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Las reformas políticas y jurídicas del cónsul Julio Cesar

Con el consulado de César se aprobaron leyes judiciales y agrarias, así como sobre la
abolición de deudas. Ello refleja, por lo tanto, una política popular y populista.
Su primera acción fue cumplir lo pactado en el Triunvirato, dispuso el inmediato reparto
de las tierras entre las tropas licenciadas de Pompeyo.
La legislación agraria
Para ganarse a los ciudadanos romanos pobres y padres de familia que tuvieran más de
tres hijos y carecían de tierras podrían establecerse en las nuevas tierras 29; sin
embargo, no podían cederlas antes de transcurridos 20 años, a partir de los cuales
podían, si lo deseaban, acceder a su propiedad 30. Por lo tanto, se estableció una fase
transitoria de 20 años en la cual la titularidad debía seguir siendo, a no dudar, estatal.
César propuso una ley agraria 25 según la cual podrían asentarse nuevos colonos en
terrenos conseguidos a costa del ager publicus, lo que debía financiarse con el botín
logrado por Pompeyo en Oriente, así como por los impuestos creados en las nuevas
provincias. Había tenido la prudencia de no incluir inicialmente en esta legislación el
ager Campanus ni el Stellae, ocupados por los grandes terratenientes 26. César tropezó
con la sorda oposición del Senado; ante ello, en claro desafío al mismo, decidió incluir
finalmente en el proyecto de ley el ager Campanus (un territorio de 500 kilómetros
cuadrados que habían sido confiscados a la ciudad de Capua por su apoyo a Aníbal) y el
Stellae, proponiendo convertir la castigada ciudad de Capua en una colonia romana.
Cesares un revolucionario en materia legislativa , dictando leyes de todas clases para
estimular y organizar la vida municipal de las provincias , en las cuales se limita la
excesiva centralización autorizando a los municipios para la elección de sus magistrados
.En orden financiero , aparte de emitir monedas de oro para alentar al comercio ,
promulgo leyes represoras del lujo , reformo los presupuesto de gasto e ingresos ,
impuso un máximo interes usuario y disminuyo el número de los que percibían repartos
de trigo.
Julio cesar en Galias y Britania
Entre los años 58 y 52 a.C., Julio César lideró a las legiones romanas hasta sojuzgar a las
tribus galas, un choque que demostró la superioridad logística, estratégica y
armamentística del ejército romano.
Conflicto militar librado entre el procónsul romano Julio César y las tribus galas entre el
año 58 a. C. y 51 a. C. En el curso de esa guerra la República romana sometió a la Galia,
extenso país que llegaba desde el Mediterráneo hasta el canal de la Mancha. Los
romanos también realizaron incursiones a Britania y Germania, pero estas expediciones
no llegaron a transformarse en invasiones a gran escala. La guerra de las Galias culminó
con la batalla de Alesia en 52 a. C., donde los romanos pusieron fin a la resistencia
organizada de los galos. Esta decisiva victoria romana supuso la expansión de la
República romana sobre todo el territorio galo. Las tropas empleadas durante esta
campaña conformaron el ejército con el que el general marchó después sobre la capital
de la República.
Sin duda alguna la ocupación fue sumamente violenta era la primera vez que un romano
y su ejército invadían esas lejanas tierras, en estas históricas campañas, Cesar se hizo
acompañar por vercingerotrix líder del pueblo de los avernos, agresivos celtas, cuyo
nombre significaba “Rey supremo de los cigentos” a quien le otorgo la calidad de
lugarteniente y peleo con sus bravos guerreros al lado de las legiones romanas en
calidad de auxiliares
A mediados del siglo I a.C. prácticamente todas las tribus galas se encontraban en plena
rebelión contra Roma, enfrentándose al procónsul romano Julio César en lo que acabaría
llamándose la guerra de las Galias.
Cuando las tribus celtas de Britania, aliados comerciales de los galos, establecieron con
éstos una alianza de defensa contra Roma, Julio César se vio obligado a avanzar hacia la
isla.
Comenzaba así una conquista que tardaría más de un siglo en asentarse y que, en
realidad, nunca llegó a completarse, constituyendo una provincia que sería
permanentemente un territorio de frontera.
Los Druidas
Estos chamanes o sacerdotes celtas, que todos relacionamos con las aventuras de
Astérix o con las piedras de Stonehenge, son ya descritos por cronistas griegos y
romanos, que les atribuyen funciones de jueces, maestros, curanderos y adivinos, y los
relacionan con la casta sacerdotal de los celtas que habitaban la Galia e Inglaterra.
El druidismo era una forma de culto basado en el animismo, cuyos altares se
encontraban en el interior de grutas y bosques y que tenía al roble como el árbol más
sagrado.
Entre los poderes que se decía que tenían estos hombres santos se citaba el estado del
tiempo, aparecer con forma animal, predecir el futuro y volverse invisibles.
Pero hay otro aspecto que no resulta tan simpático: también realizaban sacrificios
humanos, preferentemente de niños, uno de los motivos por los que los romanos
prohibieron este oficio en el siglo I e incendiaron todos sus lugares de culto.

La Guerra Civil
La segunda guerra civil de la República romana fue un conflicto militar librado entre el
49 a. C. y el 45 a. C., protagonizado por el enfrentamiento personal de Julio César contra
la facción tradicionalista y conservadora del senado liderada militarmente por Pompeyo
Magno. La guerra finalizaría con la derrota de la facción de los Pompeyanos y el ascenso
definitivo de César al poder absoluto como dictador romano.
Los enemigos de César, influenciados por Catón el Joven, intentaron destruirle
políticamente debido a su creciente popularidad entre la plebe y al aumento de su poder
procedente de sus logros en las Galias. Es por ello que intentaron arrebatarle el mando
de gobernador de las Galias, para posteriormente juzgarle, desatándose una grave crisis
política que inundó de violencia política las calles de Roma.
En el año 50 a. C. el Senado votó una moción para que César abandonase su cargo de
gobernador. Marco Antonio, con el poder que le otorgaba ser tribuno de la plebe, vetó
la propuesta, evitando que se trasformase en ley. Tras esta votación se inició un violento
acoso a los cesaristas auspiciados por la facción conservadora. Antonio abandonó Roma
ante el peligro de ser asesinado. Sin la oposición de Antonio el Senado declaró el estado
de emergencia concediéndole a Pompeyo poderes excepcionales. César respondió con
el célebre cruce con sus tropas del río Rubicón, en dirección a Italia, dando así inicio a la
guerra civil.
César atravesó rápidamente Italia sorprendiendo a los constitucionalistas y a Pompeyo,
que ante la falta de preparación y de tropas abandonó Roma, dirigiéndose a Brindisi en
el sur de Italia donde embarcó hacia Grecia con el fin de incrementar sus fuerzas. César
persiguió a Pompeyo pero no logró darle alcance, consiguiendo este último cruzar el
Adriático con su ejército y decenas de senadores. En menos de un mes, y a marchas
forzadas, César llegó a Hispania, donde derrotó a las legiones fieles a Pompeyo en la
batalla de Ilerda. Tras esta victoria César regresó a Italia y cruzó el Adriático para hacer
frente a Pompeyo en Grecia. Tras ser derrotado en Dirraquio, César se enfrentó a
Pompeyo y a sus aliados en la batalla de Farsalia, logrando una aplastante victoria.
Pompeyo huyó hacia Egipto intentando encontrar aliados pero fue asesinado por orden
del eunuco del faraón Ptolomeo XIII. Posteriormente César derrotó a Catón el Joven y
Quinto Cecilio Metelo Escipión en Tapso y finalmente a los hijos de Pompeyo y a Tito
Labieno en Hispania, en la batalla de Munda, poniendo fin a la guerra civil, aunque Sexto
Pompeyo continuaría con la resistencia desde Sicilia.
Dictador Vitalicio
Julio cesar solicito al dócil senado, en mes de febrero del año 44 a.C que le declararan
dictador vitalicio ,como lo había conseguido tres décadas antes Lucio Cornelio Sila (138-
78 a.C) .Quería ser emperador perpetuo de roma en beneficio del Imperio que quería
forjar y por el bien de todos los romanos.
Los patricios amantes de la Republica romana se espantaron cuando vieron q los
senadores cegados, según ellos por la demagogia de Julio Cesar no se sumaban a la
denegatoria del “inconstitucional pedido “
En ese entonces seguía vigente el “Ordenamiento constitucional Romano” que prohibía
la reelección y la dictadura
Y a había sido violada antes en el primer militarismo por los cónsules Cayo Mario y lucio
Cornelio lo cual origino la guerra civil
Pero a Julio Cesar no le importaba, solo quería el poder absoluto y hasta el sabía que
ponía en juego hasta su vida .Él creía que lograría persuadir y convencer a los cenadores
quienes accederán a su petición de cambiar el sistema republicano y regresar a la
monarquía ,soñaba con ser rey de Roma ese era su propósito y mayor ambición y creía
que lo lograría .
Muerte de Julio César
Sus conquistas habían proporcionado enormes riquezas al Estado y, en base a éstas,
pretendía acometer importantes reformas sociales que limitasen el gran poder político
y económico de las viejas familias patricias, con el fin de favorecer a los campesinos, a
los veteranos de guerra y a la gente de las provincias. También planeaba importantes
obras públicas en una política de pleno empleo, así como nuevas expediciones a
territorios lejanos.
Sin embargo, aunque victorioso de las guerras intestinas, las familias y los seguidores de
los vencidos seguían conspirando contra él. Lo acusaban de querer convertirse en un rey
tirano, una figura que los romanos odiaban porque les recordaba al poder absoluto de
los antiguos etruscos. Nunca se pudo probar, ni hay testimonios que apunten a que
César tuviese esta pretensión, pero todo parece indicar que sí buscaba instaurar un
poder cada vez más autónomo del Senado pues, efectivamente, había limitado sus
atribuciones en favor de sectores más populares. Por este motivo, los tradicionales
representantes de las familias patricias, que lo único que buscaban era no perder sus
lujos y privilegios, decían que quería acabar con la República tradicional,
contaminándola de influencias extranjeras.
Falsas acusaciones. Sin duda, los amoríos del conquistador de las Galias con Cleopatra
fueron aprovechados para desprestigiarlo. Sus enemigos le atribuyeron falsamente la
intención de trasladar la capital a Alejandría para legar luego el poder al hijo que había
tenido con la reina egipcia, Cesarión. Por su parte, César contestaba despreciando cada
vez más al Senado, al tiempo que lo seguía despojando de atribuciones y lo convertía en
una cámara con una función meramente consultiva.
Mientras era acusado de aspirar a convertirse en tirano, fue viendo como las
conspiraciones crecían a su alrededor. Pero las conjuras y las críticas le divertían, pues
creía que jamás se concretarían en una amenaza real. Su carácter indulgente y nada
sanguinario le llevó a no actuar contra los que sabía que maquinaban a su espalda,
despreciando el peligro. Este exceso de confianza fue aprovechado por sus enemigos,
que penetraron en su círculo más cercano, llegando hasta su misma familia y
colaboradores. Como argumento para refrendar la conjura se utilizó la defensa de la
República y sus instituciones representativas ante la amenaza de la tiranía que suponía
César. Así se orquestó una campaña en Roma que advertía de que el dictador, de modo
inminente, iba a tomar el poder mediante un golpe de Estado.
A principios del año 44 a.C., se incitó con hábiles gestos y cebos a la población para que
lo proclamase rey, o para que él mismo aceptase la corona, y así tener una excusa para
actuar. Pero César siempre rechazó indignado estos guiños, que sabía que eran una
trampa para desprestigiarlo y dar argumentos a sus enemigos. A pesar de ello, se fue
extendiendo el rumor de que, en la sesión del Senado, Lucio Cotta, que era tío y un fiel
ayudante del dictador, propondría a Julio César como rey. Ante esta amenaza inminente,
y antes de que fuese demasiado tarde, sus enemigos consideraron que sólo quedaba
actuar mediante el tiranicidio.
Ley Derogada
En 1996 en Perú se aprobó la inconstitucionalidad ley N° 26592 conocido como Ley
SIURA 3 que limito el derecho de los seres humanos a participar, sin intermediación
alguna en los asuntos públicos mediante el referéndum y los otros mecanismos de la
democracia directa.
Esta ley subordino al referéndum a la desaprobación de una iniciativa legislativa siempre
y cuando esta haya contado con una votación favorable de no menos de dos quintos del
numero legal de votos del congreso cono son 120 congresistas, el número mínimo sin
embargo esta había sido aprobada por 48 congresistas, se violó la prohibición punible
de limitar al ciudadano el ejercicio de sus derechos, tal como lo consagra el artículo 31
de la carta magna peruana.
Las Leyes No. 26592 y No. 26670, promulgadas en Abril y Octubre de 1996
respectivamente, son absolutamente inconstitucionales pues distorsionan y
contradicen plenamente lo establecido por la Constitución Política del Estado, tanto en
lo que se refiere a su artículo 2° inciso 17, que establece que acudir al referéndum es un
derecho del ciudadano, mediante el cual participa en los asuntos públicos de la Nación.
Las leyes que plantea derogar la presente iniciativa, han sido promulgadas con el
propósito exclusivo de impedir el libre ejercicio ciudadano que pretende consagrar la
Constitución Política del Estado, es decir, han sido dadas para contradecirla en esencia,
por lo tanto la propia naturaleza anticonstitucional de esas disposiciones obliga a la
derogatoria planteada.
En resumidas cuentas se castró al mandato del artículo 31 de la Constitución política del
Perú aprobada en 1993. Esta limito la soberanía popular y evidentemente hoy obsoleto
en desuso de las democracias modernas.
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