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“Año del Diálogo y la Reconciliación Nacional”

TEMA:
TUBERCULOSIS (TBC)

ESPECIALIDAD : FARMACIA
DOCENTE : Gerardo
CICLO : V
TURNO : NOCHE
INTEGRANTES :
APAGÜEÑO VARGAS, Segundo

PUCALLPA – PERÚ
2018
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DEDICATORIA

Dedico este trabajo aquellas


personas que me enseñaron que la
mejor libertad del ser humano está
en la superación personal e
intelectual, estas personas son mis
padres, que con la ayuda e
iluminación de Dios, nos brindan su
apoyo a diario para culminar con
éxito y responsabilidad mi carrera
profesional.

2
INTRODUCCIÓN

La tuberculosis es una enfermedad infectocontagiosa granulomatosa crónica


producida por el Mycobacterium Tuberculosis o bacilo de Koch, que se localiza
generalmente en el pulmón, aunque puede afectar otros órganos. Se transmite de
persona a persona por inhalación de aerosoles contaminados por el bacilo, que han
sido eliminados por los individuos enfermos al toser, hablar o estornudar.
A pesar de que el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado lograría la curación
en la mayoría de los pacientes, con la consiguiente disminución de las fuentes de
infección y el riesgo de contraer la enfermedad en la población, debido a algunos
problemas de funcionamiento del sistema de salud en el manejo de la enfermedad,
como la falta de detección de los casos existentes, los abandonos del tratamiento
y, más recientemente la aparición de resistencia a los fármacos antituberculosos
tradicionales, la tuberculosis en la actualidad sigue siendo un importante problema
de salud pública, por el daño que provoca, principalmente, como causa de
enfermedad y, en menor medida, también como causa de mortalidad.
Aún en el caso que se disponga de una adecuada red de diagnóstico de la
enfermedad y de tratamiento y seguimiento de los casos, existen otros factores que
determinan la ocurrencia de enfermedad como las condiciones ambientales,
sociales, sanitarias e individuales que son factores predisponentes de la
tuberculosis. El hacinamiento, la malnutrición, el SIDA, el abuso de alcohol y las
malas condiciones de vida disminuyen la inmunidad posibilitando la aparición de la
enfermedad. También ocurre que otros trastornos que impactan en la inmunidad
predisponen a la tuberculosis, como es la diabetes y otros trastornos respiratorios
crónicos.
Se calcula que en la actualidad hay 10 millones de nuevos casos de enfermos por
año en todo el mundo y en Perú, se notifican aproximadamente 11.000 casos
nuevos por año de esta enfermedad, mientras que alrededor de ochocientas
personas mueren al año debido a la tuberculosis.

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INDICE
Nº Página

DEDICATORIA ........................................................................................... 2

INTRODUCCIÓN ........................................................................................ 3

TUBERCULOSIS (TBC)

DEFINICIÓN ............................................................................................................ 5
ETIOLOGÍA ............................................................................................................5-6

SIGNOS Y SINTOMAS ..........................................................................................6-7

PREVENCIÓN ........................................................................................................... 7

TIPOS .....................................................................................................................7-9

TRANSMISIÓN .......................................................................................................... 9

PATOGENIA DE LA TUBERCULOSIS ..................................................................... 9

PROGRESIÓN ........................................................................................................ 10

DIAGNOSTICO...................................................................................................10-12

TRATAMIENTO ....................................................................................................... 12

REHABILITACIÓN Y CUIDADOS ........................................................................... 13

MEDIDAS PREVENTIVAS ...................................................................................... 13

CONCLUSIÓN......................................................................................................... 14

ANEXOS .................................................................................................................. 15

BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................ 16

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TUBERCULOSIS (TBC)

DEFINICIÓN

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por Mycobacterium tuberculosis y,


excepcionalmente, por M. bovis, que se caracteriza por la formación de granulomas en los
tejidos. Aunque se trata principalmente de una enfermedad pulmonar, también puede
afectar a los restantes órganos. El curso de la enfermedad es crónico y puede conducir a
la muerte si el paciente no recibe tratamiento.

Aunque esta enfermedad es bien conocida desde la antigüedad, los últimos años y,
especialmente, la aparición del SIDA, han condicionado un cambio radical en su
epidemiología y existe una enorme preocupación en todo el mundo por su resurgimiento y
por el incremento de resistencias a los fármacos más importantes. De hecho, son
necesarias grandes novedades terapéuticas y diagnósticas en una enfermedad en cuyo
conocimiento no se ha avanzado mucho en los últimos años.

Existen evidencias paleológicas de TBC espinal en restos neolíticos precolombinos y


egipcios. Sin embargo, la TBC se convirtió recién en un problema grave en el momento en
que el hacinamiento en los medios urbanos asociado con la Revolución Industrial generó
circunstancias epidemiológicas que favorecieron su propagación. En los siglos XVII y XVIII
la TBC fue responsable de una cuarta parte de todas las muertes en adultos que se
produjeron en Europa.

ETIOLOGÍA

Mycobacterium tuberculosis es un bacilo descubierto por Roberto Koch en 1882. La


denominación bacilo tuberculoso incluye dos especies, M. tuberculosis y M. bovis, capaces
de producir esta enfermedad. Existen otras tres especies estrechamente relacionadas con
M. Tuberculosis (M. ulcerans, M. microti y M. africanum) que no suelen causar enfermedad
en el hombre.

Mycobacterium tuberculosis es una bacteria aerobia, no esporulada, que precisa de un


tiempo muy prolongado (15-20 horas) para su multiplicación y que puede sobrevivir con
facilidad en el medio intracelular. Es, por lo tanto, una bacteria que necesita mucho tiempo
(3-5 semanas) para crecer en los medios de cultivo. Además de patógeno humano, también
es patógeno para los cobayas, aunque no para los conejos. La inoculación al cobaya fue

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utilizada durante mucho tiempo en algunos laboratorios para aislar e identificar M.
tuberculosis. Como todas las micobacterias, se caracteriza por tener una cubierta lipídica
constituida por ácidos micólicos. Ello ocasiona que, una vez teñidas con ciertos colorantes
derivados de las anilinas (fucsina fenicada), retengan esta coloración a pesar de ser
tratadas con un ácido y un alcohol, por lo que se denomina ácido-alcohol-resistentes.
Además de las micobacterias, otras bacterias como Nocardia y Rhodococcus equii pueden
ser débilmente ácido-alcohol-resistentes.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Hay pocas enfermedades capaces de afectar tantos órganos y de simular tal cantidad de
entidades nosológicas como la tuberculosis. Conviene distinguir, en primer lugar, entre
infección tuberculosa y enfermedad tuberculosa.

La infección tuberculosa supone el mero contacto con el bacilo tuberculoso, con


respuesta positiva a la prueba cutánea con tuberculina, pero sin ningún signo de
enfermedad, mientras que se considera enfermedad tuberculosa a la aparición de
síntomas o signos radiológicos de enfermedad y puede acontecer durante la primoinfección
tuberculosa (tuberculosis primaria) o durante las fases de reactivación de la infección
(tuberculosis secundaria).

La primoinfección tuberculosa cursa en general de forma asintomática o paucisintomática


y produce radiológicamente una neumonitis inespecífica que afecta sobre todo los lóbulos
inferiores pulmonar, produciendo por lo común una adenopatía hiliar, en especial en niños,
en los que es más frecuente esta forma de enfermedad. En los países donde la tuberculosis
es menos prevalente, esta primoinfección puede no ocurrir hasta la adolescencia o incluso
más tarde. Desde este foco inicial de infección el bacilo tuberculoso puede diseminarse,
fundamentalmente por vía hematógena, aunque también por vía linfática y broncógena, a
otras áreas del pulmón y a los demás órganos.

Si la respuesta inmunitaria del huésped es adecuada, la infección quedará limitada y el


paciente permanecerá asintomático.

En caso contrario, se desarrollarán síntomas (tuberculosis primaria) en forma de progresión


local pulmonar (infiltrado pulmonar, pleuritis) o general (tuberculosis miliar primaria o
meningitis tuberculosa primaria).

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Otros pacientes permanecerán asintomáticos durante años y más tarde sufrirán, a partir de
estos focos primarios de infección, una reactivación de la enfermedad (tuberculosis
secundaria o de reactivación), que suele cursar como una enfermedad crónica debilitante
en la que predominan con frecuencia los síntomas generales sobre los propiamente
respiratorios. La enfermedad puede quedar localizada en el pulmón o manifestarse en
cualquier otro órgano.

PREVENCIÓN
La prevención pasa por la detección precoz de la enfermedad, de manera que se pueda
evitar la transmisión al resto de la gente. La OMS recomienda la vacunación con BCG a
todos los recién nacidos con alta incidencia de tuberculosis, incluyéndola en el calendario
infantil de forma sistemática. Debe administrarse sólo una vez, ya que no está probada la
eficacia de la revacunación.
Asimismo, no está recomendada a personas adultas que vayan a trasladarse a zonas de
alto riesgo, pues tampoco se ha demostrado su eficacia en este campo. No obstante, la
OMS recomienda su administración en niños y jóvenes que vayan a pasar largas
temporadas en zonas de incidencia. Joan Caylá, jefe del Servicio de Epidemiología de la
Agencia de Salud Pública de Barcelona destaca al respecto que “la efectividad de la vacuna
es muy limitada y no llega a niveles de prevención epidemiológica como los logrados, por
ejemplo, con el sarampión”, por lo que destaca que “la prevención pasa por crear
estrategias de programas de control de contactos de las personas infectadas”, aunque
admite que estas medidas suponen “la elaboración de estrategias muy costosas a nivel
comunitario y el empleo de muchos recursos, lo que hace muy complicada la prevención
en países pobres”.
La BCG está contraindicada en personas con sida, independientemente de la edad que
tengan.
En cuanto a la alimentación, si viaja a una zona afectada por la enfermedad absténgase de
tomar leche o cualquier producto lácteo que no haya sido pasteurizado. En caso de
contacto prolongado con una persona infectada que no está en tratamiento acuda lo antes
posible a un médico y sométase a la prueba de la tuberculina. El especialista valorará si
debe administrarle el tratamiento o la quimioprofilaxis específica frente a la enfermedad.
TIPOS
Tuberculosis pulmonar: Es una enfermedad infecciosa muy común, que puede adoptar
una forma aguda o crónica, y ser localizada (abarca sólo un tejido, en este caso en el
parénquima pulmonar) o generalizada (se disemina a dos o más tejidos). En la mayoría de

7
los casos, la enfermedad ataca los pulmones. Es de suma importancia el comprender que
la tuberculosis se debe a bacterias propagadas de una persona a otra, por lo que la mayoría
de los niños con esta enfermedad han sido infectadas por otra persona, generalmente un
adulto que padece tuberculosis pulmonar.
La tubeculosis extrapulmonar: se presenta más frecuentemente en personas de raza
negra y orientales, en mujeres y niños luego de la infección primaria. Las infecciones delas
mucosas y serosas se deben a la diseminación de las secreciones respiratorias. Las
infecciones por extensión linfohematógena son posteriores a la infección primaria. La
diseminación de la infección inicial se produce por la falta de desarrollo de una respuesta
inmune adecuada, dando lugar a una enfermedad con múltiples lesiones en distintos
órganos del cuerpo, pero su presentación clínica puede ocurrir posteriormente a la infección
inicial. La linfadenitis y osteomielitis de las vértebras y costillas, son unas de las
presentaciones clínicas más frecuentes de la tubeculosis extrapulmonar. Los ganglios
linfáticos cervicales, principalmente la cadena cervical anterior, son los que se afectan más
comúnmente. A partir de nódulos linfáticos mediastínicos, los más afectados son los del
grupo paratraqueal derecho.
Tuberculosis miliar: Es una forma más significativa de la diseminación linfohematógena
masiva del bacilo tuberculoso. Hay compromiso activo de dos o más órganos. Obtiene su
nombre según dos descripciones anecdóticas. La primera describe las lesiones
macroscópicas en cualquier órgano comprometido como granos de millo, y la segunda
describe miles o millones de lesiones sembradas en todos los órganos afectados. Frecuente
en lactantes y niños pequeños, adultos y adolescentes malnutridos o inmunosuprimidos.
Posteriormente estas siembras progresan de focos primarios pulmonares (Tuberculosis
primaria masiva), pasando a ganglios que drenan a venas pulmonares, después a corazón
izquierdo, de ahí a órganos extrapulmonares y/o vasos linfáticos. Posteriormente a corazón
derecho y por último a ápices pulmonares. Las cavernas pueden generar diseminación
hematógena pulmonar.
Tuberculosis crónica hematógena: Se origina a través de la diseminación de focos
extrapulmonares crónicos y silenciosos. Es más frecuente en pacientes con edad avanzada
que se presentan con fiebres intermitentes de origen desconocido, aunque el 30% pueden
estar a febriles, y en ocasiones presentar trastornos hematológicos como anemia refractaria
al tratamiento, leucopenia, trombocitopenia, reacciones miel o leucémicas y agrandamiento
del bazo.

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Tuberculosis pleural: Se considera extrapulmonar debido a su comportamiento
epidémico. Toda tuberculosis no comunicada directamente con la vía aérea pierde su
capacidad de trasmisión. Puede presentarse de dos formas: Pleuresía asociada con
tubeculosis primaria: Un foco de primo infección localizado a nivel subpleural progresa
hasta comprometer la pleura. No hay invasión micobacteriana importante de la cavidad,
pero sí una reacción de hipersensibilidad marcada que se manifiesta con derrame. Sólo el
50% de los cultivos son positivos. El cuadro clínico se caracteriza por fiebre, pérdida de
peso y dolor pleurítico del lado comprometido. Las radiografías muestran derrame de
magnitud variable, con lesiones parenquimatosas poco comunes.
TRANSMISIÓN
La transmisión de la tuberculosis solo puede realizarse por personas que tengan activa la
enfermedad. La TBC se transmite a través de partículas expelidas por el
paciente bacilífero (con TBC activa) con la tos, estornudo, hablando, escupida, etc., por lo
que se recomienda no tener contacto con terceras personas. Las gotas infecciosas (flügge's
o droplets) son de un diámetro entre 0,5 a 5 µm, pudiéndose producir alrededor de 400 000
con un solo estornudo.7 Cada una de esas gotitas proveniente de un enfermo activo puede
transmitir el microorganismo, especialmente sabiendo que la dosis infectante de la
tuberculosis es considerablemente baja, de modo que la inhalación de una sola de las
bacterias puede causar una infección.
PATOGENIA DE LA TUBERCULOSIS
La tuberculosis constituye un paradigma de la interacción de un agente exógeno y la
respuesta inmunitaria del huésped. La Organización Mundial de la Salud estima 2000
millones de infectados por el M. tuberculosis y 8 millones de nuevos infectados cada año,
venciendo la batalla en la mayoría de las ocasiones. Sin embargo, mueren casi dos millones
de personas al año por causa de esta enfermedad.
Infección tuberculosa latente: la infección por M. tuberculosis suele realizarse por vía
aérea. De esta manera, el bacilo es fagocitado por los macrófagos alveolares. En un 30 %
de los casos, estos macrófagos son incapaces de destruirlo. Entonces se genera la
infección, que se caracteriza por el crecimiento en el interior del fagosoma de los
macrófagos infectados. Ello es debido a que el bacilo es capaz de frenar la unión fago-
lisosoma. Histopatológicamente, en el foco de infección se genera un granuloma, que se
caracteriza por la presencia de tejido necrótico intragranulomatoso y que se estructura
finalmente con la adquisición de la inmunidad. Con la inmunidad, los macrófagos infectados
pueden activarse y destruir el bacilo, de manera que se controla la concentración de este.

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PROGRESIÓN
Progresará de infección tuberculosa a enfermedad tuberculosa. Puede ocurrir de forma
temprana (tuberculosis primaria, alrededor del 1-5 %) o varios años después de la infección
(tuberculosis postprimaria, secundaria, reactivación tuberculosa en alrededor del 5 al 9 %).
El riesgo de reactivación se ve incrementado con alteraciones en el sistema inmunitario,
tales como las causadas por el VIH. En pacientes coinfectados de VIH y TBC, el riesgo de
reactivación se incrementa un 10 % por año, mientras que en una persona
inmunocompetente el riesgo es del 5 al 10 % durante toda la vida.
Algunos fármacos, incluyendo tratamientos usados actualmente en la artritis
reumatoide que actúan bloqueando el factor de necrosis tumoral, aumentan el riesgo de
activación de una TBC latente debido a la importante acción de esta citoquina en la
respuesta inmune contra la TBC.
DIAGNÓSTICO

El diagnóstico definitivo de tuberculosis sólo puede establecerse cuando se cultiva M.


tuberculosis. Sin embargo, existen otras pruebas diagnósticas, que ayudan a plantear el
diagnóstico de esta enfermedad.

Pruebas microbiológicas. Las características tintoriales de M. tuberculosis permiten su


rápida visualización (baciloscopia) en muestras clínicas mediante el uso de diferentes
técnicas de tinción. El escaso número de bacilos presente en la mayoría de estas muestras
hace generalmente necesario el estudio de más de una antes de que pueda alcanzarse un
diagnóstico definitivo.

La presencia de abundantes ácidos grasos en la pared de M. tuberculosis la hace ser ácido-


alcohol-resistente. Es decir, que tiene la propiedad de retener ciertos colorantes de anilina
a pesar de ser tratados con un ácido y alcohol.

En este hecho se basa la técnica de Ziehl-Neelsen, en la que se emplea como colorante


fucsina fenicada calentada, decolorada con ácido-alcohol y contrateñida con azul de
metileno.

La tinción de Kinyoun es similar a la de Ziehl-Neelsen, pero no utiliza el calor para favorecer


la captación de la tinción.

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Con cualquiera de estas técnicas, M. tuberculosis se observa como un bacilo de menos
de 0,5 mm de diámetro que puede formar parejas o grupos característicos de unos pocos
microorganismos en forma de cuerdas.

El hecho de que M. tuberculosis necesite 5-20 horas para duplicarse explica que el cultivo
de esta micobacteria exija un tiempo muy prolongado, entre 4 y 8 semanas, en los medios
de cultivo convencionales de Löwenstein-Jensen o de Middelbrook.

La rentabilidad diagnóstica de la baciloscopia y del cultivo está directamente relacionada


con la extensión de la enfermedad. La baciloscopia será positiva en una tercera parte,
aproximadamente, de los pacientes en los que el cultivo de esputo es positivo, pero este
porcentaje puede aumentar hasta el 69 o 70 % si se hace un mayor número de
baciloscopias, aunque raras veces es necesario recoger más de 3 esputos para conseguir
una baciloscopia positiva.

Prueba tuberculínica. La prueba tuberculínica es una reacción cutánea de


hipersensibilidad que indica la existencia de infección tuberculosa previa. La prueba se lleva
a cabo con un extracto proteico purificado (PPD) de M. tuberculosis.

Las reacciones deben leerse midiendo el diámetro transverso de la zona de induración a


las 48-72 horas. La prueba se considera positiva a partir de 5 mm.

Conviene recordar que la prueba tuberculínica puede ser positiva si el paciente ha tenido
contacto con otras micobacterias no tuberculosas. Por ello, en los países con una alta
incidencia de otras micobacteriosis, para considerar que un paciente ha tenido contacto con
M. Tuberculosis se exigirá un mayor tamaño de la prueba tuberculínica.

La repetición de la prueba tuberculínica en un determinado individuo infectado no lo


sensibiliza frente a pruebas posteriores. Sin embargo, sí puede reactivar la hipersensibilidad
(efecto booster o rebrote) de algunos sujetos con prueba tuberculínica negativa que tuvieron
en los años previos algún contacto con una especie de micobacteria o que fueron
vacunados. Por ese motivo, debe considerarse con precaución el aumento de pequeño
tamaño en la prueba tuberculínica cuando ésta se repite anualmente.

Para diferenciar el denominado efecto rebrote o efecto booster de una verdadera


primoinfección debería repetirse la prueba tuberculínica a los 10-20 días a los que la

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tuvieron inicialmente positiva. Si entonces resulta positiva, se estaría en presencia de este
efecto y no de una verdadera primoinfección.

La prueba tuberculínica puede ser falsamente negativa en casos de alergia cutánea, que
está presente hasta en un 15 % de los pacientes con primoinfección tuberculosa.

Otras pruebas diagnósticas. Existen diferentes técnicas serológicas que pueden


contribuir al diagnóstico de tuberculosis, si bien hasta ahora no se ha generalizado el uso
de ninguna de ellas. Para que estas pruebas puedan ser más específicas se necesitan
antígenos altamente purificados, un antígeno específico de M. Tuberculosis recientemente
identificado. La técnica de ELISA ofrecería el mayor potencial para la realización de pruebas
serológicas rápidas y podría ser de gran valor cuando sea difícil obtener muestras de
esputo, como sucede en niños y en pacientes con tuberculosis extrapulmonar. La
sensibilidad de estas pruebas parece ser similar a la de la baciloscopia de esputo.

TRATAMIENTO

El tratamiento antituberculoso tiene que cumplir una serie de requisitos imprescindibles. En


primer lugar, dado que existe cierto riesgo de que M. tuberculosis se haga
espontáneamente resistente a cualquiera de los fármacos utilizados, será necesaria la
combinación de al menos dos fármacos para reducir este riesgo. En segundo lugar, debido
a que M. tuberculosis requiere mucho tiempo para multiplicarse, con largos períodos de
inactividad metabólica intracelular, el tratamiento antibiótico deberá ser siempre muy
prolongado. Por último, debe considerarse que la respuesta inmunitaria del huésped es
esencial en el control de la infección, por lo que el tratamiento debería modificarse según la
enfermedad de base del paciente. Se considera que existen tres tipos de poblaciones
bacilares en las lesiones tuberculosas: la inmensa mayoría de las bacterias se encuentran
en fase de multiplicación y son de localización extracelular; existe otra población
intracelular, relativamente inactiva en cuanto a metabolismo se refiere y, por último, una
serie de microorganismos extracelulares localizados en los focos de necrosis caseosa,
completamente inactivos. Sólo la rifampicina es bactericida en estos tres compartimientos,
aunque las bacterias no se estén multiplicando. La isoniazida sólo es bactericida contra
los microorganismos extracelulares o intracelulares siempre que estén metabólicamente
activos. La estreptomicina únicamente es bactericida frente a los microorganismos
extracelulares, y la pirazinamida, sólo contra los intracelulares. El etambutol siempre es
bacteriostático.

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REHABILITACIÓN Y CUIDADOS

Los pacientes bajo tratamiento tuberculostático rápidamente dejan de ser infecciosos. El


periodo apropiado para mantener el aislamiento respiratorio es en gran medida empírico,
pero es aconsejable una actitud conservadora. Para los pacientes hospitalizados, con tos,
es adecuado un aislamiento de dos semanas, en particular si el esputo contiene pocos
bacilos o si se comprueba que el número de estos desciende. Si el enfermo presenta
tuberculosis laríngea o si en los extendidos de muestras de esputo se observan grandes
cantidades de bacilos ácido-alcohol resistentes que no varían durante la terapia, se
recomienda un aislamiento más prolongado.

MEDIDAS PREVENTIVAS
 La persona infectada debe protegerse siempre que tosa con pañuelos desechables.
 Lavado de manos después de toser.
 Ventilación adecuada del lugar de residencia.
 Limpiar el domicilio con paños húmedos.
 Utilizar mascarilla en zonas comunes.
 Restringir visitas a personas no expuestas a la enfermedad.
 Garantizar adherencia al tratamiento.
 No fumar. El cigarrillo no causa tuberculosis, pero sí favorece el desarrollo de la
enfermedad.

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CONCLUSION

 La tuberculosis (TBC) es una enfermedad causada por un organismo


denominado Mycobacterium tuberculosis, también conocido como bacilo
tuberculoso o bacilo de Koch. Por lo general, el M. tuberculosis afecta los
pulmones y en dicho caso la enfermedad se denomina tuberculosis
pulmonar.
 La TBC drogorresistente es causada por el organismo M. tuberculosis que
es resistente a uno o más medicamentos antituberculosis. Se dice que el
bacilo es resistente a un medicamento cuando no muere frente al
medicamento en una prueba del laboratorio. La TBC multidrogorresistente
(TBC MDR) es resistente a por lo menos, los dos fármacos de primera línea
para el tratamiento más efectivo de TBC (isoniazida y rifampicina). La TBC
MDR es más difícil manejar que la TBC sensible a medicamentos.
 La TBC se propaga de persona a persona a través del aire. Cuando una
persona con TBC es infecciosa (que puede contagiar) tose, estornuda,
habla, canta o grita puede expulsar al aire partículas diminutas conteniendo
la M. tuberculosis.
 La mejor manera de detener la transmisión es detectar a las personas que
pueden contagiar e iniciar el tratamiento de TBC apropiado para ellas, tan
pronto como sea posible.
 La infección de TBC significa que el bacilo tuberculoso está en el cuerpo,
pero que su sistema inmune tiene al bacilo bajo control e inactivo. No todo
el que se expone a un paciente con TBC infecciosa se infecta con M.
tuberculosis. Las personas que tienen la infección de TBC pero no la
enfermedad de TBC, no son contagiosas.
 Algunas personas con infección de TBC desarrollan la enfermedad de TBC.
La TBC se desarrolla cuando el sistema inmune no puede mantener el bacilo
bajo control y éste comienza a multiplicarse rápidamente. Para algunas
personas, el riesgo que la enfermedad de TB se desarrolle (como personas
con VIH y en estado de desnutrición) es más alto que para otras.

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ANEXOS

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BIBLIOGRAFIA

 La Tuberculosis: Un Problema de Salud Pública. 1ª Edición 1999. Dirección General de


Salud Pública. Consejería de Sanidad y Servicios Sociales. Comunidad de Madrid.
 World Health Organization. Global Tuberculosis Control. WHO Report 1999. World
Health Organization, Geneva 1999.
 Tratamiento de la Tuberculosis: Directrices para los Programas Nacionales. Segunda
Edición 1997. Organización Mundial de la Salud.
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sobre Tuberculosis. Med Clin (Barc.) 1992; 98: 24-31.
 Documento de Consenso sobre el Estudio de Contactos en los Pacientes
Tuberculosos. Grupo de Estudio de Contactos de la Unidad de Investigación en
Tuberculosis de Barcelona (UITB). Med Clin (Barc) 1999; 112: 151-156.
 Documento de Consenso sobre la Prevención y Control de la Tuberculosis en España.
Unidad de Investigación en Tuberculosis de Barcelona (UITB). Area de Tuberculosis e
Infecciones Respiratorias de La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica
(SEPAR) y Grupo de Estudio de Sida (GESIDA) de la Sociedad Española de
Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). Med Clin (Barc) 1999; 113:
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Cuarta Edición 1995. Editorial Médica Panamericana.
 Isselbacher KJ, Braundwald E, Wilson JD. Harrison. Principios de Medicina Interna. 13ª
Edición 1994. Editorial Interamericana. McGraw-Hill.
 Rodrigo T, Caylá JA. Evaluación de los Programas de Control de Tuberculosis de las
Comunidades Autónomas de España. Med Clin (Barc) 1999; 113: 604-607.
 Moreno S, Guerrero C y Ramírez C. Tuberculosis. En: Soriano V, González-Lahoz J,
eds. Manual del SIDA. Madrid: IDEPSA, 1997; 301-309.

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