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RELIGIÓN Y DIVERSIDAD CULTURAL

Lucía Castro L., Mariela Montaner L.

PRESENTACIÓN

Hoy en día la sociedad chilena se destaca por la pluralidad cultural emanada de diversos
países hermanos, cuestión que sin duda explica la gran cantidad de religiones que se pueden
encontrar. Esto es así, no porque antes la realidad no fuera diversa, sino porque los
movimientos migratorios actuales, lo han hecho más visible.

Debemos necesariamente situarnos en el momento histórico en el que nos encontramos,


caracterizado por un proceso creciente de globalización, en el que las tecnologías de la
información y comunicación y las circunstancias económicas intensifican el capital país, sin
embargo, se puede apreciar como este proceso de globalización, no denota una mejor
comunicación colectiva, ni redistribuye en forma equitativa y justa los recursos materiales,
sociales y culturales.

El hecho de suponer al “otro diferente” como un ser no igual y carente de cualidades que
nosotros tenemos de sobra, reside en el olvido que hacemos de que cada ser humano que
nace, nace libre en igual en dignidad y derechos; este olvido se asocia a la diversidad de
lenguas, formas de expresión, concepciones religiosas, sociales, etc; en definitiva, nos
proporciona un pluriculturalismo, generando un escenario nuevo y muy complejo de
analizar.

Por otra parte, la familia como un ciclo destinado a la retroalimentación valórica de factores
bio-socio-emocionales, nos posibilita deducir que un ser humano asumirá una concepción
religiosa, en la medida que ésta, sea la concepción entregada por su vínculo social más
cercano, es decir, por su grupo familiar. Analizar esta situación y el arrastre que esta
herencia cultural produce a nivel social, es un tema que se desea comentar y a la vez,
establecer algunos criterios que promuevan la tolerancia a esta diversidad enmascarada en
un submundo social, donde el sólo hecho de pertenecer a determinada concepción religiosa,
permite que el “ser involucrado” se sienta parte de, mientras que salir de su sitio de confort,
le produce quiebres tanto de cuestionamiento de creencias, como de aceptación social entre
pares.

Palabras claves: Religión, diversidad religiosa, familia y multiculturalidad.

ABSTRACT:

Cultural diversity is not it owes only to the presence of people of foreign origin, but also
to the different religious conceptions.

The human being is free to choose and through the tools that his family group gives him,
he is able to continue a path that means a value-based manifestation rooted in his ancestors,
as well as, he has the possibility of changing his opinion, according to the vision that has
been formed of its own culture and its own value heritage.
RELIGIÓN Y SUS MANIFESTACIONES EN CHILE Y A NIVEL MUNDIAL.

Históricamente, Chile se ha considerado un país católico. Si bien actualmente la mayoría de


su población se declara pertenecer a esta religión, los censos indican que su hegemonía ha
ido decreciendo (de un 76,1% en 1992 a un 70% en 2002) dando paso al aumento de otros
credos y opciones, como el evangélico (15.1% -2002) y la opción agnóstica (8.3% - 2002)1
(“García, Margarita, Torradeflot, Francesc, 2012)

La situación geográfica de nuestro país, lo ha aislado históricamente de inmigraciones


masivas de países del continente asiático y africano, lo que hace que la presencia de judíos,
musulmanes, luteranos, anglicanos, cristianos ortodoxos, budistas o hinduistas, entre otras,
sean religiones que existen en menor cantidad. Por otra parte, el reconocimiento y
valoración de las etnias indígenas, junto a su religiosidad y cultura, como el pueblo
Atacameño, Aymara, Quechua, Mapuche, Ona, Yaganes o Rapa-Nui, han tardado siglos en
tomar el lugar que le corresponde en la sociedad chilena, una comunidad que tiende a verse
a sí misma en forma más homogénea de lo que realmente es.

Como reflejo de esta situación, tradicionalmente tanto el sistema educacional público como
el privado, a excepción de algunos colegios laicos, ha ofrecido sólo clases de religión
católica a sus alumnos. Ello naturalmente ha provocado que la mayoría de nuestra
población ignore en qué consisten los diferentes credos que se profesan tanto en Chile
como en el mundo.

Cada religión posee sus propias creencias, dioses, símbolos y lugares sagrados donde
celebra sus ritos. Es por ello que, católicos asisten a la iglesia, judíos a la sinagoga,
islamitas a las mezquitas, etc.

Se estima que existe en el mundo, alrededor de diez mil religiones dentro de las cuales, el
cristianismo es la más extensa, debido al número de países donde se practica, así por
ejemplo, el budismo y el hinduismo, son propias de China, India y el sudeste asiático, y en
Japón se practica el sintoísmo. Más de ocho de cada diez personas se identifican con un
grupo religioso. Un estudio demográfico exhaustivo de más de 230 países y territorios
realizado por el Foro de Religión y Vida Pública del Centro de Investigación PEW, estima

1
“La diversidad cultural y religiosa”, 2012
que hay 5.800 millones de adultos y niños afiliados religiosamente en todo el mundo, que
representan el 84% de la población mundial del año 2010, con un total de 6.900 millones.
Dicho estudio señala que los cristianos corresponden a un 32%, musulmanes un 23%,
hindúes n 15%, budistas un 7%, judíos un 0,2%, fuera de estos datos, existe un 6% de
personas que practican religiones no tradicionales, como populares chinas, nativas
americanas, aborígenes australianas, africanas, fe bahaí, jainismo, sintoísmo, taoísmo,
terikyo, wicca y zoroastrismo, por mencionar algunas. Además, concluye que un 16% de
personas en el mundo, no tiene ninguna afiliación religiosa 2(“El paisaje religioso global”,
2012)

Minorías religiosas.

Según el estudio de paisaje religioso global, casi las ¾ partes del planeta viven en países en
las que su religión se profesa por una mayoría circundante, lo que sin duda, otorga el
privilegio de vivir en armonía con el medio social y cultural. Sólo alrededor de un cuarto de
todas las personas viven como minorías religiosas. Si nos detenemos en este punto, se
puede considerar que una forma de atender a la diversidad sería, entender la religión como
una característica propia de cada ser, inherente a su formación valórica y por consecuencia,
sugerente de respeto a la diferencia u heterogeneización. Considerando la educación en
nuestra nación como laica en su mayoría, se puede apreciar que Chile no está tan lejos de la
brecha mundial en términos de inclusión, al querer suponer que respetar la individualidad
del otro, nos hace seres más inclusivos y por consiguiente nos lleva a pensar en políticas
adecuadas, como por ejemplo en un curriculum enfocado a la apertura de pensamiento y
actuar divergente, en políticas sociales como la ley de discapacidad, permitiendo de esta
forma, que nos abramos a la posibilidad de atender a la diversidad como un valor y
entender esta diferencia como una cualidad y potencialidad.

2
“El paisaje religioso global”, estudio demográfico de la Religión y la Vida Pública. Centro de Investigaciones
PEW, 2012
LA FAMILIA COMO SISTEMA ABIERTO DE INTERACCIÓN CON OTROS
SISTEMAS.

Para hablar de familia, necesariamente debemos referirnos a su raíz, y entender que, todo
organismo es un sistema, es decir, un orden dinámico de partes y procesos entre los que se
ejercen interacciones recíprocas. De la misma manera se puede considerar a la familia
como un sistema abierto constituidos por varias unidades ligadas entre sí, por reglas de
comportamiento y por funciones dinámicas en constate interacción entre sí e intercambio
con el exterior 3(Von Bertalanffy, Ludwig,1971).

Las relaciones al interior de la familia, se deben considerar en estrecha relación con el


conjunto de relaciones sociales, las condiciones en las que estas relaciones se producen
están a su vez condicionadas por las normas y valores de la sociedad circundante, a través
de un equilibrio armónico, que le produce al ser humano un sentimiento de aceptación de y
para ese medio. Por tanto, si la familia es un sistema entre otros sistemas, la exploración de
las relaciones interpersonales y de las normas que regulan la vida de los grupos en los que
el individuo está más arraigado serán un elemento indispensable para la comprensión de los
comportamientos de quienes forman parte de éstos y para la relación de una intervención
significativa en situaciones de conflicto; a través de estos comportamientos, el ser humano
irá moldeando sus reacciones frente a la diferencia, diferencia que por cierto es arraigada en
desde el hogar hacia el mundo externo; por ejemplo, una familia que ostenta de ser de
creencia católica y que ha guiado a sus hijos por dicho camino, ha de considerar evitar
comentarios despectivos al llamado a su puerta, de personas de otras religiones, el sólo
hecho de referirse a dichos sujetos en términos de su religiosidad, permite que los seres que
se vinculan en ese determinado hogar, apropien dichos comentarios como parte de su
idiosincrasia y por lógica la transmitan a generaciones futuras, creyendo que es lo correcto,
por ser un valor arraigado dentro de su seno familiar y considerando esta situación como
“normal”. El interés que despierta en el ser humano, repetir patrones de este tipo, se puede
explicar como producto de la observación de las interacciones que ocurren entre los
diversos miembros de la familia y la necesidad de ser parte de… y sentir la aprobación y
retroalimentación de su grupo más cercano.

3
Teoría General de Sistemas, Ludwig Von Bertanlanffy, 1971.
La familia como sistema se adapta a las diferentes exigencias de los diversos estadios y
procesos de desarrollo por los que atraviesa. Este doble proceso de continuidad y
crecimiento ocurre a través de dos funciones, la tendencia a imitar lo igual entregado en
determinado grupo familiar y, la capacidad de transformación; considerando esta
transformación como un complejo mecanismo de retroalimentación orientado hacia el
mantenimiento de esa tendencia a imitar. Así, las retroalimentaciones positivas actuarán
como vehículos a través de los cuales de los sistemas sociales crecen o crean, las negativas
por su parte, podrán ser sometidas a juicio del grupo familiar y generar o no cambios en el
sujeto que gestiona la retroalimentación negativa o en quien la recibe; posibilitando por
ejemplo, cambios de conducta frente a la aceptación de otros con credos diferentes, o a la
aceptación de su credo como único e indiscutiblemente otorgándole mayor significancia e
importancia por sobre otros credos, aunque se trate de credos de sus pares más cercanos.
No debemos olvidar que la familia posee su autonomía aunque el medio repercuta en sus
interacciones, y que son los miembros de ésta, quiénes eligen que cualidades o defectos de
ese medio o sociedad se toma o se desecha; pues, la familia como grupo, posee un proceso
dinámico de tensión y oposición con un punto de equilibrio extremadamente difícil de
encontrar, pero que cuando se encuentra, genera grandes procesos de retroalimentación
para sus integrantes, proceso que va de la mano con la generación del establecimiento de
una nivel de comunicación que actúa como facilitador de ahí en adelante.

Abordaje de la multiculturalidad en las familias chilenas..

Necesariamente debemos plantearnos algo de historia, durante el siglo XIX, nuestro


territorio se ha caracterizado por la diversidad de sus habitantes. Primero, la llegada de
conquistadores españoles, produciéndose un mestizaje entre nuestros compatriotas,
disminuyendo considerablemente nuestra población originaria como lo son los aymaras,
quechuas, changos, por el norte, mapuches, chonos, yaganes, por el centro sur, sólo por
mencionar algunos. Posteriormente, con la formación de la nación peruana, comienza en el
norte la explotación del güano, que trae como consecuencia la llegada de esclavos chinos
como mano de obra barata. Luego de la Guerra del Pacífico, que trajo consigo, sus propios
códigos sociales y culturales, y la llegada de miles extranjeros de Europa, atraídos por el
auge del salitre a nuestro país y por la actividad minera que ha traído consigo más
inmigración desde Sudamérica (principalmente peruanos, colombianos y bolivianos).
Sitiándonos en este contexto, Chile ha experimentado cambios; cambios que a la fecha se
siguen produciendo, la apertura del país a culturas como la centroamericana y hoy por hoy
la posibilidad de refugiar familias de países por conflictos, como Siria, nos plantea un
desafío, por un lado, concientizar a las futuras generaciones que ya son parte de este
movimiento multicultural y por el otro, modificar los sistemas sociales primarios del ser
humano, como la familia, grupo de pares, entre otros, para dar cabida libre y sin obstáculos
a las culturas extranjeras.

Ejemplos de los ante expuesto, hay varios. Los bailes y festividades folklóricas, como la
fiesta de La Tirana, son el mejor ejemplo de cómo la cosmovisión andina confluyó con el
cristianismo que trajeron los españoles, teniendo como producto una de las festividades
más representativas de la región, que ha traspasado fronteras. Nuestra identidad
multicultural se expresa también en la evolución de todo lo que se refiere al Patrimonio
Inmaterial -lenguas, tradiciones, celebraciones religiosas, etc.

Somos una nación multicultural y de inmensa riqueza inmaterial, ese es nuestro potencial.
Tenemos mucho que aportar al mundo, además de nuestras riquezas naturales, mineras y
los servicios asociados a la actividad comercial.
CONCLUSIÓN.

Si consideramos la riqueza de un país pluricultural, como ente fabricador de arte,


arquitectura, literatura, entre otras manifestaciones, los chilenos debiésemos estar orgulloso
del bagaje que podemos experimentar tanto a nivel escolar, como social, o laboral; sin
embargo, muy por debajo de lo que se piensa, el chileno cree en la consigna que: “lo que
me enseñan en casa es lo que debo aprender y transmitir”, pensamiento que no es inválido
si consideramos como primer foco de educación valórica al hogar y que por siglos se ha
intentado mantener la importancia del sistema valórico que entrega la familia, como una
cuestión insuperable e incuestionable, sin embargo, en la época en la que nos encontramos,
y con los cambios que se experimentan a diario, tanto a nivel familiar, como de vida social,
debemos preguntarnos si es viable introducir dentro del seno familiar el concepto de
tolerancia a la diversidad cultural, ello porque día a día, son más los inmigrantes que se
relacionan en nuestra vida cotidiana, en escuelas, plazas de juegos, trabajos, etc, y es válido
pensar que todos tengan creencias, costumbres y una idiosincrasia distinta a la chilena, unos
podrán ser más desinhibidos en su vestimenta, otros podrán ser más recatados, otros podrán
ser más bulliciosos, más silenciosos, etc., lo que en este apartado se pretende aterrizar es el
concepto de atención a esas diferencias como una cualidad factible de permitir una mayor
inserción social y a su vez, modificar paulatinamente el pensamiento de las familias
chilenas, aceptando que la población ha cambiado, y que por esta venia al cambio debemos
necesariamente creer en un país más inclusivo.

Durante mucho tiempo, se ha repetido una máxima, que comparten la mayoría de las
religiones en el mundo: "No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti".

Lo anterior supone que todas las religiones reconozcan y valoren de manera importante no
solo la relación de la divinidad con un ser superior, sino también, la de éstas entre sí.
Supone también, que el concepto de igualdad sea considerado como un valor inculcado en
las familias, pues el otro merece lo mismo que yo. Junto con la igualdad, se hace presente,
la dignidad humana, pues como fondo, propone respeto, cuidado, valoración, protección de
aquello que yo querría y necesito para vivir en dignidad.
Si este ideal central se ha compartido a lo largo de la historia y en el desarrollo de las
religiones, ¿por qué éstas han sido motivo o justificación de conflictos, divisiones, guerra,
despojo, desconfianza, restricción de derechos y de libertades, juzgamiento y negación del
diferente, del otro?, ¿porqué nuestras creencias y relaciones con los otros no son suficientes
para el respeto del otro, si es tan humano como yo?

La diversidad en sí, como valor arraigado en las religiones y en cualquier tema, requiere
saberse y reconocerse, pero sobre todo necesita encontrarse y dar paso al diálogo, y de esta
forma, descubrir todo lo que tienen de común, en lo más profundo, las personas.

Debemos ver la diversidad no sólo como una realidad creciente, más bien como una manera
de ejercer nuestra libertad, nuestro pensamiento de cohesión social, de respetar los derechos
de quienes representan “el otro”.

Difícil es aceptar la diversidad, si tomamos en cuenta cada 10 personas que pertenecen a


alguna religión distinta a la católica consideran que su principal problema es el rechazo, la
falta de aceptación, la discriminación y la desigualdad, mientras que una proporción similar
considera que su principal problema son las burlas, las críticas y la falta de respeto, sólo por
pensar en un credo distinto.

A modo de plantear una posible discusión para el lector, se debe mencionar que existe un
dato alentador sobre minorías religiosas y es que más del 80 por ciento de la población
está muy en desacuerdo o en desacuerdo con que las personas católicas tengan más
derechos que las de otras religiones, porcentaje que alcanza prácticamente el 89 por ciento
en niños, niñas y adolescentes de 12 a 17 años. Ello puede ser indicador de que la población
más joven del país está en la ruta de una mayor apertura a la diversidad religiosa en nuestro
país, indicador que nos muestra que el camino tomado hacia la inclusión es el correcto.4

4
CNN, “Diversidad religiosa y no discriminación, vías para la igualdad”,2012.
BIBLIOGRAFÍA.

 Bucio, Ricardo, “Diversidad religiosa y no discriminación, vías para la igualdad”,


CNN, 2012
http://expansion.mx/opinion/2012/06/08/opinion-diversidad-religiosa-y-no-
discriminacion-vias-para-la-igualdad

 Casas, Gerardo. “La familia como sistema relacional”


http://www.ts.ucr.ac.cr/binarios/docente/pd-000209.pdf

 Centro de Investigaciones PEW, “El paisaje religioso global”, estudio demográfico


de la Religión y la Vida Pública, 2012.
http://www.pewforum.org/2012/12/18/global-religious-landscape-exec

 García, Margarita, Torradeflot, Francesc “La diversidad cultural y religiosa”,2012.

 Von Bertalanffy, Ludwig,1971


http://psicologosenmadrid.eu/teoria-general-de-sistemas-de-von-bertalanffy
http://psicoflia6.blogspot.cl/2015/03/la-familia-como-sistema-relacional.html

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