Mujer (Aline Masson) tomando una taza de chocolate, en un lienzo de Raimundo Madrazo.
Escena habitual en el siglo XVII de preparación del chocolate (Xocolatada)
La historia del chocolate en España es una parte de la historia culinaria
española comprendida desde el siglo XVI, cuando los españoles conocieron el cacao (Theobroma cacao) mesoamericano al comenzar la colonización de América,1 hasta el presente. Cuando Hernán Cortés viajó a México fue acompañado por el cisterciense fray Jerónimo Aguilar que envió al abad del monasterio de Piedra el primer cacao junto a la receta para cocinarlo. Tras la Conquista de México, el cacao viaja como mercancía en barco desde un puerto de Nueva España, rumbo a las costas españolas. Este primer viaje a Europa ocurre por primera vez en algún momento indeterminado de la década de 1520. No fue hasta el siglo XVII cuando sale regularmente desde el puerto de Veracruz, abriendo una ruta comercial marítima que abastecería la nueva demanda de España, y posteriormente de Europa.2 La introducción de este ingrediente en las costumbres culinarias españolas fue ciertamente inmediato, comparado con la de otros ingredientes traídos de América, y su popularidad y aceptación en todos los estamentos de la sociedad española alcanzó niveles muy elevados ya a finales del siglo XVI.3 Desde sus comienzos, el chocolate fue considerado por los españoles como una bebida y permaneció en ese concepto hasta principios del siglo XX. Desde el primer momento se endulzó con azúcar de caña, y fueron los españoles los primeros en difundirlo en Europa. En la América precolombina el chocolate se condimentaba con chiles y resultaba una mezcla amarga y picante cuyo sabor no agradó inicialmente a los conquistadores españoles, que pronto se vieron motivados a endulzarlo con azúcar traído desde la península ibérica, además de prepararlo caliente.4