Educación sexual integral – INPI

Roizen, Emilia

DISIDENTES SEXUALES: ¿Qué sucedió con ellxs durante la dictadura?

Para empezar, creo que es pertinente aclarar la definición de ser ‘disidente’. La

disidencia hace referencia a estar en desacuerdo o disconforme respecto a ciertas
doctrinas, creencias, sistema, entre otros; que sostiene el partido, la religión o el
colectivo ideológico, etcétera, al que uno pertenece. También se puede decir,
entonces, que ser disidente es separarse de aquello que con lo que no estás de
acuerdo. Ahora ¿Qué es ser disidente sexual? Según diversas fuentes consultadas,
éste es un término que sirve para nombrar y revindicar prácticas culturales y
movimientos políticos no alineados con la norma socialmente impuesta por la
heterosexualidad. Cabe aclarar que ésta no tiene que ver directamente con la
diversidad. Según Diana Maffia:

“Por último, está el aspecto de la disidencia sexual no tiene que ver con la
diversidad, que es irse de esa identidad canónica que se ha marcado -
femenina o masculina-, son diversas aquellas sexualidades que no
encuadran en este encolumnamiento de las condiciones físicas,
cromosómicas y de género. La disidencia consiste en que hay sujetos que no
aceptan las normas de la heterosexualidad compulsiva de la identidad
hegemónica o del coito vaginal para la procreación como única sexualidad
legítima; sujetos que van discutir la norma, sujetos disidentes, aún cuando
sean heterosexuales.” (Sexo, género y disidencias sexuales)

A partir de la lectura de los textos “Disidencia sexual en la dictadura” y “El

sótano de San Telmo. Una barricada proletaria para el deseo lésbico de los ‘70”
se pudieron llegar a diversas conclusiones.

Dentro del período de dictadura militar, el horror reinó en las calles. Miles de
personas que no ‘encajaban’ con las ideologías del oficialismo fueron
perseguidas, torturadas y asesinadas. La dictadura y su terror se convirtieron en
el organizador de la vida diaria de la población. La gente, atemorizada, debía
cuidar cada movimiento para no caer en manos de aquellos perversos que se
encontraban en el poder.

Sin embargo, los artículos anteriormente mencionados plantean que hay ciertos
grupos - que también fueron víctimas de la dictadura - que fueron invisibilizados
dentro de los reclamos que se sucedieron (y siguen sucediendo cada 24 de
marzo) por el ‘nunca más’. De hecho, muchas veces, dichos grupos continúan
siendo invisibilizados en la sociedad actual. Como por ejemplo, los
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homosexuales y las lesbianas. Se criminalizaba y castigaba a las sexuales no

heteronormativas como forma de control, ya que estaban ‘enfermos’ y
necesitaban ‘correción’ o, más bien, ser eliminados de la sociedad. Hay más
personas que eran discriminadas, ni si quiera se utilizaba el resto de los
términos pertenecientes a la LGBTTTI.

Creo que se dice que estas comunidades fueron invisibilizadas por los reclamos
actuales de la memoria y por la misma dictadura ya que se les resto
importancia. Es decir, que hace falta más mención de las mismas cuando se
recuerda lo que sucedió, debido a que este no es un tema menor. Si bien
sufrieron la misma brutalidad y arbitrariedad que el resto de las personas, de
acuerdo a los textos leídos, no se las ha reconocido lo suficiente; desde su
militancia hasta su sexualidad.

Toda la comunidad LGBTTTI debería ser considerada y reconocida como parte

de los grupos perseguidos por la dictadura, ya que tienen la misma importancia
que cualquier otra víctima. Se deberían visibilizar de la misma manera que el
resto de los testimonios aquellos pertenecientes a sobrevivientes de dicha
comunidad en el día de la memoria. De esta manera, también serían
recordados, reconocidos y homenajeados en el ‘Nunca más’, y que, justamente,
no vuelva a suceder algo así en un país que está, poco a poco,
transformándose en uno más entendedor, abierto y consciente de que todos
somos libres de elegir y ser quien queramos ser, sin ningún condicionamiento
socio-cultural o político.

Como última conclusión, es necesario destacar una parte sumamente

interesante de la cita de Diana Maffia: “[…] sujetos que van discutir la norma,
sujetos disidentes, aún cuando sean heterosexuales”. En base a la misma pude no
sólo descubrir que una persona puede ser disidente aún siendo heterosexual, sino
que, a partir de esta idea, me considero a mí misma como tal, ya que nunca voy a
dejar de luchar por los derechos individuales de cada ser. Tenemos derecho a ser
libres en todo sentido de lo que la palabra libertad refiere, y debemos luchar por un
país que respete la diversidad.