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farmacovigilancia
Bases para la implementación y el fortalecimiento de
programas institucionales de farmacovigilancia
Autores
Línea de Acción Medicamentos Seguros
ISBN
Juan Sebastián Sabogal Carmona
Químico farmacéutico Primera edición
Magíster en Toxicología
Profesional especializado Bogotá, agosto de 2013
Secretaría Distrital de Salud
Introducción 7
Título I. Principios de farmacovigilancia 8
Definiciones 8
Normatividad 10
Descriptores de los eventos adversos 10
Descriptores WHOART 11
Descriptores MedDRA 13
Seguridad del paciente 15
Programas institucionales de farmacovigilancia 20
Normatividad 21
Dificultades comunes 23
Requisitos básicos 24
Anexos
1. Formato de reporte de eventos adversos y problemas relacionados con medicamentos 58
Instructivo de diligenciamiento del formato de reporte de eventos adversos y problemas
relacionados con medicamentos 59
Definiciones 62
2. Protocolo de Londres 63
3. Formato de notificación de intoxicaciones 70
Índice de tablas
Tabla 1. Resultados negativos asociados a la medicación 11
Tabla 2. Clases sistema/órgano WHOART 12
Tabla 3. Clases sistema/órgano MedDRA 15
Tabla 4. Criterios Austin Bradford-Hill 27
Tabla 5. Categorías de causalidad de Uppsala 29
Tabla 6. Clasificación de las RAM por temporalidad 33
Tabla 7. Los 30 prestadores con mayor número de reportes, 2007-2012 40
Tabla 8. Fármacos sospechosos (primeros 50 de la lista), 2007-2008 43
Tabla 9. Las 50 sospechas de RAM más comunes; descripción WHOART, 2007-2012 44
Tabla 10. Reportes al PDFV de SRAM; condición final: muerte del paciente, 2007-2012 45
Tabla 11. Perfiles de los reportantes, 2007-2012 46
Tabla 12. Intoxicaciones con condición final muerte, 2006-2012 52
Índice de figuras
Figura 1. Jerarquía de MedDRA 14
Figura 2. Algoritmo de causalidad FDA 28
Figura 3. Algoritmo de Naranjo 28
Figura 4. Clasificación de errores de medicación 37
Figura 5. Reportes al PDFV; distribución por año, 2007-2012 39
Figura 6. Distribución por sexo de los reportes de EAM y PRM, 2007-2012 42
Figura 7. Descripción por edad en quinquenios, 2007-2012 42
Figura 8. Gravedad de los reportes, 2007-2012 45
Figura 9. Causalidad de las SRAM, 2007-2012 45
Figura 10. Tipo de SRAM, 2007-2012 46
Figura 11. Alerta sanitaria por Clorhexidina, 2011 48
Figura 12. Intoxicaciones por fármacos. Descripción por año, 2006-2012 49
Figura 13. Los diez fármacos más implicados en intoxicaciones, 2006-2012 49
Figura 14. Intoxicaciones por tipo, 2006-2012 50
Figura 15. Intoxicaciones por medicamentos; grupos de edad por quinquenios, 2006-2012 50
Figura 16. Intoxicaciones por medicamentos según sexo, 2006-2012 51
Figura 17. Escolaridad de los pacientes intoxicados por medicamentos, 2006-2012 51
Figura 18. Intoxicaciones por medicamentos según la localidad de residencia, 2006-2012 52
Figura 19. Factores de riesgo identificados en las alertas de intoxicaciones
por fármacos, 2006-2012 53
Figura 20. Algoritmo de priorización de análisis PDFV 55
Figura 21. Sistema de Información del PDFV 56
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Fundamentos de farmacovigilancia
Introducción
E
l uso de medicamentos por parte de la población mundial es cada vez mayor, dado el gran nú-
mero de estos en el mercado, al igual que su utilidad como herramienta terapéutica y la fuerte
inversión de la industria farmacéutica en publicidad dirigida a la comunidad, al cuerpo médico y
al personal que realiza la dispensación. Además, es necesario tener en cuenta que al ingresar un
nuevo fármaco al mercado los efectos de este normalmente no han sido evaluados en la población co-
lombiana, y cuando inicia su comercialización en el país se debe implementar un sistema de información
que permita detectar, evaluar, entender y prevenir los eventos adversos que se puedan presentar.
La respuesta de diferentes pacientes a los medicamentos tiene una amplia variación; dependiendo de
la categoría del fármaco, se estima que entre el 20% y el 75% de los pacientes no presentan una respuesta
terapéutica (1). Adicionalmente, muchos pacientes pueden tener una reacción adversa al medicamento
(RAM) (2).
Los eventos adversos a medicamentos (EAM) causan morbilidad, pueden ser causa de muerte o de
discapacidad, pueden producir o prolongar la hospitalización y representan un costo para el sistema
de salud del país (3), el cual podría ser reducido teniendo en cuenta que la mayoría de EAM pueden
ser prevenibles.
Los errores relacionados con medicamentos constituyen la principal causa de eventos adversos en los
hospitales, pues representan el 19,4% del total de lesiones que producen discapacidad o muerte. Entre
los eventos adversos relacionados con la medicación, el 40% estaban relacionados con la administración
de medicamentos (4).
La Resolución 1403 de 2007 establece los lineamientos básicos para la farmacovigilancia y asigna res-
ponsabilidades al fabricante, a los integrantes del Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS),
a los establecimientos farmacéuticos, a los profesionales de la salud, al personal técnico que maneje medi-
camentos, a los pacientes, a las autoridades de control y del sector y a la comunidad en general.
La misma resolución asigna competencia a la entidad territorial en el tema de farmacovigilancia, para
recibir los reportes de sospechas de eventos adversos y se incluye dentro del programa nacional de far-
macovigilancia. En este sentido, la Secretaría Distrital de Salud (SDS) ha realizado varios esfuerzos por
constituir un centro local de farmacovigilancia que responda a las necesidades de la población y a la nor-
matividad vigente, y que se integre al programa nacional y mundial de farmacovigilancia.
De esta forma, en el plan territorial de salud del programa gobierno Bogotá Humana 2012-2016 se ha
reconocido esta necesidad sentida y se ha incorporado como meta “Garantizar el funcionamiento de
la red distrital de fármaco-vigilancia integrada por el 100% de prestadores de servicios de salud, esta-
blecimientos farmacéuticos y comunidad en general a 2016”, asignando los recursos necesarios para su
ejecución, con el fin de realizar un seguimiento rutinario, continuo y sistemático de los casos de eventos
adversos y problemas relacionados con medicamentos (PRM), con los procesos establecidos para el
reporte, la recolección y el análisis de los datos, y que permitan generar información oportuna, válida y
confiable para orientar medidas de prevención y control del evento.
Es claro que el objeto de la farmacovigilancia es construir el perfil de seguridad de los medicamentos,
la generación de señales y la gestión del riesgo. Se debe tener en cuenta que el centro de la farmacovigi-
lancia no son los medicamentos, sino los pacientes, la comunidad y los demás participantes del proceso.
Debemos, en nuestro laborar diario, pensar que algún día nuestros familiares o nosotros mismos
seremos pacientes y con ello, en gran medida habremos contribuido a la protección de nuestra salud.
En respuesta a la responsabilidad de poner los conceptos básicos de farmacovigilancia al alcance del
personal de la salud, de los establecimientos farmacéuticos y de los pacientes, de tal forma que se alcance
la meta para 2016, se asumió el reto de recopilar aspectos básicos de esta ciencia visibilizando las activi-
dades del Programa Distrital de Farmacovigilancia (PDFV), junto con su visión, para que así se pueda
hacer partícipes a cada vez más personas.
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Fundamentos de farmacovigilancia
• Problemas relacionados con medicamentos (PRM): Aquellas situaciones que en medio del proceso de
uso de medicamentos causan o pueden causar la aparición de un resultado negativo asociado a
la medicación (9). El Tercer Congreso de Granada ha listado algunos de los PRM como sigue:
• Reacción adversa a medicamentos (RAM): Cualquier reacción nociva no intencionada que aparece
con las dosis normalmente usadas en el ser humano para la profilaxis, el diagnóstico o el tra-
tamiento, o para modificar funciones fisiológicas (2).
• Reacción alérgica al medicamento (RAM): Se caracteriza por ser independiente de la dosis, y que
es mediada por el sistema inmunológico. Las reacciones alérgicas, a su vez, se han clasificado
en cuatro tipos clínicos principales:
-- Reacción de Tipo 1: Conocida como reacción anafilactoide inmediata o de hipersensibilidad
inmediata, está mediada por la interacción del alérgeno (medicamento) y los anticuerpos
de tipo IgE. Las reacciones producidas por administración de la penicilina constituyen un
ejemplo de este tipo.
-- Reacción de Tipo 2: También denominada citotóxica, consiste en reacciones de fijación del com-
plemento entre el antígeno y un anticuerpo presente en la superficie de algunas células. Estas
reacciones incluyen las anemias hemolíticas provocadas por medicamentos, las agranulocitosis
y otras.
-- Reacción de Tipo 3: Está mediada por un complejo inmune que se deposita en las células del
tejido o el órgano blanco.
-- Reacción de Tipo 4: Resulta de la interacción directa entre el alérgeno (medicamento) y los linfoci-
tos sensibilizados. También se conoce como reacción alérgica retardada, e incluye la dermatitis
por contacto.
• Reacción idiosincrática: Reacción que se presenta como consecuencia de una dotación genética
determinada, y que conduce a la aparición de reacciones inesperadas (10).
• Resultados negativos asociados a la medicación (RNM): Se definen como resultados en la salud del
paciente que son inadecuados al objetivo de la farmacoterapia y asociados al uso o el fallo
en el uso de medicamentos. El Tercer Consenso de Granada establece los siguientes RNM:
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Fundamentos de farmacovigilancia
Normatividad
• Ley 9 de 1979, por la cual se dictan medidas sanitarias.
• Ley 715 de 2001, por la cual se dictan normas orgánicas en materia de recursos y competen-
cias, de conformidad con los artículos 151, 288, 356 y 357 (Acto Legislativo 01 de 2001) de
la Constitución Política, y se dictan otras disposiciones para organizar la prestación de los
servicios de educación y de salud, entre otros.
• Decreto 677 de 1995, por el cual se reglamentan parcialmente el Régimen de Registros y
Licencias y el Control de Calidad, así como el Régimen de Vigilancias Sanitarias de Medica-
mentos, Cosméticos, Preparaciones Farmacéuticas a base de Recursos Naturales, Productos
de Aseo, Higiene y Limpieza y Otros Productos de Uso Doméstico, y se dictan otras dispo-
siciones sobre la materia.
• Resolución 126 de 2009, por la cual se establecen las condiciones esenciales para la apertura,
el funcionamiento, la vigilancia y el control sanitario de las tiendas naturistas, y se dictan otras
disposiciones.
• Decreto 3518 de 2006, por el cual se crea y se reglamenta el Sistema de Vigilancia en Salud
Pública y se dictan otras disposiciones.
• Decreto 2200 de 2005, por el cual se reglamenta el servicio farmacéutico y se dictan otras
disposiciones.
• Resolución 1403 de 2007, por la cual se determina el Modelo de Gestión del Servicio Farma-
céutico, se adopta el Manual de Condiciones Esenciales y Procedimientos y se dictan otras
disposiciones.
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Fundamentos de farmacovigilancia
Descriptores WHOART
Derivan su nombre de la World Health Organization-Adverse Reaction Terminology. WHOART
es una terminología altamente refinada para codificar información clínica en relación con la farma-
coterapia, y es utilizada por los países miembros del Programa Mundial de Farmacovigilancia, y
alrededor del mundo, por las compañías farmacéuticas y las organizaciones de investigación clínica.
Esta terminología ha sido desarrollada durante más de 30 años, con el fin de servir como base
para la codificación racional de los términos de reacciones adversas.
Dado que nuevos fármacos y nuevas indicaciones producen nuevas reacciones adversas, la es-
tructura de la terminología es lo suficientemente flexible para permitir nuevas entradas, pero mante-
niendo su estructura sin perder relaciones previas. Dicha estructura cubre la mayoría de los términos
médicos necesarios para el reporte de reacciones adversas, y, a la vez, sigue siendo lo bastante peque-
ña para ser impresa y utilizada como una lista, para su uso en las pequeñas compañías y los centros
nacionales de farmacovigilancia (12).
La lógica estructural de la WHOART se basa en el inicio jerárquico de la clasificación inicial por
el nivel de sistema-órgano del cuerpo, que cuenta, a su vez, con la utilidad de ofrecer una amplia
visión del problema presentado. Dentro de estas categorías se ubican los términos descriptores
preferidos, los cuales permiten la identificación precisa del problema.
Si bien los términos preferidos otorgan tal precisión, la experiencia diaria muestra que en los re-
portes hay términos coloquiales. En este caso los términos incluidos ayudan a determinar el término
preferido más cercano, pero se mantiene sin alteraciones el término reportado.
Muchos usuarios elaboran, con base en su experiencia personal, su propio listado de términos
incluidos. Estos términos incluidos son de interés del centro colaborador de Uppsala de la OMS,
con el fin de estudiar su inclusión en el listado oficial. No es raro que un término definido por el
usuario se pueda incluir como un término preferido, el cual debe ser estudiado por expertos en
el campo (13). Por otra parte, WHOART se desarrolla en inglés, pero se encuentran traducciones al
francés, al español, al alemán, al italiano y al portugués.
Es claro, con lo anterior, que el reporte de un evento adverso debe ser clasificado con el término
del nivel sistema-órgano (clasificación) y con el término preferido (subclasificación); algunos inclu-
yen también el término de alto nivel y el término incluido.
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Fundamentos de farmacovigilancia
Características de la WHOART:
-- Estructura jerárquica de cuatro niveles.
-- Se incluyen nuevos términos, si son necesarios.
-- WHOART es actualizado con términos MedDRA que aparecen en reportes a la OMS.
-- Archivos de actualización disponibles cada tres meses.
Descriptores MedDRA
MedDRA deriva su nombre de Medical Dictionary for Regulatory Activities. Es la terminología médi-
ca internacional desarrollada bajo el auspicio de la ICH de requerimientos técnicos para el registro
de productos farmacéuticos en seres humanos.
Antes del desarrollo de MedDRA no existía una terminología médica internacionalmente aceptada
para los procesos regulatorios de productos farmacéuticos. En Europa la mayoría de organizaciones
hacían uso de la WHOART y de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-9). En Estados
Unidos la Food and Drug Administration (FDA) utilizaba comúnmente la terminología COSTART
(Coding Symbols for a Thesaurus of Adverse Reaction Terms) en conjunto con CIE-9. Los japoneses,
por su parte, desarrollaron su propia versión de estas terminologías internacionales, denominada J-ART
(Japanese Adverse Reaction Terminology) y el sistema de información médica MEDIS (Medical In-
formation System). Adicionalmente, numerosas organizaciones modificaron dichas terminologías para
hacerlas responder a sus necesidades particulares.
El uso de terminologías múltiples representa algunos problemas para el análisis de datos, lo cual
dificulta el cruce de esos mismos datos. Un ejemplo de ello son los datos de seguridad utilizados en los
ensayos clínicos prerregistro haciendo uso de la terminología de CIE: en la vigilancia posmercado se
utilizaban, por el contrario, J-ART, WHOART o COSTART.
Utilizar las diferentes terminologías en diferentes regiones geográficas dificulta la comunicación in-
ternacional y requiere convertir datos de una terminología a otra. Esta conversión puede representar pér-
didas de tiempo y el riesgo de que la información se pierda o se distorsione. Tales problemas afectan en
particular a las multinacionales farmacéu-
El uso de terminologías múltiples representa algunos ticas, cuyas subsidiarias utilizan múltiples
problemas para el análisis de datos, lo cual dificulta terminologías para responder adecuada-
mente a los requerimientos regulatorios; la
el cruce de esos mismos datos. Un ejemplo de ello comunicación entre compañías y organiza-
son los datos de seguridad utilizados en los ensayos ciones de investigación clínica también se
clínicos prerregistro haciendo uso de la terminología ve afectada por las múltiples terminologías.
Es hasta octubre de 1994 cuando la ICH
de CIE: en la vigilancia posmercado se utilizaban, introduce iniciativas de comunicación multi-
por el contrario, J-ART, WHOART o COSTART. disciplinaria regulatoria para complementar
la armonización respecto a la seguridad, la
calidad y la eficacia de los fármacos. Estas iniciativas se centraron en la terminología médica para propósitos
regulatorios y estándares electrónicos para la transferencia de información regulatoria. El objetivo principal
fue estandarizar la terminología médica para la comunicación regulatoria. Esto incluye la comunicación en
el registro, la documentación y el monitoreo de seguridad de los medicamentos en las etapas premercado y
posmercadeo del proceso regulatorio.
El éxito de la terminología responde al mantenimiento en el tiempo y a su evolución en respuesta a
los avances médico-científicos y los cambios regulatorios.
La terminología MedDRA aplica para todas las fases del desarrollo de los medicamentos, excepto la
toxicología animal. Aplica también para los efectos en la salud y el malfuncionamiento de los dispositivos
médicos. Las categorías de los términos utilizados son:
• Signos.
• Síntomas.
• Enfermedades.
• Diagnósticos.
• Indicaciones terapéuticas —incluyendo signos, síntomas, enfermedades, diagnósticos o pre-
vención de la enfermedad y la modificación de funciones fisiológicas—.
• Nombres y resultados cualitativos de las investigaciones (por ejemplo: aumento, disminución,
normal, anormal, presente, ausente, positivo y negativo).
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Fundamentos de farmacovigilancia
Si bien las circunstancias sociales no son usualmente términos médicos, caen dentro del objetivo
médico en caso de que sean relevantes para la evaluación de los datos regulatorios. Ejemplos de ello
son los viajes al extranjero, la exposición ocupacional a agentes tóxicos y el uso de tabaco.
MedDRA se halla estructurado en una jerarquía de cinco niveles, en la cual se encuentran agru-
paciones amplias o específicas. El término de más bajo nivel es el más específico.
La terminología no es desarrollada como una clasificación formal o taxonomía: cada nivel jerár-
quico puede reflejar un grado de especificidad desde una clasificación de sistema/órgano a otra. Los
términos de alto nivel y los términos de grupo de alto nivel facilitan la recuperación y la presentación
de diferentes datos. Los términos de grupo son predefinidos. La terminología es estructurada de
tal forma que la entrada de datos permite la asignación automática de los términos de grupo que se
encuentran más arriba en la jerarquía. Los enlaces multiaxiales de términos son preasignados ase-
gurando la recuperación de datos de forma consistente y comprensiva, independientemente de cuál
clasificación sistema/órgano es seleccionada.
Clase sistema/órgano
Término de grupo
de alto nivel
Término preferido
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Fundamentos de farmacovigilancia
MedDRA cuenta con 26 clases sistema/órgano, como se puede observar en la siguiente tabla.
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Fundamentos de farmacovigilancia
momento incluido dentro del Anexo Técnico Número 2 de la Resolución 1043 de 2006, haciendo
referencia al seguimiento a riesgos. Recientemente esta última resolución fue actualizada por la Re-
solución 1441 de 2013. Allí se definen los criterios que deben ser cumplidos por los prestadores para
cualquier servicio objeto de habilitación que se pretenda prestar.
Dentro del estándar de procesos prioritarios se incluyen como criterios (se transcriben algunos
de ellos como referencia para el presente capítulo):
1. Contar con un programa de seguridad del paciente que provea una adecuada caja de
herramientas para la identificación y gestión de eventos adversos que incluya como
mínimo:
La institución cuenta con protocolos para el manejo de gases medicinales que in-
cluya atención de emergencias, sistema de alarma respectivo y periodicidad de cam-
bio de los dispositivos médicos usados con dichos gases.
Cuenta con protocolo que permita detectar, prevenir y disminuir el riesgo de acci-
dentes e incidentes de carácter radiológico.
Cuenta con protocolo para el manejo de la reanimación cardiopulmonar, con la
revisión del equipo y control de su contenido, cuando el servicio requiera éste tipo
de equipos.
Cuenta con protocolo para la socialización, manejo y seguridad de las tecnologías
existentes en la Institución y por servicio.
1. Usuario correcto
2. Medicamento correcto
3. Dosis correcta
4. Hora correcta
5. Vía correcta
Es claro, entonces, que la existencia de programas de seguridad para el paciente deben encon-
trarse estructurados dentro de una institución, sin importar el servicio habilitado: de esta forma
se busca que los prestadores de servicios de salud propendan por la realización de actividades de
prevención y monitoreo de los eventos adversos.
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Fundamentos de farmacovigilancia
También es claro que, como se describe a lo largo del presente libro, el uso de medicamentos
conlleva un riesgo inherente de presentación de eventos adversos, y por eso se incluye el presente
capítulo, dedicado a la farmacovigilancia.
Teniendo en cuenta que no está dentro del alcance del presente libro ahondar en la temática
de seguridad del paciente, corresponde al lector orientar sus necesidades a la búsqueda de dicha
información, de modo que eso le permita entender su concepto, su filosofía y sus objetivos. Sí es
evidente, sin embargo, que la farmacovigilancia incluye ocuparse de los PRM, y que dentro de su
clasificación, abordada en otro capítulo, se habla de los errores de medicación, los cuales pueden
ser errores de prescripción, de dispensación y de administración. Estos bien pueden ser materia de
estudio dentro del objetivo de la seguridad del paciente. Por todo lo anterior, es conveniente y de-
seable que los programas de seguridad del paciente en el plano institucional cuenten con un estrecho
lazo de articulación con el programa institucional de farmacovigilancia. He ahí el objetivo final de la
inclusión introductoria del presente capítulo.
Por otro lado, si bien es cierto que el uso de medicamentos es notorio en las instituciones pres-
tadoras de servicios de salud (IPS), la mayoría de los pacientes no se encuentran hospitalizados y
reciben su tratamiento de forma ambulatoria, en lo cual no ahonda el programa de seguridad al
paciente como se encuentra estructurado.
Según lo anterior, se hace pertinente el fortalecimiento de programas de información, edu-
cación y comunicación a este tipo de pacientes, para, de cierta forma, extender la filosofía de
la seguridad del paciente a los sitios donde se utilizan los medicamentos: eso ayuda a entender
que la seguridad del paciente se limita al ámbito hospitalario, sin lograr aún una difusión hacia
el ámbito ambulatorio.
Es claro que los pacientes, finalmente, se empoderan de su condición de salud y quieren recibir
información acerca de las condiciones ideales en las cuales deben consumir sus medicamentos, para
asegurar que surtirán su efecto y disminuir los riesgos potenciales que estos puedan llegar a produ-
cir; y en caso de que dichos resultados indeseables aparezcan, poder identificarlos adecuadamente,
para comunicarlos a tiempo. Esta situación se ve aún más crítica cuando se piensa en los medica-
mentos de venta libre, pues el paciente solo dispone de la información que le otorga al respecto el
titular del registro sanitario para su uso correcto.
Las buenas prácticas de seguridad del paciente tienen una serie de documentos denominados
paquetes instruccionales, entre cuyos objetivos se encuentra “mejorar la seguridad en la utilización de
medicamentos” (4); se especifica allí que dentro de las acciones inseguras más habituales abundan:
En los paquetes instruccionales se definen también algunos medicamentos de alto riesgo, como lo son:
• Anticoagulantes orales.
• Heparina y otros antitrombóticos.
• Insulinas.
• Potasio IV.
• Medicamentos para administrar por vía epidural o intratecal.
• Metotrexato oral.
• Usuario correcto
• Medicamento correcto
• Dosis correcta
• Hora correcta
• Vía correcta
Las acciones para disminuir al mínimo posible (y, ojalá, evitar los EAM) se inician desde la selec-
ción y la administración prudentes del medicamento, y se extienden hasta el seguimiento (monito-
reo) del efecto de dicho fármaco en el paciente.
Algunos procedimientos que se han evidenciado como útiles para incrementar la seguridad del
paciente y prevenir la ocurrencia de EAM son:
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Fundamentos de farmacovigilancia
lote, la vigencia del registro sanitario del Invima y la verificación del cumplimiento adecuado
de la cadena del frío.
• Asegurar que en el proceso de almacenamiento de los medicamentos se incluya el protocolo
de gestión del riesgo, el respeto por la cadena de frío, la custodia a los medicamentos de con-
trol especial y el seguimiento a las farmacias satélites.
• Asegurar que el proceso de selección de los proveedores incluya visitas y evaluación periódi-
ca; se debe seleccionar solo aquellos que tienen respaldo legal y hacen un manejo adecuado
de sus medicamentos.
• Definir mecanismos de compra que eviten adquirir medicamentos que no cuenten con Regis-
tro Sanitario Vigente del Invima y para el uso que pretende dárseles, así como evitar fármacos
de origen fraudulento, de calidad no certificada y verificable. Deben incluir, además, los con-
ceptos técnicos de los responsables de las áreas asistenciales.
• Tomar en consideración la información que proviene de la farmacovigilancia.
• Definir mecanismos para vigilancia activa en la detección, la identificación y la resolución de
los PRM; especialmente, en pacientes polimedicados o con estancia hospitalaria mayor que
tres días.
• Conciliación de medicamentos en todas las fases de la atención: procesos que aseguran la
verificación de los medicamentos que el paciente recibe corrientemente de cualquier proce-
dencia (paciente proveniente de la consulta externa, de otro servicio dentro de la institución
o de otra institución).
• Implementación del sistema de distribución de dosis unitaria: involucra la compra de dosis
unitarias preelaboradas por un proveedor, o el reempaque o el reenvase y el marcaje adicional
del medicamento que se va a utilizar. Aunque la evidencia para la efectividad de dicha prácti-
ca es modesta, ha sido generalmente bien aceptada y ampliamente implementada en todo el
mundo, y esto es porque la mayoría de los estudios publicados han mostrado tener un efecto
en la disminución de errores, bien sea por omisión o por comisión, en el uso de medicamen-
tos en este sistema.
• Identificación de alergias en los pacientes. La institución debe garantizarles a los pacien-
tes que no haya confusión de un efecto secundario del medicamento con una alergia.
La institución también debe definir listas de chequeo suficientes para demostrar que se
reconoce, a lo largo de todo el proceso de atención, la posibilidad de alergias y de reac-
ciones similares.
Resumido lo anteriormente expuesto, es indudable que existe una línea-umbral no claramente esta-
blecida entre un programa de seguridad del paciente y un programa de farmacovigilancia; algunos de
sus objetivos son compartidos, y debido a ello algunas instituciones han optado por involucrar directa-
mente el programa de farmacovigilancia dentro del programa de seguridad del paciente. Es claro que
la información entre estos debe ser compartida y permitir su utilización por las diferentes instancias
externas a la institución, pero que permiten su consolidación y su análisis en toda la entidad territorial
y por parte de la autoridad nacional competente. De esta forma, es un hecho que el objetivo de la far-
macovigilancia de propender por el uso seguro de los medicamentos se puede lograr, en parte, a través
de la filosofía de seguridad del paciente, y, por ende, su articulación debe ser efectiva.
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Fundamentos de farmacovigilancia
En este capítulo se esquematizan las condiciones normativas y los lineamientos básicos que
garantizan la implementación adecuada de programas institucionales de farmacovigilancia o el for-
talecimiento de los existentes. De esta forma, si bien los demás capítulos permiten complementar
dicho objetivo, el presente constituye la principal guía para lograr el fin que busca este libro.
Normatividad
La última normatividad, “Por la cual se definen los procedimientos y condiciones que deben
cumplir los Prestadores de Servicios de Salud para habilitar los servicios y se dictan otras dis-
posiciones” es la Resolución 1441 de 2013, que en el estándar de Medicamentos, Dispositivos
Médicos e Insumos establece: “Todo prestador debe contar con programas de seguimiento al uso
de medicamentos, dispositivos médicos (incluidos los sobre medida) y reactivos de diagnóstico
in vitro, mediante la implementación de programas de farmacovigilancia, tecnovigilancia y
reactivo vigilancia, que incluyan además la verificación permanente de las alertas emitidas por el
Invima”.
La Resolución 1403 de 2007, “Por la cual se determina el Modelo de Gestión del Servicio Far-
macéutico, se adopta el Manual de Condiciones Esenciales y Procedimientos y se dictan otras dis-
posiciones”, establece en el mencionado manual:
5.2.1 Procedimiento
Un procedimiento estandarizado para la notificación, registro y procesamiento de
eventos, análisis clínico de la información y envío de reportes a la entidad reguladora
correspondiente.
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Fundamentos de farmacovigilancia
[…]
Con fundamento en lo anterior es fácil inferir, entonces, que el programa institucional de farma-
covigilancia es liderado por el Servicio Farmacéutico, en caso de que este exista; de lo contrario suele
ser liderado por las áreas de epidemiologia o de seguridad del paciente, o por cualquier otra área de
desarrollo de servicios dentro de la institución. Lo más importante es que exista un responsable del
programa, y que este se halle empoderado de tal programa, sirva de conexión con el nodo distrital
y nacional de farmacovigilancia, adelante acciones en la institución para gestionar y analizar los re-
portes recibidos, y lleve a cabo las actividades de capacitación.
Según lo anterior, es difícil pensar que en un servicio farmacéutico un profesional dedicado de
lleno a las actividades administrativas de gestión del suministro de medicamentos y dispositivos mé-
dicos en la institución puede dedicar parte de su tiempo a realizar actividades de farmacovigilancia.
El compromiso de algunas instituciones se ha hecho evidente con la dedicación de un profesional
de manera exclusiva a las actividades de farmacovigilancia.
Las funciones de las IPS para ser integrantes válidos de la red de farmacovigilancia, establecidas
en el protocolo de vigilancia de eventos adversos y de PRM de la SDS, son (17):
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Fundamentos de farmacovigilancia
Dificultades comunes
Es difícil pensar que construir un documento del programa y socializarlo es contar con un pro-
grama implementado. La mayor dificultad de la farmacovigilancia es, precisamente, su estancamien-
to como vigilancia rutinaria, donde, simplemente, se espera la llegada de los reportes en la oficina. Al
ser la farmacovigilancia una actividad clínica, es ideal el desarrollo de estrategias de vigilancia activa,
tales como la conocida ronda farmacéutica, el análisis de los registros individuales de prestación de
servicios (RIPS), el seguimiento farmacoterapéutico y la atención farmacéutica.
El mismo esquema del SGSSS en el que se desenvuelve el país, establecido por la Ley 100 de
1993, dificulta en sí mismo la logística propia de diligenciar el formato de reporte de un evento
adverso o un PRM, el cual, en sí mismo, por la cantidad de variables, requiere un tiempo conside-
rable para su diligenciamiento, tiempo con el cual no cuenta el médico que realiza la consulta, ni el
personal de enfermería que administra los medicamentos.
De acuerdo con lo expuesto, un progra-
ma institucional que espera de forma pasiva
La mayor dificultad de la farmacovigilancia es, los reportes, si bien cumple con la normati-
precisamente, su estancamiento como vigilancia vidad vigente, no demuestra el compromiso
rutinaria, donde, simplemente, se espera la lle- del programa en pro de la salud pública, y ni
gada de los reportes en la oficina. Al ser la far- ella diseño de estrategias de vigilancia activa ni
vigilancia ni los estudios de utilización de
macovigilancia una actividad clínica, es ideal el medicamentos dentro de la institución ga-
desarrollo de estrategias de vigilancia activa, ta- rantizarán el cumplimiento satisfactorio de
les como la conocida ronda farmacéutica, el aná- los objetivos de la farmacovigilancia. Algu-
lisis de los registros individuales de prestación de nos de dichos programas, por ejemplo, les
han permitido a las instituciones elaborar
servicios (RIPS), el seguimiento farmacoterapéu- guías farmacoterapéuticas o tomar decisio-
tico y la atención farmacéutica. nes en el interior de la institución para ex-
cluir especialidades farmacéuticas.
Otra de las prácticas comúnmente halladas en los programas institucionales de farmacovigilan-
cia es limitar la recepción de los reportes por parte del encargado y enviarlos al programa distrital
y nacional. Esta actividad, netamente remisoria, no permite lograr los objetivos del programa institucional,
pues así la única información que se evidencia del programa es el número de reportes, al contar los que
se encuentren debidamente archivados, pero no permite discernir acerca de cuántos reportes son de tal
o cual medicamento, ni si los reportes fueron sospechas de reacciones adversas o PRM ni, en fin, toda la
23
Fundamentos de farmacovigilancia
información de análisis que permita lograr su adecuada interpretación, a través de la elaboración de bases de
datos que den cuenta de la estadística histórica, para permitir su observación continua, detectar cambios de
tendencia, generar señales y toda actividad para gestionar el riesgo. De esta forma cualquier aplicativo u hoja
de cálculo que permita el análisis de los datos será un acercamiento al logro de los objetivos del programa.
Requisitos básicos
Se resumen a continuación cinco numerales básicos que complementan lo anteriormente ex-
puesto y son requeridos en un programa institucional de farmacovigilancia.
1. Personal
El personal que realiza el reporte podrá ser técnico, tecnológico o profesional; de esta forma se
permite ampliar la delimitación de que solo los profesionales en medicina, enfermería o farmacia
pueden realizar los reportes y se amplían el alcance y la posibilidad de detección de los eventos ob-
jeto de vigilancia. Es importante que dentro de la inducción al personal nuevo se incluya socializar
los programas institucionales existentes en adición a las jornadas de educación continua.
Es deseable que el personal líder del proceso de farmacovigilancia tenga amplios conocimientos en:
• Medicina clínica.
• Farmacología.
• Toxicología.
• Epidemiología.
Las profesiones idóneas son química farmacéutica, medicina y enfermería. Dichas personas se-
rán las responsables directas del programa y velarán por la ejecución de las actividades propias de
este. Según cálculos del Centro Colaborador de Uppsala para la Vigilancia de Medicamentos, el cual
es referente internacional de farmacovigilancia, se prevé, en promedio, un tiempo de una hora por
cada notificación (18). Ese estándar permite soportar la necesidad del talento humano requerido
dependiendo del número de reportes que realice la institución, o el que tenga el potencial de realizar.
La continuidad del personal de algún referente del programa dentro de la institución es un
asunto importante, y es deseable la existencia de una secretaría permanente, para las llamadas
telefónicas o la toma de mensajes; tal continuidad puede conseguirse mediante la colaboración
con otras áreas o departamentos relacionados, siempre y cuando exista la capacidad suficiente
para ello. Si es posible, lo ideal es que dicha continuidad la brinde el profesional responsable del
programa, quien debe hallarse en disposición de otorgar todo tipo de información que sobre me-
dicamentos se suscite dentro de la institución.
Respecto al comité multidisciplinario, es ideal que incorpore las siguientes disciplinas:
• Medicina general.
• Farmacología clínica.
• Toxicología.
• Epidemiología.
• Patología.
• Regulación de medicamentos y garantía de calidad.
• Información de medicamentos.
• Enfermería.
24
Fundamentos de farmacovigilancia
2. Instalaciones
Es importante que las instalaciones del programa institucional de farmacovigilancia estén ubi-
cadas en el mismo sitio de la institución. La tercerización que se ha observado en algunos casos
dificulta el flujo oportuno de información y no brinda un espacio físico dentro de la institución que
sirva de referencia para otorgar información sobre medicamentos.
3. Equipos
• Se requieren equipos de cómputo con el software apropiado para consolidar los datos. Es útil
también el acceso a Internet para el intercambio de información con la red de farmacovigi-
lancia, y, en lo posible, con bases de datos especializadas, para la búsqueda de información.
• Teléfono/Fax.
• Impresora.
• Correo electrónico.
• Fotocopiadora.
4. Materiales
La institución puede diseñar su propio formato de reporte con los requisitos nombrados ante-
riormente y normados en la Resolución 1403 de 2007. Puede también hacer uso de los formatos de
reporte del PDFV o del Programa Nacional del Invima. El anexo 1 muestra el formato de reporte
de uso del PDFV que puede ser utilizado como modelo en las instituciones. Lo importante es que
exista disponibilidad permanente de los formatos de reporte para el personal de la institución.
5. Documentación
El programa debe disponer de un procedimiento operativo estandarizado, donde, además de especifi-
car los requisitos de la Resolución 1403 de 2007, nombrados anteriormente, se definan las funciones y las
responsabilidades de todos los actores dentro de la institución, los indicadores del programa y la orienta-
ción a la acción. Puede ser útil tomar el modelo del protocolo de vigilancia de eventos adversos y PRM de
la línea de acción de medicamentos seguros de la SDS, para construir el procedimiento de la institución.
El procedimiento debe definir claramente la forma de:
25
Fundamentos de farmacovigilancia
Gravedad
El análisis de las SRAM debe iniciar por el análisis de la gravedad del caso, pues, como se ha
observado, debe existir priorización para los casos graves.
La gravedad del evento reportado puede clasificarse según las siguientes categorías (2):
• Leves: Manifestaciones clínicas poco significativas o de baja intensidad, que no requieren nin-
guna medida terapéutica importante, o no justifican suspender el tratamiento.
• Moderadas: Manifestaciones clínicas importantes, sin amenaza inmediata para la vida del pa-
ciente, pero que requieren medidas terapéuticas o la suspensión de tratamiento.
• Graves: Las que producen la muerte, amenazan la vida del paciente, producen incapacidad
permanente o sustancial, requieren hospitalización o prolongan el tiempo de hospitalización,
o producen anomalías congénitas o procesos malignos.
En la literatura, por otra parte, comúnmente se hace alusión a eventos serios (graves) y no serios
(leves y moderados).
Severidad
Otra clasificación que no representa sinonimia con la gravedad (seriedad) es la de la severidad de
una reacción adversa, y alude a la intensidad en la cual se presenta dicha reacción (19); se clasifican
las reacciones adversas según su severidad como (20):
26
Fundamentos de farmacovigilancia
Causalidad
Los métodos de evaluación de causalidad basan sus análisis en los criterios genéricos utilizados
en epidemiologia, conocidos como los criterios Austin Bradford-Hill, como se observa en la si-
guiente tabla.
El análisis de causalidad que debe realizarse en cada uno de los reportes puede seguir diferentes
algoritmos, como, por ejemplo, el algoritmo de Naranjo o el de la FDA, que se muestran a conti-
nuación, y tomados de RedParf (2), con el fin de establecer la causalidad dentro de las siguientes
categorías:
27
Fundamentos de farmacovigilancia
Posible
Probable
¿Reaparece al readministrar el
medicamento? Probada
La reexposición propuesta en algunos de los algoritmos es vista por algunos como éticamente
inaceptable, al ponerse en un riesgo innecesario al paciente (22).
PUNTUACIÓN TOTAL
Fuente: Naranjo CA, Busto U, Sellers EM, Sandor P, Ruiz l, Roberts EA, A method for estimating the probability of adverse drug reaction.
Clin Pharmacol ther 1981;30:239-45
Puntuación: Definida: 9 ó más puntos. Probable 5 a 8 puntos. Posible 1 a 4 puntos, Dudosa: 0 ó inferior
28
Fundamentos de farmacovigilancia
Si bien cualquiera de los dos algoritmos relacionados anteriormente produce resultados válidos, estos
pueden diferir cuando se realiza uno u otro, de tal forma que en los resultados es pertinente informar qué
algoritmo ha sido utilizado.
El centro colaborador de Uppsala de la OMS (23) ha desarrollado una herramienta útil para la evalua-
ción de la causalidad. Básicamente, dicho método está conformado por una combinación de evaluaciones,
teniendo en cuenta aspectos clínicos-farmacológicos de la historia del caso y la calidad de la documentación
de la observación.
Debido a que la farmacovigilancia quiere detectar reacciones adversas desconocidas e inesperadas, crite-
rios como el conocimiento previo de la reacción juegan un papel minoritario en el sistema de evaluación. Se
reconoce que la semántica de las definiciones es crítica, y los juicios individuales pueden, entonces, diferir.
Los otros algoritmos son muy complejos o demasiado específicos para el uso general. El método utilizado
por Uppsala guía los argumentos generales que deben ser utilizados para seleccionar una categoría u otra.
Para ilustrar cómo funciona el sistema de evaluación de causalidad propuesto por Uppsala pri-
mero debe hacerse la distinción entre los términos “definitiva” y “probable”. Ante todo, hay un cri-
terio adicional en la categoría definitiva, que es la cuarta, o “Evento definitivo farmacológicamente
o fenomenológicamente (ej. Un desorden medico objetivo y específico o un fenómeno farmaco-
lógicamente reconocido)”; por ejemplo, el síndrome del niño gris y el cloranfenicol, o la anafilaxis
inmediatamente posterior a la administración de un medicamento.
Lo anterior significa que cualquier otro evento es automáticamente excluido, y nunca podrá
calificarse como “definitivo” (aun en el caso de una reexposición con observación positiva). Para la
clasificación “definitiva”, la información de reexposición es requerida, a menos que la evidencia en
el reporte ya esté convenciendo sin reexposición.
29
Fundamentos de farmacovigilancia
Por otro lado, para “probable” no se requiere la reexposición. Para calificar como “definitivo” el
intervalo entre la administración del medicamento y el inicio del evento debe ser plausible; es decir,
que existe con suficiente detalle un argumento en apoyo a la visión de que el medicamento está im-
plicado causalmente, farmacológicamente o patológicamente.
Para “probable” la relación de tiempo debe ser razonable. Este último es un término más neutral,
que cubre todo cuanto no es irrazonable. También respecto al segundo criterio —causas alternati-
vas—, la redacción es diferente en “probable”. Para el “definitivo” la ocurrencia del evento no pue-
de ser explicada por cualquier enfermedad conocida del paciente ni por cualquier otro medicamento
administrado. Por otro lado, en “probable” es improbable que el evento sea atribuido a otras causas.
En cuanto a la retirada del medicamento en la categoría de “definitiva”, el curso del evento cons-
tituye un argumento positivo a favor de mantener el medicamento como responsable, en aspectos
farmacológicos o patológicos, mientras que en un caso “probable” es suficiente si es clínicamente
razonable.
La distinción esencial entre “probable” y “posible” es que en esta última puede haber otra expli-
cación igualmente factible para el evento, no hay información o existe incertidumbre respecto a lo
que sucedió tras la retirada del medicamento.
Los criterios que pueden hacer “improbable” la conexión de causalidad son, en primer lugar, la
relación de tiempo es improbable (con el conocimiento en el momento), o porque la otra explica-
ción es la más probable.
La clasificación “condicional” es de naturaleza preliminar, y es conveniente cuando por una
evaluación adecuada se necesitan más datos y se buscan estos datos, o ya son objeto de examen.
Finalmente, cuando los datos en un informe son incompletos o contradictorios y no pueden ser
complementados o verificados, el veredicto es “inclasificable”.
Dado que las categorías más comunes en los reportes son “posible” y “probable”, el enfoque
habitual para utilizar el sistema es escoger una de estas categorías (dependiendo de la impresión del
evaluador), y para poner a prueba si los diversos criterios encajan con el contenido del reporte. Si el
reporte parece más fuerte se puede ir un paso “más alto” (por ejemplo, de “posible” a “probable”);
si la evidencia parece más débil se debe tratar de ir hacia a una categoría “inferior”. Para ver si esa
categoría es la adecuada o si no parece encajar, se intenta con el siguiente término adyacente.
Teniendo en cuenta que el proceso de evaluación de Uppsala es relativamente nuevo, aún se
espera la publicación de ejemplos que permitan entender de mejor forma cómo se lleva a cabo esta
evaluación.
Se han desarrollado algunos métodos más para evaluar la causalidad; algunos de ellos han
proporcionado peso al juicio de los expertos evaluadores (24,25).
Evitabilidad
Hay disponibles en la literatura diferentes aproximaciones acerca de si una reacción ad-
versa es evitable o no. Existen, de hecho, unas categorías de evitabilidad según los criterios
de Hallas (26):
30
Fundamentos de farmacovigilancia
1. ¿Está el medicamento involucrado en una reacción adversa no considerada apropiada, por las
condiciones clínicas del paciente?
2. ¿Son la dosis, la ruta y la frecuencia de administración inapropiadas para la edad del paciente,
así como para el peso y el estado de la enfermedad?
3. ¿Se requiere un monitoreo farmacoterapéutico u otro análisis de laboratorio necesario, pero
no realizado?
4. ¿Hay historia de alergia o de reacción previa al medicamento?
5. ¿Hay una interacción medicamentosa involucrada en la reacción?
6. ¿Hay un nivel sérico toxico del fármaco documentado?
7. ¿Hay un pobre cumplimiento involucrado en la reacción?
Una respuesta afirmativa a cualquiera de los interrogantes anteriores indica que el daño era pre-
venible (evitable).
Se encuentran algunas modificaciones a los criterios anteriores, las cuales permiten describir en
categorías la evitabilidad (28).
Definitivamente evitable
1. ¿Hay historia de alergia o de reacción previa al medicamento?
2. ¿Es inapropiado el medicamento para las condiciones clínicas del paciente?
3. ¿Son la dosis, la ruta y la frecuencia de administración inapropiadas para la edad del paciente,
así como para el peso y el estado de la enfermedad?
4. ¿Hay un nivel sérico toxico del fármaco documentado?
5. ¿Hay un tratamiento conocido para la reacción adversa?
Probablemente evitable
1. ¿Se requiere un monitoreo farmacoterapéutico u otro análisis de laboratorio necesario, pero
no realizado?
2. ¿Hay una interacción medicamentosa involucrada en la reacción?
3. ¿Hay un pobre cumplimiento involucrado en la reacción?
4. ¿Fueron las medidas preventivas no prescritas o no administradas al paciente?
No evitable
Si ninguno de los criterios anteriormente descritos se cumple.
Una revisión de 2012 evidenció 18 instrumentos diferentes para evaluar la evitabilidad de una
reacción adversa, las cuales variaron desde instrumentos con una vaga definición hasta algunos con
algoritmos explícitos para su evaluación. Mientras existe una variabilidad en la estructura y en el
valor para definir la evitabilidad, todos los instrumentos comparten la misma base para definir la
evitabilidad: un error o un cuidado subestándar que resulta en una reacción adversa (29).
Clasificación alfabética
Las RAM han sido tipificadas según la clasificación clásica de Park y Coleman, quienes proponen
cuatro categorías: A, B, C, D, y modificada, a su vez, por Edwards y Aronson, quienes incluyeron las
categorías E y F, de acuerdo con la inicial de la palabra inglesa que define cada tipo de reacción (30):
• Reacciones adversas tipo A, o augmented (aumentadas): Son reacciones dosis dependientes, y des-
de el punto de vista clínico, previsibles. Aparecen relativamente a menudo, y, en general, no
revisten gravedad. Constituyen alrededor del 75% de todas las reacciones adversas de los
31
Fundamentos de farmacovigilancia
Clasificación DoTS
La clasificación alfabética descrita anteriormente es definida solo por las propiedades del fár-
maco, sus efectos farmacológicos conocidos y la relación de sus efectos con la dosis. Sin embargo,
pueden tenerse en cuenta otros criterios en una clasificación comprensiva, incluyendo las propieda-
des de la reacción (el tiempo de aparición y su severidad) y las propiedades del individuo (diferencias
genéticas, patológicas y biológicas que confieren susceptibilidad). De esta forma, se ha propuesto
una clasificación de tres dimensiones desde 2003, basada en la relación entre la dosis, el tiempo y la
susceptibilidad del paciente (DoTS) (31,32).
Respecto a la dosis, las RAM pueden ser clasificadas como:
• Supraterapéuticas (que ocurren a dosis mayores que las recomendadas).
• Colaterales (que ocurren a las dosis habitualmente recomendadas).
• De hipersensibilidad (que ocurren a dosis inferiores a las recomendadas).
Según la temporalidad, las RAM pueden, a su vez, clasificarse como dependientes o indepen-
dientes del tiempo, de la siguiente manera:
32
Fundamentos de farmacovigilancia
33
Fundamentos de farmacovigilancia
Según la susceptibilidad, se toman en cuenta factores que pueden condicionar una respuesta dife-
rente de los fármacos y favorecer la generación de la reacción adversa, incluyendo:
Clasificación EIDOS
Se ha propuesto una clasificación basada en el mecanismo de la reacción adversa, la cual consi-
dera cinco aspectos básicos (33), que complementan la clasificación DoTS, expuesta líneas arriba.
La combinación de estas dos clasificaciones, la mecanicística (EIDOS) y la clínica (DoTS), delinean
comprensivamente todos los aspectos importantes de la reacción adversa, y así contribuyen en áreas
como el desarrollo de fármacos y su regulación, la farmacovigilancia, el monitoreo farmacoterapéu-
tico, y la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las reacciones adversas.
A continuación se explica brevemente esta clasificación, de acuerdo con lo que significa cada
letra de EIDOS:
E: Extrinsec species
La especie química extrínseca que inicia el efecto (el fármaco, un excipiente, un contaminante,
un adulterante, un producto de degradación formado luego de que el fármaco entra en el orga-
nismo, o un derivado de cualquiera de los anteriores).
I: Intrinsec species
La especie química intrínseca y la naturaleza de interacción con las especies extrínsecas. Puede,
a su vez, ser:
a. Molecular: Ácidos nucleicos (ADN, ARN), enzimas (efecto reversible, efecto irreversible),
receptores (efecto reversible, efecto irreversible), canales iónicos/ transportadores, otras pro-
teínas (proteínas inmunológicas, proteínas de tejidos).
b. Extracelular: Agua, hidrogeniones (pH) y otros iones.
c. Física o fisicoquímica: Daño directo al tejido, naturaleza fisicoquímica alterada de las especies
extrínsecas.
D: Distribución
Cuando ocurren en el cuerpo las especies extrínsecas e intrínsecas. Por ejemplo: los antihistamí-
nicos causan somnolencia solo si afectan el receptor H1 en el cerebro.
O: Outcome
Desenlace, el efecto fisiológico o patológico. Cambios fisiológicos, adaptaciones celulares, fun-
ción celular alterada (daño celular, acumulaciones intracelulares).
S: Sequela
La secuela considerada como el efecto adverso.
34
Fundamentos de farmacovigilancia
Los fallos terapéuticos constituyen una categoría de reporte a los programas de farmacovigilan-
cia, y se hace indispensable contar con metodologías estandarizadas para su análisis, de tal forma
que la información permita generar acciones en pro de los pacientes.
35
Fundamentos de farmacovigilancia
36
Fundamentos de farmacovigilancia
Suele suceder que algunos errores de medicación responden a nombres similares de los medi-
camentos, y la falta de prescripción electrónica no permite interpretar adecuadamente las fórmulas
médicas, si bien el Decreto 2200 de 2005 establece los requisitos mínimos de una fórmula médica,
aún se observan algunas de ellas con el uso de abreviaturas o simplemente ilegibles. Se han reporta-
do casos, por ejemplo, en los cuales se ha interpretado una fórmula de “travad oral” como si hubiese
formulado tramadol, y son claras las consecuencias que puede tener la administración oral de todo
un frasco de tramadol en vez de uno de travad oral.
Si bien estos errores pueden ser identificados a tiempo sin llegar a causar daño al paciente (inci-
dente), socializarlos permite a la comunidad conocerlos y evitar su consecuente aparición en otros
escenarios; por ello, los problemas relacionados con medicamentos también son competencia de los
programas de farmacovigilancia.
Se han hecho diferentes acercamientos para identificar las causas de los incidentes clínicos. El
anexo 2 muestra los apartes más importantes del Protocolo de Londres.
37
Fundamentos de farmacovigilancia
Objetivo general
Contribuir en la defensa de los derechos de las personas a que le sean suministrados medicamen-
tos, dispositivos médicos y productos farmacéuticos de calidad, realizando una gestión integral de
los mismos en procura de un ambiente sano.
Objetivos específicos
a. Promover en los habitantes de la ciudad una cultura de uso racional de medicamentos, dispositivos
médicos y productos farmacéuticos.
b. Fomentar la gestión integral de los medicamentos, dispositivos médicos y productos farmacéuticos
en condiciones seguras y ambientalmente saludables.
c. Vigilar la comercialización de medicamentos, dispositivos médicos y productos farmacéuticos de
calidad en condiciones técnicas y sanitarias adecuadas.
d. Fortalecer los procesos de regulación y control de los productos de la medicina alternativa y
terapias complementarias en Bogotá, D. C.
e. Promover el fortalecimiento de las instituciones encargadas de la gestión de la salud ambiental en
los temas referidos a medicamentos, dispositivos médicos y productos farmacéuticos.
Ejes Temáticos
a. Promoción del uso racional de medicamentos, dispositivos médicos y demás productos
farmacéuticos.
b. Manejo integral de medicamentos, dispositivos médicos y demás productos farmacéuticos.
c. Vigilancia de la salud ambiental sobre medicamentos, dispositivos médicos y demás productos
farmacéuticos
d. Gestión para el conocimiento y la regulación de alternativas farmacoterapéuticas.
e. Fortalecimiento de la capacidad institucional para la gestión de medicamentos, dispositivos
médicos y demás productos farmacéuticos.
38
Fundamentos de farmacovigilancia
El PDFV de Bogotá, D. C., liderado por la Dirección de Salud Pública de la SDS, como centro
local de farmacovigilancia, se ha venido fortaleciendo a lo largo de los últimos años desde la cons-
trucción del protocolo, en 1998 (38). Este programa recibe, principalmente, reportes de eventos
adversos de las IPS, los establecimientos farmacéuticos y la comunidad general, según la reglamen-
tación vigente en Colombia (39). El programa cuenta con reportes de eventos adversos y PRM, para
así responder a la definición de farmacovigilancia (2).
Reportes al programa
La información sobre el PDFV se encuentra disponible desde 2007; por tal motivo, las figuras y
las tablas que se muestran a continuación responden a información entre 2007 y 2012, que corres-
ponde a un total de 4865 reportes.
Se destaca en la figura anterior el aumento de los reportes desde 2011, y que respecto a 2010
corresponde a un aumento del 285% (1441/505*100); eso responde, principalmente, al desarrollo
del programa durante 2010, a través de un proyecto especial, y en 2011, como una tarea centralizada
en la SDS. El resultado visible es el aumento en la cultura del reporte, y la respuesta a las nume-
rosas actividades de capacitación realizadas, además de la asistencia técnica permanente prestada a
los integrantes de la red distrital de farmacovigilancia. En 2012 el aumento se mantiene, lo cual es
evidencia del aumento de la cultura del reporte.
El número de reportes es, sin lugar a dudas, una cifra considerable, y se requiere un mayor aná-
lisis de los datos al respecto, de tal forma que se permita efectivamente la generación de señales, la
prueba de las hipótesis generada por medio de revisiones sistemáticas, para lo cual, a su vez, se nece-
sita talento humano que desarrolle tal empresa, pues la gran cantidad de datos exige que el programa
distrital, como nodo local, dé respuesta a las necesidades derivadas de ella.
Pese a lo anterior, no todos los reportes tienen la información completa para realizar los análisis;
se debe, pues, seguir adelante con los procesos de capacitación, y así buscar que cada día mejore la
calidad de los reportes.
Durante el periodo evaluado la gran mayoría de los reportes (99%) corresponden a IPS; un muy
reducido porcentaje se deriva de establecimientos farmacéuticos distribuidores y de la comunidad
39
Fundamentos de farmacovigilancia
Las instituciones con el mayor número de reportes al PDFV se presentan en la siguiente tabla.
El número de prestadores que son reportantes activos del programa es bastante bajo en relación
con la gran cantidad de ellos habilitados en Bogotá. El censo de prestadores que puede ser consul-
40
Fundamentos de farmacovigilancia
tado en la página del Ministerio de Salud muestra que existen en Bogotá, aproximadamente, 1920
razones sociales, con 3900 sedes. Pero al observar el número de reportantes activos del programa,
este no supera los 300; se infiere, entonces, que puede estar ocurriendo lo siguiente:
41
Fundamentos de farmacovigilancia
En cuanto a la edad, solo el 64% de los reportes (3092), cuentan con el dato; ello demuestra la
necesidad de trabajar con los reportantes para mejorar la calidad de los datos y tener reportes con la
información completa, que permitan realizar los análisis básicos dentro del programa de farmacovi-
gilancia. En la figura que se muestra a continuación se describe la edad por quinquenios.
42
Fundamentos de farmacovigilancia
Se puede observar cómo el mayor número de reportes corresponden a adultos mayores; de igual
forma, el grupo etario de la primera infancia (<5 años) representa una importante proporción. Es
conocido que estos grupos etarios se consideran como de alta vulnerabilidad.
En cuanto a los fármacos con el mayor número de reportes, se presentan en la siguiente tabla
los primeros 50.
Número de Número de
DCI del sospechoso DCI del sospechoso
reporte reporte
Dipirona 228 Clindamicina 31
Warfarina 161 Oxacilina 31
Vancomicina 112 Enoxaparina 30
Claritromicina 98 Losartan 28
Metoclopramida 91 Acetaminofén 27
Enalapril 78 Clorhexidina 27
Paclitaxel 67 Fenitoina 27
Cefazolina 60 Omeprazol 26
Amoxicilina 54 Ampicilina+sulbactam 25
Morfina 51 Leflunomida 24
Tramadol 50 Naproxeno 24
Warfarina sódica 47 Lovastatina 22
Ranitidina 44 Amlodipino 22
Carbamazepina 44 Claritromicina (lactobionato) 22
Ciprofloxacina 43 Cefalexina 22
Diclofenaco 41 Meropenem 22
Infliximab 41 Metronidazol 21
Vancomicina (clorhidrato) 38 Propofol 20
Rituximab 37 Nifedipino 19
Bupivacaina 37 Levotiroxina 17
Ioversol 37 Fentanilo 17
Ampicilina sulbactam 36 Trimetoprim+sulfametoxazol 16
Ácido valproico 36 Cefepime 16
Ceftriaxona 35 Piperacilina+tazobactam 16
Anfotericina b 34 Midazolam 16
43
Fundamentos de farmacovigilancia
El PDFV utiliza la terminología WHOART para describir los reportes. En la siguiente tabla se
muestran las sospechas de reacciones adversas de mayor incidencia; es importante aclarar que un
mismo reporte puede tener hasta seis sospechas de RAM.
44
Fundamentos de farmacovigilancia
Respecto a la gravedad de los reportes, se presentan las cifras al respecto en la siguiente figura.
Los siguientes reportes de SRAM categorizadas como serias tienen como condición final la
muerte del afectado, lo cual no implica que la reacción adversa sea causa de su deceso.
Tabla 10. Reportes al PDFV de SRAM; condición final: muerte del paciente, 2007-2012
Año Fármaco Género Edad
2008 Dipirona F 51
2011 Warfarina F 84
2011 Fenitoina M 86
Fuente: PDFV (17).
La causalidad evaluada por los diferentes métodos de evaluación, abordados en otro capítulo de
este libro, se presenta en la siguiente figura.
45
Fundamentos de farmacovigilancia
En cuanto a los reportantes, se describen a continuación las profesiones que han sido registradas,
sin realizar cambio alguno, de tal forma que se da una idea al lector sobre los profesionales que rea-
lizan los reportes; se aclara que el término “profesión” no necesariamente alude al nivel educativo,
sino a la ocupación. Este campo del reporte ya ha sido reevaluado, teniendo en cuenta que existe
gran cantidad de personal de la salud, entre técnicos y tecnólogos, que pueden realizar reportes de
farmacovigilancia.
Se puede observar que la mayoría de los reportes vienen de profesionales químicos farmacéu-
ticos, seguidos de profesionales de la medicina y la enfermería, con participación, además, de gran
cantidad de especialistas médicos y cargos directivos-administrativos de las diferentes instituciones.
46
Fundamentos de farmacovigilancia
Número de Número de
Profesión (ocupación) Profesión (ocupación)
reportes reportes
Neurología 5 Medico radióloga 2
Pediatra intensivista 5 Neonatología 2
Auditor 4 Neumólogo 2
Centro de Información de Medi- Oftalmología 2
camentos de la Universidad Na- 4 Profesional calidad 2
cional (CIMUN)
Administrador droguería 1
Médico hospitalaria 4
Administradora inmunización 1
Médico/ químico farmacéutico 5
Auxiliar asistencial 1
Oncohematóloga pediatra 4
Gastroenteróloga 1
Regente de farmacia 4
Hematooncóloga pediatra 1
Cardiólogo 3
Instrumentadora de neurocirugía 1
Ginecóloga 3
Laboratorio clínico 1
Hematooncóloga 3
Médico rural 1
Inmunizaciones 3
Médica calidad 1
Médico pediatra 3
Médico endocrinólogo 1
Médico urgencias 3
Médico familiar 1
Neuropediatra 3
Médico internista nefrólogo 1
Nutricionista 3
Médico radiólogo 1
Técnico imaginología 3
Médico residente 1
Tecnólogo radiología 3
Odontóloga 1
Administrativo 2
Oncólogo 1
Endocrinología 2
Psiquiatra 1
Farmacia y enfermería 2
Salas de cirugía 1
Medica cardióloga 2
Urólogo 1
Médica farmacóloga 2
Médica pediatra 2 Fuente: PDFV (17).
Médico de calidad 2
Médico hematología 2
47
Fundamentos de farmacovigilancia
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Libertad y Orden
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De las 25 641 intoxicaciones reportadas en el Sivigila durante el periodo 2006-2012, hubo 9415
casos correspondientes a intoxicación por fármacos; es decir, el 37% del total de notificaciones. Así
pues, los medicamentos son los que ocupan el primer lugar en Bogotá; tal situación es diferente de
la que sucede en el resto del país, donde los plaguicidas ocupan el primer lugar.
Al igual que los eventos adversos y PRM, la intoxicación por fármacos ha aumentado por la cultura
de notificación. Sin embargo, a diferencia de los anteriores casos, el sistema de vigilancia en salud pú-
blica contempla eventos de obligatoria notificación a través de unidades primarias generadoras de da-
tos y unidades informadoras constituidas, que superan en número a los reportantes activos del PDFV.
El aumento progresivo de la notificación de las intoxicaciones por fármacos responde a un aumen-
to de la cultura de notificación, dado, a su vez, por las capacitaciones hechas a las Unidades Primarias
Generadoras de Datos (UPGD), lo cual ha aumentado tras la emisión del protocolo para la vigilancia
de intoxicaciones agudas por medicamentos, de la SDS, en 2009 (40).
Respecto al agente causal de las intoxicaciones con medicamentos, el 22% de estas corresponde a
mezclas de dos o más fármacos. Los fármacos individuales implicados en las intoxicaciones se presen-
tan en la siguiente figura.
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Fundamentos de farmacovigilancia
Respecto al tipo de intoxicación, estas, en su mayoría, fueron con intención suicida, seguidas de
las que tuvieron fin delictivo y las accidentales, como puede observarse en la siguiente figura.
La distribución por edad de los pacientes intoxicados se presenta en la siguiente figura. Puede
observarse que existe una cantidad significativa de niños menores de 5 años, quienes corresponden
al 10% del total de pacientes intoxicados. Se observa, por otra parte, una mayor frecuencia en jóve-
nes y en adultos jóvenes.
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Fundamentos de farmacovigilancia
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Fundamentos de farmacovigilancia
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Continuación
2010 37 Benzodiazepinas Delictiva
2011 20 Amitriptilina Suicida
2011 51 Barbitúricos Suicida
2011 31 Clonazepam+clozapina Suicida
2011 57 Ácido valproico+clozapina Suicida
2011 22 Benzodiazepinas+etanol Delictiva
2011 58 Opiáceos Desconocida
2011 4 Metoclopramida Desconocida
2012 24 Vecuronio bromuro Suicida
2012 37 Desconocido Psicoactiva
Fuente: Sivigila (40).
Con la operativizacion del protocolo de vigilancia desde 2010, se iniciaron las investigaciones de
campo en los casos que constituyen alerta (niños menores de 5 años y gestantes), y así se pudieron
identificar los factores de riesgo que se describen en la siguiente figura.
53
Fundamentos de farmacovigilancia
Según lo anterior, puede afirmarse que la intoxicación por medicamentos sigue siendo un pro-
blema de morbimortalidad en la población bogotana. Los fármacos benzodiazepinas, que repre-
sentan el 20% del total de las notificaciones, reflejan un campo de especial interés, y sobre el cual
se deben llevar a cabo acciones, pues en la gran mayoría de casos se relacionan con una conducta
delictiva, son utilizados para lograr el estado de indefensión en las víctimas de delitos y facilitan a los
delincuentes los asaltos sexuales o los hurtos. El tema constituye un grave problema de salud pú-
blica, donde medicamentos de control especial son desviados para su uso ilegal, y requiere acciones
desde el fortalecimiento de la inspección, la vigilancia y el control de los establecimientos donde se
comercializan dichos productos, junto con la articulación interinstitucional a otras entidades, como
el Fondo Nacional de Estupefacientes y las autoridades de policía judicial.
54
Fundamentos de farmacovigilancia
Como se mencionaba anteriormente, el PDFV cuenta con una meta inscrita dentro del plan
territorial de salud, lo cual constituye un reto en la vigencia faltante hasta 2016.
Se ha apostado por el fortalecimiento de la asistencia técnica a los prestadores de servicios
de salud y por la sensibilización de los otros actores, tales como establecimientos farmacéu-
ticos y la comunidad general. De la misma forma, se ha llegado a programas académicos de
formación técnica, tecnológica y profesional que buscan la sensibilización del talento humano
de la salud en medio de su formación como futuros reportantes. Pero la gran apuesta, y la que
verdaderamente constituye un reto para el programa, es la inclusión de la comunidad general
como reportante.
En este momento se trabaja en el sistema de información como un módulo de Sivigila D. C.,
el cual permitirá ingresar reportes y hacerles seguimiento, así como generar estadísticas para cada
reportante. La novedad de dicho sistema de información de vigilancia en salud pública es la posibi-
lidad de que la comunidad general genere reportes: algo que se inscribe dentro de la nueva mirada
de la vigilancia, donde se empodera al paciente de su propia situación de salud.
La otra novedad versa en contar con la información disponible para quien quiera con-
sultarla (con las restricciones de información confidencial y reservada), como lo hacen los
programas de farmacovigilancia de los países desarrollados, en un ejercicio de transparencia;
está de por medio el reto de hacer visible la información del programa, e innovar de esa for-
ma en el país. La idea es que la persona interesada en consultar qué reportes se han realizado
para algún fármaco en particular pueda conocer cuántos y con qué características han sido
reportados por los bogotanos; sin lugar a dudas, un reto grande y a la altura del esquema de
Bogotá Humana.
A continuación se muestra el pantallazo del sistema de información que se espera lanzar
durante 2013. Se espera que usted, como representante de una IPS, miembro del personal de
la salud, de un establecimiento farmacéutico o lector interesado en el tema de farmacovigilan-
cia, pueda participar de esta construcción que desde la SDS se busca realizar, contando con su
valiosa participación.
55
Fundamentos de farmacovigilancia
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por%20medicamentos%20preliminar.pdf
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Fundamentos de farmacovigilancia
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Fundamentos de farmacovigilancia
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Fundamentos de farmacovigilancia
• Vía de administración: Describa la vía de administración del medicamento (por ejemplo: vía
oral, intramuscular, intravenosa [VO, IM, IV]).
• Velocidad de infusión: En caso de que el medicamento haya sido administrado por infusión,
indique la velocidad de esta.
• Motivo de prescripción: Describa la indicación del medicamento.
• Fecha de inicio: Indique la fecha en la que se inició el tratamiento con el medicamento.
• Fecha de finalización: Indique la fecha en la que terminó el tratamiento con el medicamento.
• Información comercial de los medicamentos sospechosos
• Nombre del fabricante: Registre el nombre del laboratorio farmacéutico o del titular del re-
gistro sanitario.
• Nombre de marca: Indique el nombre comercial del medicamento.
• Registro sanitario, lote y fecha de vencimiento: Registre dicha información.
7. Análisis
• Causalidad: Se puede evaluar por algoritmo de Naranjo o el de la FDA asignándole una de las
siguientes categorías:
-- Probada (cierta o definitiva): Evento clínico que incluye pruebas de laboratorio anormales, tiene
una secuencia temporal razonable después de la administración del medicamento, muestra
un patrón de respuesta conocido que se asocia al medicamento sospechoso, se confirma
mediante la mejoría al suspender el medicamento y reaparece después de administrarlo de
nuevo, y no se puede explicar por las características de la enfermedad de base que tiene el
paciente, por la administración de otros medicamentos o por la exposición a otros químicos.
-- Probable: Evento clínico que incluye pruebas de laboratorio anormales, tiene una secuencia
temporal razonable después de la administración del medicamento, muestra un patrón
de respuesta conocido que se asocia al medicamento sospechoso, presenta una mejoría
clínica razonable al suspender el medicamento, pero no reaparece después de su readmi-
nistración, y, probablemente, no se atribuye a las características de la enfermedad de base
que tiene el paciente ni a la administración de otros medicamentos o la exposición a otros
químicos.
-- Posible: Evento clínico que incluye pruebas de laboratorio anormales, muestra una relación
temporal razonable después de la administración del medicamento, y puede o no seguir un
patrón de respuesta conocido que se asocia al medicamento sospechoso; la información
relacionada con la suspensión del medicamento puede ser incompleta o no lo suficien-
temente clara, y se la podría explicar por las características de la enfermedad de base que
tiene el paciente o por la exposición a otros medicamentos o químicos.
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Fundamentos de farmacovigilancia
-- Improbable (dudosa o remota): Evento clínico que incluye pruebas de laboratorio anormales,
sin una secuencia de temporalidad clara con el medicamento sospechoso y la enfermedad
de base; otros medicamentos y químicos pueden suministrar explicaciones razonables.
Entonces, la expresión clínica estará más probablemente relacionada con otros factores
que con el medicamento presuntamente implicado.
-- Leves: No interfieren con la actividad habitual del paciente, son de corta duración, son
autolimitadas y no requieren intervención del personal de la salud ni prolongación del
tiempo de internamiento, y, en general, no se necesita la suspensión del medicamento.
-- Moderadas: Interfieren con la actividad habitual del paciente, requiere intervención del
personal de salud para una mejor solución, aumento del tiempo de estancia hospitalaria,
implica la modificación del tratamiento, aunque no necesariamente la suspensión del me-
dicamento causante de la reacción.
-- Severas o graves: Constituyen una amenaza para la vida del paciente, requieren hospitaliza-
ción o la prolongación de esta, la suspensión del medicamento causante de la reacción y
la administración de un tratamiento específico para el manejo clínico de la reacción.
61
Fundamentos de farmacovigilancia
Definiciones
Evento adverso o experiencia adversa al medicamento (EAM)
El EAM se define como cualquier evento o suceso desfavorable detectable en el paciente que
puede aparecer durante el tratamiento con un producto farmacéutico, incluyendo los productos
biológicos, pero no tiene una relación de causalidad derivada de su uso.
Información adicional
En caso de no contar con el espacio suficiente para el registro de la información, utilice hojas
adicionales. De igual forma, puede anexar el resultado del análisis o de las discusiones sobre las po-
sibles causas del evento, así como la gestión del riesgo, llevadas a cabo dentro de la IPS.
62
Fundamentos de farmacovigilancia
[…]
De acuerdo con este modelo, las decisiones que se toman en los niveles directivo y gerencial de la
organización se transmiten hacia abajo, a través de los canales departamentales, y finalmente afectan
63
Fundamentos de farmacovigilancia
los sitios de trabajo, creando las condiciones que pueden condicionar conductas inseguras de diversa
índole. Las barreras se diseñan para evitar accidentes o para mitigar las consecuencias de las fallas.
Estas pueden ser de tipo físico, como las barandas; natural, como la distancia; acción humana, como
las listas de verificación; tecnológico, como los códigos de barras; y control administrativo, como el
entrenamiento y la supervisión.
Durante el análisis de un incidente cada uno de estos elementos se considera detalladamente y
por separado, comenzando por las acciones inseguras y las barreras que fallaron, hasta llegar a la cul-
tura y procesos organizaciones. La primera actividad del proceso de análisis es siempre la identifica-
ción de las acciones inseguras en que incurrieron las personas que tienen a su cargo ejecutar la tarea
(piloto, controlador de tráfico aéreo, cirujano, anestesiólogo, enfermera, etc). Las acciones inseguras
son acciones u omisiones que tienen al menos el potencial de causar un accidente o evento adverso.
El paso siguiente es considerar el contexto institucional general y las circunstancias en que se come-
tieron los errores, las cuales son conocidas como factores contributivos. Estos son condiciones que
predisponen a ejecutar acciones inseguras relacionadas con carga de trabajo y fatiga; conocimiento,
pericia o experiencia inadecuados; supervisión o instrucción insuficientes; entorno estresante; cam-
bios rápidos al interior de la organización; sistemas de comunicación deficientes; mala o equivocada
planeación o programación de turnos; mantenimiento insuficiente de equipos e instalaciones. Todos
estos factores son condiciones que pueden afectar el desempeño de las personas, precipitar errores
y afectar los resultados para el paciente.
A la cabeza de los factores contributivos están los del paciente. En cualquier situación clínica las
condiciones de salud del paciente juegan un papel determinante sobre el proceso de atención y sus
resultados. Otros factores del paciente son su personalidad, lenguaje, creencias religiosas y proble-
mas psicológicos, todos los cuales pueden interferir la comunicación adecuada con los prestadores.
La forma en que una determinada función se planea y la disponibilidad de guías y pruebas de la-
boratorio pueden, igualmente, afectar la calidad de atención. Los factores del individuo (prestador)
tales como conocimiento, experiencia, pericia, cansancio, sueño y salud, tanto física como mental,
son condiciones que, dado el escenario propicio, pueden contribuir a que se cometan errores. La
atención en salud es cada día más compleja y sofisticada, lo que hace necesaria la participación de
más de un individuo en el cuidado de cada paciente e imprescindible la adecuada coordinación y
comunicación entre ellos; en otras palabras, la atención de un paciente en la actualidad depende más
de un equipo que de un individuo.
Por este motivo todo el personal de salud debe entender que sus acciones dependen de otros y
condicionan las de alguien. Los ambientes físico (ruido, luz, espacio) y social (clima laboral, relacio-
nes interpersonales) de trabajo son elementos que pueden afectar el desempeño de los individuos.
Las decisiones y directrices organizacionales, originadas en los niveles gerencial y directivo de la
institución, afectan directamente a los equipos de trabajo. Estas incluyen, por ejemplo, políticas rela-
cionadas con uso de personal temporal o flotante, educación continua, entrenamiento y supervisión,
y disponibilidad de equipo y suministros. La organización, a su vez, se desempeña en un entorno
del que no puede sustraerse. Tal es el caso del contexto económico y normativo y de sus relaciones
con instituciones externas.
64
Fundamentos de farmacovigilancia
Cada uno de estos niveles de análisis puede ampliarse con el fin de profundizar en la identificación de los
factores contributivos mayores. Por ejemplo, cuando se identifica un problema de comunicación debe preci-
sarse si estees de naturaleza vertical (profesional senior con profesional junior, médico con enfermera, etc) u
horizontal (médico con médico, enfermera con enfermera, etc), si es por la calidad de la información escrita
(legibilidad y suficiencia de las notas), o si se trata de disponibilidad de supervisión o soporte adecuados.
Este marco conceptual facilita el análisis de los incidentes en la medida que incluye desde elementos
clínicos relacionados con el paciente, hasta factores del más alto nivel organizacional y de su entorno, que
pueden haber jugado algún papel causal. Por este motivo es útil como guía para investigar y analizar inci-
dentes clínicos.
En la práctica diaria las fallas activas –acciones u omisiones– que ocurren durante la atención de
pacientes, son debidas a olvidos (no recordar que debe realizarse un procedimiento), descuidos (tomar
la jeringa equivocada), equivocaciones (errores de juicio) y, rara vez, desviaciones deliberadas de prác-
ticas seguras, procedimientos y estándares explícitos. Cualquiera de estas fallas constituye una “acción
insegura”. El protocolo de Londres, por motivos culturales y de implicaciones legales, prefiere referirse a
las acciones inseguras como “Care Delivery Problems (CDP)”. Nosotros preferimos seguirlas llamando
acciones inseguras.
Tal como se dijo antes, el primer paso en la investigación de un incidente clínico es la identificación de
la acción o acciones inseguras, para luego analizar las circunstancias en que ocurrió u ocurrieron, es decir,
identificar los factores que contribuyeron o predispusieron a dicha conducta.
Conceptos fundamentales
Acción insegura. Conducta que ocurre durante el proceso de atención en salud, usualmente
por acción u omisión de miembros del equipo. En un incidente pueden estar involucradas una o
varias acciones inseguras. Las acciones inseguras tienen dos características esenciales:
65
Fundamentos de farmacovigilancia
Contexto clínico. Condición clínica del paciente en el momento en que se ejecutó la acción
insegura (hemorragia severa, hipotensión progresiva). Esta es información crucial para entender
las circunstancias del momento en que ocurrió la falla.
[…]
Las personas con competencias múltiples son muy útiles en estos equipos, siempre y cuando
cuenten con el tiempo necesario. Un equipo debe contar con:
66
Fundamentos de farmacovigilancia
• Obtención y organización de información. Todos los hechos, conocimiento y elementos físicos in-
volucrados deben recolectarse tan pronto como sea posible.
Las declaraciones y observaciones inmediatas son muy valiosas siempre y cuando se orienten a obte-
ner el tipo de información que se desea tener, para evitar que sean resúmenes incompletos de la historia
clínica. Las declaraciones deben ser narraciones espontáneas de la percepción individual acerca de lo ocu-
rrido, de la secuencia de eventos que antecedieron el incidente, de la interpretación acerca de cómo esos
eventos participaron en el incidente y de aquellas circunstancias y dificultades que los involucrados en-
frentaron –por ejemplo, equipo defectuoso– y no están descritas en la historia clínica. Las observaciones
referentes a supervisión o soporte insuficiente o inadecuado es mejor reservarlas para las entrevis-
tas. Esta información debe recolectarse lo mas pronto posible después de ocurrido el incidente.
Una de las mejores formas de obtener información de las personas involucradas en incidentes
clínicos son las entrevistas personales. El equipo investigador decide a quién entrevistar y es respon-
sable de llevarlas a cabo lo más pronto posible.
La entrevista debe ajustarse a un protocolo cuyo propósito es tranquilizar al entrevistado y obte-
ner de él un análisis y unas conclusiones lo mas cercanas a la realidad de los acontecimientos.
[…]
• Precise la cronología del incidente. Las entrevistas, las declaraciones y las observaciones de quienes
participaron de alguna manera en el incidente, junto a la historia clínica, deben ser suficientes para
establecer qué y cuándo ocurrió. El equipo investigador tiene la responsabilidad de identificar
cualquier discrepancia entre las fuentes. Es útil familiarizarse con alguna de las siguientes metodo-
logías para precisar la cronología:
• Narración. Tanto las entrevistas como la historia clínica proporcionan una cronología
narrativa de lo ocurrido que permite entender cómo sucedieron los hechos y cuál fue el
papel y las dificultades enfrentadas por los involucrados.
• Diagrama. Los movimientos de personas, materiales, documentos e información pue-
den representarse mediante un dibujo esquemático. Puede ser útil ilustrar la secuencia
de hechos como deberían haber ocurrido de acuerdo con las políticas, protocolos y
procedimientos, y compararla con la que verdaderamente ocurrió cuando se presentó
el incidente.
67
Fundamentos de farmacovigilancia
• Identifique las acciones inseguras. Una vez identificada la secuencia de eventos que condujeron al
incidente clínico, el equipo investigador debe puntualizar las acciones inseguras. Es probable
que algunas se hayan identificado durante las entrevistas o como producto de la revisión de la
historia clínica. Sin embargo, es útil organizar una reunión con todo el personal involucrado
en el incidente para que entre todos intenten identificar las principales acciones inseguras. La
gente que de alguna manera participó en el incidente usualmente es capaz de identificar el
motivo por el cual ocurrió. El facilitador debe asegurarse de que las acciones inseguras sean
conductas específicas –por acción o por omisión– en lugar de observaciones generales acerca
de la calidad de atención. Es fácil encontrarse con afirmaciones tales como “mala comunica-
ción” o “trabajo en equipo deficiente”, las cuales pueden ser características reales del equipo,
pero que corresponden a factores contributivos más que a acciones inseguras. Aunque en
la práctica las acciones inseguras y los factores contributivos se mezclan, es aconsejable no
explorar estos últimos hasta que la lista de las primeras este completa.
• Identifique los factores contributivos. El paso siguiente es identificar las condiciones asociadas con
cada acción insegura. Cuando se ha identificado un gran número de acciones inseguras es
bueno seleccionar las más importantes y proceder a analizarlas una a una, dado que cada una
tiene su propio conjunto de factores contributivos.
•
Es posible que cada acción insegura esté asociada a varios factores. Por ejemplo: desmotivación
(individuo), falta de supervisión (equipo de trabajo) y política de entrenamiento inadecuada (orga-
nización y gerencia). La siguiente figura ilustra un diagrama de espina de pescado asociada a una
acción insegura, teniendo en cuenta los factores contributivos resumidos anteriormente.
Acción
insegura
• Priorización de los factores contributivos de acuerdo con su impacto sobre la seguridad fu-
tura de los pacientes.
• Lista de acciones para enfrentar cada factor contributivo identificado por el equipo investigador.
• Asignar un responsable de implementar las acciones.
• Definir tiempo de implementación de las acciones.
• Identificar y asignar los recursos necesarios.
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Fundamentos de farmacovigilancia
El equipo investigador debe ser realista en cuanto a las recomendaciones que propone con el fin
de que se traduzcan en mejoramientos comprobables por toda la organización. Cuando se plantean
es aconsejable tener en cuenta su complejidad, los recursos que requieren y el nivel de control del
que dependen.
En ese orden de ideas se debe categorizar cada recomendación de acuerdo con el nivel de con-
trol del que depende: individual / grupal, local (equipo), departamento / dirección / organización /
autoridad gubernamental y asignar personas con el estatus administrativo y gerencial adecuado para
garantizar su ejecución. De esta manera se promueve la cultura de seguridad, pues la gente al ver
que el proceso efectivamente conduce a mejoramientos entiende su importancia y se apropia de él.
69
Fundamentos de farmacovigilancia
* TIPO DE ID: 1 - RC : REGISTRO CIVIL | 2 - TI : TARJETA IDENTIDAD | 3 - CC : CÉDULA CIUDADANÍA | 4 - CE : CÉDULA EXTRANJERÍA | 5 - PA : PASAPORTE | 6 - MS : MENOR SIN ID | 7 - AS : ADULTO SIN ID
5. DATOS DE LA EXPOSICIÓN
5.1 Intoxicación por 7. Sustancias psicoactivas
1. Plaguicidas 3. Metanol 5. Metales pesados
2. Medicamentos 4. Solventes 6. Monóxido de carbono y otros gases 8. Otras sustancias químicas
5.3 Tipo de exposición 1. Ocupacional 3. Intencional suicida 6. Delictiva 9. Intensional psicoactiva / adicción
2. Accidental 4. Intencional homicida 8. Desconocida 10. Automedicación / autoprescripción
5.4 Actividad que se realizaba en el momento de la exposición a sutancias químicas (marque con una X una o más)
1. Proceso de elaboración 4. Uso domiciliario 7. Tratamiento humano 10. Desconocido
2. Almacenamiento, venta y transporte 5. Uso salud pública 8. Tratamiento veterinario 11. Otra
3. Aplicación agrícola 6. Uso industrial 9. Actividad social / Recreacional
5.4.1 Si marcó la casilla (11), Otra, escriba cuál es
5.5 Fecha de exposición (dd/mm/aaaa) 5.6 Hora (0 a 24) 5.7 Vía de exposición
1. Respiratoria 5. Desconocida 7. Otra
:
3. Dérmica
/ / 2. Oral 4. Ocular 6. Intramuscular / intravenosa
6. OTROS DATOS
6.1 Escolaridad 6.2 ¿Embarazo actual? 6.3 ¿Afiliado a A.R.P.?
1. Sin escolaridad 2. Primaria 3. Secundaria 4. Universitaria 1. Sí 2. No 1. Sí 2. No
/ / : alerta
1. Sí 2. No
/ /
Brote (0-24 horas)
7.8 Nombre del responsable 7.9 Teléfono celular fijo
correos:sivigila@ins.gov.co/ins.sivigila@gmail.com
0816396463
70