa se volvió la heredera de ambas culturas:
la egipcia y la sumeria. Lo que hace 480 años trajeron los españoles a Anáhuac fue precisamente esta
«cultura mestiza». Los jóvenes mexicanos del presente tienen que hacer una inves tigación e xhaus tiva
de esta herencia nuestra. Es importante es clare ce r desde nuestro «aquí» y desde nuestro «ahora» cuáles
fueron las aportaciones pe rmane ntes de los «iniciados» del Mediterráneo: encontrar su «verdad propia».
Para entender esta «verdad propia», es conveniente acudir a Carl Gustav Jung. El plantea que existe en
los seres humanos un «INCONSCIENTE INDIVIDUAL», entendido como 'conjunto de los fenómenos psíquicos
que se ubican más allá de la conciencia', que actua en concordancia a un « INCONSCIENTE COLECTIVO »,
entendido como 'entidad electromagnética generada por los individuos de una misma especie genética,
que tiene la misión de proteger la pervivencia de la especie protegiendo a los individuos'
También Jung aportó el concepto de «ARQUETIPO », que en términos de este autor significa "estructura
universal salida de lo inconsciente colectivo que aparece en los mitos, los cuentos y en todas las
producciones imaginarias de los individuos". Tomando este referente, vale la pena acuñar, en este «aquí»
y en este «ahora», el término «ARQUETIPO GENÉTICO », con el significado: 'necesidad instintiva de
conducta'. Con este nuevo referente se pueden comprender mejor lo que ocurre durante el «proceso
iniciático».
Sin entrar en mucho detalle, existen cinco «arquetipos genéticos»: que resultan corres pondie ntes a
nuestros «sensores monarca». El prime ro puede ser llamado «nuestra conciencia ética», madura de los 6
a los 12 años de edad, el se gundo «nuestra conciencia humana», madura entre los 12 y los 18 años, el
te rce ro «nuestra voluntad logradora», madura entre los 18 y los 24, el c uarto «nuestra energía sexual»,
madura entre los 24 y los 30, y el quinto «nuestra fuerza armonizante», madura entre los 6 y los 30.
Estos cinco «arquetipos genéticos» son universales. Son los que se activan de mane ra no conscie nte
al consultar algún «oráculo», como es el I Ching 'libro del cambio', o alguna pitonisa griega en Delfos. En
el presente, los jóvenes mexicanos están en posibilidades de hacer un «trabajo iniciático» que les permita
lograr la maduración de estos cinco «instintos». En el sistema educativo nacional de presente no e xis te
esta posibilidad. Cada uno tiene que emprender su propio camino hasta lograr la maduración plena.
Al alcanzar todos la madurez ética personal existirá colectivamente «armonía s ocial». Al cada uno
lograr madurez humana, colectivamente existirá en nuestra patria «armonía política». Cuando cada uno
de los actuales jóvenes haya logrado madurez logradora, habrá en nuestra patria «a rmonía e conómica».
Cuando cada uno haya madurado sexualmente, muy más allá de la simple facultad de eyacular o de
ovular, se tendrá «a rmonía familia r», al madurar todos nuestra fuerza armonizante habrá
«civilización».
Así, ya puede verse con claridad que todos los humanos contamos con la «base genética» para tener
éxito en nuestro propio «proceso iniciático». De la informació n anterior se desprende que el «proceso
iniciático» es, en esencia, el proceso de maduración individual que nos conduce al «estado adulto».
Cualquier estudio cuidadoso que se realice en el presente, haría evidente que la mayoría de los humanos,
incluidos los mexicanos, se comporta como s i tuvie ra menos de seis años de edad.
En efecto, el comportamiento de los humanos del presente pudiera ser descrito como que todos
pade ce mos un «síndrome de Peter Pan», el personaje de un conocido cuento que a los doce años
de cidió que nunca sería adulto. Se fue a vivir a la tierra de "nunca jamás". Los jóvenes actuales enfrentan
a adultos que manifiestan os te ntos ame nte este comportamiento. Los jóvenes están cansados de escuchar
advertencias éticas de quienes con s us he chos nie gan los consejos que gratuitamente dan a otros.
El problema de los jóvenes puede plantearse de una manera simple: se trata de sacar a nuestra patria de
la «barbarie» para hacerla incorporarse a la «civilización». Para que quede clara me nte e nunciada esta
tarea, hace falta decir que «BARBARIE» es una 'modalidad errónea de percibir el propio espacio y el
propio tiempo que incita a un individuo o a un grupo humano a realizar acciones que siempre causan
sufrimiento propio y ajeno, intransigencia, violencia, despojo, destrucción y muerte'.
Sobra decir que quienes sufren el «síndrome de Peter Pan» lo que hacen es manife s tar cada día esta
errónea manera de percibir su «aquí» y su «ahora», por esto mismo, cada día realizan acciones que los
ocasionan s ufrimie nto propio, además de todo tipo de problemas. Los hospitales están llenos de ellos,
lo mismo que las cárceles; son los corruptos, son los grandes consumidores de cigarros, de alcohol, de
droga, et cetera. Los grandes males del presente son una des comunal manifestación de «barbarie».
Lo más importante de quienes están en este caso es que no han t rabaja do su propio proceso de
maduración interna. Es muy fácil establecer el origen de esta notable falla de nuestra patria: e l s is te ma
e ducativo me xicano. En efecto, en todas las aulas de la República Mexicana se trabaja de manera
exclusiva con la «mente», se hace s ólo trabajo «exotérico». La ause ncia de trabajo «esotérico», de
trabajo «psíquico», impide que los niños maduren sus cinco «arquetipos genéticos».
Para cambiar este lamentable estado de cosas, cada joven cue nta con sus cinco «arquetipos
genéticos». El trabajo de cada quien es responsabilidad propia. El futuro que vivirán los ahora jóvenes
será en función de l traba jo de cada uno. Para tener un futuro «civilizado» es preciso que cada joven
inicie ya su propio «trabajo iniciático». En nuestro «aquí» y en nuestro «ahora» resulta evidente que
hemos recibido múltiples ejemplos de humanos que, en el pasado, han hecho grande s aportaciones a la
«civilización».
Ubicando su trabajo en el contexto biológico, cabe decir que un «INICIADO» es 'quien logra sintetizar
de manera armoniosa su herencia genética con su entorno cultural y cuyos hayazgos son
permanentemente duplicados por las futuras generaciones'. En el mismo sentido, en nuestro «aquí» y en
nuestro «ahora», se puede establecer que un « GRAN INICIADO» viene a ser 'quien logra asumir
permanentemente cada uno de sus cinco arquetipos genéticos y lega a sus semejantes la manera de
lograrlo'.
Quizás muchos se sientan abrumados ante tal reto. En general, los mexicanos todos nos sentimos
inferiores a los demás humanos: s omos pe rsonas muy apocadas . Esta fue la fuerza del PRI. Nuestra
desvalidez anímica pe rmitió que durante 71 años se nos manipulara, se nos endilgaran deudas
millonarias de dineros sustraídos por funcionarios y empresarios corruptos, se nos diera una "educación"
mediocre y manipuladora. Los jóvenes tie ne n la opción de cambiar este lamentable estado de cosas.
No se trata sólo de cambiar por cambiar. Primeramente es necesario hacer una muy comple ta
investigación histórica tanto de nuestro pasado propio cuanto de nuestro pasado mediterráneo: tenemos
necesidad de encontrar todo aque llo que armoniza lo anahuaca con lo europeo. Esta es la tarea de los
jóvenes. Una vez completado y compartido cole ctivame nte este trabajo «exotérico», cada uno tiene
que llevar a cabo su propio trabajo «esotérico» para as í conve rtirse en «gran iniciado».
Este trabajo interno es lo que nos lleva al e ncue ntro con uno mis mo, es lo que nos permite
descubrir nuestra «identidad esencial», eso que nos permite s abe r quie nes s omos como individuos y
como género, en síntesis, es el camino que nos permite as umir ple name nte la fuerza de nuestro
«genoma», de nuestro ADN: que desde hace 3,200 millones de años manifiesta su grandiosidad en nuestro
planeta y que posee vigor de s obra para seguirse duplicando durante los siguientes 3,200 millones de
años.
Es muy hermoso que los jóvenes del presente enfrenten un reto de esta magnitud. Cuando ya no se
tienen retos uno desea morir. La vitalidad de un pue blo se refleja en la pujanza de sus nuevas
generaciones, en lo exitoso de su esfuerzo. Cada nueva generación que acepta enfrentar su reto propio está
escribiendo la historia de su patria: con le tras de oro. A la hora del esfuerzo «iniciático» uno siempre
está solo, pero a la hora de cose char los frutos del trabajo de cada uno estamos todos unidos.
Cada uno tiene que preguntarse a sí mismo: ¿que país deseo entregarle a mis nietos? Cada joven que se
hace esta pregunta e s tá iniciando un proceso de cambio interno, su propio camino hacia el estado
adulto. Cuando logre ser un adulto de verdad, s ólo e ntonces , el joven habrá dado respuesta a su
pregunta. Quien trabaja entregadamente durante cuarenta años, con toda certeza gozará a sus hijos y a sus
nietos. Les platicará, con la satisfacción de quien enfrentó exitosamente un reto, que dis frutó
hacié ndolo.

Quinta sesión: EL LID ER A ZG O SO CIA L
Quienes estamos presentes «aquí» y «ahora» lo primero que percibimos de los de más es su «cuerpo».
Dicho de otra manera, ante todo, cada uno de nos otros «es» para los demás: un «cuerpo viviente». Esto
significa, prime rame nte , que somos una manifestación presente del fenómeno que ha estado ocurriendo
sobre nuestro planeta desde hace 3,200 millones de años: la vida. Cada uno de los «aquí» presentes en
este «momento» tiene una larga cadena de «aquís» y «ahoras». Cabe abundar a este respecto.
Nada es accide ntal: los «aquí» y «ahora» de cada uno de nosotros nos explican por qué estamos
reunidos. Existe pa ra cada uno de nosotros una razón de ser de nuestra presencia colectiva. Se trata, en
términos de Jung, de una «coincidencia significativa». Algo interno de cada uno de nosotros hace que
hayamos coincidido todos nosotros en este lugar y en este momento. Lo que buscamos todos «aquí» y
«ahora» es nuestra «identidad», cada uno de nosotros desea encontrar su propia «razón de ser».
Dicho de una manera más clara: cada uno de nosotros ne ces ita encontrarse a sí mismo. Este es un
asunto definitivamente instintivo, entendido «INSTINTO » como 'vigoroso impulso humano a realizar
acciones que conducen a un logro particular que no es conocido mentalmente pero que corresponde a
finalidades precisas de nuestro género'. El anterior re fe re nte permite esclarecer la razón de esta innata
búsqueda de uno mismo: en tanto individuo y en tanto gé ne ro.
Cada uno de nosotros es simúltáneamente dos diferentes «seres únicos»: un «ser único individual» y
un «ser único colectivo». Esto es lo característico de nosotros: esto es lo que nos caracteriza, lo que nos
hace particulares. En tanto seres vivientes, posee mos «instinto vital», es decir, como cue rpo, cada uno
de nosotros busca instintivamente mante ne rse vivo. Este instinto es dual: como «seres individuales» y
como «seres colectivos». Buscamos mantenernos vivos tanto como pe rs onas cuanto como s ocie dad.
El «instinto vital» de cada uno de nosotros es el más importa nte de todos . Lo primero que cabe
decir al respecto de los instintos es que determinan nuestro compo rtamie nto «psíquico». Se puede
afirmar que nuestro «INSTINTO VITAL» consiste en un 'conjunto de pujantes impulsos a realizar aquellas
acciones que aseguran la preservación de nuestro vivir corporal'. Lo prime ro que necesita un
«dirigente» es justamente manifes tar pe rmane nte me nte un «instinto vital» maduro.
Resulta inútil decir que cuando los demás perciben madure z en nuestro «instinto vital» siempre
responden de manera equivalente, se ins piran para manifestar vitalidad ellos mismos. Esto es la obvia
consecuencia de que dicha madurez s e manifies ta de modo permanente en forma de cinco habilidades
cotidianas: armonización con lo vivo, armonización con lo cie rto, armonización con lo cole ctivo,
armonización con lo nue vo, armonización con lo armo nios o.
Este compo rtamie nto ha sido observado desde muy antiguo. Entre los griegos se llama êthos,
'carácter, manera de ser', de donde ethikós, 'moral, relativo al carácter', de allí la palabra castellana é tica
'conjunto de principios de acción que adopta un individuo para regir su comportamiento con los demás'.
Entre los latinos se acuñó la palabra mos, moris 'uso, costumbre, tradición', 'manera de vivir', 'modo,
manera', propiamente 'deseo, capricho', de allí el adjetivo moralis 'moral'.
Quienes han madurado su «instinto vital» generalmente son personas "de mucho carácter", lo cual
s ignifica que manifiestan una manera propia de ser, que no se doblegan ante las dificultades, que poseen
una gran energía de acción, que son muy animosos, que muestran siempre una actitud de gran dignidad, se
respetan a sí mismos y a los demás, responden con mucha nobleza ante situaciones adversas, sus acciones
corresponden siempre a convicciones profundas : irrenunciables.
Una persona que ha logrado madurar su «instinto vital» siempre resulta una compañía muy
estimulante para quienes comparten su «aquí» y su «ahora». De manera espontánea, quien se encuentra
ante una tal presencia siente deseo de inte grars e a sus objetivos. Puede decirse que quien ya maduró
«vitalmente» logró una total soberanía para comportarse: s ie mpre ins pira unidad cole ctiva . Al poseer
«soberanía vital», uno es bien recibido por todos, en todo lugar. Uno se vuelve inte nsame nte «vital».
La mejor manera de des cribir a una tal persona es «inspirante». Sus acciones siempre son originadas
por un ejercicio pleno su «libre albedrío». Rara vez, si acaso llegara a ocurrir, el comportamiento de
alguien con «soberanía vital» genera algún conflicto. En tal caso, de inmediato lo resuelven. Son personas
acogidas caluros ame nte por quienes ya los conocen. Son buscados, para solicitarles consejos, por
familiares, vecinos, amigos y por compañeros de trabajo. Su vivir es prote gido por todos.
Tratando de es clare ce r el porqué de una tal manera de ser, conviene plantear la existencia de algún
ce ntro corporal donde se ubique esta fuerza «vital», cuyo nombre debería ser « VITALIDAD », entendida
esta palabra como 'centro originador de impulsos de acción que buscan garantizar la preservación de
nuestro cuerpo'. La palabra nahua Tezcatl ipoca 'espejo su humear' es el nombre que corresponde mejor
que cualquier otro a este «arquetipo genético»: que rige nuestro comportamiento con los demás.
Cuando todos los individuos de una «colectividad» han madurado «vitalmente», cuando todos han
alcanzado «soberanía ética», nombre igual a «soberanía vital», se logra un «vivir social» en armonía,
dicho de otra manera, se convive en «armonía social». Esta el la prime ra y más importa nte
característica de un «vivir civilizado». Cabe decir que en el presente no e xis te esta manera de vivir
colectivo en ningún país del mundo. Al no tenerse un referente práctico, conviene abunda r sobre este
asunto.
Lograr este «vivir civilizado» en nuestra patria se rá un gran avance en la «evolución», en particular
un avance en el proceso de «humanización» que normalmente se conoce como «civilización». Son los
jóvenes quienes han de llevar a cabo esta nue va e tapa del género Homo. Para realizar esta «tarea
generacional», los jóvenes actuales cuentan, cada uno, con 100,000 millones de kilómetros de ADN: un
me tro en cada célula. Se trata de iniciar un proceso de «duplicación» de la madurez «ética»
Esto requiere de un «proceso iniciático». Este proceso es pa rte de un «programa genético», del mismo
tipo del que nos hace apare ce r dientes al cumplir un año de edad y ca mbia rlos al cumplir los seis años.
Existe mucho trabajo por delante para esclarecer todos los programas inscritos en nuestro «genoma». En
nuestros cerca de 30,000 «genes» está registrado nue s tro programa de vida. Cada cambio entre el
momento de nuestra concepción y nuestra ancianidad está ge né ticame nte escrito en nuestro ADN.
Lo más importante de nuestro «genoma» es que la mitad procede de nuestra madre y la otra mitad de
nuestro padre. La mitad que procede de nuestra madre es idé ntica en hombres y mujeres. La mitad que
procede de nuestro padre es la que de te rmina nue s tro sexo. Esto hace evidente que las características
que heredamos de nue s tra madre son las que nos dan «identidad» como especie del género Homo y que
de nue s tro padre heredamos nuestra «identidad» sexual: mujer u hombre.
De nuestra madre heredamos la pertenencia a la especie Homo sapiens sapiens, la aptit ud para
comprometernos con nuestros semejantes, para pe rte nece r. Esto se manifiesta en los humanos como
Qu i n t a s e s i ó n : E l l i d e r a zg o s o c i al h o ja 2 d e 7
«instinto de pervivencia». De nuestro padre heredamos la tendencia natural al «placer», a dis fruta r todo
lo que hacemos, la inclinación congé nita al «deleite», el deseo pe rma ne nte de «gozar» todo lo que
hacemos. Este impulso innato es precisamente nuestro «instinto de placer».
Aquí ya puede plantearse que nuestro «instinto de pervivencia» pertenece al he mis fe rio izquie rdo
de nuestro cerebro, con el cual percibimos el tiempo, debido a que pervivir es 'mantenerse en el tiempo'.
En correspondencia, nuestro «instinto de placer» se ubica en el he mis fe rio de recho, en donde
percibimos el espacio, ya que disfrutar se ubica en el «aquí». Así como necesariamente tiene que existir
la «vitalidad», resulta obligado plantear la existencia de respectivos centros corporales que alo jen dichos
instintos.
En donde se aloja nuestro «instinto de pervivencia» puede llamarse «AFECTIVIDAD», e ntidad que
puede ser conceptualizada como 'centro originador de impulsos de cercanía permanente con otros
humanos'. Para mejor compre nde r el porqué de este nombre conviene trabajar un poco su etimología.
La definición del diccionario de esta palabra, afe ctividad, es: "desarrollo de la propensión a querer",
"conjunto de los fenómenos afectivos", siendo afe ctivo lo "relativo afecto", y afe cto es sinónimo de:
cariño, amistad.
El "desarrollo de la propensión a querer" es conse cue ncia de un «programa genético» que se inicia
desde el momento mismo de nuestra concepción y te rmina al momento en que cumplimos los 30 años de
edad. Tiene dos fases, la primera de las cuales es «receptiva» y la segunda «interactiva». La «fase
receptiva» genera cuat ro «marcas» y la «fase interactiva» genera cuatro «núcleos emotivos» al integrarse
dichas cuatro «marcas» con otros tantos «focos» eróticos.
Las «marcas» se generan por la ce rcanía con otros humanos. La prime ra es la «marca gestaticia»
que se genera durante los nue ve meses que permanecemos en el vientre de nuestra madre. La se gunda
es nuestra «marca matricia» que se conforma durante nuestros primeros t res años de vida. La te rce ra es
nuestra «marca patricia» que aparece en los segundos tres años. La cuarta es nuestra «marca grupicia»
que se forma entre los s e is y los doce años de edad por cercanía con quienes tienen la misma edad.
Es muy importante señalar la necesidad de vivir ro de ado de cariño durante todo este tiempo. Quien
vive re cibie ndo afe cto durante todo este tiempo logra poseer «marcas» muy vigorosas. Quienes no
están en este muy afortunado caso, la gran mayoría de nosotros, manifiestan fallas de «pervivencia», lo
más frecuente es que mue ran pre maturame nte . Son personas que muestran carácte r dé bil, que no
son capaces de enfrentar exitosamente los retos diarios que nos presenta el vivir: s on apocados .
La contraparte es nuestra «EROTIDAD», entendida como 'centro originador de impulsos de placer

sensorial'. Es esta e ntidad donde se origina el goce de lo que vemos, de lo que oimos, de lo que olemos,
de lo que palpamos con la piel y de lo que gustamos en la boca: con lengua y paladar. Esta palabra,
erotidad, es de origen griego: eros significa en castellano 'amor sensual', erotikos es 'lo relativo al amor
sensual'. La palabra griega agápe es también 'amor', pero más bien en el sentido de amistad, de afecto.
La «erotidad» s e manifies ta en cuatro «focos». El prime ro es nuestra «oralidad» que es el 'impulso

a gozar con nuestra mucosa oral' se enciende desde el momento de nacer y, cuando vivimos rodeados de
ace ptación, se apaga naturalmente a los tres años de edad. El s egundo es nuestra «analidad» que es el
'impulso a gozar con nuestra mucosa anal' se activa al cumplir un año de edad y se mantiene encendido, en
condiciones óptimas de ace ptación, hasta cuando cumplimos los once años de edad.
En los varones, el te rce ro de los «focos» corresponde a nuestra «heteridad» que es el 'impulso a gozar
sensorialmente la presencia de quienes poseen sexo femenino', la cual se enciende a los dos años de edad
y se mantiene encendida hasta los t re inta. En las hembras, este es el cuarto «foco» y se enciende a los
cinco años , permaneciendo activo también hasta los t re inta. Esto tiene que ver con la manera de
percibir a nuestros padres: un niño percibe a su madre antes que las niñas lo hacen con el padre.
En los varones, el c uarto «foco» es nuestra «homalidad» que es el 'impulso a gozar sensorialmente la
presencia de quienes poseen igual sexo'. Este «foco» se enciende a los cinco años por la presencia de
nuestro padre y se mantiene en actividad hasta los ve inticuatro años . En las niñas, este es el te rce r
«foco» y se activa a los dos años de edad, con la presencia de su madre, manteniéndose encendido hasta
los mismos ve inticuatro años de edad.
La inte gración entre nuestra «afectividad» y nuestra «erotidad», de acuerdo al «programa genético»
se da entre los se is y los tre inta años de edad, para generar nuestra «EMOTIVIDAD », nombre que designa
el 'centro generador de impulsos que nos mueven de manera permanente hacia todo lo que nos lleve a
disfrutar la pervivencia'. Cuando alguien ya alcanzó la madurez plena en su «emotividad» muestra un
carácte r firme en sus convicciones, su amistad, en su vocación y en su pareja.
La cons olidación de nuestra «emotividad» se lleva a cabo en cuatro etapas bien distintas, durante
cada una de las cuales se integra un «núcleo». El primer «núcleo» que se genera es precisamente nuestra
«vitalidad», que es el resultado de la «integración» de nuestra «marca gestaticia» con nuestro «foco oral»,
o sea, nuestra «oralidad». La etapa en que ocurre la maduración de nuestra «vitalidad» se cubre entre los
se is y los doce años de edad. Independientemente de otros procesos internos que se estén llevando a
cabo.
Otro muy importante proceso que se lleva a cabo entre los seis y los doce años de edad es la formación
de la «marca grupicia». Esta «marca» la re cibimos los niños de la compañía de otros niños y las niñas
de la compañía de otras niñas. La ocurre ncia s imultá ne a de dos importantes procesos internos le da
una característica única a la etapa de los seis a los doce años. Por un lado, la integración del «núcleo vital»
nos hace autónomos y, por el otro, la adquisición de la «marca grupicia» nos vuelve co-
pe rte ne cie ntes .
Es importante esclarecer esta etapa dual para comprender muchos de los problemas nacionales y
mundiales. Lo que nos ocurre durante la época en que cursamos la escuela primaria es de te rminante
para el resto de nuestra vida. En esta etapa es tá e n jue go el futuro de un país. Cuando se tiene un sistema
educativo integrado por maestros cons cie ntes de lo intrincado de los procesos internos que ocurren en
esta etapa, el resultado es la existencia de nue vas ge ne raciones de ciudadanos ilus tres .
Es en esta muy difícil etapa de nuestro crecimiento cuando s e ges tan los futuros «adalides», los futros
«guías», s í, pero también los futuros «granujas». El esclarecimiento de las variables que determinan que el
proceso de formación de los adultos del futuro requiere mucho más tie mpo del que se puede dedicar en
un seminario como el presente. No obstante, este seminario tiene que sentar algunas bases importantes de
lo que nos ocurre durante estos años cruciales de nuestra niñez.
Lo más importante que ocurre para resolver esta etapa a favor de la «evolución» y a favor de la
«civilización» es que los niños dispongan de información abundante sobre lo que somos en tanto
«seres vivientes» y lo que somos en tanto «seres humanos». Cuando esta información está dis ponible
para un grupo de niños de primaria, cada uno toma referentes para definir su propia «norma de conducta»,
para adoptar un conjunto de principios propios para ser autónomo, s obe rano de su libre albedrío.
El «libre albedrío» es la posesión más valios a que posee cada uno de nosotros. Esta pertenencia es lo
que ha caracterizado al proces o evolutivo de la vida, que tiene ya 3,200 millones de años de mostrarse
sobre nuestro planeta. La gran variedad de seres vivientes que pueblan el exterior de la Tierra son una
muestra fehaciente de la fue rza vital del libre albedrío: todos tenemos cabida. Pertenecer al «proceso
evolutivo» es la razón más poderosa para re s pe tar el «libre albedrío» de los demás.
La inmensa variedad de seres vivientes que han aparecido a lo largo de 3,200 millones de años es una
constantación de la pujanza ilimitada de la vida: cada nue va ge ne ración trae su propia fuerza
evolutiva. Los niños del presente son, necesariamente, más evolucionados que quienes ya somos
adultos. Ellos tienen derecho a ejercer su libre albedrío en plena libertad, de la misma forma en que
nosotros lo ejercimos, as í, ellos estarán forjando un país más evolucionado que el cual les estamos
legando.
Aquí no puede dejarse de mencionar el apotegma de don Benito Juárez: «el respeto al derecho
ajeno es la paz». Los maestros de primaria tienen que comprender muy bien el significado de esta
«norma de conducta». Más importante se vuelve que los maestros p ropicien la adopción de este principio
«ético» para que la etapa de los seis a los doce años genere adultos con carácte r vigoroso. Para que
un país sea vigoroso, sus adultos deben serlo. La fortaleza de una nación es la de sus adultos.
Lo que ocurre más fre cue nte me nte en México es que los maestros impongan obediencia a sus
alumnos. El sistema educativo mexicano está do mina do por los maestros do minantes , por maestros
intole rantes del ejercicio del «libre albedrío» de los niños. Estas figuras impe ran en su salón de clase
como s i fuese n emperadores romanos de hace 2,000 años, cuando el imperio romano de "Occidente"
empezaba su sangriento apogeo. Mantienen a sus alumnos como s úbditos incondicionale s .
La fuerza genética de la integración es más fue rte que cualquier maestro autoritario. Es por esto que
se genera la re be ldía clandes tina: "en lo oscurito". Los niños empiezan a convertirse en "chavos
banda", que paulatinamente engruesan las filas de la delincuencia, de los criminales, de los
narcotraficantes, de los secuestradores, de los ladrones de automóviles, de los funcionarios públicos
corruptos , et cetera. El o rige n de todos los «granujas» de nuestra patria está precisamente e n las
escue las primarias .
Quienes estamos «aquí» y «ahora», tenemos que «tomar conciencia» de esta realidad y actuar e n
consecue ncia. Si respetamos el «libre albedrío» de los «granujas», tenemos que esperar a las futuras
generaciones de niños para e mpe zar a resolver este muy grave problema nacional. En honor a la verdad,
cabe señalar que las escuelas primarias, más que fábricas de delincuentes, en realidad son las que
comple tan la "fabricación" de «granujas». Vale aquí abundar sobre este asunto.
Es bien sabido que el sesenta por ciento de los mexicanos nace n fue ra de l matrimonio. No somos
los únicos, en 1900 al 8 por ciento de los franceses les ocurría lo mismo, en el año 2000 europeo ya fue el
40 por cie nto. Quien nace en estas irregulares condiciones, el primer registro que tiene en su memoria,
en su «marca gestaticia», es un grito masculino que, más o menos, es así: "¡Ta ruga!, ¡te dije que te
cuidaras!". Esto frecuentemente acompañado con golpes y maltratos de todo tipo a la recién preñada.
Lo más común, cuando no es forzada a abortar, es que la preñada sea abandonada a su suerte. Tal
problema es grave: el sesenta por ciento de los mexicanos lo sufre. Estos niños s ue le n cre ce r en las
calles de ciudades y pueblos de la República Mexicana: en espera de tener e dad s uficie nte para ejercer
su actividad de «granujas». Los que, estando en esta triste realidad, asisten a la escuela primaria son
individuos incapaces de madurar su «vitalidad»: son casi todos "niños problema".
Al se r tantos , justo es decirlo, los maestros no pueden tener otra actitud que impone r obediencia.
Estos niños renuevan su sentimiento de ser re chazados , ser intole rados , de estar de más en este
mundo. La fuerza vital de su «genoma» le hace buscar un lugar en este mundo: la compañía de otros
igualmente ne gados por sus padres. La presente generación de jóvenes no puede hacer otra cosa que
enfrentar este problema y buscar una solución válida o, al menos, inte ntar una opción de solución.
A quienes les interese solucionar tal problema, o a quienes estén en esta la me ntable encrucijada, les
puede ser de utilidad conocer la información aquí reunida. Para libe rarse uno del daño que tales padres
le ocasionaron, generalmente po r accide nte , lo importante es recordar lo ocurrido. Cuando estos hechos
sucedieron durante nuestra gestación, es imprescindible acudir a la madre, e l pe rs onaje ce ntral, o a
familiares que hayan estado muy cercanos durante el tiempo en que fuimos gestados.
No importa cuán grande haya sido el daño que nos ocasionaron durante nuestra primera infancia, o
durante la infancia que vivimos en los años de la escuela primaria, o de la secundaria; la fuerza genética
que nos impulsa a convertirnos en adultos es tan pode ros a que nos permite sobreponernos,
holgadame nte , a cualquier daño previo. M ie ntras hay vida hay fue rza pode rosa . Los jóvenes
tienen una gran fuerza, los niños poseen una fuerza vital aún mayor. Tienen que confiar cada uno e n s í
mis mo.
Enfrentar esta problemática resulta muy riesgoso: s e corre pe ligro de mue rte . En todos los centros
«iniciático», tanto del Mediterráneo de la antigüedad cuanto de la antigua Anáhuac, siempre se hacía que
los «novicios» e nfre ntaran la mue rte . Este enfrentamiento es ineludible para aquellos que desean
convertirse en «iniciados». Hasta muy recientemente, hace menos de 100 años, empezaron a encontrarse
explicaciones de esta ne ces idad ine ludible de e nfre ntar la mue rte .
Todos los seres vivientes poseemos en nuestro «genoma» un e s tricto control de duplicación.
Cuando se detecta alguna falla de «duplicación», s e aborta e l proceso. Este verbo, abortar, proviene del
latín aborior, aboriris, aboriri, que en castellano equivale a: 'morir, perecer, extinguirse, apagarse' y, en
consecuencia, 'abortar, malparir'. Cuando de manera natural ocurre un aborto, el embrión abortado
siempre presenta malformaciones corporale s . El proceso de «duplicación» es muy estricto.
Cuando ya nacido el infante es abandonado por su madre, o bien no lo acaricia lo s uficie nte , el
recién nacido entra en un proces o de autoe liminación llamado «marasmo». Esta palabra es griega:
marasmós 'consunción, agotamiento', derivada de maráino 'me consumo'. Estos pequeños son muy
voraces, comen mucho más que los normales, pero defecan el alimento sin digerir. La ause ncia de
muestras de amor materno es, para el infante, una prueba de malformación: una falla de «duplicación».
Quienes tienen entre sus recuerdos algún tipo de re chazo afectivo, materno o paterno, tienen que
trabajar para superarlo. Aunque no exista el recuerdo consciente de tales dolorosos hechos, si es es que
ocurrió algún desaire, algún desdén, con certeza total hay late ncia de un proceso de autoeliminación que,
tarde o temprano, ocas ionará una mue rte pre matura . Para enfrentar un tan doloroso incidente, vale
recordar al valie nte de la canción Valentina: "... si me han de matar mañana, que me maten de una vez."
Como se anota más arriba, la inmensa mayoría de los mexicanos guarda en su corazón rechazos más
o menos graves. Dicho de otra manera, casi todos los mexicanos tenemos la amenaza de una muerte
prematura por «suicidio inconsciente». En su gran mayoría, los jóvenes también están en esta situación,
con la gran ve ntaja de que la restauración de su «vitalidad» no resulta tan problemática. Para quienes
ya cumplieron lo 30 años, o más, el e ncue ntro con su «verdad interna» resulta más difícil.
No obstante, si alguien siente un profundo deseo de llevar a cabo su «iniciación corpórica» tiene
siempre el potencial genético de tener éxito. A quienes tienen más de 30 años, lo que resulta necesario es
no intentarlo uno solo. Es muy recomendable contar, todo el tiempo que dure el proceso, con la
coope ración de un «iniciado» o, si no hay alguno cerca, contar con el apoyo de una persona mayor. Uno
necesita un «aliado» fue rte para tener éxito. Encontrarlo es cuestión de uno pro poné rse lo.
Lo único seguro que tenemos los seres vivientes, todos , es nuestra muerte. Quien desee ser «iniciado»
tiene que recordar esta certeza absoluta. Quienes han logrado ser «iniciados» son aquellos que e n ningún
mo me nto de su «proceso iniciático» se dejaron vencer por el temor a morir. Este proceso trae como
consecue ncia obligada la «forja del carácter». Al final, el «iniciado» resulta posee dor de una «ética
propia» que lo hace siempre mostrar un carácter muy fuerte: todo lo hace por convicción profunda .
Como ya cruzó por el «umbral de la muerte», siempre "se la juega" en cada cosa que emprende.
Alguien con tal fortaleza de espíritu logra lo que se propone. Quien logra convertirse en «iniciado» e s ya
un «líder». Al uno ser «iniciado» uno se reconcilia con «lo vivo». Uno se encuentra consigo mismo: con
su propio «genoma». La consecuencia es manifestar una gran «vitalidad». Las enfermedades
des aparece n para s ie mpre de un «iniciado». Las relaciones humanas de un «iniciado» se vue lve n
armo nios as .
El «iniciado» se convierte en una pe rs ona armonizante . Empieza a vivir irradiando armonía cada
día, su entorno se ilumina. Su presencia s e vue lve luminos a para sus familiares, para sus vecinos, para
sus amigos, para sus compañeros de actividades. Su «vivir social» se armoniza. Empieza a manifestar, de
manera permanente, un «liderazgo social». En s u prese ncia, cuando aflora un problema siempre surgen
múltiples soluciones: to dos e n s u e ntorno aportan ideas para armonizar: para unirs e .
La edad más temprana en que puede uno ser «iniciado», considerando el «programa genético », es los
doce años . Nuestro abuelo Cuauhtemoctzintli al cumplir esta edad ya era do ble me nte «iniciado»: como
oceloyaoquizqui 'guerrero ocelote' y cuauhyaoquizqui 'guerrero águila'. El comenzó su «proceso
iniciático» en Ocuillan 'entre orugas' y lo completó en Malinalco 'donde la hierba torcida'. Re tomar esta
formación «iniciática» en todas las escuelas primarias de nuestra patria es una prioridad nacional.
Para construir un gran país, los jóvenes tienen primeramente que hacerse «iniciados» y, e nseguida,
aliarse con otros muchos «iniciados» para re cons truir el sistema educativo: cada aula debe s e r
trans figurada en un «centro iniciático». Este cambio requiere de que cada uno de los maestros sea, a su
vez, un «iniciado». El reto es grande. Los ya adultos no podemos asumirlo. Ya se nos pasó el momento.
Los jóvenes es tán e n tie mpo de asumir tal reto: cuentan con 40 años para triunfar.
En síntesis: el e ncue ntro con uno mis mo implica que uno encontró su razón de ser, que uno ya
des cubrió cuál es el reto que s u propio corazó n de sea e nfre ntar. Cada joven está solo en este
encuentro consigo mismo. Cada nueva generación tiene nuevos retos. Cuando en una generación no
surgen jóvenes deseosos de enfrentar retos, el país donde viven está en proceso de decadencia, de
extinción. Entre más jóvenes desean «iniciarse» para encontrar su propia misión, más pujante se
vuelve un país.
Sexta sesión: EL L ID ER A ZG O PO LÍ TIC O
Quizás la más grande care ncia de nuestra patria sea la ausencia de «liderazgo político». Después de 71
años de predominio de un partido do mina nte del escenario político nacional no e xis te algo que pueda
ser identificado ni tan s iquie ra como «liderazgo». El ambiente político mexicano estuvo caracterizado
por el sometimiento de todos los ciudadanos a la voluntad del PRI: siempre orgullos o y avas allador.
Quien deseaba "hacer carrera" tenía que someterse una obe die ncia ignominios a y humillante .
Los priístas se han caracterizado por lo que ellos llaman la líne a. Esta "línea" de los priístas era un
mandato impe rial surgido de Los Pinos, la residencia oficial del presidente de la República, a quien
todos los miembros del Partido Revolucionario Institucional obe de cían de manera incondicional: servil
hasta la ignominia. La pertenencia "al partido" se ha caracterizado por la adulación a los jefes, los "de
arriba", y el trato despótico y arbitrario para los subordinados: ta mbié n priís tas .
Con la muy considerable fuerza que le llegaba de Los Pinos, en la forma de abundos os recursos
financieros, el llamado partido oficial ejerció durante muchos sexenios un despotismo tan despiadado y
cruel para los enemigos y como prote ctor financie ro y fiscal para "los amigos" del presidente de la
República. Para ubicar «políticamente» al PRI, conviene acudir a Aristóteles, el gran pensador griego de
la antigua Grecia, quien afirmaba que el hombre es un zoon politikon 'animal gregario'.
Esta locución está emparentada con la palabra griega polis 'ciudad', con la palabra polites 'ciudadano',
con la palabra politikós 'lo perteneciente a la ciudad', actualme nte significa 'lo que pertenece al
gobierno', y con la palabra politeia 'esencia de la ciudad', actualmente con el significado de 'organización
política, gobierno' y, principalmente después de la Revolución Francesa del año europeo 1789, con el
significado de 'república': la locución latina res pública 'la cosa pública', nombre dado en la antigua Roma
al Es tado.
Estas palabras se pus ie ron de moda durante la Revolución Francesa de hace 200 años. Hasta ese
entonces, las palabras del párrafo anterior e ran parte de l más re moto pas ado . Durante los anteriores
1,800 años, Europa había vivido una forma de gobierno des pótica e n grado s umo : el imperio romano
de "Occidente". Al asumirse como imperator 'el que manda' y adoptar el nombre de Augusto en el año
27 antes de Cristo, imitando a los egipcios, César Octavio instauró el "poder divino" como forma de
gobierno.
Al morir Augusto y ascender al t rono impe rial Tiberio, quien había sido adopta do como hijo por
Augusto, de manera totalme nte similar a como ocurría el cambio de presidentes priístas, el nuevo
emperador rindió a su antecesor honores de "dios". Con lo cual, el difunto emperador se unió al resto de
los "dioses" del "panteón" romano: Júpiter, Juno, Mercurio, Apolo, et cetera. Hubo en Roma un total de
70 emperadores, 57 de los cuales murieron asesinados por quienes no tole raron tanta "divinidad".
Aunque oficialmente el último emperador romano, de nombre Rómulo Augústulo, fue destronado en el
año europeo 476 por los hérulos, un pueblo germánico, encabezados por Odoacro, la forma imperial de
gobierno se ha mante nido hasta el presente: no siempre con el mismo nombre. En realidad, esta forma
despótica de gobierno fue tipificada por Aristóteles desde hace más de 2,300 años en e l libro titulado
Política. Por ser tan claro este pensamiento, conviene recordarlo «aquí» y «ahora».
Según el Estagirita, nombre con el que es llamado Aristóteles por haber nacido en la antigua Estagira,
la ciudad de Macedonia, existen tres «formas básicas» de gobierno: de uno, de pocos y de muchos . El
gobierno de uno, cuando es para beneficio colectivo, lo llama «monarquía» y cuando es para exclusivo
beneficio del que gobierna es conocido como «tiranía». El gobierno de pocos , cuando es para beneficio
colectivo lo llama «aristocracia», cuando es en beneficio de esos pocos, lo llama «oligarquía».
También en el referente de Aristóteles, al gobierno de muchos , cuando es para beneficio colectivo le

llama politeia, generalmente traducido como «república», y cuando es en beneficio propio de los muchos,
le llama «democracia», concepto este que conlle va una des calificación del pensador griego: quien
considera a la democracia como una des viación de l bue n gobie rno de la re pública . Según
Aristóteles, en la «democracia» no gobiernan "los muchos" s ino los «demagogos».
Con este lúcido referente aristotélico, es fácil ubicar como «tiranía» a la forma de gobie rno del
Imperio Romano de "Occidente". También es clasificable como tal a la forma europea de gobierno
conocida como "monarquía absoluta", que vivía un grandioso apogeo cuando los revolucionarios
franceses proclamaron su famosa consigna: «Liberté, Egalité, Fraternité». Los que as í gritaban
e ntus ias mados terminaron guillotinándose mutuamente: asesinando así una hermosa es pe ranza
civilizadora.
Aunque todos los países que emergieron después del año europeo 1789 adopta ron pa ra s í la
nomenclatura griega y latina de los revolucionarios franceses, la forma efectiva de gobierno es más
parecida a la «tiranía» del imperio romano de "Occidente" que a otras formas que tan claramente definió
Aristóteles. Más bien, las actuales formas de gobierno son una me zcla poco de finida de: «tiranía» con
«oligarquía» y con «democracia». Lo cual ha permitido a los «demagogos» cosechar abundante s
fortunas .
Nuestro país no ha sido la excepción a la regla anterior. En el artículo 40 de la Constitución Política de

los Estados Unidos Mexicanos se puede leer: "Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una
República representativa, democrática, federal, ...". La aparición de la palabra "república" conjuntada a
la palabra "democrática" habla claramente de que nuestros "representantes" son, en el referente
aristotélico, simples «demagogos». Esto esclarece lo que vivimos los mexicanos durante la "era imperial
priísta".
Para continuar, conviene marcar la diferencia entre conce pto y s ímbolo. Ambos vocablos se utilizan
para referirse a la realidad. El sustantivo «CONCEPTO » significa 'representación mental reciprocante de
algo existente', mientras que «S ÍMB OLO » se refiere a 'idea que pretende representar algo existente que
generalmente no tiene relación reciprocante con la entidad origen'. Los «CONCEPTOS » son usados por los
científicos, los «SÍMBOLOS » por los «demagogos».
Esto hace que los «CONCEPTOS » sean ve rificables por cualquiera de nosotros y que los «SÍMBOLOS »
sean imposibles de verificar: no se pue de n explicar. Esto es lo que aclara por qué los priístas nunca
esclarecieron sus acciones políticas. Los "planes", los "programas", los "decretos" y las "leyes" no son otra
cosa que «SÍMBOLOS »: nunca se realizan en la práctica: no son verificables. Esto explica el fracaso
sexenal de todos los presidentes priístas. Los panistas y los perredistas "cojean del mismo pie".
La política surgida con los revolucionarios franceses de hace 200 años. Ellos fueron quienes iniciaron
la «política simbólica», que tomó el «simbolismo» medieval de la iglesia imperial de Roma. Que su lema
haya terminado con un guillotinamiento recíproco de los revolucionarios franceses hace ver la calidad de
S e x t a s e s i ó n : E l l i d e ra z g o p ol í ti c o h o ja 2 d e 7
«símbolo» de: libertad, igualdad, fraternidad. Asimismo, todo el vocabulario político surgido desde
entonces cae en esta misma categoría: democracia, república, justicia, equidad, et cetera, et cetera.
En este punto, ya se puede comprender lo que se señala al inicio del presente texto: el problema más
grave que tenemos los mexicanos del presente es la ausencia de verdadero «liderazgo político». Al ser el
presidente de la República el responsable de nombrar al Secretario de Ed ucación Pública, s e pue de
compre nde r e l orige n de esta falla . El sistema de enseñanza que siguen los maestros de la SEP es
precisamente el caracterizado por Aristóteles como «tiranía».
Los alumnos son adiestrados para la obediencia, como s i fuese n perros de los que usaba Pavlov para
establecer «reflejos condicionados». Esto no únicamente ocurre en las llamadas escuelas públicas, en la
"privadas" se impone una disciplina aún más estricta. El reciente incidente entre un Secretario del Trabajo
y Previsión Social y una maestra de una "escuela de monjas" hace ver cuán «tiránico» es aún nuestro
sistema educativo. La salida del PRI de Los Pinos no tra jo cambio alguno en el estilo de enseñanza.
Más que impartir enseñanza, muchos maestros mexicanos imparten "ensaña nza": dan mue s tras de
s aña e xtre ma. Su comportamiento es muy similar al de los priístas. Es así que quienes logran completar
la primaria ya son "priístas potenciales": están bien e ntre nados para la obediencia incondicional.
Existen, aquí y allá, no pocos maestros, ve rdade ros pre ce ptores , que ya están contribuyendo a un
cambio en métodos de enseñanza: e nfatiza ndo e l apre ndiza je de sus alumnos más que su propia
enseñanza.
En realidad se trata de excepciones. La regla es lo opuesto. Nuestro país necesita dese speradamente
«liderazgo político» pero el sistema educativo no está organizado para que sus egresados lo ejerzan. Al
estar centrado en la obediencia, en vez de buscar la «toma de conciencia», nuestro actual sistema
educativo incapacita a los estudiantes para el «liderazgo». Quien desee convertirse en «líder» tiene que
capacitarse a sí mismo. El material del presente seminario es sólo una mo des ta aportación al respecto.
Lo que cole ctivame nte se requiere en nuestra patria es tener un «sistema político civilizado», es
decir, una organización política sustentada en la «toma colectiva de conciencia» que contribuya a
garantiza r nue s tra pe rvive ncia como «género humano». Es por esto mismo que «aquí» y «ahora»
necesitamos hacer un re cue nto s ucinto de los principales «sistemas de gobierno» de la Historia: tanto
en el área mediterránea cuanto en el área anahuaca.
La cuarta forma de gobierno registrada en el artículo 40 constitucional es "federal". Para empezar por el
principio, esta palabra proviene del latín foedus 'pacto', 'alianza'. La palabra «federación» o, mejor aún,
«CONFEDERACIÓN » significa 'alianza entre personas, grupos o países que voluntariamente adoptan
principios organizativos comunes'. En Europa, la más antigua «confederación» es la Confederación
Helvética, nombre oficial del país que se conoce con el nombre de Suiza.
Suiza estuvo sucesivamente bajo el dominio imperial de los romanos, de los borgoñeses y de los
francos. La re s is te ncia de la población contra los e xcesos de los "representantes imperiales" llevó, en el
año europeo 1291 a la formación de una «liga de tres cantones» que constituyó el primer núcleo de la
Confederación Suiza, nombre alterno de la Confederación Helvética. Desde entonces, este país se ha
mantenido soberano e inde pe ndie nte de cualquier intervención extranjera.
Los primeros tres cantones que se «aliaron» fueron Schwytz, Uri y Unterwalden. La alianza acordada
fue confirmada por «juramento» y ratificada, a principios del mes de agosto del año 1291 europeo, en una
asamblea secreta celebrada en un prado de nombre Grutli, que se convirtió por este acontecimiento en
lugar sagrado para todos los suizos. Esta es la «esencia federal» de Suiza, que s e inde pe ndizó del
dominio imperial absoluto de su época: los suizos die ron un s alto al futuro.
La estructura suiza de «gobierno» mantiene la «alianza» como principio político funda me ntal. El
centro de la «confederación» se encuentra e n cada una de las "comunas", que funciona como una célula,
integrada por hombres vecinos de un mismo lugar, que nacieron allí, que se conocen, que están ligados
entre sí por sus actividades profesionales, por relaciones familiares y que ejercen sus responsabilidades
políticas a partir de fuertes lazos de amistad. Es muy similar al calpölli 'calpuli' de la antigua Anáhuac.
Las "comunas" vecinas se integran en una «alianza» que se conoce como "cantón", que es como una
«república», que goza de «autonomía política», que posee una historia y un carácter propio, un modo de
vida local, su propio «gobierno», su propio «parlamento» y su propio patrimonio. No obstante su
«autonomía», los "cantones" mantienen la «alianza» de hace 700 años y pertenecen a la Confederación
Helvética, basada en un «juramento colectivo» que va muy más allá de una simple norma jurídica.
Por aquellas mismas épocas, en Gran Bretaña ocurrió un hecho similar. En el año 1215 europeo, surgió
la Magna Charta 'carta magna', documento en el cual los miembros de la "nobleza feudal" a rra ncaron
al rey Juan Sin Tierra una serie de libertades de gobierno que, junto co n los Estatutos de Oxford de 1258
de la cuenta europea, forma parte de las instituciones liberales inglesas hasta el presente. Paulatinamente,
los ingleses ado ptaron un «gobierno parlamentario», dejando al rey sólo la re pre se ntación.
Aquí, en la antigua Anáhuac, en el año ze tecpatl 'uno pedernal' que dio inicio al «quinto sol» de la
cuenta tolteca del tiempo, coincidente con el año europeo 856, se estable ció por ve z prime ra el
gobierno tripartita, llamado «triple alianza», equivalente a «confederación». Las ciudades que se unieron
en esta «confederación» fueron Culhuacan, Tula y Otumba. Más tarde, en 1418, también año ze tecpatl
'uno pedernal' se constituyó una «triple alianza» entre Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan 'Tacuba'.
Los jóvenes mexicanos del presente tienen toda la libertad de ejercer su libre albedrío. Especialmente
ahora que concluyó de finitivame nte el «gobierno imperial priísta». Lo que se requiere para que esto
pueda ocurrir es que cada uno de los jóvenes se proponga a sí mismo convertirse en «iniciado». La única
manera de hacer una «alianza» con otros es as umie ndo ple name nte la propia sobe ranía política ,
esto exige mucho trabajo esotérico, mucho esfuerzo interno de consolidación «emotiva».
Como se esclareció en la sesión anterior, nuestra «emotividad» s e integra por cuatro «núcleos», el
primero de los cuales es nuestra «vitalidad», que está programada para madurar entre los seis y los doce
años de edad. El segundo de los «núcleos» está progra mado para madurar entre los doce y los dieciocho
años. Esta etapa de nuestra vida coincide con el tiempo en que cursamos la escuela secundaria y la escuela
preparatoria. Para la acción política, es muy importante conocer la esencia de este «núcleo».
El nombre de segundo «núcleo emotivo» puede ser «gemelidad» o «generidad», considerando que
todos los integrantes del género humano, e se ncialme nte , somos "gemelos". Esta entidad emotiva,
nuestra «GEMELIDAD », puede ser enunciada como 'centro generador de impulsos no conscientes
orientados hacia la preservación del género humano'. Esta es, en realidad primera, la fuerza que tenemos
necesidad de activar cada uno para que colectivamente e xis ta en nuestra patria «armonía política».
Antes de configurar la forma de gobie rno que deseamos todos para nuestra patria, es imprescindible
que los jóvenes se entreguen al «proceso iniciático» que los convierta, a cada uno, en arquite cto de su
propio destino colectivo. Lo primero que se requiere saber es que este «núcleo» se genera por la
«armonización» entre nuestra «homalidad» y nuestra «marca paterna». A diferencia del proceso de
«iniciación vital», que es pe rs onal, el trabajo de «iniciación gemélica» requiere de un «compañero».
En efecto, la «gemelidad» bien puede ser llamada «AMICIDAD», o sea, el 'centro emotivo que nos hace
aptos para experimentar amistad'. El «proceso iniciático» correspondiente requiere de la compañía de
alguien de nuestro propio sexo que nos atraiga fue rte me nte y que nos genere un sentimiento de que es
como nue s tro padre . El proceso termina cuando ambos amigos son, cada uno, una «duplicación» del
otro, terminan siendo como dos gotas de agua: en apariencia y en esencia.
Como no se puede llevar a cabo este proceso en los centros de estudio, secundarias y preparatorias, los
jóvenes «adolescentes» adoptan modelos del medio de los espectáculos y terminan siendo una burda
copia, una mala imitación de los Ricky Martin, de las Mariah Carey, de los Michael Jackson, de las
Madonna, et cetera. Al no ser propicias las escuelas para vivir esta etapa de nuestro «proceso iniciatico»,
los jóvenes sucumben como víctimas inde fe ns as de la voracidad de comerciantes sin escrúpulos.
Quizás el mayor impedimento que existe para completar exitosamente esta segunda etapa iniciática sea
la ignorancia sobre nuestra «homalidad», que se confunde con una de sviación de nuestra «sexualidad»,
como una "perversión", categoría que le as ignó el psicoanalista europeo Sigmund Freud hace más de 100
años. En la antigua Anáhuac se asignó el nombre de Quetzalcohuatl 'gemelo precioso' a una entidad que
puede ser identificada como «nuestra sabiduría cósmica», que e s nuestra fortaleza política.
Existen muchas pruebas de que el sentimiento de atracción sensorial por quienes poseen sexo igual al
nuestro no implica acoplamie nto sexual. Esta atracción «homálica» la sentimos con mayor fue rza
entre los doce y los dieciocho años de edad. Los fabricantes de condones hacen anualmente una encuesta
sobre el inicio de la actividad sexual en pareja. La edad promedio es de 18 años, aunque en años recientes
ha disminuido algunos meses. La gran mayoría se inicia he te rosexualme nte .
Entender cabalme nte el proceso de maduración «gemélica» es un reto que tienen los jóvenes del
presente para liberarse de muchos inf undados sentimientos de inferioridad que experimentan en el
presente. En todo caso, quien no haya completado su «iniciación corpórica» no debe intentar enfrentar el
reto de su «iniciación gemélica», ya que no posee la fuerza interior necesaria para tener éxito. Lo
primero que tenemos que hacer es res pe tar nuestro «programa genético»: y cumplirlo puntualmente.
Quizás e l punto más difícil de la «iniciación gemélica», equivalente al enfrentamiento con la muerte
de la «iniciación corpórica», sea e l e nfre ntamie nto con la «homosexualidad». En un medio como el
nuestro, pletórico de "homofobia", resulta e xtre madame nte es pinos o aceptar que uno siente «atracción
erótica» por alguien del propio sexo. Resulta aun más peliagudo, más vergonzoso, más penoso,
ace rcarse a tal persona de una manera amistosa, no con fines de «cópula sexual».
En no pocos hombres y mujeres esta «atracción erótica» resulta tan fuerte que, enmedio de tanta
confusión conceptual, terminan realizando actividad sexual con personas de igual sexo. Se sienten "de los
otros", de los que "vivían en el closet y se atrevieron a salir", en una palabra, se sienten dife re ntes de los
demás. Quienes no manifiestan con tal fuerza estos «impulsos homálicos» optan por esconderlos, por
re primirlos , por impedir que "se les salgan los holanes": se vuelven "homofóbicos".
El resultado es que ni los unos ni los otros logran «madurar amícicamente». Mientras no se supere
la falsa idea que a este respecto existe en casi todos los países del planeta, no lograremos un «vivir
civilizado». Tanto el enfrentamiento con la muerte cuanto e l enfrentamiento con la «homosexualidad»
resultan un obstáculo de mas iado grande. Ambos bien pueden ser considerados como la «barrera de
Peter Pan», una barrera que ha resultado ins upe rable para la mayoría de los humanos ya de e dad
adulta.
Los jóvenes tienen ante s í el reto de enfrentar su «muerte latente» s in morir y el reto de enfrentar su
«homosexualidad latente» s in volverse "putos": sin terminar siendo "gays". Lo que se puede decir con
certeza es que quien enfrenta valie nte me nte ambos retos siempre triunfa. El «valiente» es quien a
pes ar de su miedo enfrenta una situación. Nuestro futuro patrio tiene que ser consecuencia de jóvenes
valientes que sean capaces de completar su «proceso iniciático» para convertirse en ve rdade ros
adultos .
Unicamente cuando exista un número s uficie nte me nte grande de «iniciados», una «cantidad
mínima determinante», únicamente entonces será posible que se esclarezca nuestro futuro como país.
Primeramente se tendrán que evaluar las opciones futuras del genero Homo, su viabilidad sobre el planeta
Tierra, es decir, la viabilidad e cológica del género humano. Unicamente con suficientes «iniciados»
esta investigación podrá tener éxito. Enseguida, se podrá ya discutir una forma de gobierno acorde con la
ecología.
Vista desde nuestro «aquí» y nuestro «ahora» esta opción resulta demasiado lejana, demasiado
"utópica", practicame nte inalcanzable . Independientemente de los sentimientos y dudas que pueda
despertar, nuestro futuro como especie depende prioritariamente de cada uno de los jóvenes del presente.
Cada uno tiene primeramente que e ncontrars e a s í mis mo. Del encuentro con uno mismo es de donde
surge el «carácter», la «fuerza combativa», la posibilidad de «aliarse» con otros humanos.
Des pués del encuentro con uno mismo es cuando e mpie za el trabajo, la co-responsabilidad, la acción
«política». Solamente con jóvenes valientes y decididos, tanto como un yaoquizqui 'guerrero',
'combatiente' de la antigua Anáhuac, es que nuestra patria será fue rte , será armonizante , se asumirá
como «guía esclarecida» de otros pueblos de nuestro planeta. Con jóvenes que estén decididos a ser
«iniciados» se podrá ver claramente nuestro pasado y nuestro presente para proye ctarlos a lo por venir.
Los jóvenes del presente tienen que esclarecer nuestra Historia, principalmente para resolver de una
vez por todas el "entuerto de la conquista", locución con la que muchos se refieren al «trauma de la
invasión». Tenemos que superar el infantil planteamiento de "buenos y malos", s alir para s ie mpre del
esquema comercial de las telenovelas que únicamente ve "héroes y villanos". En la realidad ecológica en
que vivimos este esquema telenovelero no aplica. Tenemos que crecer. Tenemos que compre nde r la
realidad.
Es muy importante, por ejemplo, terminar con el imaginario "imperio azteca" que sólo existió en la
mentalidad me die val de los invasores, cuando los europeos aún vivían las postrinerías del imperio
romano de "Occidente". En nuestra patria, como quedó asentado más arriba, al momento de ocurrir la
invasión exitía una forma de gobierno muy pa re cida a la de la Confederación Helvética. La «triple
alianza» que se estableció jus tame nte el año en que dio inicio nuestro «quinto sol».
Es importante esclarecer que los invasores llegaron pre cisame nte en el momento que terminaba
nuestro «quinto sol» tolteca. En ese momento se inició una etapa, de 468 años, que requería de reposo, de
des trucción de todo lo importante que se había construido durante la etapa de 676 años que duró nuestro
«quinto sol». Sin s abe rlo e llos , los invasores realizaron el trabajo de de s integración del «sol tolteca»
que se extinguió al momento de su llegada, como una «coincidencia significativa».
Es muy importante ma nte ne r prese nte este concepto acuñado por el pensador suizo Carl Gustav
Jung. Al tratarse la invasión de una «coincidencia significativa» de ja de te ne r el sentido de algo malo,
perverso, mal visto. El consecuente esquema de "buenos y malos" de ja de se r vige nte . En este referente
ya se pueden encontrar «coincidencias significativas» entre la forma ana huaca de gobierno y algunas
formas europeas: como la «confederación» de los suizos y el «parlamento» de los ingleses.
La coincidencia con los suizos ya fue establecida arriba. Lo que los ingleses llaman «PARLAMENTO» es
lisa y llanamente una 'asamblea nacional normadora del vivir político'. Con mucho, este concepto
e quivale al huei tlahtocan 'gran lugar para dialogar', 'gran tiempo de dialogar'. Cabe recordar que la
palabra «diálogo» es una castellanización del vocablo griego diálogos 'conversación de dos o de varios', es
un derivado de dialégomai 'discurro, converso', propiamente 'hablo [légo] a través [diá] de algo'.
A la llegada de los europeos, como se asienta arriba, existía una «triple alianza» integrada por
Tenochtitlan-mexihco, Texcoco-aculhuacan y Tlapcopan-tepanecan. El nombre nahua de esta
«confederación» es Anahuac Itlahtocaicniuhyo 'amistad parlamentaria de Anáhuac' o, también,
'confederación anahuaca'. Este referente histórico tiene que ser muy tomado e n cue nta por los jóvenes.
Especialmente por aquellos que pre viame nte lleguen a ser «iniciados».
Séptima sesión: EL LID ER A ZG O E CON ÓM IC O
Quizás la forma más dolorosa de ser «identificados» los mexicanos es como integrantes de "país pobre",
como habitantes de un "país subdesarrollado", ser llamados "economía emergente". Todas estas
«identidades» nos resultan humillante s , mortificantes, avergonzantes, incómodas. Quienes crecimos
sabiendo que Estados Unidos es un país rico hemos visto que su poderío económico resulta avasallante
para nosotros: muchos mexicanos optaron por mejor "irse p'al otro lado".
Quienes viven cerca de nuestra frontera norte, en ciudades como Mexicali o Ensenada, están más
conscientes de la diferencia de potencial económico entre nuestros vecinos del norte y nosotros. Cuando
escuchamos conceptos tales como "neoliberalismo", "globalización", "imperialismo", "libre comercio" y
otros afines, como "globalifóbicos", generalmente no e nte nde mos bien a bien la relación que existe
entre este lenguaje y nuestro vivir diario en el «aquí» y «ahora» de cada uno de nosotros.
Cada día se escuchan más y más voces que protestan por la situación económica de nuestro país. Los
"especialistas" hacen declaraciones y más declaraciones, aunque generalmente nadie escucha lo que dicen
los demás. Cada "experto" afirma poseer la única opinión autorizada. Hace ya muchos años que los
mexicanos empezamos a escuchar muy dis pare s declaraciones económicas de "expertos" políticos, tanto
priístas cuanto no priístas. Pareciera que la economía es un asunto para de clarar pero no para hacer.
En el año europeo 1970, México tenía una deuda externa de 3,000 millones de dólares y cada dólar nos
costaba $ 12.50. Hoy, tre inta años des pués , México tiene una deuda externa de e ntre 250,000 y
600,000 millones de dólares, según la declaración del "experto" es la cifra, y cada dólar cuesta $9,500. 00
pesos. Algo muy incómo do se deriva del análisis somero de estas cifras. Nadie puede convencernos de
que tal evolución nos beneficia. Los mexicanos nos empobrecimos sin entender cuál es la causa.
Quienes han estado al frente de la «economía» de nuestra patria, quienes han tomado las decisiones que
ocasionaron esta caída estrepitosa de la «economía» han sido los gobiernos federales y los empresarios
mexicanos. Cuando uno conoce la manera en que viven todos ellos, de inmediato se percibe que están
muy lejos de pasar penurias. Al tomar decisiones e rróne as , que acarrean empobrecimiento para la
mayoría, los "responsables" de las decisiones han resultado enriquecidos. Es to s ue na muy mal.
Lo peor de todo es que los hombres más ricos avisoran una crisis financiera de dimensiones
monumentales. Hace ya buen tiempo que George Soros, el inmensamente rico empresario de Estados
Unidos, ha estado anunciando una "crisis en el corazón mismo del sistema: en Estados Unidos". Las
noticias financieras de diferentes partes del planeta hacen ver que existen muchos "barruntos" de que las
palabras de Soros llevan algo de verdad.
Pareciera que la fortaleza económica de Estados Unidos hubiera estado basada en la gran cantidad de
armamento bélico que produjo durante los 50 años que duró la llamada guerra fría. Su enemiga, la Unión
Soviética, terminó "tronando como ejote" y algo similar le está ocurriendo a Estados Unidos. Esta
situación hace sospechar que para que el socialismo y el capitalismo sean exitosos s e re quie re de
gue rra. Al no existir conflicto bélico, estos sistemas económicos se derrumbaron.
Así visto, pareciera que ambos sistemas fue se n e l último re ducto de la «barbarie» que se heredó del
imperio romano de "Occidente". Los jóvenes actuales tienen que esclarecer esta posiblidad. Si la crisis que
vivimos es la etapa final de 2,000 años de «barbarie imperial romana», lo mejor será prepararnos para
muchos más coletazos. Es urgente dilucidar esta situación. Nuestro planeta está cada día más ce rca de
agotarse . Si los jóvenes enfrentan el desafío de mejorar nuestra situación planetaria hay esperanza.
Hacie ndo un re cue nto, no son muchos los «satisfactores básicos» necesarios para saciar nuestras
necesidades «corporales»: alimento, higiene, educación, vestido, vivienda, salud, ejercicio, comunicación,
transporte, energía, recreación. Las dife re ncias entre los satisfactores actuales y los que apaciguaban
estas mismas necesidades básicas de los humanos de hace 10,000 o 100,000 años son de apariencia más
que de esencia. No obstante, el número de humanos ha sufrido un muy notable incremento.
Según estimaciones hechas por antropólogos, hace 10,000 años existían s ólo diez millones de seres
humanos en nuestro planeta. A partir del jueves 12 de octubre del año 2000 europeo, somos ya 6,000
millones de humanos en este planeta. Las formas tra dicionales de enfrentar la satisfacción de nuestras
«necesidades básicas» ya no pueden ser las mismas. El sistema conocido como capitalismo, o liberalismo,
ya no puede ser la manera de cubrir las necesidades de todos los humanos del planeta..
Otras estimaciones de estudiosos afirman que, de no ser por la re volución productiva iniciada hace
10,000 años, nuestro planeta no hubiese podido alimentar más allá de diez millones de humanos. Dicho
de otra manera, hace 10,000 años los humanos enfrentaron un reto de «pervivencia». En el presente el reto
es doble: no sólo necesitamos generar mayor cantidad de «satisfactores básicos» sino, al mismo tiempo,
tenemos necesidad de re proces ar una cre cie nte cantidad de bas ura contaminante .
Nuestro planeta tiene una capacidad regenertiva que ya fue re basada: desde hace ya buenos años. En
todo este asunto, mucho ha tenido que ver el sistema productivo llamado «CAPITALISMO» que puede ser
descrito como 'sistema económico que tiene como característica prioritaria maximizar las ganancias de
las empresas productoras de satisfactores'. Esta forma de producción ha propiciado el agotamie nto de
reservas naturales y la generación de cre cie ntes cantidades de contaminantes.
El factor más importante a considerar en el presente, en nuestro «aquí» y nuestro «ahora», no puede ser
otro que e l re plante amie nto de nues tro s is te ma de producción-cons umo. Aquí es preciso tener
presente que el «capitalismo» es el le gado más despiadado y salvaje del imperio romano de "Occidente",
cuya característica fundamental ha sido el s aque o y el de s pojo de la riqueza ajena para beneficio de
unos cuantos "vivales", de unos pocos "gandayas", de una escasa cantidad de "gandules".
La actual forma de saque o es la «PUBLICIDAD» que no es otra cosa que una 'forma de
convencimiento que utiliza sutiles medios de incitar a la compra de satisfactores'. Esta arma es más
convincente que una pistola o un puñal de los que utilizan los asaltantes para de s pojar de l producto de
s u trabajo a cualquier transeunte. Como consecuencia, uno compra más y más productos inne ces arios .
De aquí que la economía mundial del presente se dedique a la producción de productos s upe rfluos .
Cabe mencionar que la «publicidad» utiliza «símbolos» para s aque ar los bolsillos de la gente. Es más,
cabe decir que el capital no existe, no es más que un «símbolo». Todo el oropel que vemos en torno al
"capital" no es otra cosa que una muestra de permanencia del simbolismo medieval europeo, cambiado de
apariencia, pero con la misma esencia: se trata de un some timie nto de las mayorías . Unos cuantos
son quienes disfrutan de cosas superfluas explotando a cre cie ntes mayorías de ge nte cré dula .
Aquí es oportuno recordar las palabras del inspirado vate veracruzano Salvador Díaz Mirón: «nadie
puede disfrutar de lo superfluo mientras alguien carezca de lo necesari o». Debido a nuestra
"incapacitación" educativa, que nos hace incapaces de ejercer nuestro libre albedrío, somos presa fácil
S e p t i ma s e s i ó n : E l l i d e r a zg o e c o nó mi c o h o ja 2 d e 5
de las susurrantes y melodiosas ins inuacione s de la «publicidad». De manera cada vez más tenue y
perspicaz los «publicistas» nos convierten en sus victimas indefensas.
Resulta conveniente mencionar «aquí» y «ahora» que, según una reciente encuesta, México ya s upe ró
a Estados Unidos en cuanto a cons umo anual de Coca Cola. Considerando que nuestro país tiene una
población de una tercera parte de la de Estados Unidos, los mexicanos beben tres veces más Coca Cola
que nuestros vecinos del norte. Aunque la publicidad lo niega, dicho refresco contiene cocaína, el
alcaloide que tanto consumen los estadounidenses. El daño a la salud de los mexicanos es e l triple de
ellos.
Si algún producto de consumo es vendido a través de la «publicidad» es precisamente el que contiene

extracto de hojas de coca y de hojas de cola. El principio activo de ambos extractos es una mezcla de
alcaloides. Los empresarios que fabrican este refresco reciben un jara be al cual simplemente tienen que
agregar agua, azucar y gas carbónico antes de embotellarlo. Los mexicanos consumen más Coca Cola que
leche o cualquier otra bebida. Cada bebedor de este refresco es cómplice y víctima.
Si este país fuese ya un país de «iniciados», muy difícilme nte los «publicistas» podría convertirlos
en cómplices involuntarios. La redefinición de un nuevo sistema económico ce ntrado en «necesidades
básicas» y no en la «oferta capitalista» seguramente tomará entre 50 y 100 años. Esto hace evidente cuán
urgente es que los jóvenes del presente empiecen ya a tomar cartas en el asunto. Necesitarán muchos años
para hacer el «diagnóstico» y muchos más años realizar los cambios económicos.
Para esta tarea, cada uno de nosotros cuenta con la posibilidad de llevar a cabo una «iniciación
comércica» para lograr la maduración de su «IMPETRIDAD», entendida ésta como 'centro generador de
impulsos no conscientes que nos activan mentalmente para conseguir aquello que nos proponemos
conscientemente'. Este concepto se deriva de impe trar, 'lograr uno sus propósitos', del latín impetro,
impetras, impetrare 'llegar a sus fines, obtener', 'perfeccionar, acabar, finalizar', 'impetrar'.
Este verbo, impetrar, es des conocido para la casi totalidad de los mexicanos. El sistema educativo
mexicano lo ignora de s de s ie mpre . Esta es la causa por la cual somos un "país tercermundista",
siempre en espera de alguien que nos llegue a salvar de la pobreza. Lo que ocurre es lo co ntrario: todos los
«capitalistas» lle gan para hace rnos más pobre s . El Partido Revolucionario Institucional, durante su
largo dominio imperial, cuidó bien que los mexicanos de s conocie ramos el verbo «impetrar».
Nuestra «impetridad» tiene un nombre nahua: Huitzilopochtli 'zurdo colibrizado'. Este nombre
perteneció a un notable líde r de los mexihtin 'mexis'. El gobernó al pueblo azteca antes de que éste
cambiara de nombre y emprendiese su viaje de investigación de 260 años. Al salir de Aztlan 'entre
garzas', sus pobladores ado ptaron cole ctivame nte el nombre de Mexihtli 'mexi', una advocación de
Huitzilopochtli 'zurdo colibrizado'. Bajo esta nue va ide ntidad emprendieron la gran marcha.
Lo que hicieron los mexihtin 'mexis' durante este largo periodo «iniciático» fue fortalecerse
interiormente para as umir e xitos ame nte la responsabilidad de su gran ciudad Tenochtitlan-mexihco
'entre tunas de piedra, lugar de los mexis'. Al comparar esta espléndida ciudad del «quinto sol» tolteca con
Teotihuacan 'donde se poseen difuntos', que floreció en el «cuarto sol» de los toltecas, se puede constatar
el mismo pe ns amie nto grandios o pero, al mismo tiempo, una e volución inne gable .
Al asumir nuestra «impetridad» ha bre mos as umido la «identidad» de los tolte cas : olmecas,
teotihuacanos y tenochcas. La gran diferencia será que a nosotros nos correponde flore ce r en nuestro
«sexto sol» tolteca. Al haber asumido los jóvenes mexicanos actuales su «impetridad» de ja rán de
s ufrir e l des pojo de que hemos sido víctimas los pobladores de Anáhuac desde el inicio de la invasión
llevada a cabo por el imperio romano de "Occidente", específicamente por la provincia llamada Hispania.
A fin de estar preparados para esta tarea, los jóvenes tienen que cubrir ta mbié n la tercera etapa
iniciática: la «iniciación comércica». Para realizar esta «iniciación», es conveniente saber que nuestra
«impetridad» es el resultado de la unión activa de nuestra «analidad», nuestro «foco anal», con nuestra
«marca grupicia». Nuestro «programa genético» nos pre para para realizar esta «maduración impétrica»,
o «maduración comércica», entre los die ciocho y los ve inticuatro años de edad.
Este es e l tie mpo que que la mayoría de los jóvenes acuden a realizar estudios profesionales. Lo
lamentable es que nuestro «arquetipo genético» Huitzilopochtli 'zurdo colibrizado' sea absolutamente
desconocido tanto por maes tros cuanto por f unciona rios universitarios. Esta es la explicación más
simple de la care ncia nacional de pujanza tecnológica y científica. Los jóvenes son presionados con
tareas, prácticas, reportes, exámenes, et cetera. No son concientizados de su responsabilida profesional.
El sistema de universidades mexicano es un gran hue co nacional: extremadamente dificil de lograr

llenar. Tendrán que pasar de 20 a 40 años para que en lugar de un hueco, las universidades de nuestra
patria se convirtieran en verdadero «centros iniciáticos» de donde egresen profesionales de gran
pujanza, capaces de resolver los incontables problemas que surgirán en el futuro de la patria. Si
empiezan des de ya, los jóvenes actuales están llamados a fortalecer la aptit ud profes ional de todos.
Lo primero que tiene que hacer cada joven es e ncontrars e a s í mis mo. En nuestro «aquí» y nuestro
«ahora» es preciso tomar conciencia de la necesidad de encontrar la propia «identidad vocacional». En
la actualidad, este planteamiento resulta algo totalme nte aje no a los intereses cotidianos de los
estudiantes universitarios. Ante la ausencia de madurez «vitálica» y «gemélica», los jóvenes se dejan
llevar por consejos que les sugieren alguna profesión muy luc rativa : alguna carrera "con mucho futuro".
Al ser inmaduros, los jóvenes e lige n su actividad profesional de manera similar a un dicho
veracruzano que dice: «el interés y el amor fueron al campo un día, pudo más el interés que el
amor que le tenía». Los maestros les refuerzan esta "venta al mejor postor". Al no entregarse a su
actividad profesional con amor, lo único que ocurre es que se convierten en e mple ados me diocres . Por
más lucrativa que sea una profesión, quien la ejerce po r conve nie ncia es inferior a quien la ejerce po r
convicción.
La mediocridad profesional del mexicano es consecuencia de este e quivocado método de elección

vocacional. Por esto mismo, conviene que «aquí» y «ahora» se señalen algunos puntos c laves a este
respecto. La «VOCACIÓN PROFESIONAL» es 'un llamado interior a entregar la propia actividad profesional
a un área específica'. La palabra vocación es de origen latino. El verbo voco, vocas, vocare significa en
castellano 'llamar, convocar', 'pedir, invocar', de allí vocatio, vocationis 'invitación', 'llamado'.
Este "llamado" es resultado de un trabajo interno, un diálogo con e l propio corazón. Unicamente
ocurre cuando uno ya cubrió las dos etapas «iniciáticas» previas. Unicamente los doblemente «iniciados»
son capaces de recibir este «llamado vocacional» que les hace comprometerse con todas sus fuerzas con
una actividad profesional única, que se vue lve irre nuncia ble . Este compromiso esencial es resultado
de haber madurado ya la propia «impetridad». El proceso de introspección tiene sus dificultades.
Cuando existen recuerdos de re chazos , conscientes o no, en el «foco anal» o en la «marca grupicia»,
es prioritario primeramente limpiar cualquier desarmonía que exista. Esta limpieza requiere de un
trabajo de introspección propia. No hace falta acudir a otras personas. Los recuerdos tienen que estar
acequibles. La «analidad» está encendida de uno a once años de edad, la «marca grupicia» se genera entre
los seis y los doce años de edad. Limpiar ambas resulta una tarea que permite autonomía.
Uno tiene que ser muy estricto y muy exigente en la localización de cualquie r incide nte de ambos
«ciclos genéticos» que pudiera e nce rrar dolor, vergüenza, oprobio, rechazo, humillación, abuso, o
cualquier perturbación interna que registre el recuerdo de vive ncias de es ta e tapa. Los recuerdos
incómodos son olvidados, son reprimidos, son hechos a un lado del nivel consciente. Mientras quede
alguno, si es que los hubo, no se puede encontrar la verdadera «vocación profesional».
Cuando uno logra encontrar la propia «identidad vocacional», todo parece fácil. Bueno, es preciso
primeramente sufrir una "novatada". Cuando iniciamos una actividad profesional, los prime ros cinco
años son muy difíciles, los segundo cinco años son menos difíciles, los terceros ya resultan más fáciles.
Hasta después de los veinte años de de dicación y e ntre ga a una «vocación profesional» es cuando uno
empieza a cosechar frutos, empieza uno a conocer su actividad de mane ra profunda.
En promedio, el ciclo profesional de un ser humano es de cuare nta años : de los 25 a los 65 años de
edad. Tomar conciencia de esta realidad al momento de iniciar los estudios profesionales es muy
recomendable. El verdadero éxito profesional es, primeramente, una prof unda s atis facción de hacer
bien lo que a uno más placer le causa. Cuando uno encuentra su «vocación», el resultado es vivir 40 años
desarrollando cada día una actividad e n e xtre mo gratificante .
Uno va creciendo cada día, viendo como se amplía la dimensión de la actividad propia. Poco a poco
uno se va compenetrando con la ubicación del propio campo de actividad con el resto de la actividad de
los humanos. Uno va participando en la s olución de proble mas colectivos relacionados con el propio
campo profesional. Esta es la mane ra de ejercer el «liderazgo económico». La propia fortaleza
profesional hace que uno se involucre activamente en el campo elegido.
Octava sesión: EL LID ER A ZG O FAM ILI AR
Quienes nos encontramos presentes «aquí» y «ahora», todos , sin lugar a dudas, pe rte nece mos a una
«familia». Asimismo, nuestra «familia» nos pertence. Siempre nos referimos a los miembros de nuestra
«familia» ante ponie ndo el adjetivo posesivo de primera persona del singular: mi. Es así que decimos:
mi madre, mi padre, mi hermano, mi tío, mi tía, mi abuelo paterno, mi abuela materna, et cetera. Esta
mutua pertenencia nos da «identidad», es nuestra prime ra «identidad».
Nuestra «familia» representa nuestro «origen». Cada uno fue originado en el seno de una «familia».
A su vez, cada «familia» es originada por la unión de un hombre y una mujer que de cide n unirs e para
procrear. Lo natural es que la unión sea pe rmane nte . En la actualidad, cada vez es me nos permanente.
La duración de un matrimonio es cada vez más corta. Cuando ocurre una vio lación y hay un embarazo
como resultado, la familia se origina por un acto fugaz.
No obstante la f ugacidad de la unión, la permanencia de la «familia consanguinea» se mantiene. Esta

familia es para siempre. Lo que cada vez se vuelve más f ugaz es la «pareja original». El matrimonio, o la
pareja, termina convertida en dos fugitivos: cada vez más se re huye a la unión marital. Después de la
"luna de miel" cada uno de los «conyuges» empieza a planear su fuga. La insatisfacción de vivir en pareja
es creciente. Es cada vez más frecuente que uno o ambos «conjuges» se re fugie n en amantes.
Se puede decir que en el presente, una gran mayoría de los adultos puede ser considerada como
próf ugos o tráns fugas del matrimonio. Desde la "despedida de soltero", o "de soltera", empiezan las
bromas para ahuye ntar del matrimonio al contrayente. Una vez casado, cada hombre empieza a vivir
una vida doble. Inventa cualquier cantidad de s ubte rfugios para disponer de "tiempos libres" en los
cuales des fogarse de la presión que vive en su "hogar": generalmente con una pareja ocasional.
Resulta por demás interesante que todas las palabras marcadas en los dos párrafos anteriores
pertenezcan a la misma «familia» de palabras. En efecto, son derivados de huir, en latín fugere, las
palabras: fugacidad, fugaz, rehuir, fuga, refugiarse, prófugo, tránsfuga, ahuyentar, subterfugio, desfogarse.
Más que una coincidencia fortuita, parece tratarse de una «coincidencia significativa», del mismo tipo que
tan magistralmente esclareció Carl Gustav Jung el investigador suizo del alma humana.
La «coincidencia significativa» entre el sustantivo mat rimonio y el verbo huir tiene muchos puntos
que hay que investigar. En nuestro «aquí» y en nuestro «ahora» lo único que se puede hacer es señalar
algunos pocos elementos, muy escasos por cierto, de los aspectos importantes de esta correlación
semántica. Los re fe re ntes cotidianos hablan mucho de esta significativa unión de conceptos. Las
bromas familiares muy frecuentemente se refieren a este conflicto inconsciente, a este combate soterrado.
Quien está pensando en huir del matrimoio está incapacitado para ejercer cualquier tipo de
«liderazgo familiar». Este es un seminario sobre «liderazgo armonizante», por esto mismo, es
imprescidible abordar el tema del matrimonio, como pa rte que es de la fortaleza de un verdadero «líder
armonizante». Todos los humanos nacemos con el pote ncial de ser líderes, pero muy pocos son quienes
s í ejercen este potencial, muy pocos son los que lo trabajan, muy pocos se hace n líderes. Por esto hay
que trabajar.
Lo primero que se viene a la cabeza es que el matrimonio ins pira mie do. Cabe recordar que «MIEDO »
es una palabra que se utiliza para significar 'sentimiento de intranquilidad originado por la percepción de
un peligro'. Lo que se tiene que dilucidar es : si se trata de un "peligro real" o si es sólo un "peligro
imaginario". Es importante aclarar la naturaleza primera del conflicto. En caso de ser un peligro re al, es
muy difícil de resolver la crisis del matrimonio, si el peligro es imaginario sí es posible la armonización.
Para los jóvenes presentes «aquí» y «ahora» re s ulta de la mayor impo rtancia saber la causa de
tanta lucha de poder, tanto combate por nimiedades, de tanto antagonismo cotidiano, de tanto choque de
personalidades, de tanta actitud contestataria, de tanto apuro en la soledad, de tanta angus tia en el ánimo
de los «conyuges». Quienes tienen veinte años de edad contemplan un matrimonio en su futuro. Tal como
existe en el presente, e l matrimo nio es para huirle . Esta realidad tiene que ser enfrentada.
Es necesario saber primeramente si el «miedo» al matrimonio resulta por ser peligroso el matrimonio,
pe ligro de mue rte se entiende, o si el «miedo» resulta por «conciencia» de una falta de preparación para
realizarlo, por pe rcibir uno inmadure z pe rs onal para lograr el éxito. En el primer caso, cuando uno
ve el matrimonio como peligro de mue rte , es obvio que es un "peligro imaginario", en el segundo caso,
cuando uno percibe no estar preparado para contraer matrimonio, se trata de un "peligro real".
Esta duda hace necesario que cada uno e ncue ntre por s í mis mo la respuesta. Lo que se puede hacer
«aquí y ahora» es reunir información para esclarecer en todo lo posible la situación, e l porqué del miedo
al matrimonio. También es importante aclarar si es un asunto pe rs onal o colectivo. Considerando que
«MATRIMONIO» es simplemente 'unión legal del hombre y la mujer', se tiene que definir, «aquí y ahora», si
vale la pena de fe nde r o no la simple "unión legal" de un hombre y una mujer.
Existe otra palabra muy usada en el presente para quienes viven "en unión libre"; se trata de la palabra
«PAREJA » que se refiere a 'conjunto de dos personas o cosas'. Los policías se refieren a su compañero
diciéndole "pareja", también se usa esta palabra para re ferirse al compañero o a la compañera de baile o de
juego de dominó o de cartas, muchos amigos se dicen uno al otro "pareja". Pero cuando se habla de "crisis
de pareja" no hay duda alguna que se refiere a crisis del «matrimonio».
Generalmente cuando el lazo matrimonial s e dis ue lve , cuando surge el divorcio, el hombre y la mujer
inician un ple ito lle no de me zquindad para repartirse las pertenencias materiales: dinero, mobiliario,
automóvil, casa, et cetera. Entre más dinero hay de por medio, mayor es el encono, más ganan los
abogados de ambos. En ese momento, recordar cuando se juraro n amor e te rno resulta una burla.
Cuando alguno lo recuerda se siente avergonzado, no entiende lo ocurrido.
Al mencionar la palabra "amor" como inicio del matrimonio resulta extraño que ni "matrimonio" ni
"pareja" impliquen amo r. Tampoco aparece como razón de ser del "amasiato" o del "concubinato" o de la
"unión libre". El hombre y la mujer "casados" se refieren a su contraparte como: "dualidad", "conyuge",
"consorte", "marido" o "mujer", "esposo" o "esposa", "compañero" o "compañera", pero nunca utilizan la
expresión "mi amante" para hablar de la persona con la cual co mpa rte n s u vivir conyugal.
Todo el mundo conoce el significado de «AMANTE», palabra usada para referirse a la 'persona con
quien se mantienen relaciones amorosas ilícitas'. Existe un sinónimo: "querido" o "querida". Esto
confirma que en la «sociedad» del presente el «matrimonio» nada tie ne que ve r con el amar, ya que
«AMANTE» es primeramente 'el que ama', ni con el querer, ya que «QUERIDO » o «QUERIDA » es 'la persona
a quien se quiere'. Resulta inexplicable en este «aquí» y en este «ahora» que en el «matrimonio» no exista
amor.
Octa va sesió n : El lid era zg o fa milia r h o ja 2 d e 7

Con lo anterior ya se puede afirmar que la corre lación entre matrimonio y huir es un se ntir
cole ctivo. Esto obliga a plantear la pregunta de cómo fue que se originó este "divorcio" entre «amor»
y «matrimonio». Antes de responder a esta pregunta es importante abundar al respecto. Existe muchísima
lite ratura acerca del amor. Todo el mundo habla de Romeo y Julieta como e l ide al de amor, como la
"pareja perfecta". Todos ce le bran el 14 de febrero de cada año gregoriano como "el día del amor".
Como respuesta a una e xage rada «publicidad», desde principios del mes gregoriano de febrero, todo
e l mundo "se pone ro mántico ", especialmente las mujeres y los hombres jóvenes. Esta palabra,
romántico, se refiere e n prime r lugar a "alguno de los escritores que hace cerca de 200 años rompieron
las reglas de sus antecesores". Son autores de obras en las cuales siempre aparece una mujer que te rmina
mue rta: Madame Bovary, Ana Karénina, La regenta, La dama de las camelias, et cetera.
Este movimiento novelesco se inició casi simultáneamente con el f racas o de la Revolución Francesa
de hace poco más de 200 años. Muchos afirman que la prime ra novela romántica fue Las cuitas del
joven Werther, escrita por el famoso poeta alemán Johan Wolfgang Goethe. En dicha novela, el
protagonista se e namora de una mujer comprometida con otro hombre y, al final, termina
s uicidándose . Esta temática es la central en todas las novelas "románticas": un amor impos ible que
te rmina con mue rte .
El tema de unir amor y muerte es más antiguo. La obra de teatro Romeo y Julieta escrita por William
Shakespeare hace unos 400 años también presenta e l amor unido a la mue rte . Ambos jóvenes tiene
alrededor de los 14 años de edad y pertenecen a «familias» que se odian a mue rte . Al verse por primera
vez, los jóvenes se e namoran perdidamente. Tres días después, tan sólo t re s días más tarde, ambos
jóvenes yacen mue rtos en la tumba de Julieta. Esta tragedia es obligada referencia al hablar de "amor".
Ellos son una muestra palpable de lo que s ignifica el "amor" en el presente, palabra ésta que los
diccionarios definen, entre otras formas, como: "sentimiento apasionado hacia una persona del otro sexo".
Precisamente esto es lo que se presenta en la obra teatral Romeo y Julieta. Precisamente esto es lo que se
busca despertar con la abundosa «publicidad» que, en fecha cercana al 14 de febrero, inunda profusamente
los medios de comunicación: radio, televisión, periódicos y revistas "del corazón".
Vale recordar que lo que se conme mora el día 14 de febrero es la mue rte del "obispo" Valentín,
ocurrida hacia el año 273 de la cuenta europea. Según se dice, él era "obispo" cuando ascendió al trono
imperial romano Claudio II, quien de inmediato emprendió una serie de campañas militares. Al sospechar
que sus soldados se resistían a ir a la guerra por estar casados, prohibió el matrimonio. Desobedeciendo
la prohibición, el "obispo" Valentino casaba e n clandes tinidad a quienes se lo solicitaban.
Esto llegó a oídos del emperador Claudio, quien ordenó traer a su presencia a Valentín. Al dialogar
descubrió su gran inteligencia y le propuso que fuese su aliado, al negarse Valentín, lo condenó a muerte.
Mientras estaba en prisión, la hija del carcelero, de nombre Julia, empezó a visitar a Valentín y de estas
visitas surgió un apasionado amor que culminó al e je cutarse la se nte ncia de mue rte . En
consecuencia, el 14 de febrero se convirtió en "la fiesta de los enamorados"
Sin profundizar más, resulta ya evidente que el «miedo colectivo al matrimonio» tiene un origen
histórico. De una manera que po dría se r calificada de simplista, se puede encontrar una relación entre
amor y muerte en el cristianismo, que predica que "Jesús murió en la cruz por amor". Este es el
antecedente más importante de la relación entre amor y muerte. De aquí que la muerte sea la más
importante prue ba de amor, como cantan frecuentemente en las cantinas: a petición de enamorados
abandonados.

Queda aún por esclarecer si este «miedo colectivo» es "real" o "imaginario". De ser real, lo que ocurrirá
con absoluta certeza será la e xtinción del «género humano». La explicación del cristianismo como
origen de este «miedo» se refuerza cuando se recuerda que todas las religiones cristianas hablan "del fin
de los tiempos" cuando ocurrirá "el juicio final": cuando el "dios" de los católicos llegará para juzgar a
todos los humanos. Para que un tal juicio pueda ocurrir, se requiere la previa extinción de todos los
humanos.
Esta hipóte s is merece que los jóvenes presentes «aquí» y «ahora» inicien una investigación
exhaustiva para determinar si es cie rta o fals a. De ser cierta la hipótesis anterior, los humanos podemos
esclarecer otra duda: la doctrina cris tiana es cierta o falsa. De ser cierta, los humanos no tenermos
futuro alguno. De ser falsa, los humanos tenemos necesidad de replantear nuevamente la relación
permanente entre un hombre y una mujer: tendremos que e ncontra r una bas e s ólida para la «familia».
Resulta innecesario decir que la «familia» es e l pue nte entre nuestro pasado y nuestro futuro como
«género humano». Entre más firme, más fuerte, sea este lazo de unión mayor ce rte za de pe rvive ncia
tendremos. Es por esto que los jóve nes de nuestra patria tienen que darse a esta apre mia nte tarea. Es
urgente resolver la ambivale ncia respecto al amor entre hombre y mujer. Es importante dilucidar el
orige n his tórico del conflicto entre amor y matrimonio: de la unión del amor con la muerte.
Cabría, quizás, explorar como surgió lo que se conoce como «AMOR CORTÉS », que estuvo muy de moda
durante la Edad Media europea, y que era un 'amor por una mujer sin esperanza de culminación sexual'.
La moda se originó en Occitania, la región de la actual Francia donde se hablaba la lengua de oc. Los
poetas occitanos, que generalmente eran de escasos recursos financieros, le cantaban a la mujer de algún
"señor feudal" que tenía muchas otras ocupaciones, poniendo de moda este tipo de "amor platónico".
Cabe tener presente que la iglesia de Roma siempre ha mostrado una intole rancia des conme s urada
ante el acto sexual: lo llama "el pecado de la carne". Quizás algo tuvo que ver esta intolerancia con la
identificación de la actividad sexual como algo clandestino, sucio, vergonzoso, indigno, et cetera. Así,
la simple atracción se xual pasó a ser algo que uno tiene que esconder, en el closet o en "lo oscurito". Lo
que ocasiona que quien experimente tales deseos trate siempre de mante ne rlos e n e l mayor se cre to.
Este es e l mayor obs táculo que se presenta en la actualidad para completar el proceso de maduración
emotiva. En efecto, esto es lo que detiene la maduración de nuestra «NUPCIALIDAD», vocablo que puede
ser conceptualizado como 'centro originador de impulsos no conscientes orientados hacia la permanencia
de una relación con alguien de sexo complementario'. Este concepto, la «conyuguidad», no se encuentra
en los diccionarios, de la misma forma en que no existe alguna palabra para la relación s ana de pareja.
De acuerdo a nuestro «programa genético», la «conyuguidad» puede madurar entre los 24 y los 30 años
de edad. Para que esto ocurra, pre viame nte tienen que haber madurado tres núcleos: nuestra «vitalidad»,
nuestra «gemelidad» y nuestra «impetridad». En el presente, lo anterior es algo muy lejano de la realidad
cotidiana en el vivir nacional. En el mejor de los casos resulta una aspiración para algún joven que quiera
experimentar algo que ningún otro se r humano ha vivido.
Aquí re s ulta impos ible no tener presente el proceso de «humanización» que se inició hace 100,000
años: al aparecer los Homo sapiens sapiens 'hombre sabio sabio'. Que aún no existan personas
plenamente maduras para el «amor conyugal» no quiere decir que no existirán en el futuro. Si los jóvenes
del presente s e inte res an en madurar esta parte de nuestro ser interno, más pronto que tarde , lo
lograrán. Encontrar el camino es un asunto personal. No existen antecedentes históricos a este respecto.
Por esto mismo es que conviene esclarecer cómo es que se genera nuestra «nupcialidad». En los
hombres es el resultado de la unió n pe rma ne nte entre nuestra «marca matricia» y nuestro «foco
hetérico». En las mujeres la unidad se da entre la «marca patricia» y el «foco hetérico». Para que ambos
«centros emotivos» se conjunte n es necesario que ambos estén en armonía: que haya sido borrada del
recuerdo toda huella de rechazo. Aquí es fundamental el trabajo de esclarecimiento emotivo.
Para hombres y mujeres resulta importante la figura del proge nitor de sexo comple me ntario . Cada
uno de nosotros, cuando quiere madurar «nupciálicamente», tiene que emprender una expedición al
pasado para limpiar tanto la «marca» cuanto el «foco» correspondiente. Que esta relación esta
manchada, muy manchada, se puede constatar en los plante amie ntos de los psicoanalistas freudianos:
centrados en lo que ellos llaman "el complejo de Edipo".
Como se vio en una sesión previa, Edipo mató a su padre y casó con su madre, con la cual tuvo hijos.
Los psicoanalistas freudianos trabajan con la hipótesis de que cuando somos niños se ntimos dese os
sexuales inspirados por nuestro progenitor de sexo complementario. Esta es una me ntira abe rra nte .
Sigmund Freud confundió la «sexualidad» con la «erotidad» y la «afectividad». Es explicable su e rror
debido a que fue un pionero en este tipo de investigación. No es justificable que se mantenga.
La difusión de las ideas del investigador vienés es muy amplia. Muchos profesores universitarios le
profe san una de voción e xage rada. Los jóvenes universitarios tienen que estar muy alertas. La
relación con nuestros padres nada tiene de maligno, de vergonzante, es una relación que nos ins pira
para se r adultos . Cualquier sentimiento que se haya originado por su presencia es favorable para
nuestro crecimiento, por lo mismo, es imprescindible esclarecer la limpie za de tales relaciones.
En este momento ya es dable plantear una «HIPÓTESIS », entendida esta palabra como 'suposición
imaginada para explicar un fenómeno', para lograr entender la re lación intríns e ca entre el sustantivo
«matrimonio» y el verbo «huir». Si, al igual que lo hizo Sigmund Freud, los psicoanalistas encuentran en
sus pacientes varones un fuerte se ntimie nto de culpa por recuerdos infantiles de su vivir cotidiano con
su madre, es señal inequívoca de re chazos de la madre. La «culpa» proviene del re chazo mate rno.
Nuestra madre, para los varones , es la responsable de la fortaleza o la debilidad de cuatro de

nuestros «centros emotivos»: nuestra «marca gestaticia», nuestra «marca matricia», nuestro «foco orálico»
y nuestro «foco hetérico». Cuando alguno de estos cuatro «centros» resulta dañado, los otros tres también
lo res ie nte n. La «hipótesis» para explicar el "miedo al matrimonio" bien puede provenir de esta
situación que privilegia la figura de nuestra madre en la cons trucción de nuestra «emotividad adulta».
Así, nuestra madre viene a resultar "la villana de la película". Todos tenemos en nuestra memoria
múltiples registros de dife re ntes tipos de re chazo mate rno : nalgadas, bofetadas, cinturonazos,
castigos, regaños, et cetera, et cetera, et cetera. Cuando se reciben maltratos maternos la consecuencia es
el «RESENTIMIENTO », entendido como 'hostilidad contenida de quien se siente maltratado hacia el
originador del maltrato'. Este resentimiento nos impide madurar, nos f re na el «proceso iniciático».
Para superar este «resentimiento» conviene ver a nuestra madre como lo que en realidad es: la gra n
víctima his tórica de la intole rancia . En efecto, Sigmund Freud planteó la muy peregrina «hipótesis»
de que las mujeres son ¡ho mbre s cas trados ! No se tiene que acusar a este pensador vienes de tal hecho.
Desde la antigua Roma se menospreciaba a las mujeres. La palabra «familia» es latina, familia, y significa
'conjunto de los esclavos y criados de una persona', la persona dueña era de sexo masculino.
Remontando la historia aún más, se encuentra que en la antigua Sumeria surgió un «relato alegórico»
sobre el hieros gamos 'matrimonio sagrado' formado por Inanna 'diosa del planeta Venus y del amor', que
era la diosa tutelar de la ciudad de Erek, y por el pastor Dumuzi, cuyo nombre alterno es Tammuz, quien se
convierte en soberano de la ciudad. El matrimonio se realiza enmedio de gran a mor. No obstante,

Inanna decidió descender a los infiernos para s uplantar a su soberana Ereshkigal, hermana mayor de
Inanna.
La diosa Inanna sumeria es la diosa Ishtar de los akkadios, la diosa Astarté de los pueblos semíticos, la
diosa Afrodita de los griegos y la diosa Venus de los romanos. Durante el apogeo de Inanna-Ishtar era, al
mismo tiempo, diosa del a mor y de la gue rra, es decir, regía la vida y la mue rte . Para expresar la
plenitud de sus poderes se la llamaba he rmaf rodita, Ishtar barbata 'Venus barbada'. Cabe «aquí» y
«ahora» recordar que «hermafrodita» significa 'que posee ambos organos sexuales: masculino y
femenino'.
Al fracasar en su empeño, Inanna resulta muerta. No obstante, le son proporcionados el "alimento de

vida" y el "agua de vida". Según el pensar sumerio, para salir del infierno, 'lugar de los muertos', Inanna
debe hacer que "alguien" la reemplace. Después de buscar al sustituto, cuando la diosa tutelar de Erek
llega a su hogar, se encuentra con que Dumuzi se ha convertido en s obe rano único de la ciudad, lo mira
fijamente con la mirada de la muerte y lanza una palabra llena de desesperación: ¡lle vadle !
Quizás s ea ne ces ario remontarse hasta este pasado sumerio para entender cabalmente la oculta
relación entre «matrimonio» y «huida». Al parecer, lo «inconsciente colectivo» ha mante nido vivo este
mito sumerio hasta nuestra actualidad nacional. Cabe tener presente que lo que hablamos los mexicanos es
la «lengua latina»: que he re dó una fuerte dosis del pensar sumerio. Esta «hipótesis» bien podría explicar
la tradicional unión entre el «amor» y la «muerte» en el pensar europeo, tal como se expresó más arriba.
En primer lugar, e xplicaría por qué es que Romeo y Julieta resultan tan importantes en el pensar
popular. También explicaría la tan grande popularidad del obispo Valentín entre los jóvenes enamorados.
Las grandes novelas «románticas» tambié n encajan en este «modelo» sumerio del amor entre hombre y
mujer. En cambio, la creciente tendencia al divorcio vendría a ser un impuls o de vitalidad. Las nuevas
generaciones desean rompe r con la condena a muerte al contraer matrimonio.
Asimismo, podría explicar porqué Freud cons ide raba que la mujer se comporta como un "hombre
castrado". Al manifestar el «arquetipo» Inanna, las mujeres que trató Sigmund Freud se comporta ban
como «hermafroditas». También puede explicarse cómo es que muchas mujeres, las llamadas feministas,
adoptan un compo rtamie nto «masculino», en el vestir y en sus actividades profesionales: suelen utilizar
el "traje sastre", visten pantalones, usan el pelo corto, fuman, et cetera.
Empezar a investigar este intrincado asunto es algo que urge . Los jóvenes tienen mucha tela de donde
cortar: explicando cada uno lo que vive cotidianame nte el hieros gamos 'matrimonio sagrado' de s us
pro pios padres , en caso de que aún no se haya disuelto. En las rivalidades y los pleitos cotidianos s e
manifie s tan muchos de los «contenidos simbólicos» del relato sumerio del matrimonio sagrado formado
por la pareja Inanna y Dumuzi. La traición de Dumuzi de se ntirse "soberano único" sigue siendo la clave.
Como una manera de re conciliación con nues tra propia madre es muy importante que cada uno
de nosotros entienda los malos tratos maternos como manife s tación ante un ser humano indefenso de
sus propios «resentimientos». La cade na de malos tratos tiene que interrumpirse. Generalmente nuestra
madre guarda «resentimiento» por los malos tratos de su marido, nuestro propio padre, o de su propia
madre, o de su propio padre, o de algún maestro o maestra, o de cualquiera que abus ó de s u de bilidad.
Quienes podemos rompe r la muy larga cadena histórica de malos tratos s omos los varones. Por ser
nosotros más fuertes que las mujeres, aunque no en todos los casos, tenemos que superar de manera
definitiva los «resentimientos» que guarda nuestro corazón en contra de nuestra propia madre. Al hacerlo,
estamos entrando en un proceso de maduración que nos permitirá no únicamente encontrar la «felicidad
conyugal» sino que también daremos a nuestros hijos y nietos una gran «fortaleza emotiva».
Este es el reto más fuerte que enfrentan los jóvenes de hoy. No únicamente en nuestra patria. En todo el
mundo existen abunda ntes «eslabones de resentimiento». En este trabajo nadie puede ayudar a otro.
Quien sea capaz de superar su propio «resentimiento» hacia su propia madre tendrá el merecimiento de un
vivir pletórico de «armonía». Cada uno que logre comple tar su propìo «proceso iniciático» alcanzará el
estado adulto y, en consecuencia, podrá ejercer por de re cho propio el «liderazgo familiar».
Este es quizá el reto más grande que enfrentan los jóvenes del presente, tanto en nuestra patria cuanto
en el resto del planeta. La unive rs alidad de la problemática matrimonial habla de un peligro real para la
pervivencia de nuestro género. Los jóvenes tienen que enfrentar el reto. De fracasar en su intento de
encontrar un camino hacia la superación de los «conflictos inconscientes» que impiden el amor pleno
entre hombre y mujer, los humanos se guire mos condenados a la extinción.
En realidad, se trata de un problema de «evolución». Tal como ha existido durante los pasados dos mil
años, el Homo sapiens sapiens 'hombre sabio sabio' ha mostrado una gran ine ptitud para lograr la
felicidad entre hombre y mujer. Entender las causas de esta realidad es prioritario. Para revertir esta
tendencia milenaria, es importante que cada joven trabaje consigo mismo, que se encuentre a sí mismo en
tanto hombre adulto. Los modelos de sus padres y mayores posee n «vicio oculto».
Cada uno debe emprender su propio camino, cada quien tiene derecho a experime ntar. Lo peor que a
cada uno puede ocurrir es fracasar. Esto es lo que ha acontecido desde hace tres mil años , desde que los
sumerios idearon el «relato mítico» de Inanna y Dumuzi. Quizá muchos fracasarán en su intento de
convertirse en «hombres adultos», s i pe rs is te n, más pronto que tarde empezarán a acercarse a su meta.
Al conocerse el camino, más y más jóvenes lo seguirán.
Es importante, tanto para los hombres cuanto para las mujeres, dejar de ser «heterófobos», entendiendo
este concepto como 'quienes padecen heterofobia', entendiendo la « HET ER O FOB IA », como 'sufrimiento
intenso, generalmente inconsciente, generado al ocurrir una situación de intimidad empática con alguien
de sexo diferente al propio que, inmediatamente, se manifiesta como repugnancia, es decir, como una
incomodidad corporal que genera el irrefrenable deseo de huir'. Todos la padecemos.
Esta tarea está llena de dificultad. No e xis te en el presente algún «guía esclarecido» que nos ayude a
encontrar el camino: cada uno tiene que convertirse en su propio «guía esclarecido». A menos que
todos los adultos tengamos éxito en esta tarea, será dificil que nuestro «género» tenga un futuro. El
presente de los seres humanos representa una encrucijada. Nuestro futuro depende de una «toma colectiva
de conciencia», algo muy difícil de que ocurra: todos vivimos dominados por la «heterofobia».

Novena sesión: EL LID ER A ZG O ED U C AT IV O
Después de ocho sesiones de tra bajo dual, «mental» y «psíquico», lo que existe «aquí» y «ahora» es
más desasosiego y desconcierto que «armonía» y «sabiduría». Conviene por tanto t ratar de unir todas
las partes trabajadas colectivamente por quienes hemos compartido este «aquí». Para comenzar, es
necesario partir de la base de que quienes son co-partícipe s de este seminario sobre el encuentro con
uno mismo son «jóvenes», vocablo que hasta el momento no hemos conceptualizado «aquí».
Lo primero que se puede decir es que «JOVEN » significa 'ser viviente que no ha completado su
maduración genética'. Se puede hablar tanto de un "hombre joven", cuanto de un "caballo joven" o de un
"árbol jóven". La pregunta que surge de inmediato es: ¿cómo saber cuándo ya se comple tó el programa
«genético» de maduración? Para un caballo es fácil: cuando ya puede «montar» a una yegua y
embarazarla. Para un árbol frutal, como un peral, también es fácil: cuando «cuaja» las flores y produce
peras.
Un «hombre joven» puede e mba raza r a una «mujer joven» a partir de los 14 o 15 años, pero alguien
de esta edad, sea varón o hembra, es s ólo un niño, o niña. Sin embargo, con frecuencia creciente vemos
en los periódicos o escuchamos en la radio noticias respecto a niñas que, a esa edad, o de edad menor,
como consecuencia de una violación, ya son madres. El horror que estas noticias despiertan y el escándalo
y las múltiples declaraciones de personas prominentes hablan de un te ma cande nte .
Quienes co me te n las violaciones son "satanizados" y se pide "la pena de muerte" para ellos. Se les
acusa de "victimarios" de niñas inocentes. La existencia de violadores es una muestra fehaciente de lo
caduco de los "valores éticos" a doptados oficialme nte para impartirse en el sector educativo: en
particular en las escuelas primarias. La «formación ética» que actualme nte tiene lugar en la escuela
primaria e s un refrito de obe die ncia a normas ajenas y no una creciente concie ntización.
Los programas oficiales que rigen la enseñanza en nuestro país manifiestan una ignora ncia s upina
del «proceso completo» de tra ns formación de un «niño» en un «adulto». Esto es cierto para todos los
niveles educativos: en todas las escuelas primarias, secundarias, preparatorias y universitarias. A esta
ignorancia del proceso comple to de «maduración humana» es atribuible la mayoría de los grandes
problemas nacionales: delincuencia, corrupción, abuso sexual, pobreza, et cetera.
En consecuencia, la solución de todos y cada uno de los problemas nacionales pueden ser resueltos
s i se e mpie za a conoce r en las universidades el proceso de «maduración humana». Este «seminario»
bien puede ser un «principio» de esta investigación en la cual, ne cesariame nte , tienen que participar
muy activamente todas las universidades y centros de estudio de nuestra patria. Quienes están presentes
«aquí» y «ahora», al conocer este planteamiento, adquie re n un compro mis o con esta tarea nacional.
Es muy difícil decidir po r dónde empezar una tarea que nunca ha sido realizada. Como tenemos que
participar todos y no existe antecedente alguno, cualquier forma de empezar es corre cta. Tenemos todos
que «aprender» la manera de resolver todos los problemas que nuestra patria enfrenta en la actualidad.
Una vez resueltos los problemas del presente, ha bre mos le gado a las futuras generaciones un país en el
que ellos enfrentarán sus propios problemas: que en este momento ni siquiera imaginamos.
Lo primero es definir el verbo «APRENDER », que puede ser entendido como 'equivocarse, equivocarse,
equivocarse, pero cada vez menos, menos, menos'. Si los presentes «aquí» y «ahora» tomamos como
propia esta conceptualización, podremos iniciar ¡hoy!, ¡hoy!, ¡hoy!, la transformación patria que ya
urge . Al proponer cada uno de nosotros su manera de empezar a «aprender» quizás nos equivocaremos,
pero la acción diaria nos llevará a de s cubrir la manera de equivocarnos cada vez ¡menos!, ¡menos!,
¡menos!
Un sistema educativo nacional debe ser dis e ñado para permitir que cada «niño» que ingresa se
transforme en un «adulto», esto en cuanto al as pe cto cualitativo. El corolario obvio es que dicho
sistema tiene que cubrir también un as pe cto cuantitativo. La responsabilidad cuantitativa es que todos
los niños en edad adecuada tienen que iniciar sus estudios y no abandonarlos sino hasta haber completado
su «maduración»: hasta alcanza r el estado «adulto». Es importante un detallamiento de lo anterior.
Según lo definen los diccionarios, "juventud" es el 'periodo de vida humana que media entre la infancia
y la madurez'. Algunos diccionarios utilizan el vocablo "niñez" como s inónimo de «infancia». La
"infancia" es definida como 'periodo de la vida humana comprendido entre el nacimiento y el inicio de la
adolescencia'. La "adolescencia" es definida como 'periodo de la vida humana caracterizado por cambios
orgánicos y psicológicos'. Lo anterior se refiere exclusivamente al as pecto cualitativo.
En general, existen discrepancias al ubicar las edades que delimitan e l principio y e l final de la
adolescencia. Se atribuye a meros cambios corpo rales : rápido aumento de estatura y maduración sexual.
El c re cimie nto acelerado empieza alrededor de los 12 años de edad y termina, en no pocos casos, hasta
los 24 años. La maduración sexual ocurre en me nos de un año. Se inicia con la aparición de vello
púbico y termina, en los hombres, con la capacidad de eyacular, en las mujeres, con la ovulación me nsual.
La «maduración» sexual ocurre e n cualquie r mome nto entre los 9 y los 17 años. No existe regla
alguna a este respecto. Generalmente, a los 18 años ya se se comple taron los cambios corporales. No
obstante, un «joven» de 18 años no es otra cosa que un «niño» con cue rpo de «adulto». Es más, muchos
de quienes se casan es tán en este mismo caso. Esto es, precisamente, lo que s ignifica padecer el
«síndrome de Peter Pan»: tener la apariencia de un adulto y e l comportamie nto de un niño.
Es esto lo que ocurre e n todo e l te rritorio de los Estados Unidos Mexicanos, eso que se suele
llamar República Mexicana: desde Baja California hasta Chiapas: desde Quintana Roo hasta Tamaulipas.
La solución es fácil de plantear pero difícil de hacerse realidad: se trata de que todos logremos se r
adultos. El material de apoyo del presente «seminario» pue de se rvir de mucho a quienes deseen de
corazón conve rtirse en adultos hechos y derechos. Esto, sobra repetirlo, es muy difícil de lograr.
El tema no se agota en tan poco material como el que apoya este seminario. Quizás, si trabaja toda
una generación de jóvenes en esta tare a patria, dentro de unos 40 o 50 años ya se haya completado la
información acerca del proceso de cambio que convie rte a un «niño» en un «adulto». Entre más pronto
empecemos, más pronto habre mos concluido esta responsabilidad colectiva. Para empezar, hay que
conocer el proceso que se llama «adolescencia»: conviene prime ro conocer su origen etimológico.
La palabra «adolescencia» se aplica al periodo en que los humanos somos «adolescentes», este vocablo
es castellanización del latín adolescens, adolescentis, que es el participio de presente del verbo adolesco,
adolescis, adolescere, que es el verbo incoactivo de adoleo, adoles, adolere 'oler mucho, trascender un
olor', 'encender, quemar'. El verbo latino adolescere significa en castellano: 'crecer, desarrollarse,
fortalecerse, consolidarse'. La imagen se ns orial de estos s ignificados es muy enriquecedora.
No ven a sesión : El lid era zg o edu ca tivo h o ja 2 d e 1 0

Conviene, por tanto, conocer las respectivas etimologías. En latín, cre ce r se dice cresco, crescis,
crescere, es verbo incoactivo de creo, creas, creare 'crear, dar el ser, engendrar, producir, dar a luz,
elegir, nombrar, causar, ocasionar'. Con este antecedente, el significado cas tellano de crescere viene a
ser: 'crecer, aumentarse, desarrollarse, engrandecerse, ascender, hacer fortuna'. Este significado está
implícito en adolescere, al conocerlo, se enriquece la conceptualización del «adolescente».
En cuanto a des arrollars e , es una palabra de reciente aparición en castellano: data del año europeo
1732. Su significado es: 'hacer que algo alcance poco a poco y en etapas sucesivas una evolución
creciente'. El origen de este verbo es el vocablo castellano "rollo" y se refiere a la acción opues ta a
"arrollar", que significa "hacer rollo"; tal como se hace con un papel. A su vez, "rollo" proviene del latín
rutulus 'ruedecita', de ruta 'rueda'. La etimología y el significado actual parecen no tener una relación
lógica.
Pero, si entendemos este verbo desde la perspectiva de nuestro «genoma» se puede comprender mejor
su relación lógica. El ADN es una doble es piral, es decir, los átomos se van integrando a manera de una
rotación. En nuestro «genoma», por otro lado, se encuentra el «programa genético» que se "desarrolla"
mientras crecemos. Al ser «adolescentes», los humanos estamos "desarrollando" el programa que nos
le garon nuestros padres: la mitad nuestra madre y la mitad nuestro padre.
El verbo "fortalecerse" significa 'hacerse fuerte'. La palabra castellana fue rte proviene del latín fortis
'fuerte, sólido', 'robusto, valiente', 'poderoso, distinguido', 'soberbio'. Hacerse uno adulto es «hacerse
fuerte». Por otro lado, cons olidarse significa 'hacerse sólido'. Este sustantivo proviene del latín solidus
'sólido, consistente', 'cierto, seguro'. Con el anterior esclarecimiento, se puede percibir que un
«adolescente» es mucho más, muchís imo más , que un simple "rebelde sin causa".
Al no exis tir amor s uficie nte en sus hogares, muchos «adolescentes» optan po r huir. La huida
puede ser de muchas formas. Como son «jóvenes» que no fueron amados, s e e ncue ntran muy
rese ntidos . El resentimiento es pé s imo consejero. Cuando se reune un grupo de estos «jóvenes» es muy
fácil que s urja n de seos incons cie ntes de acciones destructivas: hacia ellos mismos o hacia los demás.
Es por esto que surgen las adicciones e nve ne nantes : alcóhol, cigarro, inhalante, droga, et cetera.
La incalculable cantidad de «jóvenes» que s ufre n hace pensar, a no pocas personas, que el vocablo
«adolescente» provie ne de "dolor" y no, como es el caso, de "crecer" y de "oler". Lo que dichos jóvenes
buscan desesperadamente es «AMOR»: la 'fuerza cósmica que genera en quien la siente una poderosa
aptitud armonizante'. Su «programa» genético de «maduración», que necesita se r e je cutado hasta
completarse, hace que los «jóvenes» busquen fre né ticame nte el «amor» que les faltó anteriormente.
Al no encontrarlo, inician procesos auto des tructivos , al igual que un embrión que se descubre a sí
mismo con fallas de «duplicación». Las actividades que emprenden los alejan más y más del camino hacia
la madurez plena. Los «jóvenes» universitarios salieron mucho mejor librados que los "chavos banda"
que pueblan los barrios más pobres. Aunque la pobre za no es la caus a. Quienes pertencen a una
«familia» rica, pero no recibieron amor suficiente, terminan drogándos e en "discotecas" caras.
Por ser los me nos dañados por el actual "sistema", los «jóvenes» universitarios son los mayormente
res pons ables de iniciar un cambio patrio que permita a todos los nacidos en nuestro territorio nacional
alcanzar el estado de «ADULTO », entendida esta palabra como 'quien ya completó su madurez corporal,
genérica, mental, sexual y psíquica'. Es muy necesario tener en cuenta que somos seres pénticos y que
nuestra «maduración» tambié n tiene que ser péntica: no únicamente corporal.
Unicamente quien alcanza este estado es capaz de «AMAR», es decir, se vuelve apto para
'experimentar de manera permanente el sentimiento de pertenencia total que se manifiesta en los
humanos como un múltiple esplender en continua acción armonizante'. Esta «aptitud» s e pe rfe cciona de
una manera paulatina: en cinco etapas perfectamente diferenciadas. Conocer minuciosamente este
proceso de «maduración» de nuestra fuerza cósmica resulta un re quis ito indis pe nsable para todo
joven.
Esta «aptitud amatoria» se encuentra implícita en nuestro «genoma». Aunque las circunstancias
actuales nos hacen ver que el promedio de los humanos e s incapaz de «amar», existen múltiples
antecedentes en nuestra cult ura autóctona, en nuestro pensamiento indígena, que hacen evidente que
todos los humanos pos ee mos «genéticamente» la posibilidad de madura r nuestra capacidad
«amatoria». Por esto mismo, conviene conocer, «aquí» y «ahora», este pensamiento.
Según registraron los "frailes", e n e l pe ns ar nahua, existe una pareja suprema: formada por
Ometecuihtli 'protector dual', es decir, 'dualidad masculina' y por Omezihuatl 'paridora dual', o sea,
'dualidad femenina'. Ambos conforman la totalidad de lo que existe: Ometeötl 'fuerza armonizante dual'
en nahua, que es cada uno de nosotros, y Ometeotzintli 'grandiosa fuerza armonizante dual' que es el
unive rs o. Esto nos hace ser duales: somos «persona» y al mis mo tie mpo somos «universo».
Esta dualidad, vista desde la perspectiva de nuestro «genoma» es fácilmente comprensible. La mitad de
nuestro ADN lo heredamos de nuestro padre, por esto somos mitad mas culinos , y la otra mitad la
heredamos de nuestra madre, razón por la cual somos mita d fe me ninos . Esto aplica tanto para mujeres
cuanto para hombres. Asimismo, ge né ticame nte , todos somos "fuerza armonizante dual". El proceso de
crecimiento nos hace de s arrollar este potencial armonizante: nuestra capacidad de «amar».
Lo que ocurre en esencia es que, al inte grar nuestro ADN femenino con nuestro ADN masculino, los
humanos empezamos a vibrar cós micame nte , es decir, armoniza mos nuestro «yo persona» y nuestro
«yo universo». Esto nos genera una «fuerza cósmica» que sentimos en nuestros corazones, percibimos al
universo como si estuviese e n e l ce ntro de nues tro corazón. Esto nos lleva a logra r todo aque llo
que deseamos , es como si la fuerza del cosmos estuviese exlusivamente a nuestro servicio personal.
Aquí es donde se encuentra la gran dife re ncia entre el pensar anahuaca y el pensar europeo: ellos se
ubican aparte del universo y nosostros como pa rte de l unive rso. A la gran fuerza universal ellos la
llaman Dios, a quien consideran como su "creador". Nosotros nos s abe mos esa grandiosa fuerza
cósmica. Ellos se consideran "profanos" y a la fuerza universal la llaman "divina" o "sagrada". Es por esto
que realizan rituales para "sacralizarse" o "sacramentarse". Esta "sacralización" es transitoria, debe
renovarse.
Visto desde la perspectiva «genética», el proceso de «maduración amatoria» vie ne a se r un proceso

de «sacralización permanente». Al completarlo, nos volvemos «sagrados», «venerables», «divinos»,
«armonizantes», «cósmicos». En realidad, resulta difícil expresar en castellano esta vive ncia pé ntica.
Con la intención de esclarecerla en todo lo posible, conviene t raba jar s ucinta me nte las etimologías de
estos cinco vocablos, a sabiendas de que no agotaremos su «significancia».
La primera palabra, «sagrado», es la castellanización del adjetivo latino sacratus 'sacro, consagrado',
que es el participio de pasado del verbo sacro, sacras, sacrare 'consagrar, dedicar, ofrecer a los dioses'. Lo
«sacro», en latín sacrum, se refiere a 'cosa sagrada', 'acto religioso', 'ceremonias religiosas, culto',
'sacrificio'. Aquí se puede percibir como los romanos se percibían a sí mismos como algo aparte de los
"dioses", la connotación que se percibe es de infe rioridad ante dichos entes.
El adjetivo «venerable» también es latino: venerabilis 'venerable, respetable'. Es un derivado del verbo
veneror, veneraris, venerare, verbo transitivo deponente que significa 'venerar, honrar', 'pedir, suplicar'.
Existe una familia de palabras derivadas de este verbo: venerabundus 'respetuoso, reverente', veneratio
'veneración, respeto', venerandus 'venerable, augusto', y veneratus, que es el participio de pasado de dicho
verbo, 'venerado' en castellano.
Curiosamente, existe una relación directa del verbo venerare con el nombre de la "diosa del amor" de
los romanos: Venus, Veneris. El adjetivo latino Venerius se refiere a 'lo propio de o relativo a la diosa
Venus', asimismo, el adjetivo Venereus, en castellano 'venéreo', significa lo 'propio o relativo a Venus'.
Las "enfermedades venereas", por ejemplo, son las enfermedades resultantes del amor, es decir,
provenientes de la actividad sexual; aunque al usar esta denominación se limita el "amor" a la mera
cópula.
También parece existir una relación entre la "diosa" Venus y otras palabras latinas: venustas
'hermosura, elegancia', 'gracia, encanto [del gesto]', venuste 'con elegancia, graciosamente' y venustus
'gracioso, hermoso, elegante'. Estos vocablos latinos pare ce n corre s ponde r a la hermosura con la cual
se representa a Venus en estatuas y pinturas. Además, las personas «venerables» encajan perfectamente
con estos atributos. La «elegancia» y el «encanto» son parte de la personalidad de las personas
«venerables».
El adjetivo «divino» es el correspondiente al latino divinus, que en castellano significa 'divino,

maravilloso, perfectísimo'. Un ejemplo del uso de esta palabra basta para constatar la te rre nalidad de
este vocablo: divinus homo in dicendo 'hombre de maravillosa elocuencia'. Resulta intrigante saber como
fue que esta palabra de jó de ser «humana» para convertirse en un atributo del los diferentes "dioses" que
están en el centro de muchas religiones, particularmente en la religión católica apostólica romana.
En cuanto al atributo «armonizante», se refiere a quienes poseen la aptit ud de encontrar aquello que
une las diferentes partes de un todo. Se usa para describir a personas que s ie mpre ve n s oluciones en
donde muchos e ncue ntran s ólo proble mas . Esta palabra castellana tiene menos de 200 años de existir.
En nuestra «cultura» autóctona se conoce desde muy antiguo, tánto que generó una lengua: el
nahuatlahtolli 'hablar armonizante'. Hablar nahua es sinónimo de s e r armonizante .
Para terminar, «CÓSMICO » se usa para referirnos a 'lo que pertenece al conjunto ordenado de todo lo
que se manifiesta en tiempo y espacio'. Se suele utilizar cos mos como oposición a caos . Este atributo se
refiere a una pe rte ne ncia a la fuerza universal que mantiene un «cambio continuo» en el universo, pero
siempre siguiendo leyes precisas. Nada ocurre de manera caótica, todo tiene una secuencia. Cuando
«amamos» manifestamos este poder universal en cada uno de nuestros actos cotidianos.
El crecimiento de esta «habilidad amatoria» está implícito en el resto del relato conservado por los
"frailes". Se dice que la "pareja suprema" tuvo cuatro hijos de nombre Tezcatl ipoca 'espejo su humear' o,
mejor aún, 'espejo su esplender'. Esto amerita esclarecer que "espejo" en una forma metafórica de decir
Ometeötl 'fuerza armonizante dual'. Al e s tar fre nte a un es pe jo, podemos comprender esta metáfora:
somos una dualidad: un «cuerpo» y «su imagen» reflejada. Nuestra «imagen» es nuestro «esplendor».
El «espejo» también puede ser visto en nuestro «genoma»: nuestro ADN paterno es la imagen de
nuestro ADN materno y viceversa. Visto desde nues tra perspectiva autóctona, esto significa que
Ometecuihtli es la image n de Omezihuatl y viceversa. Entre mejor es un espejo, más brillante es la
imagen que refleja, más luminosa resulta, más «esplendente» es dicha imagen. Cuando ambas imágenes
genéticas se funde n e n la otra, el resultado es que logramos un «esplender» continuo.
Antes de continuar resulta importante abundar acerca del verbo « ESPLENDER», que expresa la idea de
'emitir rayos luminosos'. Se aplica al sol brillante, en cielo despejado. También se utiliza en sentido
figurado para describir algo que impacta por su hermosura, por su galanura, por su abundancia, por su

bondad, et cetera. El verbo intransitivo latino splendeo, splendes, splendere significa 'brillar, resplandecer,
lucir', por ejemplo: virtus splendet per se 'la virtud se hace notar por sí misma'.
Existe otro dos verbos latino, también intransitivos, muy similares: splendesco, splendescis, splendere
'empezar a resplandecer, abrillantarse' y splendico, splendicas, splendicare 'brillar'. Existen también
derivados: splendide 'esplendidamente, con brillantez, brillantemente', splendidus 'resplandeciente,
brillante', 'ilustre, noble', 'magnífico, suntuoso', splendor 'esplendor, brillo', 'belleza, magnificencia',
'gloria, nobleza'. Esto describe a quienes han logrado fundir su herencia mate rna con su herencia
pate rna.
Quien ha logrado «amar» de manera adulta, vive «esplendiendo» de manera permanente en todos los
momentos de su vivir. Esto tiene un origen «bioquímico», por lo cual conviene abundar al respecto.
Cuando alguno de nosotros inicia una relación amorosa con alguien que e ncie nde nuestro interés
erótico, nuestro cerebro aumenta la concetración de substancias tales como la «DOPAMINA », que es un
'neurotransmisor que genera comportamiento emocional'.
Se ha encontrado que las neuronas de la región «ventral tegmental» de nuestro cerebro transmiten
«dopamina» a otras regiones conectadas con el « SISTEMA LÍMBICO », que es 'lo que regula nuestras
emociones, nuestra motivación y nuestra conducta'. Al aumentar la concetración de «dopamina»,
experimentamos de forma más inte ns a nuestras emociones y entramos en una especie de cons tante
e uforia. Esto es precismanente lo que significa «enamorarse».
Lo anterior es aunado a una mayor producción de otro «neurotransmisor», la se rotonina, y de una

«hormona» llamada nore pine frina, que es responsable de regular la pre s ión sanguíne a y el rit mo
cardiaco. Esto no ocurre únicamente en presencia de la persona amada sino que provoca un e s tado de
excitación que genera falta de deseo de dormir. Los «enamorados» tienen muchos des ve los de amor.
Pasan la noche despiertos, inundados de múltiples pensamientos hermosos y gratificantes.
Este estado de exitación es el que nos hace "emitir rayos luminosos" por nuestros ojos, es decir, es en
este momento cuando «esplendemos». Se trata de una manifestación corpo ral. Cuando se presenta,
muchos jóvenes sienten el deseo de unirs e con la persona que les origina tal vivencia. Esta reacción es
instintiva, animal, cuyo origen pareciera ser la preservación de nuestra especie. Es en estas condiciones
cuando un hombre y una mujer, o dos personas de igual sexo, deciden comprometerse para vivir juntos.
Cuando se establece un compro mis o pe rmane nte , generalmente antes de cumplirse dos años de
convivencia cotidiana, el «amor eufórico» va dando lugar a otro tipo de «amor», que es generado por la
«OXITOCINA », una 'hormona generadora de un sentimiento de calor y seguridad'. Al parecer, este
sentimiento es similar al que experimentan los «infantes» respecto a su madre. Al tomar en cuenta la gran
cantidad de divorcios que ocurren, pocos matrimonios transitan a esta s egunda fase del «amor».
Lo que ocurre más frecuentemente es que las parejas se casan cre ye ndo que se aman, pensando
ilusamente que el matrimonio les aportará la s olución a todos sus problemas: que es la pue rta de
e ntrada a la fe licidad. Al no haber alcanzado la madurez necesaria, de pronto, se encuentran ante una
persona insoportable, llena de defectos, incomprensible, desconocida, et cetera. El divorcio o la
infidelidad son los caminos más frecuentes: el caso de madame Bovary o el de Don Juan se repiten una y
otra vez.
Muchos hombres, y no pocas mujeres, empiezan a vivir s uces ivos «romances». Esto se termina
convirtiendo en una adicción, como el alcóhol, el tabaco, las drogas, el sexo, et cetera. En realidad,
quienes caen en este vicio manifiestan una total «ineptitud amatoria», en los términos expuestos más

arriba. La «aptitud» amatoria se va adquiriendo de mane ra paulatina. Es un «programa genético» que
muy rara ve z se cumple, por esto mismo convie ne esclarecerlo «aquí» y «ahora».
El primero de los cuatro hijos es Yayauhqui Tezcatl Ipoca 'ne gro del espejo su esplender', que es
precisamente nuestro «arquetipo genético» Tezcatl ipoca; que madura entre los seis y los doce años, como
se vió antes, es nuestra «vitalidad». El segundo de los hijos es Iztac Tezcatl Ipoca 'blanco del espejo su
esplender', nuestro «arquetipo genético» Quetzalcohuatl 'gemelo precioso', que madura entre los doce y
los dieciocho años, se trata de nuestra «gemelidad».
El tercero es Texohtic Tezcatl Ipoca 'azul del espejo su esplender', que es Huitzilopochtli 'zurdo
colibrizado', nuestra «impetridad», que está programada para madurar entre los dieciocho y los
veinticuatro años de edad, la edad de los estudiantes universitarios. El cuarto de los hijos es Tlatlauhqui
Tezcatl Ipoca 'ro jo del espejo su esplender', que es Xipeh Totec 'dueño de sexo, nuestro protector',
nombre nahua de nuestra «nupcialidad», lo que nos hace ne ces itar un «conyuge».
En este referente resulta simple es clare ce r nuestro proceso de «maduración amárica». Entre los se is y
los doce años, cuando pre viame nte recibimos suficiente amor, estamos encontrando nuestra «verdad
interna», esto nos faculta para des cubrir nuestro «amor propio», uno aprende a «amarse a sí mismo»,
uno ama continuamente su propio «cuerpo». La consecuencia es «amar lo vivo», que nos hace poseedores
de una salud a toda prueba. Manifestamos un vigor continuo en nuestro diario vivir, una gran vitalidad.
En los términos bioquímicos expuestos arriba, quienes maduran este «arquetipo genético»
experimentan de manera permanente un estado de "calor y seguridad" s imila r al experimentado por los
infantes recién nacidos. Esta sensación resulta de la integración de la «marca gestaticia» con el «foco
oral», generándose así el «centro emotivo» que se esclareció en la cuarta «sesión» de este seminario. Uno
pare cie ra vivir en el vientre de su propia madre al tiempo que es amamantado por ella.
En re alidad, lo que ocurre es que percibimos el «cosmos» como si fuese el vientre de nuestra madre.
Esto nos da una pe rte ne ncia total al cos mos . Todo lo que proviene del exterior lo percibimos como
nutriente, como benéfico. Es en este momento cuando se puede comp render exactamente el dicho «lo que
vie ne convie ne ». Todo lo que nos ocurre nos enriquece, nos fortalece, nos nutre, nos ayuda a crecer, nos
motiva a «madurar». Nuestro vivir se vuelve altamente gratificante. Así adquirimos «fuerza cósmica».
De los doce a los die ciocho años, después de habe r e ncontrado nuestra «verdad interna»,
encontramos nuestra «verdad gemélica», lo que nos permite descubrir nuestro «amor a nuestros iguales»,
aprendemos a «amar a nuestros semejantes». La consecuencia es «amar lo cierto», con lo cual somos
capaces de ejercer la amistad: nos res ulta fácil e ncontrar amigos ve rdade ros . Así, también estamos
siempre deseosos de emprender actividades «políticas».
Al haber completado la «iniciación gemélica», uno dis fruta se nsorialme nte la presencia de sus
amigos al tiempo que vive una se ns ación de prote cción similar a la que experimentábamos en nuestra
infancia con nuestro progenitor de igual sexo: los varones con el padre y las hembras con la madre. Este
«amor gemélico» nos hace «esplender» cuando estamos frente a nuestros iguales. Es por esto que quienes
alcanzan este nivel de madurez muestran «carisma», es decir, se vuelven «fascinantes».
Son hombres y mujeres capaces de «FASCINAR», es decir, poseen el don de 'dominar y atraer a sí con
la sola fuerza de su mirada'. Son personas que a todos les parecen encantadoras, deslumbrantes,
seductoras, cautivadoras, et cetera. Junto a tales personas s e pe rcibe una gran protección. De ellos se
puede decir que a man a s u prójimo como a s í mis mos . En su vivir cotidiano son un ejemplo viviente
del apotegma del maestro Jesús de Nazareth. Aman y son amados por sus semejantes.

Entre los die ciocho y los ve inticuatro años, después de haber encontrado nuestra «verdad
gemélica», maduramos para encontrar nuestra «verdad vocacional», con lo cual aprendemos a «amar lo
que hacemos», esto es lo que nos impulsa a sentir «amor por lo colectivo», es decir, tambié n amamos lo
que hacen nuestros semejantes. Es así que, cuando e xis te una sociedad integrada por tales individuos,
siempre acrecienta su patrimonio. La «economía» de un tal país, es muy flore cie nte .
Cuando hemos alcanzado este «amor vocacional», vivimos un permanente estado de «CREATIVIDAD »,
es decir manifestamos continuamente la 'fuerza inventiva de los humanos generadora de cosas que no
existían'. Esta «creatividad» se fortalece con lo generado por los de más . Quien ya maduró en este rubro,
le jos de sentir envidia por lo creado por otros, se siente inspirado por la obra ajena. Al ser genuina su
actividad profesional, resultan personas altamente ins pira ntes para otros.
A continuación, entre los ve inticuatro y los tre inta años, cuando pre viame nte ya descubrimos
nuestra «verdad vocacional», realizamos el proceso de encontrar nuestra «verdad nupciálica», locución
que significa que "ya somos aptos para el matrimonio". Esto nos permite sentir «amor por nuestro
conyuge», o sea, somos capaces de «amar a nuestra pareja». Así, ya e s pos ible no te ne rle mie do. Esto
conlleva desarrollar el «amor por lo nuevo», es decir, por los hijos.
Lo primero que experimentamos ante quien llega para ser nuestro «conyuge» es estar junto a una
«persona sagrada», ante quien sentimos una gran «veneración», nos parece alguien «divino», alguien que
nos «armoniza» interiormente, alguien que posee una «fuerza cósmica» e xactame nte igual a la que
percibimos en nosotros mismos. Esta percepción nos hace sentir que encontramos nuestro complemento.
Al fin apareció lo que nos hizo falta des de s ie mpre .
Quienes han logrado alcanzar el «amor nupciálico» logran un vivir pleno de manera pe rmane nte . Si
los jóvenes del presente enfrentan exitosamente el reto que actualmente representa el matrimonio, lo que
les es pe ra es un «vivir esplendente». Cuando uno ya está maduro, siempre encuentra su «complemento»,
aparece la persona que llena todos los requisitos para compartir «armoniosamente» el «espacio» y el
«tiempo». Esta pe rte ne ncia total es lo que da fuerza a nuestro género.
Empiezan a ocurrir muchos fenómenos «psíquicos» tales como comunicación telepática, orgasmo
simultáneo, complementación de propuestas, conocimiento intuitivo del «conyuge», et cetera, et cetera, et
cetera, et cetera, et cetera. Aunque el camino es muy intrincado, muy vericuetudo, los jóvenes que
manifiesten valor a toda prue ba para lograr la «iniciación nupciálica» tendrán siempre una recompensa
que rebasará cualquier expectativa: vivirá n un orgás mo cós mico pe rmane nte .
Los «conyuges» que logran vivir en tal plenitud son re conocibles por su «luminosidad», sus hijos son
engendrados en un ambiente lleno de «amor». Su proceso de gestación es un estado de plenitud tanto
para la futura madre cua nto para el embrión. Con esto se garantiza que el nuevo ser humano tendrá la
fuerza interna para completar su propio «programa genético». Si se logra una primera ge neración de
jóvenes que tengan éxito en completar este programa, las siguientes generaciones lo re fre ndarán.
Mientras las anteriores cuatro «verdades» están siendo descubiertas, entre los s e is y los tre inta años,
s imultáne ame nte , estamos encontrando nuestra «verdad universal», lo cual nos lleva a sentir «amor por
todo lo que existe», así, empezamos a ejercer la aptitud de «amar la existencia». Esto significa que cada
uno de nosotros ya «ama lo armonioso». Esto es el significado, «aquí» y «ahora», del hermoso relato
conservado por los "frailes". Aunque ellos no lo comprendieron, hay que agradecerles su conservación.
En este momento, quienes hayan completado su propio proceso, se descubre vivencialmente el pleno
significado de «esplender múltiple». Son personas que poseen una gran luminos idad de manera
permanente. Maestros con esta cualidad son lo que más hace falta en nuestra patria: son nuestra principal
care ncia. El sistema actual no contempla su formación. Cada interesado debe emprender su propio
camino «iniciático». Los jóvenes que lo deseen de corazón pueden lograrlo.
Existen múltiples registros del pasado de este tipo de "maestros". En el Mediterráneo, los más famosos
fueron los «HIEROFANTES », o sea, 'personas que inician a otra en asuntos recónditos'. Los más famosos
de ellos fueron los del «santuario» de Eleusis, en donde los «sacerdotes griegos» dirigían la iniciación de
los jóvenes en los misterios de Deméter, nombre de la pe rs onificación griega de nuestra madre tierra,
misma que fue llamada Ceres por los romanos. Eleusis se fundó hace 3,500 años y fue destruida hace
1600 años.
Cabe señalar que hace 2,500 años Pitágoras re s tauró este centro iniciático y que entre los «grandes
iniciados» de Eleusis se contaron muchos de los pensadores de la antigüedad griega. El más conocido de
ellos fue Platón. Es bien sabido que hace 2,500 años se floreció una generación griega de «FILÓSOFOS », es
decir, 'personas que estudian la esencia, el origen y la evolución del universo'. La pujanza de dicho pensar
griego pe rdura hasta nuestro tiempo. Actualmente se le conoce como "pensar científico".
En la antigua Anáhuac también existieron ambos tipos de personas, los «hierofantes» equivalen, con
mucho, a los tlamatinimeh 'tlamatinis', quienes también pueden ser equivalentes de los «M ENTORES », es
decir, 'hombres que se encargan de guiar a los jóvenes en el encuentro de sí mismos'. Los «filósofos»
griegos pueden se equiparados a los tlamacazqueh 'tlamacazques'. Ambos tipos de «preceptores»
habitaban en los tlillan calmecac, en donde se responsabilizaban de las nuevas generaciones.
La locución tlillan calmecac 'centro iniciático entre lo negro', fue registrada por el "fraile" español
Bernardino de Sahágún como no mbre del "duodécimo edificio del gran templo de Tenochtitlan,
construido en honor de la diosa [sic] Ciuacoatl y confiada a tres ministros [sic]". Clavigero anota que
Mocteuhzoma Xocoyotzin permaneció allí durante ocho días en oración [sic] cuando se enteró de la
llegada de Hernán Cortés. En resumen, se trataba de un centro de «meditación».
Estos centros de «meditación» han existido en muchas partes del mundo, desde la más remota
antigüedad. Los más antiguos fueron las cue vas naturales . Aún en el presente, en diferentes lugares de
la República Mexicana, muchos jóvenes acuden a «cuevas» para ayunar en soledad durante lapsos de
alrededor de cuatro días, para de scubrir s u ve rdad inte rior, que ellos llaman "visión". Eleusis tenía
también una zona restringida donde se ayunaba y meditaba a os curas .
El trabajo interno se aboca a descubrir lo «sagrado» dentro de uno mismo. La palabra griega
hierophántes proviene de hierós 'sagrado' y pháino 'yo muestro'. En lengua nahua la palabra s agrado
equivalente es nahuatl 'armonía'. Esto significa que nahuatlahtolli es equivalente a 'hablar sagrado', o
bien, 'hablar armonizante'. Si los jóvenes sienten que nuestra patria es «sagrada», la lengua que le
corresponde es la lengua nahua, al as umirla como lengua nacional nuestro futuro será «sagrado».
Cada uno de nosotros será «divino», entendido este adjetivo en su se ntido original : 'maravilloso',
'perfectísimo'. Como quedó dicho, divinus homo in dicendo significa 'hombre de maravillosa elocuencia'.
Esta palabra se deriva de divum 'el aire', 'el cielo', así, sub divo significa simplemente 'al aire libre'. El
verbo divino, divinas, divinare es 'adivinar, presagiar, profetizar'. El s us tantivo divinus es el «ADIVINO »,
es decir, la 'persona que percibe lo implícito en el espacio y el tiempo y lo vuelve explícito'.
Quienes conoce n lo suficiente nuestra cuenta tolteca del tiempo, pueden constatar que la cuenta de los
«soles toltecas» es una manera de pre de cir lo que ocurrirá en el futuro. Haciendo un recuento de lo
ocurrido en el «quinto sol» y las «energías cósmicas» implícitas en la res pectiva cuenta del tiempo se
puede comprobar que los toltecas fueron grandes «adivinos». En el presente ya se conoce la «energía
cósmica» de nuestro «sexto sol» tolteca: nahui cuauhtli 'cuatro águila'.
La ventaja es que todos los actuales mexicanos contamos con ADN suficiente para completar todas las
etapas del programa de este nuevo «sol». Los casi 100 millones de habitantes de nuestro territorio nacional
contamos con la fuerza cósmica suficiente para emprender esta tarea de me tamorfos is patria. Al contar
con «iniciados» como preceptores educativos, lo único que puede ocurrir es que nuestra patria se
convie rta en «cuna» de una nueva especie del género Homo. La es pe ranza resulta muy hermosa.
Al completar nuestro «programa genético», que cada uno posee en cada una de nuestras células, es
posible que s eamos capaces de ejercer «liderazgo educativo». Cualquiera puede rebatir lo anterior
afirmando que en el presente no e xis te n «adultos» como los arriba descritos. Esta es la verdad más
contundente. Esto no significa que no existirán dichos «adultos» en el futuro. Nuestro género está en
proceso de cambio desde hace más de dos millones de años, y se guimos e volucionando.
Quizás, si la presente generación de «jóvenes» e nfre nta e l re to de alcanzar el estado «adulto», tal
como «aquí» se describe, s í se puede pensar en una nue va es pe cie del mismo género Homo. Esta nueva
especie estaría integrada por «adultos» con las características arriba enunciadas. Lo anterior significa que
serán «adultos armonizantes», por lo cual el nombre de esta nueva especie deberá ser Homo harmoniens
'hombre armonizante'. El reto está planteado, toca a los «jóvenes» enfrentarlo o no.
En caso de e nfre ntar es te magno re to, todos los jóvenes de nuestra patria tendrán que unirse en una
gran alianza. Cada joven cuenta con cuarenta años de vida, entre los ve inte y los sese nta, para aportar su
esfuerzo personal a esta tarea suprema. Aunque uno solo no podrá aportar todo lo necesario para realizar
esta me tamorfos is patria, la unión de todos los universitarios del país, de las 32 entidades
confederadas, s í puede tener éxito en el logro de una nue va mane ra de vivir: individual y colectivo
Dicha nueva manera de vivir será péntica. Será poner en práctica todo aquello que ha sido aspiración de
los humanos a lo largo de su existencia. Todos los «relatos alegóricos» de la más remota antigüedad serán
convertidos en realidad, des mitificados . Paulatinamente, nuestro vivir diario se irá volviendo sagrado,
venerable, divino, armonizante, cósmico. En cada uno de nosotros, en nuestro «genoma», se encuentra la
fuerza cósmica necesaria para lograr esta descomunal meta.
No ven a sesión : El lid era zg o edu ca tivo h o ja 1 0 d e 1 0

Co nc e p t ua l i za c i ó n d e l v o c a b l o : e vo l u c i ó n
Tomado del francés evolution, derivado del latín evolutio, evolutionis Corominas: 'acción de
desenrollar, desenvolver, desplegar'.
ColMex: evolución s f 1 Serie de transformaciones o cambios graduales por los que pasa algo o alguien:
evolución de las especies, evolución de una enfermedad, evolución de una ciencia, evolución de una
lengua, la evolución del niño 2 Movimiento que hace una persona o grupo de personas para cambiar de
posición durante un ejercicio, una marcha, una danza, etc: evoluciones militares, evolución acrobática.
Larousse: EVOLUCIÓN f. (lat. evolutio) Acción y efecto de evolucionar. (SINÓN. V. Adelanto) / Desarrollo
de las cosas o de los organismos / Movimiento, maniobras ejecutadas por las tropas o los buques. / Fig.
Mudanza de conducta, propósito o actitud. / Desarrollo de las ideas: la evolución de una teoría. / Fig.
Transformación. / Serie de transformaciones sucesivas. / Teoría biológica que admite la transformación
sucesiva de las especies: Darwin ha sostenido la teoría de la evolución. / Fil. Evolucionismo.
Santillana 2: evolución. Substantivo femenino. 1. Cambio de algo en cierto sentido, realizado en forma
progresiva. La evolución de la ciencia, desde el siglo pasado a este, ha sido muy grande. //
Sustantivo femenino plural. En este caso significa giros, vueltas, movimientos, aunque no sean
circulares, realizados por personas, animales o cosas. Las evoluciones de una mariposa son de gran
belleza. Los espectadores estaban admirados viendo las evoluciones de la patinadora.
Enunciado personal
Enunciado grupal
Enunciado colectivo
Co nc e p t ua l i za c i ó n d e l v o c a b l o : c i vi li z a c i ó n
Derivado de civil, del latín civilis ITER: adj. Civil: controversiae civiles, negocios civiles · Relativo a la
politica, al Estado: civilis vir, personaje político. · Común, corriente: civilis sermo, lenguaje corriente. ·
Popular: civilia loqui, lenguaje popular. · Culto, urbano, atento, cortés: civilis circa amicos, amable con
los amigos.
ColMex: civilización s f 1 Conjunto de las costumbres, tradiciones, creencias y normas, así como de las
actividades y producciones económicas, científicas y artísticas, de uno o varios pueblos o de toda la
humanidad: civilización griega, civilización maya, civilización moderna 2 Forma de convivencia
social en la que existe justicia, honradez y orden.
Larousse: CIVILIZACIÓN f. Acción y efecto de civilizar. / Conjunto de caracteres propios de un pueblo o

raza: civilización romana. / - SINÓN. Cultura, instrucción, educación.
CIVILIZAR v. t. Sacar del estado salvaje: civilizar a un pueblo // Educar, ilustrar.
Santillana 2: civilización. Substantivo femenino. 1. Conjunto de conocimientos, costumbres y modos de

vida de un pueblo o de una raza. A lo largo del siglo XX han llegado a muchos países los adelantos y
los beneficios de la civilización...
Enunciado personal
Enunciado grupal
Enunciado colectivo
Co nc e p t ua l i za c i ó n d e l v o c a b l o : c u lt u r a
Palabra latina cultura ITER: f. Cultura, cultivo · Agricultura. · Culto, veneración.
ColMex: cultura s f 1 Conjunto de experiencias históricas y tradicionales, conocimientos, creencias,

costumbres, artes, etc, de un pueblo o una comunidad, que se manifiesta en su forma de vivir, de
trabajar, de hablar, de organizarse, etc: cultura maya, cultura mexicana 2 Conjunto de los
conocimientos de una persona, comunidad o época: la cultura de Alfonso Reyes, cultura general,
cultura clásica 3 Resultado del cultivo de las capacidades humanas: cultura física, cultura artística.
Larousse: CULTURA f. (lat. cultura) Fig. Desarrollo intelectual o artístico: hombre de gran cultura.
[SINÓN. V. Saber.] / Civilización: cultura clásica [SINÓN. V. Civilización.] / Acción de cultivar las
letras, ciencias, etc. / Cultivo (P. us.) / Cultura física, desarrollo racional del cuerpo por medio de
ejercicios apropiados.
Santillana 2: cultura. Substantivo femenino. 1. Conjunto de conocimientos que posee una persona como
resultado de haber leído, haber estudiado, haber viajado o haberse relacionado con otras personas. Es
un hombre de gran cultura porque ha leído mucho y ha viajado por todo el mundo. 2. Desarrollo
científico, literario, económico, social, artístico... que ha alcanzado un país o una determinada época. El
pueblo inca alcanzó un elevado grado de cultura.
Enunciado personal
Enunciado grupal
Enunciado colectivo
Co nc e p t ua l i za c i ó n d e l v o c a b l o : lí d e r
Derivado del inglés leader Webster: 2 : a person that leads 'una persona que guía', lead 1 a : to guide on
a way esp. by going in advance 'guiar en un camino especialmente yendo adelante'.
ColMex líde r s m y f (También se usa como femenino lideresa) 1 Persona que encabeza y dirige un
sindicato, un grupo político, social, religioso, etc: un líder obrero, un líder sindical, los líderes del
Tercer Mundo 2 Persona o grupo que encabeza una competencia deportiva: un líder ciclista, una líder
de natación.
Larousse: L ÍD ER com. Jefe, dirigente // Persona o entidad que está en la cabeza en una clasificación. U. t.
c. adj.: editorial líder en el mundo de los diccionarios.
CAUDILLO m. Jefe, capitán: Bolivar fue el caudillo de la Independencia americana. (SINÓN. V. Jefe)
Santillana 2:
caudillo. Sustantivo masculino. Persona prestigiosa que dirige acertadamente una guerra o una
fracción importante de un país. El Cid Campeador fue un gran caudillo.
Rémi Siméon:
teyacanani s. v. Guía, administrador, gobernador, principal, mejor, excelente. R. yacana.
yacana p. OYACAN: nite- conducir, digirir a alguien, gobernar, administrar un país; teyacana él guía
o el que dirige a los demás, jefe, gobernador, capitán...
teyacancayotl s. Dignidad de jefe, de soberano.
teyacanqui s. v. Gobernador, administrador, director.
Enunciado personal
Enunciado grupal
Enunciado colectivo
Co nc e p t ua l i za c i ó n d e l v o c a b l o : s o c ie d a d
Corominas: Derivado del latín societas, societatis, íd., propte. 'compañía'. ITER: f. Sociedad, reunión,
compañía. · Alianza, confederación.
ColMex: s ocie dad s f 1 Conjunto de seres humanos que conviven entre sí, comparten el trabajo y el
curso de su historia, se organizan para cumplir ciertas tareas y desarrollan una cultura que los
caracteriza: la sociedad mexicana, la sociedad azteca, las sociedades indígenas...
Larousse: S OCIEDAD f. (lat. societas). Estado de los hombres o de los animales que viven sometidos a
leyes comunes: las abejas viven en sociedad. // Cada uno de los diversos estados de la evolución del
género humano: sociedad primitiva, feudal, capitalista....
Santillana 2: s ocie dad. Sustantivo femenino. 1. Conjunto organizado de seres humanos que se relacionan
mutuamente. En la actualidad hay diversas formas de sociedad en el mundo, según el régimen
político...
Enunciado personal
Enunciado grupal
Enunciado colectivo
Co nc e p t ua l i za c i ó n d e l v o c a b l o : p o lí t ic a
Derivado del latín politia ITER: f. Política, gobierno; originalmente tomado del griego politikós
Corominas: 'perteneciente al gobierno', propiamente 'relativo a la ciudad' (deriv. de pólis 'ciudad'). En
la Grecia antigua, donde las ciudades eran independientes, se confundían los conceptos de 'ciudad' y
'Estado'.
ColMex: política s f 1 Manera en que se dirigen, organizan y administran las actividades de una sociedad
o de un país con respecto a sus diferentes componentes y a su relación con otros países: la política
interna de México, la política internacional de Cuba, el arte de la política 2 Conjunto de las medidas,
orientaciones y procedimientos que se establecen para dirigir y organizar cierto aspecto de una
sociedad o de un país: una política económica, la política de población, establecer una política de
investigación científica 3 Conjunto de las actividades que llevan a cabo los ciudadanos organizados en
partidos, asociaciones, grupos, etc para obtener el apoyo de los demás, derrotar a sus contrarios y ganar
el poder del Estado: hacer política, dedicarse a la política, lucha política 4 Hacerle política a alguien
Hablar mal de alguien, ponerle trampas, causarle molestias, etc para deshacerse de él un grupo de
personas.
Larousse: POLITICA f. (gr. politikê) Arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados / Asuntos
que interesan al Estado. / Modo de dirigirlos: política interior, exterior / Por ext. Arte de conducir un
asunto para alcanzar un fin. / Cortesía. (SINÓN. V. Urbanidad.) / Mex. Fig, Hacerle política a alguien,
hablar mal de él; hacerle jugarretas, jugarle malas pasadas. / Política-ficción, género literario que
describe con fantasía el acontecer histórico.
Santillana 2: política. Substantivo femenino. Conjunto de decisiones y de normas de un gobierno que

tienen como fin dirigir al país. La política de cualquier país debe estar dirigida hacia la paz y la
justicia.
Enunciado personal
Enunciado grupal
Enunciado colectivo
Co nc e p t ua l i za c i ó n d e l v o c a b l o : e c o n o mí a
Derivado del latín oeconomia ITER: f. Economía · Disposición, orden, ordenación. distribución.
Tomado del griego oikonomía Corominas: 'dirección o administración de una casa', deriv. de
oikónomos 'administrador', 'intendente', cpt. de ôikos 'casa' y némo 'yo distribuyo, administro'.
ColMex: economía s f 1 Sistema de producción, distribución y consumo de bienes y servicios de una
sociedad o de un país: la economía mexicana, una economía sana 2 Ciencia que estudia los fenómenos
relacionados con la producción, distribución y consumo de los bienes y los servicios que require la
satisfacción de las necesidades humanas: economía neoclásica, economía marxista, economía política
3 Administración cuidadosa y moderada de los bienes y el dinero de una persona o de una sociedad:
cuidar la economía familiar, economía doméstica, economía municipal 4 Reducción o ahorro de los
gastos de alguien o de una sociedad: hacer economías, "Ha habido una gran economía en los gastos del
colegio" 5 Eficacia, moderación y ahorro con los que se hace algo: economía de tiempo, economía de
palabras 6 Funcionamiento eficaz y rendidor de un sistema: economía biológica, economía de una
lengua.
Larousse: ECONOMÍA f. Orden en el gasto de una casa: economía doméstica / Virtud que consiste en evitar
los gastos inútiles: la economía es el único medio de llegar a la fortuna (SINÓN. Administración,
parsimonia, parquedad.) / Lo que se ha economizado, ahorro: perder sus economías. (SINÓN. Ahorro,
peculio) / Conjunto de actividades de una colectividad humana en lo que respecta a la producción y al
consumo de las riquezas /... / Economía política, ciencia que trata de la producción, la repartición y el
consumo de las riquezas...
Santillana 2: economía. Substantivo femenino. 1. Modo de administrar lo que se gana y lo que se gasta.
Muchas personas piensan que sólo la economía es la base para la buena marcha de un país. 2. A
veces tiene un significado parecido a prudencia y moderación en los gastos. Algunas personas saben
vivir con economía, aunque tengan mucho dinero. 3. Usado en plural, a veces significa cantidad de
dinero ahorrado. Durante el año hacemos algunas economías que nos permiten tomarnos unas
vacaciones en la playa.
Enunciado personal
Enunciado grupal
Enunciado colectivo
Co nc e p t ua l i za c i ó n d e l v o c a b l o : f a mi li a
Corominas: FA MIL IA , 1220-50. Tom.del lat. familia íd., primitivamente 'conjunto de los esclavos y
criados de una persona', deriv. de famulus 'sirviente', 'esclavo'.
ColMex: familia s f 1 Grupo de personas emparentadas entre sí, tanto biológica como políticamente: la
familia de los González, una vieja familia 2 Grupo de personas formado por el padre, la madre y los
hijos, que vive en la misma casa 3 En familia En la intimidad: "Pasamos la Navidad en familia" 4
Conjunto de cosas que tienen muchas características en común: una familia de plantas, una familia de
palabras 5 (Biol) Categoría con la que se clasifican plantas y animales por debajo del orden y arriba del
género: "La calabaza pertenece a la familia de las cucurbitáceas".
Larousse: FAMILIA f. (lat. familia). El padre, la madre y los hijos que viven bajo un mismo techo: familia
numerosa. (SINÓN. V. Matrimonio, hogar, casa. Fam. Tribu.) // Los hijos solamente: estar cargado de
familia. // Todas las personas de la misma sangre, como tíos, primos, sobrinos, etc. // Fig. Estirpe.
(SINÓN. V. Raza.) // Servidumbre: la familia de un cardenal. // Hist. nat. Conjunto de animales,
vegetales o minerales que presentan ciertas analogías entre sí: la familia de las crucíferas comprende
todas las plantas de corola cruciforme. // Familia de palabras, conjunto de voces que tienen igual
origen. // En familia, en la intimidad.
Santillana 2: familia. Sustantivo femenino. 1. Conjunto de personas formado por un matrimonio y sus
hijos, y, en sentido más amplio, también el conjunto de todas las personas unidas por parentesco de
sangre. Aquella familia estaba formada por el padre, la madre y tres hijos. Hoy nos reuniremos toda la
familia porque es el cumpleaños de la abuela. 2. Conjunto de personas, animales o cosas que tienen
algo en común. Todos los hombres formamos una gran familia humana. El gato pertenece a la familia
de los felinos. El pino y el abeto pertenecen a la familia de las coníferas.
Enunciado personal
Enunciado grupal
Enunciado colectivo
Co nc e p t ua l i za c i ó n d e l v o c a b l o : e d u c a c i ó n
Españolización de la palabra latina educatio, educationis 'crianza', 'educación, enseñanza, disciplina'.
ColMex: educación s f 1 Acción o conjunto de acciones dirigidas al desarrollo de la inteligencia, el

caracter y el juicio de las personas, de acuerdo con la historia, la cultura y las necesidades de su
sociedad: la educación de la juventud 2 Desarrollo de alguna aptitud o sentido mediante la enseñanza y
la práctica: educación física, educación del gusto 3 Enseñanza y comportamiento de alguien de acuerdo
con ciertas normas o costumbres: buena educación, mala educación 4 Enseñanza de ciertos hábitos a
un animal.
Larousse: EDUCACIÓN f. (lat. educatio). Acción de desarrollar las facultades físicas, intelectuales y
morales: la educación es el complemento de la instrucción. (SINÓN. V. Enseñanza) / Resultado de esta
acción. / Conocimiento de los usos de la sociedad: un hombre sin educación. (SINÓN. Civilización y
urbanidad.) / Educación física, gimnasia. / Educación nacional, instrucción pública. / Educación
general básica, enseñanza primaria y secundaria.
Santillana 2: educación. Sustantivo femenino. 1. Desarrollo de las facultades de una persona. Hoy se
considera que la educación es el punto de partida para el desarrollo de un país. 2. Modo de
comportarse que afecta a todos los aspectos de la vida diaria y que pone en práctica el mutuo respeto
que se deben las personas. Siempre es agradable la convivencia con personas de buena educación.
Enunciado personal
Enunciado grupal
Enunciado colectivo
Nuest ra quinta l una, nuestro sexto sol
T r an s ici ó n h aci a n ue s tr a ar m on ía c ol ect iv a
Tl a c a t z i n S t i v a l e t C o r r a l
martes 25 de diciembre de 2001
Después de la renuncia del presidente argentino Fernando De la Rúa, no pocas voces se han levantado en
México para señalar s imilitude s entre la actual problemática mexicana y la de los argentinos: la deuda
externa muy exagerada y el conflicto entre poderes. De inme diato sugieron "declaraciones" de
funcionarios públicos que no comparten esta visión. Lo importante a seña lar no es la pro ntitud con que
fueron desmentidas las voces de alerta, sino la inme diate z de las comparaciones.
Hubo un presentador de noticias que transmitió, en horario del llamado estelar, un fragmento de un
promocional de la campaña presidencial del candidato Fernando De la Rúa: la s imilit ud con el discurso
del candidato Vicente Fox Quesada re s ultó impactante . En el pasado ya habían ocurrido renuncias
muy sonadas , tales como la de Fernando Collor de Melo en Brasil y la de Alberto Fujimori en Perú,
pero e n ninguno de aquellos casos se había hablado de pare cido alguno con México.
El presidente Vicente Fox Quesada e ncabe za un gobierno que se dice "de transición a la democracia",
una f rase hue ca si alguna existe. En el pasado ya hemos visto agotarse, una tras otra, f rases s imilares :
"arriba y adelante", "la solución somos todos", "renovación moral", "bienestar para tu familia", et cetera.
En el mejor de los casos, la frase del gobierno del presidente Fox habla de un ca mbio político: eso que
e mpe zó y te rminó el domingo 2 de julio del año 2000 europeo.
Los cambios políticos son e fíme ros e n grado s umo. Los mexicanos lo tenemos ya bie n s abido.
Los problemas que "sacaron al PRI de Los Pinos" s igue n igualmente desafiantes: la corrupción de
funcionarios públicos, los secuestros, el narcotráfico, el asalto a mano armada en las peseras, el despilfarro
de recursos colectivos, la falta de bienestar básico para la mayoría de los mexicanos, el enriquecimiento
ilícito de e mpres arios y funcionarios , la lista es demasiado larga para completarse en este corto
escrito.
Y hace poco, como para acabarla de amolar, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico, a la cual se conoce mejor como OCDE, tuvo a bien colocarnos en el lugar 31 de los 32
posibles, como resultado de una evaluación que se hizo a niños de 15 años en 32 países diferentes. Los
niños mexicanos fueron reprobados estruendosamente por mostrar un conocimie nto esté ril : pura
memoria. No mostraron criterio propio. Die ron mue s tra de total ine ptitud.
Esta es la ve rdade ra herencia del inefable PRI. El presidente Vicente Fox Quesada no parece estar
consciente de este problema. Él dijo durante su campaña que el "primero de diciembre de 2000"
presentaría a los mexicanos tres planes: uno a un año, otro a seis años y otro a 25 años. Después, como
muchas otras, esta declaración fue olvidada. En realidad, durante su primer año, tenía prime rame nte
que decir lo que se proponía hacer, para de purarlo cole ctivame nte , y, posteriormente, podía pedir
recursos.
Primero hay que de finir cualitativamente lo que se quiere hacer. Una vez pe rfe ctame nte claro el
resultado cualitativo, entonces, s ólo e ntonces , se puede proponer una estrategia para lograr el objetivo
cualitativo, así, ya se puede cuantifica r el trabajo necesario para ese logro cualitativo, lo cual se puede
traducir a recursos financieros: a presupuesto de erogaciones, a flujo de dinero. Lo anterior orcurre
cuando se piensa con lógica o, si se quiere, pe ns ando que gobernar es para el «bienestar colectivo».
En México no se procede lógicamente: prime ro e l dine ro: para robárselo. Después, si queda tiempo,
se piensa en cómo jus tificar los gastos presupuestados. Esto es lo que el gobierno hace en todos los
asuntos prioritarios: lo social, lo político, lo económico, lo familiar y lo educativo. Con un ba ño de
agua fría, la OCDE nos hizo «tomar conciencia colectiva» de lo erróneo de este proceder. Este modo de
proceder ha caracterizado los diferentes sexenios priístas, sí, pero tambié n "al sexenio del cambio".
Nuestra quinta lu na, n uestro sexto sol T lacat zi n St iv a l et
Vicente Fox prime ro pidió los recursos, la famosa "reforma fiscal re distributiva". El resultado lo
vimos muy pronto. Nadie está de acuerdo: ni siquiera todos los panistas. Como en muchas otras cosas,
los "enterados" de la política señalan fallas de forma, de las que se conocen como coyunturales, pero no
parecen estar conscientes de las fallas de fondo, de las que los políticos llaman estructurales. Los
come ntaris tas de los medios masivos son solo opinadores intrascendentes: nunca lle gan al fondo.
Quienes "pusieron de moda" este estilo fueron los llamados intelectuales, esos personajes que buscan la
fama hablando muc ho de la gran cantidad de paja que han leído: nunca pe ne tran a la ese ncia. Son
muy prolíficos en su interminable y hueco discurso: que plas man en "columnas" publicadas a diario en
diversos periódicos. Nombres s obran: Juan María Alponte, Carlos Monsivais, Jean Meyer, Esteban
Moctezuma Barragán, et cetera. Todos ellos s on como los niños reprobados por la OCDE: ine ptos .
Tradicio nalme nte , los presidentes de la República han gobernado para ellos: los "intelectuales". Por
esto se dedican a "declarar" para responder a estos impertinentes, esos que siempre dicen las cosas más
inadecuadas en el momento más inoportuno. Sus opiniones, por lo general, son un reflejo dist orsionado
de su lectura más recie nte , la que está "de moda" en países europeos, incluido aquí Estados Unidos. No
s on pe nsadores , son simples "leidores", sólo usan sus lecturas para "descubrir errores" del gobierno.
El presidente Fox resintió sus ataques, afirmando que no lo derrocarían, quizás porque él sabe muy
bien que no es tá e ntrando a fondo en ninguno de los problemas nacionales. Los «opinadores» tienen
razón en una sola cosa: no se vale entregarle un cheque en blanco a quien cada nue vo día expresa una
opinión dife re nte sobre el mismo problema. El "gabinetazo" que nombró Vicente Fox Quesada para
ayudarle con su tarea sexenal no ha dado muestras de tener una clara idea de su responsabilidad.
Eso sí, todos los altos funcionarios del actual sexenio están disfrutando de un ingreso mensual muy
por encima del promedio nacional. En este contexto, resulta lógico pensar que, más pronto que tarde ,
los mexicanos viviremos una etapa crucial: s imilar a la que ya vivió Argentina. Las mexicanas y los
mexicanos, siguiendo el discurso del presidente Fox, tenemos que e mpe zar ya a elaborar un nuevo
discurso nacional. Tenemos que ignorar "opiniones" y e ncontrar ra zone s .
En las actuales condiciones resulta muy difícil e ncontrar funcionarios capacitados para llevar a cabo
la tarea de pensar. Lo que encontró la OCDE en los actuales niños de 15 años, ya casi universitarios, ha
sido la materia prima de los profesionales mexicanos durante los 71 años de impe rio del PRI.
Cualitativamente los profesionales mexicanos s on idé nticos a los niños que reprobó el organismo
internacional. El simple paso del tiempo, y el gasto en educación, no les quitó lo inepto: siguen siendo
desvalidos mentales.
Cómo dirían en un famoso programa de la televisión: ... y ahora ¿quién nos salvará?
Desgraciadamente la ficción y la realidad no tienen conexión directa. La ficción de la campaña
presidencial nos llenó de esperanzas vanas, de "ilusiones de cambio", en la realidad del sexenio ya vimos
cuán inalcanzables son. La realidad del despertar nos hace ver cuán miope es el discurso de los políticos
"del cambio". No existe diferencia alguna con lo que los mexicanos habíamos estado escuchando durante
los anteriores sexenios.
Nuestro discurso colectivo debe ¡ya! ubicarse his tóricame nte : ¡hoy!, ¡hoy!, ¡hoy!. Es urgente
e mpe zar a plantear cambios generacionales a nuestros grandes problemas. Nuestro sistema educativo
tiene que ser el principal agente de cambio. La s olución a los problemas delictivos es una educación
ética, para los problemas políticos, una educación concientizante, para los problemas económicos, una
educación de nuestra voluntad logradora, para los problemas familiares, una educación con cariño.
Esta tesis puede resultar un tanto cuanto inace ptable para el común de los "opinadores" que se han
"agandallado" con la "opinión pública" que, dicho sea de paso, no es otra cosa que la opinión que
expresan esos "intelectuales" que de todo hablan y de nada sabe n. Esos que "para fortuna de los
noticiarios" son o pina dore s cotidianos. Esos que s ólo s on lo que se llama "ajonjolí de todos los moles".
Tra n si c i ó n h ac i a nu e st ra a rmo n í a c ol e c t i va h o ja 2 d e 5
Tenemos que olvidarnos de los "intelectuales" y as umir nuestro compromiso generacional: con
nue s tros nie tos .
Para responder plenamente a nue s tro compromis o cole ctivo, tenemos que acudir a nuestras dos
raíces: la europea y la anahuaca. Los "intelectuales" son devoradores de libros europeos, tal como hacen
los ratones de las bibliotecas, pero no tienen conocimiento de nuestra raíz autóctona: su "raíz" está
plantada en la tierra de Europa: en los pe ns adores "de allá mesmo". Esto es lo que los vuelve es té riles.
No tienen identidad propia. Son una mala calca de los autores de los libros que han mal dige rido.
Es muy difícil que cambien. No pode mos confiar e n e llos . Para que fuesen dignos de fe sería
necesario que prime ro hicieran el esfuerzo de aprender alguna lengua indígena, como el nahuatlahtolli
'hablar armonizante'. En seguida, tendrían que lee r lo es crito en monumentos tales como el
ilhuicayomachiyotl 'modelo a escala de los retornos cósmicos', vulgarmente conocido como "Calendario
Azteca". Esto es algo que está muy fue ra de sus posibilidades: es como pedirle peras al olmo.
Quienes s í deseamos asumir nuestra tarea generacional ne ces ariame nte tenemos que hacerlo. No
importa cuán difícil nos parezca. Allí se encuentra plas mado nuestro pasado de cinco «soles» toltecas,
cada uno de 676 años, también se encuentra implícito nuestro pasado de cinco «lunas» toltecas, cada una
de 468 años. Esto hace un total del cinco «eras» toltecas: 5720 años . El martes 13 de junio del año 2000
europeo inició nuestro sexto «sol» tolteca: nahui cuauhtli 'cuatro águila', ya en nuestro año 5721.
Lo ocurrido escasas tres semanas después, el domingo 2 de julio, fue la prime ra manife s tación de
la fuerza de nuestro nuevo «sol». M uchos me xicanos pensaron ese día que la derrota del PRI era por la
figura de Vicente Fox, él fue e l prime ro en pensar así. Al paso del tiempo se ha constatado que no fue
Fox el factor de cambio. Los mexicanos lo apoyaron para "sacar al PRI de Los Pinos". Los mexicanos
todos guardábamos un re se ntimie to profundo contra del Partido Revolucionario Institucional.
El resentimiento se generó en el año 1968 de la cuenta europea: justamente con la matanza de
es tudiantes en la Plaza de las tres culturas del conjunto habitacional Tlatelolco. Puede decirse que el
presidente Gustavo Díaz Ordaz firmó con sangre joven la sentencia de muerte del PRI. Así que pasaron
treinta años, la ejecución fue llevada a cabo e n las urnas instaladas el domingo 2 de julio del año
europeo 2000. El 2 de octubre de 1968 fue el punto de quiebre del Partido Revolucionario Institucional.
El presidente Díaz Ordaz, un gran ignorante de nuestras lenguas y de nuestro pasado propio, atribuyó
el primer anuncio de nuestro sexto «sol» tolteca a una "conjura internacional comunista". Según ha
trascendido, fue el "intelectual" de los empresarios mexicanos quien "le vendió la idea". Precisamente a
don Juan Sánchez Navarro se le atribuye la paternidad de tan atroz planteamiento. Ese fue el inicio de la
llamada guerra sucia: en contra de los jóvenes inconformes: e s pe cialme nte contra los es tudiantes .
Mientras aquí ocurría una implacable cace ría de jóve nes que enarbolaban la bandera de la
discrepancia, en Francia, el gobierno inició una reforma profunda de su sistema educativo. El llamado
"movimiento del 68" tuvo un efecto renovador en Francia, en México tuvo como consecuencia el
anquilos amie nto del poder dictatorial del PRI. El endurecimiento dictatorial iniciado en el año europeo
1968, fue re fre ndado por los presidentes Luis Echeverría Alvarez y José López Portillo.
Sie mpre a toro pas ado, los "intelectuales" con espíritu "mesiánico" se han lanzado proponie ndo
una "comisión de la verdad": para e ncontrar a los "culpables" de los crímenes cometidos en 68. No son
capaces de plantear otro tipo de alternativas: s u mio pía his tórica se los impide . Quienes s í deseamos
que nuestro país mejore, tenemos que cambiar e l dis curs o sobre nuestra problemática nacional: ante s
que "el destino nos alcance": como ya alcanzó a Argentina. La urgencia es muy grande.
Primeramente, hay que tomar en cuenta que en el presente no exis te n mexicanos capaces de enfrentar
con éxito la tarea del cambio histórico requerido. Partiendo de esta realidad indiscutible, tenemos que
buscar todos las posibles opciones de un futuro en armonía. Todos somos igualmente inexpertos. El
sexto «sol» tolteca que ya vivimos es nuevo: todos s omos novatos. Lo que puede hacer cada uno de
nosotros es informa rse sobre este referente patrio. Nos encontraremos con muchas s orpre s as .
Una de ellas es la coincidencia significativa de que los años más importante s de nuestra historia
patria han sido tochtli 'conejo' en la «cuenta tolteca» de los años. En efecto, fueron años 'conejo' 1810, el
inicio de la Guerra de Independencia, 1854, el inicio de la Revolución de Ayutla, 1910, el inicio de la
Revolución Mexicana, 1938, la expropiación petrolera, y 1994, el inicio de la debacle del PRI. Al
amanecer del 12 de marzo del año 2002 europeo da rá inicio el año yei tochtli 'tres cone jo'...
Seguir ignorando nuestro pasado milenario ya no puede seguir siendo. Seguir considerando a los
anahuacas de antiguo linaje como "arrimados" es tan e quivocado como pensar que los miembros del
EZLN son "tan comunistas" como los estudiantes del 68. No existe razón alguna para seguir defendiendo
posturas erróneas de los presidentes de la República: sean del PRI, del PAN, del PRD o de cualquie r
otro partido. El actual presidente, Vicente Fox, es tan novato como cualquiera de nosotros.
Para seguir, vale tener presente que el nombre original de nuestra patria es Anahuac 'lugar donde se
armoniza el pensamiento con el tiempo'. El territorio nacional todo es Anáhuac. Todas las lenguas
autóctonas participan de este afán armonizante: las sesenta y dos. Si hemos de ser un país civilizado, es
ya urgente que trabajemos con un nuevo referente patrio: que sea incluye nte . Tenemos que dejar de ser
un país abs urdame nte dividido entre "mexicanos" e "indígenas": para todos ser anahuacas.
Así como tuvieron que pas ar treinta años para "quebrar" al PRI, también tendrán que pasar treinta
años para que nuestra patria adquie ra un nuevo rostro: ésta es nuestra tarea generacional. Quienes
tienen edades entre los 15 y los 30 años son los dire ctame nte res pons ables de este cambio histórico.
El sistema educativo debe iniciar una profunda reforma para prepararlos, para capacitarlos, para hacerlos
aptos de «asumir su estado adulto». Esto va muy más allá de la "certificación" de la OCDE.
Este debe ser el punto central de nuestro discurso público. Los medios de comunicación tienen la
ine ludible responsabilidad de ser cada uno un «guía esclarecido» en esta transición hacia la armonía
colectiva. Tenemos que iniciar ya la capacitación de los jóvenes para e je rce r un «liderazgo
armonizante». Esta tarea es nueva, insospechada hace 50 años. Como señala Peter F. Drucker en su libro
La sociedad post capitalista, urge capacitarnos para lo que él llama "la sociedad de organizaciones".
En dicho libro, Drucker plantea la teoría de que durante los recientes 50 años el "capitalismo" fue tan
herido de muerte como el "comunismo". Textualmente afirma : "La teoría política y social, desde Platón
y Aristóteles, s e ha conce ntrado e n e l pode r. Pero el principio que informa y organiza la s ocie dad
pos tcapitalis ta tiene que ser la responsabilidad. La sociedad de organizaciones, la sociedad de
conocimiento, e xige una organización basada en la responsabilidad". La cita es te xtual.
Lo menos que se puede decir es que los niños reprobados por la OCDE no son "responsables" de su
conocimiento: s on niños obe die ntes . El PRI heredó de la Edad Media europea la metodología
educativa de la iglesia imperial de Roma: ce ntrada en la obediencia ciega al maestro: al conocimiento
memorístico. Esto "embonaba de maravilla" con los fines operativos del PRI: siempre obedeciendo
ciegamente al presidente de la República e n turno : que cambiaba cada seis años.
La iglesia imperial de Roma impuso una "creencia imperial": los seres humanos s omos totalme nte
ine ptos : el único que puede darnos posibilidad alguna de lograr lo que queremos es el dios de los
católicos. Como este ser tiene tantas peticiones, es recomendable solicitar ayuda a quienes "están" ce rca
de é l: Jesús de Nazareth, su madre y una larga fila de difuntos que llaman "santos". Al parecer, el más
reciente de éstos no existió: no e xis te n huesos de é l. En efecto, éste es el caso de Juan Diego.
Con este culto a los "santos", la iglesia imperial de Roma s ie mpre fortalece sus finanzas: quienes se
acercan a "pedir un milagro" s on muy generosos: depositan "limosnas" en los múltiple s cepos que en los
templos católicos re cole ctan e l dine ro producto del fervor religioso. A los altos jerarcas del clero
mexicano les tiene sin cuidado que esta sumisión de sus fieles nos haga fracas ar una y otra vez como
país. No sólo son negociantes, todos s on "intelectuales", aunque su fuente de lectura sea muy
res tringida.
Si el maestro Jesús de Nazareth presenciara la evolución que tuvo su apostolado, seguramente que se
horrorizaría de la come rcialización que se hace actualmente en los templos dedicados a su culto. Es
muy mayor a la que é l combatió cuando dijo: "la casa de mi padre es un lugar de oración y vosotros la
habeis convertido en una cueva de ladrones". La os te ntación de los actuales sacerdotes católicos es tan
grande como la de los sacerdotes judíos que vivían en Jerusalem en tiempos del maestro de Nazareth.
Para este floreciente negocio, es imprescindible que los mexicanos "crean" en el "milagro de las
apariciones". Cada año, muchos millone s de "creyentes en el milagro" depositan en los cepos
muchísimos millones de pe sos para "dar gracias". Según declaraciones de miembros del clero mexicano,
cada 12 de diciembre acuden siete millones de "fieles" a visitar a "la virgencita". La empresa Televisa ya
se hizo s ocia: organiza cada año las "mañanitas" que cantan muchos artistas: que así buscan
pro move rse .
Para ubicar este fenómeno, prime rame nte , hay que «tomar conciencia» de nuestra herencia
autóctona. En especial del mensaje que nuestro abuelo Cuauhtemoctzintli proclamó en Tenochtitlan-
mexihco 'entre tuna de piedra, lugar de los mexis' la víspera de la capitulación de la ciudad: el lunes 12 de
agosto de 1521 en el calendario europeo llamado juliano. En nue s tra fecha tolteca fue mahtlactlihuan yei
cuetzpalin ipan nexochimaco ipan yei calli 'trece lagartija en ofrendamiento de flores en tres casa'.
Ese mensaje e mpie za diciendo: Totonaltzin yä omotlatihtzinoh, totonaltzin yä omixpolihuitih, ihuan
zentlayohuayan otechmocahuilih 'nuestra sagrada energía ya se escondió, nuesto gran sol ya desapareció
su rostro y en tiempo de total oscuridad tuvo a bien dejarnos'. Sigue así: mach tictomachitia oczeppa
hualmohuicaz, ma oczepa hualmoquixtiz ihuan yancuican techmotlahuiliquiuh 'ciertamente lo percibimos,
que otra vez vendrá, que otra vez se dignará salir y nos llegará aquí a alumbrar'.
El mensaje te rmina de una manera muy esperanzadora: axcan tehhuantzitzin tiquintequimacah in
topilhuantzitzin: ¡ca totlahcuiloliztzin ihuan totlamatiliztzin ma mopixquili!; ipanpa inemiloliztzin in
totlazohtlalnantzin Anahuac: ze tonaltzintli moyetzinotiyezqueh 'hoy nosotros nos dignamos entregar la
tarea a nuestros amados hijos: que nuestra escritura y nuestra cosmopercepción se cosechen; por causa de
su permanencia [de] la nuestra amada madre tierra Anáhuac: un s ol colectivo se dignarán se r'.
Nosotros s omos ya ese «sol colectivo» que nos dejó anunciado nuestro abuelo Cuauhtémoc. Él nos
dejó dicho lo que hace falta hacer para brillar colectivamente como un gran sol: cose char nuestra
escritura y nuestra cosmopercepción. Aquí ya res ulta lógico el planteamiento de arriba: ese que los
"intelectuales" nunca hubieran sospechado: ni nunca podrán imaginar, inmersos como viven en "la
última moda extranjera" de los best seller 'óptimo vendedor': como se llama en inglés a los éxitos de
librería.
Si deseamos un futuro milenario, tenemos necesidad de retomar nuestros cinco «soles» toltecas: es
preciso ha blar la le ngua en que fueron vividos por los anahuacas antiguos. Para cose char nuestra
escritura, la escritura figurativa, es preciso ha blar una lengua indígena, no se puede en castellano, ni en
inglés, ni en francés, ni en ninguna lengua que no sea autóctona, que no haya sido creada por los nacidos
en nuestro territorio patrio, ese mismo que e n e l prese nte se llama Estados Unidos Mexicanos.
Unicamente re tomando como lengua nacional el nahuatlahtolli 'hablar armonizante' podremos lograr
llevar a cabo la transición a la armonía : social, política, económica, familiar y educativa. Esta es nuestra
presente tarea nacional. Cada uno de quienes dese amos de corazón el fortalecimiento de nuestra patria
tenemos mucho trabajo por hacer. Se trata de una «toma colectiva de conciencia» de nuestro aquí y de
nuestro ahora : Anáhuac en el sexto «sol» tolteca.
LI DER AZG O ARM ONI ZAN TE
S e m in a r io s o b r e e l e nc u e n t ro c o n u no m is mo
P r e c e p t o r : Tl a c a t z i n S t i va l e t Co r r a l
ma r te s 2 7 d e no vie mb r e d e 2 001
O B J ET IVO : Ofrecer a cada uno de quienes se inte gran al trabajo del seminario
la posibilidad de encuentro con uno mismo, como «toma de conciencia» tanto en
el conoce r cuanto en el hace r, que sea «punto de partida» para de allí avanzar
cada quien, por un futuro trabajo interno propio, hasta llegar a conve rtirs e e n
guía es clare cido: capaz de unir voluntades con otros seres humanos de una
manera armoniosa y firme: para el logro de me tas comune s .
FO R MAT O : El seminario se realiza en diez sesiones de 90 minutos cada una, los primeros 30
minutos de cada sesión se hará una le ctura del material de trabajo, en silencio mientras alguien
lee en voz alta, marcando las palabras nuevas. Los segundos 30 minutos se hará un listado en el
pizarrón de las palabras desconocidas y se esclarecerá el significado de todos los conceptos
nuevos. La tercera parte del tiempo se utilizará para realizar un e je rcicio grupicio de «toma
colectiva de conciencia» esclareciendo el s ignificado cole ctivo de la palabra clave de la
sesión, que culminará cuando cada uno exponga en voz alta lo logrado con la sesión.
Prime ra ses ión: LA EVO LU CI ÓN D E LO VI VO

Objetivo: Tomar conciencia de nuestra «identidad animal», re conocimie nto de nuestro «yo animal»,
como una de las dos opciones de la vida, complementaria de la opción vegetal, que es resultado de
la prolongada interacción armoniosa de la tierra, la lluvia, el aire y el sol.
Exposición: Nuestro «genoma», su evolución a partir de la aparición del ADN hace 3,200 millones de
años, cuya característica esencial es su aptit ud de «duplicarse a sí mismo». El le nto proceso de
diversificación de los seres vivientes. Factores de incertidumbre para un futuro de 3,200 millones de
años para los seres vivientes: incluidos los humanos.
Toma colectiva de conciencia: «evolución»
Se gunda ses ión: LA HUM A NIZA C I ÓN , LA CI VI LIZA C IÓ N

Objetivo: Tomar conciencia de nuestra «identidad humana» como consecuencia de la activación de
nuestros «sensores monarca»: de espacio, de tiempo, de placer, de pervivencia, de armonía
Exposición: Proceso de evolución de los primates des de hace 10 millones de años, la consecuencia del
uso del «lenguaje articulado», que permite a cada generación de jóvenes llevar a cabo su «tarea
generacional»: heredar, asumir, ejercer, innovar, legar. Factores de ince rtidumbre para un futuro
de 10 millones de años para los actuales primates evolucionados: nos otros .
Toma colectiva de conciencia: «civilización»
Te rce ra ses ión: LA S CUA T RO C UNA S D E LA CI VI LIZA C IÓ N

Objetivo: Tomar conciencia de nuestra «identidad cultural» como consecuencia de la as unción
pe rs onal del «legado» de nuestros ancestros.
Exposición: La manife s tación ambie ntal de nuestra «identidad humana» en cuatro regiones
geográficas de nuestro planeta: Egipto, Sumeria, China, Anáhuac. Re fe re ntes culturales para
conducir el vivir en sociedad: los dioses para los egipcios, el destino para los sumerios, la naturaleza
para los chinos, la identidad cósmica para los anahuacas.
Toma colectiva de conciencia: «cultura»
Cuarta ses ión: L OS GRA N D ES LÍ D ER ES D E LA HI STO RIA

Objetivo: Tomar conciencia de nuestra identidad «yo adulto» péntica y como algunos grandes hombres de
la historia traba jaro n es oté ricame nte para alcanzar el estado de «iniciado».
Exposición: El e ncue ntro con uno mis mo como eje central del proceso de maduración de «niño» a
«adulto»: nuestro «programa genómico». Cómo fue el proceso de «toma de conciencia» de los
«grandes iniciados». El trabajo «esotérico» y le trabajo «exotérico», los «misterios», el «oráculo».
La re s ponsabilidad de los jóvenes del presente en la construcción de una patria fuerte.
Toma colectiva de conciencia: «líder»
Quinta ses ión: E L LID ERA Z GO SO CIA L

Objetivo: Tomar conciencia de nuestra identidad «yo cuerpo» que nos genera la ne ces idad de un
comportamiento que nos impele a: respetar lo vivo, respetar lo cierto, respetar lo colectivo, respetar
lo nuevo y respetar lo armonioso.
Exposición: La evolución de la «ética animal» a la «ética humana». Como principia el proceso de
maduración interna de los humanos: la formación del carácter. El proceso «iniciático» ins crito en
nuestro ADN, cuya primera etapa es la «soberanía ética». La «toma de conciencia» de nuestro « YO
CUERPO » programada genéticamente para ocurrir entre los seis y los doce años de edad.
Toma colectiva de conciencia: «sociedad»
Se xta ses ión: E L LID ERA Z GO P O LÍT I CO

Objetivo: Tomar conciencia de nuestra identidad «yo género» como un instinto de pe rvive ncia
colectiva.
Exposición: El referente de Aristóteles, el zoon politikon, las tres formas griegas de gobierno, el
tlahtocayotl 'régimen parlamentario', de tlahtocan 'lugar de diálogo', 'tiempo de hablar'. El imperio
romano de "Occidente" como una forma de «barbarie» en donde el gobernante es considerado
"divino" e impone a todos los "profanos" obediencia y sometimiento. La Tlahtocaicniuhyotl 'alianza
parlamentaria' en el «quinto sol» de Anáhuac: Tula, Culhuacan, Otumba y Tenochtitlan, Texcoco,
Tacuba. Futuro de nuestra patria. La «toma colectiva de conciencia» de nuestro « YO GÉNERO »,
programado genéticamente para ocurrir entre los doce y los dieciocho años.
Toma colectiva de conciencia: «política»
Sé ptima ses ión: E L LID ERA Z GO ECO NÓM I C O

Objetivo: Tomar conciencia de nuestra identidad «yo mente» como instinto de re pre se ntar
inte rname nte nuestro entorno para así lograr lo que se desea.
Exposición: Los once satisfactores básicos de los humanos: comida, higiene, educación, salud, ejercicio,
vestido, vivienda, comunicación, transporte, energía, recreación. Diferencia entre «economía» y
capitalismo, entre ser empleado y ser empresario, diferencia entre pobre y rico. El futuro de nuestra
patria, en cuanto al logro colectivo de satisfactores individuales, será de acuerdo a la «iniciación
profesional» de los actuales jóvenes. La «toma de conciencia» de nuestra «vocación profesional»,
programada genéticamente para ocurrir entre los 18 y los 24 años de edad, para convertirse en cada
uno en nuestra «IMPETRIDAD »: 'nuestra voluntad logradora'.
Toma colectiva de conciencia: «economía»
Octava sesión: E L LID ERA Z GO F A M I LIA R

Objetivo: Tomar conciencia de nuestra identidad «yo eros» como instinto de inte grars e a alguien de
sexo complementario para llevar a cabo nuestra reproducción
Exposición: La situación actual del matrimonio: caracterizado por la ausencia de amor y la huida de los
coyuges. La maduración de nuestra «nupcialidad», complemento y culminación de nuestra
maduración «emotiva». Repaso de nuestra evolución genética, los jóve nes son los que o riginan
cada nueva etapa evolutiva. Posibilidad de cambiar la actual insatisfacción matrimonial por trabajo
de superación de los «resentimientos» de nuestra infancia. La «toma de conciencia» de nuestro «yo
S e mi n a ri o so b re e l e n cu e n t ro co n u no mi smo h o ja 2 d e 3
eros», programada genéticamente para ocurrir entre los 24 y los 30 años de edad, al convertirse en
nuestra «NUPCIALIDAD» y hacernos aptos para generar una familia.
Toma colectiva de conciencia: «familia»
Nove na ses ión: E L LI D ERA Z GO ED U CA TI VO

Objetivo: Tomar conciencia de nuestra identidad «yo psiquis» como instinto de armonización entre
nuestro «yo individuo» y nuestro «yo cosmos».
Exposición: El «estado joven» que se inicia a los seis años y termina a los treinta. El planteamiento nahua
de la «identidad» como una forma de «esplender»: los cuatro Tezcatl ipoca. El programa «genético»
de maduración en cinco etapas dis tintas para aprender a «amar». La «toma de conciencia» de
nuestro «YO PSIQUIS », programada genéticamente para ocurrir entre los seis y los treinta años de
edad, para convertirse en nuestra «ARMONIDAD», que es nuestra fuerza armonizante, la e se ncia del
liderazgo armonizante, lo que lleva a la civilización, a la evolución de nuestro género.
Toma colectiva de conciencia: «educación»
Dé cima ses ión: R ECU ENT O D EL S EM INA RI O

Objetivo: Tomar conciencia de los logros pe rsonales y colectivos a lo largo de las nueve sesiones del
seminario.
Exposición colectiva: Una primera ronda en la cual cada quien expone lo logrado pe rs onalme nte en el
seminario, una segunda ronda en la cual cada quien sintetiza lo logrado cole ctivame nte en este
seminario.
Le cturas comple me ntarias :

Homo sapiens, Homo harmoniens [16 páginas]
Nuestros soles, nuestra fuerza cósmica [64 páginas]
El abismo, la cúspide [16 páginas]
El ayuno, la transfiguración [22 páginas]
Símbolos mágicos de los europeos [52 páginas]
Declaración de principios rectores de la Confederación Anahuaca [22 páginas]
S e mi n a ri o so b re e l e n cu e n t ro co n u no mi smo h o ja 3 d e 3

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La contraparte es nuestra «EROTIDAD», entendida como 'centro originador de impulsos de placer

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ColMex: educación s f 1 Acción o conjunto de acciones dirigidas al desarrollo de la inteligencia, el

Prime ra ses ión: LA EVO LU CI ÓN D E LO VI VO

Se gunda ses ión: LA HUM A NIZA C I ÓN , LA CI VI LIZA C IÓ N

Te rce ra ses ión: LA S CUA T RO C UNA S D E LA CI VI LIZA C IÓ N

Cuarta ses ión: L OS GRA N D ES LÍ D ER ES D E LA HI STO RIA

Quinta ses ión: E L LID ERA Z GO SO CIA L

Se xta ses ión: E L LID ERA Z GO P O LÍT I CO

Sé ptima ses ión: E L LID ERA Z GO ECO NÓM I C O

Octava sesión: E L LID ERA Z GO F A M I LIA R

Nove na ses ión: E L LI D ERA Z GO ED U CA TI VO

Dé cima ses ión: R ECU ENT O D EL S EM INA RI O

Le cturas comple me ntarias :

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