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Gamonalismo político

¿Por qué el Estado Peruano está manejado por pocos? ¿El fujimorismo, aprismo,
acciopopulismo, frenteamplio son partidos políticos? ¿Representan algún sector de la
población o una idea definida?

Advertencia, estas líneas no son parte de sesudos esfuerzos. Desde lo que en Lima
llaman “pronvincias”, las noticias políticas son alejadas y distantes. Un juego de tronos
sin ningún brío o un diablillo que alegre las pantallas LED de televisión. Lo curioso es
que sin o con desearlo, sus decisiones repercuten en la vida de regiones distintas. Estas
fuerzas agrupadas con la mentalidad centralista, en tanto las otras regiones son
compañías incómodas para Lima Oficial.

Por ejemplo, el fujimorismo y aprismo en buena cuenta encarnan los valores


conservadores de los inicios de La República descritos por Julio Cotler, se agrupan
alrededor de las prédicas centralistas, autoritarias y clericales. Invocando y discurriendo
la primacía del principio de autoridad y obediencia como rectores de la vida social.
Ordenando a las clases sociales “provincianas”, induciéndolas al orden y la introducción
de la vida occidental de las ciudades.

Los partidos políticos no se representan ni a sí mismos. Muchos, incluso la izquierda


limeña son parte de la fantasía y ficción de representación. El derecho al sufragio es una
de las garantías de la democracia, en la cual, supuestamente vivimos. Sin embargo las
leyes hechas para mantener en el poder a la gente conservadora consiste en que la
representación regional será tomada en cuenta a partir del 5%, solo si un partido
político posee más del 5% de votos a nivel nacional, éstos partidos podrán colocar
representantes regionales. Norma ilusa, porque a nivel práctico, la vida política de los
partidos tradicionales es casi nula, e incluso son percibidos como una peste que se debe
ocultar, salvo para los favores políticos.

Los apristas, fujimoristas o izquierdistas de Lima, ¿realmente representan al gremio de


trabajadores estatales luchando por su negociación colectiva o a los maestros por
evaluaciones justas? Cuando estos partidos, trampolines a la palestra pública, realizan
las leyes, mantienen sus privilegios y mutilan cualquier tipo de representación regional.

En realidad, cuando un representante de una región pequeña se va a Lima es poco o


mínimo el aporte legislativo a la región que representa. A esta situación, podemos
añadir que los representantes de los partidos tradicionales, sospechosamente, juegan a
favor del clientelaje y aprovechamiento que cada partido antiguo quiere sacar del poder.
Nuestro pueblo, aunque más preocupado por llevarse un plato de comida a la mesa,
tiene que informarse y preocuparse por llevar representantes de sus intereses concretos,
y cambiar algunas leyes, mal usadas por quienes han decidido perpetuarse en el poder
como lo son los partidos antes mencionados.

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