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Introducción
La problemática ambiental implica una nueva comprensión del mundo, así como una revolución
del pensamiento; para comprender la complejidad ambiental es necesario desaprender de los
conocimientos consabidos, desentrañando nuestros saberes, transformando el conocimiento y
las prácticas educativas para construir un nuevo saber: El saber ambiental.
Sus bases están sustentadas en la premisa de que: La crisis ambiental es una crisis global
generada por el desconocimiento. Si bien algunos filósofos ya habían proclamado el
conocimiento sobre la misma, así como, Jean Jacques Rousseau : “Hay un libro abierto siempre
para todos los ojos: la naturaleza” y Francis Bacón : “Sólo podemos dominar la naturaleza si la
obedecemos”, sus voces no fueron recordadas altisonantemente frente a la ciencia del
capitalismo imperante y el ruido de las máquinas sonaba como un grito ensordecedor en el
ambiente.
De tal forma, la tensión entre naturaleza y sociedad comienza a verse reflejada en la Revolución
Industrial y la concepción positivista del progreso concibe el dominio, e incluso la destrucción o
la negación de la naturaleza, como el proceso más significativo y propio del hombre.
La Era Victoriana (1819-1901) vio el desarrollo y el apogeo de la economía inglesa, arquetipo del
sistema capitalista e identificado plenamente con las teorías de Adam Smith, David Ricardo y
Tomás Malthus. Proceso que se explayó vertiginosamente por Europa, haciendo estrépito en el
resto del mundo en forma ulterior, hasta alcanzar Latinoamérica, dando comienzo a un proceso
exponencial de desarrollo y crecimiento por todo el mundo. El progreso tecnológico originó un
acelerado acrecentamiento del uso de recursos naturales.
Sin embargo, la desenvoltura internacional del ambiente ha tenido su gran desarrollo a partir de
la segunda mitad del siglo XX, tal vez, porque es ciertamente, en este tiempo cuando se
comienzan a ver las espinosas dificultades que ocasionó el potencial desarrollo.-
De esta forma, aparece como el conjunto de paradigmas de conocimiento, disciplinas científicas,
formaciones ideológicas, sistemas de valores, creencias y conocimientos prácticos productivos
sobre los diferentes procesos y elementos naturales y sociales que constituyen al ambiente, sus
relaciones y sus potenciales.
Fig. 1
Componentes de la Fig. 1:
1: Cubierta impermeable
2: Pila de de rocas mineralizadas fragmentadas
3: Capa de guijarros (capa permeable)
4: Techo y base de la galería de material no mineralizado impermeable
5: Estalactitas de vitriolo (CuSO4)
6: Ánforas para recolectar las soluciones percolantes (líquidos medio poros)
7: Minero.
Historia del oro en los últimos 110 o 120 años a nivel mundial:
Hacia finales del siglo XIX Gran Bretaña adopta el patrón oro para sustentar su moneda.
Durante la primera guerra mundial (1914-1918) los países europeos gastan durante
el conflicto el equivalente a unos 220.000 millones de Euros, mucho más dinero de lo
que tenían en sus respectivos bancos centrales. Las economías europeas quedan
arruinadas, especialmente la alemana.
De este conflicto sale particularmente victoriosa la economía norteamericana. Los
bancos europeos pasan a tener unas reservas mixtas de oro más dólares americanos.
En 1929 toma lugar el denominado "crash" de la bolsa de Nueva York, caos en la
economía mundial.
En 1933 el presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt (partido Demócrata) inicia
la recuperación de la economía doméstica (lo cual tendrá repercusiones favorables en
el exterior), iniciando el programa New Deal. Además Roosevelt fija
una convertibilidad directa entre el dólar americano y el oro: 1 onza de oro = US$ 35. Se
crea el mayor depósito de oro en lingotes del mundo: Fort Knox. Pero este metal no se
puede comercializar directamente en el mercado Norteamericano.
Década de los años 60, los países europeos, ya están recuperados (o en franca
recuperación) de los estragos de la segunda guerra mundial (1939-1945). Algunos países
empiezan a exigir una convertibilidad directa entre sus reservas en dólares y el oro.
Estados Unidos carece del suficiente respaldo en oro como para asegurar dicha
convertibilidad.
En 1971 el presidente norteamericano Richard M. Nixon (partido Republicano) decide
liberalizar el sistema.
Hacia 1975 1 onza de oro se cotiza a US$ 200 en el mercado internacional.
Fines de la década de los años 70 es un momento plagado de incertidumbres. Estalla el
conflicto de Cambodia, en Irán triunfa la revolución islámica. El oro se dispara a 1 onza
= US$ 800 en 1980.
Esto tiene como resultado una nueva "fiebre del oro" (más importante en términos
económicos que la de 1849 en California). Cambio de política en las compañías mineras,
ahora hay que buscar oro!!! yacimientos antes considerados subeconómicos ahora son
rentables si el tonelaje es el adecuado, se pueden explotar leyes tan bajas de oro como
de 1 g/t. Esto tiene además implicaciones geológicas, ya que un tipo de yacimiento
mineral, prácticamente un desconocido hasta la década de los años 70, se transforma
en "la joya de la corona de la exploración", nos referimos a los epitermales de metales
preciosos.
Hoy en día la situación ha cambiado. Las estrategias económicas no son las de antes, ya
no se asegura la convertibilidad de una moneda en términos de las reservas en oro; es
más, los bancos centrales empiezan a vender sus reservas de oro.
Fig.02
Valor de la producción minera mundial (no incluye productos reciclados).
1.4. La "crisis" de los recursos minerales y energéticos
Países desarrollados y subdesarrollados
La población mundial crece y consume deprisa, lo cual no sería "en principio" un
problema, si no fuera porque los recursos minerales y energéticos son "finitos". Una de
las características de la economía mundial es su fuerte asimetría en la riqueza y
el consumo:
Así, los países desarrollados consumen:
70 % del aluminio, cobre, y níquel (entre otros).
58 % del petróleo.
48 % del gas natural.
37 % del carbón.
Estas cifras no son llamativas en si hasta que no descubrimos que por otra parte, los
países desarrollados apenas albergan a un 16 % de la población mundial. A mayor
estándar de vida, mayor consumo.
El las últimas décadas va creciendo una cierta conciencia "conservacionista",
ejemplificada por campañas del tipo salvemos los bosques, reciclemos el papel, no
contaminemos, etc. Lo cual resulta curioso en cierta medida, ya que la implementación
de políticas generalizadas de esta naturaleza suelen tener resultados adversos en lo que
se refiere a los países subdesarrollados. Por ejemplo, una baja en el consumo de
materias primas dañará fuertemente las economías de los países exportadores.
Alternativamente, el desarrollo de políticas medioambientales restrictivas en Europa o
USA ha potenciado que las actividades contaminantes se trasladen a terceros países,
subdesarrollados generalmente. Por ejemplo, una Europa sin minas significa que los
metales tendrán que venir en mayores cantidades desde terceros países. En otras
palabras, exportamos la contaminación a otros lugares.
Que ocurriría si masivamente los países subdesarrollados pudieran "despegar"
económicamente? para empezar se transformarían ellos mismos en consumidores de
materias primas, con lo cual la disponibilidad de éstas sería menor, y por lo tanto
los precios aumentarían. Si los precios aumentan, el consumo se contrae, y diminuye el
crecimiento. Queda esta pregunta, conviene entonces a los países desarrollados que
"despeguen" las economías de los subdesarrollados?
La minería mundial está entrando en una etapa de auge, con precios de metales en
niveles no vistos en muchos años. Además, se vienen dando las primeras señales de que
este auge se está traduciendo en mayor dinamismo e inversión en la minería nacional,
en beneficio de las empresas vinculadas al sector y con consecuencias importantes para
toda la economía.
En estas circunstancias, APOYO Consultoría ha elaborado un informe amplio y completo
de la minería peruana y sus perspectivas. Este informe incluye la situación y planes de
las empresas mineras más importantes en el país, las perspectivas de expansión e
inversión de la minería, las tendencias de precios y mercados internacionales de
metales, así como proyecciones de producción y exportación mineras. El informe es un
instrumento invalorable para analistas y empresas vinculadas directa o indirectamente
a la minería. Fig. 3
Minería en Perú
Fig.03
Función de producción
II.INSTRUMENTOS LEGALES
2.1. Evaluación de Impacto Ambiental
La Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) demanda que el operador minero (o la
autoridad gubernamental encargada de su aprobación) identifique las fuentes
potenciales de contaminación y los medios para evitarla a través de alternativas en el
diseño del proyecto. Para que un EIA sea realmente efectivo, es fundamental que se
complete antes de procederse a la realización de la actividad. Ello puede requerir la
evaluación de los efectos a acumularse sobre el ambiente natural y social mediante una
proyección del impacto directo e indirecto de las labores mineras, así como de proyectos
en ejecución o previstos (y restricciones ambientales) en el área a afectar.
La EIA debe requerir la evaluación de métodos alternativos de excavación,
beneficiamiento del yacimiento y tratamiento y disposición de relaves, así como las
posibilidades para emprenderlos. Puede utilizarse para identificar requisitos de cierre,
labores de post-cierre y planes de contigencia. Igualmente, se puede incorporar la
participación del público y permitirle identificar temas de importancia que, de otra
manera, podrían eventualmente dejarse de lado. Ello, además de presentar una
oportunidad para que quienes se sientan afectados o con interés particular, sea
personas o autoridades locales y del gobierno central, señalen dónde puede necesitarse
mayor información, permite identificar temas que quizás de otra manera no serían
tomados en cuenta. Asimismo, ello permite que se sugiera métodos alternativos de
explotación y disposición, plazo para las actividades o medios de monitoreo. Para que la
participación del público sea efectiva es importante obtener 6 apoyo financiero. Todos
estos elementos contribuyen a elevar la calidad de las operaciones mineras e
incrementan la confianza de gobiernos y poblaciones locales en que la prevención de la
contaminación estará integrada al proyecto minero desde el inicio hasta el final.
En 1993, Perú adoptó un sistema singular para el control de la contaminación en el
sector minero, sistema que implica una combinación de instrumentos legales. Se
requiere de un estudio de impacto ambiental para las nuevas operaciones o para una
ampliación del 50% ó más de las mismas. Las actividades de exploración,
independientemente de su dimensión, sólo deben presentar una denominada
evaluación ambiental en lugar de un estudio de impacto. Las diferencias radican en los
aspectos a evaluar, los plazos de aprobación y el requisito de audiencia pública y como
resultado, se pierde la posibilidad para un mayor fomento de la prevención.
Adicionalmente, aun en los casos de operaciones sujetas a la presentación de un estudio
de impacto ambiental, el énfasis se pone en el control y la mitigación de los efectos, en
lugar de su prevención. Ello es así porque los estándares aplicables están orientados al
control de la contaminación al final del proceso y al cumplimiento de límites máximos
permisibles. En contraste con las normas aplicables al sector minero, las normas
ambientales peruanas para las industrias manufacturera y pesquera incorporan
actualmente metodología de prevención.
2.2. Planificación
La Planificación también sirve como herramienta para incrementar la eficacia de la
prevención de la contaminación. A menudo, la preparación de planes es parte integrante
de la evaluación de impacto ambiental. Sin embargo, más allá del hecho que ambos
instrumentos estén integrados, la preparación de planes de exploración (ahí donde
habrá efectos significativos sobre suelos o aguas), planes mineros, de cierre y de
contingencia, contribuye a asegurar que las operaciones no generen contaminación, aun
si las condiciones cambian. Muchos regímenes legales exigen planes diversos y son
diversas las oportunidades indicadas para su preparación y presentación.
Si bien no es indispensable seguir un patrón similar, la planificación para cada etapa de
la labor minera es de todo modo importante si se quiere diseñar y aplicar
apropiadamente las técnicas de prevención en la mina. Si se toma en 12 consideraciones
que los requisitos para el desarrollo de los planes de gestión son comunes a muchos
países de la región, puede proponerse que éstos enfaticen la prevención como meta.
Los planes de cierre pueden ser una herramienta fundamental para prevenir y minimizar
impactos negativos en el ambiente en el largo plazo, tales como el drenaje ácido o
problemas originados por las presas de relaves.
Es importante en el diseño de una operación la factibilidad de que su cierre sea seguro.
Si el plan de cierre se deja para la mitad o el final de la etapa de explotación, puede
entonces ser demasiado tarde para una aproximación preventiva. Más aún, dada la
volatilidad de los mercados de metales, aspectos como el cuidado, muchas veces
perpetuo, de las consecuencias ambientales de la explotación en el sitio minero y una
disposición segura no deben dejarse para cuando los ingresos pueden eventualmente
ser insuficientes para atenderlos de manera correcta. Como instrumento para la
prevención de la contaminación, la planificación tiene un papel fundamental en muchos
de los países estudiados. Los planes pueden exigirse en las diversas etapas de la
actividad minera (exploración, extracción y cierre) o para enfrentar problemas
ambientales específicos. La planificación también puede exigirse como parte de la EIA o
el proceso de obtención del permiso para operar. Una vez más, si bien muchos países
tienen la estructura regulatoria para utilizar la planificación como una herramienta de
prevención, los requisitos sustantivos necesarios en la planificación para alcanzar esa
meta no están presentes en casi todos los casos estudiados. La planificación para el
cierre de operaciones al inicio de las mismas es particularmente vital para una estrategia
preventiva de largo plazo. Como podrá apreciarse a continuación, muchos países o bien
carecen de un requisito de plan de cierre, o no se exige que éste contenga medidas de
prevención de la contaminación
2.3. Permisos
Los Permisos son instrumentos que utilizan algunos sistemas legales para asegurar a los
gobiernos la capacidad de revisar las operaciones propuestas y tomar acciones contra el
incumplimiento de los compromisos legales. Para los propósitos de este estudio, el
término “permiso” incluye los requisitos de licencia. En muchos países, el permiso y la
aprobación de un EIA son la misma cosa. En otros, es algo distinto, incluso puede exigirse
un permiso en algunas instancias, mientras que no se requiere de una EIA.
Muchas de las potencialidades de prevención ambiental de los permisos han sido ya
expuestas en lo referente a EIAs y Planificación, como son el señalamiento de
alternativas y medidas de control de la contaminación, monitoreo y mitigación. Sin
embargo, los permisos también ofrecen la 15 posibilidad de hacer efectivo el
cumplimiento por parte del operador y evaluar su capacidad para operar el proyecto
minero propuesto ( verificar si no es bueno el registro de actuaciones pasadas del
operador, si éste tiene recursos financieros suficientes para asegurar los compromisos
señalados en el plan, permiso o EIA). Asimismo, la revisión de los permisos y los
procedimientos de renovación brindan al público la oportunidad de pronunciarse e
insistir en los monitoreos y el cumplimiento de los compromisos adquiridos por el
operador. Los permisos a menudo requieren la presentación de garantías (bonos de
actuación o de reclamación, seguros, cartas de crédito, etc.) para asegurar que la mina
se cierre y reclame según las condiciones establecidas, incluso a pesar de que la
situación financiera de la compañía concesionaria, o la de su compañía madre, se haya
deteriorado. Un amplio rango de permisos o licencias son actualmente utilizados por
algunos de los países estudiados para enfrentar el tema de la prevención de la
contaminación.
Puede exigirse permisos o licencias ya sea para diferentes etapas de la labor minera,
para operaciones de escala diferente o según los minerales a extraer. Igualmente, se
requiere de permisos o licencias ambientales generales o específicos para determinada
actividad. En algunos casos, se obtiene una sola licencia ambiental que cubre todos los
requirimientos de los sectores minero, ambiental y otros involucrados (salud,
agricultura). Una vez más, como en los procesos de EIA y la planificación, los casos
nacionales estudiados revelan que pocos requisitos sustanciales para prevenir la
contaminación son parte de los procedimientos de obtención de los permisos.
2.4. Concesiones
Las concesiones son acuerdos legales entre los Estados, propietarios de los recursos
minerales y titulares del derecho original para explotarlos, y las compañías mineras que
desean obtener ese derecho. Si bien los términos de las concesiones típicamente se
refieren a asuntos económicos y financieros, como importes de regalías, canones o
tributos, pueden también considerar medidas de prevención de la contaminación a ser
adoptadas en la planificación, operación y cierre de la mina, así como también el
otorgamiento de garantías financieras para asegurar el cumplimiento de las obligaciones
ambientales. De los países estudiados, muchos no requieren el otorgamiento de
concesión para las operaciones mineras. Incluso en aquellos países donde se requiere
dicho procedimiento, las medidas de gestión ambiental y prevención de la
contamianción no son un requisito para el otorgamiento de la concesión, como tampoco
la violación de condiciones ambientales puede derivar en la revocatoria del derecho.
2.5. Estándares Regulatorios y Mejores Prácticas
Los Estándares Regulatorios pueden incorporarse en los procedimientos de permisos,
planes o EIA o pueden directamente exigirse a los operadores mineros, con la
factibilidad de demandar el uso de técnicas de prevención ambiental. Estas técnicas
pueden incluir limitaciones al uso o manejo de sustancias tóxicas (como cianuros, ácidos,
residuos de la floculación y aceites). Los estándares deben también comprender la
construcción y el mantenimiento de las unidades de beneficiamiento (moliente, relleno
de lixiviación, lagunas, etc.) para prevenir afloramientos de sustancias.
Deben asimismo, comprender el manejo de residuos sólidos para impedir o reducir el
natural afloramiento de tóxicos (como ácido, metales y arsénico). Los estándares
pueden imponer requisitos para el tratamiento, disposición y manejo de relaves y para
el manejo de agua de lluvia y subterránea. Así, al exigir a los operadores la adecuación
de sus métodos de extracción y beneficiamiento que puedan producir contaminantes,
los estándares regulatorios contribuyen a promover la prevención ambiental en el
sector minero metalúrgico. Si bien algunos países tienen estándares de control de la
contaminación que puede interpretarse llevan a la prevención ambiental, el
establecimiento de estádares con dicho propósito específico no presenta un gran avance
en la región. Los estándares ambientales existentes tienden a establecer límites
generales para las emisiones o concentraciones en el ambiente más que promover
prácticas particulares de prevención, como pueden ser una 18 reducción de fuentes
contaminantes o medidas de reciclaje.
Algunos de los países estudiados se apoyan demasiado en limitar las descargas, lo cual
sólo indirectamente y si acaso lo consigue, puede generar acciones preventivas. Perú,
por ejemplo, ha establecido máximos permisibles para efluentes líquidos que regulan el
pH de las aguas, los sólidos de suspensión, plomo, cobre, zinc, hierro, arsénico y cianuro,
así como máximos permisibles para ciertos contaminantes de la atmósfera, como
plomo, arsénico y partículas. Adicionalmente, existen diversas guías de gestión
ambiental que contienen prácticas sugeridas de gestión en uso de aguas, operaciones
mineras, drenaje ácido y manejo de relaves. Estas guías no promueven medidas
preventivas de la contaminación, más allá de la anticipación a la ocurrencia de drenajes
ácidos.
2.6. Requisitos de Declaración y Monitoreo de Sustancias Tóxicas
Establecer requisitos de declaración y monitoreo de sustancias tóxicas puede brindar
información que permita tanto a los operadores mineros como a los gobiernos, adecuar
la gestión de acuerdo a un objetivo de prevención de la contaminación. A ello debe
agregarse que la posibilidad de auditoría pública que la declaración brinda puede
incentivar la adopción de métodos preventivos en la extracción, beneficiamiento y
cierre. Los países estudiados presentan un amplio rango de instrumentos legales
vigentes para el monitoreo, informe y declaración de uso, manejo y disposición de
sustancias tóxicas. Para los procedimientos preventivos, como la reducción de fuentes
de contaminación o el reciclaje, los requisitos de informar son limitados. La información
proveniente de los monitoreos es fundamental para los gobiernos en la tarea de crear y
aplicar las normas adecuadas. La generación y difusión pública de esta información
asegura también una efectiva participación ciudadana. En Estados Unidos, se tiene uno
de los sistemas más avanzados para informar sobre el uso de sustancias tóxicas.
El Acta sobre Planificación de Emergencias y el Derecho de la Comunidad a la
Información, Sección 313, exige a quienes fabriquen, procesen o utilicen las sustancias
químicas tóxicas que taxativamente al efecto se señala, brindar información específica
sobre dichos químicos, con mención de las cantidades anuales que se estaría eliminando
en el ambiente. En 1997, la Agencia de Protección Ambiental incluyó a la industria
minero-metalúrgica entre los obligados por el Acta citada a brindar este tipo de
información. El Acta establece un límite a partir del cual se debe informar, en base a la
cantidad de químicos que se elimine, pero la Agencia de Protección Ambiental tiene
competencia para modificar dicho límite en base a clases de químicos o categorías de
industrias. Si un químico tóxico constituyente de sobrecarga es utilizado o procesado
por alguna industria comprendida en la norma, ello no se incluye en la evaluación para
determinar si se ha alcanzado el límite para estar obligado a informar. El Acta de
Prevención de la Contaminación de 1990 amplió la clase de información que las
industrias deben brindar a aspectos como reducción de fuentes, reciclaje y tratamiento.
2.7. Seguridades Financieras
Las seguridades financieras son mecanismos que demandan a un operador brindar
garantía económica de su desempeño antes de emprender una actividad sujeta a
regulación. Si el operador incumple los estándares requeridos, el Estado puede hacer
efectiva la garantía. Los mecanismos más comunes son los bonos, las cartas de crédito
y las seguridades negociables. Además de facilitar una indeminización para el Estado en
caso de incumplimiento, estos mecanismos pueden convertirse en un poderoso
incentivo para que las operaciones mineras se ajusten a los requisitos de prevención
ambiental. Muchos de los países estudiados tienen en vigencia alguna de los
mecanismos de seguridad financiera. Sin embargo, existen varios problemas asociados
a su utilización, incluyendo la fijación de montos inadecuados y la forma misma de
seguridad requerida. Algunos países por su parte, no tienen ninguna medida obligatoria
de este tipo.
2.8. Restricciones al Uso de Suelos
Establecer restricciones al uso de suelos puede ser útil para prevenir el deterioro
ambiental de zonas de especial valor ecológico, alta biodiversidad y fragilidad, o
próximas a asentamientos humanos, así como zonas donde, por el tipo de actividad
económica que se desarrolla (como pesca o agricultura) podría optarse por designarlas
no aptas para la minería o para ciertos métodos mineros. Igualmente, las más de las
veces puede designarse como no aptas para la minería a las zonas con alta concentración
de sulfatos, dado su alto potencial para generar drenajes ácidos, y sólo permitirse tal
actividad bajo las más estrictas condiciones de inversión y tecnología. En la región, los
países poseen un amplio rango de mecanismos para restringir las actividades mineras
en las diversas clases de áreas protegidas. Esos mecanismos varían en el grado de
restricción y en algunos casos, los dispositivos legales que les sirven de base, están en
conflicto con aquéllos que rigen para la minería.
III. EFECTOS AMBIENTALES DE OPERACIONES MINERAS
La mayor parte de las minas tienen una planta de procesamiento del mineral en sus
cercanías y muchas tienen una fundición cercana. Para la evaluación del impacto
ambiental del desarrollo de una nueva operación minera se deben considerar los efectos
de las tres. Consecuencias posibles de la minería.
a) Daño a la tierra. Se ha estimado que el uso de tierra para uso minero entre 1976 y
2000 es de 37.000 km2; esto es cerca del 0,2% de toda la superficie terrestre. Los países
desarrollados tienen una mayor proporción de terrenos perturbados por la actividad
minera que los menos desarrollados. El grado de recuperación de esos terrenos es
creciente y muchos hoyos antiguos se han utilizado para botar desperdicios de minas
antiguas o domésticos. Otras áreas mineras han sido transformadas en reservas
naturales o parques recreativos. En el futuro las minas producirán menos deshechos ya
que las labores son rellenadas con los mismos (corte y relleno). Esto encarece la
explotación, pero es necesario ya que se estima que 27.000 Mt de minerales y
sobrecarga se extraen de la corteza terrestre cada año. En Chile la minería se concentra
en la mitad norte del territorio, donde el daño a la tierra se minimiza debido a que existe
una baja densidad de población, por las condiciones desérticas o semi-áridas. Sin
embargo, las restricciones para el uso indiscriminado de terrenos para los procesos o
deshechos mineros están cada vez más regulada.
b) Liberación de sustancias tóxicas. Los metales no solo son importantes para el uso que
hacemos de ellos, sino que también son parte integral de nuestra naturaleza y de otros
organismos vivos. Sin embargo, así como hay elementos metálicos que son
componentes esenciales para los organismos vivos, las deficiencias o excesos de ellos
pueden ser muy perjudiciales para la vida. En el medio natural los excesos pueden
generarse por drenajes de aguas de minas, de desmontes o de relaves mineros. Algunos
metales, como cadmio y mercurio, y metaloides como antimonio o arsénico, los cuales
son muy comunes en pequeñas cantidades en depósitos metálicos son altamente
tóxicos, aun en pequeñas cantidades, particularmente en forma soluble, la cual puede
ser 3 absorbida por los organismos vivos. Lo mismo se aplica al plomo, pero
afortunadamente este metal es bastante poco reactivo a menos que sea ingerido y la
mayoría de los minerales naturales de plomo son muy insolubles en aguas subterráneas.
El cianuro se ha utilizado desde hace mucho tiempo para recuperar oro en plantas de
procesamiento y en el campo aurífero más grande del mundo, la cuenca del
Witwatersrand de Sudáfrica, allí existe una contaminación mayor de las aguas
superficiales con Co, Mn, Ni, Pb y Zn como resultado del proceso de cianuración y
oxidación de aguas ácidas de mina. El cianuro mismo no es un problema ya que se
descompone bajo la influencia de los rayos ultravioleta en las capas superficiales. No
obstante, en los países desarrollados la legislación requiere el establecimiento de
plantas de neutralización de cianuro en todos los usos industriales de este producto
químico. La recuperación de los elementos tóxicos en actividad minera puede plantear
problemas de almacenamiento de los mismos; por Ej. en la fundición Caletones de la
mina El Teniente se recupera arsénico (trióxido de arsénico) mediante filtros
electrostáticos, para que este elemento tóxico no se disperse en el aire, pero se había
acumulado una cantidad significativa de tambores con este material constituyendo un
riesgo su permanencia en el sector industrial. Actualmente está siendo transportado a
un depósito de una empresa privada, pero incluso el transporte de elementos tóxicos
representa un riesgo ambiental, ante la posibilidad de accidentes.
c) Drenaje ácido de minas. Las aguas ácidas generadas por la minería actual o pasada
resultan de la oxidación de minerales sulfurados principalmente pirita en presencia de
aire, agua y bacterias. La pirita es uno de los sulfuros más comunes y abundantes
asociados a mineralización hidrotermal y normalmente es parte de la ganga siendo
incorporada en los deshechos mineros (desmontes o relaves) y su oxidación produce
ácido sulfúrico y óxidos de hierro. Las aguas ácidas atacan otros minerales, produciendo
soluciones que pueden acarrear elementos tóxicos al medio ambiente, Ej. Cadmio o
arsénico. La generación de aguas ácidas puede ocurrir durante la exploración, operación
y cierre de una mina. Esta agua pueden venir de tres fuentes principales: sistemas de
desagüe de minas, tranques de relaves y desmontes. Estas descargas pueden producir
desde algunos efectos menores como decoloración local de suelos y drenajes con
precipitación de óxidos de Fe, o llegar a una extensa polución de sistemas de ríos y
tierras de cultivo. En algunos distritos mineros el problema es mayor después del cierre
de las operaciones mineras. Esto se debe a la recuperación del nivel de aguas
subterráneas después que se remueve el equipo de bombeo que mantenía secas las
labores mineras.
d) Salud y seguridad de los trabajadores. Existe el riesgo de exposición de los
trabajadores mineros a materiales tóxicos derivados de las menas en las minas, plantas
y fundiciones (ej. Cd, Pb, Hg) y a los reactivos químicos utilizados en el procesamiento
de menas, para lo cual deben considerarse las medidas de protección adecuadas. En
minas de uranio y plantas de tratamiento la exposición a radiación debe ser mínima, lo
cual requiere que estas minas tengan un alto nivel de ventilación para remover el polvo
de mineral y el gas radón.
e) Polvo. El control de polvo debe ser importante en cualquier mina en la cual se genere
polvo silíceo puesto que este puede producir silicosis y enfermedades pulmonares
asociadas. El polvo debe ser mantenido en un mínimo en las minas y áreas industriales
asociadas para proteger a los mineros y habitantes locales.
f) Ruido. Las operaciones mineras, plantas y fundiciones usualmente tienen altos niveles
de ruido. Este es uno de los peligros ocupacionales más comunes y los trabajadores
deben ser adecuadamente protegidos de ruidos peligrosos o niveles de ruido
distractivos. El ruido tampoco debería afectar a los habitantes en las vecindades de
actividades mineras.
g) Desmontes y relaves. La minería frecuentemente involucra mover mucho material
estéril o de leyes no económicas y depositarlos en desmontes en las cercanías de las
minas (debido a que el transporte es caro), asimismo el procesamiento del mineral
produce relaves que deben almacenarse en condiciones que no afecten el drenaje local
y no hayan escapes o infiltración de sustancias perjudiciales. Una manera de minimizar
los deshechos mineros es utilizar el método de corte y relleno, utilizar los desmontes
para crear nuevas formas de relieve para ocultar las operaciones mineras y reducir la
emisión de ruido o procesar los desmontes para usarlos en la industria de la
construcción. Los relaves del procesamiento de mineral de cobre de la mina El Salvador
fueron descargados por años en el río Salado y a través de este río al mar en la bahía de
Chañaral. Esto ya no ocurre en la actualidad, los relaves actualmente se depositan en un
tranque, pero la contaminación de la bahía de Chañaral persiste y persistirá por mucho
tiempo más debido a los relaves allí depositados.
h) Fundiciones. Las fundiciones emiten SO2, el cual junto con NOx y CO2 origina lluvia
ácida. Esto también ocurre en plantas eléctricas termoeléctricas que usan carbón. Las
fundiciones de Caletones de Codelco y Ventanas de Enami liberan alrededor de 400 ton
al día de SO2 al aire (actualmente una parte se recupera para producir ácido sulfúrico,
pero todavía la mayor parte se dispersa en el aire). Las aguas de lluvias normales tienen
un pH de alrededor de 5,7, pero en el este de EEUU y Europa occidental ellas pueden
llegar a pH 2,9 y los lagos de esas áreas han sufrido una disminución de los peces en
ellos. Areas mineras antiguas con varias fundiciones pueden llegar a estar rodeadas de
tierra estéril donde la vegetación ha sido destruida por los ácidos y el suelo erosionado.
Las tierras muertas alrededor de las fundiciones de cobre-níquel de Sudbury en Ontario,
Canadá se extienden por 100 km2, pero las emisiones han disminuido en un 50% por lo
que esto está mejorando.
i) Legislación y costo. Los medios legales para establecer medidas anti-polución son muy
necesarias y muchas compañías mineras mayores siguen actualmente estrictas
regulaciones auto-impuestas (certificaciones ambientales de sus propios países de
orígen). La legislación ambiental ha sido incorporada crecientemente en los países
desarrollados y también en Chile y otros países mineros latinoamericanos. Sin embargo,
los acuerdos o cooperación con la industria extractiva son raros, existe más la norma de
oposición de conservacionistas o ambientalistas. j) Minerales Industriales. Las
operaciones de minerales industriales (no-metálicos) tienen un impacto similar en el
ambiente como los metálicos, aunque en general se trata de operaciones de menor
escala que proporcionalmente causan menos impacto y a que se remueve menos
material estéril para su explotación. k) Declaraciones de impacto ambiental.
Actualmente la legislación chilena exige la realización de estudios de impacto ambiental
para todas las operaciones mineras y declaraciones de impacto ambiental para las
actividades de exploración minera. Los estudios ambientales deben incluir los efectos
sobre la sociedad, vegetación, fauna, sitios de interés arqueológico, clima, calidad del
aire, ruido, aguas superficiales y subterráneas, los métodos propuestos para la
recuperación de los terrenos al término de 5 la operación minera, etc. En algunos países
se exige además una garantía para asegurar que la recuperación de los terrenos
realmente ocurra al final de la minería. Los estudios debe incluir un registro de la
condición del ambiente en el área minera potencial, cuando se hizo la solicitud
respectiva (nivel base ambiental). Las compañías recogen esta información en la etapa
de exploración, incluyendo la descripción de la superficie y fotografías, análisis
geoquímicos para mostrar los valores medios de metales y acidez y detalles de la flora y
fauna locales previos a la operación. Esto es esencial dado que localmente puede existir
contaminación natural; Ej. En la zona de la mina El Indio existen vetas y vetillas con
enargita y/o escorodita lo que produce naturalmente altos niveles de arsénico en el río
Malo que drena la zona (de ahí su nombre); el río Malo es afluente del río Elqui y hace
un tiempo atrás en este último se detectaron valores relativamente altos de arsénico, lo
que llevó a acusar a la Cía. Minera El Indio de contaminar sus aguas. Sin embargo, los
altos valores de arsénico eran normales dentro del río Malo (de acuerdo al registro
histórico) y su presencia en el río Elqui se debía a un período de sequía que redundó en
menor volumen de agua en este último y por ende menor dilución del elemento tóxico.
l) Microorganismos y minería in situ. Muchos depósitos de sulfuros (Ej. pórfidos
cupríferos) tienen una porción superior con óxidos de cobre. Estas menas pueden ser
beneficiadas, si es necesario, fracturándolas con explosivos y luego regando soluciones
ácidas para lixiviar in situ los metales y bombeando la solución para recobrar el cobre (o
uranio). Esto permite explotar depósitos de muy baja ley que de otra forma no serían
económicamente viables; en Santa Cruz, Arizona se está llevando a cabo un proyecto de
este tipo en un cuerpo de mena que contiene 4.5 Mt con 1,5% Cu. En Chile se ha utilizado
la lixiviación in situ en la chimenea de brecha Quetena al SW de Chuquicamata y también
se ha utilizado para lixiviar los desmontes con óxidos de baja ley de Chuquicamata. En
1947 se descubrió que bacterias en soluciones ácidas (Thiobacillus ferrooxidans) juegan
un rol en la oxidación de sulfuros, por lo que el uso de lixiviación bacteriana puede
proveer un método de lixiviación in situ de depósitos. La lixiviación in situ proveería un
método de explotación que produciría mucho menos perturbación de los terrenos y
menos producción de material de desecho, así como mucho menor consumo de energía.
Su deficiencia actual es que es mucho más lento que el procesamiento directo de las
menas y existe el riesgo que las soluciones ácidas contaminen las aguas subterráneas o
superficiales si su flujo no es bien controlado. m) El futuro. Las medidas descritas junto
con reciclaje y sustitución y tecnología de nuevos materiales jugarán un rol en reducir el
impacto de explotaciones mineras en el ambiente, pero en el futuro inmediato debemos
cuidar que exista un creciente sentido de responsabilidad de todos aquellos
involucrados en la industria minera. En 1992 diecinueve compañías se unieron para dar
origen al Concilio Internacional en Metales y Ambiente cuyo objetivo es “promover el
desarrollo, implementación y harmonización de prácticas ambientales adecuadas y
políticas y prácticas de salud que aseguren la producción, uso y reciclaje y disposición
de metales.