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EN LA HISTORIA
DOSI E R
Bandoleros andaluces
Entre la historia
y la leyenda
Cerco a la corrupción
Los Reyes Católicos y el
Gobierno de Sevilla
Un cacique andaluz
Semblanza del Marqués
de la Vega de Armijo
Los ladrones en una venta, José Domínguez Bécquer
Sobre guerrilleros
y memoria histórica
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ace algo más de treinta y asta aquí el relato de la
cinco años, José María Vaz de memoria histórica (stricto sensu)
Soto publicó una breve novela de aquellos testigos de la
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(Diálogos del anochecer) donde aludía a la represión franquista sobre unos rebeldes OCT
dura posguerra en un rincón del que no eran guerrilleros, simplemente 2008
Andévalo onubense. En unas páginas unos perdedores, a los que la historia les
intensas trazaba los rasgos de un puede reservar una segunda oportunidad.
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malvado fugitivo que atemorizaba de En concreto, a sus herederos. Aunque los
noche al pueblo: El Gato. En 1975 el riesgos de asociar memoria histórica y
coronel Aguado afirmaba en su libro memoria sentimental son enormes,
sobre los maquis que los Gatos nadie puede cuestionar el derecho a la
integraban una partida de la guerrilla memoria como el derecho a la verdad.
antifranquista, y así se ha repetido en
C
documentados estudios posteriores. on la iniciativa del juez Garzón,
Recurrí —por curiosidad de el movimiento cívico para
historiador— a las fuentes orales y recuperar la memoria histórica
pregunté a algunos viejos del lugar por de la Guerra Civil y de la represión
las andanzas de estos hermanos. Con la franquista ha comenzado a superar los
mirada puesta en el suelo comenzaron difusos trazos de la Ley de Memoria
a relatar los entresijos de una tremenda Histórica de 2007. En la Historia —como
tragedia familiar. disciplina del saber— no caben ni juicios
ni ajustes de cuentas, sólo rigor, riqueza
E
n septiembre de 1936 a los documental e interpretaciones factibles
Gatillos, cuando apenas eran o verídicas. Y de la Guerra Civil y la dura
unos niños, les habían fusilado posguerra aún queda mucho por
a sus padres, unos jornaleros investigar, sobre todo de la vida
socialistas. Cinco años más tarde, y cotidiana de aquellos años. En el
después de un duro peregrinar de casa análisis de las redes sociales, políticas y
en casa con mucha hambre y no menos económicas y en el estudio del cruce de
patadas, se echaron al monte. Pero, espacios públicos y privados se hallarán
muy pronto, la simpatía de la mayoría muchas respuestas para entender
del pueblo se tornó en rechazo cuando porqué tanta víctima y tanto cómplice, y
asesinaron a dos vecinos para porqué duró tantos años la represión.
conseguir algo de provisiones. Al ser
U
detenidos confesaron los crímenes y n último apunte, el único Gatillo
preguntaron al guardia civil de turno si superviviente terminó por
matar era delito, porque los asesinos de marchar a Cataluña. Otra forma
sus padres caminaban libremente por de exilio interior para tantos andaluces,
la calle. El mayor fue fusilado, el eufemísticamente llamada emigración.
segundo fue encarcelado y se le aplicó
la ley de fugas y al pequeño se le MANUEL PEÑA DÍAZ
internó en un hospicio. DIRECTOR DE ANDALUCÍA EN LA HISTORIA
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Sevilla, América
¿Dónde se quedó la plata?
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mérica cobra una importancia cru- de metales preciosos desembarcada en la
cial para Sevilla desde el momento capital hispalense: las ganancias del Rey y
(1503 hasta 1717) en que la navega- sobre todo de mercaderes; pero ¿se canali-
ción y el tráfico con el Nuevo Mundo se con- zaron bien?, ¿contribuyeron al desarrollo
virtieron en un monopolio de su puerto. Por local y regional? La respuesta no puede ser
ello resulta lógico pensar que semejante tra- del todo rotunda, aunque es evidente que
siego de barcos, hombres y productos le aus- aquí prevaleció el absentismo del capital
piciara importantes ventajas. Al menos su en inversión productiva y, en general, la
población experimentó un auge sin prece- ausencia de una mentalidad acorde con el
dentes al pasar de aproximadamente 45.000 espíritu de lucro del hombre moderno. Un
habitantes a finales del siglo XV a unos factor clave también radica en la subida
120.000 a principios del XVII. Si bien los estu- continua de los precios, en buena medida
dios al respecto vienen despejando un pano- impulsada por la llegada del oro y la plata
rama menos optimista, sea porque ponen de de ultramar que, a su vez, elevó los costos
relieve la alta cuantía de la mercadería ex- de producción y, en consecuencia, hizo
tranjera en las naos que cruzaban el Atlánti- más rentable el abastecimiento de manu-
co, indicio de una clara insuficiencia de los facturas foráneas. No menos decisiva fue
suministros autóctonos frente a la demanda una inapropiada, incluso inexistente, po-
americana y, en suma, de unas infraestruc- lítica mercantilista. La Corona en todo
turas productivas al margen de las circuns- momento marginó a los mercaderes del
tancias. Lo mismo sucede en el ámbito finan- gobierno, del poder; así, ni gobernantes
ciero, sin una banca ni un equipamiento téc- ni agentes económicos estuvieron a la al-
nico mercantil competentes, y con la medio- tura de las circunstancias. Entre la bur-
cridad y la debilidad como signos distintivos. guesía mercantil anclada en sus privile-
El sector agrícola en teoría debía mostrar un gios corporativos, además, primó la como-
cariz menos sombrío, dado que la ley exigía didad y la tendencia a engrosar las filas de
que un tercio del buque de cualquier navío la aristocracia, de ahí que el comercio se
con destino a las Indias estuviera cargado de estime como un medio de obtención de re-
“frutos de la tierra” (aceite, vino y aguardien- cursos con vistas al ennoblecimiento, cu-
te), reservado en exclusiva a los cosecheros de yo estricto código del honor favorecía un
la Baja Andalucía. Pero, pese al aumento de excesivo consumo de lujo y unas escalas de
la producción, parece que no hubo alteracio- valores disonantes con la actitud “capita-
nes significativas de las estructuras agrarias lista” que exigían las ganancias de la Ca-
en función de un gran mercado que habría de rrera de Indias. La ciudad, en definitiva,
ser explotado con sentido empresarial. fue poco sensible a su posición privilegia-
Sin duda hubo beneficios, basta, para da y a las oportunidades que le ofrecía la
hacernos una idea, con revisar la cantidad Carrera de Indias. ■
V I E N T O D E L E S T E
L
a elección de Sevilla como puerto de banqueros y, más tarde, poderosos com-
las Indias y cabecera de las flotas no pradores de oro y plata.
fue, desde luego, ni un capricho ni Mucho se ha escrito sobre la dispersión de
una casualidad. Desde muy antiguo, Sevilla la plata americana, su salida de España, la
como puerto interior con una amplia trayec- inflación que produjo en toda Europa o las
toria mercantil, mantenía estrechos con- grandes fortunas surgidas bajo su fulgor.
tactos con los puertos del Mediterráneo y Baste recordar las obras de Hamilton, Caran-
con el norte de Europa, y cuando surgió la de, Braudel o Vilar, por citar las más conoci-
nueva vía abierta con las tierras america- das, para no tener que insistir sobre ello. Pero
nas, estas conexiones y relaciones se incre- creo que puede resultar interesante prestar
mentaron ostensiblemente. atención a las cantidades que, de ese metal,
El comercio con Indias, con el refulgir de llegaron a Sevilla en unos años determinados
los metales preciosos, la apremiante y labo- y para unas personas concretas pertenecien-
riosa preparación de las flotas y la presencia tes a los estratos más altos de la sociedad,
en Sevilla de la Casa de la Contratación y el examinar el destino que se le dio y reflexio-
Consulado de Cargadores a Indias, ha eclip- nar si, verdaderamente, esa fuga fue tan
sado la importancia del comercio europeo fuerte como se ha sostenido. Según Hamil-
en los dos siglos en los que Sevilla fue “la ton, desde 1620 a 1640, cuando ya las remesas
puerta y puerto de Indias”. Las mercancías de plata habían descendido, llegaron para
procedentes de Italia, así como las de Orien- particulares 75.575.715 pesos de plata, desti-
te o de Europa del Norte que tradicional- nada a todo tipo de personas y estamentos:
mente habían estado llegando a Sevilla y nobles, mercaderes en sus distintas escalas,
que se hicieron indispensables para abaste- artesanos, funcionarios, clérigos y mujeres
cer las flotas, van a aumentar progresiva- de cualquier estado y condición, que general-
mente su mercado y, a partir del siglo XVI, mente se reinvertían o iban a parar a gastos
se van a pagar con plata americana que se suntuarios. No se puede entender la Sevilla
convirtió en divisa internacional. Barroca que hoy conocemos sin la plata ame-
Es indudable que, como dice Braudel, ricana y sin el tan traído y llevado monopolio
“por espacio de dos siglos, América fue, en que ejerció sobre el comercio de Indias, pero
general, patrimonio de Sevilla” y la ciudad tampoco se puede entender sin admitir que
se convirtió en el centro del mundo y en un tal monopolio, como sostiene Antonio Gar-
exponente de riqueza por sus actividades cía-Baquero, fue “un monopolio comparti-
mercantiles y financieras a las que concu- do” con los mercaderes de otros países. El
rrían gruesos cargadores, asentistas y tra- Atlántico, pensado como un espacio para ser
tantes de esclavos, terratenientes y aristó- dominado por Castilla, fue siempre un mar
cratas interesados en grandes negocios, europeo del que Sevilla se convirtió en punto
oficiales y regidores, altos dignatarios, de unión entre las dos orillas. ■
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Bandoleros andaluces
Entre la historia y la leyenda
REALIDAD Y FICCIÓN DE UN FENÓMENO SINGULAR
COORDINADO POR ANTONIO GARCÍA BENÍTEZ
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2008 n un mundo muy estrecho en lo económico, ta decimonónico Manuel Fernández y González. Después de
lo social y lo político "tomarse la justicia por
8 su mano" sería la clave del bandolerismo, en
más de un quinquenio de impunes fechorías, la cuadrilla de
los Niños de Écija –debilitada por la vida proscrita y fugiti-
general, en casi todas sus formas clásicas y, va– entra en una fase decadente y emprende un declive que
en particular, del bandolerismo andaluz del remata en su ocaso definitivo. Estrategias mal concebidas y
siglo XIX. En el entramado complejo del planificaciones precipitadas determinan que durante los
bandolerismo, el pueblo fue siempre dado al años 1817 y 1818 los Niños vayan cayendo uno a uno bajo los
ejercicio de la fantasía, y de aquí nace todo fusiles militares o sobre los patíbulos.
ese enorme caudal legendario de los bando- Continúa el dosier con el análisis del profesor de la Uni-
leros de romance que los autores irán desen- versidad de Sevilla, Manuel Moreno Alonso, sobre la in-
trañando en su verdadero sentido histórico. vención del bandolerismo romántico. Esta ilusión sobre el
Es con este punto de vista como se inicia el bandolerismo no fue, contra lo que puede creerse, cosa
dosier, con un artículo del profesor Antonio García Benítez de únicamente de los extranjeros. Su invención correspondió
la Universidad de Sevilla. Seguidamente, Marion Reder, pro- a los propios naturales que, por vías de la imaginación, la
fesora de la Universidad de Málaga, recrea el bandolerismo crearon y la mantuvieron viva casi hasta nuestros días. De
durante la guerra de la Independencia. En efecto, la insurrec- tal manera que los extranjeros no fueron sino sus divulga-
ción de los pueblos era el principal objetivo de la resistencia dores fuera de nuestras fronteras. En vano encontrarán
tras la ocupación y, ante la imposibilidad de lograrlo por me- los historiadores actuales y futuros del bandolerismo an-
dio de las “armas regladas”, el único medio era aquel que pro- daluz datos fehacientes sobre aspectos concretos, e histó-
porcionaba la resistencia. Los guerrilleros, llamados por los ricos, de la vida de los héroes del pueblo idealizados duran-
franceses insurgentes, contrabandistas, bandidos o brigan- te el Romanticismo. Los historiadores románticos "inven-
tes fueron, los que a lo largo de la guerra, avivaron la resisten- tan", por consiguiente, la historia de los siglos pasados a
cia contra el francés y sus colaboradores, controlando los ca- la luz de las emociones de su tiempo. Así, no tiene nada de
minos e interceptando la correspondencia enemiga. Forma- particular que revistan la "aridez de los hechos" con los en-
ban un ejército invisible. La mayor parte del pueblo se vio en- cantos de la fábula contemporánea. El bandolerismo pre-
carnado en los guerrilleros como la manifestación patriótica suponía unos ideales consustanciales con una época y con
más valiosa de la lucha. Sus victorias enorgullecían a los su- unas creencias que inmediatamente van a exaltarse: la
yos. En múltiples aspectos, las actividades guerrilleras y de- afirmación individual frente a la opresión, la manifesta-
lictivas son coincidentes porque comparten estrategias y líne- ción de justicia natural frente a la práctica real y el ensal-
as de actuación: el asalto, la fuga en dispersión, el dominio zamiento heroico del humilde en la línea tópica del buen
del terreno, el acecho, etc., forman parte de los códigos con salvaje frente al producto de la civilización.
los que actúan ambos. Por eso, muchos guerrilleros tienen el Cierra esta revisión del bandolerismo el artículo firmado
oficio bien aprendido gracias a su pasado criminal. por Amalia Descalzo e Irene Seco, del Museo del Traje, que
El tercer artículo, que corre a cargo del profesor y acadé- ofrecen una interesante aportación sobre la vestimenta de es-
mico de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de tos personajes, que puede rastrearse en la reacción popular
Málaga, Francisco Luis Díaz Torrejón, intenta desvelar his- española del siglo XVIII contra las modas internacionales de
tóricamente el mito de los Niños de Écija. Mucho se ha es- tipo francés.
crito acerca de la composición cuantitativa de la banda, pero Respecto al bandolerismo aun queda mucho que in-
parece claro que el número cabalístico siete, que con tanta vestigar en la realidad histórica, exigiendo horas de ar-
popularidad ha prevalecido, carece de fundamento y que chivo en escudriñar datos reales, lejos de la leyenda y de
simplemente se trata de una invención literaria del novelis- la fantasía popular. ■
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Bandoleros,
héroes para el pueblo
El bandolerismo a través de sus personajes y acontecimientos
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esde la literatura de cordel del si- Lo esencial del de los casos las motivaciones eran ajenas a
glo XIX, el bandolero o bandido es bandolerismo como la carencia de pan y a la ausencia de un te-
el hombre que queda pregonado cho donde cobijarse.
agitación campesina o
en “bando”, distinguiéndose tres clases. La
primera clase, de guapos, eran aquellos que movimiento primitivo de REALIDAD Y FANTASÍA. En el siglo XIX, el
sólo hacían alarde de su valor temerario, de rebeldía, según bandolerismo parecía prosperar en Andalu-
un arrojo imprudente y de no respetar “ni a Hobsbawm, es que se trata cía en aquellos periodos que seguían a con-
Rey ni a Roque”. La segunda clase de hom- flictos de guerras o levantamientos como los
de campesinos fuera de la
bres temerarios o bandidos es la de los con- de 1812-1820, 1830-1840, 1869-1871 y 1875-
trabandistas, que se abstenían de matar y
ley, a los que el señorito y el 1876, fundamentalmente.
de robar si no eran impelidos por la necesi- Estado consideran La personalidad, el temperamento indi-
dad. La tercera clase la conformaban los la- criminales, pero que permanecen vidual, dentro de medios pobrísimos y car-
drones famosos y salteadores. gados de ideas fijas sobre el honor, la necesi-
dentro de la sociedad campesina.
De los elementos fijos que conforman es- dad de la venganza, el miedo a parecer pusi-
te bandolerismo romántico el económico es
Su gente los considera héroes, lánime y otros conceptos provocaron que
el fundamental. Es decir, el contraste entre vengadores, luchadores por la muchos jóvenes en el siglo XIX cometieran
la vida misérrima del pobre jornalero rural, justicia y a veces, incluso, líderes de delitos de sangre, quedaran fuera de la ley y
del mozo echado “pa lante” sin modo de vi- la liberación. En cualquier caso, se constituyesen en bandoleros. En unos ca-
vir y deseoso de lucir, y la riqueza acumula- sos, los jóvenes tuvieron éxito y dominio
como personas a las que hay que
da por el latifundista, el absentista, el enri- más o menos prolongado; en otros, sus ac-
quecido por la venta de terrenos públicos. admirar y apoyar. Tal vez el ciones, aunque fueran conocidas, no pasa-
Ello constituye un elemento de una fuerza jornalero que se hizo bandolero lo ron de ser fugaces. El bandolero se sabe fue-
expresiva incalculable. hiciera como reacción individual a ra de la ley, pero tiene conciencia lúcida y
El bandolero es un agente de personas serena de ello y de los medios que originaron
su propia condición desesperada,
particulares o de bandos y linajes encontra- y alimentaron su rebeldía. Estos rasgos tra-
dos, dispuestos a defraudar a los estados, sin pensar en la posibilidad de zan de la personalidad del bandolero una
un rebelde político, un protegido de caci- cambiar las estructuras de la imagen muy diferente de la del bandido. El
ques, liberal o carlista, según los casos. No sociedad. El anarquismo, en bandolero, en cuanto ladrón vulgar, no in-
está contra el capital y a veces está con él y teresa a nadie. Por el contrario, la actitud
cambio, esperaba lograr el reparto
contra el Estado. El bandolero no es el ídolo audaz, valerosa y desafiante contra los po-
de la sociedad, de una sociedad en conjun-
de la tierra y una condición derosos, trasciende sus propias limitacio-
to: es el ídolo de la plebe, de una plebe hu- humana más independiente y nes individuales.
millada, vejada que desea la venganza o digna para todos. Lo esencial del bandolerismo como agi-
la revancha. En realidad, las motiva- tación campesina o movimiento primitivo
ciones del bandolero eran de índole de rebeldía, según Hobsbawm, es que se
diversa. Una gran parte de estas razo- trata de campesinos fuera de la ley, a los que
nes se encuentran en la pura y simple el señorito y el Estado consideran crimina-
miseria material y espiritual de las les, pero que permanecen dentro de la socie-
masas. Sólo en un 20 ó un 30% dad campesina. Su gente los considera hé-
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Egoísta, hambriento
y resentido
■ “El bandolero es un egoísta, un
hambriento y un resentido; puede ser
un individuo acobardado y cruel o un
tipo bravo y desprendido, mas nunca
un sujeto al que pueda idealizarse, a
pesar de que su silueta haya
enriquecido todos los manuales y
antologías de leyendas, y a pesar de
que haya inspirado a muchos poetas.
El bandolero es un ser magullado y
antisocial; es un enfermo al que se ha
(o que se cree muy) humillado y
ofendido. Es el triste fruto de una
sociedad atrasada, una sociedad
injustamente estructurada. Es decir,
AH el bandolero es una víctima —tornada
agresora e inclemente—, mas nunca
OCT un héroe”.
2008 El bandolerismo en España, de Pastor
Petit.
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Caciquismo y
bandolerismo
■ “Son, pues, denominaciones que se
confunden en una misma
significación (el bandolerismo y el
caciquismo) porque, en el fondo, no
hallamos diferencia entre el bandolero
que opera en el campo y el caballero
bandido —valga la frase— que realiza
sus lucrativas operaciones en la
población. Y mientras el uno, colocado
fuera de la ley y en lucha franca con la
sociedad, arriesga o pierde la vida en
sus hazañas, vive el otro en el régimen
legal, y desempeñando cargos de
administración y de gobierno, despoja
y atropella impunemente, medrando,
de la estafa o del cohecho, amparado
por la inmunidad que le concede una
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política viciada y nefasta”.
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Caciques y ladrones, del comandante 2008
G. Casero.
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Geografía del bandolerismo en Andalucía.
Al Sur del Zugasti creyó imprescindible para una acción represiva eficaz,
Guadalquivir pasar por encima de los tribunales ordinarios y de sus cárceles.
■ “La tópica y legendaria aceptación Por eso recurrió a la llamada ley de fugas
de Sierra Morena como epicentro
del bandolerismo, tan arraigada en dismo adquiere en Andalucía caracteres tisfechos de capitalista. El bandolero es
el folclore y las tradiciones dramáticos. El poder establecido (terrate- algo más complejo.
populares sigue gozando de nientes todopoderosos), afirma Pastor Pe- En Andalucía se ve la atenuación del
aceptación. Pero cualquier intento tit, tenía cimientos graníticos: con ellos bandolerismo en el siglo XIX a medida que
de estudio de esta cuestión que militaba la cultura, el derecho, el Estado y se sale de las dos campiñas, la cordobesa y la
parta del análisis de hechos la religión. Cuatro factores demasiado al- sevillana, hacia las serranías subbéticas in-
verdaderamente relevantes, tales tos para tenerlos como enemigos. Cuatro termedias entre los antiguos reinos de Jaén
como el lugar de nacimiento de los resortes aliados que calificaron de “sub- y Granada, y hacia los macizos de la Penibé-
bandoleros, la ubicación de sus versión, criminalidad y locura” cualquier tica, donde el latifundio cede y se descom-
guaridas y lugares de residencia intento de ponerle remedio al hambre de pone ante condiciones geológicas y geográ-
más o menos permanentes, el una vasta región. ficas distintas.
itinerario de sus correrías Por el contrario, la relación de los Frente a la constitución social del lati-
habituales y, sobre todo, la bandoleros con los caciques de los pue- fundismo aparecen en la Andalucía del si-
localización de los hechos delictivos blos y con los políticos más representati- glo XIX las grandes masas de proletariado
más notables nos conduce vos de la región es muy ilustrativa. Mel- agrícola, casi totalmente desarraigadas,
inevitablemente a situar la acción gares pagaba a un político 2.500 pesetas desposeídas de tierra, padeciendo el ham-
bandolera al sur del curso del mensuales para que no le molestaran en bre y la injusticia que lanzan a la rebelión
Guadalquivir, en un área no sus robos, secuestros y asesinatos. Por su a las almas de cierto temple.
demasiado extensa y bastante bien parte, el comandante Casero, que estuvo Hay también en las causas del bando-
delimitada. Fuera de ella, se de guardia civil muchos años en Estepa, lerismo, según Bernaldo de Quirós, algo
produjeron, sin duda, acciones da un testimonio impresionante de có- que dependía de elementos extraños a la
bandoleras significativas, pero mo caciques, alcaldes, jueces municipa- constitución social: el factor étnico e his-
revisten un carácter esporádico”. les, serenos y guardas rurales cerraban tórico. La raza y la tradición que acaban
los ojos ante el fenómeno del bandoleris- de fijar en Andalucía el tipo de bandido
Historia de Andalucía, de Manuel mo. Ni el bandolero fue siempre un po- como una figura propia del país, seme-
Bernal. bre que se revelaba contra los ricos, ni jante a la del torero y a la del majo, como
era un hombre que tenía instintos insa- un elemento peculiar de su inconfundible
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Al servicio de la patria
La contribución de los bandoleros a la Guerra de la Independencia
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odas las comunidades agrarias, in- Uno de los tópicos más muchos patriotas, en su resistencia contra
dependientemente de su desarrollo frecuentes sobre el el francés, optaran espontáneamente por el
político y social, han sublimado en uso de un arma contra el que no pudieron
bandolerismo consiste en
diversos momentos históricos a los bandi- las tropas de ocupación: las guerrillas o par-
dos que luchan contra lo que consideran vincularlo a la problemática tidas. Al parecer fue el teniente general Gre-
una situación social y económica injusta. social de Andalucía, aunque gorio de la Cuesta el que aconsejó la disper-
Por tanto, se encuentran protegidos por la es bien sabido que este sión de los soldados españoles en pequeños
comunidad de donde proceden, aunque grupos para proseguir las hostilidades con-
fenómeno histórico se ha
marginados por ser autores de determina- tra el invasor francés; otros autores atribu-
das acciones delictivas, como Diego Co-
manifestado en toda su yen al general Pedro Caro y Sureda, marqués
rrientes o José María el Tempranillo. Bernal- complejidad, en situaciones de la Romana, la intervención armada en
do de Quirós, sin menospreciar la influen- sociales y áreas geográficas facciones.
cia de los elementos de carácter geográfico,
distintas. La ocupación de casi todo
económico o sociológico, insiste en que hay GUERRILLA CONTRA EL FRANCÉS. Era
que añadir, además, una serie de condicio-
el territorio andaluz por el ejército preciso utilizar una fórmula que entusias-
namientos étnicos y de leyes culturales que napoleónico condicionó que mara al pueblo para que se alistara, para
han favorecido el desarrollo del bandoleris- muchos patriotas, en su resistencia que preparara las defensas de los lugares
mo andaluz. contra el francés, optaran contra los franceses, por lo que en las procla-
INVASIÓN FRANCESA EN ANDALUCÍA. mas se hablaba de los reveses sufridos por
espontáneamente por el uso de un
Durante los años comprendidos entre 1806 y las tropas napoleónicas y apelaban a los
1809, años previos a la ocupación napoleó- arma contra el que no pudieron las hombres para que se alistaran y evitaran un
nica, ya estaba extendido el bandolerismo, tropas de ocupación: las guerrillas o mal mayor. La propaganda de la resistencia
como demuestra el informe de un juzgado partidas. En estos grupos disidentes tenía una retórica muy definida, ya emana-
antequerano que recibe los partes de bús- ra de personajes oficiales o de patriotas anó-
se integraron los insurrectos,
queda de 162 individuos, culpables o sospe- nimos, como párrocos, alcaldes, militares o
chosos de delitos mayores. De esta cifra, 55 aunque también los bandoleros o miembros del pueblo.
están acusados de asesinato, 25 de agresión contrabandistas. En estos grupos disidentes se integraron
con resultado de lesiones e incluso de muer- los insurrectos, aunque también los bandole-
te, 32 de robo con uso de fuerza y 15 son re- ros o contrabandistas. Precisamente, debido
queridos por fuga de presidio. Tras el desas- a las dificultades que estaban planteando los
tre de la Batalla de Ocaña y la consiguiente grupos de desertores del ejército español, la
invasión del ejército francés de José Bona- Junta Suprema Central Gubernativa desde su
parte en Andalucía, los bandoleros en- nueva sede en Sevilla adopta una serie de me-
contraron otra motivación para seguir didas, el 28 de diciembre de 1808, entre las
cometiendo toda clase de atropellos: que destaca el Reglamento de Partidas y Cua-
la patriótica. drillas. Por esta normativa, la Junta Suprema
Ciertamente, la ocupación de casi todo Central permite la integración de bandidos o
el territorio andaluz por el ejército delincuentes en las unidades guerrilleras y se
napoleónico condicionó que ofrecen indulgencias a cambio de su partici-
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arma.
En efecto, la insurrec-
ción de los pueblos era el principal objetivo u otra cara según el momento y las circuns-
de la resistencia tras la ocupación de aque- Indumentaria tancias. En efecto, en el movimiento insur-
llos y, ante la imposibilidad de lograrlo por gente abundan los personajes de doble faz
medio de las “armas regladas”, el único me-
del bandolero que, a modo de una especie híbrida de gue-
dio era aquel que proporcionaba la resisten- ■ “Que dichos hombres llevaban todos rrillero y malhechor, atienden con similar
cia. Los guerrilleros, llamados por los fran- pañuelos en la cabeza, unos blanco y empeño tanto a los intereses de la patria co-
ceses insurgentes, contrabandistas, bandi- otros de color; dos de ellos se mo a los suyos propios. Esta actitud equívo-
dos o brigantes, fueron los que a lo largo de mantuvieron montados y los otros tres ca genera conductas hostiles frente a la pre-
la guerra avivaron la resistencia contra el que se apearon, el uno llevaba calzones sencia francesa, a la par que acciones delic-
francés y sus colaboradores, controlando los y chupa de estesado, canana corrida, tivas contra el compatriota, lo que supone la
caminos e interceptando la corresponden- alto y bien parecido. El otro vestía de alternancia de gestos de reconocimiento o
cia enemiga. Formaban un ejército invisi- triple azul, moreno de color y mal de condena.
ble. La mayor parte del pueblo se vio encar- encarado; y el otro, vestido de paño
nado en los guerrilleros como la manifesta- negro, cuerpo mediano, algo moreno y INSURGENTES Y CRIMINALES. En múlti-
ción patriótica más valiosa de la lucha. Sus feo de cara y todos, con sus caballos ples aspectos las actividades guerrilleras y de-
victorias enorgullecían a los suyos. Durante siguieron el camino hacia Ronda”. lictivas son coincidentes, porque comparten
la contienda, si destacamos a algunos héro- Archivo Municipal de Málaga. estrategias y líneas de actuación: el asalto, la
es, éstos fueron los guerrilleros, los de nom- fuga en dispersión, el dominio del terreno o
bre conocido, desde Juan Martín el Empeci- el acecho, entre otras, que forman parte de
nado a Francisco Espoz y Mina, o cuantos, de moralidad y, entre ellos, se incluyen mu- los códigos con los que actúan ambos. Por
desde el anonimato, combatieron tenaz- chos individuos que bajo este nombre exhi- eso, muchos guerrilleros tienen el oficio bien
mente contra las tropas napoleónicas. ben actitudes muy próximas a la delincuen- aprendido gracias a su pasado criminal.
Insurgentes y criminales presentaban cia. Además, no siempre resulta fácil sepa- Las guerrillas viven sobre el terreno, por
una similar apariencia, sólo el sentido mo- rar en el guerrillero la condición de patriota lo que muchas poblaciones sufren la proxi-
ral les diferenciaba. En efecto, no todos los de la de delincuente, porque la mayoría de midad guerrillera como una plaga ya que
insurgentes obedecen a un mismo patrón ellos poseían esta dualidad y muestran una contemplan impotentes como saquean sus
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l final de la ocupación napoleónica El bandolerismo existente lenta y trabajosamente— la normalidad
pone al descubierto en Andalucía en Andalucía durante los política, social y económica.
los entresijos de una delincuencia
años posteriores a la Guerra
que había permanecido, durante más de DE LA GUERRA A LA PAZ. Sin embargo, la
treinta meses, oculta bajo una falsa apa- de la Independencia es, en inseguridad se convierte en uno de los gra-
riencia. No fueron pocas las agrupaciones gran medida, un mal ves asuntos de la posguerra, porque la delin-
delictivas que vivieron entonces agazapadas heredado de la propia cuencia repunta como resultado de la in-
tras la convulsa realidad bélica y actuaron adaptación de mucha gente de vida oscura
situación bélica y una
con total impunidad revestidas con la eti- —incluso guerrilleros— al tiempo de paz.
queta de guerrillas. La presencia de las tro-
consecuencia directa del Bien es cierto que esta eclosión de la crimi-
pas francesas no sólo habilitó al movimien- defecto de adaptación de nalidad se ve favorecida por los escasos ins-
to insurgente en la contienda, sino que, al muchos individuos —entre ellos trumentos de represión disponibles en An-
mismo tiempo, también levantó la veda a dalucía y, sobre todo, por el acusado déficit
oportunistas y falsos guerrilleros—
las correrías de muchas reuniones de mal- de fuerza armada presente en la región,
hechores que oportunamente se aprovecha-
al tiempo de paz. Algunos de los pues las unidades del ejército español están
ron del “río revuelto”. innumerables inadaptados a la concentradas en el norte de la Península,
El patriotismo brindó la coartada perfec- nueva realidad son quienes luego donde aún sostienen campañas bélicas con-
ta y, so pretexto de combatir al francés, la componen la tristemente célebre tra las tropas francesas. Este vacío represor
depredación estuvo a la orden del día. Los se traduce en un desequilibrio de las medi-
cuadrilla de los Niños de Écija,
pueblos y los campos andaluces permane- das de contención y, sin apenas vigilancia
cieron a merced de enjambres de delincuen- entidad que es paradigma de la ni control, prolifera el bandidaje en sus dis-
tes, titulados con el nombre de guerrilleros, delincuencia de la posguerra y, por tintas versiones. Los caminos y despoblados
que hallaron en el fragor de la guerra una es- diversas circunstancias, objeto de se pueblan de individuos que, operando en
pléndida ocasión de pillaje. solitario o en cuadrillas, hacen del robo y el
una admiración popular que crea el
Las tropas napoleónicas —acuciadas asesinato su modus vivendi.
por problemas estratégicos, logísticos y mito y la leyenda. Desde 1813 el bandolerismo es un fenó-
sobre todo de subsistencias— completan meno en ascenso y, desde entonces, ningu-
la evacuación de Andalucía en septiembre na comarca de Andalucía permanece ajena
de 1812 y con ellas se va también la panta- a esta plaga incontenible. Muchos nombres
lla tras la cual se habían ocultado tantos alargan la lista negra de la delincuencia an-
oportunistas. Ya no hay razón para que daluza durante los años posteriores a la ocu-
nadie siga tirado en los campos, ni siquie- pación napoleónica y, entre ellos, hay algu-
ra las guerrillas, pues el único argu- nos especialmente significativos por la pro-
mento que justificaba las embosca- yección de sus fechorías.
das y los asaltos era la ocupación del Aunque no se trata de elaborar un catálo-
territorio por los regimientos impe- go de los protagonistas del hampa de la épo-
riales. Ahora se han retirado y, sin ca, gozan de un destacado y merecido lugar
soldados franceses a la vista, tien- en dicha nómina: José de Gálvez, capitán de
de a imponerse —aunque una gavilla de once individuos que cometen
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AH
OCT
2008
21
otros títulos como la cuadrilla de los Ladro- Armas en mano, los bandidos intercep-
nes Ecijanos y la partida de Padilla. tan el paso de un convoy de varios carruajes
Mucho se ha escrito acerca de la compo- cuando transita por el camino real de Mar-
sición cuantitativa de la banda, pero pare- chena a Écija y con amenaza de muerte a sus
ce claro que el número cabalístico siete, conductores logran detenerlo, junto al sitio
que con tanta popularidad ha prevalecido, de la Tinajuela, a plena luz del día. Aunque
carece de fundamento y que simplemente son las tres de la tarde, los Niños proceden
se trata de una invención literaria del no- con la mayor tranquilidad y sin miedo a so-
velista decimonónico Manuel Fernández y bresaltos, favorecidos por la soledad que la
González. Hasta que este escritor no publi- canícula agosteña impone en los campos.
ca en 1863 un folletín titulado Los siete Ni- Aun así, el modus operandi evita la impru-
ños de Écija, nadie —salvo él y la poética po- dencia, porque carros y viajeros son aparta-
pular— había reparado en dicho número. dos del camino e introducidos en la espesu-
AH Encubridores La historiografía demuestra al respecto
otra cosa bien distinta, porque hay funda-
ra del olivar para ser desvalijados sin apretu-
ras. Toda la tarde invierten en el robo y tras
OCT y receptadores dos argumentos para constatar que mu- minucioso registro, los ladrones desapare-
2008 ■ “Seguramente la existencia delictiva chos individuos forman parte de la cuadri- cen en la oscuridad de la noche con un rico
de los Niños de Écija no habría sido tan lla durante sus cinco o seis años de existen- botín sobre el lomo de sus caballerías, con-
22 larga sin el concurso de una bien cia. Entre los bandoleros que coinciden o se sistente en seis cajones de tabaco habano,
organizada red de personas que le suceden en el seno de esta agrupación cri- tres fardos de lienzo y una considerable can-
brinda, desde la clandestinidad, apoyo minal se cuentan: Antonio Padilla; Pablo tidad de valiosas alhajas.
y protección. La pervivencia de la Aroca, alias Ojitos; Diego Meléndez; Juan Hechos semejantes calan hondo en la
cuadrilla está condicionada por el Antonio Gutiérrez, el Cojo; Francisco Nare- sociedad de la baja Andalucía y lo hacen
amparo de una serie de actores jo, Becerra; José Martínez, el Portugués; con tal fuerza que el pueblo —sobre todo,
secundarios que actúan como Antonio de la Grama, el Fraile; Juan Alaya; el pueblo llano— responde engrandecien-
encubridores de sus fechorías y, sobre Sebastián Martín, el Hornerillo; Salvador do la imagen de estos bandoleros y ele-
todo, como receptadores de los efectos de la Fuente, Minos; Antonio Quirós, el Cu- vando a la categoría de hazañas sus si-
robados, porque la vida fugitiva rita; Alonso José Rojo, y otro apodado el niestras fechorías.
impide a los bandidos cargar de Granadino, cuyo nombre es Manuel Rema-
continuo con presas y botines. Entre cho —según un reciente hallazgo en los ENTRE EL MITO Y LA REALIDAD. Los mi-
dichos receptadores sobresale Martín fondos de la Real Chancillería de Granada— tos venerados por el pueblo durante la Gue-
Galván, rico hacendado de Osuna y y no el que erróneamente le han adjudicado rra de la Independencia desaparecen o se de-
propietario del Cortijo del Villar, en otros historiadores. valúan tras la evacuación napoleónica y en
cuyas estancias se ocultan y depositan Salta a la vista que la composición numé- el vacío de la posguerra surge, como efecto
los productos de los sustanciosos robos rica de la cuadrilla supera con creces los sie- reactivo, la necesidad de inventar nuevos
con no poca frecuencia”. te elementos y, por tanto, resulta lógico que héroes. La épica guerrillera que tanta ima-
Archivo Municipal de Osuna. en una participación tan amplia no haya ginación despertara entonces había desapa-
homogeneidad en cuanto a la naturaleza de recido y en su lugar amenaza el silencio. La
los bandidos que la integran. Pese a opinio- atención popular no puede prescindir de
La creación de dicha cuadrilla no está nes gratuitas, queda demostrado que los Ni-
definida cronológicamente y no lo está por- ños proceden y son originarios de distintos
que acaso su génesis nunca llegó a tener pueblos y ciudades. Esta realidad irrefuta- Más información
una fecha concreta, dado que el grupo —o, ble da pie a Manuel Ostos —cronista oficial
al menos, su columna vertebral— ya existía de la ciudad astigitana a principios del siglo ■ Bernaldo de Quirós, C. y Ardila, L.
como entidad guerrillera durante la ocupa- XX— para acuñar la célebre frase: “¡Ni eran El bandolerismo andaluz
ción napoleónica. Firmes indicios señalan siete, ni eran de Écija!” Ediciones Turner. Madrid, 1978.
los antecedentes guerrilleros de muchos de ■ Caballero, J.
sus miembros más carismáticos y aunque COMIENZAN SUS FECHORÍAS. El primer Los Siete Niños de Écija.
se desconoce el momento de la metamorfo- golpe, sumarialmente documentado, de los Ameller. Barcelona, 1930
sis de insurgentes en bandidos, la muta- Niños de Écija acontece el 20 de agosto de ■ Díaz Torrejón, F. L.
ción debe coincidir en el tiempo con la 1814 y su repercusión es tanta entre las gen- Guerrilla, contraguerrilla y delincuencia en la
retirada de las tropas francesas de An- tes de la campiña que, desde entonces, la fa- Andalucía napoleónica. (3 volúmenes).
dalucía. No obstante, las huellas de- ma de la partida se dispara hasta alcanzar Castillo Anzur. Lucena, 2004-2005.
lictivas de esta agrupación bandole- poco tiempo después el grado de mito. Tra- ■ Hernandez Girbal, F.
ra comienzan a vislumbrarse con cier- tándose de consumados caballistas, no sor- Bandidos célebres españoles.
ta nitidez en los años 1813 y 1814, prende que la sonada acción consista en el Lira. Madrid, 1968.
aunque entonces actúa bajo asalto a un objetivo móvil.
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iconos objetos de idolatría como tótemes sa- Nada detiene a esta asociación bandole-
grados y seguramente esa inercia, proyecta- ra en sus pretensiones delictivas y los te-
da en los años inmediatos a la guerra, favo- rratenientes de los pueblos de la Andalucía
rece la mitificación de los Niños de Écija. llana —en connivencia con los respectivos
El primer signo de mitificación se advier- ayuntamientos— toman medidas para sal-
te en el título de la cuadrilla, pues la expre- vaguardar sus intereses del implacable la-
sión Niños —tan propia entre las gentes de trocinio de que son objeto. Tal es el caso de
la baja Andalucía— no sólo denota juven- los ricos hacendados de la villa de Osuna,
tud, sino que además tiene un significado que costean una ronda a caballo —a modo
de proximidad e incluso de afecto. Parte de de policía rural— para extremar la vigilan-
la sociedad andaluza ve a estos bandoleros cia sobre los cortijos del término, consti-
con ojos de admiración, sin atender al ca- tuida sobre la base de una antigua guerri-
rácter delictivo que los define. Verdadera- lla titulada Partida de los Guerras y com-
mente no se sabe por qué extraña razón el
pueblo tamiza la conducta criminal de la
puesta también por hombres de más que
dudosa reputación.
El último asalto AH
banda, filtra los gestos sanguinarios y vio- ■ “La última acción documentada que
OCT
lentos hasta olvidarlos, e idealiza sus corre- NO PUEDEN CON ELLOS. Aún amplifica el la cuadrilla de los Niños de Écija 2008
rías como si de auténticas proezas se trata- acomete antes de su extinción tiene
ra. Claro está que esa idealización no es
mito de los Niños de Écija entre las gentes
del campo ciertas concesiones otorgadas por lugar en la Venta de la Romera,
23
compartida por quienes han sufrido los la Capitanía General de Andalucía ante la situada en el camino de Osuna a
efectos de los abusos y desmanes de la cua- impotencia para darles caza. La más signifi- Marchena, durante la mañana de
drilla, porque las víctimas nunca son admi- cativa de todas ellas es acceder a una entre- cierto día de abril del año 1817. Los
radoras de sus verdugos. vista secreta con los bandoleros para nego- bandidos han detenido en las mismas
También contribuye a la mitificación ciar su rendición y así acallar las protestas de puertas de la venta a un carruaje
de los Niños de Écija la ineficacia de los ór- poderosos sectores sociales que abruman al donde viajan una rica viuda y su hija,
ganos represores, puesto que ello propicia Gobierno. Con la mediación de un noble eci- y se hallan en plena faena del robo
que el grupo aparezca ante la vista de to- jano y el concurso de un guía de confianza, el cuando son sorprendidos por seis
dos como una entidad invencible y, sobre encuentro entre el teniente coronel Diego de cosarios armados de Antequera que
todo, indestructible. No son pocos cuan- Reyes —comisionado por la superioridad mi- transitan con sus galeras. De
tos miran con complacencia la conducta litar— y los Niños se verifica en cierto paraje inmediato se rompe un intenso
de la cuadrilla e internamente aplauden inmediato al arroyo de Alcorín, situado a le- tiroteo, que no cesa hasta que al cabo
sus excesos, porque ven en ellos un gesto gua y media de Écija por el camino viejo de de un buen rato los Niños
de desafío al poder establecido y adivinan Gibraltar. Aunque nada se saca en claro, la —parapetados tras los muros de la
en tal proceder un trasfondo de rebeldía. insuficiencia de los mecanismos represivos venta— deciden retirarse a galope
La clase baja, desvalida en su miseria, per- queda otra vez en evidencia porque no se es- tendido”.
sonifica en los Niños el azote de la oligar- grime más armas para vencer a la partida Archivo de la Real Chancillería de
quía y de los grandes propietarios de la que el ofrecimiento de un indulto. Granada.
campiña andaluza, cuya preponderancia Después de más de un quinquenio de
económica es ilimitada. impunes fechorías, la cuadrilla de los Ni-
ños de Écija —debilitada por la vida proscri- que el mito se agiganta paulatinamente
ta y fugitiva— entra en una fase decadente hasta alcanzar el calibre de auténtica leyen-
y emprende un declive que remata en su da. El pueblo parece no resignarse al triste
ocaso definitivo. Estrategias mal concebi- final de la cuadrilla y en el afán de mante-
das y planificaciones precipitadas determi- nerla viva, funde realidad y fantasía para
nan que, durante los años 1817 y 1818, los perpetuar su memoria. Este sentimiento
Niños vayan cayendo uno a uno bajo los fu- popular es tan fuerte que posteriores malhe-
siles militares o sobre los patíbulos: José chores, aprovechándose de la fama legen-
Martínez, el Portugués, muere en una re- daria de los Niños, tratan de resucitarlos,
friega con efectivos del Regimiento Farne- como ocurre en 1825 con cierta partida capi-
sio cerca de Santaella; Ojitos perece en si- taneada por un tal Francisco Torralbo que
milar circunstancia junto a Posadas; Alon- adopta el título de la segunda cuadrilla de
so José Rojo y los apodados El Hornerillo, El los Niños de Écija.
Cojo y Minos expiran a manos del verdugo Generalmente, la mitificación desvirtúa
Andrés Cabezas en el cadalso de la sevillana la historia y en este caso los verdaderos Ni-
Plaza de San Francisco; etc. ños de Écija, por tantos hechos execrables,
La desaparición de los Niños de Écija no merecen como pocos un sitio destacado en
supone el olvido, sino todo lo contrario, por- el olimpo de la delincuencia campante. ■
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Las invenciones de
los románticos
Imaginación y fabulaciones en la recreación de la figura del bandolero
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LEYENDA E HISTORIA
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l Romanticismo, si por algo se ca- La historia del narraciones. Pues, como por entonces se-
2008 racteriza, es por su inclinación a ñalará algunos de ellos, aún no se había fi-
bandolerismo andaluz, a
mezclar lo real con lo imaginativo y
24 lo histórico, propiamente dicho, con lo le-
caballo entre la realidad y la
jado "en nuestro idioma el modo de expre-
sar ciertas ideas que gozan en el día de sin-
gendario. De esta forma, no puede extrañar ficción, se inventó en la gular aplauso".
que un historiador tan influyente en la In- época romántica. Entonces, Desde luego quien, en realidad, no ha-
glaterra romántica como Macaulay expresa- forzoso es decirlo, no existía bía "fijado" en nuestro idioma el modo de
ra taxativamente que "la historia comienza explicar tales ideas era la literatura culta
una conciencia clara de las
por la novela". De la misma manera que su porque la popular, normalmente despre-
contemporáneo Carlyle afirmaba, igual-
diferencias existentes entre ciada por aquélla, la tenía más que asumi-
mente, que "la historia, después de todo, es historia, literatura, poesía o da. De ahí el interés de autores románticos
la verdadera poesía". De aquí, por consi- leyenda. De aquí que, en como Blanco White o su amigo José Joaquín
guiente, el atractivo de determinados te- de Mora —autor de la primera versión espa-
numerosas ocasiones, hasta los
mas, al igual que determinadas regiones — ñola de las novelas de Scott en la temprana
especialmente "románticas" por naturale-
propios historiadores profesionales fecha de 1825— por impulsar este tipo de
za, como es el caso de Andalucía— para con- incurran a menudo en el cultivo de obras que, "además de deleitar la imagina-
vertirse en objeto preferencial de viajeros una historia totalmente ción, como hacen todas las ficciones litera-
curiosos que, en un momento determina- imaginativa, que tanto o más rias, produce una utilidad real, cual es la de
do, serán los más conspicuos divulgadores facilitar la inteligencia de la historia, fami-
depende de la ficción que de la
de una realidad que tendrá mucho de inven- liarizándonos con las ideas dominantes".
ción. Y que con el tiempo, fuera de nuestras realidad.
fronteras, se ha convertido en un tópico im- FABULACIÓN E INVENTIVA. Con el tema
borrable de nuestra historia. del bandolerismo, la nueva época descubre
Pero la invención del bandolerismo —un que la fábula, en efecto, "puede hacer inte-
tema tan apropiado como pocos para atraer resante" la verdad. Y tanto la historia como
la curiosidad de los románticos en toda Eu- la realidad de la romántica España —y parti-
ropa— no fue, contra lo que puede creerse, cularmente de la región andaluza— se con-
cosa de los extranjeros únicamente. Su in- vertirán en una cantera inagotable de argu-
vención correspondió a los propios natura- mentos de todo tipo para la "amable sonrisa
les que, por vías de la "invención" y de la de la fábula".
imaginación, la crearon y la mantuvieron En las crónicas, en los romances, en la
viva casi hasta nuestros días. De tal mane- memoria flaca pero lujuriante de los hom-
ra que los extranjeros no fueron sino sus di- bres de la calle, se movían héroes y santos de
vulgadores fuera de nuestras fronteras. Lo una manera tan viva y natural que sólo ha-
mismo que la literatura española culta de la cía falta revestir la aridez de los hechos con
época que, al fin y al cabo, no hizo otra el "encanto de las invenciones" para hacer
cosa que dar forma literaria a los te- más interesante la verdad. En ello consiste
mas más populares. Aunque habrá la nueva moda de los escritores de historias,
escritores españoles que buscarán en que se acepta como una conquista libre de
los "inventores" extranjeros los mol- los nuevos tiempos. Pues hasta el mismo
des histórico-literarios para, con- Quintana siente cómo hasta entonces la
forme a ellos, exponer sus tradición literaria había sacrificado usual-
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mente "las galas de la ficción a la calidad de terés de la fabulación se proyecta sobre la his- paña faltaba una novelística histórica com-
los verídicos". toria reciente. Y a pesar del interés por otras parable a la europea. Pues "únicamente en
El Romanticismo fabricará, por consi- épocas pasadas, y particularmente la historia España —escribía en el prólogo a su Doña Isa-
guiente, su fábula a partir tanto de la histo- medieval, los nuevos fabuladores se interesa- bel de Solís—, no se notan conatos y esfuerzos
ria más o menos lejana como de la propia re- rán de forma muy particular por lo contempo- para cultivar este ramo de las letras huma-
alidad. Y, para ello, un requisito fundamen- ráneo que, muchas veces, recrearán con re- nas, que aun cuando no puede llamarse pere-
tal del nuevo estilo es el "color local" que ha- buscado "color local", particularmente me- grino y desconocido a nuestros padres, ha to-
ce más verídico el relato, e incluso más "in- dieval. De ahí parte el interés especial, por mado recientemente una nueva forma, aco-
teresante". ejemplo, por países exóticos con fuertes resa- modada al gusto y adición de este siglo..."
En su pretensión, sin embargo, podría bios antiguos y moriscos. Lo que hace que la Pero no habrá de transcurrir mucho
decirse que, en realidad, el Romanticismo nueva preocupación termine por primar la tiempo cuando, precisamente, la "nueva
no presenta ninguna innovación en este contemplación costumbrista de lo presente y forma" se adapte al gusto y afición del siglo.
terreno porque la pervivencia de las viejas singular, en trance de desaparecer, sobre la Y la novela se apodere, por ejemplo, del te-
leyendas siguió siendo una realidad; de la significación histórica. De tal manera que al ma del bandolerismo. Tal es el caso por
misma manera que éstas siguieron estan- final su atracción recala exclusivamente en el ejemplo de don Manuel Fernández y Gonzá-
do en la base de su inspiración. Aun cuan- pintoresquismo y en el tipismo. lez (Sevilla 1821-Madrid 1888), que convirtió
do lo "circunstancial" (lo escenográfico, el Así se comprende que el interés demostra- la novela de bandoleros en un género propio
sentimiento del paisaje, la percepción de do por los graves acontecimientos históricos de extraordinario éxito. Con la particulari-
la naturaleza en libertad o la nueva inven- ocurridos en España a principios del siglo XIX dad de que gracias a su prodigiosa fabula-
ción) adquiera un carácter nuevo que está —que atrajo la mirada de propios y extra- ción dio a conocer aspectos de la realidad
plenamente presente en la nueva forma de ños—, derivara hacia temas más ligeros y que no se habrían conservado sin sus nove-
fabular. emotivos. En 1837, un literato español tan las. Y, en el fondo, a su "novelización", que
Por vez primera además —y éste es otro ele- adentrado en las cosas de Europa como Mar- tanto seguía teniendo de romántica des-
mento característico de lo romántico— el in- tínez de la Rosa, notaba cómo todavía en Es- pués de haber pasado ya la hora de este esti-
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2008 lo propiamente, se debió que perviviera en
la memoria de sus lectores, que han llegado
26 hasta nosotros, nombres y episodios de
aquellos héroes del pueblo.
Porque la novela folletinesca publicada
en la prensa en la segunda mitad del siglo
XIX, por ejemplo, será principalmente el
texto en el que preferentemente se ofrecen
las lecturas de bandoleros de que siempre
gustó el público popular.
EL INTERÉS DEL PUEBLO. No puede dis- La Alhambra desde San Nicolás. Richard Ford.
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son los documentos históricos que han lle- 2008
gado a nosotros del personaje (partida de
nacimiento, partida de defunción, Real Or-
27
den de 11 de marzo de 1832, testimonio dis-
cutible de Juan Caballero y de los extranje-
ros, junto con el sumario de 1832 instruido
contra José María por heridas producidas a
Juan Calero). Y lo mismo que ocurre con el
Tempranillo —cuyas hazañas traspasaron
nuestras fronteras con una popularidad ra-
yana en propaganda que aún hoy impresio-
na— podríamos decir del resto de nuestros
bandoleros más famosos, que escasísima
huella han dejado en nuestros archivos his-
canto de tales invenciones: las maldicio- contestaba, a su vez, la autora señalando tóricos. Y a juzgar por el estado actual de las
nes del pueblo horrorizado finalmente por que la novela que había escrito era "la cróni- investigaciones en curso no parece tampoco
la captura del bandido, la indignación an- ca popular y verbal que guarda el pueblo en que vayan a desvelarse grandes novedades
te el "infame" traidor causante del apresa- el archivo de su corazón". que cambien sustancialmente la fábula.
miento, la emoción de las gentes de Sevilla En vano buscarán los historiadores ac-
en la plaza de San Francisco dispuestas "no tuales y futuros del bandolerismo andaluz DE LA REALIDAD DEL BANDOLERISMO
a ver morir a un hombre, sino a ver matar a datos fehacientes sobre aspectos concretos, AL MITO. El bandolerismo ha sido en Anda-
su hermano". e históricos, de la vida de los héroes del pue- lucía —una tierra desde luego como pocas,
La emoción de la fábula, de la que la au- blo idealizados durante el Romanticismo. que cuenta con dos mil años de historia de
tora era perfectamente consciente, debía En el caso, por ejemplo, de José María el bandoleros— una realidad desde los tiempos
dejar sobrecogido el ánimo del lector. Y, en Tempranillo, con mucho el más importante más antiguos. Está perfectamente docu-
este caso, cuando acababa de publicarse la de los bandoleros de Andalucía, poco es lo mentado ya en época romana. El propio Vir-
novela, y el género estaba en auge, el perió- que sabemos a ciencia cierta, y de forma do- gilio en las Geórgicas alude a la costumbre lu-
dico de Madrid La España, el 14 de noviem- cumentada, sobre sus años infantiles, el sitana de robar ganados. Y las fuentes coin-
bre de 1856, publicaba dos cartas con motivo motivo verdadero de hacerse bandolero, sus ciden en afirmar que es también una cos-
de la reciente publicación de La familia de Al- actuaciones concretas y sus relaciones con tumbre "muy propia" de iberos y lusitanos
vareda. Y en ella el intendente de palacio, sus compañeros. A excepción de su naci- formar "bandas considerables" para robar y
Monsieur de Latour, por encargo del duque miento en Jauja en 1805 y de su muerte en acumular riqueza. Y que, para ello, se refu-
de Montpensier —de quien decía que había Alameda en septiembre de 1833, con el epi- giaban en las asperezas de las montañas, por
"llevado en ancas" la propia novela— reco- sodio, no resuelto ni aclarado del todo del ser impracticables para ejércitos grandes. El
nocía el acierto de la descripción. A lo que indulto real, poco es lo que se sabe docu- caso de Viriato es el más conocido. Y la fama
mentalmente de nuestro del personaje, transmitida generación tras
personaje. generación, ha llegado a nosotros como un
El Romanticismo fabrica su fábula Con la excepción de la li- símbolo de Romanticismo eterno. El halo de
teratura popular y de los via- popularidad y de heroísmo que siempre ha
tomando como base tanto la historia más jeros extranjeros, junto con despertado, es comparable al de Diego Co-
o menos lejana como la realidad la tradición oral, contados rrientes o José María el Tempranillo.
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LEYENDA E HISTORIA
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l bandolero típico, objeto por anto- Los bandoleros, y en con el cante, el baile y el mundo de los toros.
nomasia de elaboración románti- especial los bandoleros Su traje se componía también de tres piezas,
OCT ca, no se dedicaba a la actividad pero era muy distinto del francés. En lugar
2008 andaluces, mantuvieron
que le era propia vestido de cualquier ma- de la casaca, adoptaron la jaqueta; en vez de
nera. Su imaginario lo presentaba, por lo hasta el siglo XX una
30 general, con una ropa muy determinada, vestimenta de raíces muy
la chupa prefirieron el chaleco, y en lugar de
la peluca prefirieron mostrar su propio pelo,
concretamente con una versión bastante antiguas, cuyo origen recogido con una cofia. El calzón siguió sien-
elaborada de la indumentaria que podría- do el mismo, pero adornado con faja que, al-
puede rastrearse en la
mos calificar como de “estilo tradicional”. rededor de la cintura, daba varias vueltas.
Este tipo de vestimenta fue característica
reacción popular española Además, las prendas subrayaban su singula-
del prototipo del bandolero desde momen- del siglo XVIII contra las ridad con cintas, bordados o aplicaciones de
tos muy tempranos. modas internacionales de tipo tela combinadas armónicamente. Como
Siguiendo el esquema general de la vesti- consecuencia directa de la invasión napoleó-
francés. Entre las prendas más
menta popular masculina, el bandolero ar- nica, esta reacción casticista se prolongará
quetípico llevaba calzón, prenda diecio-
características y decoradas de su ampliamente en el siglo XIX. En palabras de
chesca que perduró en el ámbito tradicional traje se encuentran las chaquetillas Richard Ford, “los españoles de todas las cla-
hasta el siglo XX. Llevaba también camisa, conocidas como marselleses. El ses sociales, al trasponer las puertas de la
chaleco, sombrero, pañuelo, faja y chaque- Museo del Traje – Centro de ciudad, se visten como la gente del campo.
ta corta. Esta chaquetilla era la parte más Huyen deliberadamente de los trajes y cos-
Investigación del Patrimonio
ornamentada y característica de la indu- tumbres de población, que sólo sirve para
mentaria bandoleril. A mediados del siglo Etnológico (CIPE) alberga una llamar la atención y exponerlos al ridículo o
XIX se incorporó a la iconografía del bando- magnífica colección de este tipo de a las groserías de los campesinos, arrieros y
lero, y de algunos otros tipos populares, un piezas, confeccionadas en los demás gente que son dueños de los caminos,
modelo concreto de chaqueta que tuvo gran odian las novedades y se atienen a las mane-
ambientes rurales de Andalucía a
éxito: el marsellés. ras y modas de sus abuelos” .
Para entender el nacimiento de esta ori- finales del siglo XIX, cuando ya en
ginal prenda debemos remontarnos hasta las ciudades hacía mucho tiempo CHAQUETILLA PARA LOS BANDOLEROS.
mediados del siglo XVIII. La moda masculi- que se había abandonado esta La jaqueta o chaqueta, prenda corta que ves-
na del momento establecía como vestido bá- tía el busto, se convirtió en la pieza preferi-
manera de vestir.
sico el compuesto por casaca, chupa y cal- da del atuendo masculino “popular” del si-
zón, tres prendas que desde su adopción por glo XVIII, en oposición a la casaca cortesana
Luis XIV alrededor de 1670 como atuendo ci- de largos faldones. Y es precisamente una
vil, se habían establecido en todas las cortes variante de esta chaqueta la que conocemos
europeas. Precisamente entonces, las clases con el nombre de “marsellés” y la que tan
populares, especialmente en Madrid, ma- gustosamente adoptarían luego los bando-
nifestaron su total rechazo a estas modas leros. Se trata de una prenda que llega hasta
extranjeras de raíz francesa, adoptando un la cintura, recta, con cuello de tirilla y man-
atuendo en el que quedaba expresado su ga larga. Su identidad, como ya apunta-
sentir más castizo y profundamente mos, viene marcada por una decoración de
español. La primera reacción partió extraordinaria riqueza cromática, que se
del grupo social de los “majos”. dispone en las mangas, las esquinas infe-
Para 1750 el fenómeno del majismo riores de las tapas y la espalda, y se comple-
estaba ya perfectamente definido, y menta con vistosos caireles que cuelgan de
su estilo de vestir sintonizaba los delanteros.
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La formación
del “traje nacional”
■ Como señala Antonio Reina
Palazón, en su estudio sobre la
pintura costumbrista sevillana,
durante la segunda mitad del siglo
XIX se produjo la creación romántica
del modelo de indumentaria
tradicional seguido por el bandolero,
idea en la que no faltó la aportación
de viajeros foráneos: “El traje
popular se consideraba por el
costumbrista o viajero romántico
extranjero como pieza arqueológica
presente […], se veía en él la creación
de una colectividad. Expresa por
tanto la singularidad de unos
AH habitantes e imprime todo un
carácter específico y nacional a quien
OCT lo usa. Su abandono suponía […]
2008 pérdida de identidad, de todo un
Richard Ford y
el traje del bandolero
■ El famoso viajero inglés del siglo XIX
describe así la vestimenta de un
mayoral: “Su traje es muy típico y está
basado en el andaluz, que es el que
impone la moda en la península en
todo lo que se refiere a los toros,
caballos, bandoleros,
contrabandistas, etc. Lleva en la
cabeza un pañuelo de colores vivos
[…], un sombrero de ala ancha, […],
chaqueta de piel negra con herretes de
plata y botones de filigrana, o de paño
pardo, con la espalda, las mangas y en
particular los codos, ribeteados y
adornados con flores y jarrones de
paño de oro color, recortado y con
muchos bordados… Y asevera en otro
AH
pasaje: Los ladrones españoles van
OCT
armados por los general con un 2008
trabuco que cuelga del arzón de la silla
[...] el traje que usan la mayoría de
33
ellos es muy rico y de lo más fantástico
que pueda imaginarse; por la
indumentaria son la envidia y el
modelo de las clases bajas, que van
ataviadas a la moda de los
Museo del Traje-CIPE
Arqueoastronomía en el
Carambolo
Una nueva explicación para el mito del dios que muere y resucita
L
os recientes trabajos arqueológicos LAS ÚLTIMAS EXCAVACIONES naneas, que mostraron preferencia por Baal
realizados en el cabezo del Carambo- frente al cariño popular por Astarté.
lo han sacado a la luz un edificio
PROPORCIONAN LAS CLAVES La construcción del primer templo tuvo
construido a finales del siglo IX a.C. como PARA EXPLICAR EL ORIGEN en cuenta la existencia delante del edificio
una humilde estructura rectangular con eje DEL MITO DE LA MUERTE Y de una pequeña elevación del terreno que
longitudinal este-oeste subdividida en tres superaba en dos o tres metros la altura de la
espacios: un patio y dos estancias cubiertas
LA RESURRECCIÓN DE BAAL, explanada delantera. Hoy, este resalte se ha
al fondo de éste. El acceso al conjunto, en la SEÑOR DE LOS CANANEOS perdido a causa de las remociones posterio-
fachada oriental, era una pequeña rampa res a la construcción del primer templo, pe-
para subir hasta el umbral desde el exterior y ro ha podido detectarse bien a través de es-
dos escalones para bajar al interior. Los tres tudios geológicos. De esta manera, quienes
peldaños resultantes se pavimentaron con localizado su base de adobes. Pero la capilla contemplaran en su día la salida del Sol du-
conchas marinas. Cada habitación tenía mejor conservada, la consagrada a rante el solsticio de verano observarían una
puerta independiente al patio. Aunque la si- Baal/Melqart, se localizó en el sur del tem- imagen muy parecida a la que en el mundo
tuada al norte apareció muy destruida, la plo. También aquí había bancos adosados a fenicio representó al disco solar sobre Sapa-
sur albergaba un altar circular de barro con las paredes para los fieles, en este caso pin- nu, la montaña sagrada. Por eso se orienta-
forma parecida al del santuario extremeño tados con un ajedrezado rojo y negro. En el ron hacia el mismo horizonte astronómico
de Cancho Roano. En el siglo VIII a.C. este centro de esta cella se dispuso un altar en tanto el santuario primitivo como la capilla
pequeño templo se convierte en patio cen- forma de piel de toro excavado en el propio sur que se añade posteriormente y el altar
tral trasero de un enorme complejo ceremo- pavimento de arcilla. Pintado por completo en forma de piel de toro ubicado en ella. Es-
nial de planta trapezoidal. En esta otra eta- de rojo, conservaba en su centro la especta- ta característica no la respetan en cambio
pa se diseña un gran espacio abierto de en- cular huella del hogar, que trascendía los lí- las humildes construcciones que ocupan la
trada y un conjunto de estancias rectangula- mites del ara. Dicho altar se asemeja a la ladera norte del cerro, que parecen simples
res al fondo que se articulan en torno al patio forma de los frontiles del tesoro del Caram- viviendas.
central que antes fuera primer santuario. bolo, piezas doradas que lucían en su testuz La disposición helioscópica de tales es-
Separando estos dos ámbitos —gran expla- los toros que iban a ser sacrificados para los tructuras tuvo como primera meta, entre
nada de acceso y salas del fondo— se extien- dioses. otros aspectos rituales, fijar las jornadas
de un nártex que con el tiempo acabaría pa- Desde su fundación, la orientación de la exactas en que debían celebrarse las fiestas
vimentado también con conchas marinas. puerta del templo hacia el orto solar del sols- del ciclo vital de Baal. La muerte y resurrec-
Al norte del pequeño patio del fondo se ticio de verano, así como la posible identifi- ción del dios y el ritual correspondiente a di-
ubicó una capilla con gradas pintadas en ro- cación entre la divinidad masculina y el Sol, cha celebración litúrgica se conmemoraban
jo y blanco destinada al culto de Astarté. Re- sugieren una mayor importancia del dios en los días del solsticio de verano, en coinci-
basado el centro de esta habitación, existió frente a la diosa. Este hecho puede ser un le- dencia simbólica entre la consumición del
en su día un posible altar del que solo se ha gado de viejas tradiciones sacerdotales ca- dios por el fuego del altar y el comienzo de
AH
OCT
2008
35
Altar en forma de piel de toro que ocupa el centro de la capilla de Baal, similar a los frontiles del tesoro del Carambolo.
las ardientes temperaturas estivales. De es- EL RESUCITADOR DE LA la vida cotidiana. Entre los cananeos, la agricul-
ta forma, la percepción correcta de cuándo tura y la navegación eran dos actividades vincula-
ocurría dicha posición astral regulaba el ca-
DIVINIDAD PUDO LUCIR das a una determinación relativamente precisa
lendario al marcar con precisión el principio ALGUNA DE LAS JOYAS de la sucesión de las estaciones. En su acepción de
del verano. El control del tiempo cronológi- HALLADAS EN EL TESORO Baal Cronos, este cometido estuvo confiado al
co era, de hecho, un atributo de Baal, asimi- dios masculino; razón por la cual una de las mi-
lado a Cronos-Saturno. A tal advocación los
DEL CARAMBOLO COMO LOS siones de los sacerdotes gaditanos fue entender
fenicios de Tartessos otorgaron singular im- BRAZALETES Y EL COLLAR de las posiciones y movimientos del Sol y de algu-
portancia al dedicarle un templo en Cádiz. nas constelaciones según nos transmitió el geó-
Los solsticios son en principio las posicio- grafo de época romana Estrabón.
nes solares más fáciles de fijar en tanto que La orientación de las puertas del templo
corresponden a paradas aparentes de la de- utilidad en la práctica astronómica no fuera del Carambolo privilegia el este sobre el
clinación helíaca sobre el horizonte, donde del todo eficiente, durante su vida como ele- oeste, con lo que podemos sostener que la
existen posibilidades de georreferenciación mento litúrgico garantizaron al menos de fiesta principal se refería al orto del 21 ó 22
de los ortos y de los ocasos. Por el contrario, forma simbólica la planificación cronológica de junio, y no a las otras tres posiciones
los equinoccios son entelequias matemáti- del año y la identificación de otros cuerpos solsticiales sobre el horizonte. Las razones
cas equivalentes a la ausencia de declinación celestes importantes. que explican tal elección están ligadas a los
solar, es decir, ä=0º, sólo deducibles por tan- mitos orientales que dotaron a las divini-
to mediante la segmentación bipartita de to- UNA TEOLOGÍA SOLAR. Los altares en forma dades de caracteres antropomorfos, con
do el recorrido solar por el horizonte del ama- de piel de toro constituyen uno de los muchos ele- una existencia por tanto similar a la de
necer o del anochecer. En el caso de los alta- mentos llegados hasta Occidente de manos de la cualquier humano. Concentrada esa vida
res de barro hispanos en forma de piel de to- diáspora fenicia, quizás como parte de una tradi- en la liturgia anual, un mínimo conoci-
ro, su carácter inmueble garantizaba sin du- ción religiosa común a Siria y a Chipre. Como miento del peregrinar del Sol por el hori-
da su correcta orientación ritual y, por tanto, otros credos orientales, la religión fenicia prestó zonte en sus ortos y ocasos permitía equi-
su enfoque celeste inmutable, residiendo tal especial atención a los conocimientos sobre el parar ese desplazamiento, de poco más de
vez la máxima dificultad en determinar su cosmos. Camuflada bajo el aspecto de ritos litúr- 365 días de duración, con el devenir casi
fiel orientación al orto solar del solsticio de gicos en honor de divinidades astrales, la obser- humano de un dios que nace, que muere y
junio y al ocaso del de diciembre en el mo- vación de la bóveda celeste desembocaba en ac- que resucita. Si ese dios omnipotente po-
mento de su construcción. E incluso si su ciones prácticas imprescindibles para organizar día ser comparado con un objeto del firma-
Planta del santuario del
Carambolo durante el
siglo VIII a.C. (izda.) y
orientación helioscópica de
la capilla de Baal y de su
altar.
ASTRÓNOMOS Y SACERDOTES. Aunque EN LA IDENTIFICACIÓN DEL nacimiento de una historia mítica que to-
los cananeos practicaron también ritos lu- davía hoy orienta la vida de muchos huma-
nares, la documentación feniciopúnica del
DIOS CON EL SOL, TAN nos y ordena su calendario religioso. Es
primer milenio a.C. cita como uno de los CLARA EN EL CARAMBOLO, más, en la identificación del dios con el
cargos más relevantes del clero uno que pu- PODRÍAN RESIDIR LOS Sol, tan clara en los aspectos rituales y ar-
do tener relación directa con la liturgia de quitectónicos del Carambolo, podrían resi-
CIMIENTOS DEL
los solsticios, en especial con la de junio, y
que recibe el título de mqm ’Im (“resucitador MONOTEÍSMO
dir los cimientos del monoteísmo dada la
naturaleza única del astro rey. Esta podero-
AH
de la divinidad”). Este sacerdote, que podría sa razón, es decir, el hecho de que el Sol
OCT
identificarse en algún caso con el propio rey fuera para las culturas antiguas un uni- 2008
cuando éste ejercía como sumo celebrante
de la liturgia, es el principal oficiante en la concreto en el párrafo del libro de Ezequiel
cum, porque no se reconocía como una es-
trella más ni tampoco como un planeta,
37
égersis de Melqart. Pudo ser, por tanto, el (8, 16) que describe cómo unas mujeres llo- justifica que muchas religiones que lo tu-
principal entendido en fijar la jornada exac- ran la muerte de Tammuz ante el templo de vieron por divinidad mostraran en deter-
ta en que el Sol se manifestaba de nuevo con Jerusalén. minado momento de su evolución una
vida al recuperar su movimiento en la línea El mqm ’Im pudo lucir algunas de las jo- marcada tendencia al monoteísmo, en un
del horizonte matutino después de su para- yas del tesoro del Carambolo: los brazaletes proceso excluyente que no asimila a los de-
da solsticial. En esa época, el trabajo de los y el collar. Son estas piezas, de hecho, casi más entes divinos sino que pretende su
sacerdotes en la ampliación del conoci- los únicos emblemas que visten las repre- anulación, con ejemplos en el mundo anti-
miento ‘científico’ era claramente una he- sentaciones sacerdotales de la época. Sus sa- guo tan elocuentes como el Yavé de Israel,
rencia de situaciones mucho más antiguas. beres cósmicos habrían contribuido a en- el Atón de Amenofis IV o el Deus Sol Inuictus
En este terreno, y llegado el primer milenio cumbrar su figura, pues el cargo aparece ro- del emperador romano Heliogábalo. ■
a.C., fueron especialmente adaptativos los deado del mayor prestigio hasta época púni-
saberes astronómicos, porque su aplicación ca según revelan los epígrafes de Cartago,
a los desplazamientos náuticos por parte de donde el título estuvo por lo común reserva- Más información
los fenicios, para los que usaron fundamen- do a personajes de alto rango. Para su labor
talmente la Osa Menor cuando se realiza- ritual como resucitador del dios, las aras del ■ Escacena, J.L .
ban singladuras nocturnas, influyeron de cielo resultaban instrumentos litúrgicos in- Allas el estrellero, o Darwin en las sacristías.
forma muy positiva a la hora de organizar dispensables. Su carácter inmueble garan- J.L. Escacena y E. Ferrer (ed.), Entre
las rutas por las que se expandió la pobla- tizaba su estabilidad, y con ella la orienta- Dios y los hombres: el sacerdocio en
ción fenicia. ción astral correcta. Llegado el caso, con la Antigüedad (Spal Monografías VII):
Sabemos que la égersis del dios era una esos elementos dogmáticamente orienta- 103-156. Universidad de Sevilla,
fiesta cíclica que conmemoraba un mo- dos se podían precisar los comienzos del ve- Sevilla.
mento especial de su vida, y que sólo se lle- rano y del invierno. En consecuencia, el al- ■ Escacena, J.L .
vaba a cabo, por tanto, en una fecha concre- tar del Carambolo no fue sólo un lugar sa- El dios que resucita: claves de un mito en su
ta fijada por el calendario religioso. En este grado en el que quemar ofrendas para el primer viaje a Occidente
contexto, los altares helioscópicos pudie- dios; tenía también otras funciones rituales J.J. Justel y otros (ed.), Las aguas
ron constituir, por tanto, una marca ritual y simbólicas, convirtiéndose en un emble- primigenias. El Próximo Oriente
y simbólica de estas dos posiciones solsti- ma que pervivió en algún caso hasta época Antiguo como fuente de civilización
ciales, la del orto de junio y la del ocaso de romana. Posiblemente representó, para los (Actas del IV Congreso Español de
diciembre. La identificación de esa divini- fieles que allí acudían, el sitio en el que la Antiguo Oriente Próximo): 615-651.
dad masculina fenicia con otros dioses an- propia divinidad se ofrecía en holocausto Instituto de Estudios Islámicos y del
tiguos como Tammuz y Adonis ha llevado a como víctima de redención y purificación Oriente Próximo, Zaragoza.
pensar que esta ceremonia de resurrección por el fuego, en el fondo el núcleo medular ■ Fernández Flores, A.; Rodríguez
y los rituales fúnebres que la precedían se de la misión salvífica de la muerte y resu- Azogue, A .
conmemoraban en los días de la transición rrección de Baal. Tartessos desvelado. La colonización fenicia
de la primavera al verano, lo que habría Altares helioscópicos, muerte y resu- del suroeste peninsular y el origen y ocaso de
quedado escrito en la Biblia hebrea cuando rrección divinas, paradas solsticiales del Tartessos.
se alude a la contaminación de los israelitas disco solar y fuego se muestran así como Almuzara, Córdoba. (2007)
por cultos solares que Yavé aborrece, en las variables más precisas para explicar el
Sevilla, la mayor ciudad de Castilla, constituye un valioso paradigma de las medidas que los Reyes Católicos toma-
ron para solucionar las deficiencias que aquejaban a los concejos castellanos en las postrimerías del siglo XV. En
la capital hispalense estos monarcas implantaron, por primera vez, el modelo de relaciones entre la Corona y los
gobiernos municipales. Los cambios que se realizaron en ese momento depuraron y reorganizaron las institucio-
nes municipales medievales con la incorporación de nuevos elementos que perdurarían durante siglos.
El Gobierno municipal de
Sevilla y los Reyes Católicos
Mano dura para acabar con los abusos y la corrupción
AH
OCT
2008
38
A
finales del siglo XV, la ciudad de ENRIQUE GUZMÁN, DUQUE sin su previa aprobación. Paralelamente, se
Sevilla estaba gobernada por una produjo la usurpación de las principales for-
asamblea reducida, denominada
DE MEDINA SIDONIA, talezas y castillos en las comarcas bajo juris-
regimiento o cabildo. A estas asambleas, GOBERNABA SEVILLA A SU dicción sevillana: Enrique se apoderó de los
que se celebraban tres días a la semana, ANTOJO TRAS EL de Fregenal, Villanueva del Camino, Lebrija
asistían los alcaldes mayores, el alguacil y Montejil, y Rodrigo de los de Alcalá de
mayor, los regidores y los jurados. No obs-
FALLECIMIENTO DEL REY Guadaira y Constantina.
tante, los regidores no constituían un gru- ENRIQUE IV EN 1474
po homogéneo, ya que entre sus filas se en- LA DEGRADACIÓN DE SEVILLA. En el si-
contraban los caballeros veinticuatro, los glo XV los ayuntamientos castellanos, en
fieles ejecutores y, entre otros, los alcaldes particular los andaluces, presentaban unos
de la justicia y de la tierra. No hubo en las de tres años que había enfrentado a este síntomas que plasmaban la alarmante de-
ciudades castellanas durante todo el siglo magnate con Rodrigo Ponce de León, mar- cadencia en la que se hallaban sumidos. To-
XV un criterio común que regulara la toma qués de Cádiz, y que había desangrado eco- dos ellos estaban aquejados de una serie de
de decisiones en estos cabildos. En algunas nomías y vidas, tanto en la capital hispalen- males comunes. En el caso sevillano, los ofi-
localidades fue sólo necesaria la mayoría se como en los núcleos rurales pertenecien- cios estaban totalmente patrimonializados
simple para que fueran válidos los acuer- tes a su jurisdicción. y eran bienes que se trasmitían hereditaria-
dos, pero en otros núcleos se exigió la una- Las consecuencias de esta guerra de ban- mente de padres a hijos o, en el peor de los
nimidad o que se concertaran las dos terce- dos entre las dos casas nobiliarias, que ha- casos, se arrendaban o vendían. Además,
ras partes. En Sevilla, desde 1346, fue nece- bía arrastrado a cada una de las parcialida- los mecanismos jurídicos de transmisión de
sario este último requisito, circunstancia des a regidores y otros miembros del patri- estos cargos públicos eran una amalgama
que dificultó los acuerdos y restó poder re- ciado urbano, fueron la expulsión del mar- confusa y desordenada que fomentaba la co-
solutivo. qués de Cádiz de la capital hispalense y que rrupción y su comercialización y escapaban
Enrique de Guzmán, al que se conocería des- del control de la Corona.
DUEÑO Y SEÑOR DE SEVILLA. En 1474, de entonces con el significativo apodo de Asimismo, como desde 1248 sólo tenía
año del fallecimiento del rey Enrique IV, Se- “duque de Sevilla”, gobernara la ciudad a su acceso al poder local una élite sociopolíti-
villa se encontraba en manos de Enrique de antojo hasta el punto de que los oficiales ca, la fuerte demanda del resto de los veci-
Guzmán, duque de Medina Sidonia. A esta municipales se sintieran incapaces de to- nos para disfrutar de un cargo municipal
situación se había llegado tras una guerra mar decisión alguna de cierta importancia provocó un espectacular incremento del
En la actual plaza de Virgen de
los Reyes se ubicaba el Corral de
los Olmos, donde se celebraban
los cabildos municipales del
concejo hispalense desde el
reinado de Juan II.
AH
OCT
2008
Representantes de los
vecinos 39
■ Alfonso X dispuso que los vecinos
de las veinticuatro collaciones en las
que se dividía Sevilla eligieran en
sus respectivas parroquias a dos
jurados. En el siglo XV, debido al
crecimiento de la ciudad, Sevilla
contaba con 65 jurados. Estos
oficiales vitalicios poseían un
privilegio real que les
proporcionaba una gran
autonomía: el derecho a reunirse
en cabildo propio para tratar los
más variados asuntos relacionados
con la buena administración de la
ciudad.
La función principal de los jurados
era representar y defender los
intereses de los vecinos frente al
Gobierno municipal. Portavoces del
común de sus respectivas
parroquias —se autoproclamaban
“procuradores del pueblo”—,
denunciaban en los cabildos
municipales, donde tenían derecho
a voz pero no voto, los problemas e
injusticias que padecían los
sevillanos. También fiscalizaban la
labor de los oficiales y de los jueces
sevillanos, con el objeto de hacer
llegar al rey aquellas
irregularidades que no eran
corregidas. Por último, velaban por
el orden público y eran los
responsables de la recaudación de
impuestos y de los repartimientos
militares de sus respectivas
collaciones.
ELECCIONES
FRAUDULENTAS,
SOBORNOS, COACCIONES Y
ABSENTISMO ERAN
COMUNES EN EL VICIADO
SISTEMA MUNICIPAL
AH
OCT
2008
Los caballeros
40 veinticuatro
■ El origen de estos oficiales se
remonta al 25 de junio de 1286,
cuando Sancho IV aprobó la
propuesta del concejo municipal
sevillano de que doce nobles y doce
ciudadanos fueran los encargados del
Gobierno de Sevilla. Desde entonces,
el acceso al poder quedó limitado a
una minoría, iniciándose un proceso
de oligarquización que apartó al resto
de los vecinos de las labores políticas.
Oficio de designación real y vitalicio
desde el primer momento, en el siglo
XV se consolidó como cargo
hereditario transmisible, sobre todo,
de padres a hijos.
Los veinticuatro constituían el núcleo
del patriciado urbano. La procedencia
social de sus miembros era en su
mayor parte noble, caballeros de
linaje, hidalgos y segundones de la
alta nobleza, pero también había
elementos plebeyos procedentes de
linajes ciudadanos o de origen
judeoconverso. Un tercer grupo lo
constituían funcionarios de la La alcaldía de los Alcázares pasó en 1475 a manos del duque de Medina Sidonia.
administración real.
Eran los más ricos de la ciudad y la
propiedad de la tierra —especial- número de oficiales concejiles. Un ejem- coacciones, la duplicidad de votos y las
mente de los olivares, pero también plo extremo eran las 49 veinticuatrías con irregularidades, así como la identificación
explotaciones de cereales y viñedos— las que contaba Sevilla en 1476. de intereses y las vinculaciones familiares
constituía su base económica. No era tampoco desdeñable la progresi- entre los jurados y el patriciado urbano
Mimetizaron la mentalidad y el estilo va desvirtuación de las juraderías, oficio completaban el viciamiento del sistema.
de vida de la alta nobleza haciendo que se encontraba totalmente patrimonia- Por último, era también un problema
suyo el ideal caballeresco con sus lizado. Muchas elecciones recubrían con incipiente el absentismo de los que des-
consiguientes derivaciones militares un velo de legalidad la transmisión del car- empeñaban las labores del gobierno mu-
y religiosas. go de padres a hijos. Las elecciones fraudu- nicipal: sólo acudían a las reuniones
lentas, caracterizadas por los sobornos, las municipales el 20% de los regidores.
ISABEL Y FERNANDO
ABORDARON DE FORMA
DECIDIDA LOS PROBLEMAS
DE CORRUPCIÓN Y ABUSOS
QUE ACUCIABAN A LA
CIUDAD DE SEVILLA
Diego de Merlo,
asistente de Sevilla AH
■ Diego de Merlo pertenecía a la
OCT
nobleza castellana y fue Guarda Mayor 2008
de los Reyes Católicos y miembro de su
Consejo. Tras ser corregidor de Córdoba,
41
fue nombrado asistente de Sevilla el 2
de agosto de 1478 en pago a sus
servicios. Hombre decidido y enérgico,
poseedor de una gran capacidad de
trabajo, se caracterizó por su fidelidad a
Isabel y Fernando. Tanto es así, que el
cronista Alonso de Palencia, que no
simpatizaba precisamente con él,
reconoce su inquebrantable lealtad a la
Corona y no cuestiona su integridad.
Con todo, critica de su personalidad su
soberbia, altivez y autoritarismo
insufrible.
A lo largo de su estancia en Sevilla fue
acumulando cargos y oficios que le
convirtieron en el hombre más
poderoso de la ciudad: caballero
veinticuatro, contador mayor y alcaide
de la fortaleza de Cala, de los Alcázares y
del castillo de Triana. Como asistente,
fue el dominador absoluto de los
cabildos municipales, a los que acudió
regularmente, juez civil y criminal en
diferentes instancias y máximo
responsable del orden público en la
Oratorio mandado construir por los Reyes Católicos en el Real Alcázar de Sevilla. ciudad.
Como capitán de las huestes concejiles,
VISITA DE LOS REYES CATÓLICOS. Tras el la alta nobleza, en particular Enrique de recae sobre él la gloria, compartida con
afianzamiento de Isabel I en el trono, la pri- Guzmán, duque de Medina Sidonia: or- Rodrigo Ponce de León, de la
mera acción que acometieron los Reyes Ca- denaron a éste, a Rodrigo Ponce de León, preparación, toma y posterior defensa
tólicos fue visitar la más populosa de las ciu- marqués de Cádiz y, presumiblemente, a de Alhama en febrero de 1482, punto de
dades de Castilla. Su principal misión en es- Pedro de Zúñiga, señor de Lepe y Aya- partida de la conquista del reino de
ta larga estancia (de julio 1477 a septiembre monte, que abandonaran Sevilla y no Granada. Falleció poco después, el 26 de
de 1478) era la pacificación de Sevilla y su re- volvieran a pisar sus cabildos municipa- agosto de 1482, y fue sustituido como
gión y el sometimiento de ambas a la autori- les. Asimismo, recuperaron las fortale- asistente por Juan de Silva, conde de
dad regia. zas, tanto las situadas a intramuros de Cifuentes, quien ocupó el cargo durante
Para ello, procedieron a liberar a la la ciudad, como las que correspondían a casi veinticuatro años.
ciudad del yugo al que la tenía sometida la jurisdicción de Sevilla, y las pusieron
AH
OCT
2008
42
La guerra era para la mayor parte del patriarcado urbano sevillano fuente de prestigio. Escenas de las Cantigas de Alfonso X el Sabio.
en manos de hombres de su entera con- nes del ayuntamiento; sin embargo, en LAS REFORMAS. Isabel y Fernando aborda-
fianza. los albores del siglo XVI su presencia era ron con decisión los problemas de corrup-
Como colofón a estas medidas, Isabel ya sólo anecdótica. ción y las irregularidades que caracteriza-
prohibió expresamente en 1501 que los Isabel y Fernando, dentro de su políti- ban a los municipios castellanos del siglo
lugartenientes de los alcaldes mayores y ca de reforzamiento real, impusieron a XV, abusos y mala gestión cuya responsabi-
del alguacil mayor, oficios a través de los los corregidores y asistentes en todas las lidad recaía sobre el patriciado urbano. Las
cuales la alta nobleza se había infiltrado localidades castellanas de cierta impor- Cortes de Toledo de 1480 sentaron las bases
en la vida política sevillana, asistieran a tancia. Por ese motivo, antes de abando- legales para la reestructuración del régimen
los cabildos municipales. En adelante, nar Sevilla nombraron a Diego de Merlo municipal, constituyendo Sevilla un valioso
se dedicarían a sus tareas prioritarias, asistente de la ciudad. Los poderes de es- ejemplo para sopesar los efectos que propor-
que no eran otras que las de la justicia, te agente real, y de su sucesor Juan de Sil- cionaron tales medidas.
en el caso de los alcaldes mayores, y la va, fueron muy amplios: principal juez En primer lugar, sólo se permitió un me-
ejecución de los mandamientos judicia- civil y criminal, capitán de las huestes canismo de transmisión de cargos públicos
les y las labores policiales, en el caso del del concejo y responsable del orden públi- que, paradójicamente, reforzó el traspaso
alguacil mayor, sin condicionar nunca co. Sin embargo, aquí nos interesa desta- de los oficios de padres a hijos. Sin embar-
más la gestión municipal. Los resulta- car sus atribuciones políticas: sólo nece- go, con ello los Reyes Católicos consiguieron
dos de esta política fueron patentes: al sitaba el apoyo de un tercio de los votos controlar unas designaciones que siempre
llegar los Reyes Católicos a Sevilla, una presentes para imponer sus criterios en podían denegar y, sobre todo, una fuerte es-
media del 50% de los alcaldes mayores y los cabildos municipales que, desde en- tabilidad en los oficios que evitaba los desór-
sus lugartenientes asistían a las reunio- tonces, presidiría. denes e incidentes del pasado derivados de
La dinámica de los cabildos municipales
■ Juan II dispuso la obligatoriedad de iniciaban a las nueve los ayuntamientos producían en realidad varias reuniones.
celebrar los ayuntamientos en una sala que solían durar unas tres horas. Sin El portero del cabildo recibía las peticiones
del llamado Corral de los Olmos, junto a la embargo, la falta de puntualidad de y negocios dirigidos al Gobierno
Catedral. En su interior estaban muchos de sus asistentes era proverbial. El municipal y los entregaba al escribano del
dispuestos dos poyos enfrentados escribano del concejo consignaba esos cabildo, que era el responsable de
cubiertos por nueve tapetes y decorados atrasos, que eran muy frecuentes sobre organizar el orden del día de cada sesión
con guadalmecís de cuero con la divisa todo en los inicios de la sesión. Las salidas proponiendo los asuntos que en ella se
real. El lugar que ocupaba cada oficial antes de la finalización de la asamblea librarían. A principios del siglo XV se
respondía a un riguroso orden jerárquico y eran también habituales. Muchas de ellas estableció una normativa legal que reguló
estaba relacionado con su antigüedad en se producían en las postrimerías de las el régimen de adopción de acuerdos. Para
el cargo. Desde 1425 el alguacil y los reuniones, presumiblemente cuando se evitar el desorden y confusión en las
alcaldes tomaban asiento en el “poyo alargaban en exceso. Era práctica común deliberaciones, se prohibió que los
frontero” y junto a ellos se situaban los asistir al cabildo sólo para resolver un asistentes a las mismas se levantaran de
caballeros veinticuatros más ancianos. En asunto de carácter personal, o para dar sus asientos para conversar sobre asuntos
el otro poyo, cerca de donde se sentaban el cuenta de un caso asignado: despachado el particulares. Había que respetar al oficial
escribano del cabildo, se colocaban los negocio en cuestión, el oficial abandonaba que tuviera la palabra, sin interrumpir ni
demás caballeros veinticuatros por orden
de edad seguidos del resto de regidores y
la sala. Por todo ello, las continuas
entradas y salidas hacían que los cabildos
hablar con otros al mismo tiempo. A los
infractores de estas normas se les
AH
de los jurados. fuesen cambiantes. Tanto es así que, a castigaba con la pérdida del voto durante
OCT
Todos los lunes, miércoles y viernes se veces, dentro de una misma sesión se uno o varios días. 2008
43
la lucha por el poder. Al tiempo, Isabel y Fer- EL PATRIARCADO URBANO Así las cosas, en las postrimerías del reina-
nando designaron directamente a personas do de Isabel I, sólo asistían a los cabildos el
de su entera confianza aprovechando las va-
SEVILLANO SUFRIÓ UNA 10% de los regidores, la mitad que treinta
cantes que, sobre todo, se producían por el PROFUNDA RENOVACIÓN Y años antes. La guerra de Granada, que
fallecimiento de sus titulares. En definiti- LOS NUEVOS OFICIALES transcurrió entre 1484 y 1492, fue la princi-
va, a lo largo de treinta años, se fueron in- pal causa externa, pero finalizada esta
corporando al Gobierno municipal sevillano
ERAN FIELES Y LEALES A LOS contienda el problema incluso se agudizó.
más de cuarenta veinticuatros y un buen nú- REYES CATÓLICOS La razón hay que buscarla, sobre todo, en
mero de regidores que eran sus vasallos, el desinterés creciente de los oficiales sevi-
miembros procedentes de su Corte y del llanos por acudir a unas reuniones que es-
Consejo Real e hijos de sus más leales cola- taban dominadas por el asistente y por una
boradores. batir otro de los males del Gobierno local: serie de regidores fieles a la Corona.
Esta política de reforzamiento del po- el absentismo. Muy al contrario, y a pesar Con el intervencionismo regio se habían
der real obtuvo sus frutos: una renovación de las penas dispuestas contra aquellos ofi- eliminado de los cabildos los contenidos po-
del patriciado urbano sevillano. En los ini- ciales que no acudieran a las reuniones del líticos de antaño, dando paso al desempeño
cios del siglo XVI, el 60% de los regidores ayuntamiento al menos cuatro meses al de las rutinarias pero necesarias labores ad-
sevillanos eran nuevos oficiales caracteri- año, al absentismo injustificado aumentó. ministrativas que regulaban la vida diaria de
zados por su contrastada fidelidad a la Co- la ciudad. Las sesiones acaloradas y bullicio-
rona —Melchor de Maldonado, Lope de sas del pasado en las que el patriciado urbano
Agreda, Fernando Tello, Luis Méndez Por- Más información gobernaba la ciudad, sin olvidar nunca sus
tocarrero, Gómez Suárez de Figueroa, los propios intereses y los de la alta nobleza, die-
Castilla y un largo etcétera—, mientras ■ Ladero Quesada, M. A. ron paso a unas monótonas asambleas, eso
que muchos de los ilustres linajes que ha- Historia de Sevilla. La ciudad medieval sí, más ecuánimes y desinteresadas, que no
bían dominado la ciudad en los últimos (1248-1492). Universidad de Sevilla. supusieron la decadencia de la administra-
decenios desaparecieron definitivamente Sevilla, 1984. ción municipal, sino todo lo contrario: ma-
de los ámbitos de poder. Este fue el caso de ■ Collantes de Terán Sánchez, A. yor orden y paz, recopilación de las ordenan-
los Almonte, Cataño, Caso, Cansino, Cua- Sevilla en la Baja Edad Media. La ciudad y sus zas municipales o mejoras urbanísticas, en-
dros, Fuentes, Marmolejo, Martel, Me- hombres. Ayto. de Sevilla. Sevilla, 1984. tre otras medidas.
xía, Monsalve o Sepúlveda, entre otros. ■ Kirschberg Schenk, D. Y es que, con la ayuda de los regidores in-
Fernández Gómez, M. troducidos por los Reyes Católicos, al asis-
ABSENTISMO MUNICIPAL. El aumento El Concejo de Sevilla en la Edad Media tente le resultó fácil controlar unas asamble-
desmesurado del número de cargos muni- (1248-1454). Ayto. de Sevilla. Sevilla, 2002. as en las que sólo necesitaba un tercio de los
cipales también se consiguió frenar: en los ■ Navarro Saínz, J. M. votos presentes. En Sevilla, en contadísimas
primeros años del siglo XVI se habían redu- El Concejo de Sevilla en el reinado de Isabel I ocasiones, fueron derrotadas las tesis de Die-
cido progresivamente los 49 caballeros (1474-1504). Diputación de Sevilla. go de Merlo, mientras que Juan de Silva y sus
veinticuatros a casi su número original: 27- Sevilla, 2007. lugartenientes no perdieron nunca ninguna
30. Sin embargo, no fue tan sencillo com- votación. ■
Las poblaciones andaluzas adquirieron durante el Antiguo Régimen un aspecto sacralizado con la presencia de
numerosas imágenes religiosas. Dedicadas a diversas advocaciones marianas y cristológicas, a la representación
de santos o de misterios, formaron parte de la vida cotidiana de sus habitantes, que solían detenerse ante las mis-
mas para orar. Junto a estos exponentes de la religiosidad popular de la época, a partir del siglo XVII surgirán los
Triunfos, monumentos conmemorativos dedicados a la Virgen o a la figura de santos.
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l origen de los Triunfos puede ras- quieren en los entornos en los que se ubi- TRIUNFOS POR PROVINCIAS. Granada
trearse en las columnas de la anti- can, subrayando asimismo el significado fue la primera población andaluza en erigir
gua Roma, alzadas para evocar victorioso que justifica la denominación a un Triunfo. El 2 de septiembre de 1618, las
acontecimientos políticos y militares, o la que responden. autoridades de la ciudad juraban por voto
bien para glorificar a los emperadores. Es- Durante el siglo XVII se alzaron en Cen- solemne la defensa de la Inmaculada Con-
tas obras conmemorativas tendrán poste- troeuropa algunos monumentos consagra- cepción de María. Pocos años después se ini-
riormente una gran proyección, especial- dos al Triunfo de María sobre el pecado. No ciaban las obras del monumento, trabajan-
mente durante la Edad Moderna. En la Ita- obstante, todos parecen ser posteriores a los do en el mismo el escultor Alonso de Mena
lia del Renacimiento fueron frecuentes los ejemplares andaluces fechados en esta cen- junto con otros maestros. El enclave elegido
Triunfos rematados con figuras alegóricas, turia, que fueron dedicados igualmente a la para su ubicación fue el llamado Campo de
que personificaban el carácter de un pue- figura de la Virgen. A lo largo del siglo XVIII la Merced: una gran explanada situada ex-
blo o región. El tono evocador queda igual- se incrementa el número de Triunfos en An- tramuros, en las proximidades del convento
mente patente en un ejemplo próximo a dalucía, siendo ahora cuando se erigen los de mercedarios calzados y de la Puerta de El-
nosotros: las columnas ubicadas en el ex- que responden a una estética más propia- vira. A mediados del siglo XX la columna se-
tremo meridional de la sevillana Alameda mente barroca. Asimismo, se diversifican ría trasladada a un nuevo emplazamiento
de Hércules, erigidas en 1574 con motivo de las advocaciones marianas de los mismos y cercano al anterior, siendo el que actual-
la remodelación efectuada en este entorno se dedican también a otros personajes reli- mente ocupa ante el edificio del Hospital
urbano por don Francisco Zapata de Cisne- giosos. Posteriormente, ya en época con- Real, presidiendo unos bellos jardines a los
ros, conde de Barajas. Una de ellas fue con- temporánea, continuaría latiendo el deseo que da nombre.
sagrada a Hércules, mítico fundador de la de alzar Triunfos en plazas u otros entornos En el siglo XVIII se alzaría otro Triunfo a la
Híspalis romana, dedicándose la otra al urbanos. Algunos de estos monumentos po- Inmaculada en las proximidades de la ciu-
restaurador de esta urbe: el político y mili- seen también un gran valor artístico, si bien dad, concretamente en la Abadía del Sacro-
tar Julio César. Las esculturas de ambos sus diseños suelen ser más sencillos. monte. La obra fue costeada en 1738 por don
personajes fueron talladas en piedra por el Pedro Pascasio y Baños, caballero pertene-
escultor Diego de Pesquera. ciente al consistorio granadino. De menor
Los Triunfos contribuyen también a la tamaño que el anterior, refleja en cambio un
ordenación de algunos ámbitos urbanos. LOS TRIUNFOS SUELEN mayor barroquismo, tal y como se aprecia en
Participando en la conformación del aspec- la columna salomónica sobre la que se alza la
to sacralizado de las poblaciones, suelen
OCUPAR LUGARES imagen. Curiosamente, la Virgen lleva el Ni-
ocupar lugares estratégicos. El sentido ver- ESTRATÉGICOS EN LAS ño en sus brazos, tratándose de una repre-
tical impuesto por la columna sobre la que POBLACIONES Y sentación mariana muy difundida en Gra-
descansa la imagen religiosa viene a ser el nada, desde el siglo XVII, a través del graba-
aspecto más llamativo de estos bellos hi- CONTRIBUYEN A LA do. Conocida como “Inmaculada francisca-
tos. De ahí el gran protagonismo que ad- ORDENACIÓN URBANA na”, tal representación pretendía subrayar el
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can la gran devoción a este santo, incluso en del Campo de San Antón, que dispuso de después de varios intentos fallidos, se-
el mismo marco de la calle. Casi todos los ocho columnas con faroles para su ilumi- gún diseño de Miguel Verdiguier. Este
Triunfos cordobeses se erigieron en el siglo nación. Al padre Juan Agustín Borrego se artista francés realizaría también, en
XVIII, existiendo tan sólo un ejemplar fe- debió, en 1753, el que existió en la plaza de 1768, el Triunfo de la plaza de San Hi-
chado en el XVII, carente de columna y re- San Basilio. Del mismo tan sólo se conser- pólito, actualmente en la plaza del Po-
suelto en forma de altar. Situado sobre el va la imagen del Arcángel, adosada a la tro. Dotado de un basamento de sec-
pretil del antiguo Puente Romano, dispone esquina del templo que da nombre a dicha ción triangular, se halla decorado con
de un basamento decorado con ménsulas e plaza. Por su parte, la condesa de Horna-
inscripción, sobre el cual descansa la ima- chuelos levantó a su costa en 1763 el
gen de San Rafael, realizada en 1651 por Ber- Triunfo de la plaza de los Aguayos, rodea-
nabé Gómez del Río. do por una verja con faroles y presentando EN CÓRDOBA DESTACAN
El padre jesuita Juan de Santiago pro- en sus frentes relieves de los mártires de
movió en 1736 el Triunfo de la plaza de la Córdoba.
LOS TRIUNFOS DEDICADOS
Compañía, costeado con limosnas de los El más monumental de todos los AL ARCÁNGEL SAN
fieles. En 1743 se alzó otro ejemplar ante el Triunfos cordobeses es el que se ubica
RAFAEL, MUY NUMEROSOS
Alcázar de los Reyes Cristianos, ubicado junto a la Puerta del Puente, en las inme-
en la actualidad ante la antigua estación diaciones de la Mezquita-Catedral. Su TANTO EN LA CAPITAL
de ferrocarril. Entre 1747 y 1748 se erigió el construcción tuvo lugar entre 1765 y 1781, COMO EN LOS PUEBLOS
Un Triunfo dedicado a
San Francisco Javier
■ San Francisco Javier fue nombrado
copatrono de la ciudad de Cádiz en
1706. Con tal razón, en 1735 se dedicaba
un monumento a este santo jesuita en
la antigua Puerta del Mar. Sin
embargo, la historia de este Triunfo ha
estado marcada por numerosos
avatares. Tras derrumbarse fue
depositado en el Museo de Bellas Artes
de la ciudad. En 1914 pasó al
Ayuntamiento y unos años más tarde
al patio del Seminario. En 1942 el
monumento volvía a lucir en un
espacio urbano, ubicándose en la
Alameda. Al año siguiente quedaba
emplazado en el lugar que
actualmente ocupa: la intercesión de
la plaza Argüelles y la Alameda
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Apodaca. Realizado en mármol
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blanco, este monumento consta de 2008
alto basamento y columna jónica,
sobre la que se alza la figura de este
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santo jesuita que dedicó su vida a
predicar en Goa, Ceilán, China y
Japón. Completan el conjunto el
escudo de Cádiz y una inscripción
alusiva al nombramiento de San
Francisco Javier como uno de los
patronos de la ciudad. Recientemente
el monumento ha sido sometido a un
proceso de limpieza y restauración.
Latifundista, oligarca
y ministro
El marqués de la Vega de Armijo, ejemplo del caciquismo andaluz
A
ntonio Aguilar y Correa nació en SEGÚN UNO DE SUS der alternativo al gubernamental durante
Madrid el 30 de junio de 1824, en el la Vicalvarada.
seno de una rica familia de la aris-
BIÓGRAFOS “SU HISTORIA En cuanto a su ideología, señalar que mi-
tocracia española. Su padre, Antonio Agui- PERSONAL FUE LA DE LA litó en varios partidos, aunque siempre
lar y Fernández de Córdoba, era oriundo de ESPAÑA CONTEMPORÁNEA acordes con sus profundas ideas monárqui-
Córdoba y, ostentaba los títulos de marqués cas. Al principio se adhirió al progresismo,
de la Vega de Armijo y conde de la Bobadilla.
EN UN PERÍODO DE MÁS DE pero verdaderamente destacó en las corrien-
Mientras que su madre, Luisa Felicidad Co- MEDIA CENTURIA” tes de centro, convirtiéndose en uno de los
rrea y Pinto de Sousa, era miembro de una líderes nacionales, aunque de segunda fila,
estirpe de la nobleza gallega, hija de Benito de la Unión Liberal, así como de los partidos
Fernando Correa Sotomayor, marqués de Monárquico, Constitucional, Centralista y
Mos, conde de Villanueva de San Bernardo y VERTIGINOSO ASCENSO POLÍTICO. Ya en Liberal-Fusionista, y fiel protegido, prime-
vizconde de Pegullal. Además, entre sus an- su etapa de estudiante universitario en Se- ro, del general O’Donnell y, en la Restaura-
tepasados se encontraban personajes de la villa demostró ser un firme partidario del li- ción, de Sagasta.
talla de Pedro Messía de la Cerda, V marqués beralismo, —sin duda, por influencia pater- Tras el triunfo del pronunciamiento de
de la Vega de Armijo, virrey de Nueva Grana- na, pues su padre incluso se vio sometido a 1854, ganó por primera vez unas elecciones
da a mediados del siglo XVIII. un proceso de purificación durante el reina- generales, convirtiéndose en diputado
Dada la prematura muerte de sus padres, do de Fernando VII—. De tendencia inicial electo por la circunscripción de Córdoba
muy joven heredó los títulos nobiliarios pa- progresista, se enroló en la Milicia Nacional –donde no era precisamente un desconoci-
ternos y maternos, así como la Grandeza de hispalense, pero fue en 1854 cuando verda- do, pues allí pasó parte de su infancia y ju-
España. Cursó la enseñanza media en los co- deramente comenzó su fulgurante carrera ventud, y su familia poseía considerables
legios de la Asunción de Córdoba y de San Fe- política, dada su activa participación en la propiedades—; provincia que marcó su vi-
lipe Neri de Cádiz, pasando a continuación a organización del pronunciamiento encabe- da política, ya que, salvo algunas convoca-
estudiar Jurisprudencia en las universidades zado por el general Leopoldo O’Donnell. En- torias en las que concurrió por otros distri-
de Sevilla y Madrid. En esta carrera alcanzó tre otros cometidos, se encargó de ocultar tos, hasta el fin de sus días fue su represen-
el título de doctor en 1852, atesorando ya en- en su propia casa al entonces conde de Lu- tante en la Cámara Baja. Diputado desde
tonces una vasta cultura, ampliada por sus cena —quien se convirtió en su mentor po- 1854 a 1856, 1858 a 1866, 1869 a 1872 y 1876 a
continuos viajes fuera de España, expresán- lítico y al que quedaría unido con el tiempo 1908, por lo tanto, durante casi cuarenta y
dose con fluidez en varios idiomas y siendo por estrechos lazos familiares– y de sacarlo ocho años —los treinta y dos últimos con-
un gran melómano. Pese a que durante al- de Madrid en un carruaje, cuyo cochero era secutivos— ocupó un escaño del palacio de
gún tiempo ejerció como abogado de benefi- el propio Aguilar y Correa disfrazado, para la Carrera de San Jerónimo y, como mues-
cencia en Madrid e incluso defendió varios ponerse al frente del levantamiento. Asi- tra de su fuerza electoral, a su muerte era
casos ante el Tribunal Supremo de Guerra y mismo, formó parte de la Junta de Salva- no sólo el decano de los políticos naciona-
Marina, destacó como político incansable. ción, Armamento y Defensa de Madrid, po- les, sino el español que más veces había si-
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na, Castro, Santaella, Rute y Cabra), en Además, colaboró de forma asidua en los AUTOR DE NUMEROSOS
Jaén (Porcuna), en Sevilla (Écija, La Lante- diarios próximos a los partidos en los que
juela y Osuna) y en Málaga (Antequera, militó, e incluso llegó a patrocinar un perió-
ESTUDIOS SOBRE POLÍTICA,
Bobadilla, Mollina, la capital, Coín, Gua- dico político en Córdoba, La Provincia (1884- DERECHO, HISTORIA Y
ro, Alozaina, Casarabonela y Vélez-Mála- 1891), órgano fusionista dirigido por su so- SOCIOLOGÍA, FUE ACUSADO
ga). Únicamente sus posesiones agrarias brino Pelayo Correa Duimowich y por Teo-
en algunas de estas localidades superara- domiro Ramírez de Arellano.
DE PLAGIO POR EL JOVEN
ban las 6.000 fanegas. Autor de numerosos estudios sobre políti- PERIODISTA AZORÍN
Pero no se limitó a vivir de las rentas, si- ca, derecho, historia, sociología, etc., sin
no que, también, invirtió en otros negocios, embargo, varios de sus trabajos fueron de-
como la construcción de una central eléctri- nunciados a principios del siglo XX como Finalmente, Antonio Aguilar Correa,
ca en Villa del Río (Córdoba). Inaugurada plagios de artículos de la publicación france- VIII marqués de la Vega de Armijo, fa-
por el propio marqués en mayo de 1901 como sa Revista de Ambos Mundos por el insigne lleció en Madrid el 13 de junio de 1908,
presidente de la sociedad La Eléctrica, se de- Azorín. En un artículo publicado en la pren- pocos días antes de cumplir los 84 años
nominó precisamente “Fábrica de electrici- sa madrileña cuando el marqués presidía el de edad. ■
dad de la Vega de Armijo”. Esta iniciativa re- Congreso de los Diputados, mientras el jo-
sulta una muestra inequívoca de que fue un ven escritor trabajaba como periodista parla-
hombre emprendedor, interesado en fo- mentario, José Martínez Ruiz ironizó sobre Más información
mentar los avances de su época. el profundo conocimiento que atesoraba Ve-
ga de Armijo sobre las realidades sociológi- ■ Artola, M. (director).
POLÉMICA LABOR INTELECTUAL. A su cas española y de otros países, especialmen- Enciclopedia de Historia de España, vol. 4,
destacada carrera política y preeminencia te de los Estados Unidos, afirmando de for- Diccionario biográfico.
socioeconómica, se debe unir su ingente ma cáustica: “Al ver ayer tarde en el alto si- Alianza Editorial. Madrid, 1991
quehacer cultural y académico. Fue secreta- tial de la Cámara baja al ilustre prócer, con ■ Cuenca, J. M. y Miranda, S.
rio y vicepresidente del Ateneo de Madrid, sus patillas de plata, con su gesto de energía, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos
y, desempeñó la dirección de las Reales Aca- hemos querido dedicar unas líneas a estos sido gobernados los españoles? (1705-1998).
demias de la Historia desde 1897 y de Cien- trabajos suyos de unos días en que el insigne Actas. Madrid, 1998.
cias Morales y Políticas a partir de 1903, am- orador sentía un ardiente entusiasmo por ■ Espino Jiménez, F. M.
bas hasta su fallecimiento, por lo que du- Norteamérica y leía con fruición la Revue des Los usos del poder en el reinado de Isabel II: la
rante un lustro las presidió a la vez. No obs- Deux Mondes”. El artículo disgustó al vetera- vinculación de Montilla al marqués de la Vega
tante, su nombramiento para ocupar la pre- no político, cuyo fuerte carácter exteriorizó de Armijo.
sidencia de las mencionadas instituciones con frecuencia tanto en la actividad pública Ayuntamiento de Montilla. Montilla
se debió a su influyente posición y su activi- como en la vida familiar, dando pie a que se (Córdoba), 2007.
dad fue más social que científica. le tachase de tener mal genio.
José Antonio Primo de Rivera pronunció su último discurso político en el Teatro Principal de Sanlúcar de Barrameda,
el 5 de febrero de 1936. Congregó a una gran muchedumbre de muy diversa procedencia, desde militantes de
Falange hasta campesinos o intelectuales, en un enclave geográfico especialmente importante para él. En esta
pieza oratoria, olvidada por algunos historiadores y biógrafos, se encuentran muchas claves para comprender su
pensamiento político y sus grandes contradicciones personales en una época histórica convulsa y confusa.
El último discurso de
José Antonio Primo de Rivera
Contradicciones y decepciones del líder de Falange
AH DOCTOR EN HISTORIA
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l miércoles 5 de febrero de 1936, in- SE HAN CONSERVADO miento ideológico que el hijo comenzó a to-
merso en la vorágine electoral que mar de su padre, la descripción que bastan-
terminaría dando el triunfo al Fren-
CRÓNICAS PERIODÍSTICAS tes años más tarde haría de José Antonio un
te Popular, José Antonio Primo de Rivera, QUE NOS NARRAN CON importante intelectual del régimen fran-
fundador de la Falange Española (FE), estu- DETALLE ESTE ÚLTIMO Y quista, José María Pemán: “La cosa era para
vo en Sanlúcar de Barrameda dando un mi- José Antonio bastante confusa y embrollada.
tin. Este acto estuvo siempre considerado
SIGNIFICATIVO ACTO En cada pueblo lo recibían los amigos de su
como el último discurso dado en público por POLÍTICO padre, y en cuanto José Antonio insinuaba
el singular político, antes de ser encarcelado temas de Justicia y revolución social, los au-
y posteriormente fusilado. Así se hizo cons- ditores se sentían defraudados, porque ellos
tar en una lápida de mármol que se colocó eran, en definitiva, los caciques que habían
en la calle Castelar, en la fachada del Teatro LLENO EN EL TEATRO PRINCIPAL. El acto formado en las filas de la Dictadura”.
Principal, y que se inauguró el domingo 26 estaba anunciado para las cinco de la tarde y, La camarilla que organizaría el mitin del
de febrero de 1961, con motivo de los actos desde una hora antes en que se habían abier- líder falangista en Sanlúcar coincidía, sin
organizados por la Falange provincial en el to las puertas del coqueto teatro, el aforo se duda, con la descripción hecha por Pemán.
XXV aniversario de este mítico discurso. La había ido completando, aún a pesar de que Y estamos seguros que también quedarían
placa marmórea decía: "En este lugar JOSE en las invitaciones sólo decía: “José Antonio le algo perplejos cuando comenzó a desgranar
ANTONIO habló por última vez a España el 8 invita a la asistencia...” Esta masiva afluencia los puntos más controvertidos de su discur-
(sic) de Febrero de 1936". se reunía, según sus adictos, aún a pesar de so, que estaban en perfecta sintonía con el
Esta pieza oratoria joseantoniana ha si- que la prensa de entonces estaba boicotean- ideario de los 27 puntos aprobado en la
do olvidada por algunos historiadores y do estas convocatorias falangistas y tan sólo Asamblea Nacional de la FE y de las JONS,
biógrafos, debido a la dificultad que en- parecía preocupada (especialmente la de Je- que tuvo lugar en Madrid los días 5 a 7 de oc-
trañaba encontrar testimonios que refle- rez) en encontrar comportamientos corrup- tubre de 1934, cuya lectura es recomendable
jasen las palabras pronunciadas por Pri- tos en su jefe nacional, en torno a la supues- para poder entender con cierta claridad la lí-
mo de Rivera en aquella importante oca- ta compra irregular que había hecho de una nea programática joseantoniana y el texto de
sión. Sin embargo, se han conservado fábrica de azúcar. No podemos olvidar que su discurso sanluqueño.
crónicas periodísticas que nos narran con estamos en plena República y Primo de Rive- La paciencia del auditorio concentrado
detalle este significativo acto político. Se- ra representaba la reacción fascista, herede- en Sanlúcar pareció agotarse tras las dos ho-
gún estas crónicas, en el antiguo Teatro ra de los siete años de Dictadura que su padre ras de retraso con que apareció José Antonio
Principal sanluqueño se había congrega- había encarnado en plena convivencia con la a su dar su charla. Venía de Cádiz, en donde
do una gran muchedumbre de lo más va- Monarquía de Alfonso XIII, y contra la que había tenido lugar una asamblea de parti-
riopinta: militantes de la Falange, gru- los republicanos y demás partidos de izquier- dos derechistas y en la que se había discuti-
pos extremistas del trabajo, campesinos, da se declaraban abiertamente enemigos. do sobre su inclusión en la candidatura elec-
menestrales, intelectuales, etc. Aunque es bien ilustrativa del distancia- toral única que se estaba preparando.
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El secretario local de Falange, Tomás LA CANDIDATURA DE colocó sobre ella sus insignias. Al sacar la ca-
Barbadillo (que años más tarde llegaría a misa, dejó al descubierto una descomunal
ser alcalde de Sanlúcar), decidió salir en
FALANGE CONSIGUIÓ 4.346 pistola parabellum que despertó el asombro
coche por la carretera de El Puerto con el VOTOS EN SANLÚCAR, DE entre los que lo rodeaban. Primo de Rivera se
fin de dar el encuentro a su líder, preocu- UN TOTAL DE 6.771 justificó: "Esto es por si truenan los kiries".
pado por tanta tardanza. Las sospechas
eran para todos los gustos: avería, atenta-
OBTENIDOS EN LA UN PÚBLICO EXPECTANTE Y DIVERSO.
do, detención (como había ocurrido en PROVINCIA DE CÁDIZ La Falange se presentaría en solitario a las
otras ocasiones). Cuando el automóvil, elecciones y con este espíritu abordó José
que había salido de Sanlúcar, llevaba reco- Antonio su comparecencia pública. En la
rridos cinco kilómetros en dirección a El presidencia del acto estaban José Ñudi Ruiz
Puerto se topó con el que traía a José Anto- una avería electoral. No soy candidato. Re- de Somavia, jefe local de la FE, acompañado
nio desde Cádiz. Pararon y Barbadillo le ex- sulto demasiado revolucionario”. por Tomás Barbadillo, Joaquín Bernal y sus
plicó al falangista y a su acompañante, Montaron en los coches y se dirigieron a camaradas Manolo Casado, Luengo, García
Cuerda, el nerviosismo que había en San- Sanlúcar con toda rapidez. Antes de llegar al Ortega, García Santiago, Jerónimo Angulo,
lúcar. El acompañante, intentando justifi- teatro, pasaron por una dependencia del Ate- Pedro Barbadillo, Gilabert, Pepe Medina,
car el retraso, dijo que habían sufrido una neo (contiguo al coliseo) para que el político Repetto, Palma Cuadrado, Gutiérrez Am-
avería mecánica, pero Primo de Rivera re- pudiera proceder a arreglarse y cambiarse. brosy, Mendicutti, Iglesia Valera, Delgado
plicó refiriéndose a su no inclusión en la Fue allí donde, ante la sorpresa de los pocos Lejal, etc., quienes después encarnarían los
candidatura unitaria antirrevolucionaria: testigos que le acompañaron, José Antonio puestos de responsabilidad durante la Gue-
“Vamos a decir la verdad: hemos tenido abrió su maletín, extrajo de el su camisa y se rra y en el franquismo. Las ovaciones cuan-
Fragmentos del discurso
■ “Parece que estamos en el año 1933. Otra donde verdaderamente está el problema pequeños propietarios, hasta convertirlos
vez la misma propaganda. Otra vez las español, pues se le dio trabajo al obrero en pobres obreros y pobres asalariados,
mismas luchas y otra vez a perder el constructor y se olvidaron de los 400.000 alquilados como bestias de carga.
tiempo inútilmente. En las Cortes pasadas obreros campesinos. Y se debe ir a la Así que el capitalismo no sólo no es la
no se ha podido hacer nada por el obrero; colectivización de la tierra, haciendo más propiedad privada sino todo lo contrario.
en las que van a elegirse tampoco se hará. propietarios de tierras para que así se Cuanto más adelanta el capitalismo,
¿Que por qué? Porque los partidos distribuya equitativamente el campo, menos propietarios hay, porque ahoga a
socialista, comunista y de izquierda porque nuestra tierra dará para que todos los pequeños.
republicana saben concretamente por lo vivan y que nadie pase hambre. Los Bancos son meros depositarios del dinero
que van, pero los de la derecha no oponen de los demás. No producen. A los dueños del
a aquellos más que el miedo, el terror a las CRISIS DEL CAPITALISMO. Lo que dinero les abonan el uno y medio por ciento,
consecuencias de aquellas doctrinas, pero padecemos en España es la crisis del y por ese mismo dinero, que no es suyo,
nada constructivo. Aconsejan que se vote capitalismo. Pero no lo que vulgarmente se cobran a los demás el siete y el ocho por
por el miedo de lo que pueda pasar. Se entiende por tal, sino el capitalismo de las ciento. Con solo una sencilla manipulación
aliaron con los radicales viejos y grandes empresas, de las grandes de dos asientos en sus libros (de contabilidad)
anticatólicos, y así no fue posible realizar compañías, de la alta Banca, que absorbe la obtienen una pingüe diferencia. Es decir,
AH el programa de abolir el divorcio y
restablecer el crucifijo en las escuelas.
economía nacional, arruinando al pequeño
labrador, al pequeño industrial, al modesto
que el esfuerzo del trabajador lo absorbe la
organización capitalista. Hay que hacer
OCT Hay 700.000 parados; 700.000 familias negociante, con beneficio y lucro de los desaparecer este inmenso papel secante del
2008 que no comen. En la economía pública no consejeros, de los accionistas, cuenta- ocioso privilegiado que se nutre del pequeño
do apareció el líder fueron muchas, a decir de piropos”. Estas sanluqueñas que asistie-
de las exaltadas crónicas que se conservan Más información ron al mitin crearían poco tiempo después
del acto, que quiso ver entre el público, la Sección Femenina de la Falange, bajo el
aplaudiendo fogosamente, a toda clase de ■ Brenan, G. mando supremo de Pilar Primo de Rivera.
trabajadores: “gentes honradas, castizas, El laberinto español. Barcelona, 1985. Tras la presentación de rigor, José Anto-
humanísimas, de las viñas, de las bodegas, ■ Serrano Súñer, R. nio, desafiando la prohibición de la polícia,
de los navazos. También asistieron sacerdo- Memorias: Entre el silencio y la propaganda, que había ordenado que no se lucieran en el
tes y religiosos, abogados, procuradores y la Historia como fue. Barcelona, 1977. acto las camisas azules, se quitó la chaqueta
otras muchas personas distinguidas”. En el ■ Arraras Irribarren, J., que tapaba su camisa azul de jefe falangista
fondo negro del escenario, el yugo y las fle- Saenz de Tejada,C. y comenzó su discurso, ante la lógica expec-
chas en rojo, en tamaño gigante, acompa- Historia de la cruzada española. tación creada. El contexto ideológico en el
ñando a una retahíla de nombres de falan- Madrid, 1984. que José Antonio se pronunció, en unas fe-
gistas muertos o asesinados, escritos en ■ Pecharroman Gil, J. chas tan críticas y en un momento, para él,
pintura blanca. José Antonio Primo de Rivera. Retrato de un personalmente frustrante, era bien difícil.
La presencia femenina parece que fue visionario. Madrid, 2003. Su condena del capitalismo es, desde luego,
destacada. Primo de Rivera, en uno de sus ■ Ayer. Diario de la mañana. Abril 1959 - demoledora y fantástica, y su defensa del pe-
últimos mítines, había dicho que “las ca- Febrero 1961. Jerez de la Frontera. queño propietario y trabajador, desmitifica-
maradas falangistas no eran mujeres al mo- ■ Diario Sanlúcar. Febrero, 1936. dora y a todas luces increíble, por haber sido
do habitual, es decir, tontas destinatarias la Falange en la práctica una defensora a ul-
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l contexto en el que surge la primera EN 1946 SURGE LA PRIMERA surgiendo los Equipos de Cátedras provin-
Cátedra Ambulante a nivel nacio- ciales. De esta manera, entre 1954 y 1958,
nal, a mediados de la década de los
CÁTEDRA AMBULANTE tuvieron Cátedras Ambulantes todas las
cuarenta del pasado siglo XX, nos sitúa en la NACIONAL MOTORIZADA, provincias de España hasta sumar más de
España de las restricciones y el estraperlo, COMPUESTA POR CUATRO ochenta con una continuidad de actuación
en la España del boicot internacional y de la hasta 1977, año en el que se extinguiría la
autarquía económica, en la que prolifera la
CAMIONES Y UN EQUIPO DE Sección Femenina.
emigración de la población rural en busca PROFESORAS
de una subsistencia digna, dándose una do- CENTRADAS EN EL ÁMBITO RURAL. En
ble intencionalidad del régimen franquista. Andalucía se instituyeron durante la singla-
Por un lado, hay una política conducente a dura de la Sección Femenina un total de ca-
que el campo español no se despoblara y, por y cuatro remolques, además del consi- torce Cátedras Ambulantes. La distribución
otro, hay una dependencia para desarrollar- guiente equipo de profesoras. Desempeña- por provincias fue desigual: las de Córdoba,
se económicamente del aporte de divisas en ría su misión por pueblos y aldeas de las Huelva y Málaga tuvieron una sola Cátedra
moneda extranjera de los emigrantes. provincias de Guadalajara, Ávila, Teruel y Ambulante, las de Almería, Cádiz, Granada
Con esta coyuntura socioeconómica y las zonas más incomunicadas de Segovia, y Jaén computaron durante algún período
política y, después de detectarse la proble- Albacete, Cuenca o Cuidad Real, entre dos Cátedras Ambulantes y Sevilla alcanzó
mática de la mujer en el medio rural, donde otras. En 1954 se sumaron dos Cátedras do- la cifra de tres Cátedras Ambulantes. El ini-
toda clase de problemas se acentuaban da- nadas por el Ministerio de la Gobernación y cio de la labor formativo-asistencial y adoc-
das las circunstancias generales de la na- otras dos por el Ministerio de Educación trinadora de estas “escuelas sobre ruedas”
ción en una etapa de posguerra, surge en Nacional. Este mismo año, a petición de las en Andalucía se sitúa en el tiempo dentro
1946 la primera Cátedra Ambulante Nacio- Jefaturas Provinciales del Movimiento y an- del intervalo señalado en el que se generali-
nal motorizada donada por el Jefe del Esta- te el supuesto —por el régimen— éxito que zaron en todo el país. Ninguna provincia
do. Estaba compuesta por cuatro camiones conseguían los equipos con su labor, fueron andaluza estrenó Cátedra Ambulante en
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1954, inaugurándose en 1955 este servicio en EN LA ELECCIÓN DEFINITIVA mativa consistía en ofrecer a la ciudadanía
Almería, Granada y Málaga, y en 1956 en las conocimientos, técnicas, habilidades y ac-
restantes provincias de Cádiz, Córdoba,
DE LOS DESTINOS DE LOS titudes en distintos ámbitos (político, reli-
Huelva, Jaén y Sevilla. Las provincias anda- CURSOS PESARON gioso, profesional-ocupacional, nutricio-
luzas no fueron de las primeras en ponerse CRITERIOS COMO LA nal, higiénico, hogareño, folclórico, cul-
en marcha, pero tampoco de las postreras, tural, físico, lecto-escritor, etc.); la fun-
ya que hemos señalado que hasta 1958 no
SOLICITUD POR PARTE DE ción asistencial, en prestar ayuda en dis-
fue plena la implantación en todas las pro- LOS ALCALDES ANDALUCES tintas facetas (sanitaria, socio-laboral,
vincias españolas. moral-religiosa y educativa); la función
Desde la propia Sección Femenina que prospectiva-continuadora, en proveer los
las engendró, las Cátedras Ambulantes se medios personales e institucionales que
definieron como centros móviles de promo- condidas tantas veces en una apariencia garantizaran la continuidad de la labor
ción y desarrollo, que recorrían el medio ru- tosca— de austeridad y sobriedad. La finali- iniciada por la Cátedra Ambulante; la fun-
ral con el fin de llevar directamente a los dad global de las Cátedras Ambulantes era ción inspectora en ejercer cierto control y
pueblos los medios necesarios para su im- “elevar el nivel cultural, social, espiritual y orientación sobres las maestras de las loca-
pulso y mejora. Un medio nuevo, atractivo económico de la población” donde se im- lidades visitadas; y la función recopiladora
y eficaz, de llevar a la “tierra” la atención, partieran los cursos. en extraer datos sobre distintos aspectos
la cultura, los adelantos y los conocimien- Hasta cinco funciones distintas se pue- característicos de la población (folclórico,
tos más prácticos para su existencia perfec- den advertir que desempañaron las Cáte- costumbrista, moral-religioso, económi-
tiva material y moral. Estas escuelas de for- dras Ambulantes en su andanza por tierras co-laboral, escolar o político y social), com-
mación intensiva montadas sobre ruedas andaluzas. Una principal y hegemónica pletando y enriqueciendo así la informa-
debían, además, según la organización fe- función formativa, más unas funciones ción que previamente al desarrollo de los
menina, recoger los problemas de los pue- asistencial, prospectiva-continuadora, Cursos-Cátedra debía obtenerse sobre los
blos y aprender de ellos las virtudes —es- inspectora y recopiladora. La función for- enclaves de celebración.
EL PROGRAMA ESTABA
ORIGINARIAMENTE
DIRIGIDO A LAS MUJERES,
PERO CON EL TIEMPO
INCIDIERON SOBRE TODA
LA POBLACIÓN
El cometido formativo AH
de la Sección Femenina OCT
■ Desde los albores del franquismo, 2008
mediante Decreto de 28 de diciembre
de 1939, a la Sección Femenina de
63
F.E.T. y de las J.O.N.S. se le
encomendó la tarea de formar a la
mujer española, tras haber
desempeñado en tiempos anteriores
labores asistenciales y de apoyo a
Falange y al denominado
“Movimiento” durante la II
República y la Guerra Civil. La labor
formativa tuvo como referencia
teleológica un modelo nacional-
Archivo Histórico Provincial de Huelva
64 Embellecimiento, de Floricultura, de
Profesionales agrícolas, etc.
· Concursos (platos de cocina, trabajos
manuales, labores, corte, etc.).
· Juegos (clases y exhibiciones).
· Marchas y Excursiones.
generalmente con el título de maestra. Era horario de tarde—, salones parroquiales, rurales se contó con libros y materiales es-
habitual contar con la colaboración pun- casas sindicales, casas y locales particula- pecíficos, y para las clases prácticas de coci-
tual, pronunciando conferencias o charlas, res, espacios deportivos y locales de institu- na con un menaje propio.
del alcalde, del cura párroco, del médico, ciones religiosas. Los recursos pedagógicos
del veterinario y de algún mando de la je- fueron variados. Contaron con recursos bi- TEMPORADA ERRANTE. Para la vida coti-
rarquía de la Sección Femenina provincial. bliográficos, recursos didácticos generales diana del Equipo Cátedra una cuestión base
Las profesoras integrantes del Equipo Cáte- y con recursos didácticos para materias es- era la vivienda donde se instalaban. Duran-
dra debían seguir unas pautas de compor- pecíficas. Las bibliotecas de las Cátedras te algunos años las Cátedras Ambulantes
tamiento y convivencia durante el tiempo contenían libros de consulta y para prepa- que recorrieron Andalucía contaron con un
de permanencia de la Cátedra en los pue- ración de clases del profesorado, y libros pa- remolque vivienda. Debido a la incomodi-
blos. La duración de los Cursos-Cátedra os- ra préstamo y fomento de la lectura en la dad de su constreñido espacio y a la falta de
ciló entre los 30 días, en los primeros años ciudadanía. En cuanto a recursos didácti- intimidad que ello conllevaba entre las pro-
de singladura de las escuelas itinerantes, y cos generales las escuelas itinerantes tuvie- fesoras, se fue desechando su uso, estable-
los 100 días en los años de consolidación de ron a disposición cuadernos, lápices, go- ciéndose en casas cedidas o alquiladas del
las mismas. Con las autoridades se aconse- mas, pizarras, tizas, reglas, cartulinas, núcleo poblacional visitado. Los útiles para
jaba la cortesía protocolaria y la cordiali- cassetes, aparatos de cine, magnetófonos, el hogar fueron copiosos. En cuanto a “me-
dad, pero sin llegar a ningún atisbo de inti- altavoces, tocadiscos, receptores de radio, naje” no faltaron las baterías, cuberterías,
midad. Con el resto de habitantes se hacía proyectores de vistas fijas, filminas, lámi- cristalería y demás utensilios. El “ropero” lo
un llamamiento a la corrección, a la pun- nas, etc. Dentro de los recursos específicos, constituía las ropas de cama, mantelerías,
tualidad, al comportamiento modélico y para el desarrollo de la materia de educa- toallas, batas, delantales, etc. Y en el “mo-
responsable, a la afabilidad sin confianza, ción física se contó con saltómetros, col- biliario y varios” llegaron a contar con me-
al acercamiento sincero y profesional pero chonetas, balones de distintos deportes, sas, sillas, camas literas, armarios, frigorí-
sin afectividades, “al margen de todo co- pelotas, aros, mazas, picas o saltadores, fico o estufas, entre otros. Todo este abun-
queteo”. Dictamen último que no siempre mientras que para la materia de industrias dante material para la vida cotidiana y los
pudieron cumplir, habiendo constancia de recursos didácticos referidos debían movili-
que determinados corazones jóvenes que zarse en cada desplazamiento, en cada cam-
latían dentro de la uniformada compostu- bio de destino de actuación de las Cátedras
ra, terminaron siendo seducidos por mozos LA DURACIÓN DE LOS Ambulantes. Nada más consustancial a la
—bien considerados— de las localidades naturaleza itinerante de las Cátedras Am-
andaluzas de paso, terminando posterior-
CURSOS CÁTEDRA OSCILÓ bulantes que la mudanza, que el tránsito de
mente la relación afectiva en desposorio. ENTRE LOS 30 DÍAS DE LOS recursos personales y materiales de un lugar
Como aulas temporales, las Cátedras PRIMEROS AÑOS Y LOS 100 a otro. Los enseres y recursos pedagógicos se
Ambulantes en su periplo por las provin- transportaban en un camión y las profeso-
cias andaluzas usaron, entre otras, las pro- DÍAS DE LOS AÑOS DE ras se trasladaban en coches aportados por
pias de las escuelas de las poblaciones —en CONSOLIDACIÓN la Jefatura o Diputación Provincial, e inclu-
Archivo Histórico Provincial de Huelva
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Tipo de carromato que usaron en ocasiones las profesoras de los Equipos-Cátedra como vivienda durante los cursos.
so en ocasiones en transporte público. Si cada provincia contaba con un mapa dividi- capital o mal comunicados, y los pueblos de
contaban con remolque-vivienda, a veces se do en zonas atendiendo a la similitud de las fácil control por parte de los Servicios pro-
hacía “necesario” motoristas en vanguardia características de las poblaciones (geográfi- vinciales, pero a los que había que “dinami-
de la caravana para garantizar la seguridad cas, industriales, condiciones de comunica- zar” social, cultural y económicamente.
al cruzarse con otros vehículos en carreteras ción, ...). Sobre este agrupamiento, cada No obstante, en la elección definitiva de
estrechas y con mal estado del piso. Delegación Provincial de la Sección Femeni- los destinos de los cursos de las Cátedras
Los puntos geográficos a los que se debí- na seleccionaba aquellas más necesitadas Ambulantes de las provincias andaluzas,
an dirigir las Cátedras Ambulantes para de la acción de las Cátedras, teniendo pre- pesaron criterios como la solicitud por parte
ejercer su labor eran aquellos donde vivía la sente como principios preferentes los pue- de los alcaldes de los municipios, de las pa-
cuarta parte de la población española, es de- blos humildes abandonados social y cultu- rroquias o de los ciudadanos tras experien-
cir, pueblos de menos de 5.000 habitantes ralmente, los pueblos que sin estar en esas cia previa, o el criterio de culminar la labor
que por la peculiar geografía de la patria vi- condiciones estuvieran poco atendidos pro- iniciada en puntos geográficos mediante
vían aislados. Y generalmente, esa cuantía vincialmente por estar muy alejados de la sucesivas estancias. La intención expansi-
tope de moradores se daba con bastante ex- vo-espacial de la labor de las escuelas “sobre
cepción, la cifra normal de población no so- ruedas” quedaba así en un segundo plano,
lía llegar a los 2.000 y, en muchos pequeños de ahí que algunos núcleos poblacionales
enclaves, menos de 500 habitantes. Cuanto Más información recibieran la visita de la Cátedra Ambulante
más pequeños, más abandonados, más par- en dos y hasta en tres ocasiones durante su
ticipaban y más beneficios podían obtener. ■ Pérez Moreno, H. M. andadura, y otros quedaran sin acogerlas.
Los destinatarios geográficos de las actua- Una escuela viajera. La Cátedra Ambulante de Sin olvidar la deplorable vertiente adoc-
ciones de las Cátedras Ambulantes fueron, la Sección Femenina de Huelva (1956-1977). trinadora y el injusto y restrictivo modelo de
por tanto, las pequeñas poblaciones atrasa- Diputación Provincial de Huelva. mujer que latía en el plan de enseñanzas de
das donde se acentuaban toda clase de pro- Huelva, 2004. las Cátedras Ambulantes, éstas supusieron
blemas en el marco de las circunstancias ge- ■ Sánchez Llamas, F. J. —dentro del átono marco rural andaluz de la
nerales de la nación, situadas en el medio Las Cátedras Ambulantes de la Sección época— la excusa perfecta para que muchas
rural tradicionalmente descuidado por las Femenina de F.E.T. y de las J.O.N.S. en Málaga mujeres salieran de casa y entablaran rela-
instituciones que representaban el poder. (1955-1977). ciones con sus convecinas en espacios y con
Dado los muchos asentamientos que en Tesis Doctoral. Dpto. de Teoría e propósitos distintos a los habituales. Signi-
cada provincia cumplían la condición de al- Historia de la Educación de la Univ. ficaron una oportunidad para aprender con-
bergar menos de 5.000 habitantes, había de Málaga. Málaga, 1997. ceptos, técnicas, habilidades y destrezas que
que realizar una selección pues no todos ■ Suárez Fernández, L. podían aplicar en la cotidianidad y un medio
iban a poder ser beneficiarios —por limita- Crónica de la Sección Femenina y su tiempo. para mejorar su autoconcepto al experimen-
ción de tiempo y de número de Cátedras— Asociación Nueva Andadura. tar su educabilidad permanente, su capaci-
del servicio de las Cátedras Ambulantes. Pa- Madrid, 1993. dad de aprender a cualquier edad y en un
ra la elección de los pueblos destinatarios, contexto no escolar. ■
La Ley de Negociación Colectiva de 1958 supuso una palanca para la movilización y dio un resquicio legal
que permitió la reorganización del movimiento obrero español después de su aniquilación tras la Guerra
Civil. Aunque, al mismo tiempo, obligó al régimen a endurecer la represión contra aquel, llenando las cár-
celes españolas de manera proporcional a la importancia que tomaba el movimiento como espina dorsal de
la oposición a la dictadura.
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1958 que, en el fondo, buscaba la introduc- imponer una Norma de Obligado Cumpli- tar sacar algo en claro para los trabajadores
ción de mecanismos de mercado en la fija- miento (NOC). Por tanto, la Ley de Conve- y sus familias. Por tanto, al tener que con-
ción de precios y salarios y comprometía al nios Colectivos quedó supeditada a la auto- frontar capital y trabajo, la clase tuvo que
Gobierno ante estos organismos interna- ridad gubernativa en la que recaía la apro- medir sus propias fuerzas y, al mismo tiem-
cionales para aumentar los salarios en la bación final de los convenios acordados, po, tuvo que elegir a sus mejores represen-
medida en que se incrementara, de forma dejando a los trabajadores sin instrumento tantes y elaborar sus propias plataformas
paralela, la productividad. Aunque la lite- de presión sobre el empresario, ya que en él reivindicativas.
ratura de la época refleja las buenas inten- recaía la capacidad de negociación. El
ciones de los nuevos convenios colectivos principio de autonomía entre las partes, CONQUISTAR ESPACIOS DE LIBERTAD.
que elevarían el nivel de vida de los trabaja- en fin, se conculcó con mucha frecuencia La negociación colectiva se convirtió, pues,
dores, sin embargo, la realidad fue otra en cuanto el Estado intervenía en el proce- en un aliciente, en una palanca para orga-
bien distinta, ya que el aumento de la pro- so de negociación colectiva dictando las nizar a los trabajadores y, lógicamente, pa-
ductividad produjo una sobreexplotación NOC que, en la mayor parte de los casos, se ra movilizarlos. Desde el taller o la empre-
de la clase obrera: en 1965, el 54% de la po- fallaba a favor de los empresarios y los con- sa, la discusión del Convenio Colectivo for-
blación trabajaba entre 46 y 54 horas sema- venios se convirtieron en un instrumento zó una nueva situación tanto en la partici-
nales y el 22% más de 55 horas por prolonga- que frenaba los conflictos abiertos en los pación de los trabajadores como en la discu-
ción de jornada. A ello habría que sumar la centros de trabajo. sión de las acciones o de las plataformas rei-
disparidad salarial dentro de un mismo ofi- Pero, aún con todo ello, esta ley (como to- vindicativas. Por ejemplo, la negociación
cio, fruto de una negociación desarticula- do en la vida) tenía su doble filo y es que, co- colectiva sirvió para que se celebrasen, no
da: entre grandes y pequeñas empresas, de mo afirma Nicolás Sartorius, ponía frente a sin dificultades, asambleas en los centros
la misma industria pero de empresas de ta- frente a obreros y patronos “alrededor de la de trabajo y en los locales del sindicato ver-
maño diferente, o convenios de empresa de mesa de la lucha de clases”. La negociación tical. Pero, al mismo tiempo, la clase obre-
zona o a nivel nacional, lo que se tradujo colectiva abrió una puerta o un resquicio ra española tuvo que sortear tres inconve-
también en una mayor desintegración de la fundamental para el desarrollo del movi- nientes. En primer lugar, los núcleos orga-
propia clase obrera. miento obrero porque los Enlaces Sindicales nizados tuvieron que resolver un dilema
La negociación colectiva seguía siendo y los Jurados de Empresa alcanzarán un ma- táctico que se planteó desde la posguerra: o
tutelada por el Estado, a través del Ministe- yor protagonismo y porque, al fallar los me- seguir en los estrechos márgenes de la clan-
rio de Trabajo, que podía suspenderla (co- canismos legales de la CNS, aparecerán “co- destinidad o, por el contrario, iniciar un
mo así lo hizo en 1968) o podía decretar to- misiones de obreros” que, en sus inicios, movimiento abierto con fórmulas que difí-
pes salariales a los que debían ajustarse los deberán dar respuesta a los problemas que cilmente pudieran encuadrarse en la clan-
convenios (como también se hizo en 1969 y se plantean en cualquier microcosmos de la destinidad. En segundo lugar, hubo de ir
1975). O, simplemente, en caso de desa- empresa. La cosa era bien sencilla: esa “co- creando su propia organización, dentro y
cuerdo entre las partes podía (como hizo en misión obrera” debía tomar nota de las aspi- fuera de las empresas, como contrapeso a la
numerosas ocasiones a partir de esta ley) raciones del personal y, negociando, inten- patronal y al vertical (aunque sus pasos se
EL MOVIMIENTO OBRERO
TUVO QUE APRENDER NO
SÓLO A SORTEAR LA
REPRESIÓN, SINO A BUSCAR
NUEVAS FORMAS PARA
SUPERARLA
RAFAEL GUERRERO
DIRECTOR Y PRESENTADOR DEL PROGRAMA LA MEMORIA
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L
as emisiones semanales de La Me- DIVERSAS PERSPECTIVAS. Envuelto en
moria comenzaron en octubre de Ficha técnica del los siempre evocadores Suspiros de España co-
2006 —Año de la Memoria Históri- mo sintonía, el programa se articula en tor-
ca, así declarado por las Cortes Españo-
programa La Memoria no a un tema central con presencia de prota-
las—, y continúan en su segunda tempo- ■ Equipo: Rafael Guerrero gonistas, expertos y/o historiadores, persi-
rada en 2008. Fue en 2007 cuando, a la vis- (dirección, guión y presentación), guiendo siempre un lenguaje divulgativo y
ta de los buenos resultados de audiencia, Manuel Vicente (redacción), Daniel tratando de humanizar unos contenidos es-
la dirección de Canal Sur Radio decidió González (producción), Antonio pecialmente centrados en Andalucía, lo
ampliar su duración de media hora a una Martínez (realización) y Joaquín cual no es óbice para abordar temas genera-
hora semanal y emitir el espacio en las dos López (sección musical). les o personajes que trascienden a nivel es-
cadenas de contenido informativo: Canal Horario emisión: Viernes en Canal tatal e internacional. A lo largo de la histo-
Sur Radio y Radio Andalucía. Sur Radio (22.00 horas) y en Radio ria del programa se ha abordado la evolu-
Desde su estreno en octubre de 2006 y a Andalucía (21.00 horas). ción de la República, la Guerra Civil y el
lo largo de dos temporadas en antena, se franquismo en todas y cada una de las pro-
han contabilizado 70 programas que han vincias andaluzas, pero también se ha pro-
abordado con equilibrio, ponderación y fundizado en aspectos temáticos transver-
rigor periodístico temas de interés can- claración de intenciones del primer pro- sales, como la educación, la rebelión de los
dente relacionados con la memoria histó- grama: “no hay una sola memoria, sino nietos, el exilio, la deportación a los campos
rica, poniendo el acento especial en An- muchas memorias, muchas impresiones y nazis, los trabajos forzados, los maquis, el
dalucía. muchos recuerdos. Tantas memorias como papel de la mujer, el debate político y social
Ante la polémica social en torno a la testigos de aquellos tiempos difíciles, tan- sobre la Ley de la Memoria Histórica, el pa-
memoria histórica, La Memoria no persi- tas memorias como herederos de aquellos pel de la Iglesia, las fosas comunes, la me-
gue más que ayudar a una mejor compren- protagonistas que ya no pueden contarlo”. moria histórica comparada con otros paí-
sión de nuestro pasado en torno a la Segun- No se trata, por tanto, de desenterrar vie- ses, etc., así como libros, publicaciones y
da República, la Guerra Civil y el franquis- jos fantasmas, sino de promover un ejerci- todo tipo de actividades relacionadas con es-
mo, sin pretender reabrir viejas heridas, cio de justo reconocimiento a unas vícti- te tema en el noticiero semanal. Todo ello,
sino más bien contribuir a cicatrizar las mas que durante demasiado tiempo han sin perder de vista el aderezo musical, tan
que aún queden abiertas. Y para ello, el tenido que soportar no sólo la represión, si- radiofónico y en este caso también tan evo-
programa facilita que fluya la informa- no el olvido y el silencio impuesto. De he- cador de las emociones y los sentimientos
ción, los recuerdos y los sentimientos que cho, un catedrático universitario cordobés de la gente en aquellos tiempos difíciles.
durante mucho tiempo han estado olvida- de Psicología de la Memoria llegó a califi- Las nuevas tecnologías puestas al servi-
dos o reprimidos. En ese sentido, pese al car la dura posguerra española en el pro- cio de una mirada radiofónica sin ira para
concepto en singular de la denominación grama como “una auténtica epidemia de comprender mejor nuestro pasado más
del programa, y como se expuso en la de- estrés postraumático”. convulso. Valga esta frase para referirnos a
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Visita a Mauthausen de tres de los seis andaluces supervivientes de los campos de concentración nazis.
la repercusión internacional del progra- Venezuela, Perú y Argentina al frente). En hemos encontrado para localizar a perso-
ma, cuyo seguimiento en Internet es cre- este sentido, parte significativa de las emi- nas de muy avanzada edad y con buenas
ciente tanto en el resto de España como en siones han tenido presentes a los exilia- facultades para trasladarnos sus expe-
todo el mundo, sobre todo en los países eu- dos, a aquellas decenas de miles de andalu- riencias y sus recuerdos. Debido al alzhei-
ropeos y americanos receptores del exilio ces que tuvieron que poner tierra de por mer, no fue posible entrevistar en Francia
político español. El único referente infor- medio para huir de la represión franquis- al único superviviente andaluz de los que
mativo específico sobre la memoria histó- ta, sin olvidar que 1.500 acabaron en los entraron para liberar París en la División
rica en la radio española cuenta también campos de concentración nazis por defen- Leclerc, pero se han emitido interesantes
con un blog — der la democracia también en Francia. entrevistas con cinco de los seis andaluces
http://www.programalamemoria.blogsp supervivientes de los campos de concen-
ot.com/— para fomentar la participación y PERSONAJES Y PROTAGONISTAS. Más de tración nazis —con tres de ellos, reco-
la interactividad de la audiencia. Desde doscientos invitados se han expresado a lo rriendo in situ el campo de Mauthausen—
más de medio centenar de países de todo el largo de las 70 emisiones del programa, en- y con el único andaluz vivo de entre los
mundo acceden oyentes internautas a esta tre personajes relevantes (Santiago Carrillo, doscientos guerrilleros españoles que de-
plataforma, donde se pueden consultar los Carlos Amigo Vallejo, Julio César Strassera, rrotaron a los nazis en los Pirineos france-
contenidos y exponer opiniones y sugeren- Laura García Lorca, José Antonio Martín Pa- ses. También un veterano anarquista se-
cias (con fotos, vídeos y enlaces). Además, llín, Gaspar Zarrías, Alfredo Sánchez Mon- villano reveló públicamente en el progra-
también se pueden escuchar las emisiones teseirín, Francisco de la Torre, Rosa Agui- ma su secreto mejor guardado: que en
recientes a través de la bandeja de la radio lar, etc), historiadores (Ian Gibson, Paul 1973 protagonizó con un comando un
de la página web de Canal Sur Preston, Gerard Brey, Francisco Espinosa, atentado frustrado en Dos Hermanas con-
(www.rtva.es). Investigadores de varias Hilari Raguer, Julián Casanova, José Luis tra el entonces presidente del Gobierno,
universidades europeas, americanas y Gutiérrez, etc.), representantes de asocia- Carrero Blanco, pocos meses antes de que
asiáticas se han interesado por la aporta- ciones para la recuperación de la memoria fuera asesinado por ETA en Madrid.
ción del programa a la recuperación de la histórica, así como expertos arqueólogos, Medio centenar de veteranos testigos de
memoria histórica. antropólogos, psicólogos, etc. que con sus una época convulsa y trágica han contado
Un 80% de la audiencia de La Memoria aportaciones han contribuido a divulgar los sus historias personales. Unas historias
está en España (Andalucía, Cataluña, Ma- temas abordados y a contextualizarlos para conmovedoras jamás expuestas pública-
drid, Murcia y Comunidad Valenciana a la su mejor comprensión general. mente por gentes anónimas que han sufri-
cabeza) y el resto se reparte por el mundo, Pero de manera especial han sido las do mucho y que se han expresado con placi-
con especial seguimiento en la Unión Eu- aportaciones de los testigos directos de la dez, sin ira, sin resentimiento y sin ningún
ropea (Francia, Reino Unido y Alemania) y época las que han enriquecido este pro- ánimo de revancha, pese a que perdieron
en América (con México, Estados Unidos, grama, considerando las dificultades que violentamente a familiares y pese a que su-
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PIERRE VERGER ÁNGEL DEL RÍO, SANDRA LUIS MÉNDEZ RODRÍGUEZ ENRIQUE OTTE SANDER
Andalucía 1935. Resurrección CHECA Y RICARDO MARTÍN La imagen de Andalucía en el arte Sevilla, siglo XVI: Materiales para
de la Memoria Andaluces en los campos de del siglo XIX su historia económica
Mauthausen
Un viaje a la realidad de Una obra que estudia la imagen Esta obra es un homenaje a
Andalucía en vísperas de la El Centro de Estudios Andaluces que Andalucía proyectó en los Enrique Otte, historiador
Guerra Civil española. Las ha querido recoger gráficamente europeos del siglo XIX, a través de singular y alumno destacado de
imágenes de Verger, inéditas el papel de los españoles su representación artística en Ramón Carande, que dedicó toda
hasta la fecha, fueron tomadas republicanos que padecieron pinturas y fotografías, y cómo su labor investigadora a la Sevilla
en la primavera de 1935 y poseen cautiverio en los campos de esos iconos culturales se tomaron del siglo XVI. Por ello, esta obra
un enorme valor documental exterminio de la Alemania nazi, como representación de lo reune su última investigación,
para conocer la etapa final de la sin duda, uno de los episodios más español y provocaron la afluencia junto con el inventario de su
II República en Andalucía. olvidados de nuestra historia. de visitantes que desembocaría fondo documental, y una breve
en el germen del turismo. biografía y bibliografía.
220 págs. 23 x 25 cm. 267 págs. 23 x 28 cm.
Encuadernación en rústica. Cartoné cosido y forrado con geltex,
176 págs. 14,5 x 21 cm. 376 págs. 23 x 25 cm.
PVP: 30 euros. con sobrecubierta.
Rústica con solapas. Rústica con solapas (incluye CD-ROM).
PVP: 30 euros.
PVP: 10 euros. PVP: 30 euros.
L O S A N D A L U C E S
Antonio Mairena, posiblemente el cantaor más influyente de la segunda mitad del siglo XX, se nos fue un septiem-
bre de 1983, pero nos dejó su obra, su cante inmenso, y una escuela. En 2009 se cumplen cien años de su nacimien-
to: una buena oportunidad para revisar el legado del primer Hijo Predilecto de Andalucía. Mairena fue un maestro;
consciente de su labor didáctica, pretendía enseñar, y buscó la metodología y la filosofía apropiada para ello, consi-
guiendo crear una escuela con unos alumnos aventajados que hoy son a su vez grandes maestros del cante flamenco.
Antonio Mairena,
un clásico del cante
Semblanza del primer Hijo Predilecto de Andalucía
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A
ntonio Cruz García, Antonio Mai- rena, vio la luz en un hogar humilde de Mai-
rena (1909-1983), fue cantaor de rena del Alcor, el 7 de septiembre de 1909,
flamenco, de cante gitano-anda- aunque por error o conveniencia, algo habi-
luz decía él; quizá el más grande e influ- tual hasta mitad del siglo XX, se le inscribie-
yente —junto con Camarón de la Isla—de ra en los papeles como nacido dos días antes,
la segunda mitad del siglo XX. Creó una es- el 5, como consta en la partida de bautismo.
cuela muy representativa, el mairenismo,
con artistas de la talla de José Menese, Juan CONTRA LA EXCLUSIÓN. La familia del ni-
Peña El Lebrijano o José de la Tomasa, en- ño era pobre y gitana, dos condiciones que,
tre otros. Alcanzó los máximos honores entonces, y en parte todavía, eran un pasa-
que un artista flamenco pudiera obtener porte para la marginación y la exclusión so-
en su tiempo, desde la preciada Llave de cial. Pero su estrella tendría que brillar a pe-
Oro del Cante (1962), hasta la Medalla de Medalla conmemorativa XXV Aniversario. sar de estas circunstancias por la nobleza de
Oro al Mérito en el Trabajo o la Medalla de espíritu. La fragua era el oficio tradicional de
las Bellas Artes. Fue el primer Hijo Predi- conocer directamente a Manuel Torre, Joa- muchos gitanos. En la familia del padre
lecto de Andalucía, a título póstumo quín el de la Paula o La Macarrona. Cons- eran herreros, y el padre, también. Trabajó
(1983), si bien el expediente de concesión truyó un concepto profundo del cante, en- pues, desde muy pequeño, en la fragua que
ya estaba iniciado en vida del artista. tendido como vida y vivencia, como algo ri- tenía su padre en Mairena del Alcor. En los
Destacaríamos de su figura, primero, su tual, como necesidad vital, y no sólo como cantes fragüeros Mairena, en efecto, destaca
alto sentido musical, que lo capacitó para espectáculo y comercio. El cante, en fin, especialmente. Sus tonás, deblas y martine-
cantar por tantos estilos y variedades y des- era su vida, como pocos casos en la historia tes son un alarde de facultades y conoci-
arrollar musicalmente los vestigios fla- se han dado. Un concepto que vivió, defen- mientos. Hasta catorce cantes sin guitarra,
mencos que descubría, casi en el olvido. En dió con su palabra, su escritura y sobre todo fragüeros, tiene grabados Mairena. Algunas
segundo lugar, su enorme afición: pasaba su cante, siempre lo central, pues habla- de sus letras dicen así:
muchas horas buscando entre los más vie- mos de un artista. Su legado es eterno; su
jos aficionados restos de cantes, escuchán- arte, memorable. A la puerta de la fragua
dolos con devoción, analizándolos, catalo- El niño Antonio Cruz García, luego Niño tú no me vengas a mí a llorar,
gándolos, recreándolos. Vivió además una Rafael y Niño de Mairena —años treinta— y ya que penas tú a mí no me quitabas
época dorada del flamenco: aún alcanzó a más tarde, para la posteridad, Antonio Mai- no me las vengas a dar.
L O S A N D A L U C E S
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A principios del siglo XX el flamenco es últimos estertores, de una cruel y lenta des- notaba, ya desde entonces, que su cante, y
ya un arte extendido por toda la Baja Anda- pedida de la vida aluden letras como ésta: la base espiritual que lo sostenía, aún entre
lucía, gestado desde el siglo XVIII, sobre to- muchos gitanos eran y serían incomprendi-
do en Triana y Cádiz, y acrisolado y popula- Por aquella ventana dos durante muchos años. Tras el servicio
rizado a lo largo del XIX. Antonio Mairena que al campo salía militar, tomó un tiempo una tabernita en
forma parte de la generación de las prime- le daba voces a la mare de mi alma su pueblo y estuvo también cantando por los
ras décadas del siglo XX, una etapa impor- y no me respondía. colmaos de Sevilla, como era habitual entre
tante, con figuras como los hermanos Pa- (Tomás El Nitri) los artistas de los años treinta.
vón Cruz (Pastora La Niña de los Peines, Ar- Las angustias fueron a más durante la
turo y Tomás), Manuel Torre, Manuel Va- Antonio Mairena prosigue su aún hu- guerra incivil del 36. Y las dificultades no ce-
llejo, El Gloria, Pepe Pinto, Manolo Cara- milde carrera artística. En 1930 se presenta saron durante la árida posguerra: “En aque-
col, Pepe Marchena, etc. La familia de An- en el Kursaal Internacional de Sevilla, un llos años malos, de lutos y miserias, apenas
tonio no era ajena del todo al flamenco. No cabaret de lujo. Aunque gustó al público en se encontraba qué comer. No había más que
es, pues, casualidad, que dos hermanos, esa actuación “contracorriente” (rebelde, muchas fatigas”. Ya lo dice una de sus co-
Antonio y Curro —y luego Manuel, Ma- por tanto; rompedora y atrevida) Mairena plas, por bulerías por soleá:
nuel Mairena, hijo del segundo matrimo-
nio del padre— hayan sido excelentes in- Hermanita mía,
térpretes, cada cual a su modo. no llores, hermana mía,
Inspiración de poetas
El mazazo más fuerte de su vida fue qui- que en la casita de los probes
zá la muerte de su madre, su bata (madre en ■ Antonio Murciano, poeta gaditano, nunca reina la alegría.
caló) en 1928. En su libro Confesiones cuenta dedicaba estas letras al genial
Mairena las ducas (penas) que le envolvían cantaor: PRIMERAS GRABACIONES. En 1941 recibe
al volver del extranjero y comprobar que su (…) Aquí está Antonio Mairena, una oferta de la famosa casa de grabación La
madre ya no estaba en casa para recibirlo. aquí está el rey de la tribu Voz de su Amo para grabar un disco con el
Por eso, al cantar, recuerda y alivia a la vez de la yerbabuena, madre, acompañamiento de Esteban de Sanlúcar.
estos sentimientos, con todo su dramatis- —la yerbabuena gitana— Empiezan sus primeras grabaciones, siem-
mo. La seguiriya es el gran cauce flamenco que era verde y verde sigue pre con sus maestros en el corazón: Joaquín el
de la muerte, especialmente de la agonía y porque aún su cante la riega. de la Paula, Manuel Torre, Tomás Pavón y su
la desaparición de la madre. Al trance de los hermana Pastora y, más tarde, Juan Talega.
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En 1973 graba en Casa Philips dos LPs, Antonio Mairena se nos fue pero nos de- MAIRENA CONSTRUYÓ UN
Cantes de Cádiz y Los Puertos, otro homenaje jó su obra, su cante inmenso. Nos dejó una
al flamenco de esa tierra especial, y Triana, herencia (“grandeza testamentaria”, dice
CONCEPTO PROFUNDO DEL
raíz de cante. Pero destaca, después de esta Félix Grande) y una escuela. Fue un maes- CANTE, ENTENDIDO COMO
extensa discografía, con homenajes explíci- tro: consciente de su labor didáctica pre- VIDA Y VIVENCIA, COMO
tos a zonas cantaoras con su legado el LP Es- tendía enseñar, y buscó la metodología y la
quema histórico del cante por seguiriyas y por filosofía apropiadas para ello, consiguien-
ALGO RITUAL, COMO
soleares, casa Zafiro, del año 1976. Los grabó do crear una escuela, con unos alumnos NECESIDAD VITAL
de seguido, verdaderamente inspirado y con aventajados que lo toman como modelo de
la mente preclara respecto a qué intención referencia y, a su vez, dignifican al maes-
tenía: ofrecer una inmejorable enciclopedia tro con su categoría.
de dos estilos básicos del flamenco. Así, la escuela de Antonio Mairena, el Bailarín supieron de su grandeza del cante
Su carrera recibe un impulso discográfi- mairenismo, dicho sea el término en el senti- también para el baile— o del toque —Mel-
co impresionante. Son ya piezas maestras, do más aséptico y descriptivo, entendido bá- chor de Marchena, Manuel Cano, El Poeta,
base del mairenismo, obras como Cantes de sicamente, como lo define el doctor Antonio Niño Ricardo, Manuel Morao, Pedro Peña,
Antonio Mairena (1958), Cien años de cante gi- Reina Gómez, presidente de la Fundación Antonio Carrión, José Luis Postigo, Juan
tano (1963), Las Llaves de Oro del cante fla- Antonio Mairena, como “una forma de inter- Antonio Muñoz, Ricardo Miño, etc.— liga-
menco (1963), La gran historia del cante gita- pretar los cantes, de profundizar en ellos, en- dos al maestro o identificados con su escue-
no-andaluz (1966) o los tres LPs en 1969 de riquecerlos musicalmente y sentirlos”, es un la, la más significativa de los últimos años
homenajes diversos: Honores a la Niña de los
Peines, Mis recuerdos de Manuel Torre y La
inmenso caudal de artistas de gran calidad.
Sus más conocidos representantes quizá sean
del siglo XX, en que sólo le ha hecho som-
bra, en términos de influencia, la corriente
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fragua de los Mairena. En 1968 se edita la Mi- Manuel Mairena, hermano del maestro y su camaronera.
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sa Flamenca en Sevilla (RCA), con Luis Caba- heredero natural; José Menese, el discípulo Antonio Mairena elegía muy sabiamen- 2008
llero, Naranjito de Triana y el tocaor José
Cala El Poeta.
convertido ya en maestro indiscutible; El Le-
brijano, en su primera época sobre todo; Mi-
te, en todos los aspectos, sus letras para el
cante. No repetía prácticamente ninguna,
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guel Vargas, fallecido en plenitud de faculta- las adaptaba musical y lingüísticamente con
MAGISTERIO ARTÍSTICO. En 1976, cuando des en 1997, mairenero confeso; y otros como singular capacidad, incluso algunas eran
publica sus memorias, Antonio Mairena Curro Malena o Manuel de Paula —con la su- creaciones literarias absolutamente perso-
ya se ha retirado del barullo y el sinvivir de ma del aire de Lebrija—, Nano de Jerez, Diego nales. Tan magna es la antología de letras de
los festivales, aunque está en plenas facul- Clavel, José Parrondo, Marcelo Sousa, Kiki de su obra discográfica que constituyen un casi
tades. Hasta su muerte, en septiembre de Castilblanco, Rufo de Santiponce, Fernando exhaustivo espectro de temas, símbolos y
1983, transcurren varios años en que el ar- López Porrito de Mairena, Itoly de Los Pala- rasgos lingüísticos. En fiestas particulares,
tista vive una vida tranquila. Retirado de cios e incluso El Cabrero, José el de la Tomasa, cantó nuevas letras de la misma enjundia y
la vida profesional, no deja, sin embargo, Calixto Sánchez o José Mercé, sin agotar aquí acierto. Todo un legado poético para siempre
de cantar ocasionalmente en algún home- la nómina, que sería muy larga, y teniendo entregado en nuestros oídos.
naje que le rinden como en el festival de su siempre en cuenta que cada artista es un Casi como una excepción en la historia
pueblo con ocasión del concurso de cante mundo personal y en cierto modo único. Es del flamenco, Mairena investigó, escribió
jondo que apoyó cada año. También conce- destacable el hecho de que entre las nuevas —ayudado por intelectuales como Ricardo
de entrevistas a los medios de comunica- generaciones hay jóvenes que se han apunta- Molina o García Ulecia— y emitió tesis que
ción, sigue de cerca la actualidad flamen- do básicamente al clasicismo que defiende no fueron ni son compartidas por muchos
ca, vigila alguna reedición o recopilación esta escuela. Es el caso de Ana Real, Rocío Se- aficionados, pero la sinceridad de su exposi-
de su obra, grabando in extremis su genial y gura, Rubito de Pará hijo, Raúl Montesinos y ción, y su lucha constante por esa idea me-
testamentario Al calor de mis recuerdos, pro- tantos otros. También podríamos hablar de recen el respeto de todos. Es un útil comple-
sigue su amistad y comparte conocimien- artistas del baile —Pastora Imperio, Teresa, mento a su cante, sin dejar de ser éste siem-
tos entre los artistas jóvenes y menos jóve- Luisillo, Carmen Rojas, Laberinto y Rosita pre lo fundamental. En sus escritos, de una
nes que le visitan. Segovia, Matilde Coral y El Negro, Mario Ma- prosa nada desdeñable, defiende sus postu-
El cinco era un número que, al parecer, ya, Pepa Montes y, sobre todo, Antonio el lados progitanistas en el cante, salva del ol-
no agradaba al maestro. Y un cinco le visi- vido y homenajea a sus maestros, explica
taría la muerte. Un lunes funesto, el 5 de cómo recuperó, recreó o creó ciertos cantes:
septiembre de 1983. No fue una despedida una guía imprescindible para todo admira-
tranquila. Unos días antes, a principios de Discografía básica dor del cantaor.
agosto, había ingresado en la Unidad de Por último, alcanzó su duende personal
Cardiología del Hospital sevillano de Gar- ■ La gran historia del cante gitano-andaluz en numerosas ocasiones, incluso en graba-
cía Morato, aquejado de una angina de pe- (1966). ciones, a las que dotó de una fuerza y una
cho. El lunes 5 de septiembre de 1983, el ■ Esquema histórico del cante por siguiriyas seguridad enormemente didácticas y con-
parte médico certificaba su fallecimiento y soleares vincentes. Como despedida, quedémonos
de un paro cardiorrespiratorio irreversible (1976). con la letra que más le llegaba al maestro
a las 19,30 horas. Al día siguiente, martes ■ El calor de mis recuerdos de los Alcores:
6, fue enterrado entre honores y con miles (1983). Reedición Pasarela, 2003.
de personas honrándolo en su pueblo na- ■ Obra completa Al infierno que te vayas,
tal. El 7 de septiembre, a título póstumo, 16 CDs, Junta de Andalucía-Zafiro, me tengo que “di” contigo,
la Junta de Andalucía le otorga el primer 1992. porque yendo en tu compaña
título de Hijo Predilecto de Andalucía. llevo la gloria conmigo. ■
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Con la finalidad de asistir a la inauguración del monumental templo parroquial de Vélez Rubio, levantado a sus
expensas, Don Antonio Álvarez de Toledo, X marqués de los Vélez, residente en Madrid, realiza un memorable
viaje de tres meses por sus estados en los antiguos reinos de Murcia y Granada. Un secretario de su extenso séqui-
to fue redactando un prolijo y minucioso diario del viaje entre octubre de 1769 y enero de 1770. Gracias a esa inicia-
tiva, contamos con una obra única, dotada de una riqueza documental excepcional.
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a vida de Don Antonio María Álvarez ANTONIO ÁLVAREZ DE cas artesanales, entrando en una almazara o
de Toledo Osorio y Pérez de Guzmán en un molino para analizar cómo se pueden
el Bueno (1717-1774) queda ensombre-
TOLEDO NO BRILLÓ EN LA arreglar para incrementar su producción o
cida por su preocupación en mejorar la ad- CORTE NI DESTACÓ EN LA visitando una hospedería en compañía del
ministración de sus señoríos. Se conocen CARRERA DE ARMAS, arquitecto fray Pedro de San Agustín para
escasos datos de su trayectoria vital, de su impulsar algún nuevo proyecto. Es también
carácter y de su forma de ser. Aficionado a la
ESTUVO DEDICADO A LA un hombre de su tiempo por su afición al te-
caza, apasionado admirador de la naturale- GESTIÓN DE SUS ESTADOS atro y al baile. No duda en asistir a cuantas
za, lo podemos ver disfrutando de un paisa- representaciones teatrales tienen lugar en
je, contemplando una puesta de sol o mara- las ciudades más importantes y que dispo-
villándose ante una ladera boscosa o una nen de espacios escénicos, como Murcia o
fuente cristalina. Profundamente religioso, descrito como sencillo y cercano. En múlti- Cartagena. Asiste a los bailes de salón, parti-
acudía a diario a misa. Generoso, puesto ples ocasiones lo vemos preocupado por los cipa del baile e incluso critica las tradiciones
que a lo largo de todo el viaje va obsequiando pobres, por acudir en socorro de los desvali- que impedían asistir a las viudas recientes.
a las personas que lo alojan o acogen en sus dos, por ayudar a los diferentes conventos o También estaba encariñado con las tradicio-
casas, entregando limosnas a los clérigos o parroquias que visita, dejando importantes nes y los festejos populares, puesto que asis-
conventos para que las repartan entre los sumas en metálico para la caridad. Es, ade- te y admira todos los que se organizan en su
necesitados, dando propinas a todos aque- más, un buen conversador, como nos cuen- honor, sean castillos de fuegos artificiales,
llos que colaboran en la realización del viaje ta el autor del diario que “pasó la noche en bailes populares o espectáculos taurinos.
(guardias, actores, criados, toreros, danza- conversación” en la casería de los Jeróni-
rines...), e incluso indicando claramente mos, en el recorrido entre Cartagena y Ori- UNA JORNADA EN EL VIAJE. Aunque se
que se socorriese alguna penalidad de la que huela, o cuanto platica con los religiosos de desarrolle de forma aparentemente desor-
era testigo. los diversos conventos. denada, consecuencia de los cambios per-
No brilló en la Corte ni destacó en la ca- También se manifiesta ese carácter ilus- manentes de ambiente y de los traslados en-
rrera de armas, su existencia estuvo dedica- trado del X marqués en el retrato preciso de tre poblaciones, la vida diaria de don Anto-
da a la gestión de sus estados. Tuvo que ser Don Antonio José Navarro, párroco de Vélez nio estaba muy bien organizada. Una vez
un hombre convencido de los ideales ilus- Rubio en aquellos años, cuando afirma que vestido, desayunaba. Despachado el correo,
trados, que se manifiestan de forma clara “es sumamente cuidadoso en los negocios tenían lugar las visitas de cumplimiento, la
en sus planteamientos sobre la administra- que interesan y por sí mismo quiere inspec- recepción de peticiones de sus súbditos, los
ción de sus estados y en la preocupación por cionarlo todo”. En todos los lugares que reco- saludos de diversas autoridades y las reu-
estar informado sobre todos los aspectos. rre durante su dilatado trayecto podemos niones. Después, prácticamente todos los
Debió ser un hombre que rompía los moldes verle acercándose a una fuente para ver có- días acude a una misa o una función religio-
que sobre la nobleza se tenían en la segunda mo se pueden optimizar los regadíos, plani- sa. Si se trata de alguna solemnidad le ocu-
mitad del siglo XVIII, puesto que aparece ficando la construcción o la mejora de fábri- pará casi el resto de la mañana, si es un día
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inmediatamente a su atención. Es
sumamente cuidadoso en los negocios
que interesan, y por sí mismo quiere ta y los cincuenta minutos, que “parecieron cuenta de las corridas de toros, que el obis-
inspeccionarlo todo. Sus vasallos no al concurso tres minutos”, en palabras de po, Claudio Sanz y Torres, presente en los
pueden menos de amarle Machayn, autor del diario. actos de consagración del templo, conside-
tiernamente, y las impresiones de su En su contexto vital se subrayan aspectos raba peligrosas y poco apropiadas para la
humanidad han quedado tan religiosos en circunstancias trágicas como ocasión. Al final, se imponen los partida-
grabadas en todos los corazones que no cuando se pierden en la nieve y se tienen que rios de la fiesta y se celebran tres festejos
se borrará eternamente su memoria”. refugiar en un cortijo: pasados los días de taurinos, además de diversas cabalgatas,
Antonio José Navarro, 1770. mayor apuro, deciden continuar camino, mojigangas, fuegos artificiales, etc.
entonces nos cuenta Machayn que “S.E., lle- La descripción de las cabalgatas, las le-
no de fe, sacó un Lignum vía [una reliquia de tras de las canciones que le dedican los vele-
la cruz de Cristo], regalo de las religiosas zanos (sean de Vélez Blanco o de María) tie-
nuevo templo parroquial de Vélez Rubio, Descalzas Reales de Mula, y una estampa de nen un sabor popular inestimable. En las
costeado casi en su totalidad por la casa Ntra. Sra. de los Dolores de Ntro. Sr. que en primeras, que se repiten con más o menos
marquesal; por ello, las celebraciones más Cartagena, en la iglesia de la Charidad, le re- lujo y participan los diferentes pueblos del
importantes tendrán lugar en esta villa. El galaron. Y a breve cesó enteramente el aire”. señorío, son aspectos comunes la presencia
25 de octubre se organizó una magna proce- de vítores engalanados con cintas, grandes
sión para el traslado de las imágenes y del CELEBRACIONES POPULARES. Los pue- cartelones con inscripciones, los caballos
Santísimo al nuevo templo. Don Antonio blos de los estados de Vélez rivalizan por des- de pasta (hechos con papel mojado, prensa-
asiste con gran recogimiento a un octavario arrollar los agasajos más espléndidos y te- do y dejado secar), los bailarines de diversa
de misas con un enorme boato en la nueva ner las atenciones más originales ante la vi- índole, los músicos y, lógicamente, todo el
iglesia. El diario recoge la descripción deta- sita de su señor. Entre las atenciones públi- “gentío” del pueblo que acompaña y parti-
llada de las que participa el marqués, refle- cas apuntamos que cada una de las localida- cipa de la función. En cuanto a las letras de
jando el esquema y los temas de los sermo- des que visita organiza, en función de sus las canciones, las alabanzas al marqués
nes, así como su duración, entre los cuaren- posibilidades y no sin ciertos enfrentamien- (“Flor sois de la Corte, de España, lucero,
tos entre los vecinos, pasacalles, cabalga- norte de Los Vélez, de María, consuelo”), a
tas, corridas de toros, fuegos artificiales y lo su esposa doña Antonia Gonzaga (“Muchos
que podríamos denominar serenatas junto años viva vuestra esposa amada mi señora
EL MOTIVO DE LA VISITA a las residencias del marqués. A nivel priva- doña Antonia Gonzaga”), a los antepasados
do, podríamos citar las fiestas, bailes, sa- de la Casa marquesal y a la rendida admira-
DEL MARQUÉS DE LOS raos y máscaras. Tanto en uno como en otro ción que le profesan todos sus súbditos. En
VÉLEZ FUE LA sentido, es en Vélez Rubio donde tienen lu- numerosas ocasiones estas cabalgatas se
INAUGURACIÓN DEL NUEVO gar las celebraciones más espectaculares. completaban con las denominadas “funcio-
También es donde tenemos constancia de nes de pólvora”, fuegos artificiales que lla-
TEMPLO PARROQUIAL que su preparación generó diversas disputas maban la atención del diarista y que nos
DE VÉLEZ RUBIO entre los vecinos, y entre éstos y el clero a describe prolijamente.
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Inauguración del templo
de Vélez Rubio, 1769 81
Detalle del mapa de Andalucía, dibujado por Rigobert Bonne en 1797. ■ “Entre tanto, lloraba todo el pueblo.
Todos llorábamos de alegría. Nadie
juzgaba que habitaba los desiertos del
CAMINOS Y ACCIDENTES. En numero- tomando medidas del ancho del camino mundo, parecía a todos que habían sido
sas ocasiones Machayn, autor del diario, para ver si pasaban los coches. trasplantados en espíritu al Imperio. La
se detiene en la descripción de los “penosí- El incidente más peligroso de todo el via- vista del soberbio edificio, su adorno y el
simos” caminos. Relatando algunas de es- je tuvo lugar entre Monóvar y Yecla, cuando Señor que la llenaba, sacaba fuera de sí
tas experiencias camineras, el recorrido una tremenda nevada les hace quedarse los más obstinados corazones y los hacía
desde Alhama hasta Vélez Rubio tuvo es- perdidos en medio del campo, sin posibili- arrojar arroyos de lágrimas tiernas,
peciales dificultades. Previendo el estado dad de reconocer los caminos. Gracias al la- suspiros dulcísimos y mil bendiciones a
de la ruta, el primer día la villa de Alhama drido de unos perros se pueden refugiar en su Dios. Un obispo [Claudio Sanz y
envió a un alguacil mayor y “tres mozos ro- un cortijo. El autor relata de forma precisa Torres] trono de la Deidad con todo el
bustos y ágiles con azadones y palas por si todas las circunstancias, incluso nos indica clero; un Grande de España [Antonio
se necesitase en los caminos por el volu- que, ni siquiera diciendo que se trataba del Álvarez de Toledo] que a sus expensas
men del coche”, tropezándose en la si- marqués de los Vélez quien iba en la comiti- había construido tan magnífica casa de
guiente jornada con una “rambla o ba- va, los habitantes del cortijo querían abrir la Dios y que desde la Corte del mundo
rrancón entre montes en partes angostísi- puerta. Tuvieron que forzarla y, aún así, les venía a hacer corte y a colocar a Dios en
mo y perversísimo y en todas malo”. Tam- amenazaron con sus armas. Además, como ella; un pueblo devotísimo que había
bién nos describe el camino que recorren les negaban la comida para los animales, suspirado tanto por este templo, todo
por el valle del Almanzora como bastante tuvieron que forzar la entrada del pajar. enternecía, todo hechizaba, todos, en
malo, debido sobre todo a una riada que A lo largo del tiempo ha sido frecuente fin, se dejaban arrebatar de aquel
había tenido lugar algunos días antes: que los curiosos observadores que realiza- torrente de alegría que los inundaba”.
una tormenta de otoño cuyas lluvias to- ban periplos dejasen por escrito sus impre- Antonio José Navarro, 1770.
rrenciales hicieron que el río arrasase par- siones para la posteridad. Los relatos de via-
te de las tierras de ambos lados, así como je por nuestro país han estado presentes, en
los caminos, teniendo que cruzar el cauce mayor o menor grado, en todas las épocas
en múltiples ocasiones para trasladarse. históricas, pero es en el siglo XVIII, sobre to- Más información
También estaba en muy malas condicio- do en el contexto de la Ilustración, cuando
nes el camino que comunicaba, por decir- se produce una eclosión de expediciones. ■ Revista Velezana, nº 1 (1982). 2ª ed. revisada,
lo de alguna manera, la villa de Librilla En este sentido, el diario del viaje de don corregida y ampliada (1997).
con Mula, así como desde esta localidad Antonio Álvarez de Toledo es una obra ex- ■ Díaz López, J.P.
hasta cerca de Murcia. En este trayecto el cepcional por su extraordinaria rareza en la y Lentisco Puche, J.D.
marqués tuvo que montar a caballo, pues, España de la época, por la información que El señor en sus estados. Diario de viaje de D.
aunque trabajaron más de una treintena nos proporciona sobre las costumbres, la Antonio Álvarez de Toledo a sus posesiones de
de hombres para intentar dejarlo transita- forma de actuar la nobleza en sus posesio- los reinos de Granada y Murcia (octubre,
ble, en ocasiones fue imposible, debido al nes territoriales, los festejos, obras de tea- 1769–enero, 1770).
barro e incluso en algunos tramos tuvo tro, comidas, caminos o la situación de las Centro de Estudios Velezanos, 2006.
que adelantarse un cochero mayor para ir poblaciones que se recorren. ■
L U G A R E S D E L A M E M O R I A
El extremo oriental de Almería viene marcado por los bellísimos acantilados que forman su sierra volcánica, alter-
nándose con calas tranquilas aprovechadas para el descanso. Pero hubo otros tiempos. Durante siglos los corsarios
berberiscos acosaron sus playas y ensenadas provocando serios problemas de habitabilidad. La Costa de los Piratas,
como así se le denominó, es un capricho de la naturaleza salvado de la mano del hombre, por una historia hostil
que hizo fracasar los planes defensivos de la Corona.
MANUEL HUERTAS
AH HISTORIADOR Y REDACTOR DE VIAJES
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H
oras y horas de coche, kilómetros HASTA HACE MEDIO SIGLO, construcción de una fortificación erigida en
y kilómetros de asfalto y todo un los primeros años del reinado de Felipe II. El
paisaje por vislumbrar: sierras es-
EN EL ARRECIFE DE LAS fuerte es conocido como Torrejón de Cabo de
carpadas, densos bosques y de pronto, un SIRENAS, LAS FOCAS MONJE Gata y se realizó por temor al berberisco,
vasto desierto por delante. Así de abrupto, PROMOVÍAN EXTRAÑAS tras la rebelión de los moriscos en 1571. El te-
así de radical. Andalucía es tierra de contras- rremoto de 1658 ocasionó la caída de sus mu-
tes y Almería quizás la que más. Ahí radica
VISIONES DE SERES ros, quedando en solar hasta el s. XVIII,
su encanto, en su diversidad. Se pasa de la MITOLÓGICOS cuando en tiempos de Fernando VI se levan-
umbría de las estribaciones de Sierra Neva- tó nuevamente otra torre. Según el proyecto
da, a Cabo de Gata, el lugar donde se aposen- del ingeniero militar Tomás Warluzel, la to-
ta el sol. Por eso siempre cautiva este paraí- rre contaba con dos cañones de escaso cali-
so. Aquí se fosiliza el tiempo en sus secos pa- Desde Retamar, Almería, se llega por la bre, repuesto de pólvora y puente levadizo.
rajes de piedra rojiza y en su extenso manto carretera ALP-202 a esta localidad, donde la Y albergaba una tropa compuesta por dos
azul recogido entre lenguas de roca; auténti- antigua actividad del salazón ha quedado cabos, dos torreros, cuatro soldados y un ar-
cos puertos naturales que dieron descanso a testimoniada en los restos de una antigua tillero. La torre aún sigue en pie tras ser
la marina. Hasta allí nos desplazamos para factoría de garum. El caserío recibe nombre transferida en 1941 al cuerpo de la Guardia
explorar las aguas de su Historia. de la única fortaleza del parque que se encon- Civil.
tró enhiesta en tiempos de su reconquista, Cercana a San José y aprovechando su de-
SALITRE Y DIVINOS NAUFRAGIOS. Chari- hacia 1488. Hasta esa solitaria fortificación fensa se asentó la Almadraba de Monteleva,
demou Acra o Promontorio Caridemo, así llegó flotando, en 1502, una hermosa talla localidad antes llamada Las Salinas, por los
denominaba Ptolomeo a este paraje, nom- gótica de una virgen catalana. Andrés de cercanos depósitos de sal que en su día ex-
bre procedente de las palabras fenicias que Jaén, un agente que cubría el cuerpo de guar- plotaron los moriscos del Tarval, y a partir
significaron “promontorio de las cornali- dia, fue quién la rescató de la deriva tras su del siglo XVIII, el duque de Medina Sidonia.
nas”, en referencia a las ágatas de cuya maltrecho naufragio. Nadie pudo imaginar Su actual nombre de Monteleva se debe a su
abundancia se deriva por contracción Cabo entonces que, tras su depósito en el conven- más tradicional actividad antes de la llega-
de Gata. Pero las riquezas de estos parajes to de Santo Domingo, la Virgen del Mar se da del turismo: la pesca del atún. Simón Ro-
no sólo se limitaban a la explotación del convertiría en patrona y principal destinata- jas, naturalista que conoció la zona a co-
mineral. La pesca y las salinas fueron el ria de las plegarias de los almerienses. mienzos del siglo XIX, señala que la pesca
principal atractivo de la incipiente econo- Dejando atrás Torre García, una carrete- del atún se realizaba entre los meses de mar-
mía que un día hubo que defender. El pun- ra recta que corre paralela a la costa nos lleva zo y junio, periodo en el que, aprovechando
to de partida nos traslada a uno de estos en- hasta San Miguel de Cabo de Gata. Locali- su paso, disponían las artes piscatorias de
claves, Torre García. dad que debe su actual emplazamiento a la monte y leva.
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Fortaleza de San Felipe de Los Escullos.
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La actual provincia de Huelva es la única parte de Andalucía que no tuvo frontera con el reino de Granada. El Islam,
como realidad política, se extinguió en Huelva en 1262, cuando la dinastía nazarí aún daba sus primeros pasos. Sin
embargo, el territorio onubense es también un espacio fronterizo. Fronteras hubo entre las coras y taifas en época
islámica, entre Castilla y Portugal desde la conquista, entre los señoríos que se repartieron la actual provincia
durante los siglos bajomedievales y modernos, o entre la costa y un mar poblado de corsarios y armadas hostiles.
Castillos de Huelva
Mil años de fortificaciones en el occidente andaluz
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n el año 710, un siglo después de LA MEZQUITA DE existencia de un emplazamiento anterior
que Mahoma recibiera la revela- visigodo. Sobre él se levantó una pequeña
ción divina, el Islam se extendía ya
ALMONASTER ELEVADA ciudadela fortificada que conserva muros
desde los límites de la India hasta el Ma- SOBRE UN EMPLAZAMIENTO de época califal.
greb. Esta prodigiosa expansión constituye VISIGODO CONSTITUYE UNA Más al este, en la hermosa localidad de
uno de los hechos más trascendentales de Zufre, la torre de la Harina aún asoma en-
la Edad Media. Al año siguiente, en la míti-
DE LAS JOYAS ARQUITEC- tre los tejados, recordando que el caserío
ca fecha de 711, comienza propiamente la TÓNICAS DE LA SIERRA medieval se apiñaba dentro de las mura-
conquista musulmana de la Península Ibé- llas.
rica. En la zona onubense, Niebla será el
núcleo urbano de referencia. Sede episco- ALCAZABAS Y FORTIFICACIONES. Tam-
pal en época visigoda, verá reforzada su ca- Pese a su indiscutible protagonismo, las bién perteneció a la cora de Sevilla la pobla-
pitalidad con el dominio islámico, al con- murallas de Niebla no son el único testimo- ción de Tejada la Nueva (entre Escacena y
vertirse en centro de la cora o provincia del nio de arquitectura defensiva de aquellos Paterna del Campo). Al igual que Niebla, Te-
mismo nombre. Las antiguas murallas de tiempos. La cora se dividía en distritos, cu- jada fue un importante núcleo poblacional
Niebla conocieron conflictos, asaltos y en- yos núcleos principales también solían es- en época romana. Su muralla medieval
frentamientos durante el emirato, y mo- tar fortificados. Hay que advertir además aprovecha el recinto preexistente, ampliado
mentos de calma bajo el poder de los califas que lo que hoy es territorio provincial estuvo más tarde bajo la dominación almohade.
de Córdoba, pero es a los almohades a quie- fragmentado al menos entre cuatro coras is- Más al sur, en la costa, y concretamente en
nes deben su trazado actual. Hoy, siete si- lámicas. Mención especial merece el caso de el estuario de los ríos Tinto y Odiel, frente a
glos después, el recinto amurallado que Aroche, perteneciente a la cora de Beja y tal la ciudad de Huelva, se encuentra la isla de
protegía la ciudad de Niebla permanece mi- vez, en algún momento, a la de Badajoz. Pe- Saltés, la ciudad de las marismas. Al borde-
lagrosamente en pie. De esta impresionan- se a las importantes transformaciones que ar la isla en barco hacia Punta Umbría aún
te cerca de tapial rojizo, que cubre 16 hectá- sufrió su castillo para ser convertido en pla- se pueden observar pequeñas elevaciones
reas con 2 kilómetros de perímetro, desta- za de toros, aún conserva lo principal de su del terreno que ocultan las torres de su alca-
can sus 43 torres y sus 5 puertas en recodo. estructura, así como la llamada “puerta de zaba. En el camino al Algarbe, la fortaleza
La existencia de semejante recinto avala la la reina” e incluso, en algunos lienzos, la de Gibraleón nació con un evidente sentido
condición urbana de Niebla en época islá- decoración original, que disfrazaba los mu- estratégico, para controlar el paso del río
mica, al tiempo que recuerda su importan- ros de tapial imitando sillares. Odiel. Otro tanto cabe decir de la de Alfayar
te pasado romano e incluso protohistórico. Otras fortificaciones islámicas de la Sie- de la Peña, ubicada donde hoy se levanta el
Recientes intervenciones arqueológicas rra pertenecieron a la extensa cora de Sevi- Santuario de la Virgen de la Peña, a pocos
han permitido constatar que la muralla lla. En Almonaster, tanto el nombre (al- kilómetros de Puebla de Guzmán. Desde la
medieval se apoya sobre estructuras defen- Munastir) como los elementos reaprove- roca donde estuvo el castillo se divisa una
sivas con 3.000 años de antigüedad. chados en su famosa mezquita indican la impresionante extensión de terreno llano.
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Todas aquellas fortificaciones demostra- la conquista la fortificación islámica se con- del siglo XX. Además, los problemas en la
ron ser insuficientes ante el inexorable serva y aprovecha. La pervivencia aún hoy Sierra no venían sólo de la vecindad con Por-
avance de los reinos cristianos. Las primeras de las murallas de Niebla es buena prueba tugal. Las grandes órdenes militares del
acciones de conquista sobre territorio onu- de esta realidad. En otros casos, el abando- Temple y de Santiago, instaladas en el sur
bense partieron del reino de Portugal. Antes no de antiguos núcleos de población conlle- de la actual provincia de Badajoz, mostra-
de 1240 los caballeros de la Orden de Santiago vó irremediablemente la ruina de sus forta- ron desde fecha temprana sus intenciones
ya controlaban todo el curso bajo del Guadia- lezas, como ocurrió en la isla de Saltés. de expansión territorial. No extraña por
na, desde Mértola hasta Ayamonte. La dis- Por lo que respecta a la raya de Portugal, tanto que el concejo de Sevilla promoviese la
puta entre Castilla y Portugal por la posesión el tratado de Alcañices había zanjado la construcción en la Sierra de un importante
del Algarbe duró más de medio siglo. cuestión entre los reyes, pero no entre los conjunto de fortificaciones que venían a su-
Es precisamente la llamada “cuestión del concejos fronterizos. La zona de "La Con- marse a las ya existentes de época islámica.
Algarbe” lo que decidió a Alfonso X a con- tienda", por ejemplo, fue disputada por En-
quistar el pequeño reino de Niebla, sin mo- cinasola, Aroche y Moura hasta comienzos EFECTO DISUASORIO. Evidentemente,
tivo aparente, pero consciente de la necesi- estos castillos no blindaban la frontera, ni
dad de controlar de manera efectiva este te- lo pretendían. El control que ejercen las
rritorio de cara a sus reivindicaciones fron- fortificaciones de frontera es más sutil y se
terizas. La caída de Niebla en manos cristia- FINALMENTE, EN 1297, EL mide en función de su efecto disuasorio.
nas provocó la inmediata rendición de otras TRATADO DE ALCAÑICES En la raya portuguesa —como en la grana-
poblaciones dependientes de la capital. Al- dina— no se esperaba el enfrentamiento
FIJÓ DE MANERA DEFINITIVA
gunas de ellas, como Gibraleón, Huelva y en campo abierto de los respectivos ejérci-
Saltés, tenían castillos o alcazabas, que una UNA DE LAS FRONTERAS tos, sino la acción puntual y certera, la to-
vez entregados a sus nuevos dueños simbo- MÁS ANTIGUAS Y ESTABLES ma por sorpresa de las plazas más expues-
lizaban el dominio de éstos sobre la tierra y tas, el asalto y la rapiña de personas y
DE EUROPA
los hombres. En los momentos que siguen a bienes convertidos en botín. En este parti-
P A T R I M O N I O A N D A L U Z
cular contexto bélico las fortalezas combi- la, Cumbres de San Bartolomé, Cumbres de tensión o guerra abierta entre Castilla y
nan el aspecto defensivo o de eventual re- Mayores, Cala y Santa Olalla, que limita- Portugal afectaron de manera desigual a es-
fugio con una función ofensiva y de res- ban con las encomiendas de templarios y te espacio fronterizo.
puesta. Y desde luego, no hay que despre- santiaguistas. Sobre el territorio, el predominio aristo-
ciar la importancia de las fortalezas como Tanto Santa Olalla como Cumbres Mayo- crático se traduce en un constante incre-
polo de atracción de gentes en un área to- res son castillos de grandes dimensiones, mento de los señoríos; tierras sobre las que
davía débilmente poblada. Pero ante todo, con alternancia de torres cuadradas y semi- los señores ejercen, por cesión del rey, el go-
la fortaleza fronteriza es un signo de pro- circulares, y elementos constructivos clara- bierno y la jurisdicción. Castillos y torres fa-
piedad. Significativamente, la mayor par- mente góticos. Encinasola, Cumbres de San cilitarán el control de hombres y espacios
te de los castillos promovidos por el conce- Bartolomé y Cala cuentan con fortificacio- por los nuevos señores, cuyas luchas conver-
jo de Sevilla en la Sierra se construyó bor- nes de menor tamaño, muy similares entre tirán los límites de sus “estados señoriales”
deando el límite norte de su alfoz o térmi- sí. El castillo de Aracena, en cambio, pre- en verdaderas fronteras interiores.
no municipal. Ahí están los de Encinaso- senta unas características distintas. La ubi- El primer señorío nobiliario que perduró
cación central de la torre del homenaje no en el tiempo fue el que obtuvo Alfonso Pérez
tiene paralelos en la Sierra, pero sí en forti- de Guzmán (más conocido como Guzmán el
ficaciones portuguesas. El castillo de Corte- Bueno) sobre Ayamonte a fines del siglo
EL PROGRESIVO AUMENTO gana destaca por su emplazamiento y su es- XIII. Poco después lo extendería a Lepe. En
tado de conservación, gracias a sucesivas ambos casos existieron importantes fortale-
DE PODER DE LA NOBLEZA restauraciones. Hoy es núcleo central de zas, hoy desaparecidas, que podemos estu-
CARACTERIZA LA unas exitosas y concurridas jornadas me- diar gracias a los planos conservados de los
EVOLUCIÓN DEL REINO dievales que se celebran en el mes de agosto. siglos XVII y XVIII.
Durante los siglos XIV y XV distintos epi- A partir de 1293 la villa de Huelva conoció
CASTELLANO AL FINAL DE LA sodios bélicos justificarán la presencia de diversos señores, como el almirante Juan
EDAD MEDIA estas fortificaciones, aunque los momentos Mathe de Luna, don Diego López de Haro,
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Plaga de “moscas” en
la conquista de Niebla
■ La Crónica de Alfonso X
describe cómo se produjo el
asedio y conquista de Niebla en
1262. Pese a la utilización de
máquinas de guerra (engenios) el
cerco duró muchos meses.
Evidentemente, el empleo de la
pólvora durante el asedio es sólo
una leyenda que persiste aún hoy
pero que no tiene ninguna base
histórica. Lo que sí narra la
crónica es una curiosa anécdota
ocurrida durante el cerco. El caso
es que “vino en las gentes de los
reales de los cristianos tan
grande tempestad de moscas, que
ninguno de los de la hueste non
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podían comer ninguna cosa”, lo
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que hacía imposible mantener el 2008
asedio. Según el relato, dos
frailes dieron la solución al rey:
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“mandaron luego pregonar por la
hueste que cual que trajese un
almud de moscas a la tienda de
aquellos freiles, que le darían por
cada almud dos torneses de
plata”. Desde ese momento, los
cristianos se dedicaron a cazar
moscas, hasta llenar por
completo dos silos antiguos que
allí había. Mes y medio más tarde
se rendía Niebla.
La fortaleza de Niebla se protegió con un antemuro al final del siglo XV.
señor de Vizcaya y mayordomo mayor de castillos controlaban el paso y la desembo- construcción de un nuevo alcázar. Sabemos
Fernando IV, e incluso una dama de origen cadura del río Piedras. que trajo musulmanes cautivos para que
griego, doña Vataza de Lascaris, camarera A orillas del Tinto surgieron otros dos se- trabajasen en las obras, e incluso contrató a
mayor de la reina. Mientras tanto, aguas ñoríos importantes en una zona estratégica un médico “para que curase de los moros e de los
arriba del río Odiel acababa de producirse y de notable proyección comercial: los de christianos que andan en la obra del alcázar”. El
una importante concesión señorial: la de Moguer y Palos. Moguer fue concedido al al- castillo de Niebla quedó convertido en una
Gibraleón a don Alfonso de la Cerda, nieto mirante Alfonso Jofre Tenorio en 1333. El rey impresionante fortaleza, imagen del poder
del mismísimo Alfonso X el Sabio y heredero le permitía “que podades ý faser fortaleza e for- político y económico alcanzado por los du-
del infante don Fernando de la Cerda. talezas”. Desde mediados de siglo el castillo ques de Medina Sidonia. De notable com-
albergará la residencia señorial de los Porto- plejidad, el edificio se adaptó a las noveda-
CONTROLAR EL PASO. Desde muy pronto carrero. El de Palos era algo anterior en el des que imponía el uso de la artillería a fines
los señores de Gibraleón mostraron interés tiempo, pero también más modesto. Actual- del siglo XV. Destacaba su potente y elevada
por controlar el tránsito de mercancías que mente sólo se conservan sus cimientos sobre torre del homenaje, una de las mayores de
iba y venía de Portugal a través del “camino el cabezo que domina la localidad, junto a la
de la Raya”. Prueba de ello son la fortifica- célebre fontanilla en la que se abastecieron
ción de San Bartolomé de la Torre, la fortale- de agua las tres carabelas antes de su viaje
za de Pie Castillo (Villanueva de los Castille- descubridor. LA SUBLEVACIÓN PORTU-
jos), los restos de castillos a orillas del Chan- En 1368, la propia Niebla, con su extenso
za o la fortaleza medieval de Sanlúcar de término municipal, será entregada en se-
GUESA CONDUJO A UNA
Guadiana, uno de los hallazgos arqueológi- ñorío a los Guzmán, señores de Sanlúcar de GUERRA DE DESGASTE,
cos más espectaculares realizados en la pro- Barrameda, con título de condado. A finales
ONEROSA PARA UNA
vincia de Huelva en los últimos años. Ya en del siglo XV don Enrique de Guzmán procu-
el siglo XV se crearán los núcleos de Cartaya ró reactivar económicamente la villa y em- SOCIEDAD EXHAUSTA POR
y San Miguel de Arca de Buey, que con sus prendió la reparación de las murallas y la LA SANGRÍA EN HOMBRES
P A T R I M O N I O A N D A L U Z
Descubrimiento
de la torre
del palacio de
Doñana
■ En mayo de 2008 se ha descubierto el
cuerpo inferior de una torre oculta
entre las dependencias del palacio de
Doñana. Los restos, de planta cuadrada
y alambor en su parte inferior, parecen
corresponder a la “bien elevada torre”
que mandó construir el segundo conde
de Niebla, don Enrique de Guzmán,
junto al entonces conocido como Estero
del Carbón. Según los documentos
AH conservados el habitáculo interior se
habría utilizado como mazmorra en un
OCT edificio de claro sentido estratégico por
2008 la proximidad de una vía pecuaria y el
Andalucía. Por las mismas fechas que se monte quedaban retirados de la línea de Tanto la altura como el diámetro oscila de
construía la fortaleza de Niebla, el duque costa, y prácticamente no había torres que unas a otras, lo que les confiere un aspecto
edificó también sendos castillos en Trigue- pudieran ser reutilizadas. Además, la dis- más o menos estilizado. Sin embargo, la en-
ros y en Huelva. Este último, sobre el cabezo tribución del poblamiento dejaba largos tra- trada se sitúa siempre en altura, para difi-
de San Pedro, desde donde dominaba el ca- mos de litoral completamente desprotegi- cultar el acceso en caso de ataque. Dentro de
serío bullicioso de la villa y el tráfico portua- dos. Para remediar esta carencia se elaboró la torre, al atravesar el potente y grueso mu-
rio del Odiel. un plan defensivo que proponía la construc- ro, encontramos uno o dos espacios above-
ción de unas cuarenta torres de almenara dados, comunicados entre sí y con la terraza
PROTEGER LA COSTA. Durante la Edad desde Gibraltar hasta Ayamonte. superior por una escalera de caracol. En el
Media, las fortalezas señoriales cumplieron El problema principal no era encontrar la centro de la estancia suele localizarse un po-
a la perfección las funciones para las que ubicación idónea para cada una de las to- zo para el abastecimiento de agua.
fueron creadas. Pero el siglo XVI trajo nue- rres, sino convencer a los señores y autori- Pese a la construcción de las torres de al-
vas amenazas, sobre todo, para las poblacio- dades municipales de la necesidad de su menara en la costa de Huelva, corso y cauti-
nes costeras y para quienes se aventuraban construcción. Unos y otros alegaron defi- verio conocerán un notable incremento du-
a hacerse a la mar, expuestos a los ataques ciencias técnicas en el proyecto y dificulta- rante la primera mitad del siglo XVII. Ade-
de los temibles corsarios turco-berberiscos. des económicas para llevarlo a la práctica. El más, al miedo a los asaltos corsarios, los
Un problema de semejante envergadura de- tiempo demostró que algunas de las objecio- onubenses de la época sumaban el temor a
mandaba respuestas contundentes, que lle- nes no eran infundadas. La elección de los un eventual ataque inglés u holandés por
garon bien entrado el reinado de Felipe II. lugares fue desafortunada. Los problemas mar, sobre todo, tras el fracaso de la “Arma-
No es casualidad que la batalla de Lepanto y de cimentación y la propia dinámica erosiva da Invencible”. Pero los mayores problemas
las gestiones para crear una línea de torres de la costa explican el estado que actual- llegaron bien avanzada la centuria, y no del
de almenara en la costa atlántica andaluza mente presentan la torre de La Higuera, cla- mar, sino de Portugal. Durante más de un
tuvieran lugar en la misma década: la de vada boca abajo en la arena de Matalasca- siglo la frontera había permanecido en cal-
1570. Mientras que en el antiguo reino de ñas, o la del Río del Oro, fragmentada en pe- ma, casi aletargada, para diluirse tras la
Granada subsistían numerosas torres vigías dazos dispersos a merced de las mareas. anexión del reino vecino por Felipe II. Todo
nazaríes de los siglos XIII y XIV, al oeste de Tipológicamente todas las torres respon- cambió tras el levantamiento independen-
Gibraltar la presencia de tales construccio- den a un mismo modelo. Su estructura tista de 1640. La situación se agravaba en las
nes era mucho menor y en el caso del litoral troncocónica se cubre con una terraza en la poblaciones fronterizas, que habrían de su-
onubense casi inexistente. Los castillos me- que se encendía el fuego o “almenara” con frir las destrucciones y saqueos propios de
dievales de Huelva, Cartaya, Lepe o Aya- que se alertaba de la llegada del enemigo. una “raya” que se marcó a fuego.
P A T R I M O N I O A N D A L U Z
ZUFRE
PAYMOGO
PUEBLA DE GUZMÁN
CARTAYA SALTÉS
LEPE MOGUER
En el verano de 1641 se reunieron en Aro- ción de obras de mejora más o menos ambi- siglo XVIII, a raíz de la Guerra de Sucesión
che más de 200 soldados, que encontraron ciosas en los antiguos castillos medievales que entronizó a los Borbones, importantes
una fortaleza inhabitable, mientras los veci- de Cartaya, Huelva y Gibraleón. Como de ingenieros militares dirigirán su mirada a
nos trabajaban a marchas forzadas reparan- costumbre, los remedios llegaban tarde. El las fortalezas de la frontera. Sus informes y
do los muros de la antigua cerca que protegía 13 de febrero de 1668 Carlos II reconoció la in- planos se conservan en distintos archivos
la población. A finales de año se produjo el dependencia del reino de Portugal, lo que nacionales, pero aquellas ideas nunca llega-
primer intento de invasión por parte de los supuso el final de la guerra, tras casi dos dé- ron a materializarse.
portugueses. Un ejército de más de mil cadas de enfrentamientos. A comienzos del El terremoto de Lisboa de 1755 y la Gue-
hombres fracasó por la resistencia de la villa rra de la Independencia ya en la centuria
y sus viejas murallas. En marzo de 1642, va- siguiente afectaron de manera diversa a
rios miles de infantes, trescientos soldados a muchos castillos. Sin embargo, la pérdida
caballo y su artillería volvieron a fracasar an- Más información de las antiguas funciones militares y el ca-
te los muros de Aroche, que, conveniente- rácter obsoleto de sus estructuras los con-
mente reforzados, la convirtieron en una ■ Carriazo Rubio, J. L. y virtieron a todos en un despojo del pasado,
plaza prácticamente inexpugnable. En los Cuenca López, J. M. hasta el punto que algunos llegaron a des-
años siguientes se edificaron los fuertes de Huelva, tierra de castillos. Fotografía de aparecer, víctimas del abandono, la vora-
Paymogo y Puebla de Guzmán, construidos Nicola Palmieri. cidad urbanística y la desidia de los res-
en ambos casos en torno a sus respectivas Diputación Provincial de Huelva. ponsables públicos. En la actualidad, las
iglesias, así como los de Encinasola, que re- Huelva, 2004. fortificaciones onubenses son objeto de
cuerdan lejanamente a las torres de la costa. ■ Duclos Bautista, G. investigación por parte de historiadores y
La fortificación de un territorio. Arquitectura arqueólogos de la Universidad de Huelva y
DIFERENTES AMENAZAS. Pese a sus de- militar en la raya de Huelva, siglos XVII y de las empresas del sector, propician la ce-
fensas, tanto Paymogo como Sanlúcar de XVIII. lebración de encuentros científicos de dis-
Guadiana y su impresionante fuerte de San Diputación Provincial de Huelva. tinto tipo y se benefician de las acciones
Marcos ofrecieron escasa resistencia al ene- Huelva, 2002. contempladas por la Consejería de Cultura
migo, llegando a producirse la paradoja de ■ Mora-Figueroa, L. en el marco del Plan de Arquitectura De-
que fueran los portugueses quienes se en- Torres de almenara de la costa de Huelva. fensiva de Andalucía. Nunca libres por
cargaran de completar las obras en ambas Diputación Provincial de Huelva. completo de amenazas, las viejas fortale-
fortalezas. La amenaza que se cernía sobre Huelva, 2003 (2ª ed.). zas pueden encarar hoy con mayores ga-
muchas otras poblaciones motivó la realiza- rantías su futuro. ■
A N D A L U C Í A E N S U S D O C U M E N T O S
El patrimonio bibliográfico andaluz está disperso en infinidad de bibliotecas. En las colecciones americanas
encontramos fondos que permiten completar el conocimiento de nuestra historia y del papel que jugaron
muchos andaluces en el mundo atlántico. La John Carter Brown Library (Providence, EE.UU.) conserva una cui-
dada selección de libros editados en Andalucía, desde el siglo XVI hasta comienzos del siglo XIX.
Fondos andaluces en la
John Carter Brown Library
El ir y venir de los libros que describen el Nuevo Mundo y Andalucía
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s necesario el estudio detallado de LAS IMPRENTAS ANDALUZAS al residir en ella Antonio González, de la
los libros publicados en Andalucía, Audiencia de la ciudad, que antes había si-
muchos de ellos poco conocidos, pa-
PUBLICARON EN SUS do presidente en la Audiencia de Guatema-
ra difundir y dar a conocer la diversidad cul- PRENSAS LIBROS DE la. En otros casos eran cronistas de Indias
tural y la riqueza de nuestra historia. Una TEMÁTICA AMERICANA, AL como Juan de Sepúlveda, que escribió un
importante colección, en la que se encuen- tratado renacentista titulado Diálogo lla-
tran todos los libros que citaremos, se con-
NUEVO MERCADO mado Demócrates (Sevilla, 1541). El libro sa-
serva en la John Carter Brown Library (Pro- DE LAS INDIAS lió traducido del latín en las prensas de
vidence, EE.UU.). La colección de libros de “Juan Cromberjer difunto que Dios aya”. El
John Carter Brown (1797-1874) que se ocupa- asunto generó un amplio debate intelec-
ban de América dio origen a una biblioteca tual en tiempos de Carlos V en torno al do-
excepcional. Su hijo decidió mantener uni- americano, y de escritores que tenían car- minio de las Indias en el que participó Bar-
da la biblioteca y hoy en día está abierta pa- gos en América. El ir y venir de gentes a tolomé de las Casas. La colección John Car-
ra los investigadores en el campus de la través del Atlántico facilitó numerosos tra- ter Brown (JCB) conserva algunos de sus li-
Brown University. El fondo de impresos, bajos a los impresores y libreros andaluces. bros y también relatos de viajeros que rea-
mapas y manuscritos reúne en total más de Impresores de Sevilla, Cádiz, Granada, lizaron la travesía atlántica. Estos libros
45.000 libros raros y 20.000 obras de refe- Córdoba, Baeza y El Puerto de Santa María son valiosos testimonios para entender có-
rencia, incluyendo una cuidada selección recibieron encargos, editaron libros y los mo era la navegación y cómo vivieron el
de libros editados en Andalucía, desde el si- remitieron a través de la Carrera de Indias viaje. El carmelita Antonio Vázquez de Es-
glo XVI hasta comienzos del siglo XIX. Esto a sus destinatarios en América. Algunos pinosa contó las penurias y tormentas que
nos permite conocer detalles de nuestras impresores, como el granadino René Ra- se encontraron en su Tratado verdadero del
imprentas y de los andaluces que viajaron o but, publicó el Arte para criar seda de Gon- viaje y navegación deste año de seiscientos y
vivieron en América. zalo de las Casas (1581). Las redes atlánticas veinte y dos, que hizo la flota de Nueva Espa-
tejían interesantes hilos. El libro se escri- ña, y Honduras (Málaga, 1623) en los 106 dí-
REDES ATLÁNTICAS. Las imprentas anda- bió “para que con su auxilio y favor gocen as del viaje de La Habana a la “isla de Cá-
luzas publicaron libros de temática ameri- los Indios y las demás personas que quisie- diz… de que dimos a Dios nuestro Señor in-
cana, destinados a España o al mercado ren usar de su fruto” y se editó en Granada finitas gracias de ver tierra”.
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La John Carter Brown Library conserva más de 45.000 libros antiguos, que incluyen una colección de valiosos impresos andaluces.
VALIOSAS EDICIONES. El conjunto de cró- toria del descubrimiento y conquista de las VARIEDAD TEMÁTICA. Francisco de Flo-
nicas que se ocupan de América publicadas provincias del Perú, de Agustín de Zarate, rencia tuvo a su cargo los negocios america-
en Andalucía reunidas en esta colección re- que daba detalladas noticias de las con- nos de la Compañía de Jesús durante varios
sulta extraordinaro, por su interés y rareza, quistas de Pizarro. Publicado en Amberes años, y conocía al dedillo el mundo del libro
destacando algunas piezas elaboradas en el en 1555, fue impreso de nuevo en Sevilla sevillano. Por eso, algunos de sus escritos
taller de impresión de Sevilla de los Crom- “en casa de Alonso Escriuano” en 1577. El se imprimieron en esta ciudad, como la
berger en la primera mitad del siglo XVI. privilegio (equivalente a nuestro copyright) Narracion de la maravillosa aparicion, que hi-
También conservan algunas valiosas edicio- concedido por diez años al autor en esta zo el arcangel S. Miguel a Diego Lazaro de S.
nes de escritores andaluces como la Relación edición de 1577 se le dio “porque había falta Francisco, indio feligres del pueblo de S. Ber-
que dio Alvar Nuñez Cabeça de Vaca de lo dellos y no se hallaban”. Las novedades de nardo (Tomás López de Haro, 1692), un texto
acaescido en las Indias (Zamora, 1542), que re- la conquista en las Indias despertaron po- que contiene la historia de la aparición en
dactó este jerezano contando sus viajes de derosamente la atención en Europa. En el cerro Tzopiloatl y del santuario allí esta-
descubrimiento y exploración en Centroa- Córdoba, se publicó en 1617 la Historia gene- blecido. El libro incluye un breve fragmen-
mérica, como “aviso a mi parescer no livia- ral del Peru (impreso por la viuda de Andrés to en lengua náhuatl. El interés por la
no” para los que “fueren a conquistar aque- Barrera “y a su costa”), un libro escrito por evangelización también se aprecia en otro
llas tierras”. Entre las primeras historias pu- Garcilaso de la Vega en Montilla que sigue rarísimo impreso, del que se conservan po-
blicadas sobre América se encuentra la Parte siendo una referencia entre los historiado- cos ejemplares, de Fr. Gregorio García titu-
primera de la chrónica del Perú de Pedro de Cie- res del mundo americano. En 1743 se publi- lado Predicación del Evangelio en el Nuevo
za de León (1518-1554), que anduvo 17 años re- có en Córdoba la Historia de la conquista de Mundo, viviendo los Apóstoles (Pedro de la
corriendo las Indias viendo “tan grandes y Mexico de Ignacio de Salazar y Olarte, en la Cuesta, 1625). En este caso se imprimió en
peregrinas cosas” que quiso escribirlas. El li- imprenta de Gonzalo Antonio Serrano. El la ciudad donde vivía el autor, en el “co-
bro fue impreso en Sevilla en 1553 con nume- libro detalla la biografía de Hernán Cortés nuento de santo Domingo de Baeça”. La
rosos grabados por Martín de Montesdoca. con un estilo ampuloso siguiendo la senda predicación constituyó un ejercicio ligado a
En otras ocasiones, se imprimieron de de la historia como “delicia de los sentidos, la actividad eclesiástica y fueron numero-
nuevo libros de gran éxito. El caudal de no- destierro de las dudas y crisol de las certi- sos los sermones impresos en Andalucía,
ticias americanas despertaba la curiosidad dumbres”, que sirve a la honesta curiosi- muchos de ellos realizados por andaluces
de los lectores. Es lo que ocurrió con la His- dad de los lectores. que tuvieron cargos en América, como el
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96 Verdadera relación de la conquista
del Peru y provincia del Cuzco
llamada la Nueva Castilla, de
Francisco de Xerez e Historia del
Peru, de Diego Fernández.
franciscano granadino Alonso de Herrera jesuitas. Y la cercanía de Cádiz, con cinco pañolas a la Isla de Santa Catalina (Colom-
en Lima. En Sevilla publicó unos Discursos librerías abiertas a mediados de la centu- bia), donde los ingleses se asentaron culti-
predicables de las excelencias del nombre de Je- ria, garantizaba una excelente distribución vando tabaco, además de dedicarse “a pira-
sús (1619), siendo consciente de que al igual en el mercado español y europeo. tear con gran numero de baxeles suyos”.
que en “los hijos naturales hallamos tan Las relaciones de sucesos conservadas La relación atlántica proporcionaba un
grande variedad, que unos son feos y otros tienen un gran valor pues apenas ha perdu- sinfín de noticias. En 1625 se publicó en
hermosos, asi es grandísima la que ay de li- rado una pequeña parte de estos textos y es- Cádiz en la imprenta de Juan de Borja la
bros en el mundo”. El jesuita Antonio Ma- tán dispersos en infinidad de bibliotecas. Relación de la iornada del Brasil. El texto se
choni, que había sido provincial de su or- Estos breves impresos narran aconteci- presenta como una carta escrita por el es-
den en Paraguay, imprimió en El Puerto de mientos puntuales que despertaron la cu- cribano de la Armada a Juan de Castro, es-
Santa Maria su libro El nuevo superior religio- riosidad y el interés de los lectores andalu- cribano en Cádiz, dando cuenta del viaje a
so instruido en la práctica y arte de gobernar ces, como la Relación del suceso que tuvo la “Vaîa de todos Santos” para recuperar
(Roque Gómez Guiraun, 1750). La elección Francisco Díaz Pimienta, general de la real ar- la plaza tomada por los holandeses, mo-
no podía ser más acertada, pues desde esta mada de las Indias, en la isla de S. Catalina (Se- mento que aprovecharon los asaltantes
ciudad se distribuían en el siglo XVIII los li- villa, 1642). En esta anónima relación se para “saquear la ciudad y cargar cada uno
bros a todos los colegios americanos de los cuenta el asalto victorioso de las tropas es- de lo que hallaba”. Estos textos solían
A N D A L U C Í A E N S U S D O C U M E N T O S
AH
OCT
2008
Los libros Monarchia yndiana,
de Juan de Torquemada y Obra
97
nuevamente compuesta, de
Bartolomé de Flores fueron
editados en Sevilla.
anunciar los éxitos, y ocultar los fracasos, reclamar justicia fueron abundantes. Un
ofreciendo las noticias siempre como
Más información grupo interesante de impresos se refiere a la
“ciertas y verdaderas”, contrastadas y au- Guerra de la Independencia y contiene todo
ténticas. ■ La John Carter Brown Library realiza un raudal de opiniones políticas, proclamas
interesantes exposiciones, tanto en y argumentos, como hace de forma breve en
NOTICIAS DESDE ANDALUCÍA. La JCB sus salas como de manera virtual. un anónimo Una andaluza a sus paysanos
también conserva textos publicados en Lati- ■ Mantiene un catálogo en línea que se (Buenos Ayres, 1808?) que escribe con “débil
noamérica que se ocupan de Andalucía. Al- puede consultar en: pluma guiada por una mano joven” para de-
gunas noticias de Andalucía fueron difundi- http://josiah.brown.edu/search/ y nunciar al “tirano de la Francia”. En otros
das gracias a las imprentas americanas. Es el ofrece una base de datos con las impresos se trata de manifestaciones a favor
caso de la Relación de la sacra festiva pompa imágenes de América en los libros de de Fernando VII como la Carta (Buenos Ai-
(Lima, 1739), en la que se anuncia la conce- su colección. res, 1809) de José Manuel de Goyeneche, co-
sión del cardenalato a Fr. Gaspar de Molina y ■ Más información en: misario de la Suprema Junta de Sevilla, de vi-
Oviedo (1679-1744), obispo de Málaga. Este ti- http://www.brown.edu/Facilities/Jo sita en el virreinato en busca de adhesiones a
po de impresos realizados para celebrar un hn_Carter_Brown_Library/ “su legítimo Rey Fernando” frente al gobier-
acontecimiento, dar noticia de un suceso o no de José I Bonaparte. ■
L I B R O S
El drama de la República
en Andalucía
CARLOS ARENAS POSADAS najes desconocidos, víctimas y ver- se enfrentaron en un combate a tres
E
l nombre del título y la lec- dugos de la represión que siguió a la bandas que debió serlo sólo a dos.
tura de las primeras pági- ocupación de la población de Pater- Estado republicano, jornaleros y
nas del libro Casas Viejas. na tras el “alzamiento” de 1936. Una campesinos debieron intentar con-
Del crimen a la esperanza dedicado a investigación ingente que alcanza- formar una “unión sagrada” para
contarnos las vidas cruzadas de Ma- rá sin duda máximas cotas cuando defender el poder constitucionalista
ría Silva “Libertaria” y de Miguel Pé- el autor la complete con los docu- de los ataques de los caciques habi-
rez Cordón, indican que estamos mentos generados por los tribuna- tuales y a implementar las leyes de
ante una entrega más de la serie de les militares que, tras la guerra, si- reforma agraria, laboreo forzoso,
estudios biográficos que Gutiérrez guieron persiguiendo a los “desafec- negociación colectiva, términos,
Molina ha dedicado a anarquistas tos” al nuevo régimen. José Luis Gutiérrez etc.; leyes aparentemente “burgue-
Molina,
AH gaditanos anteriores a la Guerra Ci-
vil. A medida que avanza la lectura,
En segundo lugar, el libro es un
recorrido por el interior de las orga-
Casas Viejas. Del crimen
a la esperanza
sas” que, sin embargo, eran obuses
dirigidos debajo de la línea de flota-
OCT sin embargo, nos damos cuenta de nizaciones anarco-sindicalistas en Almuzara, Córdoba, 2007. ción del poder tardo-feudal que
2008 que este libro es bastante más de lo los años de la República. Especial-
480 págs.
compartían el cortijo y la Iglesia.
que su título anuncia. Efectivamen-
98 te, el libro reconstruye el triste epi-
mente, por el tumultuoso debate en
el seno del anarquismo español en-
Esto nos parece setenta y cinco
años después pero, desgraciada-
sodio ocurrido en Casas Viejas en tre revolucionarios y posibilistas, en mente, no podemos cambiar la his-
enero de 1933; reconstruye también el que Pérez Cordón tomó parte acti- toria; la cuestión es si esta alianza
la desgraciada vida de dos de los pro- va, como se recoge en un amplio que requería tiempo y paciencia po-
tagonistas de aquellos sucesos: Ma- anexo sobre su producción periodís- día ser asumida por las organizacio-
ría Silva, la sencilla muchacha con- tica, donde se observa su propia nes obreras anti-estatalistas sin ne-
vertida —quizás a pesar suyo—, en transición desde una a otra posi- garse a sí mismas, si el Estado repu-
un icono del anarquismo español; y ción. En relación a este debate, y se- blicano que Pierre Vilar llamara re-
la de su compañero, Miguel Pérez tenta y cinco años después de los su- formista y jacobino no confundió el
Cordón, el joven sindicalista auto- cesos de Casas Viejas, nos parece orden de sus prioridades a la hora de
didacta convertido en articulista de que los tres actores colectivos del enfrentarse a sus enemigos, y si tal
la prensa obrera y campesina. El li- drama de la República en Andalu- alianza tenía visos de terminar
bro narra sus vidas y su trágico fi- cía: el Estado, las organizaciones triunfante en el epicentro de la An-
nal; un final similar al de tantos obreras y campesinas, y la oligar- dalucía latifundista donde impera-
que se “señalaron” en la sociedad quía agraria arropada por la Iglesia, ba el hambre y el fatalismo.
mansa del latifundio.
El libro se ilustra con interesan-
tes fotos que acompañaron la vida
de nuestros dos personajes: en la
mirada de María creemos adivinar
el espanto vivido en la cabaña ar-
diendo de Seisdedos o el asombro
por una fama no buscada. Las pri-
meras fotos de Miguel son las de un
joven apuesto y orgulloso de sí mis-
mo, que luce en su bolsillo la pluma
de escribir que simboliza su eleva-
ción social; la última de su vida, la
de un hombre de treinta años, pre-
maturamente envejecido con el ros-
tro casi deformado por el dolor.
Como decimos, el libro es bas-
tante más que biografía. Es, en pri-
mer lugar, un trabajado ejercicio de
lo que se llama la “recuperación de
la memoria histórica”. En paralelo a
la vida de los protagonistas, José Lu-
ís Gutiérrez Molina nos ofrece deta-
lles de la vida de decenas de perso-
L I B R O S
S
e trata de un bello libro, her- rritorio al margen de la civiliza- autor le interesa mucho las causas
mosamente editado, en el ción, hasta convertirse en las “Islas del fiasco, afirmando que “cayó
que es atractivo no sólo el del arroz”. Se constata aquí la nece- víctima de la especulación” en bol-
contenido y la magnífica colección sidad urgente de coordinar lo que se sa. No debiera olvidarse también
de fotografías, sino también su exte- ha escrito sobre las Marismas —que —creo— que en parte este fracaso
rior y, especialmente, la cubierta. es ya bastante—, para lo que puede se debe a un medio físico indómito
Sugerente es el título, que alude a la ser útil la obra Doñana en la Cultura que, por fin, se adaptó a un cultivo
primera propiedad que se convierte Contemporánea. agronómicamente muy exigente,
en blanco de pruebas de la coloniza- Sobre la evolución histórica re- José González Arteaga. pero que antes se sometió a mu-
El rincón de los lirios. Las islas
ción y a las tres islas de las Maris- saltamos este hecho: “El ansia de del Guadalquivir 1927-1930. chos ensayos ruinosos. Y, por últi-
mas: Mayor, Menor y Mínima. El li- tierras que se deja sentir en el s. XIX Centro de Estudios mo, el encomio de lo conseguido
Andaluces, Sevilla, 2008.
bro consta de dos partes: Las Islas del lleva a grandes propietarios, títulos debería atemperarse siempre por
92 págs.
Guadalquivir, escrita por González de la nobleza y compañías de re- el balance negativo que la agricul-
Arteaga y las fotografías de la com- ciente creación a poner su punto de tura ha supuesto para un espacio
pañía Islas del Guadalquivir, S.A. La
primera parte introduce las islas con
mira en estas desaprovechadas pla-
nicies, y Sevilla se va a ver privada
ecológicamente admirable, único
a nivel mundial y que ha quedado
AH
un bosquejo de su imagen tradicio- de uno de sus más llamativos bien- reducido al atenazado espacio pro-
OCT
nal y su evolución. Lo que constituye es de Propios: Las Islas”. tegido del Coto de Doñana. 2008
el meollo del estudio es la tarea de La aportación más sólida del tra-
colonización de las islas realizada bajo es el análisis de la labor de la
La colección de más de 600 foto-
grafías, cuya autoría se atribuye a
99
por las compañías Agraria del Gua- sociedad Islas del Guadalquivir, Juan José Serrano (1888-1969), rela-
dalquivir, S.A. y, especialmente, Is- S.A. El lector encontrará un preciso ta pormenorizadamente las actua-
las del Guadalquivir, S.A. estudio de las obras de transforma- ciones en las islas y representa “la
La imagen tradicional de las is- ción material, avatares jurídicos, fiel memoria gráfica de la inter-
las es la de unas tierras “fuera del gestión y ensayos agronómicos has- vención y transformación de un
tiempo y de la historia”, ansiadas ta plasmar en una de las zonas arro- territorio tan particular por mano
por cazadores, aventureros, poetas ceras más importantes de Europa. del hombre”.
E
ste volumen recoge las po- ma historiográfico no siempre muy los deben transitar desde las prác-
nencias del congreso Ocio y atento a entresijos similares, aun- ticas hasta el discurso sobre las
vida cotidiana en el Mundo que en los últimos tiempos este mismas, entre un cauce contrape-
Hispánico en la Edad Media organiza- campo de estudio haya venido aca- sado de todas las normas y las
do por Francisco Núñez Roldán (di- parando mayor atención. Estos ai- transgresiones.
rector del Departamento de Historia res renovadores del oficio han he- No en vano, ya, en el año 1611,
Moderna de la Universidad de Sevi- cho del ocio un factor específico y Covarrubias incluía en su Tesoro le-
lla) en la capital hispalense en el año determinante de la vida cotidiana, xicográfico la palabra “ocio”, advir-
2003. Una encomiable iniciativa edi- ya sea en su ámbito público o en su tiendo ser más común el uso de
torial por la que debemos felicitar y espacio privado. Francisco Núñez Roldán. “ocioso”, alusivo a quien “no se
(coordinador).
dar la enhorabuena al profesor sevi- De este modo, lo cierto es que Ocio y vida cotidiana en el
ocupa en cosa alguna”, vocablo este
llano y, también, a los distintos au- hoy día vislumbramos un mejor Mundo Hispánico en la Edad al que concede un cierto matiz pe-
tores de las aportaciones que compo- horizonte para inquietudes acadé- Moderna. yorativo, en consonancia con el jui-
Universidad de Sevilla,
nen tan exquisito impreso. micas volcadas en otras dimensio- Sevilla, 2007. cio al respecto característico en la
Porque entre todos estos inves- nes cruciales de la trayectoria vital 803 págs. retórica de los moralistas de la épo-
tigadores ponen a nuestro alcance de las sociedades humanas, en ca, en todo momento empeñados
una poliantea en torno a una suge- sus usos sociales y en su funciona- en distanciar a la humanidad de
rente temática como es el ocio y la lidad. Tan decisivos para enten- las cosas mundanas, de diversio-
vida cotidiana durante el Antiguo derlas, en toda su complejidad re- nes y otras quimeras que los aleja-
Régimen, enmarcada en el com- al y simbólica, son los recovecos ban del cielo. De todo ello podrá ha-
plejo y universal mundo hispáni- del juego, la fiesta, la lectura, el llar el lector interesado, de cual-
co, garante de muchas de las bon- teatro, divertimentos a lo divino, quier condición, buena y debida
dades ofertadas. devociones, ritos y ceremonias va- cuenta en el libro referido, una es-
El argumento de este volumen riopintas, el sexo o el hogar y la pecie de excelsa “silva” de lección
resulta, pues, oportuno, además de calle como los entornos propicios varia sobre la vida misma.
L I B R O S
D
e sobras es conocido el le- Córdoba, que se llevó a cabo entre el catálogo, editado conjuntamente
gado de Robert Capa y de los días 8 de mayo y 8 de junio en por la Universidad y la Diputación
tantos otros reporteros los Colegios Mayores de la Univer- de Córdoba, contempla por otro la-
que, huidos de la Alemania nazi, sidad de Córdoba, recoge el trabajo do un vasto inventario de docu-
quisieron sumarse a la Guerra Ci- de uno de estos autores no tan co- Antonio García del mentos bibliográficos de la época
vil para disparar en el frente con nocidos, pero no por ello menos Moral, Daniel Rodríguez que pudieron ser vistos en la mues-
Cibrián y Antonio Blanco
sus cámaras. Han sido tantas las interesantes. tra: folletos, monografías, prensa,
Córdoba.
obras y exposiciones sobre su lega- Es el caso de Serrano, reportero Papeles y metralla. Testimonios panfletos propagandísticos, expe-
do que apenas ha habido lugar pa- gráfico del diario ABC, que acompa- documentales de la Guerra Civil dientes de archivo, etc.
Española (1936-1939).
ra unas líneas o unas vitrinas que ñó por tierras de Andalucía a la tro- Universidad de Córdoba y Como colofón final, Papeles y me-
expongan las obras de tantos otros pa de Queipo del Llano, y cuyas fo- Diputación de Córdoba. tralla.Testimonios documentales de la
2008. 344 págs.
escritores y fotógrafos nacionales tos plasman desde graciosas esceni- Guerra Civil Española (1936-1939) se
que trabajaron a un lado u otro de ficaciones de avanzadillas utiliza- complementa con la inclusión de
la trinchera. das con fines propagandísticos, una serie de artículos firmados por
El catálogo Papeles y metralla, de hasta documentos gráficos que distintos especialistas que analizan
AH la exposición coordinada por Anto-
nio García del Moral, Daniel Ro-
muestran toda la crudeza de una
guerra civil.
el desarrollo de la vida cultural du-
rante el tiempo que duró el conflicto.
OCT
2008
100 Represión contra los protestantes sevillanos
DORIS MORENO MARTÍNEZ Inquisición y sobrevivieron en un El impacto editorial, político y
E
ntre los años 1555 y 1565, el durísimo exilio. religioso de este libro fue extraor-
tribunal de la Santa Inqui- En esta edición, publicada por dinario. Francisco Ruiz de Pablos
sición persiguió incansa- Eduforma, el libro tiene dos par- apoya la tesis de Morón Arroyo se-
blemente a los protestantes sevi- tes, además de la excelente intro- gún la cual la influencia de este li-
llanos. Esta brutal y durísima re- ducción firmada por el investiga- bro se deja notar en el Hamlet de
presión, con los consiguientes au- dor Francisco Ruiz de Pablos. La William Shakespeare e, incluso,
tos de fe y las quemas en hogueras, primera aborda toda la problemá- como ya demostró el gran erudito
motivó que en 1567 se publicase en tica del proceso inquisitorial; y la Francisco Rodríguez Marín, en pa-
latín en la ciudad germana de Hei- segunda está dedicada a casos ocu- sajes del capítulo XXII del Quijote.
delberg un texto fundamental, el rridos en Sevilla y Valladolid e in- Reinaldo González El lector tampoco debe olvidar que
libro de Reinaldo González Mon- cluye también la trayectoria bio- Montes éste es sin duda uno de los textos
Artes de la Santa Inquisición
tes, pseudónimo de Casiodoro de gráfica de algunos procesados, un Española. fundamentales que alimentaron
Reina y, quizá también, Antonio total de quince personajes. Una re- Edición de Francisco Ruiz la Leyenda Negra española por el
de Pablos. Eduforma.
del Corro, dos antiguos frailes je- lación que desde el año 1569 pasó a enorme éxito editorial del que dis-
Madrid, 2008. 304 págs.
rónimos del monasterio sevillano engrosar el martirologio protes- frutó ya desde la que fue primera
de San Isidoro, que huyeron de la tante. edición.
J
osé Fernández García nos ofre- afectada por el declive de sectores Poblaciones de Sierra Morena en el
ce en este volumen, con una artesanales hasta entonces pujan- año de 1767, cuya capital se erigió
prosa ágil, un recorrido por el tes, como la seda y el cuero. en La Carolina.
reino de Jaén en el siglo XVIII, a lo Una difícil situación que con- El libro se cierra con un capítulo
largo de cinco capítulos, apoyándo- trastará, desde mediados de la cen- dedicado a diversos aspectos de la
se en una variada bibliografía, ade- turia, con el auge de la explotación vida cotidiana, centrados, ante to-
más de en numerosas fuentes im- maderera de la localidad de Segura do, en las actuaciones del Tribunal
presas y documentales. de la Sierra. Eclesiástico Episcopal.
El autor atiende a los efectos de La recepción de las reformas En definitiva, el volumen Jaén
la Guerra de la Sucesión, especial- borbónicas ocupa un lugar clave en José Fernández García en el siglo XVIII es un interesante
Jaén en el siglo XVIII.
mente gravosos para la población esta obra de José Fernández Gar- Universidad de Jaén. Jaén,
trabajo que aúna la síntesis rigu-
entre los años 1708 y 1711; al estanca- cía, teniendo como protagonistas 2007. 142 págs. rosa con un fin divulgativo, objeti-
miento demográfico vivido por nú- dos hechos: las Reales Sociedades vos de la colección Jaén en el
cleos antes florecientes, caso de Económicas de Amigos del País, y bolsillo, una iniciativa coordinada
Úbeda y Baeza; o a las difíciles con- sin duda, el principal proyecto de y editada por la Universidad de
diciones sufridas por una sociedad la Monarquía en territorio jien- Jaén, en la que se inserta.
L I B R O S
E
l libro se ocupa de la in- Atlantes de papel: adoctrinamiento, detallado de la adoctrinación y sus
fluencia de la cultura im- creación y tiopgrafía en la Monarquía reglas.
presa en el devenir intelec- Hispánica en los siglos XVI y XVII Es este, sin lugar a dudas, un
tual del mundo hispánico entre los cuenta con otro eje de interés cen- texto recomendable. El autor logra
siglos XVI y XVII. Una tarea que el trado en los discursos en torno a las que el libro, publicado por edicio-
autor, el profesor Carlos Alberto buenas y las malas lecturas a partir nes Rubeo de Barcelona, muestre
González Sánchez, encauza a par- de un notable elenco de citas. En es- muchos y diversos rostros: en cir-
tir de siete capítulos que recopilan te terreno destaca su capítulo que culación, poseído y leído, pero
trabajos anteriores revisados y lleva por título Fabula non est pietas, también debatido, cuestionado y
puestos al día. en el que se analiza el papel de la Carlos Alberto González objeto de propuestas diversas en
El recorrido ofrece una panorá- ficción y la reacción de los autores Sánchez torno a su uso.
Atlantes de papel:
mica estructurada en dos grandes eclesiásticos. Un volumen que, en definitiva,
adoctrinamiento, creación
ejes. En los primeros capítulos nos El análisis del potencial didác- y tipografía en la Monarquía no dejará indiferente al lector que
habla del tráfico atlántico de libros, tico de muchas propuestas, que Hispánica de los siglos XVI y XVII. se acerque a sus páginas, pues con-
Ediciones Rubeo.
con la ciudad de Sevilla como eje del van desde la evangelización hasta Barcelona, 2008. 242 págs. tiene una aguda reflexión sobre
comercio librario, y la posesión del
libro en América.
la elaboración de libros devotos en
el Barroco, conduce a Carlos Alber-
los origenes de nuestra tradición
tipográfica.
AH
OCT
2008
Perfiles que retratan el despilfarro de talento del exilio 101
MANUEL PEÑA tífica y rigurosa y la divulgación al El tema de los exilios políticos en
C
on un título amplio —no alcance de todos. la historia de España tiene una in-
en extensión, sino en in- La autora no oculta que la obra dudable carga emocional. La lectura
tención—, la autora, Eva tiene un punto literario, “necesario de los retratos —por ejemplo— de los
Díaz Pérez, repasa con una delica- para meterse en la angustia vital granadinos Homero Serís y Matilde
deza y una intensidad extraordi- que siempre acompaña al exiliado”, Cantos o del onubense Miguel Piza-
narias las vidas de treinta y nueve asegura. rro transmite una extraña y paradó-
intelectuales andaluces que se exi- Personajes reconocidos como jica sensación de disfrute, pero tam-
liaron tras la Guerra Civil de 1936. Antonio Machado, Victoria Kent, bién de amargura.
Cierra el libro una deliciosa ucro- María Zambrano, Rafael Alberti o Sin olvidar el codo tabernario de
nía: el exilio de Federico García Luis Cernuda comparten protago- Eva Díaz Pérez. Pedro Garfias y sus versos de los que
La Andalucía del exilio.
Lorca. nismo en sus páginas con aquellos Fundación José Manuel muchos consideran el himno del
En ese sentido, este libro, edita- más olvidados en un “grito reivindi- Lara / Centro de Estudios exilio: “España que perdimos, no
Andaluces.
do conjuntamente por la Fundación cativo” de la autora por conocer qué nos pierdas; / guárdanos en tu fren-
Sevilla, 2008. 287 págs.
José Manuel Lara y el Centro de Es- pasó con aquellos exiliados e incor- te derrumbada, / conserva a tu cos-
tudios Andaluces, está a mitad de porar su legado a la cultura andalu- tado el hueco vivo / de nuestra au-
camino entre la investigación cien- za y española. sencia amarga”.
L
os Ángeles es un precioso sucesos que le acompañaron, así men una crítica de las fuentes y
paraje cercano a Horna- como de la mitología generada. datos entonces disponibles. Asi-
chuelos, en la provincia de Este examen de Alejandro Gui- mismo, se hizo cargo de una de las
Córdoba, convertido en los inicios chot Sierra hay que ubicarlo dentro máximas de los folcloristas anda-
de la España Moderna en un impor- del proyecto de construcción de luces acerca del rigor expositivo,
tante foco de espiritualidad. El pre- una identidad regional realizado exigencia que, sin embargo, no
sente volumen, una edición facsí- con el estudio de sus expresiones resta belleza a un texto escrito con
mil del publicado hace más de un vitales, a través de lo que llamó gran finura.
siglo, en 1896, recupera la mejor una “psico-sociología” del pueblo Así, estamos ante una obra que
contribución a una clara compren- andaluz. Alejandro Guichot y recoge la influencia del ambiente
Sierra.
sión de su leyenda. La Montaña de los Ángeles, recu- La Montaña de los Ángeles.
romántico que revitalizó el estudio
El escritor, dibujante, político, perado por la editorial Séneca, re- Editorial Séneca. Córdoba, de lo popular y ante un bello ejem-
investigador y sociólogo sevillano sulta una historia de conocidas le- 2008. plo de aplicación de la difundida
Alejandro Guichot y Sierra (1859- yendas y milagros, como la de la metodología positivista en los ám-
1941) ofreció un detallado análisis mujer penitente o las visitas reales bitos de las ciencias humanas a fi-
de la historia del convento francis- a este convento. nales del siglo XIX en España.
A V A N C E